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Notas del capitulo:

¡FELIZ AÑO NUEVO!

 

Capítulo 3

 

 

 

La escena fue en cámara lenta y Lee la sintió aún más, pues su respiración se aceleró al compás de los latidos de su corazón desbocado. Aunque en un principio no se había dado cuenta, ahora que su compañero lo había sujetado y detrás de él, en el cielo, aún podía ver explotar los fuegos artificiales; tuvo bastante claro que Gaara le gustaba.

 

Entendió que por eso quería revolverle el cabello, deseaba acariciarlo y pensaba que se veía adorable cada vez que lo miraba. Esa era la razón por la que toda la tarde había querido impresionarlo, estuvo pendiente de sus gestos y le obedeció al punto de darse miedo. ¡Le gustaba!, se enamoró de Gaara a primera vista y le tomó medio día darse cuenta de aquello.

 

Le atraía como nada antes lo había hecho. Sus ojos verdes mirándolo fijamente y su sombra que, proyectada sobre él, abrazada posesivamente su figura; acabó con lo que conocía como paciencia y lo hizo llevar su mano libre a la nuca de su compañero para acelerar el proceso. Quería que sus bocas hicieran contacto y se fundieran en una danza que le aguara la boca.

 

Chocaron con un golpe nada romántico pues Gaara no se esperaba su acción. Pero, a pesar de aquello, Lee no pudo evitar sonreír ligeramente pues la expresión de su compañero no tenía precio. No Imaginó que a Gaara le gustara lo dramático. Tirarlo bruscamente y luego acorralarlo con cautela contra el suelo en cuanto bajó la guardia era, sin lugar a dudas, lo más Hollywood que había experimentado. Tan romántico como las novelas rosas que leía a escondidas.

 

Al momento en que Gaara superó la impresión del tirón que le dio y percibió que no sólo su mano sino que todo su cuerpo exudaba gusto por tenerlo sobre sí, le mordió el labio inferior y coló su lengua dentro de su boca. Lo primero que sintió fue el sabor ligeramente salado, sin embargo aquel gusto, pronto fue sustituido por una sensación picante que mandó corrientes placenteras al resto de su cuerpo. Sin contar el aroma, Gaara despedía una esencia que embriagó sus sentidos.

 

Lo que le ocurría era bastante inusual. Sentirse atraído por alguien a primera vista y que esa sensación fuera, aparentemente, correspondida, le hizo cerrar los ojos y recorrer con su lengua torpe los dientes del pelirrojo. Jamás había bebido ni atragantado la saliva de una boca ajena con tanto arrebato como ahora. A pesar de que siempre respondía a sus instintos, era la primera vez que gemía involuntariamente de gozo. Le parecía increíble sentirse así cuando ni siquiera sabía qué idioma hablaba su compañero.

 

De pronto, gracias a su último pensamiento y una caricia que Gaara prodigó a su rostro, bajó por su cuello y pecho con clara intención de posarse en una parte, al sur, muy intima; todas sus ideas inconexas se encontraron. ¿Cuál era el nombre completo del chico que ahora besaba?, su cuerpo se estremeció a causa de un escalofrió. Más cuando sintió un apretón en su entrepierna.

 

Él no racionalizaba los sentimientos porque no era bueno usar frías palabras para describir lo inexplicable, pero al preguntarse el motivo de lo que hacía la respuesta fue “porque me atrae físicamente”. La frase se mostró ante sus ojos como una marquesina en color azul neón y por primera vez comprendió el significado.

 

Y no estaba en contra de ese tipo de atracción, por algo se tenía que comenzar antes de amar a alguien, pero el físico no era suficiente para hacerlo sentirse cómodo con un toque más íntimo que un beso, comenzaba a molestarle que…

 

¡Vamos! que Gaara lo estaba sobando en el techo del club de carpintería, incluso estuviese seguro que él era el amor de su vida ¡no había forma que le agradara esa situación! El calor que comenzaba a inundar su cuerpo no era producto de la excitación, sino de la vergüenza.

 

– Gaara – al abrir sus ojos se dio cuenta que su compañero tenía los suyos cerrados y que arrugó ligeramente el entrecejo cuando lo empujó y le dio un manotazo leve para que ya no lo tocara – detente.

 

Cuando el pelirrojo fundió sus ojos en los suyos, volvió a deslumbrarse por su inquietante belleza, aquella que antes lo había hecho cerrar la boca al instante y doblar las manos ante sus peticiones. Gaara se veía absurdamente irritado por haber sido interrumpido, intentando hacerlo sentir que apreciar su integridad era pecado. kami, bajo su mirada se agitó tanto que comenzó a creerlo.

 

Ahí se dio cuenta que, en verdad, no era que él hubiese sido molesto con la comida o los juegos, sino que su compañero parecía enfadarse con facilidad y por cosas plenamente justificadas. Fue bastante evidente que hizo un berrinche porque en vez de separarse ocupó su peso para inmovilizarlo y lo obligó a besarlo de nueva cuenta.

 

Así tuvieran problemas de comunicación, el gruñido que soltó cerca de su oreja, así como su intención de someterlo a sus deseos, le dejó bastante que a Gaara le importaba poco la clara negativa que había dado. Se volvió a estremecer de miedo y se doblegó a su fuerza un par de segundos hasta que recordó que sumiso y su nombre jamás se usaban en la misma oración.

 

A pesar de que pudo haberse dejado llevar por el adictivo contacto – porque igual había pocas personas acariciando su sexo semi despierto por encima de la tela de su pantalón – su cerebro hizo clic y también sacó a relucir su carácter. Dobló las piernas y con un movimiento rápido elevó la cadera hacia un lado para invertir posiciones, ser él quién estuviese incorporado y el pelirrojo con la espalda pegada al suelo.

 

Gaara, de nuevo, no se esperaba que hiciera aquello y le regaló la más adorable expresión de sorpresa que hubiese visto en su vida, antes de volver a hablarle en su idioma. Siguió sin entenderle, pero el reclamo en su tono de voz era indudable. Tan intimidante que le dieron ganas de soltarlo al instante, aunque su parte valiente se lo impidió y no fue hasta que se sintió seguro que lo hizo.

 

El pelirrojo se incorporó con lentitud y le siguió mostrando su expresión de sorpresa mezclada con enfado, antes de girar la mirada dispuesto a ya no verlo. Se paró por completo y caminó directo al filo del techo para saltar a los botes y abandonarlo. Dejándolo plantado, con la certeza de que aquel, sin duda, no era el mejor festival que había prometido.

 

Su alma se estrujó al interior de su cuerpo dividida entre la sensación de quedarse donde estaba o ir detrás suyo. Era una tortura porque Gaara le gustaba, su cuerpo aún palpitaba, pero tampoco quería parecer arrepentido por alejarlo, no lo sentía.

 

– ¡Gaara! – se paró tan rápido que le dolieron las rodillas al girar sobre ellas aún en el suelo – no te vayas.

 

El pelirrojo detuvo su intención de bajar por la improvisada e insegura escalera de botes y cajas, pero no se giró para mirarlo.

 

– Esto fue un poco extraño y creo que si…

 

Sin embargo no pudo terminar de hablar pues gracias a su prisa por detenerlo y al hecho de que sus zapatos no apropiados para sus movimientos, le quedaban grandes, se le zafó el izquierdo y se resbaló. Estaba lo suficientemente cerca de Gaara para que éste lo sostuviera, pero a la vez tan cerca del filo del techo que inevitablemente se cayeron de él.

 

Fue más el susto que se llevaron y el escandalo que hicieron al caer sobre los botes y cajas, que el daño por resbalar de un primer piso, pero eso no evitó que ambos lanzaran un quejido ahogado y sintieran al mundo girar más rápido después de la lentitud con la que lo sintieron mientras caían.

Aturdidos por la adrenalina se incorporaron con rapidez para ver al otro y el alivio en sus rostros fue sincrónico al saberse aparentemente ilesos.

 

Sin embargo cuando la momentánea sorpresa pasó, Lee se llevó rápidamente ambas manos a su pierna izquierda y lanzó un quejido. Hacía varios meses un auto lo había arrollado y le había roto una pierna, aunque tenía casi 2 semanas sin yeso aún tenía reminiscencias de dolor. El doctor le había recomendado reposo y él, contrario a la sugerencia, entrenaba para recuperar agilidad. Caer de un primer piso sobre su pierna recién curada era algo terrible para su salud.

 

Se quejó sobándose repetidamente la zona donde tenía una punzada insoportable y Gaara fue directo a verlo para auxiliarlo, pero no fue el único. El escandalo que hicieron al caer atrajo la atención de un par de personas cercanas a la zona.

 

– ¡¿Están bien?!

 

Alguna profesora se acercó y le dio instrucciones al alumno que la acompañaba para que fuera por la enfermera, pero Lee no le prestó atención. Gaara se había hincado a su lado y tomado su mano para apartarla del lugar que punzaba, lo hizo a un lado para mirar cómo se encontraba.

 

El calor y aroma que desprendía Gaara lo tranquilizó inmediatamente. Haciendo que el dolor desapareciera y sólo le quedara esa sensación de estar perdidamente enamorado de su perfil, su nariz, sus labios y toda su piel. Aquella aún parecía porcelana a pesar del corte en su mejilla derecha.

 

– Te lastimaste – susurró y por fin pudo acariciarlo como había deseado hacer desde que lo vio. Lentamente, intentando curar la herida con su toque.

 

Entonces Gaara lo volvió a detener y tras mirarlo un infimo segundo le plantó otro beso, esta vez lleno de absoluta ternura y no de desbordante pasión.

Lee lo recibió sin importarle el jadeó de sorpresa que soltó la profesora, y justo cuando todo en él amenazaba con volver a perderse, Gaara se apartó de él.

Al mirarlo notó que sustituyó el brillo de preocupación en sus ojos por un frio enfado que lo congeló.

 

– ¡Gaara! – Temari llegó corriendo y como si fuese su madre lo abrazó un segundo antes de comenzar a revisarlo por todos lados, hablando el idioma de su hermano con rapidez.

 

Lee vio a la enfermera acercarse y, detrás, al resto de sus amigos, con Neji y Tenten a la cabeza. Pero estaba como autómata. No era la primera mala mirada que le lanzaba Gaara, aun así, sentía que el pecho se le oprimía dejándolo sin aire. 

 

 

 

 

 

.:: TBC

Notas finales:

... en mi opinión esto va a tomar un camino diferente a lo que suelo escribir. Le estoy intentando dar un giro estilo Lynne Graham (jaja).

Pronto llegaremos al punto del resumen, es que le estoy dando suspenso ;).

Muchas gracias, almas caritativas: Happydalu, Ñamñamñam, HarumiUzumaki, Miriam, Naruhi y Kelpieax. Sus comentarios me hicieron muy, muy, muy, muchísimo muy feliz :].

PD. No responderé reviews pronto porque tengo problemas con eso, pero ¡Gracias de nuevo! y Naruhi, respondiendo a las preguntas, la verdad es que aún no me decido que idioma habla Gaara, ni de dónde es ^^U (A todos: ¿Sugerencias?) y a lo segundo... eemm sí, juju, disculpa la obviedad ;D. 

 


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