Cap. 11.- Suerte.
No lo creía, mi niña, mi pequeño milagro había sido apartado de mi lado y como si fuera posible mi hermana Rosalie , a palabras de Emmett, había sido asesinada y claro el único en conocer la verdad tenía la mente demasiado confundida por lo cual no puedo leerla, todo está saliendo mal, que Bella se marchara no causo nada en mi pero que Renesmee también lo hubiera hecho me hace sentir culpable, ella es lo más especial en mi vida, solo por ella soporte a Isabella por mucho tiempo y solo por ella soy capaz de matar. Si, lo sé, no debí haberle dicho a Bella que no la quería, que se la llevara, me arrepiento de todo lo que salió de mi boca.
El crepitar del fuego, el calor que crece exponencialmente y yo aquí intentando buscar pistas para encontrar a mi niña pero se perfectamente que no encontrare ningún rastro, que todo ha sido borrado y es ahí cuando le creo a Emmett sobre que Rosalie ha muerto, ha sido asesinada por segunda vez y para siempre protegiendo a mi niña, eso jamás se lo podre agradecer y no es porque ya no esté, pero solamente hay una forma de rendirle tributo a su persona y es encontrando a Renesmee y vengando su muerte tan dramáticamente como ella lo hizo la primera vez.
Sigo observando el incendio que ha consumido varias hectáreas de bosque, absorto en él, deseando poder atravesar las llamas pero sé que no puedo, no si quiero volver a ver a la única persona que me importa en esta vida. Doy media vuelta suavemente, sellando en este momento una promesa, una promesa de venganza así como de amor paterno. Mis pasos veloces rompen el viento que aviva el fuego con paso decidido hasta la casa de mis padres. La cabaña, ese lugar que Alice le regalo a Bella no se volverá a abrir durante lo que me quede de eternidad, porque ya no hay lugar para mi ahí, el Edward ingenuo y que alguna vez se enamoró se quedó encerrado en ese lugar que mandare a derrumbar.
Me detengo en seco por la culpa de un niño pequeño que me mira fijamente desde lejos, ese fue el niño que apareció ante mi como una visión, como si fuera el pensamiento de alguien mas ¡Claro! Eso fue el pequeño con los delicados y bellos rasgos de Jacob, por supuesto que fue un pensamiento y de quien sino del lobo que se moría en mis brazos, la culpabilidad de que muriera por mi culpa me orillo a que inconscientemente me fijara en sus pensamientos y claro, delirando por estar frente a las puestas de la muerte me ha soñado como aquel que lo llevara a ese lugar, el ángel de su muerte y el tan inocente como un niño me sigue, valla analogía que ha hecho su mente inconscientemente cuando estuvo a punto de morir.
-Edward.
El niño frente a mi puede ser una alucinación de mi culpabilidad en todo esto que se materializa para torturar mí ya débil mente, secuelas que comparto con Jacob. El pequeño Jake hecha a correr sin ninguna prisa, no huyendo, simplemente moviendo las piernas como si quisiese que lo siguiera; y así lo hago sin haberlo pensado antes, siguiendo al mini Jake a paso humano, mientras que él con sus cortas piernas esquiva las raíces salientes y los arbustos grandes que son difíciles para caminar, pero se ríe feliz como si lo disfrutara, qué más da, Jacob siempre ha disfrutado del bosque puesto que es un hijo de este. Sus carcajadas infantiles, su expresión de gozo, nada de él demuestra terror, como aquel terror que pude apreciar en sus facciones mientras Carlisle intentaba revivirlo y administrarle más líquido vital, esa expresión que ha estado grabada en mi memoria a fuego durante tres días que no me ha dejado en paz, pero esta visión, esta linda visión de Jacob de niño, del niño que en un pensamiento pude ver en ese cuarto tomarme de la mano, hace que todo se tranquilice y no cargue nada más en mi conciencia ya que parece revolotear como bailarina frente a mí.
Y entonces… desaparece.
La visión se ha esfumado, no queda nada y yo me quedo pasmado, sin reaccionar ¿Cómo pude haber seguido a la alucinación de un niño como res al matadero? Sin pensar mucho en ello retomo mi camino como si nada hubiere pasado.
En casa todo es alboroto, puedo escuchar a Carlisle intentando calmar a Esme y mientras más me acerco puedo verlos en la puerta de la casa, el abrazándola y ella escondiendo su rostro en el pecho como si llorara, como si hubiera hecho algo innombrable mientras que dentro de la casa se escucha a Emmett arremeter de rabia contra la inconciencia de alguno de los lobos. Los pensamientos de mi familia llenan mi mente como acosadores contándome sin querer lo que había sucedido: el despertar de Jacob y su nueva inconciencia.
Me alegra que esté vivo, que no sea el asesino de un inocente que no ha hecho nada más que estar en mi vida y ser el mejor amigo de mi aun esposa, me alegra pero cinco segundos después me aterra ya que caigo en la cuenta de que también es el mejor amigo de mi hija, su mayor confidente y una de las únicas personas aparte de Emmett que sé que tiene el odio suficiente para cazar a los culpables.
Paso de largo a mis padres, no es momento adecuado para saber lo que pasó con Esme y entro directamente por la puerta trasera y con paso veloz cruzo la casa hasta mi antigua habitación.
“Edward”
Los pensamientos de Alice en mi cabeza suenan preocupados como si algo horrible estuviera a punto de pasar. Sé que necesita hablar así que me despego del gran ventanal con rumbo a la puerta donde sé que me espera con rostro turbado, al darle permiso de entrar su expresión me aterra.
-¿es Nessie?
Pregunto con voz apagada y preocupada. Ella niega con la cabeza y con un hilo de voz me responde
-eso sería imposible.
Me golpeo mentalmente, por supuesto que sería imposible, ella jamás podría verla en sus visiones. Doy un suspiro cansado.
-¿entonces?
-es Jacob… creo que lo he visto en… mis visiones.
No sé cómo es la expresión de mi rostro pero debe ser de incredulidad total debido a un atisbo de molestia en su rostro de duende.
-eso sería imposible- repito lo que ella me ha dicho momentos antes dándole a entender más mi molestia, por si no le había quedado claro.
Mi hermana se giró molesta y desapareció de mi vista dando un sonoro portazo intentando modular su fuerza, yo aún seguía molesto con ella por todo lo que me había ocultado. Ella parecía más la hermana de Bella que yo, aunque habíamos pasado décadas compartiendo un sentimiento de parentesco. Pase horas parado frente a la ventana mirando el horizonte, aun cuando el sol ya se ha ido dejando a la luna en su lugar y una ligera columna de humo se podía apreciar a lo lejos a varios kilómetros de hecho, eso era lo único que me recordaba mi karma, los vestigios del fuego que consumió a Rosalie se habían convertido en un inmenso fuego forestal.
La depresión de la que Carlisle intentaba no caiga me sume en un estado de sopor del que no quiero salir.
Todo el movimiento que hay afuera me entretiene por varias horas más hasta un nuevo amanecer. Escucho el deslizar de unas sábanas a varios metros de mi habitación y supongo que no soy el único que las escucha ya que los pasos que puedo asegurar son de Carlisle. Menciona su nombre con delicadeza como si no quisiera sacarlo aun de su ensoñación.
-Jacob.
Su nombre suena sublime y se esparce por los recodos de la casa, escondiéndose en las grietas, instruyéndome a seguirlo pero tratando de negarme a ir contra mi propio albedrio. Me deslizo suavemente por el corredor como si las moléculas de mi cuerpo no rozaran las del piso, tratando de no ser escuchado por alguno de nuestros inconscientes invitados. Me detengo frente a la puerta escuchando atentamente el recuento de los daños de lo que hizo Esme mas una disculpa sincera abandonando los labios de mi padre. Dentro de la habitación solamente puedo captar el orden de pensamientos de parte de mi creador y la confusión total de Seth, pero nada de parte de Jacob, ni siquiera esos horribles sueños que tuvo durante dos días, solo sus murmullos, como si no supiera que todos en la casa podemos escucharlo balbucear. Llamo a la puerta deseando ser cortés, pero lo único que siento es la imperiosa necesidad de que Carlisle me deje entrar debido a que sé que no soy bienvenido en esa parte de la casa. No recibo respuesta así que no importándome entro mirando a el único lobo directamente a los ojos, en ellos no encuentro desesperación ni sorpresa, solo odio, odio puro que es dirigido hacia mí y se perfectamente que me lo merezco pero no debo parecer culpable aunque esos ojos atraviesen mi cuerpo como si fueran navajas y eso es poco; es más yo soy el sorprendido ya que no escucho nada de su mente, recuerdos, pensamientos… absolutamente nada y eso me trastorna, es como si se repitiera nuevamente lo de Bella y eso sería insoportable. Pero cuando me doy cuenta una risa, esa risa proviene de la mente de Jacob, es como si se burlara de mí pero no suena como él, es como si fuera otra persona.
Y al saber que esos no son los pensamientos de Jacob doy un paso decidido para saber quién es, pero lo único que logro es que él se abalance hacia mí con la clara intención de quitarme la vida, doy una vuelta escapando de su ira, sé que no se atreverá a convertirse a menos que deseé lastimar al único que sabe el paradero de Nessie… pero creo que este no es mi día. Con la fuerza extraordinaria que posee aparte de romper la linda mesita que Esme había comprado también se llevó mi brazo.