-Me imagino que tu hermano te iba ganando pero tuvo que irse o algo parecido-dijo Kurama, siendo fulminado por una mirada asesina proveniente de Sasuke-Oh, acerté.
-Tsk-chasqueó la lengua-Dobe, prepara tus maletas-dijo seriamente.
Naruto miró con confusión al azabache, a diferencia del rubio, Kurama veía seriamente a Sasuke-Llegó la hora?-preguntó, a lo que el Uchiha asintió.
-Vamos al inframundo, este lugar ya no es seguro-dijo seriamente el pelinegro.
-Ta-Tan pronto?-preguntó el rubio sorprendido.
-Así es, si seguimos aquí es muy probable que nos puedan atrapar. Los demonios tenemos un poder mas bajo en la tierra-dijo el azabache.-Si hay otra pelea puede que hayan mas muertes. Es mejor irnos-dijo.
Naruto asintió entendiendo a lo que se refería.-Bien, entonces subanse-dijo Kurama transformándose en su forma demoniaca tamaño mediano.
Ambos se subieron al lomo del Kyuubi, el cual de un solo brinco subió un edificio y fue saltanto techo tras techo de una manera veloz-No dijiste que los demonios tienen el poder bajo en el mundo humano?-preguntó Naruto, la velocidad era tanta que su boca se abría por culpa del viento.
-Ese idiota tiene tanto poder que aun en el mundo humano es capaz de acabar con una región entera de un solo ataque-dijo Sasuke, él a diferencia de Naruto tenía su cabeza agachada, pues así el aire no hacía presión en su boca.
El rubio tragó duro, nunca pensó que su amigo fuese tan fuerte.
Llegaron rápidamente a la casa de Naruto.-Oka-san, Oto-san! Ya llegué!-saludó mientras abría la puerta, siendo recibido inmediatamente por sus padres.
-Por qué tardaste tanto en llegar a casa?-preguntó Minato, en cambio Kushina se encontraba abrazando a Naruto de una manera realmente asfixiante.
-N-o...Res...Pi-ro-trató de hablar Naruto, su cara solo demostraba las ganas que tenía de saborear eso llamado "oxígeno".
-Oh-la pelirroja lo soltó al ver a su hijo de otro color.-Pero que fue lo que sucedió para que te tardaras?
-Resulta que a Naruto casi lo hieren, Sasuke tuvo que luchar contra un akatsuki mientras yo lo llevaba a un lugar seguro. El caso es que él está en peligro y tenemos que llevarlo al inframundo, éste lugar ya no es bueno para Naruto-habló Kurama con un semblante serio. Había vuelto a su forma humana.
Tanto Kushina como Minato se sorprendieron, mirando con preocupación a Naruto.-Ya sabía que éste día llegaría-dijo la pelirroja-Naru-mencionó con voz quebradiza mientras abrazaba al rubio-Nosotros no podemos ir contigo al inframundo, pero prometenos que volverás-dijo separándose un poco para ver la cara de su hijo.
-Si, lo prometo-dijo sonriendo. Minato se acercó y le acarició sus cabellos.
-Entonces, ten cuidado hijo-dijo el mayor con una sonrisa.-Kurama, cuidalo bien-dijo el rubio mirando seriamente al pelirrojo.
El demonio le devolvió la mirada al rubio-Lo haré-contestó sobrio, mirando fijamente a los padres de Naruto.
-Bien, entonces voy a hacer mis maletas-dijo el Uzumaki, subiendo las escaleras para ir a buscar su ropa y objetos de importancia.
Agarró toda la ropa que pudo y la metió en una de las dos maletas que obtuvo, en la otra adentró cosas de gran importancia a su parecer.
Suspiró, como sería el inframundo? Daría miedo?. Observó un espejo enfrente suyo que reflejaba su figura, miró detenidamente su vestimenta, estaba un poco rasgada; probablemente por la caminata que hizo en el bosque. Así que decidió cambiarse.
Muchas preguntas aparecían en su mente, todas ellas aun no tenían una respuesta realmente satisfactoria, tendría que preguntarle a Sasuke, pues según Kurama él es quien debía decirle todo.
Cuando terminó de cambiarse, dejó sus maletas encima de su cama y se sentó a un lado.
Quién era él realmente?
Suspiró de nuevo, se recostó en la cama para dirigir su atención al techo. Ésta casa fue el lugar en donde murieron sus padres, donde vio por primera vez a Kurama, donde fue consciente de que él podía ver cosas que otros no. Sonrió, definitivamente él volvería a éste lugar.
Se levantó, sujetó sus maletas y caminó, bajando al primer piso hasta llegar a la entrada de la casa, donde se hallaban todos.-Listo-dijo sonriendo. Kurama y Sasuke asintieron, ambos señalaron al azar un lugar afuera de la casa. De pronto el suelo del sitio seleccionado se volvió negro.-Ya abrimos el portal-dijo el azabache.
Naruto miró a sus padres y sonrió, los abrazó y susurró.-Tan solo esperenme-No sabía que iba a hacer allá, pero debía volver, él lo prometió. Cuando terminó el abrazo, Sasuke se acercó a Naruto y le sujetó la mano.
-Q-qué?-miró a Sasuke, un leve rubor azotó sus mejillas.
-Cuando atraviesas un portal que te lleva al inframundo necesitas saber a que lugar exacto quieres ir, sino, te perderás en la brecha del espacio y tiempo. Como no conoces el lugar al que vamos, tengo que agarrarte de la mano para que no quedes encerrado en la nada-dijo el azabache. Sonrió internamente, había notado el sonrojo del menor.
-Bien-dijo Naruto evadiendo la mirada del azabache. Tratando inútilmente de no prestarle atención al agarre que tenía Sasuke con su mano.
-Heh, que par de idiotas-dijo Kurama en voz baja, nadie le oyó. Incluso para alguien como él era obvio que ambos comenzaban a sentir algo entre sí.-Bueno, nos vamos. Adiós Kushina, Minato no te vallas con damas de compañía mientras no estoy-dijo sonriendo con burla mientras se adentraba con los otros dos en el portal. Pudo alcanzar a oír a la pelirroja gritandole a Minato, exigiéndole una explicación.
Sonrió, porque no sólo molestar a Naruto era divertido.
***
-Qué es éste lugar?-preguntó el rubio, estaban flotando en la completa oscuridad.
-Nos está teletransportando, sólo dura unos cuantos segundos-explicó el azabache.
De pronto, tocó suelo, la oscuridad se convirtió en la vista de un jardín y un poco más adelante un castillo.-Bienvenido a mi casa-dijo Kurama, aspirando el olor de nada, pues a pesar de haber muchas flores, no se percibía aroma alguno.
El lugar realmente se parecía al mundo humano, no había casi ninguna diferencia. Alzó la mirada y se encontró con algo que le sorprendió.
Donde debería estar el sol, estaba una luna roja.-Pero qué rayos?!-exclamó en voz baja, pero sus acompañantes le oyeron y miraron en la misma dirección que él.
-Oh, eso. Es el Tsukuyomi, éste crea una gran ilusión que hace que el inframundo sea parecido al mundo humano. El rey demonio de ahora lo activó para hacer parecer mas "bonito" el inframundo-explicó Kurama-Dudo mucho que si llegases a ver el inframundo como en realidad es te guste.-dijo mirando el "cielo", era negro y el Tsukuyomi resaltaba entre toda esa oscuridad,
-Ya veo. Aunque es extraño, en el cielo es de noche mientras que aquí en la superficie es de día-dijo el Uzumaki.
-Es por la ilusión, el Tsukuyomi solo afecta el terreno del inframundo. En realidad el inframundo es de noche todo el tiempo-dijo Sasuke. Naruto asintió entendiendo.
-Bien, entremos-dijo Kurama. Caminaron por todo el jardín hasta llegar a donde estaba el enorme castillo, las grandes puertas se abrieron solas cuando ellos llegaron.
Habían un montón de sirvientes, mayordomos y cocineros arrodillados en dos filas, haciendo una muy respetuosa reverencia. A Naruto casi se le desencaja la boca; el castillo era extremadamente hermoso, habían un montón de sirvientes y además todo eso le pertenecía al demonio que estuvo con él desde muy pequeño. Era sorprendente.
-Buenos días mi querido amo, desea que le preparemos un baño relajante después del largo viaje que usted tuvo?-preguntó un "hombre" mayor, estaba en su forma humana y le hacía una reverencia al pelirrojo.
-Si, y prepara dos habitaciones. Tenemos invitados-dijo señalando con la mirada al otro par.
-Oh, mis más sinceras disculpas, la presencia de mi amo es demasiado intensa, por lo cual no sentí la vuestra. Mucho gusto, soy el jefe de mayordomos-dijo el demonio con una leve sonrisa de educación.
Naruto se dio cuenta de que el hombre miraba demasiado su mano. Extrañado, bajó la mirada, y es que aun estaba agarrado de Sasuke.
Trató de soltar la mano del azabache, pero éste le sujetó más fuerte, impidiéndole separarse.
Sonrojado, le respondió al mayordomo-Heh, no se preocupe, es un placer. Mi nombre es Naruto Uzu-antes de terminar la oración, Sasuke le dio un casto beso. Al separarse, se acercó a la oreja del rubio.
-No digas tu nombre completo, dobe-le susurró, exhalando en la oreja del rubio antes de separarse. Sonriendo levemente al ver el pequeño estremecimiento en el menor.-Perdone, pero podría darnos una habitación junta?-pidió. Naruto, aun sonrojado, iba a protestar tanto por el beso como por el abuso de querer una habitación para dos sin su permiso; pero desgraciadamente, el mayordomo ya había aceptado.
-Claro-dijo sonriendo el hombre. Ignorando olímpicamente lo que segundos atrás sucedió.-Siganme-dijo.
Naruto suspiró, siendo arrastrado por Sasuke hasta la habitación.-Gracias-le dijo el azabache al mayordomo cuando estuvieron enfrente.
-No es nada, si necesitan algo más no duden en llamarme. La cena estará lista en la noche-anunció el mayordomo antes de irse.
Sasuke sonrió, arrastró a Naruto al cuarto y lo lanzó a una de las dos camas, posicionándose él encima.-El apellido Uzumaki es un tabú aquí-susurró. Naruto había inventado una nueva tonalidad de rojo, que era estrenado en su rostro.
-S-Sacate teme!-se quejó, tratando de todas las formas posibles de lanzar al mayor, pero sus intentos fueron inútiles.
-No quiero-dijo sonriendo con burla, pegando más su cuerpo con el de Naruto.-A menos que digas "por favor Sasuke, juro no volver a decirte teme"-le pronunció Sasuke, acercándose a la oreja del rubio.-Si lo haces, felizmente te dejaré tranquilo.
-Sigue soñando-dijo Naruto volteando su rostro hacia otra dirección.
-Oh? Entonces no pienses que me quitaré de encima-dijo sonriendo. Se aproximó a los labios del menor.-Solo necesitas decir esa simple oración y cumplir sus palabras-dijo rozando los labios de Naruto.
-Y-yo...-El aliento de ambos chocaban, sus labios estaban casi juntos, y sus cuerpos se encontraban muy pegados-Por favor Sasuke, juro no volver a decirte teme-dijo sonrojado.
Sasuke sonrió y se separó de Naruto-Bien-dijo con satisfacción.
-Tsk, maldito Teme-dijo el rubio en voz baja, aunque Sasuke lo oyó.
El azabache se acercó a Naruto sonriendo sin que éste se diese cuenta, y de un movimiento estrepitoso lo besó.-Cada vez que me llames teme te besaré, ese será tu castigo-dijo al separarse. Sonriendo, se acostó en su cama.
-*pero que rayos?*-pensó, el corazón de Naruto no dejaba de palpitar y sus mejillas no bajaban de color. Qué le estaba sucediendo? De seguro estaba enfermo.
La habitación se sumió en un silencio sepulcral, y a pesar de todo, era un silencio cómodo. Ninguno de los dos hablaba, cada uno se encontraba adentrado en sus pensamientos.
Las horas pasaron y la supuesta noche cayó, la habitación aun se encontraba silenciosa cuando la puerta se abrió bruscamente.-Es la hora de cenar idiotas-dijo Kurama con una sonrisa.
Ambos se levantaron y siguieron al pelirrojo hasta el comedor, donde había un banquete.-Woah! Todo se ve delicioso-dijo el ojiazul al sentarse, mirando todo con una emoción que no se molestaba en esconder. Sasuke se había sentado enfrente de él.
Kurama sonrió con ternura al ver a Naruto tan feliz-Come todo lo que quieras!-dijo el pelirrojo.
-Todo lo que quiera?-preguntó para confirmar lo oído, Kurama asintió.-bien!-y Naruto comenzó a comer grandes cantidades de todo lo que se encontraba cerca de él, disfrutando de cada delicioso bocado. Al poco tiempo una montaña de platos sin comida impedía ver al rubio.-Ahh, estaba muy rico.-dijo tocándose la barriga.
Todos los sirvientes alrededor, que esperaban pacientemente una orden, se quedaron impresionados al ver cuanto podía comer el chico.-Qué te sucedió Naruto? Quedaste embarazado de acosador-san?-preguntó burlón Kurama al ver que Naruto estaba comiendo mucho más de los usual.
-Cállate-le contestó el rubio, un leve rubor se localizaba en sus mejillas al recordar lo que había sucedido hace unas horas atrás. Por suerte, la montaña de platos impedía que Kurama y Sasuke lo vieran.
-Bueno, yo ya me voy a dormir. Cuidalo bien acosador-san, no queremos un aborto espontáneo-dijo sonriendo antes de irse.
Naruto tenía ganas de darle un golpe, pero se aguantó, estaban en la "humilde casa" del mayor.
Luego ambos, Sasuke y Naruto, se dirigieron a su habitación. Acostandose cada uno en su cama.-Oye...Sasuke-se acordó de que debía llamarlo por su nombre.
-Qué?-preguntó el azabache.
-Dime todo lo que sabes de mi, quién soy? Por qué realmente me buscan?-preguntó Naruto dirigiendo su mirada a donde se encontraba Sasuke.
Se oyó el suspiro del azabache- Naruto, tú en realidad vienes de una familia que anteriormente eran híbridos, mitad demonio y mitad humano, pues el primer Uzumaki era el primer rey demonio, quien se casó con una mujer humana. Con el pasar del tiempo, los hijos de esa peculiar pareja se casaron con humanos, y así sucesivamente; lo cual hizo que los Uzumaki fueran conocidos como humanos con poderes demoníacos. Tú Naruto, posees un gran poder dormido, probablemente tengas una cantidad de chakra más grande y poderosa que la de todos los Bijuu juntos-explicó Sasuke, quien miraba seriamente a Naruto-El anterior rey, Madara Uchiha, deseaba acabar con los últimos Uzumaki para evitar que hubiera oponentes mas fuertes que él-dijo-Solo quedaban dos Uzumaki, tu madre y tú, aunque por suerte solo pudo matar a tu madre-dijo Sasuke.
Naruto no salía de su impresión, en realidad, él no era una persona normal, aunque eso ya lo suponía.-Normalmente los Uzumaki pueden ver a los demonios, pero extrañamente nunca pudieron ver espíritus de tanto humanos como demonios. Tu has demostrado ver el alma de los humanos muertos, lo más seguro es que puedas ver también el de los demonios-dijo Sasuke mirando el techo.
El rubio tragó duro. Sorprendido, impresionado, estupefacto, desconcertado, pasmado, asombrado; todas esas palabras se quedaban cortas a como se encontraba Naruto. Y es que, desde que había llegado al inframundo algo le andaba inquietando, solo que él trataba de ignorarlo. Pero ese sentimiento era persistente.
Tenía una increíble sensación de querer luchar.