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The Beast~ La Bestia por Uchiha-Estefi

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Notas del capitulo:

Holi

¡Feliz año nuevo a todos! ¿cómo se la pasaron?

Actualizo hasta ahora porque debido a las fechas y que estoy fuera de mi ciudad se me complico traducir, pero aquí esta... espero les guste :)

Dulce Melodía

Un quedo suspiro salio de unos labios rosas; un par de largas piernas cruzadas mientras su dueño se reacomodaba en una silla de plastico.

Tres meses había pasado desde el incidente de la pérdida de sangre.

Tres meses habían pasado desde que el clan había empezado a mirar con odio y aprensión a su protegido, murmuros haciendo eco alrededor de ellos al pasar.

Había pasado exactamente lo que temía. Si la imagen de Jonghyun no era la mejor al entrar al clan, ahora era más que temible, la gente dejando el cuarto en cuanto ellos entraban.

Jonghyun no era estúpido.

Sabía lo que estaba pasando.

Lo sentía.

Sentía el odio, miedo y desconfianza que la gente le tenía, lo veía en sus ojos y acciones.

Era…problematico.

La bestia se esforzaría en ignorarlo, repidamente buscando la sonrisa de Key, sumergiéndose en ella y sonriéndole de regreso, volviéndolo su primera fuente de apoyo.

Sabia que no le gustaba a la gente. Sabía que lucia diferente. Sabía que él era diferente. Lo había visto.

Desde que Jonghyun se había visto en un espejo…e incluso si Key se había esforzado por convencerlo de otra cosa…sabía que la bestia sabía la verdad.

La forma en la que bajaba la mirada cuando la bestia lo miraba, la forma en la que ocultaba sus manos tras su espalda cuando la gente se acercaba… te rompia el corazón.

Jonghyun, Key había aprendido, era un ser muy animado y jugueton. Amaba hacerle bromas, amaba salir y sentir el aire fresco, amaba molestarlo apropósito, sabia que lo perdonaría no importaría que, ya hora…amaba el skinship.

Desde su primera experiencia con los abrazos, la bestia había mostrado signos de que amaba el contacto…pero desde que había aprendido lo que era un beso…la situación había enloquecido.

Aunque el moreno no se podía acercar al clan, los observaba de lejos, viendo a los niños interactuar entre ellos y su familia. Veía a sus mamas besar sus mejillas y cuaquier…cualquier nueva acción era una nueva experiencia para el hombre, Jonghyun queriendo copiarlo inmediatamente.

Key couldn’t help but smile to the memorno podía evitar sonreir por los recuerdos, recordando como Jonghyun en l ventana una tarde; viendo a los niños jugar, corriendo repentinamente hacia él, jalándolo para que Key viera lo que lso niños estaban haciendo, sonriendo y apuntando a los niños que jugaban a las escondidas.

El rubio pensó que su protegido solo quería enseñarle lo que pasaba pero cuando la bestia lo forzó hacia la pared, diciendole ‘habla’…era obvio que también quería que jugara.

No quería culpar a Jonghyun por querer jugar algo así.

El chico había olvidado su pasado. Todo lo que había pertenecido a su infancia había desaparecido. No conocía la diferencia entre las actividades de niños y adultos. No sabia que estaba bien para su edad y que no, asi que cualquier cosa de la que estuviera curioso, lo intentaba al menos una vez.

Pero Key no había olvidado su pasado. Él realemente, realmente, realmente quería objetar a esas peticiones. Quería decir que no, que no iba a hacer algo tan estúpido, tan infantil para su edad...y sin embargo…termino rodando los ojos y volteándose hacia la pared, contando y riendo por el lugar más obvio que Jonghyun podría haberse escondido, bajo la cama.

 

Viendo a alguien tan inocente, ese atractivo jugueton y exotico bajando su cabeza como si el fuera el culpable de lo que fuera…no podía soportarlo.

No era justo.

Si tan solo se quedaran a observarlo un poco mássi tan solo se quedaran en el mismo cuarto para que vieran como era enrealidad Jonghyun, como era él…

 

“¡Mmmh..!”

 

Levantando la mirada, ojos felinos cayendo sobre unos mercurio.

Estaban en el laboratorio para el chequeo de Jonghyun.

Como había prometido, Key no interferiría u objetaria mientras las personas de bata blanca ponían inyecciones o sacaban sangre de su protegido; a cambio de que lo dejrana estar cerca de la bestia, calmandalo cada que le daban algo nuevo.

Incluso si Jonghyun estaba asegurado en la silla, muñecas encadenadas, Key no podía evitar preguntarse si los scientificos le tenían miedo y por eso querían a su amo cerca.

 

“¡Aaarrghhh!”

 

Reaccionando al repentino grito enojado, el vidente se levanto por instinto, acercándose de donde venia.

Viendo a una joven y aun señor examinando los ojos de la bestia, la cabeza de Jonghyun inmovilizada empujando un aparato con una lamparita a su cara, Key sinito su sangre arder, casi tirando al hombre al quitarle el aparato. “Suficiente.”

 

“¡Señor Kim!” el hombre jadeo, al soldado abriri las esposas de la silla, liberando las manos de la criatura. “si no sabemos como funciona la vis-”

 

“¡Te dire como funciona la visión de una bestia!” Key no pudo evitar gritar, volteándose abruptamente. “¡Ellos… no... soportan… la…luz!” dijo las palabras fuerte y claro, Jonghyun parado detrás de él.

 

Viendo al rubio tomar a la bestia de la muñeca y jalarlo a la salida, gente jadeando y haciéndose a un lado a su paso. El hombre paralizado del asombro. “¡Pero-pero-pero..! ¡Señor Kim!” lo llamó, todos parando para ver la escena. “¡No puede solo interrumpir esto!” grito, lanzando su cuaderno al piso enojado. “¡Estamos en el medio de- Señor Kim!”

 

“La hora del juego se acabo. Te veo la próxima semana.” El vidente gritó, sin voltearse al cruzar la puerta, una sonriente bestisa sonriéndole burlonamente antes de seguir a su amo, la boca del scientifico abriéndose por el shock.

 

 

 

 

 

 

Elegantes y largos dedos trabajan sobre blancas y negras teclas presionándolas suavemente ientras el placer lo recorria.

Con ojos cerrados, ojos cerrados, Taemin tomando pequeñas respiraciones, la música invadiendo su mente mientras tocaba el piano.

Lo amaba.

Amaba el piano.

Lambiendo sus labios por un momento, el joven vampiro abrió los ojos por un momento para ver el cielo por la ventana, la amplia ventana dándole una gran vista del jardín.

¿era feliz cierto?

Tenia una familia ahora.

Lee Jinki, su hyung, su amo que lo había salvado de un incendio. Lo había acogido, robado de ls muerte, dándole una 2da oportunidad.

Estaba agradecido, muy agradecido.

 

Sonriendo inconscientemente, el rubio cerro sus ojos de nuevo, tslentosos dedos acelerándose sobre las teclas, acariciándolas casi de una manera viciosa.

Tocar lo hacia sentir…libre.

No era como que no fuera libre. Lo era.

Su amo nunca lo restringuio demasiado. Le dio opciones y caminos a escoger. Nunca decidia por el ni lo forzaba a hacer cosas.

 

Tenía suerte. Tanta suerte de tener como amo a Jinki hyung.

Era amado ahora.

No podía estar más que agradecido de ser aceptado en esa casa, su amo dándole una excelente educación, ldejandolo tomar cualquier clase siempre y cuando fuera en la casa.

No le importaba. Le gustaba de esa forma..

 

Había decidido tomar clases de violin recientemente. Solo necesito decirle a su amo para que el líder le sonriera, despeinara sus cabellos y le dijera a Minho hyung que buscara un maestro.

Estaba consentido. Lo admitia.

¿se sentía culpable? No, ¿Por qué debería?

Si tenia a alguien así, que se preocupaba por él; que hacia cualquier cosa para mantenerlo feliz… ¿Por qué no debería disfrutarlo?

No ser capaz de recordar nada desde la primera vez que abrió los ojos era doloroso. No le gustaba pensar sobre eso. Incluso si se lo preguntaba algunas veces…No le gustaba.

Ahora era Lee Taemin.

Era el protegido de Jinki.

Viva en la mansión Lee y hacia lo que quería. Estudiaba, tocaba los instrumentos, ya le permitían pelear con los otros, tenia con quien hablar, un mejor amigo y un amoroso amo.

No podía pedir más.

 

Sonriendo, el joven adulto dejo que sus dedos acariciaran las teclas del piano, cerrando los ojos sintiendo la música calmarlo, perdido en los sentimientos, sin siquiera sentir la puerta abriendose; un par de ojos cafes mirándolo mientras tocaba.

 

 

 

 

 

“¿Qué sobre el clan Wang, señor?” una genti, femenina voz se escuchaba dentro de la oficina del líder, Onew sentado tras su escritorio; pluma en mano una elegante, alta figura femenina a su lado, un libro de reportes en su mano. “Su pago es altamente inestable. Han pasado su tiempo limite nuevamente.” suspiro. “Es su tercera vez.”

 

Asintiendo, el hombre hizo una señal con su mano, la mujer pasándole rápidamente el libro.

El líder asintió de nuevo regresándole el libro. “Mandales una ultima advertencia.” Deidió.

 

“Muy bien. ¿Cuántos días extras?” la orden tomo su pluma lista para escribir.

 

“Ninguno.” La familiar, clamada voz masculina contesto la mujer levanto la mirada sorprendida.

 

“¿Perdone?” contesto, genuinamente confundida.

 

Dejando de escribir, ojos color chocolate se encontraron con unos negros. “su tiempo limite es hoy, ¿no? Así que deben pagar para media noche. Se acabo el portarse bien.” Onew dijo seriamente.

 

“¿Debo mandarles un mensaje enotonces?” pregunto lista para escribir, su jefe haciendo un bajo sonido de negacion, Onew se concentro en su trabajo de nuevo.

 

“No, no hagas eso.” El líder murmuro. “Quiero…una advertencia solida. Manda Shung y Yoon, ellos darán el mensaje personalmente.”.

 

Asintiendo, la mujer empezó a escribir algo antes de jadear, parpadeando incredulamente.“ Shung y..- Señor, ¿esta diciendo que quiere usar la fuerza?” fruncio el seño.

 

El vampiro la miro con una inocencia falsa. “¿Yo? ¡Oh no…! Pero ellos lo harán.” Agrego, sonriendo, su asistente negó con la cabeza.

 

“Uh. Ya entiendo.” murmuró, levanto la mirada hacia la ventana, sus facciones relajándose.

 

Era un hermoso día.

Había dejado de nevar durante la noche y una fina capa de hielo cubria todo, el cielo pintado de un azul pastel.

Era difícil creer que ya casi era Navidad.

El tiempo realmente volaba…

 

“Por favor ocúpate de esto también, Celia. Me tomare un descanso.” El hombre dijo regresándola a la realidad, tomando algunos papeles.

 

“Muy bien señor.” contestó, viendo a su jefe levantarse de su silla, suspirando aliviado, estirando un poco sus brazos, la mujer no pudo evitar sonreir. “Estoy feliz de verlo tomar ya más descansos, señor. Ha estado encerrado por mucho tiempo. Eso no es saludable.” comentó; Onew la miro sorprendido por su tono preocupada.

 

Sonrió, el hombre asintió tomando su chamarra. “Yo…tengo mucho que pensar sobre este mes.” confesó.

 

“¡Ah! ¡¿EL próximo mes es el aniversario del despertar del joven amo, verdad?!” Celia recordó.

 

Onew asintió sonriendo. “EL tiempo realmente vuela, ¿cierto?”

 

“Oh si lo hace. El Joven Amo a cambiado mucho desde entonces.” Sonrio como si estuviera recordando aslgo. “se veía tan perdido la primera vez que entro a esta oficina. Pareciera que fue ayer. Pobre niño, pasar por el despertar nunca será algo agradable.” suspiro.

 

“Un año.” Onew murmuro parándose frente a la ventana. “ha sido casi un año…¿puedes creerlo?” pregunto, escuchando los tacones de su secretaria acercarse.

 

“Se ha convertido en un gran joven. Debe estar orgulloso de él.” La oyo decir, su voz genti y dulce, flotando con armonia.

 

 “Lo estoy.” No pudo evitar admitirlo inmediatamente, una calida sensación extendiéndose por su cuerpo.

 

El realemnte estaba orgulloso.

También lo recordaba, su mirada perdida; el rubio casi asusrado de él, dudando antes de hablar.

Taemin había cambiado mucho desde entonces.

Confidente, sonriente, siempre feliz Taemin; el chico no solo había cambiado sino también a su amo.

Lo sentia. Otros también podían verlo.

Se preocupaba más ahora; pensario no solo dos veces sino tres veces las cosas antes de hacerlas, calculando cada ovimiento, asegurssndose de que sus acciones no dañaran a otros especialmente a su Protegido.

Taemin le había traido…la felicidad que había perdido hace años.

No era loo ismo, claro que no. Nunca seria lo mismo pero…se sentía…se sentía feliz de nuevo

Taemin era lo que había necesitado en ese tiempo, lo que había estado buscando durante todos eso años.

Taemin tenia la habilidad para desaparecer su tristeza, iluminando su mundo con una simple sonrisa

Porque Lee Taemin no era solo su protegido, al que le había ofrecido su sangre, salvándolo de un cruel destino.

No. Lee Taemin era mucho más que eso.

Era su mundo ahora.

 

“¿Planea celebrarlo, señor?” la voz de Celia interrumpio sus pensamientos, la mujer lo veía con esperanza. “Su dia del despertar, quiero decir.”

 

Riendo por el brillo en los ojos de la otra, el líder asintio. “Lo haré. Ha sido un tiempo desde que tuvimos una fiesta, ¿cierto?” le sonrio.

 

“¡OH! ¡Oh! ¡Eso es genial!” contesto emocionada la secretaria. “Omo… ¡Tanto que planear! ¡El menu, los músicos, la decoración..! Oh, ¿¡Debo empezar ahora?! ¡Debemos planearlo inmediatamente!”

 

“¿Realmente te gustal las fiestas, Señorita Phang?” Onew no pudo evitar mirarla sorprendido por su emoción.

 

Sonrojándose y riendo nerviosamente la mujer sintió. “Para ser honesta…si. Estoy segra que te gustara una gran celebración para Taemin, ¿cierto? El Joven Amo se merece lo mejor.” Sonrio honestamente. 

 

Asintió, el líder sonriendo por las palabras de su secretaria.“Entonces te lo encargo, Estoy seguro de que sabras hacer un excelente baile.” Dijo abriendo la puertra de la oficina.

 

Celia siguió a us jefe, cerrando la puerta cuidadosamente.  “¿entonces debo invitar a otros clanes?” pregunto, abriendo rápidamente su cuader. “Estoy segura que el Clan Bai-”

 

“No, no. Nadie de afuera.” La profunda voz de Onew impidió que siguiera escribiendo.

 

“¡Pero señor!” Celia lo miro con el seño fruncido. “No es bueno de un líder negrse a”

 

“Yo hago mis propias reglas señorita Phang.” Onew se volteo, encontrándose con los ojos de su asistente. “No tengo porque enseñar a Taemin a los demas. Aparte el no querra a extraños saludándolo y sonriéndole falsamente. Estara más comodo de esa forma.”

 

La mujer lo miro alejarse. “¿Él…o tú?” no pudo evitar murmurar para si misma, dando un saltito asustada cuando el líder miro sobre su hombro con una sonrisa un poco molesta.

 

“¿Dijiste algo sñorita Phang?” Onew siseo sonriendo, el cuerpo de su asistente congelandose.

 

“¡Oh, nada! I ¡No dije nada, señor!” rio nerviosamente, sosteniendo su cuaderno y corriendo hacia el lider, Onew hizo un ruido con la garganta empezando a bajar las escaleras.

 

 “Olvida que tenemos una bestia entre nuestras paredes, Señorita Phang. No podemos arriesgarnos a que otros lo vean, lo ultimo que necesit9o es al tribunal bajo mi techo. La situación ya es difícil sin ellos.” El vampiro murmuro, la mujer asintió disculpándose.

 

 “Oh, y una cosa más señorita Phang.” Onew se paro repentinmente en el pasillo. “asegúrate de poner un plato extra en la mesa para Navidad.”

 

“Un plato extra, esta bien.” La asistente murmuró, abriendo su cuaderno y escribiendolo, sus ojos abriéndose con una mezcla de confusión y preocupación. “L-lo siento señor pero…estas diciendo…que vas a dejar a la bestia sentar con el clan?” murmuro las palabras, acercadose al líder, no queriendo que nadie más lo escuchara

 

Para su sopresa, el ombre solo rio, sacudiendo su cabeza negativamente. “Desafortunadamente, el protegido de Kibum no es querido cerca de las familias. Especialmente no en Navidad.” Onew añadió.

 

No tenia sentido.

Nadie más que la bestia había entrado al clan y no podía ser un invitado especial porque los invitados estaban prohibidos.

¿Entonces quien?

¿Quién iba a asistir a la cena de Navidad?

 

“Yo…temo que no lo entiendo señor…” la mujer admitió en voz baja, Onew solo sonrio.

 

Inclinandose a la altura de la chica, el líder se detuvo a la altura de su oido. “Esta Navidad…quiero estar presente.” murmuro; sonriendo cuando se alejo, mirando a la mujer que lo veía incrédulamente.

 

Después de unos segundos de silencio, Celia asintió, concentrándose en su cuaderno. “¡Oh, por supuesto! Lo siento señor, estaba distrai-” las palabras muriendo en su garganta, abriendo nuevamente la boca. “…Espere, ¡¿Qué?!” jadeo, viendo en shock al sonriente joven frente a ella.

 

“¡Señor…! ¡¿Tú finalmente…?!” chillo, llevando sus manos a su boca. “¡¿Te sentaras con nosotros?! ¡¿De verdad?!”

 

Entretenido por la expresión de shock de su secretaria, la chica perdiendo su pose, Onew asintió. “esta será la primera Navidad de Taemin. No quiero descepcionarlo.” Explicó, Celia asintió furiosamente, su sonrisa nunca dejando sus labios. “ Confio en que organizaras todo señorita Phang.”

 

“¡Oh, no se preocupe por nada señor!” Celia hizo un movimiento rápido con las manos. “¡Lo que mejor hago es organizar documentos y fiestas!” sonrio felizmente, Onew rio por el tono de emoción de la chica.

 

“Entonces te lo encargo. Gracias Celia.” El hombre se inclino antes de empezar a caminar y perderse en los pasillos

 

 

 

 

 

Seis años.

Habían pasado seis años desde que había celebrado Navidad.

Y ahora…ahora debía dejar ese hábito.

Algo que había sido impensable volver a hacerlo…ahora se sentía casi crucial.

Lo sentia; realmente sentía la necesidad de festejarlo ahora.

Sabia lo mucho que Taemin deseaba una familia. Sabia que en el fondo lo deseaba, incluso si no lo admitia…extrañaba a los padres que había olvidado.

Los padres que lo amaban desde que había nacido, que lo criaron e hicieron feliz. Sus padres que habían sido asesinados y sus cuerpos quemados juntos con la casa…exactamente hace un año.

Era Diciembre 22; un año había pasado desde ese ataque. Un año desde que había notado la ausencia de Kibum y Minho…solo para encontrarlos en una casa que se estaba incendiando…con un chico rubio en el piso.

 

Sabia que la razón por la que tomo a Taemin…era una miserable. Pero en ese tiempo…en ese tiempo se sintió como una señal; como si la vida le estuviera dando una segunda oportunidad. Como…si le dieran una oportunidad.

…y la tomo.

La tomo inmediatamente.

Trajo con el a un chico desconocido, lo alimento y lo cuido…llevado solo por el loco pensamiento de que…que tal vez había sido perdonado…que tal vez era ese su momento para limpiar sus pecados.

La coincidencia del día…el retrato roto con la foto de la familia de Taemin…todo encajaba, ignorar las señales era aterrador. Solo no pudo hacerlo.

Sin otros pensamientos, sin pensar sobre eso como cualquier otro vampiro…le dio su sangre y alma al chico, haciéndolo su protegido.

 

Y esa había sido… probablemente la mejor decisión de su vida.

 

Incluso si las cicatrices estaban ahí, en lo profundo de su piel, quemándolo por dentro…Taemin tenia el poder de aplacar su dolo, sanando sus heridas y dejándolo respirar de nuevo.

Asi que…incluso si la Navidad no le daba nada más que dolor en los últimos años…Onew se brincaba las cenas, cada celebración de esos días, encerrándose en su cuarto u oficina, trabajando hasta estar exhausto… por fin lo iba a hacer.

Por fin lo iba a dejar ir…y dejar que Taemin lo sanara.

 

Incluso si el joven no sabia que solo traían dolor estos días a su amo…Onew estaba seguro que Taemin lo iba a apoyar incondicionalmente.

Solo necesitaba al rubio  asu lado, distrayendolo, creando nuevos recuerdos en lugar de revivir los viejos.

A cambio, el líder protegería a su protegido de los sentimientos de la falta de una familia.

 

Lo había visto antes, la mirada de soledad de Taemin sentado en un rincón, viendo a los niños ser molestados por sus madres y consentidos por sus padres, las familias riendo y disfrutando juntos. No teniendo tanto control sobre su lazo como su amo, Taemin dejaba que las emociones recorrieran la conexión, alertando a Onew de sus emociones.

No podía soportarlo.

La forma en que Taemin acariciaba sus brazos como protegiéndose de un frio imaginario, deseando el calido acariciar de alguien, bajando la mirada como si no quisiera ver a los demás ser feliz…Onew realmente no podía soportarlo.

 

Se dio cuenta entonces.

No solo él debía ser sanado.

Ambos necesitaban olvidar.

Ambos…se necesitaban.

 

Asi que mientras esperaba hacer al maknae feliz, dando lo mejor para llenar su necesidad de tener algún tipo de familia en el dia por el que estaba emocionado…Onew esperaba recibir el mismo tipo de atención; atención suficiente para olvidar sus dolorosos recuerdos…al menos por un día.

 

“Ah, disculpe señorita.” Onew se acerco a una mucama, tomándola gentilmente del brazo, la chica lo miro sorprendia. “¿Has visto a Taemin?”

 

Relajándose y sonriéndole gentilmente al lider, la mucama asintió apuntando al final del pasillo. “la ultima vez que vi al joven amo estaba en el cuarto de música señor, pero todavía no se si siga ahí.” contesto. “¿Quiere que lo busque, Señor?”

 

Negando con la cabeza, Onew sonrio. “Oh no, no te molestes. Yo checare. Sigue haciendo tu trabajo. Gracias de todas forma.” Se inclino rapidamente.

 

El líder se encamino hacie el final del pasillo.

Su papá odiaba cuando se inclinaba ante los trabajadores. Amaba sentirse sobre los otros, diciendo que los sirvientes debían conocer su lugar.

Nunca estuvo de acuerdo con él.

Amaba a su padre, realmente lo hacia. No era un papá perfecto y tenia muchos defectos pero…había sido un papá presente. Siempre había hecho mucho por él.

Su padre…le debía mucho a ese hombre.

Debía…demasiado. Le debía de una forma…que nunca seria capaz de pagarle.

Si no hubiera sido por su papá... él-

 

Zapatos negros clásicos se detuvieron, Onew paralizándose en medio del pasillo al oir la música de piano, cualquier pensamiento dejando su mente.

 

T-thump T-thump

 

Ojos abriéndose por el sonido, las pupilas del líder dilatandose, sus labios abriéndose y dejando salir un susurro casi inaudible.  “Mina..”

 

 

Flashback

 

Onew sonrió, sus dedos bailando entre rizos cafes, sintiendo su suavidad mientras una dulce melodía llenaba la habitación

Era…perfecto.

Era verano; the sun was brighter, el clima era caliente y los pajaros cantaban, felices melodias, volando en el gran jardinn de la casa, algunas veces parando en la fuente.

Las ventanas del cuarto abiertas, dejando que la brisa entrara.

 

“¿Lo estoy haciendo bien, oppa?” una gentil voz pregunto, ágiles, largos dedos acariciando las teclas del piano.

 

Tan lindo de ver, tan maravilloso de escuchar.

Una combinación de sentimientos y sensaciones.

La delicada melodía que hacia a su cuerpo temblar, el dulce perfume flotando alrededor de él, su voz, su piel…

 

“Oppa, eso hace cosquillas.” Una risa interrumpio el sonido del piano, Onew abrió sus ojos y se hizo a un lado, dándose cuenta que estaba demasiado cerca de la niña.

 

“Yah…Has estado distraido. ¿Qué hay en tu mente? No has prestado nada de atención ni ayudado.” Comento finjiendo estar enojada.

 

“No hay necesidad.” Onew sacudió la cabeza, sonriéndole gentilmente. “hhas estado tocando hermoso; lo aprendiste muy rapido. Eres my talentosa Mina.” La alago.

 

“¡Aish! ¿estas alagándome porque tu fuiste quien me enseño? Eso es muy malo de tu parte..” bromeo haciendo reir al vampiro

 

“¡Claro que no!” Onew contesto a la defensiva, dejando de reir. “Mina…” murmuro después de un tiempo, la niña volteándolo a ver

 

“¿Huh? ¿Qué pasa?” la oyo decir, un extraño sentimiento invadiendo su estomagosus manos empezaron a sudar, sus manos temblaban.

 

“¿Oppa..?”

 

Levantando la mirada le sonrio. “¿Tocamos juntos?”

 

Flashback Ends

 

 

“Es hermoso.” Onew susurro casi inconsientemente, dándose cuenta que había seguido la melodia, recargado en la puerta del cuarto de música.

 

“¡A-amo!” Taemin jadeo, saltando sorprendido por la voz, dándose la vuelta rapidamente. “¡¿Cuánto llevas parado ahí?!”

 

Riendo el hombre entro al cuarto. “Por un tiempo.” contestó, acercándose al joven sonriendo, despeinando a su protegido. “eres muy talentoso. Estoy impresionado.”

 

“Gracias...”  el otro hizo un pequeño mohín, peinando sus cabellos a su lugar original, sonrojándose un poco.

 

En silencio, el líder del clan recorrio con la mirda el cuarto.

Era gracioso que no había entrado a esa parte de la mansión desde que se había mudado.

Por 6 años…se negó a entrar a cualquier cuarto que tuviera un piano. Incluso había pensado en deshacerse del instrumento pero…

 

 

“Es bueno saber que alguien aun usa a este viejo amigo.” Onew murmuro lo suficientemente fuerte para que el otro oyera, sus dedos acariciando la madera oscura, viajando por los detalles dorados, sonriendo por los recuerdos. “ha estado muy solo.”

 

Frunciendo el cejo por el tono nostálgico del otro, Taemin sonrió, acariciando el piano también. “Es realmente viejo, ¿verdad? Luce antiguo.”

 

“Oh, lo es.”Onew contesto, caminando al final de la habitación donde tomo una silla y la llevo al lado de su protegido. “Era de mi abuelo.” Suspiro, sentandose. “es un objeto muy preciado. Muy caro también. Tal vez el objeto mas caro que he tenido.”

 

“¡¿EH?!” Taemin grito horrorizado, sus ojos abriéndose y quitando las manos del teclado inmediatamente, temiendo romper algo.

 

Riendo por la expresión de susto del otro; el líder no pudo evitar acariciar la cabeza del otro, sonriéndole gentilmente. “Esta bien, puedes usarlo.” Asintió, Taemin mirándolo de forma insegura.

 

“Pero...-”

 

“Cuando tenemos algo, debemos usarlo, cuidarlo y disfrutarlo.” El mayor lo interrumpio antes de que pusiera cualquier excusa. “Si no usas este viejo piano nadie lo hara.” Sonrió, sus manos sobre los brazos del rubio, acariciándolos como señal de confianza.

 

Mordiendo su labio nerviosamente, sus ojos sobre el antiguo piano, levanto la mirada para encontrarse con la de su amo, una sonrisa dejando sus labios. “…¿Estas seguro que esta bien?” pregunto con una vacilante pero esperanzada voz, Onew sonriendo ampliamente, asintiendo.

 

“Lo estoy. Estoy seguro que haras un buen uso de el.” El líder contesto, Taemin reajustándose en su silla antes de inclinarse hacia su amo, la curiosidad matándolo por dentro.

 

“Así que…¿tu abuelo tocaba?” el joven intento sacar el tema, ojos oscuros sobre él, viéndolo con una mirada que decía que lo sabía.

 

Esto era lo que había estado esperando, una oportunidad para habalr sobre el pasado de su amo; siempre había sentido curiosidad y nunca nadie le había contado algo.

Desde su despertar se jabia preguntado como era posible tener una mansión estilo eropea en ese pais, que le dio el dinero para mantenerla o como la consguio su amo en primer lugar.

Y luego se empezó a preguntar por el pasado del hombre y descubrió que Key sabia exactamente lo mismo que él, nunca preguntándole más de lo que debía a su amigo.

Lee Jinki, Taemin descubrió, era misterio puro. Sabia sobre todos…pero nadie sabia sobre él.

Nadie…excepto una persona, Choi Minho.

Y esa…era la única persona a la que Taemin se negaba a preguntar aunque la curiosidad lo matara.

 

“Todos en mi familia debían saber como tocar.” Una gentil pero varonil voz contesto, sacando al rubio de sus pensamientos.

 

“¿De verdad? ¿Por qué?” Taemin pregunto un poco más rápido de lo que pretendía, his su estomago dando vueltas de la emoción, dándose cuenta que el otro realmente estaba contestando sus preguntas. ¡Debio atraparlo en un buen día..!

 

Viendo los ojos de su protegido brillar con curiosidad, casi con concentración, esperando ansiosamente por la respuetsa, el mayor sonrio divertido antes de contestar. “Mi familia gano poder debido a la industria del piano. Teniamos una marca bien conocida.”

 

Ojos color chocolate se abrieron al doble de su tamaño, Taemin estuvo a punto de caerse de su silla, la boca abierta hacia su amo. “¡¿Tu familia fabricaba pianos?! ¡¿De verdad?!”

 

Asintiendo, Onew dio unas palmaditas al instrumento frente a él. “Por muchos siglos, si.”

 

Impactado, esperando cualquier cosa menos esa respuesta, el joven puso sus manos en su boca abierta. “¡Wow..! ¡Eso es sorprendente hyung!” susrro admirado antes de darse cuenta de algo, apuntando al mayor con una gran sonrisa. “¡Así que de ahí viene tu dinero!”

 

Riendo por el entusiaso del otro, Onew sacudió la cabeza. “Oh no.. la industria del piano nos dio una bueno fortuna si..pero paro cuando mi tatarabuelo heredo el negocio.” explico, voiendo como Taemin se callaba inmediatamente, escuchándolo con atención.  “A diferencia de mis ancestros, no le gustaban los pianos. Los odiaba.”

 

“¿Por qué?” el joven murmuro, haciendo una cara.

 

Encogiendose de hombros, el vampiro de cabello ondulado sonrio. “No lo se. He oído historias de que su padre quería que supiera todo de pianos desde pequeño y se harto.” Le dijo al otro, Taemin asintio, diciendo un ‘Ooh’. “Aruino nuestro legado. Vendio la marcca y todo lo relacionado a ella, incluyendo las fabricas.”

 

“Eso es horrible…” el rubio hizo una cara.

 

Asintiendo, Onew continúo su historia. “Su hijo sin embargo, mi abuelo, heredo el virus de la familia, el amor por los pianos.” sonrió, la sonrisa de Taemin también creció. “asi que cuando crecio reto a su padre. Prometio darle a nuestra familia la vieja gloria y revivir la producción de piano.”

 

“Y…¿lo hizo, cierto?” Taemin pregunto vacilante, como si temiera la respuesta.

 

Mirando al maknae, el mayor negó con la cabeza sonriendo levemente, el rubio haciendo un ruido descepcionado. “cuando su padre murió se encargo de las finanzas pero…descubrió que la mayoría del capital ya había sido usado. Mi tatarabuelo viajaba mucho.” Onew rasco su nariz antes de continuar. “le gustaba la arquitetura europea y se encargo de traerla a Corea, contruyendo sus propias mansiones, esta siendo una de ellas. Todo el dinero que perdimos... fue por la diversas tierras que compro.”

 

 “¿Asi que…la marca..?” Taemin mordio su labio.

 

“Nunca la recuperamos.” Onew suspiro, sonriendo tristemente, sus dedos trazando cada curva del piano. “Mi abuelo se esforzo…pero nunca tuvo el tiempo o dinero para mantener su promesa.”

 

Mirando su regaso, el maknae hizo un mohín, mordiendo su mejilla. “Siento oir eso…”

 

“Sin embargo el me enseño a tocar.” Onew sonrio, recargando su espalda en la silla. “Dado que su hijo, mi padre, quería tomar otro camino después de perder la marca, él quería que tocara para que algún dia hiciera lo que el no pudo...” una leve sonrisa atravesó sus labios. “Esto…se siente extremadamente raro…” susurro acariciando las teclas del piano.

 

“¿Huh?” Taemin parpadeo confundido mirando el piano y después a su sonriente amo.

 

EL vampiro mayor continúo. “Este piano…fue con el que aprendi a tocar.”

 

Jadeando sorprendido, Taemin volvió a abrir su boca, sus ojos doblando su tamaño. “¡¿EH?! ¡¿De verdad...?! ¿Qué edad tenias?” pregunto con curiosidad, una sonrisa formándose en sus labios cuando su imaginación hecho a volar, intentado recrear a un Lee Jinki de 10 años.

 

Permaneciendo en silencio por unos segundos, recordando, el líder rasco su mejilla, una pequeña sonrisa escapando involuntariamente. “Tenía…cuatro, tal vez cinco, no lo sé. Empeze muy chico.” Le dijo al otro, ojos recorriendo la habitación.

 

Lo recordaba tan bien.

Casi podía ver a su abuelo recorriendo la habitación, baston en mano, golpeándolo con el suelo de madera, parando ocasionalmente en la ventana a escuchar como tocaba.

Esos…eran buenos recuerdos…

 

“Este piano…es una de nuestras creaciones más viejas.” El hombre comento, acercándose un poco. “las letras son difíciles de ver pero acércate un poco.” Señalo un signo dorado.

 

Acercándose, el rubio vio un pequeño emblema, trazándolo con sus dedos. “es un escudo…pero…no lo reconozco...”

 

“Es el escudo de m familia.” maknae oyo a su amo decir, Taemin hizo una cara, confusión asaltándolo.

 

Ese escudo…era muy diferente al que había en la oficina de su amo.

 

El líder explico. “el que estas acostumbrado a ver es mi propio escudo, el escudo de este clan. No esta relacionado con mi familia. Este sin embargo…es el verdadero emblema de la familia Lee.” Murmuro las últimas palabras, su pecho apretándose agonizando.

 

Viendo la cara del líder, Taemin fruncio el ceño preocupado.

 

 “¿Tegusta el piano?” la amable y familiar voz de Onew lo saco de sus pensamientos, el maknae vio la usual sonrisa de su amo.

 

SOnriendole Taemin asintió, sus ojos sobre el viejo instrumento. “Si, es realmente hermoso, hyung.”

 

Asintiendo, el líder empezó a levantarse. “es de mucho valor para mi...asi que tratalo bien.” Acaricio la cabeza de su protegido dándose la vuelta, sintiendo que lago lo jalaba miro sobre su hombro.

 

“..

“A-amo...” Taemin dijo avergonzado, su voz más débil de lo que esperaba.

 

“prométeme que no dejaras de tocar.” Onew dijo serio, viendo a los ojos del joven.

 

Sonriendo, el rubio aisntio, un sentimiento calido recoriendolo, su lazo abrazandolos, los cabellos de su cuello levantndose por la sensación. “Lo prometo..” murmuró, recibiendo una sonrisa a cambio.

 

“Estoy feliz de oir eso..” Onew murmuro antes de besar su frente, Taemin cerrando los ojos por el contacto, su pecho ardiendo. 

 

 “Amo…” Taemin murmuro, el otro hizo un ruido con la garganta. “¿Puedes…tocar para mi?” pregunto intentando no sonar muy animado.

 

Onew bajo la mirada contrariado, frunciendo el cejo antes de mirarlo, mirándolo como disculpandose. “Yo…I deje de tocar hace unos años.”

 

“..¿por qué?” Taemin pregunto sin poder esconder la descepcion en su voz, Onew sacudió la cabeza, una sonrisa forzada nunca dejo sus labios.

 

“Solo…solo ya no tenia sentido seguir haciendolo..” contesto con un suspiro, volviendo a sentarse con su protegido. “Tengo otras cosas que hacer.”

 

No podía decírselo. No ahora.

La razón de porque renuncio al piano…tal vez Taemin nunca lo supiera. Era mejor que no supiera después de todo.

Taemin era un buen chico. Incluso si era un niño curioso sabia respetar sus deci-

 

 “¿Qué tipo de excusa es esa?” los ojos de Onew se abrieron por la repentina pregunta, levanto la mirada encontrándose con unos labios enojados y unos ojos chocolate que lo juzgaban. “¡Incluso si trabajas mucho…siempre hay tiempo para todo! Key hyung siempre me dice eso.”

 

“Taemin..” el líder empezó a decir antes de ser interrumpido.

 

“No lo acepto.” Murmuro con voz firme. “No se que hizo que dejaras de tocar… pero se que cuando tenemos algo…” acaricio el intrumento, una sonrisa pareciendo en sus labios. “…debemos usarlo, cuidarlo y disfrutarlo.” Repitió las palabras de su amo, dándole una mirada de apoyo. “te gusta tocar, hyung. Lo noto por la forma en la que hablas... ”

 

Abriendo los ojos, el mayor no pudo moverse, sus labios abriéndose por la sorpresa.

Taemin…siempre encontraba una forma de dejarlo sin habla.

Usando sus palabras para demostrar que tenia razón…eso era algo que Kibum haría. Tal Vez Minho tenia razón, tal vez dejaba al vidente mucho tiempo con su protegido.

¿Había subestimado a su protegido? Mintiéndole como a un niño…claro que Taemin se daría cuenta que ocultaba algo.

 “Toca conmigo.” El pedido fue seguido de un par de firas manos tomando sus calidas manos, Onew lo miro sorprendido; Taemin bajo la mirada por un segundo, dudando, volviendo a levantarla.  “¿Juntos?”

 

Suspirando, el hombre acarico con su pulgar la mano del otro disculpandose. “Taemin…yo realmente no..-”

 

“¿Por favor?” el rubio lo interrumpio, apretando el agarre en sus manos. “¿Por favor hyung?” le rogo lloriqueando.

 

Tragando saliva, el líder miro en los redondos ojos, su pecho elevándose al respirar profundamente.


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