CAPITULO 2
Un castaño despertaba un poco cansado, y adolorido, se empezó a tallar los ojos y los abrió, lentamente voltio a lado y miro un peli Plata durmiendo pacíficamente y con una sonrisa, el castaño se quedó un rato admirando a ese hombre que tanto quería y amaba con locura,—que lindo se ve durmiendo—pensó el castaño que sonreía al darse cuenta que tenía una gran vida, placentera y feliz, vivía con la persona que amaba y trabajaba en lo que le gustaba, el castaño sintió que un brazo lo apretaba y tomo su celular para ver qué hora era, el celular marcaba las 7:00am.—no llegare a tiempo a la universidad —se dijo a si mismo Misaki.
— Usagi-san me tengo que levantar, o llegare tarde a la universidad— le reprochaba al albino, pero el albino no le hiso caso solo lo ignoro y lo apretó más a su pecho— Usagi-san me tengo que levantar—le decía el castaño ya un poco desesperado.
—5 minutos más— decía el albino un poco adormilado y apretando el estómago del castaño.
—no, cual 5 minutos esos 5 minutos se convierten en horas además llegare tarde y será tu culpa a parte me tengo que meter a bañar, estoy lleno de…..—decía el castaño ya enojado y avergonzado por lo que estaba a punto de decir.
—Pero Misaki es tu culpa por ser tan seductor, además eres irresistible— le dijo el peli Plata con voz sarcástica.
— Cu-cual mi culpa si yo te dije que no quería.
—si no querías por que no te negaste— le dijo el albino.
—lo hice, pero tú no parabas por más que te dijera.
—No mostraste una verdadera lucha.
—Tsh… verdadera lucha— en eso el castaño empezó a tratar de quitarle los brazos de encima.
—Es que parecía que me mirabas con ojos de deseo— dijo el albino con una voz seductoramente irresistible, provocando que el ojiverde se sonrojara.
—no sería al revés, baka usagi. —le reclamaba el castaño sonrojado y enojado.
El albino al ver que su cara sonrojada pero también enojada lo soltó, el castaño se levantó pero se llevó una sábana porque estaba completamente desnudo, aunque Usagi-san lo haiga visto mil veces desnudo, a Misaki le daba vergüenza.
El castaño se metió a bañar, cuando termino se cambió y salió corriendo del baño a ver qué hora era el reloj indicaba las 8:00am.Misaki escucho que alguien había llamado pero no supo quién.
El albino se encontraba revisando unos papeles – Usagi-san me voy hay comida en el congelador solo métela en el micro—dijo el castaño agarrando sus cosas pero se sorprendió al ver a el ojivioleta cambiado— Usagi-san ¿vas a salir? —pregunto el castaño
—Si Misaki. — contesto muy serio.
—am… bueno…—el castaño se sorprendió al escuchar el tono de voz de Usagi-san tan serio.
— ¡Oye! ¿Quién era, el que marco?
—Am… Aikawa ¿Por qué?— pregunto más serio, a Misaki se le hacía muy extraño que el albino lo tratara de esa manera.
—No nomas…, solo preguntaba—dijo el castaño agachando la cabeza.
—Misaki quieres que te deje en la universidad pasare por ahí—decía el albino con el mismo tono de voz que al castaño no le gustaba— tengo que pasar con Hiroki, ¿entonces…?
— Esta, bien. — dijo el castaño también serio y pensativo.
Unos minutos después había llegado a la universidad, Misaki no entendía por qué su conejo se comportaba de esa manera, no era normal de repente se escuchó una voz gruesa y familiar que Misaki quería tanto— ¡Misaki! ¡MISAKI!— el castaño salió de sus pensamientos para voltear a ver a su peliplata.
— ¿Qué pasa?— pregunto el castaño confundido.
—Misaki ya llegamos—le decía el albino, Misaki no se había dado cuenta que estaban enfrente de la universidad.
—Perdón no me había dado cuenta.
—Bueno, adiós—decía el albino— te veo más al rato.
—Está bien, adiós… oye no ibas a ir con Kamijou-sensei
—Ha… no después tengo que ir rápido con Aikawa.
—Está bien, adiós—a Misaki sele hacia raro que quisiera ir con tanta prisa con Aikawa por que el odiaba ir a esas juntas o a llevarle papeles y esas cosas…
—Adiós—dijo el albino, como si lo dijera a fuerzas.
En el patio de la universidad en una banca se encontraba un castaño muy pensativo
— ¿Soy latoso? ¿Acaso hice algo que lo molestara? ¿Ya no me ama o por que se comporta así con migo? ¿Que hice?—pensaba el castaño pero una voz lo saco de sus pensamientos.
—Misaki, hola ¿Cómo estás?, ¿Qué haces aquí solo?—pregunta un hombre alto, de pelo marrón y ojos color morrón.
— ¡Sumi Keiichi! ¿Qué ases aquí?— Misaki y Keiichi no se habían visto desde que él se graduó de la universidad, aunque eso no importaba se habían convertido en mejores amigos y ya se hablaban con más confianza desde que Keiichi consiguió pareja (por qué a Misaki aunque sabía que Usagi-san lo amaba a él, era incomodo estar son los dos), y se frecuentaban por teléfono siempre se hablaban pero Akihiko se enojaba por la cual ya casi no lo hacían.
—Oh, que buen hola ¡he! si quieres me voy—dijo el ojimarron.
—No claro que no, es que hace mucho que te miraba aquí en la universidad— dijo el castaño disculpándose y con una sonrisa fingida—hola, Sumi-sempai, yo estoy bien y tu ¿Cómo estás?—dijo un poco sarcástico el castaño pero bromeando, pero agacho la cabeza recordando lo que ocurrió esa misma mañana.
—Misaki ¿Qué te tienes?—pregunta preocupado su amigo, sentándose alado de donde él estaba.
—pues… es… que… Usagi-san en mañana se portó raro con migo, me contestaba muy serio y a secas, no sé, no es normal de el—decía cabizbajo el castaño y con una cara triste.
—Misaki… no te preocupes él te ama y no creo que lo quisiera a serlo apropósito además, ¿no me dijiste la otra ves por teléfono que estaba haciendo un trabajo grande?— decía el ojimarron consolando a su mejor amigo.
—Pues… si tienes razón pero esa no es excusa para que se comportara a si conmigo ¿crees que soy muy exigente?—decía el castaño.
—Claro que no Misaki, yo también a veces soy así con Nosomi (lo invente, es el novio de Keiichi es que se me hacía raro que Misaki y Keiichi hablaran tan confiados sabiendo que a Keiichi le gustaba Usagi-san), él es lindo todo el tiempo pero a veces no tiene un buen día o está cansado, estresado y se desquita con migo es decir que me trata así como tú dices, pero yo trato de calmarlo y decirle que se calme que todo irá bien o preguntarle que le ocurre—decía el ojimarron consolando al castaño y sobándole la espalda—¿Por qué no le preguntas antes de que saques tus propias conclusiones?
—Pues intentare… pero…—RING RING—Misaki no termino por que sonó su celular.
—Bueno—contesto el castaño— ¿Usagi-san que pasa?
—Misaki ¿ya saliste de la universidad?—pregunto el peli Plata.
—Si ¿Por qué?
—pasare por ti. Necesito hablar con contigo, adiós—dijo el albino muy serio y cortante no dejo ni que Misaki se despidiera, dejando a Misaki en shock y pensativo.
— ¿Qué paso?— pregunto el ojimarron.
—Solo… me colgó…—dijo triste el castaño.
— ¿Qué?, haber explícate sí.
—Me dijo que iba a pasar por mí y que necesitaba hablar conmigo—dijo el castaño muy serio y preocupado.
—Am… Misaki vas a ver que todo va a estar bien—decía el fiel amigo—y si pasa algo que no creo que pase, sabes que me puedes hablar y yo te ayudaren en lo que sea, además vivo solo y si pasa pues, me llamas y yo te ayudo, ¿está bien?—Misaki afirmo, se levantó de la banca y se fue dejándolo solo.
—espero que a Misaki no le pase nada, no se lo merece él es muy lindo, amable… bueno le sobran virtudes, akihiko no lo decepciones él te ama y no creo que pueda soportar algo así, y menos de ti —pensaba el ojimarron preocupado por lo que le fuera a pasar a su amigo.
El albino ya se encontraba en la puerta de la universidad esperando a el castaño, recargado en su auto rojo con un cigarro en la boca, mientras que el castaño se encontraba caminando hacia él, cabizbajo y con un semblante triste, el albino noto la expresión se tristeza del castaño pero por alguna razón la ignoro y solo tiro el cigarro y se subió al carro sin decir nada. A Misaki le preocupa el carácter del peli Plata ¿por qué se comportaba de esa manera con él?— ¿Qué hice?—se preguntaba el castaño no lo entendía, miraba por la ventana para distraer aquel pensamiento que no lo dejaba en paz, viendo como el viento movía los árboles y la gente pasaba sin saber lo que ocurría, se miraban tan felices pero tal vez también sufrían en silencio como lo hacía el castaño. Llegaron al departamento y los dos se bajaron del auto sin decir nada solo caminaron en silencio .Una vez dentro Misaki se tensó no sabía qué hacer, pero lo único que dijo fue— ¿Qué hice? ¿Me lo puedes decir por favor que no lose?—dijo el castaño con un tono quebradizo no sabía qué hacer en esos momentos.
El albino se quedó callado no sabía cómo empezar.
— ¿de que querías hablar? Dime de una vez—decía el castaño desesperado y triste.
—Misaki siéntate por favor—dijo muy serio, pero primero intento calmar un poco al castaño.
—ya… ahora dime por favor— dijo un poco enojado el castaño sabía que esto no iba bien pero no quería pensar en eso, tenía la esperanza de que fuera otra cosa, nada grave.
—Misaki déjame hablar ¿sí? Y por favor no digas nada hasta que acabe—lo dijo de una manera amable y seria, esto preocupo al castaño pero a la vez lo puso nervioso al castaño.
—te he mentido todo este tiempo— con esto Misaki sabia para donde iba pero se aguantó las lágrimas—nunca te amé lo único que amaba de ti era tu cuerpo, me satisfacías pero ya lo ases más, perdona por acerté esto pero para cuando trate de arreglarlo ya era demasiado tarde y sé que tu llegaste a amarme y créeme eso no me hace feliz pero… ya no puedo más con esto creí que podría tan siquiera llegar a quererte pero no, al corazón no se le manda, eres una buena persona, no te mereces esto y no te merezco, espero que encuentres a alguien que te amé y te de todo lo que desees, y te pido de nuevo perdón por haberte engañado, y no estuvo bien que me hallas entregado tu vida, tu corazón, tu confianza, y tan bien por hacerte esperanzas en un amor que nunca fue cierto lo acepto soy un viejo pervertido y abuse de tus buenos sentimientos e inocencia, lo que más lamento es que si lo fuiste Misaki, fuiste un remplazo de Takahiro, creí que me arias olvidarlo, pero no, me conforme con tu cuerpo que por un tiempo lo fue, de eso te lo aseguro pero… —con esto el castaño no sabía qué hacer, sentía náuseas y un dolor en el pecho tan fuerte, más que el que había sentido cuando sus padres murieron— Gomen nasai Misaki perdona por hacerte pasar por esto… si quieres mudarte te ayudare a pagar los gastos o si bien prefieres quedarte aquí por mi adelante—Misaki no sabía que decir.
—Ah… am… pues… no gracias… si me mudare, pero no se preocupe por los gastos y gracias por todo… am… ¿me puedo quedar solo por esta noche? mañana a primera hora me iré solo que ya es muy tarde para hablarle a mi hermano—decía el castaño con unas ganas de llorar que no podía contener pero lo hiso por orgullo.
—claro, quédate todo el tiempo que desees.
—Gracias—dijo Misaki caminando rumbo a su habitación, pero se detuvo a media escalera— creo que era demasiado bueno para ser real ¿no? Una persona no puede querer tanto a alguien, pero… si… llegue a amarte, y me duele mucho que todo esto haiga sido mentira, aunque no lo creas, pensé que nunca llegaría a amar a nadie y me lo propuse porque no quería sentir ese dolor de nuevo de perder a alguien, y para mí esto fue real y fueron lindos momentos, lindos recuerdo que siempre estarán presentes , al menos para mí sí, así que gracias y perdona por no hacer satisfacerte como tú deseabas—decía muy triste el castaño pero hablo orgulloso y con una dureza.
—Lo siento, Misaki.
—Está bien Usami-sensei, como usted lo dijo al corazón lo se le manda, y no lo culpo por no llegar a quererme—termino Misaki sin voltear la cara, y se dirigió a su habitación, donde se puso a llorar y, a desahogarse en silencio para que el albino no lo escuchara. Misaki no sabía qué hacer en esos momentos se sentía tan destrozado nunca había llorado de esta manera, esto para él era más doloroso que cuando sus padres murieron, porque él sabía que cuando paso, sus padres lo amaban y no paso por que ellos quisieran—tal vez si soy latoso, tal vez si lo molestaba y no me ama… y lo único que hice es causarle lastima y dolor ¿ahora qué hago? Estoy solo, mi hermano tiene una familia con su esposa, mis padres no están, no tengo más familiares y a la persona que creía que me ama y que nunca me iba a dejar y que se la pasaba diciendo que me amaba… solo era una mentira Usagi-san… te amo. Y eres la una persona que me hace sentir esto. Y ahora me dices que no me amas, que todo fue mentira porque me haces esto te entregue mi vida, mi corazón, mi confianza, mi todo y esto me pasa por pensar que el amor era para siempre. ¿El amor, es para siempre? Porque si lo es a mí por lo visto a mí no me paso, no volveré a amar a alguien… nunca…—pensaba el castaño con todo su rostro lleno de lágrimas sincera llenas de dolor, sufrimiento y decepción, era demasiado para el—y ¿con quién me quedare? Mi hermano no… no quiero incomodar y quedarme aquí no es una opción…— en eso Misaki recordó a Keiichi, él le había dicho que lo apoyaría y que si quería se podía mudar con él, y eso mismo hiso.
— ¿Sumi-sempai?—decía el castaño von la voz quebradiza y por como hablaba se notaba que estaba y estuvo llorando por un buen rato.
— ¿Misaki que pasa? ¿Estás bien por qué lloras?—decía el ojimarron con una voz adormilada pero ala ves preocupado.
— Lo siento… sé que es tarde pero no te—tengo a na-nadie…—el pobre castaño apenas podía hablar con tantas lágrimas.
— ¿Misaki que tienes estas bien? ¿Qué paso? Ocurrió ¿verdad?—decía el ojimarron con una voz un poco decepcionada.
—si… am… sé que no debería pero como te dije no tengo a nadie… y quería pedirte un favor…—decía el castaño sin cambiar su tono de tristeza.
—¡¡¡si claro lo que sea!!!
— ¿me puedo quedar un tiempo en tu casa si no te molesta? Si no puedes no te preocupes buscare un lugar.
—claro que si Misaki asta la pregunta ofende pasare por ti mañana a primera hora, esta bien y aparte me cuantas bien lo que paso por que no lo puedo creer— el ojimarron le decía al castaño un poco molesto por la tonta pregunta que le había hecho el castaño.
—gracias, le agradeceré toda la vida, y si te cuento todo mañana, adiós—Misaki sabía que tenía un gran amigo.
—claro, Misaki y no tienes nada que agradecer eres un gran amigo y eso es lo que asen los amigos ¿no? Y adiós—se despidió Keiichi, con eso Misaki colgó y se quedo dormido con el teléfono en la mano, la cara llena de lagrimas, las mejillas rojas y sus ojos hinchado, en eso se abre la puerta y aparece un albino con semblante triste y como con ganas de llorar se acerca lentamente y sin hacer ruido hacia el menor, traía un cigarro prendido, se sienta alado de el y le acaricia el pelo quitándole el pelo de la cara—lo siento Misaki—decía el albino muy triste, dándole un tierno beso en la frente y uno en sus labios, provocando que el castaño se moviera mas hacia el pidiendo su calor y olor a cigarro que el castaño amaba tanto—Usagi-san no…—dijo el castaño dormido y con su cara de tristeza que no cambiaba.
—Qué he hecho— se decía a si mismo el albino con su cara de tristeza.