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The Beast~ La Bestia por Uchiha-Estefi

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Confianza

 

Pálidos y largos dedos recorrieron el cuello de una camiseta blanca, yemas de los dedos empujando el último botón en el pequeño ojillo, cubriendo la morena piel debajo de ella.

Viendo hacia arriba, oscuros, felinos ojos se encontraron con unos plateados, cabellos cafés cubriendo cayendo sobre las pestañas de la bestia, haciéndolo parpadear irritado.

Sonriendo brevemente, Key retiro el cabello rebelde de la cara de su protegido con sus dedos, su mano deteniéndose en el hombro del hombre, su mano temblando visiblemente sobre el saco negro.

 

“Estas listo…” El vidente dio un paso hacia atrás, mirando al hombre frente a él.

 

Era…difícil de creer.

Era difícil de creer que ese hombre vestido en el caro y oscuro traje era realmente una bestia. Mirándolo así, su cabello bien peinado, vestido en Armani; cortesía del líder que les presto sus ropas viejas y zapatos…tenía que admitir…se veía bastante guapo.

 

“Key-hyung” Una voz familiar lo llamó, seguido del ruido de la puerta abriéndose, una rubia cabeza asomándose. “El amo me mando por ti…es hora.”

 

Soltando un desesperado suspiro, Key se voltio, incapaz de parar el frenético latido de su corazón. “¿tan pronto?” preguntó, su voz más débil de lo que realmente quería, haciendo que el menor lo mirara preocupado.

 

“¿estas nervioso?” Taemin lo cuestiono, entrando y acercándose a la celda, mirando a su ex -tutor por las barras.

 

Key sacudió la cabeza, haciendo un mohín antes de contestar. “No, estoy bien. Solo que…me voy a enfrentar al clan entero…mientras controlo a una bestia... va…va a estar…perfectamente bien.” asintió, su mirada en el peso, sus manos temblorosas escondidas en sus bolsillos.

 

Taemin suspiro, dándole una mirada simpática a su amigo. “Estas asustado.”

 

Key resopló. ¿asustado?

No… no estaba asustado.

Estaba aterrorizado.

Estaba…asustado. Realmente asustado de cómo reaccionarían.

Estaba agradecido con el esfuerzo de ambos, Taemin y Jinki estaban de su lado pero…esto era peligroso. Era algo realmente peligroso y no podía evitar sentir que su estómago saldría por su boca en cualquier momento.

Y después estaba Jonghyun, sin saber nada de lo que estaba a punto de pasar, muy entretenido intentando desabrochar los botones de su cuello.

 

El vidente respiro profundamente, pasando una mano por su cabello, sin importarle que lo estaba despeinando. “Mi estómago…está dando extrañas…locas vuelta y…”

 

“¿Te vas a enfermar?” el maknae lo interrumpió, sosteniendo las barras con ambas manos. “la situación es ya es bastante mala, vomitar frente a todos sería desastroso.”

 

“por qué, gracias, Taemin. Eso realmente ayuda.” Key levanto su voz en un tono sarcástico, luchando contra la urgencia de rodar sus ojos antes de alejar la mano de Jonghyun de su camiseta, uno de los botones ya desabrochado. “¡Deja de hacer eso!” regaño al más bajo quien lo miro con sus negros ojos, parpadeando inocentemente.

 

El más joven mordió su labio, mirando hacia abajo arrepentido. Sabía que la situación de Key no era la mejor, recordárselo había sido insensible. “Lo siento... yo solo-”

 

Negando con la cabeza lentamente, el vidente volvió a retirar la mano de la bestia, acercándose para abrochar el botón. “Jinki nunca debió haber hecho esto… este es el mayor error de su vida.” Mascullo lo suficientemente fuerte para que el otro lo oyera, forzando la barbilla de Jonghyun hacía arriba para poder ver. “Se meterá en problemas...”

 

“No digas eso…estamos salvándolo.” Taemin frunció el ceño, señalando a la bestia que seguía moviéndose incómodamente por sus nuevas ropas.

 

Dándole una mirada de advertencia a su protegido, quien rápidamente se paró derecho y con sus manos tras su espalda, Key camino hacia la bolsa en el piso y saco un frasquito de perfume. “Jinki pudo haber aceptado Jjong, pero los otros no lo han hecho todavía. Conseguir que todos lo acepten parece…realmente improbable.” Suspiró tristemente, rociando el líquido en el cuello de Jonghyun, la bestia abriendo los ojos antes de estornudar ruidosamente.

 

Mirando hacia abajo por un momento, Taemin mordió su mejilla por dentro.

Hoy era el día.

Ya era casi hora de la cena y era cuestión de minutos para que el líder anunciara al clan que había un nuevo miembro. Un muy…muy diferente, nuevo miembro.

Era hora de que todos se pusieran nerviosos, incluso para el líder quien, Taemin notó, se había encerrado en la oficina todo el día, caminando lentamente dentro de ella.

 

No era estúpido.

Incluso si había convencido a su amo de conservar a la bestia, sabía perfectamente lo malas que serían las consecuencias si el clan entero no aceptaba a la bestia, pero…dentro de él sabía que todavía había esperanza.

Una cosa que había aprendido desde el día de su despertar que nadie debía rendirse sin antes haber luchado por lo que quería. No podía dejar que Key se diera por vencido sin saber, no podía dejar que su amo se diera por vencido sin intentar.

Si, era una situación muy difícil, más que difícil, era…casi trágica.

Pero para cada problema, había una solución, y lo único que debían hacer era encontrar la adecuada.

 

Confiaba en Onew; incluso si estaba en contra de las bestias…nunca se retractaría de sus decisiones. Sabía lo influyente que el líder podía ser, lo había visto negociar con los líderes de los otros clanes y era sorprendente. Era respetado y popular, casi temido por otros.

Lo hacía sentir orgulloso ser el protegido de alguien como él, la gente mirándolo con curiosidad cuando caminaba al lado de su amo por los pasillos.

Onew…siempre conseguía lo que quería. Sabía como convencer a la gente para que cumplieran sus deseos. Esta era…solo otra negociación. Una riesgosa, pero aún así una negociación.

 

Haciendo un ruido casi inaudible con la lengua, Taemin levanto la mirada, sonriendo al vidente quien acababa de ayudar a la bestia a usar un pañuelo, el perfume siendo demasiado para él, haciendo que tuviera un ataque de estornudos.   

Viendo a la bestia de esa forma…si no fuera por sus garras, ojos negros e irises plateadas, diría que el hombre frente a ellos no era más que un hombre normal como ellos.

Los movimientos de Jonghyun eran más humanos que animalisticos, probablemente era debido a las horas que había pasado con su amo. Su cara estaba mostrando expresiones que Taemin nunca había visto en una bestia y sus labios dirían palabras silenciosas mientras Key hablaba.

 

“Casi luce normal. Las ropas lujosas le quedan.” El joven sonrió, intentando aliviar el ambiente, ganando una pequeña sonrisa del vidente.

 

“Este es el tercer traje en el que lo visto.” Key confesó con un suspiro, apuntando a la pequeña pila de ropa junto a él. “Rompió las otras. Muy apretadas para él, supongo. Me di por vencido en intentar ponerle una corbata.”

 

“Estilo y comodidad no van juntos, supongo.” Taemin sonrió, apoyándose en las barras, ahora confiado de que el protegido de su amigo confiaba en él.

 

Asintiendo, el otro vampiro respiro profundamente, dándole la espalda a la bestia y recargándose en las barras, su espalda presionada contra el frio acero. “Solo espero que no se vuelva loco frente a los demás…fui al salón temprano, vi a los soldados escondidos detrás de las cortinas. Sus armas llenas de tranquilizantes.” Habló con voz preocupada, encontrándose con la mirada de Taemin ignorando el sonido de ropa frotándose contra ropa, el brazo de Jonghyun chocando con el suyo, quien también se recargo en las barras, imitándolo.

 

Mirando a su amigo como disculpándose, el joven mordió su labio inferior, bajando la mirada antes de encontrarse con un par de felinos ojos. “Amo decidió que sería mejor tener apoyo por si…tú sabes...” Murmuro en voz baja, no queriendo echar sal a la herida. Lo había visto también; había visto a Minho dar órdenes, monitoreando el comedor antes de abrir las puertas, dejando a los miembros del clan entrar.

 

“El precavido y viejo Jinki, ¿huh?” Key sonrió, bajando la mirada, perdido en sus pensamientos cuando el maknae llevó su mano al pecho, sus ojos cerrándose y un pequeño gemido escapando de sus labios, un sonido que hizo al vidente mirarlo preocupado.

 

Jinki lo estaba llamando.

Mierda.

No estaba listo para eso. Era muy pronto.

Demasiado pronto.

 

Abriendo los ojos rápidamente, Taemin masajeo su pecho, frunciendo el ceño por el repentino y raro sentimiento, sus irises previamente cafés ahora brillaban con un suave color dorado. “Hyung…deberíamos irnos ahora. Amo esta llamándome.”

 

Key asintió para sí mismo, antes de alejarse de las barras, sus ojos sobre la bestia bien vestida. “… ¿estás listo?”

 

Oscuros, ojos como de cachorro lo miraron confundidos. “¿Humm...?”

 

“No tiene idea de lo que va a enfrentar, ¿cierto?” Key oyó al vampiro preguntarle, una pista de nerviosismo se podía escuchar en su voz.

 

“No, no la tiene.” El vidente contestó, sus ojos nunca dejando los de la bestia mientras buscaba su mano, pálidos dedos entrelazándose entre unos morenos, forzando al moreno a levantarse. “Y ellos tampoco...” susurro con una pequeña sonrisa, Jonghyun copiando su expresión, sus colmillos mostrándose de una forma no muy atractiva.

 

“Eso es aterrador…” Taemin no pudo evitar comentar, haciendo una cara mientras un escalofrió recorría su espalda, la sonrisa de la bestia siendo más aterrador de lo que pensaba sería.  “No le enseñes eso...”

 

Ignorando a su amigo, Key se concentró en algo más, su mano aun entrelazado con la de la bestia. “Hagamos esto ¿okay..?” susurró, su pulgar masajeando la piel debajo de él, pequeñas líneas azules de energía saliendo por sus poros, enredándose lentamente en la muñeca de la bestia.

 

Saltando alarmado, ojos plateados miraron alarmado su brazo, mirando los felinos ojos, un bajo y enojado lloriqueo dejando sus labios.

 

“Sé que no te gusta. Pero por favor soportalo un rato...” Key suspiro, él también, odiaba amarrar al otro, sintiendo que estaba tratando a su protegido como un perro peligroso y no una persona. “Es por seguridad. Su seguridad.”

 

 

 

 

 

El comedor era algo de lo que Onew estaba orgulloso.

Tener una comida con otras personas, había pensado, era tal vez la mejor oportunidad para relajarse y socializar. Con eso, había gastado una fortuna y casi un año para perfeccionar lo que ahora era el comedor, la habitación más grande.

Había tenido tiempo de reflexionar sobre eso cuando había tenido cenas con otros clanes; no había podido evitar lo pobre que lucían los comedores no importaba que los demás cuartos estuvieran llenos de lujos.

Había decidido entonces, que ese lugar debía ser el mejor de todos, siendo capaz de reflejar lo poderosos que es el clan, haciendo que los extraños quedaran con la boca abierta en cuanto entraran al cuarto.

Tenía que admitirlo, había hecho un buen trabajo con ese lugar, incluso si había tenido que derrumbar algunas paredes para lograrlo.

Amaba ese sentimiento. Amaba como los líderes de los demás clanes abrían sus ojos sorprendidos en cuanto pasaban las gigantescas puertas del comedor, encontrándose con una excepcional y bien decorada, grande y lujosa mesa. Las paredes pintadas en pastel y dorado, tres grandes candelabros de cristal colgando del techo mientras su pies caminaban por una gran y cara alfombra. Amaba como se sentía al sentarse en la silla principal al final de la mesa, el fuego ardiendo en una elegante chimenea, la gente viéndolo como si fuera un rey extranjero.

No era un rey.

Había trabajado dura para conseguir lo que tenía.

La cosa era que tenía buen gusto.

 

Como fuera, ese cuarto no siempre estaba abierto. Solo a una hora en específico estaba abierto, a la hora de la cena cuando la comida estaba lista para ser servida y las mucamas estaban en su lugar listas para servir.

Era realmente especial sobre la hora de la cena. Era algo que quería preservar tal y como su abuelo lo había hecho.

Porque incluso los nobles en su clan tenían un trabajo; no solo se la pasarían sentados como en otros clanes; todos tenían diferentes horarios y una vez terminados, podían eventualmente disfrutar del área de ocio.

Por eso, la hora de la comida no era algo con lo que contaba, haciendo que dos cuartos fueran abiertos donde se podía comer, y pasaran tiempo para convivir y divertirse.

 

Pero, cuando el reloj marcaba las 8 p.m, y hubiera soñado sus campanas ocho veces, el clan sabía que era hora de reunirse en el comedor.

Pero había reglas.

Las personas no entrarían con sus ropas de diario y oliendo a sudor; para entrar al cuarto, cada miembro debía bañarse y vestirse apropiadamente.

¿Por qué?

Odiaba el olor a sudor. Era asqueroso y lo hacía perder el apetito. Eso era todo.

 

“Debo admitir que nos hace tener curiosidad, Amo Lee.”  Una voz femenina dijo entre los miembros del clan. Sus delicados dedos llevando su vaso de vino a sus labios. “Nunca antes había habido tanto misterio alrededor de una persona. Lo único que ha revelado hasta ahora es su género. ” habló sin ocultar la curiosidad en su voz.

 

“’¿es joven? ¿es lindo, Amo?” Una niña de ocho años preguntó emocionada, ganando una mirada desaprobatoria por parte de su madre.

 

“¡Hyo Jin!” La mujer siseó. “¡No preguntes cosas sin sentido!”

 

Onew sonrió. “Está bien sentir curiosidad. Todavía no sabemos su edad exacta, pero si, es realmente joven, tal vez de mi edad.” Contesto. 

“¿Y qué, si puedo preguntar…” Un hombre alrededor de sus cincuenta empezó a preguntar. “…hace a esta persona tan excepcional como para darle esta recepción? Normalmente…solo los saludaríamos y nos presentaríamos.” Señalo, recibiendo murmuros y algunas personas asintiendo de acuerdo con él.

                                                                         

Siendo el único de pie al lado de  Minho, cuyos ojos recorrían el cuarto silenciosamente. EL líder del clan levanto la mirada. “Decidí hablar con todos primero…para recordarles cómo trabaja este clan.” Habló con una profunda voz. “Creé este clan hace algunos años, somos muy jóvenes, pero nos hemos hecho poderosos con el paso del tiempo.”

 

Otro hombre asintió, sonriendo orgullosamente. “Si, el clan es bien visto en la sociedad. Nuestro negocio ha crecido considerablemente, y nadie nos hace menos ahora.”

 

“De eso es exactamente lo que quiero hablar.” Onew sonrió, tratando de calmar sus nervios.

 

Estaba tenso.

Por primera vez…se sentía nervioso al afrontar el clan.

 

“Me temo…que no estamos entendiéndolo, Amo Lee.” La misma mujer de antes dijo con una pequeña sonrisa.

 

Respirando profundamente, el vampiro de cabello ondulado asintió. Era demasiado tarde para estar nervioso o arrepentirse. Lo hecho, hecho estaba, ahora era tiempo de enfrentar las consecuencias. “Esta clan fue formado por mí; los únicos miembros eran algunos soldados.” Empezó, algunas personas asintiendo. “Nos convertimos en un clan militar. Empezamos desde el piso; comimos mugre y trabajamos duro para levantarnos sin ayuda. Nunca quise este techo para recibir más que soldados y armas. Lo último que quería era gente de quien preocuparme.” Dijo seriamente.

 

“Como sea…” sonrió. “…como cualquier cosa en el mundo, para crecer es necesario invertir.”

 

“E invertiste en nosotros.” Un hombre gordo declaró sonriendo. “Y por eso estoy eternamente agradecido. Yo y mi familia, Amo Lee.” Hablo orgulloso, su esposa sonriendo, masajeando el hombro de su hijo.

 

Onew asintió, sonriéndoles antes de continuar. “Rechazados…”

 

Rechazados.

Una simple palabra de diez letras era suficiente para tensar a los demás.

 

 “Todos eran rechazados de la sociedad. Gente sin futuro; gente sin interés en nadie más. Unos don nadie.” El líder continuó, ganándose miradas de los mayores.

 

Una mujer dijo nerviosamente. “Estoy segura que nadie necesita-”

 

“muchos de ustedes fueron expulsados de su clan por diferentes razones.” Onew la ignoró, la mujer tensándose. “Algunos solo fueron convertidos y olvidados. Algunos fueron traicionados y robados. Algunos nacieron con diferentes condiciones. Algunos tenían ideas que nadie más aceptaba.” Miro amablemente a cada miembro, sabiendo perfectamente lo difícil que había sido para cada persona. “Pero cada uno de ustedes tiene algo especial. Nunca deben de sentirse avergonzados de decir que alguna vez no tuvieron hogar.” Los animo, poniendo las manos sobre la mesa, apoyándose. “Recuerden que los hizo más fuerte. Y lo que sea que los haga más fuerte no debe avergonzarlos.”

 

Deteniéndose por unos segundos, Onew analizo las expresiones del clan.

Estaban prestándole atención, escuchándolo en silencio.

 

“Los acepte a todos…porque nunca pensé que ser diferente fuera malo. Ser diferente es raro. Ser diferente es un regalo. ” Sonrió a una mujer que tenía un parcha color rosa pastel sobre su ojos que combinaba con su vestido. “Solo necesitan una oportunidad para probarse a ustedes mismos y al mundo para demostrar de lo que son capaces.”

 

Estirándose y dando unos pasos hacia un lado de la mesa, Onew camino antes de pararse detrás de alguien en particular, poniendo sus manos sobre los hombros de una adolescente, la chica rubia sorprendiéndose por el contacto.

 

“Young Hyo Jin viene de una vieja familia. Tenía una vida estable sin contar los conflictos con su padre. Se esforzaba en sus estudios y era de las mejores en su universidad.” Les dijo. “Pero…no quería casarse con el hombre que su padre había elegido. Se revelo contra su padre frente a la familia de su prometido haciéndolo quedar mal.” Continuó, la madre de la chica bajando su mirada por los recuerdos.

 

“Él tenía 23...” la rubia susurró asqueado, mirando al líder a los ojos.

 

En respuesta, el líder sonrió, apretando su hombro antes de alejarse, y pararse detrás de una mujer de avanzada edad. “Incluso si revelarse era algo inapropiado, Chae Young noona se quedó del lado de su hija. Por eso, ambas fueron expulsadas y dejadas solas.” 

Antes de continuar, y rezando a todos los dioses que esto hiciera cambiar la forma de pensar del clan, Onew miró el reloj. Tenía que apresurarse. Taemin ya estaba en camino. “Hyo Jin piensa que puede casarse por amor y eso es muy bello. Es muy inteligente y apasionada por las matemáticas. Incluso a su edad, la joven Hyo Jin ha ayudado a mi asistente a resolver problemas y debo decir, estoy realmente impresionado.” Sonrió a la chica.

 

“Gracias, Amo Lee.” Sus labios curvándose en una gran sonrisa.

 

Onew regreso a su silla, aun negándose a sentarse. “Chae Young noona se ha convertido en una pintora muy talentosa. Todos han visto las hermosas pinturas por la mansión.” Señaló. 

“Ella pinto nuestro primer retrato familiar. Hermoso sin dudarlo.” Un hombre asintió ante este comentario. 

“Sihyun hyung fue encontrado por uno de mis soldados después de haber sido convertido y abandonado. Estaba muriendo de hambre y confundido.” Onew continuó, señalando al hombre. “Hoy es un excelente científico.” Sonrió antes de voltear a ver a todo el clan, su expresión ahora seria, el fuego ardiendo detrás de él en la chimenea, dándole a sus facciones un tono dorado.

 

“Todos ustedes siendo diferente, actuando diferentes, pensando diferente fueron rechazados por la sociedad.” Habló fuerte para que todos lo oyeran, su corazón acelerándose. Necesitaba su confianza. Esta era su última y única oportunidad. Si no podía cambiar su forma de pensar ahora… nunca lo haría. Respirando profundamente, Onew miro hacia adelante, viendo directamente a todos. “Pero todos ustedes, cada uno de ustedes han combatido algo que los demás no. Vencieron a sus problemas por ustedes mismos y pelearon para volver a levantarse. Pueden decir orgullosamente que no necesitan a nadie más para hacer las cosas. Lo único que se les dio…fue una oportunidad. Solo una oportunidad, una mano que sostuviera la suya y creyera en ustedes incluso cuando yo no sabía nada su sus pasados.”

 

Chupando sus labios en un gesto nervioso. “Lo único que pido de este clan…lo único que pido de esta familia en la que nos hemos convertido con el paso de los años…es una oportunidad. Una oportunidad para dejar a este nuevo miembro…convertirse en alguien también.”

 

 

 

 

“El camino esta libre. Rápido.” Una voz medio susurro, medio grito a los dos hombre escondidos para que lo oyeran, ambos Key y Jonghyun saliendo de la puerta que los llevaba a la cocina, apurándose entre las sombras para alcanzar al rubio.

 

Intentando que la bestia lo siguiera de cerca, Key concentro su energía alrededor de la muñeca de su protegido, apretándola levemente cuando quería que se moviera más rápido, los ojos de la bestia abriéndose sorprendidos ante cada cuarto u objeto nuevo.

Llegando junto a Taemin, el maknae se presionó contra la pared del pasillo de una puerta conocida, la puerta de la cocina. Se podían oír voces adentro, los sonidos de sartenes y cuchillos lo suficientemente fuertes como para que la bestia quisiera asomarse a ver, Key lo jalo rápidamente negando con la cabeza, esperando que entendiera.

 

Volteando a ver al vidente, Taemin susurro. “Están ocupados haciendo la cena, Cheque dos veces. Nadie saldrá pronto.”

 

Key asintió y estaba a punto de seguir al más joven cuando este lo volteo a ver, una expresión de alarma recorría su rostro. Su cuerpo chocando contra el vidente, quien choco contra la bestia haciendo que está casi cayera.

 

“¡Dije salmón! ¡¿Esto luce como salmón?!” Una voz enojada gritó desde la cocina, abriendo la puerta, dos sombras apareciendo. “¡¿Quieres que Lady Kang tenga una reacción alérgica?!”

 

Con un pequeño gritó, Key se levantó rápidamente, empujando a Jonghyun al cuarto de a lado, Taemin pegado a sus espalda, cerrando la puerta detrás de ellos.

 

“¡Lo siento, hyung! No sab-” El joven empezó a decir.

 

“¡Solo ve rápido, inútil! ¡Me estás haciendo perder el tiempo!” La previa voz, quien Key reconoció era el chef, gritó. “¡Y esta vez traé salmón!”

 

Taemin, quien tenía la oreja pegada a la puerta, jadeo al oír pasos acercarse y corrió a esconderse detrás de un gabinete, viendo a Key cubrir la boca de Jonghyun detrás de un refrigerador.

 

Al abrirse la puerta, el vidente se pegó más a la bestia, sus pechos presionados uno con otro, el más bajo parpadeando confundido.

El espacio entre el refrigerador y la fría pared era mínimo, muy poco para que dos cuerpo entraran y Key no pudo evitar sostener su respiración, evitando que su pecho bajara y subiera, presionándose contra los cables de la máquina.

 

“¡¿Quién se cree que es…?! ¡Oh, esto no es salmón! ¡Es caaarp!” el hombre entro al cuarto, imitando a su superior, abriendo el refrigerador y sacando el salmón. “¿Cuál es la diferencia? ¡Es PESCADO!” Gritó, pateando la puerta del refrigerador al cerrarla, haciendo que los cables se presionaran más sobre la espalda del rubio, haciendo que lanzara sus brazos sobre los hombros del moreno, su cuerpo pegado completamente contra el de Jonghyun.

 

Oyó al hombre alejarse hacia la puerta, Key lucho un jadeo, un par de manos cerrándose sobre su trasero, aparentándolo levemente.

Sin espacio para moverse y sin tener la oportunidad de gritarle a la bestia, el vidente no pudo hacer nada más que esperar, sonrojándose por las manos sobre su trasero, un escalofrió recorriendo su espalda cuando la presión de la pelvis de Jonghyun sobre su parte baja era demasiado para soportarla.

 

En cuanto la puerta se cerró de nuevo, Taemin salto de su escondite y corrió al refrigerador, alejándolo de los dos hombres. “¡Pensé que iba a aplastalos contra la pares! ¿estas bien, hyung?” Preguntó preocupado.

 

Asintiendo, Key murmuró un ‘gracias’ al maknae antes de voltear a ver a la bestia, señalándolo, mirándolo. “Si vuelves a hacer-”

 

“¿Abrazo, bien?” Jonghyun lo interrumpió, sonriendo, el acusador dedo de Key cayendo mientras parpadeaba sorprendido.

 

¿Un abrazo? ¿Había pensado que lo estaba abrazando detrás del refrigerador?

¡Ese… ese idiota..!

 

“¡Esta hablando..!” Taemin señalo lo obvio, sus ojos abriéndose, mirando al hombre, manteniendo aún una distancia.

 

“Esas son probablemente las únicas palabras que sabe, pero si, está aprendiendo.” El mayor confirmo, volteándose lentamente, una cruel sonrisa cruzando sus labios. “Así que…nadie va a salir.’” Molesto al otro.

 

Cruzando sus brazos, el protegido del líder contestó. “¡Nadie iba..! Aish, ¡Tú eres el vidente! ¡Es tu trabajo ver el futuro, no el mío!”

 

Sonriendo, la diva se burló. “Recibo visiones como advertencia si la situación es tan peligrosa como para amenazar nuestras vidas pero...” señalo a la puerta. “eso no se veía para nada amenazador.”

 

Encogiéndose de hombros el menor se volteó. “Solo apresurémonos, hyung 3esta esperando.”

 

Asintiendo, la mano de Key se estiro para tomar la de su protegido pero solo se encontró con aire. “Vamos Jjong, vamo-…” las palabras murieron en su garganta al voltearse, ninguna señal de la bestia en el cuarto. “Oh mierda…”

 

“¡¿Lo perdiste?!” Taemin medio jadeo, medio gritó horrorizado, su rostro palideciendo.

 

“¡Tú me distrajiste!” Key gritó, corrió hacia la puerta semi-abierta mirando en diferentes direcciones buscando a la bestia.

 

“¡¿Qué?! ¡No es mi culpa!” Oyó a Taemin decir detrás de él mientras corrían, parándose repentinamente al final del pasillo sus ojos captando un musculoso cuerpo entrando a la otra habitación.

 

“¡Ese idiota!” Key dijo entre dientes, siguiendo a la bestia, su corazón acelerándose al pensar en Jonghyun atacando a alguien inocente, arruinando su propia oportunidad de ser aceptado. “¡Jjong!”

 

Encontrándose con la oscuridad, el vidente suspiro aliviado. Un almacén. “Oh gracias Dios...” Gimió, las manos en sus rodillas mientras recuperaba el aire, calmándose, un par de zapatos deteniéndose frente a él.

 

“¡Key!”Jonghyun lo llamó, sonriendo.

 

Levantándose, ojos felinos se encontraron con los plateados, la bestia retrocedió cuando el vidente se acercó, su mano alcanzando la oreja de la bestia. “…¡¿Eres estúpido?! ¡¿A dónde demonios pensabas que ibas sin mí?! ¡¿Quieres que te maten?!” Gritó, furia ardiendo en los ojos de la diva, la bestia mirándolo asustado. “¡Mocoso desagradecido!”

 

Afuera en el pasillo, mirando la escena, estaba Taemin.

 Tragando saliva, el más joven parpadeó en shock.

Key estaba…regañando a la bestia y…jalando su oreja como una madre lo haría con su hija. Y el pobrecito estaba tan asustado como él.

Esto era. Ahora ya había visto todo en su vida.

 

Intentando que el rubio dejara de gritar, el más bajo sostuvo algo, justo enfrente de su amo. “¡Bien!” gritó, Key solo lo miro, sus ojos cayendo sobre el objeto.

 

“Un tenedor…” Key dijo, mirando el utensilio metálico, la bestia jadeando interesado ante la nueva palabra.

 

“¿Te-tenedor?” Jonghyun intento decir, agitando el objeto nuevo con una sonrisa.

 

Sintiendo la cabeza de Taemin sobre su hombro, el vidente dejo que el chico recargara su barbilla en él. “Tiene un tenedor.” Dijo, ambos vampiro mirando el nuevo objeto.

 

“Si.” Key confirmó.

 

“Y…eso quiere decir que entro a la cocina.” Taemin leyó sus pensamientos, el vidente asintió, intentando no entrar en pánico.

 

Mirando a los dos hombres confundidos, la bestia volvió a mirar el tenedor, intentando entender porque todos estaban tan sorprendidos con el nuevo objeto

 

“¿Oyes eso?” Key rompió el silencio, apuntando al aire.

 

Frunciendo el ceño el maknae murmuró. “…¿oír qué?”

 

Felinos ojos miraron los ojos cafés, el vidente sonrió. “Nadie está gritando. No fue visto.” Su sonrisa creció. “¡Oh, gracias Dios..!”

 

Viendo a los dos hombres reír la bestia los miró por un momento, forzando sus labios a sonreír, intentando copiar el nuevo sonido, probando reír.

Sin notar eso, la diva dejo de reír, parando repentinamente para golpear a su protegido en la cabeza. “¡Nunca hagas eso de nuevo!” Gritó, la bestia haciendo un ruido sorprendido. “¡Solo tuviste suerte!”

 

“¿Bien?” Jonghyun se atrevió a preguntar, cerrando un ojo mientras observaba al vidente con el otro, temiendo que lo golpeara de nuevo.

 

Gruñendo por la frustración, el vidente agradeció a los dioses el no estar portando un arma. “¡No! ¡Mal, mal, mal!” Dijo entre dientes enojado, Taemin tomando su brazo antes de que pudiera golpear a la bestia de nuevo.

 

“No puedes culparlo, hyung.” El maknae rio nerviosamente, soltando lentamente a su ex-tutor. “Es la primera vez que esta fuera de la celda. Tiene curiosidad sobre…bueno, todo.”

 

“Segunda.” Key lo corrigió, haciendo un mohín enojado por los recuerdos. “Tu amado amo se aseguró de liberarlo antes.”

 

Asintiendo, Taemin le dedico una pequeña sonrisa. “Lo sé. Pero ya conocía el bosque, no esto.” Dijo antes de asomar la cabeza por la puerta. “El camino está libre. Vamos.”

 

Suspirando, Key tomo a la bestia de la muñeca, sin amarrarlo con su poder. Ya estaba cansado mentalmente y tenía que guardar su energía para afrontar al clan. “Está bien, Jjong, vamos-¡yah! ¡Jonghyun!” lo regaño de nuevo cuando él chico no lo siguió; demasiado concentrado en unos botes que había en un librero detrás de ellos. “¡Te dejaré verlos después! ¡Vamos!” Lo jalo de nuevo, logrando que la bestia gruñera, mirándolo, su expresión suavizándose cuando regreso su atención a aquellas pequeñas y brillantes botellas.

 

“¡Hyung! ¡Por favor, tenemos que irnos!” Oyó la voz de Taemin llamándolo haciendo que se frustrara más.

 

“¡Oh, al diablo contigo! ¡Traelos!” El vampiro se apresuró hacia el librero y tomo una de las botellas, reconociendo su contenido como pimienta y aventándolo a la bestia. “¡Eres peor que un niño!” Dijo en voz baja, jalando a su protegido.

 

Al salir del área de la cocina, entrando al gran vestíbulo, lo único que los separaba del comedor, el más joven hizo una seña para que se detuvieran, ambos chicos escondiéndose tras un gran pilar. “Hay guardias aquí.” Les informo, Key cerrando sus ojos molesto.

 

“¡¿Por qué estamos escondiéndonos?! ¡Jinki debió haberles dicho que tenemos a una bestia! ¡Deberían al menos esperarlo y no dispararle al verlo!” murmuró el vidente con tono enojado. Algunas veces no entendía al líder.

 

“Hyung debe tener sus razones.” El maknae dijo serio, sus ojos nunca dejando a los dos guardias en la puerta principal. “al menos hizo que cambiaran sus armas por tranquilizantes.”

 

“Que se jodan Jinki y sus razones…” Key murmuró, apretando el agarre en la mano de la bestia.

 

“¡Hyung!” Taemin jadeó, mirándolo desaprobatoriamente, su boca abierta en shock.

 

“¡Perdón! Estoy estresado, ¿okay?!” El otro siseó, el más joven rodando sus ojos.

 

“Todo va a estar bien.” El rubio maknae le dijo, asintiendo con una sonrisa. “Mira, quédense aquí y traten de no hacer ruido. Distraeré a los guardias y me aseguraré de llevarlos a la otra habitación, así ustedes podr-”

 

CRASH

 

Key dejó de respirar por un segundo, su corazón dejando de latir por el sonido.

Volteándose lentamente hacia Taemin, los ojos del joven tan abiertos como los suyos, congelado en su lugar.

 

“¡¿Quién esta ahí?!” una profunda voz gritó, pisadas dirigiéndose rápidamente hacia ellos.

 

Mirando sobre su hombro, la boca de Key se abrió, Jonghyun estaba mirando a sus pies donde una vasija estaba rota.

Mierda.

 

“¡Maldito idiota..!” Key siseó, sin saber si debería estar asustado o enojado, las pisadas volviéndose más fuertes cada segundo.

 

¡Estaba arruinando todo!

¡Todo lo que había hecho por él, por todo lo que había pasado para protegerlo, estaba aventando todo!

¡Estaba equivocado, Jonghyun era cualquier cosa menos inteligente! Era un tonto-

 

 

“Soy yo.” Gritó una repentina voz, Taemin saliendo de las sombras, dejando que los guardias lo vieran.  “Fui torpe, lo siento.” Les sonrió inocentemente y disculpándose.

 

Mirándose uno al otro, los ojos de ambos guardias se abrieron, uno dando un paso hacia adelante, indicando al maknae que tomara su mano. “¡Oh, joven amo! ¿se lastimo? ¿Necesita ayuda?”

 

En las sombras, Key rodo los ojos, una sonrisa escapando de sus labios.

Ese mocoso…

Sabía lo bien parecido que era, sabía el poder que tenía sobre las personas y sabía cómo usarlo.

Era en momentos como estos que podía ver la sangre de Jinki hacer su trabajo, convirtiéndose en una serpiente, el astuto lado de él revelándose.

 

Negando, Taemin dio unos pasos hacia delante intencionalmente, intentando alejar a los guardias de la zona, dejando a los dos hombres ocultos en las sombras. “Oh no, estoy bien. ¿Tal vez podrían…llamar a alguien que limpie el desastre?” Les hizo ojitos, mostrando su mejor sonrisa.

 

Mirando al rubio avergonzados, uno de los soldados jadeo. “¡Si señor, ahora mismo, señor!” gritó, desapareciendo rápidamente, dejando a su colega en la puerta, sus ojos se abrieron al ver al menor caminar hacia el con lentos y seductivos pasos.

 

Levantando su dedo para trazar líneas imaginarias en el pecho del soldado, viéndolo respirar rápidamente, el protegido del líder del clan se aseguró de dejar caer sus cabellos sobre sus ojos, haciendo que sus ojos brillaran seductoramente debajo de, dándole un  aura misteriosa. “También…sé que eso costaba mucho…por favor no digas que fui yo” dio unos pasos hacia adelante, cambiando su Angulo para que el guardia diera la espalda a sus amigos.

 

“¡N-nunca, joven Amo!” el soldado casi se ahogaba con su saliva, su rostro sonrojándose intensamente por la sensual mirada del maknae.

 

“¡Gracias! ¡Eres el mejor!” Taemin se rio, haciendo lo inesperado lanzando sus brazos al cuello del soldado, sus ojos encontrándose con los de Key, dándole una mirada de advertencia, inclinando su cabeza hacia un lado.

 

Asintiendo, apretando el agarre en la mano de Jonghyun, jalándolo fuera de las sombras, intentando no hacer ruido mientras corrían al otro lado del cuarto.

 

“¡No…no es nada, señor!” El soldado sonrió, rompiendo el abrazo, y moviéndose para voltearse, haciendo que el vidente se detuviera en medio del salón, sus ojos abriéndose alarmados.

 

“¡Whoa…eres tan musculoso!” el joven; forzando al hombre para que no se moviera, haciéndole ojitos mientras le sonreía. “¿haces ejercicio?”

 

Suspirando aliviado por el rápido movimiento del rubio, Key jalo a la bestia a un lugar seguro, a solo unos pasos de la puerta del comedor.

Tenía que admitirlo, el mocoso era inteligente y hábil. Tenía que darle crédito.

 

“¡Naturalmente, señor!” Oyó al soldado contestar.

 

“Oh bueno, debo irme, voy tarde para cenar. ¡Diviértete!” Taemin se despidió, apresurándose al otro lado del cuarto, el vidente sonriéndole, dándole una mirada de orgullo.

 

“Eres atroz, Minnie.” Key susurro, conteniendo una carcajada.

 

El joven sonrió, encogiéndose de hombros. “Funciono, vamos, solo mo-”

 

“¡Señor! Se le cayó su-” la voz del soldado se oyó de nuevo, a unos metros de ellos, sosteniendo uno de los muchos brazaletes de Taemin.

 

Key se congelo, sus ojos sobre la bestia, Jonghyun mirando al soldado, el hombro palideció repentinamente retrocediendo..

Profundos, ojos negros, tan oscuros como las plumas de los cuervos, tan oscuros como la corrupción misma e irises plateados, como la brillante luna en el cielo nocturno, encontrándose lentamente con los ojos del soldado, cruzando miradas.

Los ojos de lo corrupto.

Los ojos que todos temían ver.

Los ojos de una bestia.

 

Había…una bestia en la mansión.

 

“¡B…B-BESTIA!”

 

Bueno…mierda.

 

 

 

 

 

“No sé porque nos pregunta estas cosas, Amo Lee.” Una mujer en sus treintas habló, rompiendo la tensión. “Nunca hemos rechazado a nadie antes. Siempre hemos recibido a los nuevos miembros y nos hemos ocupado de ellos como familia.” Señalo, ganando muchos sonidos de aprobación.

 

“Lo sé, lo sé…” Onew sonrió brevemente, cruzando miradas con el alto guardaespaldas en la puerta, Minho bajando la mirada, obviamente en contra de la decisión del líder. Suspirando, el líder continúo. “El problema es…que tal vez esta…persona no será tan fácil de aceptar como el resto de ustedes.”

 

Con eso, los miembros del clan compartieron miradas preocupadas y curiosas entre ellos, otros empezaron a murmurar.

 

Observando el caos crecer silenciosamente, el señor gordo soltó una carcajada, ganándose la atención de todos. “¡Estoy seguro que no puede ser tan malo..!” dijo cuando todo el clan estuvo en silencio. “¡No es como que el chico fuera una bestia!” rio de nuevo esta vez más fuerte el clan uniéndosele.

 

Minho levantó la mirada, inspeccionando al líder que no lucia nada entretenido, su expresión era seria.

Esto era una locura. El líder nunca debió aceptar una cosa así. No por Kibum, no por nadie.

Cometer el mismo error dos veces era estúpido.

Pensó que el líder había aprendido. Pensó que las consecuencias habían sido bastante duras para que actuara racionalmente…y aun así…

Estaba pasando. Estaba pasando de nuevo.

No podía entender…por qué.

Por qué…después de tantos años...

 

Viendo los rostros sonrientes en la mesa, el guardaespaldas frunció el ceño. Había dos sillas vacias, La de Kibum…y Lee Taemin.

Ese mocoso era el culpable de todo.

Ese…mocoso busca problemas tenía más poder sobre el líder de lo que pensaba. Era su culpa.

No era nada más que un niño, un ignorante niño que no sabía de la vida. No había estado ahí; no lo veía como él.

 

Esta era la ruina.

Era como poner leña bajo la cama para que ardiera mientras dormías.

Era...un error.

Y viendo a los ojos del líder…sabía eso también.

 

“¡B…B-BESTIA!”

 

 

 

 

 

 

“¡No hagas eso! ¡DETENTE!” Taemin gritó cuando la habitación se vio llena de soldados, sus armas apuntando directamente a la bestia, quien reconoció eran las que le habían causado tanto dolor antes.

 

Era instintivo y Key lo sabía.

Jonghyun no era tan salvaje como había pensado. Solo actuaba en defensa propia, lastimando a quien lo lastimara. Y apuntarle con armas era…algo que sabía que alteraba a la bestia.

 

Irises plateados brillaron por el coraje, la bestia gruñendo fuertemente, mostrando sus colmillos como advertencia.

Key podía verlo, el terror en los rostros de los soldados, muchos de ellos nunca habían visto a una bestia antes.

 

“¡Protejan al joven amo!” Alguien gritó, el brazo de Taemin siendo agarrado rápidamente, el chico jadeando sorprendido al ser forzado, un hombre llevándolo lejos.

 

“¡Suéltame! ¡¿Qué estas haciendo?! ¡¡¡SUELTAME!!!” Key oyó al maknae gritar, Jonghyun gruñendo enojado a su lado, sus garras soltando el objeto que tanto había cuidado, ambos el bote y tenedor golpeando el piso, el frasco rodando a los pies del vidente.

 

Key jadeo cuando Jonghyun dio un paso adelante, agitado por los gritos de Taemin. “No.” Susurró a la bestia, presionando una mano en el pecho del castaño, empujándolo. “no lo hagas.”

 

“¡MATENLO!”

 

Oscuros cafés brillaron a un color dorado, los ojos de Key fijados en los cuatro soldados que empezaron a acercarse, las armas apuntando no a él sino a la bestia detrás de él en posición de ataque, ignorando sus órdenes.

 

No podía.

No podía dejar a Jonghyun atacar.

Si lo hacía…no habría vuelta atrás.

Tenía que protegerlo.

Pelear por él.

 

El vampiro pateó el frasco a sus pies haciendo que se rompiera, explotando en una nube de polvo, haciendo a los hombres gritar; los soldados soltando sus armas y cubriendo sus rostros.

 

“¡Aléjense!” Key gritó, los cuatro temporalmente ciegos hombres retrocedieron inmediatamente, los demás mirándolo sorprendidos, confundidos por estar protegiendo a semejante criatura. “¡Aléjense se los advierto! ¡Si alguien se atreve a lastimarlo se la verán conmigo Gritó, sus manos volando a su cintura en busca de su arma, sus dedos encontrando solo aire.

 

Joder.

¡Ni siquiera estaba armado..!

 

“¡¿Qué está pasando aquí?!” Se oyó una fuerte voz, el comandante Kwan alejando a los guardias de su camino, entrando al circula, sus ojos abriéndose ante la vista. “¿qué…? ¡¿cómo..?!”

 

“¡Comandante, le ruego que aleje a sus hombres!” Key gritó, sus brazos abiertos como escudo, presionando su espalda contra el pecho de Jonghyun, forzándolo a quedarse detrás. “¡No es peligroso si no le dan razones para serlo!”

 

“¿Estás loco, Kibum?!” gritó el hombre mayor. “¡Alejate de esa cosa! ¡¿Qué está mal contigo?!”

 

“¡Tengo esto bajo control, creeme!” el vidente grito, sintiendo a la bestia presionarse más contra él, gruñendo cerca de su oído. “¡Por favor, diga a sus hombre que suelten sus armas! ¡No atacara si lo hacen!”

 

Sacudiendo la cabeza, los ojos del comandante se abrieron por la incredulidad, mirando la cara enojada de la bestia, sus poderosas y peligrosas garras a la vista. “¡Creo que has perdido la cabeza..! ¡Dame eso!” siseó, tomando el arma de un soldado.

 

“¡Comandante, se lo ruego-!” Key gritó alarmado, su corazón latiendo como loco al ver la arma apuntar hacia él.

 

¡No lo podía creer…!

¡Iba a dispararle!

¡El comandante iba a dispararle para matar Jonghyun…!

 

“Comandante Kwan, por favor baje el arma.”

 

Los ojos de Key se abrieron, ojos dorados buscando al dueño de la voz. Su cabeza giro a la izquierda donde Lee Jinki estaba entrando al salón con pasos calmados, Minho detrás de él, ambos seguidos por el clan quienes observaron a la bestia en shock, las madres ocultando rápidamente a sus hijos.

 

Aun sosteniendo el arma, con un ojo cerrado y un dedo en el gatillo, el viejo comandante gruño enojado. “¡Kim Kibum nos ha traicionado, Señor! ¡Trajo a una bestia!” Reportó, sus ojos nunca dejando el objetivo.

 

Sus labios volvieron a abrirse para hablar, oscuros ojos sobre el comandante. “No te lo voy a pedir de nuevo, suelta tu arma por favor.” Dijo en un calmado, pero aun así firme tono, oscuros ojos cambiando a un azul hielo, haciendo que el hombre bajara la mirada derrotado, bajando su brazo lentamente junto con el arma. “Todos ustedes.” añadió, mirando rápidamente a los soldados.

 

“¡Esto…esto no está bien!” el comandante Kwan grito regresando el arma a su dueño, cada soldado bajando las armas a sus pies. “¡No sé qué está pasando aquí, pero debe haber una muy buena jodida razón para no matarlo, o que Dios me castigue, arrancaré su piel con mis propias manos si es necesario!”

 

Argh.

No podía oírlo. Podía oír al capitán hablar pero…no había voz.

Un murmuro, un susurro…

Algo estaba mal…algo estaba…a punto de suceder.

Cerrando sus ojos, Key vio un flash blanco, una imagen formándose lentamente entre sombras grises, colores emergiendo lentamente.

Era borroso, oscuro pero…

 

Un hombre. Un hombre alrededor de sus veintes, tal vez de la misma edad que él.

Pómulos alto y una nariz puntiaguda...

Estaba…vistiendo un uniforme…un uniforme muy familiar...

 

“Mi hermano…fue asesinado por una bestia…” la voz del hombre murmuro disgustado, haciendo eco dentro de su mente, combinado con los fuertes gritos del comandante. “¡Criaturas inmundas…! ¡Si nadie más lo hace…lo hare yo!”

 

Despertando de su trance con un silencioso jadeo, ojos dorados se abrieron rápidamente, su pie automáticamente sobre el tenedor que había tirado Jonghyun, el utensilio metálico elevándose en el aire por la presión, la bota de Key encontrándolo de nuevo, pateándolo fuerte.

 

Tomo un corto segundo.

 

UN flash plateado corto el aire, el tenedor siendo lanzado con fuerza en dirección a los guardias. Algunos gritaron asustados, el tenedor clavándose en una mano levantada que sostenía un cuchillo, enterrándose en la piel del soldado.

Soltando un grito de dolor, el hombre soltó el cuchillo, su otra mano sosteniendo su muñeca, la sangre emergiendo por las cuatro perforaciones del tenedor, el utensilio metalico aun atorado en su palma.

 

Algunos jadearon, y Key pudo oír a una niña pequeña gritar, su madre tomándola rápidamente y cubriendo sus ojos.

 

“¡Atacaste a los tuyos..!” El comandante Kwan lo acuso, mirándolo horrorizado, otros soldados corriendo hacia el herido.

 

“¡Iba a atacarlo!” Key se defendió, apuntando a la bestia a su lado quien estaba callada pero observando, la mano de su amo tomando la suya, apretándola suavemente.

 

La bestia dejo que el rubio se encargara, confiando en el dueño de esa cálida y cómoda mano cubriendo la suya. Esa era probablemente una de las primeras cosas que Key le había enseñado y el vampiro no podía estar más que encantado de que lo hubiera entendido tan bien.

Era una señal; era su forma de decirle a Jonghyun que no le preocupara, que lo dejara resolver el problema y que especialmente, se quedará calmado, que no atacara.

 

Key podía ver y sentir que el moreno estaba teniendo problemas para seguir sus advertencias, sus ojos saltando a cada persona en el cuarto, su pecho subiendo y bajando rápidamente contra su espalda por la ansiedad, sus labios semi abiertos dejando salir respiraciones rápidas; sin embargo, se esforzaba en mantenerse calmado, su mano con garras apretando la suya como para distraerse, para saber que el rubio estaba con él. Que no estaba solo, que estaba a salvo.

 

Después de una semana de no haber visto a alguien excepto a él, Minho, Taemin u Onew, era normal que estuviera tan nervioso alrededor de tanta gente. Especialmente cuando esas personas tenían armas y lo estaban mirando de una manera poca amigable.

 

“¡Claro que iba a matarlo!” El comandante Kwan exploto de nuevo, Key respirando profundamente para tranquilizarse, tratando de no pasar su enojo a Jonghyun por la conexión. “¡¿Has olvidado tu lugar?! ¡¿Tu trabajo en el clan?! ¡Tú MATAS bestias!” el hombre gritó, su cara roja por la furia, las venas de su cuello saltando peligrosamente.

 

“SUFICIENTE.” El líder levanto repentinamente la voz, el ruido del cuarto muriendo mientras caminaba al centro del cuarto, parándose entre el vidente y el comandante. “Kim Jonghyun no es cualquier bestia.” Empezó, su tono increíblemente calmado y suave.

 

Intercambiando miradas confusas y sorprendidas, el clan empezó a susurrar entre ellos, una mujer mayor dando un paso hacia el líder alarmado. “¿Por ‘Kim’…quiere decir...?” Murmuró horrorizada, sus ojos cayendo sobre el vidente antes de sacudir la cabeza sin creerlo. “No...eso es imposible...”

 

“Amo Lee, ¿usted ciertamente no se refiere a..?” otra mujer, esta vez más joven, apunto a Key, todos sosteniendo su respiración, las manos en sus bocas, esperando una respuesta.

 

Viendo al vidente rápidamente, Onew asintió, oyendo una ola de jadeos alrededor de él. “Kim Jonghyun, la bestia es en efecto el protegido de Key. Él le ha dado su sangre y apellido.” Confirmó, Minho sacudió la cabeza frunciendo el ceño disgustado, mirando al piso.

 

“¡Este es…el miembro del que estabas hablando..!” Hyo Jin, la adolescente rubia hablo, sus ojos cayendo en la figura de la bestia, retirando rápidamente la mirada como si estuviera asustada de encontrarse con sus ojos. Su madre pasando un brazo por sus hombros, presionando a su hija contra ella.

 

“¡Es imposible..! ¡Es una locura! ¡No puedo creer que nos haya comprado con una bestia!” la chica grito, insultada. “¡No puede ser enserio! ¡Esto quiebra cientos de reglas y crímenes! ¡Esto es impensable!”

 

“¿Dónde está Taemin?” Onew ignoro los gritos de la mujer, mirando directamente a Key.

 

“Se lo llevaron.” El rubio contesto con una débil y cansada voz, su mano alrededor de la de Jonghyun, sintiendo a la bestia gruñir molesto, los gritos irritándolo demasiado para soportarlos.

 

“Tráiganlo.” El líder miro a Minho, el más alto asintió antes de desaparecer entre la gente.

 

“Es imposible. No puede ser un protegido. ¡¡¡Es imposible!!! ¡Ninguna bestia puede ser el protegido de alguien! ¡Ellos no se…se alimentan de nadie! ¡Ellos comen personas!” el viejo comandante, continuó, escupiendo las palabras enojado. “¡Lo he visto pasar! No hay forma-”

 

“¿Ha atacado a alguien en la mansión, Comandante Kwan?” Onew pregunto con una calmada, melódica voz, sus ojos levantándose para encontrarse con los del comandante.

 

El hombre de cabello gris se quedó callado, mirando intensamente al líder antes de sacudir la cabeza, su voz baja. “No Señor, fue Kibum quien-”

 

“Un amo defendiendo a su protegido, eso es lo que han visto. No hay nada tan natural como eso.” Onew interrumpió, apuntando al soldado en el rincón de la habitación que estaba rodeado por dos personad, sus ropas ensangrentadas, el tenedor aun clavado dolorosamente en su piel. “El joven había sido advertido; se lastimo bajo su propio riesgo. Todos saben que lo más tonto que puedes hacer es atacar a un protegido frente a su amo.”

 

“¡¿Estas de su lado?!” el comandante jadeo, sacudiendo la cabeza sin creerlo. “¿Estas defendiendo…eso?!” señalo a la bestia, perforantes ojos plateados mirándolo.

 

“Defiendo mis propias ideas, Comandante Kwan.” Onew habló, su voz volviéndose profunda. “Ningún amo se quedaría quiero cuando la vida de su protegido está siendo amenazada. Kibum no hubiera podido evitarlo. Y por lo que se…untenedor no va a matarlo.” Siseó, miro a los dos soldados que estaban apoyando al herido. “¿Qué están esperando? Llévenlo a la enfermería.”

 

Asintiendo rápidamente, el hombre herido, quien se había dejado caer inconsciente, fue sacado del salón, Onew sacudiendo su cabeza decepcionado. “Desmayarse por una pequeña cortada. ¿Estos son los tipos de hombres que tengo que defender en mi casa?” preguntó, volteándose hacia los otros soldados, cruzando miradas. “¡¿Alguno de ustedes también está asustado de ver alguna cortada?!”

 

Todos en el cuarto se quedaron callados; los soldados se congelaron, mirando el piso nerviosamente.

Onew no era alguien que tratara directamente con los soldados; estar tan cerca de él era tan malo como hablar directo con la reina de Inglaterra, y una muy enojada reina.

La tensión era casi palpable y Key no podía evitar sentir las docenas de ojos sobre ellos, quemando su piel, el clan entero juzgándolo.

 

Rompiendo el silencio, Onew a unos soldados. “Ustedes dos, a sus precias posiciones. Todos los demás fuera. La fiesta se acabó.” Ordeno, los soldados formándose rápidamente para salir.

 

Mientras los soldados salían, rápidos y fuertes pasos se oyeron en las escaleras, Taemin corriendo con cara preocupada, empujando a la gente hasta llegar al lado de su ex tutor. Dio a  Key una mirada preocupada, el otro contesto con una sonrisa como diciéndole que nadie estaba herido.

 

“Tae.” Onew lo llamó, el maknae miro sobre su hombro y asintió, yendo rápidamente a su lado, la mano del líder cayendo sobre su hombro de manera posesiva, Minho uniéndose lentamente al clan.

 

Suspirando aliviado de que ya no había armas, Key miro sobre su hombro, apretando la mano de la bestia, los negros ojos de Jonghyun encontrándose con los suyos.

Las cosas…tenían que mejorar.

La situación era mala, sí. Terriblemente mala.

Nadie quería aceptar a una bestia en el clan y no ´podía culparlos porque él tampoco lo hubiera aceptado si hubiera estado en sus zapatos pero…tenían que.

Jinki era…muy influente. Sabía como usar las palabras y ahora, él era su única esperanza.

Forzando sus labios a curvarse un poco, el rubio le dio su mejor sonrisa a la bestia, las cejas del otro relajándose, sus propios labios creando una sonrisa.

Jinki…tenía que ganar esta batalla.

Tenía que.

 

“La conexión  entre Amo y Protegido puede ser más fuerte de lo que dice en los libros.” El líder inspecciono al clan, su voz tranquila y profunda, su mano masajeando lentamente el hombro de Taemin. “Mucho de ustedes no tienen un protegido, y algunos nunca han conocido a su amo o creado un lazo con ellos, así que no lo saben, nunca lo han sentido...” su mirada cayó sobre algunos hombres que bajaron su mirada inmediatamente. “Sin embargo, puedo asegurarles que la conexión trabaja diferente entre cada persona, dependiendo de su personalidad, en su fuerza interior y alma. Un protegido puedo, con o sin el apoyo de su amo volverse fuerte. No son débiles al menos que su propia mente les diga lo contrario.” Miró abajo, el maknae sonriéndole.

 

Levantando sus ojos, Key miro al comandante, los ojos del hombre cerrados como si luchara contra un dolor de cabeza, soltando forzadas y fuertes respiraciones, sus manos moviéndose constantemente en un tick nervioso. Estaba enojado, incluso furioso.

No iba a ser fácil convencerlos.

 

“Algunos de ellos pueden sobrevivir sin una conexión, aprenden como crecer y caminar solos. Un camino solitario y peligroso, pero lo más fácil para volverse poderosos.” Onew continuó, algunos miembros asintiendo, reconociendo su propia historia en sus palabras. “Algunos pueden apoyarse en sus amos y crear una familia, atmosfera confortable, ser enseñados y apoyados hasta que crean que es suficiente… y algunos solo tienen que pegarse a sus amos, creando lazos más fuertes. La tercera categoría es rara y me temo que nuestro vidente está en ella.” El líder poso sus ojos en su amigo, Jonghyun viendo sobre su hombro, mirándolo sospechosamente. “Kibum…iba a matar a la bestia cuando la encontró.”

 

“¿Por qué no lo hizo?” el comandante hablo de nuevo; se recargo en la pared, cruzando sus brazos.

 

“No me ataco.” Key dijo simplemente, mirando desafiantemente al hombre, mostrando que no estaba asustado de las consecuencias, que estaba seguro de si mismo. Lo último que necesitaba mostrar al clan era inseguridad; necesitaba mostrarse fuerte, Jonghyun necesitaba que se enfrentara por él.

 

Antes de que el viejo soldado pudiera hablar de nuevo, Onew dio un paso adelante, todas las miradas sobre él de nuevo. “Como Kibum me dijo previamente, la bestia estaba realmente herida, evitando que cazara. No había tenido su primer trago de sangre y estaba muriendo… Kibum decidió darle su sangre y alimentar a la bestia, incluso sin saber que reacción tendría.” explico, Key asintiendo.

 

“¿Por qué? ¿Por qué hiciste algo así?” Una mujer mayor pregunto. 

Key parpadeo.

¿Por qué hizo algo así? ¿Por qué arriesgo su vida por la bestia?

Había pensado sobre eso tantas veces y aun así…

 

“No…no lo sé.” El rubio contesto honestamente, una pequeña sonrisa escapando de sus labios. “Lucia…perdido. Sus ojos no tenían malicia u odio…” Key confeso, una pequeña risa eructando de su garganta por el recuerdo. “Se veía tan asustado como yo estaba.”

 

La mujer asintió, sus ojos volteándose lentamente a la bestia, el hombre aun pegado a su amo, sus ojos moviéndose en diferentes direcciones, observando el área cuidadosamente.

Key trago saliva, cruzando miradas con Taemin, el maknae mirándolo nerviosamente. Sabía que no iba a ser fácil…pero la espera lo estaba matando.

 

“¡Amo Lee..! ¡Esto es ridículo…!” un hombre hablo, rompiendo el silencio. “¡Ningún vampiro ha alimentado a una bestia antes! ¡Ninguna criatura puede ser un protegido”

 

Onew sonrió, mirando alrededor. “¿Ve a alguien muerto?”

 

EL hombre lo miro sorprendido. “No, pero-”

 

“Kibum tiene control sobre la bestia. Lo he visto.” Lo interrumpió. “su sangre, de alguna forma, incluso si él es clase B, fue suficientemente fuerte para mantenerlo sano. Jonghyun…nunca ha tomado sangre humana. ¿estoy en lo correcto, Kibum?” miro a su amigo, el vidente asintiendo rápidamente.

 

El comandante frunció el ceño, haciendo una cara antes de hablar. “No tiene sentido. Las bestias se alimentan de-”

 

“Sangre humana, si.” Onew sonrió. “También había creído eso, hasta ahora.”

 

“Si no se está alimentando de sangre humana…” otro hombre hablo, apuntando a la bestia. “¿Cómo es que sigue vivo?”

 

“Puedo explicar eso.” Key habló antes de que el líder pudiera hacerlo, dando dos pasos adelante, sus ojos abriéndose al ver al clan jadear, todos retrocediendo. Confundido, el rubio miro sobre su hombro, Jonghyun lo había seguido.

 

¿estaban tan asustados?

Mirando la mirada alarmada que le daban a su protegido, Key sacudió la cabeza. “No deben asustarse. él…tan raro como suene, es amigable.” Les dijo, recibiendo, indecisas, incrédulas miradas a cambio.

 

Key mordió su labio. Claro que nunca le creerían. ¿Qué estaba pensando?

 

“Huumm...” Oyó a Jonghyun detrás de él, negros ojos mirándolo preocupados, su mano tomando la suya de nuevo, apretándola más que antes.

 

El clan los miro, la mayoría de ellos, horrorizados ante el lloriqueo de la bestia, jalando a Key hacia él, asustado de que su amo dejara su lado.

Era más que obvio. Ahí, ante los ojos de todo, la bestia bajo su cabeza, jalando la mano de Key hacia él, haciendo al rubio retroceder, ojos plateados encontrándose con unos dorados.

La bestia estaba asustada. Intimidada.

 

“Esto es…imposible...” el comandante dijo entre dientes, sacudiendo su cabeza. 

Sonriéndole al moreno, masajeando la mano del otro con su pulgar, Key levanto la mirada, viendo al sorprendido clan, respirando antes de hablar. “Jonghyun de hecho, nunca se le ha dado sangre humana, Ino quiero arriesgarme a que pierda la cabeza así que le di…sangre de vampiro. Mi-”

 

“¡¿Sangre de vampiro?!” una mujer grito, volteando hacia el líder. “¡Amo Lee! Con todo respeto, ¡¿quiere que estemos tranquilos cuando esa cosa se alimenta de nosotros?!”

 

“No me dejo terminar.” Key interrumpió, intentando no mirar a la mujer. “Si él bebe sangre de vampiro, pero no cualquier sangre. Por alguna razón…solo bebe de mí. I intente alimentarlo con paquetes de sangre pero…los rechazo. Él…lo escupió de hecho.”

 

El silencio reino de nuevo, el clan intercambiando miradas confusas, susurrando entre ellos. “¿Nos estas diciendo…que se alimenta de ti...solamente?”  una mujer pregunto.

 

Key asintió. “Si. I Todavía no sé porque, pero es la verdad. Es inofensivo. Como dije antes…solo ataca si lo atacan primero. Mientras-”

 

“¿Una bestia…inofensiva?” el comandante dijo sarcásticamente. “¿te has vuelto loco, Kim? ¿has olvidado a cuantas has matado antes? ¡¿a cuantos han asesinado?!” gritó.

 

“¡No estoy protegiendo a todas las bestias, Comandante!” Key gritó, suavizando su voz al oir un gruñido detrás de él. “Conozco mi trabajo; Sé lo cruel, irracionales y desalmadas que son.”

 

“¡Bien! ¡Eso es un comienzo!” el hombre aplaudió sarcásticamente.

 

“Pero Jjong es diferente.” Key continuo, sus ojos nunca dejando los del comandante. “Él es especial. Nunca me lo hubiera quedado si no estuviera seguro de eso. Nunca pondría en peligro al clan. Onew-hyung nunca lo dejaría quedarse si fuera peligroso.” Añadió mirando al clan, asegurándose de que todos lo escucharan. “No me voy a rendir con él. Iba a dejar el clan, estaba listo para eso.” confeso, haciendo que lo miraran sorprendidos. “fueron ambos Taemin y Onew-hyung que hicieron que me quedara. Ni siquiera me iba a molestar en pedirles que lo dejaran entrar. Se las consecuencias y riesgos...” dijo en voz baja, sin saber si creer en el clan o no.

 

Nunca debió haber aceptado esto.

Era inútil.

Después de todo lo que habían ducho, después de haberlos oído …¡Nada era suficiente para convencerlos! ¡¿Por qué era tan difícil creer?!

¡Jonghyun estaba ahí, callado y tranquilo! ¡No estaba mordiendo a nadie o gruñendo!

Era inútil…sabía que lo era.

Solo alguien tan loco y amable como Onew o Taemin podrían creer que era posible conservar a una bestia. Minho…había esta en lo correcto. Solo era cuestión de tiempo.

Nunca debió haber dejado sus esperanzas crecer tanto...

 

“chico, morirías sin ningún clan.” Una mujer señalo en voz baja-

 

“Lo sé,” el vampiro sonrió. “pero al menos moriría sin arrepentirme.” Siguió sonriendo, mirando al suelo, sus ojos ardían y su pecho dolía.

 

¿Dios…que era? ¿una mujer embarazada?

¿Por qué le dolía tanto la simple posibilidad de que Jonghyun muriera? ¡Una semana! ¡Solo lo había conocido una semana y la bestia tenía más poder sobre él que cualquier persona..!

 

“¡Key..!” Una rasposa, pero aun así preocupada voz lo llamo. El rubio se voltio para encontrarse con unos ojos como de cachorro, el más bajito mirándolo preocupado antes de alcanzar su rostro, sus nudillos acariciando su piel, limpiando una lagrima. “Mal.”

 

Parpadeando, el vidente miro a la bestia sorprendido.

¿Mal? ¿Jonghyun estaba diciéndole…que no llorara?

¡si…eso debía ser..! Estaba…regañamdolo.

Apenas y conocía palabras y aun así…estaba esforzándose para unirlas, para ser entendido.

Ignorando los jadeos, murmullos y comentarios alrededor de él, Key no puedo evitar sonreír, olvidando su tristeza, un agradable y cálido sentimiento llenándolo.

 

Taemin rio,  esto era.

Kim Jonghyun y Kim Kibum lo habían logrado.

Caos.

Dos simples palabras habían logrado volver loco al clan.

Estaba discutiendo.

Estaban discutiendo…era porque estaban re-evaluando la situación, y si estaban haciendo eso…era porque había una oportunidad.

 

“Hyung…” Taemin lo llamo, sonriendo al mayor que lo miro, asintiendo con una leve sonrisa. Si. Si había una oportunidad.

 

“¡HABLO! ¡¿Habían oído a una bestia hablar antes?!” alguien gritó, los ojos de Jonghyun abriéndose alarmados, la mezcla de sonidos demasiado fuertes para soportarlos.

 

“Joder...” Key maldijo, viendo a la bestia retroceder, las manos en sus oídos, frunciendo el ceño, gruñendo adolorido. “¡Jinki!” lo llamó, viendo a su amigo alarmado mientras se acercaba a su protegido, intentando calmarlo.

 

Se había olvidado.

No podía creer que se había olvidado.

Jonghyun se había convertido hace apenas una semana; todavía estaba adolorido, todavía se estaba acostumbrando a su poder auditivo. Cualquier ruido fuerte seria doloroso.

Recordaba como Taemin había sufrido con eso, pasando casi dos semanas encerrado en su cuarto, no queriendo salir por los sonidos.

 

“¡Arrghhhh!” Jonghyun gruño fuerte, cerrando sus ojos por el dolor, caminando hacia atrás hasta chocar con la pared, intentando crear distancia entre el ruido y él.

 

“¡Caballero, mis damas, por favor!” Onew gritó, el silencio volviendo poco a poco, Taemin a su lado mirando a Key preocupado mientras su amigo seguía a la bestia, intentando calmarlo.

 

Mordiendo su labio, pálidas manos tomaron unas morenas, el vidente acariciándolas suavemente hasta que Jonghyun abrió sus ojos de nuevo. “Está bien…mejoraras...” murmuro, quitando lentamente las manos de la bestia de sus oídos, remplazándolas con las suyas, acariciándolas suavemente, el otro hombre relajándose, dejándose llevar por el tacto.

 

Lo sacaría de ahí.

No podía arriesgar a que se enojara por el ruido y echara por la borda todo el trabajo...

 

“Key hyung le ha enseñado algunas palabras. Ha probado ser bastante racionas. Hyung dice que también tiene interés en aprender.” Key oyó al maknae hablar del otro lado del cuarto, su voz llena de confianza.

 

“¿aprender..?” alguien pregunto, el vidente oyendo cuidadosamente acariciando el dolor de la bestia lejos, sus ojos nunca dejando su cara, buscando nuevas reacciones. Era graciosa…también le había hecho eso a Taemin… ¿Cómo es que siempre terminaba siendo una enfermera?

 

“se que me arrepentiré de preguntar esto…+pero cuanto tiempo ha estado ente nosotros?” Key reconoció la voz del comandante.

 

“ha estado encerrado en las mazmorras una semana. Con mi permiso, siendo observado.” Onew habló.

 

“¡Una semana bajo nuestro techo..!” se oyó una voz.

 

Suspirando, el rubio dejo que su mano resbalara del oído de la bestia, acariciando su mejilla, tratando de llamar su atención. “¿estas bien ahora?” murmuro. Bojos nergros con lunas plateadas se abrieron observándolo. “¿bien?” intento, los ojos de cachorro de Jonghyun se abrieron al reconocer el sonido, sacudiendo su cabeza inmediatamente.

 

Esta bestia…

Esta bestia iba a ser su muerte,

Sonriendo ampliamente…orgulloso de haberle entendido…Jonghyun era…precioso.

 

Y esta era su única oportunidad para que se quedara.

Su única y última oportunidad.

Tenía que hacer algo.

Tenía que.

 

“Lo que creemos…que mientras no se alimente de sangre humana crecerá racional, más humano.” Taemin dio un paso adelante, haciendo que los demás lo oyeran. “Ya ha demostrado tener sentimientos. Han tenido pruebas de que es amigable. Cualquier otra bestia hubiera atacado en el segundo que hubiera visto algo moverse. Solo ataca en defensa propia.” El maknae explico, con una mirada seria. “han visto lo imposible pasar hoy. ¡¿Qué más necesitan ver?!”

 

“Tae,” Onew lo llamo, dándole una mirada de advertencia, una señal para que se calmara. Sonar tan desesperados no serviría.

 

“No es tan simple, joven Master.” Una mujer mayor lo miro con lastima “hay cosas que simplemente no-”

 

Por favor.”

 

Taemin, quien estaba a punto de hablar, se voltio rápidamente, su ex-tutor acercándose lentamente, sus facciones usualmente frías y fuertes ahora estaban remplazadas por una miraba deplorable, sus ojos brillando.

 

“Sé que esto está mal a los ojos de todos…” Key admitió; tragándose su orgullo, sin importar que todos pudieran ver sus desesperadas lagrimas rodar oír su cara, sus ojos en el piso. “..pero denle una oportunidad. Es lo único que pido. Por favor.” rogo, inclinándose, luchando la urgencia de sollozar, su garganta ardía.

 

Cerrando sus ojos, Key espero.

No quería ver.

Tampoco podía esperar.

Quería una respuesta.

Era simple: si o no. Nada más.

Tenia que acabar con ambos, su sufrimiento y el de Jonghyun.

No podía -

 

De repente, una ola de jadeos se oyó, forzando a Key fuera de sus pensamientos. El vidente abrió sus ojos confundido al ver otro par de zapatos a su lado.

Levantando la cabeza, ojos felinos se abrieron sorprendidos, Jonghyun haciendo una reverencia a su lado.

 

“¡Jjong..!” el rubio no pudo evitar jadear.

 

“¡Hizo una reverencia…!” alguien dijo sorprendido, la bestia levantando la mirada, sonriéndole a su amo.

 

Levantándose rápidamente, Jonghyun imitándolo, Key enfrento al clan, sus caras no tenían precio.

 

“Argh…Jjong ha estado copiando cada movimiento que hago desde que me conoció.” El vidente les explico. “está ansioso por aprender así-”

 

“ante mis ojos…una bestia se inclinó…ante mis ojos...” una mujer de edad media jadeo de forma cómica, Taemin ocultando su rostro en la espalda de Onew, teniendo un ataque de risa, el líder lo miro desaprobatoriamente antes de que una risa escapara de sus labios, cubriéndola con su mano, intentando lucir serio.

 

“me temo que debo interrumpir por un momento,” Onew camino hacia la multitud, dejando a un Taemin sonriente descubierto, el maknae presionando su mano en su boca rápidamente. “y pedirles que continuemos esto en el lugar destinado. Veo que los niños se están cansando de estar parados tanto tiempo.” sonrió. “Minho, por favor.”

 

El más alto asintió, abriendo rápidamente las puestas del comedor, guando al clan dentro.

 

 “Y tú, Kibum…” Onew se volteó, sonriendo a su amigo. “Ve a tu cuarto, luces cansado.”

 

Los ojos del vidente se abrieron.

 

¡¿Quería que se fuera?!

¡No, no, no..! ¡Esto todavía no acababa!

¡Tenía que saber cómo terminaría esto!

 

“¿qué? Pero yo-” protesto, callándose cuando el líder levanto una mano.

 

“Toma a tu protegido contigo y vete. Ya tienes las llaves.” sonrió, dándole la espalda antes de que pudiera decir otra cosa, entrando al comedor con el clan.

 

“¡Pero, hyung!” Key se quejó, sorprendiéndose al sentir una mano en su espalda, empujándolo hacia las escaleras.

 

“¡Solo veeeee!” Taemin siseó, forzándolo a subir al primer escalón, Jonghyun siguiéndolo. “No te preocupes hyung. Si amo te pide que te vayas…es porque el clan ya está convencido. Confía en é.”

                                                                         

Key soltó un bufido enojado. “¿Cómo sabes eso? ¡Tengo que estar ahí! Soy yo quien-”

 

“¡Confía en mi!” el joven empujo al rubio de nuevo. “¡Dejanos encargarnos ahora, hyung!”

 

“¿nosotros?” el vidente repitió.

 

Sonriendo, el maknae asintió. ¡Claro! ¡Me esforzare por ayudar! I ¡He visto muchas cosas de las que puedo hablarles! Lo aceptaran, hyung, sé que lo harán.” Asintió, sonriéndole.

 

“Minnie…” Key suspiro, sacudiendo la cabeza. ¡El chico era muy inocente..! las cosas no eran tan fácil a como las hacía sonar... “Mira, nosotros-”

 

“¡Fighting!” el joven gritó repentinamente, levantando su puño en el aire antes de correr, entrando al comedor, las puertas cerrándose lentamente, Minho mirando al vidente una última vez antes de cerrarla.

 

No tenía otra opción más que esperar,  Key suspiro, sus ojos sobre las puertas del cuarto más caro de la mansión.

Ese cuarto sostenía su futuro...

Onew y Taemin…no tenía más opción que dejar su destino en sus manos. No era algo facil de hacer pero…confiaba en ellos.

Tenía que confiar en ellos.

 

sonriendo, el vidente asintió, levantando su puño en el aire. “Fighting...”

 

“¡F-f..! Fiih...” una voz a su lado balbuceó. Key miro sobre su hombro, Jonghyun imitando su gesto, puño levantado, intentando copiar la palabra.

 

Rodando los ojos, Key rio, empujando a la bestia juguetonamente. “Oh callate, eso es demasiado complicado para ti!” se rio, volteando a las escaleras frente a él. “Vamos."


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