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Lo que pasa cuando te enamoras de una amiga por Yaoi lovers

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Notas del capitulo:

¡¡Buenas noches a todos!! Ya ando de nuevo por aquí para dejar el nuevo capítulo...

Mucho tiempo desde el último que publiqué pero pasaron muchas cosas y no sabía como contarlas.

De cualquier modo ya estoy aquí y les dejo el cap.

El tiempo seguía pasando y yo iba de mal en peor, cada vez me estresaba más lo que pudiera pasar entre nosotras o lo que pudiera pasar entre ella y alguien más ¡Y mi temor no era sin fundamentos! Como ya había dicho Araceli  estaba yendo a natación y ya se imaginaran: chicos guapos y con un buen cuerpo, chicas que también son lindas y que además de todo comparten su mayor amor…


 


Y no exagero, en verdad pasó, había un chico en natación que le gustaba bastante y contra el que no podría competir ni en sueños (porque además del simple hecho de ser hombre, es alto, castaño casi rubio, ojos azules, un buen cuerpo y sumamente varonil: bastante fuerte y con un poco de barba; cumpliendo con todos sus deseos en un chico) y además se había hecho muy amiga de una chica de la escuela que iba a la misma alberca en la que ella practicaba. Estoy consciente de que ninguna de las dos buscaba algo más allá de una amistad pero simplemente me encelaba el hecho de que compartieran esa pasión y que pasaran parte de la tarde juntas (no son más de tres horas las que dura el entrenamiento y por mucho comparten hora y media  durante el camino pero, como he dicho en cada oportunidad, soy sumamente celosa y el sólo saber que entiende sin necesidad de explicaciones cada que habla sobre el entrenamiento me hace sentir desplazada).


 


Por más que quisiera negarlo tenía un gran conflicto: resignarme a no ser más que una amiga o tomar un poco de valor y enfrentar mis sentimientos. Me hubiera encantado que todo fuera tan fácil como eso pero para mi desgracia aún tenía muchas cosas por las cuales pasar.


 


Para empezar, el cumpleaños de alguien a quien quiero muchísimo (Rebeca) estaba por llegar y debido a que no podía verla pensé en escribir algo para ella (porque si se trata de escribir me resulta más fácil expresar mis sentimientos) y envíarselo ese día.


 


En lo que le escribí le hablé sobre lo mucho que la quería y lo mucho que significa para mi ser su amiga (porque aunque me duela, y me hubiera gustado que fuera de otra forma, nunca llegué a ser más que eso y principalmente porque nunca tuve el valor de decirle lo que siento por ella por temor a arruinar nuestra amistad), por extraño que parezca estuve esperando su respuesta durante todas las vacaciones (su cumpleaños era varios días después de que empiezan las vacaciones de invierno y creí que eso ayudaría a que viera mi mensaje antes) pero nunca llegó.


 


Como las vacaciones habían terminado no tuve más alternativa que volver a clases un poco decepcionada por no haber recibido una respuesta; durante todo ese día mi ánimo no había mejorado pues para empeorar mi situación durante la escuela no tuve ninguna oportunidad de olvidar el tema porque toda conversación que iniciábamos iba relacionada con lo que había pasado durante las vacaciones y fueron pocas las clases que tuvimos debido a que varios de mis compañeros no asistieron ese día y en realidad nadie tenía mucho interés en hacer algo.


 


Al terminar las clases regresé a mi casa aún desganada y cuando preguntaron la razón simplemente dije que estaba cansada y que había sido uno de los días más aburridos porque no hicimos nada importante y más hubiera valido quedarme en casa a dormir.


 


Fui a ducharme intentando alejar mi mente de todo lo que estaba pasando (de alguna manera pensar mientras me duchaba me ayudaba a aclarar las cosas o cuando menos me relajaba y me ayudaba a dormir, y vaya que lo necesitaba porque a causa de eso llevaba varios días sin poder conciliar el sueño), metí conmigo el celular y lo puse sobre el tocador. Puse la lista de reproducción más deprimente de todas las que tenía guardadas y dejé que el agua cayera sobre mi cuerpo.


 


Cuando más emocionada estaba cantando (lo siento, pero acostumbro cantar en la ducha, muy mal por cierto, pero también me ayudaba a desahogarme) se escuchó un pequeño sonido  (que indicaba que había recibido un mensaje). Al principio no le di importancia pero después pensé en la posibilidad de que fuera de alguno de mis amigos que necesitaban algo. Sin muchos ánimos tomé el aparato y abrí el mensaje.


 


Para ser sincera no me esperaba eso, resultó ser un mensaje de Rebeca, acababa de leer la felicitación que le envié por su cumpleaños y respondió tan pronto como había podido.


 


Ni siquiera había leído el mensaje y mi corazón ya estaba latiendo como si se fuera a salir de mi pecho, con sólo ver su nombre en la pantalla sentí que podría vivir feliz sin necesidad de nada más; era demasiada mi emoción como para seguir con la intriga de lo que decía el mensaje.


 


Lo abrí una vez que conseguí calmar mis ansias y respondió que también me quería mucho y que apreciaba mi amistad, estaba tan feliz por saberlo que mi semblante cambió por completo: una gran sonrisa se dibujo en mi rostro, ahora estaba emocionada y ya no parecía cansada. Estuvimos hablando por mensajes durante un rato y acordamos volver a vernos en cuanto terminara el curso.


 


Al siguiente día mi emoción no había terminado, a pesar de que otra vez no había podido dormir  nadie podía notarlo y me veía mucho mejor que otras veces. Me hubiera encantado tener alguien a quien contarle  como me sentía pero eso no era posible dadas las circunstancias del asunto y todo lo que hay de por medio.


 


He de aceptar que por un momento eso me desanimó pero igual no podía dejar que todo se desmoronara sólo por ese pequeño inconveniente. Decidí no darle más importancia que la que tenía y lo estaba manejando bastante bien hasta que algo con lo que no contaba apareció…


 


-¿Y cómo se la pasaron en sus vacaciones?-Sebastián (un compañero nuestro a quien le encantaba mostrar interés por Araceli y que en varias ocasiones se le había declarado) se acercó a nosotros durante la clase de mate, aprovechando que la profesora aún no llegaba-La verdad yo estuve muy triste porque no pude ver a Araceli…-la abrazó-¿Tú me extrañaste?


 


-Sí, te extrañé mucho-le respondió dejando que la abrazara pero en tono de “No vas a dejar de jugar con eso ¿Verdad?”


 


Ni para que ocultarles que eso simplemente jodió mi día, Sebastián llevaba varias semanas con ese juego y parecía que por nada en este mundo lo dejaría; aún mantengo mis dudas de si iba en serio o no… Para mi desgracia esta parte de la historia llevaba tiempo ocurriendo: un día, durante una de las clases más aburridas de todas,  él llegó con nosotros y empezó a hablar sobre varias cosas de la escuela. No supe ni como pero de un momento a otro dijo que le gustaba Araceli y que quería ser su novio.


 


Aunque me tomó por sorpresa, y al parecer a ella también, no le di importancia porque creí que simplemente lo decía en broma (porque después de eso dijo que sería capaz de cambiar a otro de mis compañeros, sí, un chico, por ella y después vinieron muchísimos comentarios parecidos: que debía hacerse responsable del hijo que esperaba, que debía dejar de entrar a su recámara mientras dormía, que dejara de verlo como un simple objeto para satisfacer su apetito sexual y muchísimos más parecidos) y porque además no había nada que pudiera hacer y aunque lo hubiera mi cobardía puede más.


 


Volviendo a la parte de las vacaciones, la conversación dio un giro bastante inesperado y ya estábamos hablando sobre nuestra situación sentimental, nuestras experiencias, nuestro primer amor, el primer beso… Ese tipo de cosas de las que sólo se debería hablar cuando estás ebrio y no tienes ni idea de lo que está pasando (tal vez). Por turnos nos preguntaba (a Araceli, Brandon y yo) y teníamos que ser sinceros con cada una de las repuestas.


 


-Ya hablando en serio-dijo en una delas ocasiones que le preguntó a ella-¿Crees que si podríamos llegar a ser más que amigos? Es que… La verdad si me gustaste-la miró un poco avergonzado-Y me gustaría saber que es lo que sientes por mí… ¿Sí me quieres o qué?


 


-Pues si te quiero…-se me hizo un nudo en la garganta al escucharlo-Pero de eso a ser algo más no sé, es pronto como para decir eso y no puedo asegurarte que pase.


 


A pesar de que esa era una forma amable de rechazarlo no me sentí mejor, sólo pensar que él tenía muchas más posibilidades de tener una relación amorosa con ella me ponía de mal humor y mi alegría anterior se había desvanecido aunque el verdadero problema es que me confundía mucho lo que aún sentía por Rebeca y lo que estaba sintiendo por Araceli.


 


Como si eso no fuera suficiente un nuevo problema se presentaba: un nuevo “enemigo” al que tenía que enfrentarme para poder obtener su amor (o al menos así es como lo vi en ese momento) y lo peor no era eso, si no de quien se trataba…

Notas finales:

Puesnada, nos acercamos al final y no hay mucho por decir.

Nos seguimos leyendo n.n/


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