Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Verano por Agus_16

[Reviews - 248]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Segundo capitulo! Gracias a todos por los comentarios! 

Espero que lo disfruten!

Joaquín Borges se despertó con una gran sonrisa en su rostro. Recordó que no estaba en cualquier lugar, sino que estaba vacacionando en una bella y pequeña ciudad playera. La ventana de su cuarto estaba al frente de su cama, por lo que, el adolescente de catorce años podía ver el cielo completamente teñido de celeste y con un gran sol radiante que estaba inserto en él. Miro al cielo y volvió a sonreír. Era un adolescente más que carismático y divertido. Joaquín era, sin lugar a dudas, un chico radiante, radiante como ese sol que atestaba de calor a toda la ciudad. Su simpatía, su carisma y su generosidad afloraba en todo su ser, daba gusto de ser amigo de un chico como el, tan leal, tan fiel, tan comprometido en ayudar al otro. Además, era un chico precioso. Su piel era levísimamente de un tono moreno, poseía dos jemas azules como ojos y su pelo castaño oscuro revuelto lo hacían más que un chico hermoso. No era sorpresa, pues, que ese chico tuviese un gran listado de chicas a las cuales les había roto el corazón porque, al fin y al cabo, Joaquín Borges era un ser humano con todo los pro y contras que eso conlleva. En su escuela se había ganado, sin sorpresa, el gran título de mujeriego de su colegio. Cada vez que iba a alguna fiesta siempre se besaba con, al menos, seis chicas diferentes. Enamoraba a todas pero nadie lo enamoraba a él. Desarrollaba una actitud completamente enamoradiza para con las chicas pero, hasta ahora, ningún ser humano había podido adueñarse del corazón de Joaquín…

Se levantó, se bañó y fue a almorzar con su familia.

Su padre, Mariano, era un gran emprendedor en todo asunto vinculado a las ciencias naturales, decir que era un “científico” es un término muy de ciencia ficción pero, al fin y al cabo, eso es lo que era: un hombre de ciencias que trabajaba en campos de investigación de distintas universidades desempeñándose en áreas científicas muy diversas desde biología molecular hasta astrofísica. Además, poseía una personalidad que su hijo había heredado: la capacidad de sonreír y de ser simpático, cordial y generoso. Era un muy buen tipo, gracioso, familiar pero algo hosco con sus propios conocimientos y bastante orgulloso y presumido de ellos. Ese defecto también había sido heredado por Joaquín.

Su madre, Claudia, también era una mujer de ciencias pero no de las ciencias naturales, sino que de las ciencias sociales, más bien de las ciencias políticas. Era licenciada en politología, desempeñaba su vida laboral dando clases en Universidades y escribiendo artículos y ensayos que examinaban la vida política. Era una mujer muy reservada, callada y atenta en su vida profesional y laboral, pero nada que ver a lo que era personalmente: una mujer desenvuelta, divertida y de constantes risas.

Carolina, la prima de Joaquín, era una adolescente también hermosa. Era una gran compañera de su primo, prácticamente eran mejores amigos y se ayudaban absolutamente en todo. Como en cualquier vínculo, tenían sus peleas y discusiones. La última se debía a que Joaquín había salido con una de las amigas de Carolina y luego la había dejado de lado, sin volver a llamarla, ni preguntar por ella. Pero eran discusiones de ínfima duración, se amaban mucho entre ellos como para estar enemistados. Era una chica absolutamente compañera, buena onda y con mucha alegría en su forma de ser, pero también era muy celosa y con elevados signos de inseguridad, que evitaba demostrar.

Los cuatro almorzaron con voracidad.

-¿Y qué tal durmieron?- Pregunto Mariano.

-Bien- Contestaron, paradójicamente, los tres a la vez, haciendo que predominara una fuerte carcajada en toda la familia. Había un grado de complicidad muy fuerte entre todos que generaba ese tipo de situaciones delirantes y cómicas.

-¿Qué van hacer hoy a la tarde, chicos?- Pregunto Claudia.

-Si quieren, pueden acompañarnos a Úrsula y a mí a la playa, estaremos toda la tarde ahí disfrutando del sol y la arena- Dijo Mariano, que se había levantado y colocaba algunos elementos que llevaría a la playa en su mochila. Joaquín y Carolina se miraron alternadamente, ya con sus miradas se entendían y sabían que iban a decir.

-Ehh, no sé, yo había pensado con Joaco recorrer un poco la ciudad- Comento Caro.

-Ah, también pueden hacer eso. Tal vez se encuentran al chico que se encontró ayer Joaquín- Exclamo Claudia.

-Lucas…-Exclamo Joaquín, haciendo referencia a su nombre.

-Okey, entonces ustedes recorrerán la ciudad y nosotros iremos a la playa- Decía Mariano.

-¡Mariano! ¿Vas a llevar el microscopio a la playa? Qué vergüenza…- Dijo Claudia.

-Es que quiero investigar como es el estado de la arena en esta ciudad- Marido y mujer tuvieron una graciosa discusión que termino, como siempre, a favor de Mariano, el cual, con sus ingeniosos dichos convencía siempre a su mujer.

 

                                                 ********

 

Joaquín y Carolina iban caminando por calles de casas simples en una vereda, en la otra se erigía el gran bosque de la ciudad.

-¿Y Joaco? ¿A cuántas chicas besaras este verano?- Dijo Caro, caminando cerquita de su primo, el cual, haciéndose el humilde, contesto:

-Y no sé, no creo que me den mucha atención…-Comentaba Joaco.

-¡Ay, no! Si sabes muy bien que las vas a derretir a todas, tonto- Exclamaba Carolina, riendo.

-No creo, soy muy feo- Decía Joaquín, sabiendo que sus palabras no eran verdaderas.

-Deja de hacerte el humilde, querido. Eres tremendamente hermoso, y posees un físico espectacular- Reclamaba Carolina. Posando una mano sobre el hombro de su prima y acercando su boca a la oreja de la misma, susurro:

-Ya sé que te gusto, nena- Dijo con voz de falso seductor, riendo fuertemente, Carolina lo empujo. Ambos estallaban de la risa.

-¡Ah! Joaquín Borges, me has descubierto, estoy perdidamente enamorada de ti- Decía Carolina, con voz de actriz de telenovela. Joaquín ponía su mejor cara de seductor apasionado. Ambos, sin darse cuenta, habían cruzado la calle y habían ingresado al parque pero, habían entrado por un sendero sin árboles y con mucho pasto que nutria ese camino de madera. Los árboles se perfilaban a los costados, a diez metros del sendero.- Hazme tuya, semental- Afirmo la chica, mientras reía y hacia que seducía a su primo.

-Oh si, ven, crucemos los árboles, hagamos el amor como nunca- Dijo Joaquín, agarrando de la mano a Carolina. Ambos reían a carcajadas cuando decían lo que decían, corrían agarrados de la mano hacia los árboles.

-Como digas, mi amor, pero no me dejes en silla de ruedas como la otra vez, casi me matas- Decía en el pico máximo de la risa. Reían y reían tanto y de forma tan verborragica que no habían logrado ni llegar a los arboles cuando ella cayó al piso sin querer, pero no fue nada grave. Su primo se arrojó al suelo, descostillándose de la risa junto con la chica de ojos azules y pelo castaño. Hacía rato que no reían tanto entre los dos. No sabían cuánto tiempo habían estado así pero la risa y la alegría les hizo cortocircuito cuando lograron recomponerse y vieron que, desde el sendero, había alrededor de una docena de chicos de su edad, mirándolos impactados.

-Qué vergüenza- Dijo Joaquín, con voz muy baja, estando muy cerquita de su prima, ambos rojos de tanto reír y por la vergüenza de ser descubiertos de esa forma.

-¿Quiénes son?- Pregunto uno de los tantos que había en esa masa de adolescentes, con algo de frialdad

-Ehh, somos Joaquín y Carolina, vinimos ayer de Buenos Aires y estamos vacacionando- Aclaro el adolescente.

-Ahh, está bien. Nosotros somos nativos de este lugar- Afirmo aquel mismo chico, ya sin aquella actitud fría y desconfiada. Todo lo contrario, de forma rápida se acercaron esa docena de chicos a saludarlos. Se presentaron entre todos y se dieron a conocer los nombres. Joaquín saludaba con respeto y simpatía a los varones, y con aires de seducción a las mujeres. Ya había comenzado a conversar de forma trivial con dos chicas cuando noto que había a un chico al cual no había saludado.

Era Lucas, el adolescente con que se había encontrado el día anterior. Estaba de espaldas a él, y se dio cuenta que era Lucas por su cabellera rubia. El adolescente sintió algo de nervios al verlo, sin saber porque, y decidió que era mejor romper el hielo y conocerse como se estaba conociendo con los otros. Se acercó, tragando algo de saliva, y coloco su mano en el hombro del adolescente. Este, se dio vuelta con timidez y sus ojos castaños chocaron con el del chico de ojos celestes y se quedó mirándolo, anonadado.

-Ehh, hola- Afirmo de forma suave y muy tímida Lucas.

-Hola Lucas, ¿Cómo andas?- Pregunto siempre tan simpático y educado, Joaquín. Lucas le sonrió, lo ponía contento ver a gente que le transmitía seguridad- ¡Espera! ¿Te acuerdas de mí, no?- Algo sonrojado y con la vista baja, afirmo con la cabeza. Joaquín sentía algo de nervios ya que no sabía que decirle, lo tenía al frente y no sabía que decirle.- ¿Al final que compraste ayer?-

-Helados, dos helados compre- Afirmo Lucas. Joaquín recordó que lo había visto comprar esos dos helados.

-Ahh, se nota que tenías hambre- Dijo Joaquín, arrancándole del rostro puro una sonrisa a Lucas.

-Jajaja, era uno para mí y otro para mi mamá- Exclamaba Lucas. Justo, en ese momento, apareció Carolina.

-¡Aquí estabas, primo! Estaba hablando con las chicas de allá, las que son todas rubias. ¡No sabes lo buena onda y divertidas que son! Creo que nos llevaremos muy bien con esta gente- Dijo Carolina, Joaquín asentía con la cabeza, estaba de acuerdo con lo que decía. De pronto, la chica noto que al lado suyo estaba Lucas, ese chico cuya presencia no era muy notable en un ámbito social…- ¡Ay! Discúlpame, no te vi. ¡Hola! ¿Cómo andas? Me llamo Carolina, soy la novia de Joaquín- Decía Carolina riendo. El rostro de Lucas fue de absoluta sorpresa y miro a Joaquín buscando respuestas.

-¿De enserio?- Pregunto muy asombrado.

-Sisi, ya llevamos dos años y medio de novios- Dijo Carolina, agarrando de la mano a su primo y besándolo de la mejilla. El otro ponía sonrisa de victorioso. Al ver que Lucas era algo inocente y no se daba cuenta, ella aclaro:- Nah, mentira. No soy su novia, somos primos.-

-Ahh, está bien. Ya me parecía- Dijo el, cortito y al pie.

-¿Cómo te llamas?- Pregunto ella.

-Lucas- Contesto

-Lucas, que lindo nombre- Afirmo la chica de ojos celestes. El rubio se ruborizo y Joaquín estuvo atento a su reacción. De pronto, los tres adolescentes notaron que uno de los chicos decía:

-¡Oigan! ¿Quieren que caminemos por el sendero un rato?- La población popular vitoreo que si.- ¡¿Joaco y Caro?! ¿Ustedes quieren también?- Dijo aquel chico, con absoluta confianza. Los adolescentes nuevos afirmaron y aquella manada comenzó a transitar. Carolina se acercó a ese grupo de chicas y continuo hablando con ellas. Joaquín quedo parado junto con Lucas y todos ya estaban caminando excepto ellos dos.

-¿Tú quieres ir?- Pregunto Joaquín.

-Bueno, dale. Sigámoslos.- Afirmo Lucas. Siendo los últimos de la “manada”, iban conversando. Joaquín todo el tiempo tiraba un tema de conversación, fiel a su estilo amistoso y simpático. Lucas era muy tímido pero disfruto mucho estar ese momento con ese chico nuevo, se sentía cómodo y en paz-

-…y por eso creo que el GTA SAN ANDREAS siempre será el mejor GTA de todos, por más que haya salido el 5, nunca será derrotado- Afirmaba Joaquín, mostrando su gran gusto por los videojuegos. Lucas lo escuchaba con atención mientras descubría que le gustaba escucharlo a Joaco, era muy entretenido, gracioso y, asimismo, el adolescente poseía una voz muy agradable y amena.

-Sí, es cierto. Lo peor de todo es que los de RockStar buscan todo el tiempo sacar nuevos GTA que sean mejor que el SAN ANDREAS, cosa que es imposible-Agregaba Lucas, ya con un poco más de confianza.

-¡Tal cual! Pienso lo mismo, o sea un clásico surge cuando uno menos lo espera y lo busca, creo yo- Exclamo Joaquín.

-Es cierto, igualmente todos los GTA son buenos y entretenidos- Añadió el adolescente rubio. Su voz tambaleaba bastante y se lo notaba algo nervioso, con esos típicos registros de timidez y desconfianza. Con su voz se percibía mucho esta cuestión. Joaquín, en cambio, hablaba firme y pronunciadamente.

-Sí, ¡eso ni hablar! ¿Qué GTA tienes?- Pregunto Joaco.

-Ehh, tengo el Vice City, el Liberty City y el San Andreas- Dijo Lucas.

-¡Wow! Genial, y ¿para qué consolas?-

-PlayStation 2 y PC. No tengo mucha tecnología moderna…- Exclamo, con rubor en sus mejillas. Era muy tierna su forma de comportamiento, muy inocente, muy aniñado.

-Yo tengo el GTA Vice City, el San Andreas, el IV, y el V- Afirmo Joaquín- Para la PlayStation 3 y la XBOX 360- Dijo con orgullo.

-¡Pero tú tienes los mejores y para las mejores consolas!- Decía Lucas, algo más desinhibido pero no del todo. Sonriendo, Joaquín exclamo:

-Es lo que hay- Ambos se sonrieron tímidamente y sonrojados. Sin saber muy bien porque, pero decidido, Joaquín comento- Ehh, si quieres te puedo invitar algún día a mi casa a jugar-

-¿A jugar?-

-O sea, a jugar con mis consolas- Decía Joaquín. No sabía muy bien porque lo decía, o sea tan solo hacia una hora que lo conocía a ese chico pero se sentía tan bien cuando estaba con él, se comportaba de forma tan natural, sentía que no se quería desprender de él, quería que la conversación fuese eterna. Lucas dudo mucho en su respuesta, cosa que incomodo al chico de ojos azules.

-Sí, bueno, le tengo que preguntar a mi mamá, pero creo que no habrá problemas-

-¡Obvio que no habrá problemas! O sea, vamos a jugar al GTA a las consolas… ¡Espera! ¿Tu madre es de esas que prohíben a sus hijos a jugar juegos violentos?-

-Ehh, no. Sino no me hubiese dejado tener tantos tipos de GTA.-

-Tienes razón, que inteligente eres- Dijo Joaquín, produciéndose un sonrojo fuerte tanto en sus mejillas como en la de ese chico nuevo.

-No, no lo soy- Dijo, serio, Lucas.

-Sí, lo eres…-Decía Joaco, cuando fue interrumpido por Carolina. Ni la había visto venir. Ella noto que interrumpía una conversación entre los muchachos, ya que ambos estaban sonrojados.

-Ehh, perdón si interrumpo algo- Afirmo Carolina. No obtuvo respuesta. Se dio cuenta que si había interrumpido una charla. Decidió proseguir- Joaco, me llamo la tía Úrsula, tenemos que ir volviendo a casa. Parece ser que vamos a cenar con un matrimonio que conocieron en la playa - Exclamo Carolina.

-¡¿Es necesario que vayamos?!- Renegó Joaquín, verdaderamente la estaba pasando muy bien con Lucas, a pesar de, los incomodos e inexplicables sonrojos y miradas encontradas que se producía entre ellos.

-Yo creo que si- Afirmo la chica- Pero pueden seguir hablándose todos los días, ¡pásense los celulares!- Dijo, de forma persuasiva, Carolina. Los adolescentes intercambiaron miradas algo tímidas hasta que Joaquín tomo la posta:

-Buena idea, así seguimos en contacto- Exclamo Joaquín. Se intercambiaron números de celulares entre ellos.

-Bueno Joaco, vayamos. Adiós, Lucas. Un placer conocerte, parece ser que nos vamos a ver seguido, seguramente serán muy buenos amigos- Dijo cordialmente Carolina, saludándolo con un beso.

-Adiós, Carolina- Solo atinó a decir Lucas, nervioso y tímido. Joaquín se le acerco, con intención de darle un beso en la mejilla como despedida pero sus ojos azules se encontraron con los ojos castaños del chico rubio y se retractó. Lo mejor sería no hacerlo, no sabía porque pero evito darle un beso en la mejilla, solo le estrecho la mano.

-Prometo que seguiremos en contacto, Lucas. Nos vemos- Dijo Joaquín.

-Chau, Joaco- Exclamo Lucas. Joaquín se dio vuelta y lo miro. Sin saber muy bien porque le sonrió, alegremente. Le produjo una gran satisfacción que aquel adolescente le hubiese dicho “Joaco” no entendía el porqué, pero le daba satisfacción y alegría.

-Adiós- Volvió a exclamar.

 

                                                          ******

 

En su vuelta con su prima, venían hablando animadamente acerca de la nueva gente conocida.

-Hay tres chicas que son hermosas dentro de las mujeres. Todas rubias, bellas, te van a encantar- Venía diciendo Carolina- ¡Pero no le rompas el corazón a todas! Solo tienes que tener UN amor de verano, no muchos. Además, no quiero quedar mal con las muchachas-

-A decir verdad, no les preste mucha atención. Las quiero conocer un poco más si saldré con alguna de ellas.

-¿Desde cuándo te importa conocerlas? Tu solo quieres besarlas, a mí no me engañas primo- Exclamo Carolina. Su primo sonrió porque esa era una característica muy propia de el.- Vamos a ver con cual te quedas. ¡Tengo una idea! Yo te presento a alguna de las chicas, y tú me presentas a Lucas, ¿quieres?- Dijo, animada, Carolina. Joaquín no había podido creerlo, quedo enmudecido y endurecido, con los ojos muy abiertos, impactado.

-¿Qué dijiste?- Pregunto, de forma neutra.

-Que yo te presento a alguna de mis nuevas amigas, y tú me presentas a Lucas- Exclamo Carolina, de forma natural. Joaquín sintió algo de dudas, mejor dicho sintió muchas dudas, algo de incomprensión y confusión.

-¿Por qué quieres salir con Lucas?- Dijo. Sentía en su ser algo de enfado, un enfado inexplicable e incomprensible.

-Ya sabes, Joaco…Por el mismo motivo por el cual tú quieres salir con estas nuevas chicas. Lucas es lindo, mejor dicho, es MUY lindo. Además, piénsalo así: tú sales con una de mis amigas rubias y yo salgo con tu amigo rubio, ¿te gusta? Los dos castaños ojos celestes con dos rubios- Decía ella, animada y jovial. Joaquín seguía algo molesto, padecía esa molestia injustificable.

-Yo nunca dije que quiero salir con una de esas chicas.-

-Joaco, nos conocemos de toda la vida, no hay problema que quieras salir con ellas-

-Ya se, Caro pero, como te dije antes, primero quiero saber, al menos, el nombre.-

-¡¿Pero desde cuando te importa eso?!-

-Caro, es por cuestión de lógica. Estas no son chicas con las cuales me beso en una fiesta y nunca más las veré en mi vida. Aquí, en esta ciudad, somos poquísimos y no quiero generar un gran revuelo, realmente te lo digo- Confeso Joaquín con toda la sinceridad del mundo.

-Está bien, es cierto. No debo prejuzgarte así.- Dijo Caro y abrazo a su primo. El, obviamente, le correspondió el abrazo. Sus discusiones siempre empezaban y terminaban de la misma forma: comenzaban con discusión y finalizaban con un abrazo.- Ahora dime: ¿Qué dices de que Lucas y yo fuésemos novios?- Pregunto la chica.

-No sé, Caro. Había tantos chicos… ¿Por qué justo te fijas en Lucas?- Pregunto el, con toda la sinceridad del mundo. La pregunta dejo impresionada a su prima, la cual siempre había sido ayudada por su primo en cualquier conquista de algún chico.

-Como te dije antes, Joaco, Lucas es muy lindo-

-¡Pero había tantos chicos lindos ahí! ¿Por qué justo el?- Carolina quedo más impactada aun.

-Jajaja, estas defendiendo a Lucas desde hoy, ya veo que te vas a comenzar a enamorar de el- Dijo ella, a la pasada.

-¡NO!- Grito el, sin saber porque.

-Bueno, Joaco, tranquilo. Tampoco es para enojarte así, yo solo estaba bromeando. Si no quieres que salga con Lucas, tan solo dímelo. Tienes razón tú: había muchos chicos lindos ahí, seguramente saldré con algunos de ellos- Afirmo Carolina, haciendo que su primo se tranquilice.

-Está bien, Caro. Tampoco lo conozco tanto a Lucas, tendría que conocerlo más-

-¿Quieres que te diga algo, primo? Lucas parece muy buena persona, a pesar de ser tan tímido y algo inocente, parece buen chico-

-Sí, así es. Parece ser muy buena persona- Repitió el.

-¿Lo invitaras?-

-¿Cómo?-

-¿Si lo invitaras a casa?-

-Sisi, seguramente. Jugaremos al GTA-

-Hazlo- Dijo ella, seriamente.

-Jajaja, tampoco es una obligación, lo invitare si quiero- Dijo Joaco entre risas. Caro seguía seria.

-Nono, te digo que lo hagas porque seguro se llevaran muy bien-

-Si tú lo dices…- Exclamo Joaco, algo feliz con lo que le había dicho su prima. Sonrió y se dio cuenta que había llegado a su hogar temporal. Cada cual se fue para su cuarto y Joaquín quedo sentado en su cama, mirando por la venta. Ya era el atardecer y el cielo se teñía de un color anaranjado, el calor había descendido y Joaquín sintió una reconfortable sensación de paz y pureza en su pecho, en su corazón.

Saco su celular y se fijó dónde estaba el número de Lucas. Pensó en llamarlo pero no lo hizo. No quería quedar tan desesperado, además no lo conocía tanto pero, como había dicho su prima, parecía muy buena persona. Dejo el celular arriba de su cama y se fue a bañar, decidiendo que era mejor no obrar tan precipitadamente con Lucas, no quería espantar a ese nuevo chico, a ese nuevo amigo.

Termino de bañarse, y cuando volvió al cuarto encontró a su celular en la cama. La tentación fue más fuerte, reconoció su debilidad ante ese momento. Si quería pasar tiempo con Lucas, ¿Qué problema había? Decidió que lo mejor era mandarle un mensaje de texto, conciso y al pie le mando:

-Lucas, si quieres mañana nos podemos ver en el mismo lugar que ayer- Le escribió, algo avergonzado. Pensó que Lucas no le contestaría pero a los cinco minutos recibió una contestación:

-Okey, muy buena idea- Era el mensaje.

Joaquín sonrió y se fue a cenar con su familia, contento de que mañana iba a poder pasar algo de tiempo con Lucas…

 

 

Notas finales:

¡Espero que lo hayan disfrutado!

El tercer capitulo estara estrenado, seguramente el viernes. Se llamara: "Conociendo(te)" y sera muy emocionante, puedo asegurarlo!

Como siempre, son invitados a dejar una review de cualquier tipo, soy feliz con ellas!

Nuevamente, gracias por leer y nos vemos el viernes!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).