Cap. 14.- Dolor.
Alice:
Carlisle se encontraba en su despacho uniendo al idiota de Edward, después de que Jacob le diera su merecido, cuando nos avisaron de lo que sucedía en La Reserva. Alguien había incendiado la casa de Billy Black; alguien había secuestrado al hijo de Sam Ulley; Charlie Swan había desaparecido.
Yo sabía a quién apuntaban todas esas horribles acciones, pero nunca las vi venir, ni aunque me concentré en ella… Bella, deje de mirar su futuro hace tres días, quedé en blanco y ahora sé la razón de ello. Cuando Edward se entere de lo que está pasando nuestra relación finalmente se romperá, lo sé sin la necesidad de predecir el futuro. Jasper se posiciona a mi lado para reconfortarme, él más que nadie sabe de mi error y lo arrepentida que me encuentro; que la estabilidad de mi familia dependía de mi decisión de cubrir todas las fechorías que Bella hacia todos estos años después de que se unió a nosotros. El cómo nos mintió a todos nosotros y cometió asesinatos por placer, rompiendo la regla más sagrada de este clan, bebiendo la sangre de aquellos que murieron por su mano sádica.
Aquella que amé como una hermana me usó y cuando ya nada podía obtener de mi me hizo su cómplice para posteriormente botarme.
Jasper se remueve incomodo a mi lado. Jasper… ¡oh! Mí adorado Jasper ¿también te he dañado a ti, tanto como para que tu abrazo sobre mí se vuelva algo menos que cálido? Como quisiera llorar en este momento, mostrar toda la desesperación que siento en mi interior, como desearía no haber dañado a aquellos que más amo y a los que he aprendido a apreciar. Ya no pasaré las tardes con Rosalie, no podré abrazar a Renesmee, sentarme junto a Jacob cuando tenga una “jaqueca” o simplemente compartir mis inquietudes con Edward; todo eso Bella me lo arrebató y yo no lo impedí. Mi pequeño mundo se fracturó y ya no se puede arreglar; lo único que se me ocurre hacer es devolver un poco de lo perdido a esta familia.
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Jacob:
Fui obligado y prácticamente arrastrado por Quil y Embry hasta La Reserva. No quería salir de esa cama mullida que se encuentra a un lado de la de Seth que aun dormita.
No quiero nada que venga de este lugar que me trae tan malos recuerdos; recuerdos tan nítidos como los abrazos de mi madre, las palabras sabias de mi padre, los juegos con mis hermanas, los divertidos cumpleaños o los campamentos con los chicos, las noches de leyendas o la boda de Rachel y Paul, momentos dulces que son terriblemente ensombrecidos por el instante en el que las palabras salieron de la boca de Jared: “Tu padre ha muerto”, “La casa se incendio”, “Su sangre fue drenada”… “Fue un frio”. Y no sé si la última frase provino de su aliento o fue mi imaginación que ha estado comenzando a jugar conmigo desde hace poco tiempo.
Siento mi cuerpo entumecido, desearía que fuera por el clima pero no es así, desearía no sentir nada, ni miedo, dolor, ira, que ningún sentimiento embargue mi ser; desearía que Billy me hubiera dado una última palabra de aliento, pero lo único que obtuve fue vacio, su voz se fue con los espíritus guerreros y ya no volverá. Nunca volvió a ver a Rebeca, no podrá ver a Rachel con una sonrisa cuando mi sobrino nazca, no podrá verme fracasar y decirme que me dé cuenta de mis errores.
No quiero el dolor de una perdida mas, no quiero enterrar a alguien que he amado y que me ha correspondido, quiero venganza, la ansío. Quiero que todos paguen por la muerte de mi padre, por el dolor que le producen a mi familia, a mis hermanos, por “su” perdida y por las lagrimas de Nessie… quiero las cabezas de parte del clan Cullen adornando un campo de guerra, deseo destruir la integridad de Edward, aun a pesar de lo que vivimos antes de la mentira, aspiro a ver el cuerpo desmembrado de Bella quemándose en una llamarada. Deseo que mis anhelos se conviertan en realidad en cuanto veo la urna que contiene lo que antes fue el cuerpo de mi padre, cuerpo que fue fuerte antes de que la diabetes lo atacara y confinara a una silla de ruedas, reducido a cenizas… como todo a mi alrededor últimamente.
Veo a mi hermana llorar en una esquina de la habitación con su esposo a un lado, consolándola. Siento la imperiosa necesidad de acercarme a ella y olfatear su aroma a narcisos para saber que todo está bien, pero me contengo, sé que nada de todo esto va a estar bien nunca más, así que me dejo caer en el suelo para cubrir mi cara con mis manos… solo quiero la venganza.
El frio de la pared se cuela en mi espalda y es ahí cuando noto que algo en mi no va bien, que tengo que salir cuanto antes de este lugar lleno de gente que una vez apreció a mi padre. Mis amigos intentan detener mis pasos, pero es inesperadamente Rachel quien les pide que me dejen con mi dolor.
Corro al bosque. Intento pasar a mi forma lobuna pero es tanto el dolor de la transformación que desisto de hacerlo y me tiro bajo un árbol empapado por el clima húmedo de Forks.
“¿Quieres venganza?... Yo te daré lo que deseas, Jacob Black”. Escucho una voz en mi cerebro, sé que no soy yo, que aunque lo desee no soy capaz de hacerlo, aunque el dolor sea demasiado grande. “Recuerda nuestro trato hijo del sol y la luna. Trae a la memoria tu estadía en el bosque de los espíritus”.
Esto está mal, yo estoy mal, estoy sumiéndome en la locura absoluta y no hay nadie que pueda sacarme de aquí; así que lo único que puedo hacer para que el procedimiento sea lento es cerrar los ojos y tapar mis oídos. No quiero escuchar estos pensamientos corruptos.
“No son corruptos si vienen de tu interior… lo deseas tanto Jacob, deseas acabar con ellos, con los que te han hecho sufrir”. La voz potente aun resuena en mi mente y hace eco en mis oídos así que azoto mi cabeza contra el suelo y el tronco duro del árbol intentando acallarla. “Nunca lograras que salga de ti. Nuestra primera condición fue que yo venía contigo ¿Lo recuerdas?”
Detengo mis movimientos y me quedo inerte, el viento frio me abriga y hace temblar mi cuerpo así que me abrazo dispuesto a responderle a mi imaginación “Tú no existes, tú no eres real y por ende no tienes poder sobre mí. Todo esto es imaginario, nada es real”. Su risa es como aquella que escuche mientras moría por el veneno de Bella, la mezcla de un aullido con unas suaves carcajadas humanas que esta vez me llenaron de escalofríos y me quitaron el aliento. Sintiendo el miedo. Es entonces cuando ocurre, un relámpago de electricidad recorre mi cuerpo, mientras imagino que un rayo cae sobre mí, mis músculos se contraen y vagamente puedo divisar un lobo blanco burlándose del castigo que se ejerce sobre mí.
“Todo es real hijo mío. Pero no estoy aquí para hacerte daño, tú me llamaste para protegerte y cumplir tus deseos; ya que al igual que tu yo también soy hijo de la luna y el sol. Soy el agua… Kwaiya”.
Cuando menciona su nombre sé que esto es real, como el dolor que sentí hace poco y que no tengo escapatoria.
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Eleazar:
La llamada fue atendida por Garrett, pero aun así todo el clan pudo escucharla. Nuestra familia de Olimpyc necesitaba ayuda, Renesmee es como nuestra pequeña sobrina así que cuando recibimos la noticia de que ella había desaparecido, lo primero que se nos ocurrió fue acudir a ellos para ayudar sin dejar de pensar en que los Vulturi son los culpables de todo esto.
Llegamos al bosque de Forks cuatro dias después del aviso ya que las heridas de Kate y Tanya por la muerte de Irina se abrieron cuando nos enteramos de que Rosalie había sido ejecutada, perdiéndose el rastro gracias a un incendio forestal que por supuesto había sido planificado cuidadosamente. Esme y Carlisle habían sido los que nos recibieron ayer por la mañana poniéndonos al tanto de todo lo ocurrido, así como la traición de Bella a toda la familia y lo sucedido con los lobos. En el aire se podía sentir la traición, ya que hace cuatro años incluso luchamos por la causa de Bella contra los Vulturi, siempre creyendo en su palabra.
Cada pensamiento que teníamos siempre terminaban en aquellos buitres que viven cómodamente en una linda villa italiana, sabemos que cada cosa que ocurre en nuestro mundo es seguido o causado por ellos, pero no podíamos simplemente culparlos e intentar derrocarlos de su trono, ésta vez no sería como la última, todos los involucrados podríamos llegar a morir, no saldríamos indemnes.
Pude oler el efluvio de varios perros apestosos acercándose rápidamente a la casa, ese olor lo recordaba de hace tiempo... Los metamorfos de Forks. Carmen se aferró a mi brazo antes de que la puerta se abriera estrepitosamente dejando entrar a dos chicos en pantaloncillos cargando a un tercero enfundado en ropas negras.
-¿El doctor Cullen?- nos cuestionó uno de ellos y antes de que ella o yo pudiéramos responder Carlisle ya se encontraba sosteniendo al chico inconsciente.
-hay que llevarlo a la habitación.
Solo fue una fracción de segundo en la que vi el rostro hermoso del chico antes de que se lo llevaran, pero fue mas que suficiente como para notar algo extraño en él y saber que no es de confianza.