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The Beast~ La Bestia por Uchiha-Estefi

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Decisiones Peligrosas

Onew sonrió, pálidos dedos quitando sus lentes y poniéndolos sobre el escritorio. “No veo porque no.”

 

A Key le gustaba la oficina de Onew. Él amaba estar ahí.

Las sillas eran extremadamente cómodas, había algunas esculturas esparcidas por la habitación y las paredes estaban decoradas con largos libreros y Key no podía evitar escabullirse algunas veces y tomar algún libro para entretenerse cuando no tenía nada que hacer.

La habitación era clásica y tenía un toque victoriano, que él amaba. Detrás del gran escritorio de madera había una vieja chimenea y sobre esta el escudo del clan.

Normalmente Onew se sentaría en el escritorio, trabajando mientras Minho estaba parado a su izquierda, siempre inmóvil y silencioso como una estatua, como un verdadero soldado lo haría. Algunas veces Key olvidaba que era un ser viviente. ¡Se preguntaba cómo demonios alguien podía permanecer callado tanto tiempo...! No estaba seguro de si admiraba o le tenía lastima al guardaespaldas por ser de esa forma.

En esa oficina, muchas decisiones importantes eran tomadas regularmente y Key no podía negar que Onew lucía sexy en su usual y elegante ropa, sus lentes en su nariz mientras daba estrictas órdenes a los soldados. Admiraba a su amigo, de verdad lo hacía. Onew era inteligente y siempre tenía un plan B para todo, siempre se mantendría calmado y con estilo en cada y tenía esa aura masculina autoritaria.

Key pensaba que era realmente meticuloso y tomaba las mejores decisiones, siempre.

Hasta ese día.

Para su error, Onew podía ser realmente estúpido algunas veces.

 

“¡¿Qué?!” Key grito, ojos abiertos en shock mientras Taemin jadeaba en sorpresa, una gran sonrisa pareciendo en sus labios.

 

“¡¡Oh gracias, gracias, gracias!!!” El menor gritó, abrazando el cuello del líder y brincando encantado. “Te amo hyung!”

 

El hombre sentado en el escritorio solo sonrio, sorprendido por la reacción del adolescente. Detrás de él, a su izquierda, los ojos del alto guardaespaldas se abrieron también, sorprendido por la decisión del lider.

 

Key negó con la cabeza, negándose a aceptar esa decisión. “¡¿Qué?! ¡No, no, no, no! ¡Él no puede ir!”

 

Onew se rio de su sobreprotector amigo y se encogio de hombros. “Él es muy capaz; Lo he visto entrenar contigo. Estas haciendo un buen trabajo con él.” dijo, Taemin asintió furiosamente, su alegre sonrisa nunca dejando su sonrisa.

 

Key, sin embargo no estaba feliz. Para nada. “¡Pero no esta listo! ¡Esta no es una pequeña misión, verdad?!” ¡Quería gritar y golpear el líder hasta regresarlo a sus sentidos! ¡¿Cómo podía dejar al adolescente ir?! ¡Se enfrentaría a bestias ahí! ¡Más que a una!

 

Onew asintió. “No, no será fácil. Por eso necesitamos a todos en el campo.”

 

¡¿Qué?!

 

“¡Qué demonios! ¡Él nunca se había enfrentado a una bestia! ¡¿Quiere que muera?!” Key gritó, sus manos, automáticamente, un libro que estaba sobre el escritorio, mandándolo a volar al otro lado de la habitación.

 

“¡Si lo he hecho!” Taemin contesto, frunciendo el ceño enojado mientras Onew miraba al pobre libro sobre el suelo. Por alguna razón cada que la diva se enojaba terminaba roto. El libro había tenido suerte esa noche.

 

“¡Tú viste una bestia, tú no peleaste con ella! ¡Yo lo hice!” Key le gritó, señalándose a él mismo.

 

El más joven se rio sarcasticamente. “¡Obviamente! ¡No me dejaste pelear!”

 

“¡Claro que no! ¡Por que NO ESTAS LISTO!” El vampiro le contesto antes de voltear de nuevo con el lider. “¡No. No, esto no esta pasando. No puedo dejarlo ir. Necesito concentrarme y no puedo estar cuidandolo siempre!”

                                                                                          

El chico rubio gruñó enojado. “¡Entonces no lo hagas! ¡Me puedo defender solo!”

 

Key rodó sus ojos en la forma más dramática posible.

Claro. Estaría totalmete concentrado en los enemigos sabiendo que cierto maknae podría perder la cabeza en las manos de una bestia sin nadie a su alrededor que lo ayudara. ¡Claro! ¡Estaría totalmente relajado! “¡No es solo-argh! ¡Mira, no puedes! ¡No estas listo! ¡Esto se termina aquí!”

 

“¡Si no me permiten ir a misiones grandes nunca estré listo!” El joven grito más fuerte, sus ojos estaban llorosos.

 

El mayor asintió, rascando detrás de su oreja. “Él tiene un punto...”

 

“¡¿De qué lado estas, Jinki?!” Key grito, moviendo sus brazos furiosamente. ¡De verdad! ¡Y pensar que había creido que el líder era inteligente! “¡No sabe como pelear con una bestia! ¡¿No puedes entender esa parte?! ¿Fuiste mordideo por el insecto de la estupides o algo? ¡Dios!”

 

Onew suspiro ruidosamente. Si otra persona se huniera atrevido a decirle eso su cabeza sería sevida como cene. Pero era Kibum, la diva sobreprotectora que una vez enojado, ni un milagro sería suficiente para calmarlo. No había nada que decir, ya estaba acostumbrado.

 

“Estoy de acuerdo con Kibum. No debería de venir. Es muy joven y solo causaría problemas.” Una nueva voz se unió a la conversación, haciendo que todos se callaran y lo miraran sorprendidos.

 

Taemin se congelo, mirando al dueño de la profunda, casi desconocida voz, Choi Minho. “Y-yo no-…”

 

Onew su frente y volvió a suspirar. Alguién tenía que acabar esa riña. “Oh bueno…Lo siento Tae. Key es tu tutor y conoce tus habilidades mejor que yo. Si el piensa que es mejor que te quedes en casa, entonces obedecelo.” Dijo con voz sueve, esperando que el maknae entendi-

 

Los ojos de Taemin se abrieron alarmado. “¡¿Qué?! ¡Pero tu dijiste que-!”

 

“Puedo ser el lider, pero no soy tu tutor. Confio lo suficiente en Key como para saber que él solo quiero lo mejor para ti.” EL mayor lo interrumpio, volteando hacía abajo. Empezaba a sentir dolor de cabeza…

 

El niño presiono sus labios enojados, apretando los puños. Miro a los adultos; sus ojos brillando a punto de llorar. “¡Estoy harto! ¡Ya no soy un niño! ¡Dejen de tratarme como si fuera un inutil!” Gritó.

 

Key sintió algo dentro de el romperse.

No, no, no. ¡No podía ver a su bebe llorar…! “Taemin...”

 

“Me voy a mi cuerto...” El maknae reprimio un sollozo, caminando rápidamente hacía la puerta, una mano limpiando su cara.

 

“¡Taemin! ¡Taemin! ”Key corrió detrás de él, para solo conseguir la puerta cerrándose en frente de su cara.

 

Joder.

Esto no era justo…

¡Solo intenta protejerlo! ¡¿No podía ver eso?!

 

Mordiendo sus labios, Key volteo a ver sa los otros dos hombres. Onew le dirigio una mirada aprensiva y una débil sonrisa. “No te preocupes…ya se le pasará.”

 

“Aigo… ¿fui muy duro?” Key pregunto en un murmuro, preocupación escrita por toda su cara.

 

El líder negó con la cabeza. “Hiciste lo que pensabas que era mejor. Pero sabes que tienes que dejarlo salir más... No es exactamente un niño y los dos lo sabemos. Lo he visto pelear. Es muy bueno.” Le dio una sonrisa alentadora a su amigo.

 

EL otro asintio. Lo sabía, él era el que lo entrenaba para ser así. “Lo sé…pero no esta noche. Esta noche no.”

 

Onew estaba a punto de decirle algo cuando alguien toco la puerta y la abrio, una cabeza apareció, apenas visible. “Señor, ¿puedo pasar?”

 

“Por favor.” Contesto el lider, tomando rápidamente sus lentes.

 

Era imoresionante, Key pensó, lo rápido que Onew podía cambiar su humor dependiendo de con quien estuviera. Un segundo era Jinki, su sonriente e idiota mejor amigo que siempre tenía amables palabras para calmar su corazón, y al otro segundo era Onew, el sabio y estricto clan de lider.

 

“Comandante Kwan, moverá a las tropas hacía el sur con los rebelder. Lo haremos rápido y limpio. No podemos atraer a las bestias cerca de lo humanos.” Key alejo sus pensamientos y se centro en la voz del lider, Onew se inclino en el escritorio, extendiendp un mapa sobre el. “Espero que tengo hombres listos para cualquier asistencia medica y trate de mantener las camionestas fuera del bosque. No necesito que otra explote.”

 

Key no pudo evitar soltar un bufido, rompiendo el silenco. El comandante Kwan, un hombre alrededor de sus cincuentas miro hacía abajo avergonzado, obviamente culpable sobre aquella indirecta.

 

Onew miro hacia arriba y señalo a la diva con su pluma, continuando su explicación. “Kibum, iras al norte con las tropas de Mindo. Trabajaran juntos y espero lo mejor de ustedes dos. Son mis mejores hombres. No dejen, y lo repito; no dejen que las bestias crucen el ríosi alcanzan a las tropas de Kwan tendremos un conflicto mayor para el que estamos preparados y más vidas correrán peligro.”

 

“Si señor.” Minho contesto automaticamente, haciendo que Key rodara sus ojos. El guardaespaldas era tan obediente y formal que le molestaba. ¡No estaba en el ejercito por Dios Santo! Onew quería disciplina si, pero no es como que no les permitiera hablar normalmente; especialmente si se conocían desde tanto tiempo.

 

Onew se volteo hacía él. “Kibum…serás la llave de esta operación, Necesito que estes concentrado al maximo. Manten tus ojos abiertos y tu mente más.” El hombre le dirijio una mirada de confianza, señalando su propia cabeza.

 

El rubio vampiro asintio, sonriendo brevemente. “Lo haré, no te preocupes.”

 

El joven líder levanto la mirada y voleo a ver al hombre frente a él quitándose los lentes, poniéndolos sobre el escritoria.

Sus ojos viajaron sobre sus soldados evaluandolos.

El comandante Kwan era grande pero tenía mucha energía; había estado en la milicia de joven y ahora le servia a él. Sabía como manejar a las tropas y como persuadirlos, dándole valor a sus hombre para la batalla.

Minho era un soldado bien entrenado, probablemente el mejor. El vampiro siempre permanecía con la cabeza fría en situaciones dificiles y calcuba cada movimiento de sus enemigos. Era rápido y mortal, y no mostraba piedad a las criaturas que no encagaran en los estándares de la socidad o actuaran sospechosos a su al rededor. Era callado pero poderoso, siempre concentrado y mantenía el carácter y valor de un verdadero guerrero.

Después estaba Kibum, la llave ‘llave’, el arma secreta del clan.

Key no había sido, exactamente, un buen luchador cuando llego al clan. El chico era disciplinado si, pero no de una buena forma. Era guiado y controlado por el miedo, siempre sospechando de la gente alrededor de él y de los que eran amables con él, haciendo más difícil a  Onew romper esa barrera defensiva de Kibum y entenderlo mejor.

El chico sin embargo, era más poderosos de lo que el esperaba. Luciendo frágil y debil, Onew siempre pensó que no sería bueno dentro de las tropas. Pero no…el chico tenía algo grande consigo. Como un Oraculo, a Key se le había dado el poder de ver el futuro, el era un Vidente.

Le había tomado meses de investigación, pasando la mayor parte del tiempo en su biblioteca, intentando encontrar algo que le ayudara a entender más sobre este raro poder con el que cargaba su soldado. Lo encontro, en un viejo libro que había visto alguna vez de niño, un libro de mitos, un libro que su abuelo le había dado tiempo atras. Sin embargo, esto no era un mito.

Un año después, Kibum estaba listo. Dominando el verdadero poder de un Vidente, Kibum emepzo a ser llamado ‘Key’, no solo un apodo pero también un rango, un titulo.

Key podía hacer más que solo ver el futuro y advertirlos sobre ataques o movimientos inesperados, el era un Sabio.

Había sido un shock cuando lo vio con sus propios ojos, la energía azul como niebla emanando del cuerpo de Key mientras meditaba, bailando alrededor de él en movimientos lentos.

Más tarde, con mucho esfuerzo y entrenamiento, Key pudo finalmente controlar la energía. No había sido para nada fácil. El vampiro había llorado en frustración durante muchas noches, ambos, cuerpo y mente exhaustos…pero aun así lo hizo. Key era de esas personas que haría lo que fuera para lograr lo que quería. Podía usar más que su mente y arma en la batalla; podía usar la energía en él, el poder de un Sabio.

 

Viendo el dorado reloj en su escritorio, el líder respiro profundamente. Era hora de irse.

 

Onew inclino un poco su cabeza, cerrando los ojos. “Que el resplandor de la muerte libre de la maldición y sople sus cenizas a la condenación eterna. Que la sangre de los inocentes arda dentro del cuerpo y el alma.” El líder murmuro su oración personal, un deseo de justicia, venganza.

 

“Quien derrame la sangre del hombre, por el hombre su sangre debe ser derramada.” Los tres soldados compretaron la frase, en perfecta soncronia.

 

El líder sonrio, abriendo sus ojos. “Buena suerte chicos.”

 


 

 

“¡Muevanse! ¡Muevanse! ¡Rápido!” Minho gritó, soldados corriendo a su lado, armas automáticas en sus brazos. “¡Tomen sus posiciones!”

 

Key se bajo del vehiculo. Miro alrededor, viendo las hojas de los árboles moviéndose por el viento.

Con su traje negro pegándose a su cuerpo casi de una forma seductore, Key suspiro, caminando perezosamente por  Minho quien rodo los ojos en irritación.

 

Key miraba como el guardaespaldas ordenaba a las tropas, haciéndolos correr dentro del bosque hasta el lugar estimado. Pero Key tenía un problema, odiaba correr. En su lugar, camino, sus oídos captando cada sonido, sus ojos cada simple movimiento, su nariz cada olor.

Y un olor no encajaba.

Sangre.

 

“¡Alto!”

 

Minho miro alrededor, observandolo. “¡No te voy a cargar! ¡Solo muevete!”

 

“¡Llama a las tropas de regreso!” Key grito, corriendo hacia los demas.

 

El soldado hizo una cara. “¡¿Qué?! ¡¿Estas loco?! Nece-”

 

“Es muy tarde. Estan aquí.” Key solto, el olor de sanfre haciéndose más fuerte. ¡¿Cómo demonios no lo notaba?!

 

“Tonterias. ¡Los espias nos hubieran advertido de algo así!” Minho gritó, su paciencia agotandoce.

 

Key quería estrangularlo. “No pudieron.”

 

“¿Y eso por qué?” El más alto reto al otro.

 

“Estan muertos.” Key señalo hacía arriba, los ojos de Minho siguieron la dirección de su mano antes de abrirse en horroo, una gota de sangre callendo en su megilla.

 

Sobre ellos, entre los árboles, estaban los soldados, corneados por los huesos, las ramas sosteniendo su peso.

Casi como una broma, una de las ramas se rompio, un cuerpo golpeando el suelo delante de ellos; el sonido de huesos rompiéndose llenaron sus oidos.

 

“Mierda.” Minho sisseó antes de correr hacía los soldados. “¡Todos atras! ¡Esten listos! ¡Ellos ya están aquí!”

 

Key hizo una cara de disgusto, al cuerpo debajo de él le faltaba un ojo y barbilla, un pulmón saliéndose del pecho del hombre. Eso era el trabajo de una bestia. “Esto es por lo que no quería que Taemin viniera…” Murmuro para si mismo.

 

“¡Kim, Kim! Es el comandante Kwan. ¡El objetivo ha atacado! ¡Repito! ¡El objetivo ha atacado! Fuera.”

 

Key salto al repentino sonido de la voz del hombre y tomo el radio de su cinto. “Estoy de acuerdo con eso. Nuestros espias han sido descubiertos y eliminados. Debemos estar cerca de las bestias. ¿Hay humanos vivos? Fuera.” Dijo, mirando como Minho daba ordenes a los soldados.

 

“Afirmativo. Los encontraremos pronto. Tengan cuidado, los rebeldes se mueven en su dirección. Repito. Se mueven en su dirección. Han cruzado el rio. Cambio.”

                                                                         

Mierda.

Primero el ataque de las bestias y ahora los rebeldes, como Onew dijo que no debía pasar. Estaban rodeados.

Mierda, mierda, mierda.

 

“¡Kibum...!” Minho lo llamos.

 

Key lo miro, ruidos viniendo del otro lado del bosque. ¡Los bastardos eran rápidos...!

Suspiro, el vampiro presiono el radio contra sus labios. “Entendido. Los puedo oir. Por favor muévanse rápido. Fuera.”

 

Minho tomo su espada, sosteniéndola en el aire. “¡Mantengan sus posiciones! ¡Esten listos!” 

 

Las tropas se pegaron a los árboles obedientemente.

Estaba oscuro en el bosque. Negro. Key gruño, sus manos tomando su arma rapidamente. Era como si las linternas de los uniformes no alumbraran lo suficiente.

 

“¡Esperen la señal!” Oyó a Minho gritar.

 

Mierda.

Algo andaba mal, algo es-

 

Dientes. Garras.

Oscuras sombras moviendose, corriendo a una velocidad animalistica. Gruñian, rugiendo a los árboles, rompiendo ramas a sus pasos. Acercandose, acercansose, y-

 

Una visión.

Key abrió los ojos horrorizado, irises café oscuro cambiando a un caramelo claro automaticamente.

 

“¡AL diablo la señal! ¡Detrás de ustedes!” Key gritó lo más fuerte que pudo, volteándose rápidamente, sus dedos apretándose alrededor del gatillo. “¡Abran fuego ahora!”

 

Minho se volteo también, sus ojos abriéndose al notar a las bestias acercandose, el sonido de las ramas quebrandose. “¡Bestias! ¡Abran fuego!”

 

Les tomo una fracción de segundo.

LO siguiente que noto fue algo duro chocando contra él, algo grande.

Negros ojos se encontraron con los suyos, haciendo a Key sisear. Dicen que los ojos son l ventana a nuestra alma; ls bestias no tienen alma, sus ojos no son más que oscuridad y corrupción.

No espero a que la gigante garra se moviera a su cara. Disparo.

Todo paso tan rápido que Key apenas podía notar su propio corazón latir rapidamente, llevado por la adrenalina.

Un sonido de dolor se oyó sobre el y sono como música para sus oidos, haciéndolo disparar de nuevo.

Una, dos, tres, cuatro balas dejaron su arma, entrando en el cuerpo de la bestia.

 

Key siseó, quitando a la bestia sobre él, parándose rapidamente. Esas cosas eran más difíciles de matar que a los vampiros normales. ¡Creaturas inmundas!

Puso un pie sobre el pecho de la bestia, aplastandolo, manteniéndolo en ese lugar mientras disparaba de nuevo. Esta vez, la bala fue directo a la cabeza, cesando los ruidos de dolor de la bestia. Listo.

 

Key miro alrededor, intentando comprender lo que estaba pasando en ese momento.

Gritos,  disparos, gente gritando, bestias gruñendo, personas corriendo…

Los rebeldes los habían alcanzado y las tropas estaban viéndoselas dificil para defenserse de ambos, las bestias y rebeldes, a la vez.

¡¿Dónde estaba el comandante?!

 

“¡KIBUM!”

 

Los oídos de Key temblaron al oir su nomre. Miro a su derecha; Minho estaba rodeado por dos bestias, su espada estaba en el suelo no muy lejos.

Las creaturas eran un poco más altas que el vampiro; tomaron un paso en su dirección, profundos y poderosos gruñidos escapaban de sus gargantas.

Las bestias eran usualmente robustas, altas y fuertes. Dispararles a sus cuerpos les causaría dolor pero no la muerte. El cerebro. Para matarlo intantaneamente era necesario dispararles en la cabeza. Lo hubiera hecho si fuera solo una bestia, pero dos…incluso su mataba a una, la otra atacaría a Minho.

No tenía opción.

 

“¡¿TE PUEDES APURAR?!” Grito el guardaespaldas, sus ojos dorados brillando en la oscuridad.

 

Unos ojos dorados se abrieron, sus largos dedos palidos bailando alrededor de una neblina de energía, rayas de una substancia como niebla moviéndose delicadamente por el aire. No era solida, ni filosa, no era nada más que una luz azul emanando de su cuerpo, moviéndose alrededor de él en circulos…tan linda inofensiva…

 

ZAAP!

 

…Hasta que el deseo que lo fuero.

Key sonrio mientras la luz azul iba camino a la bestia, entrando a su cuerpo, pasando aMinho y entrando en la otra bestia también, sosteniéndolos en ese lugar. Lo que había sido una luz inofensiva se había vuelto solida dentro de las creaturas y Key casi podía oler su sangre saliendo de sus estomagos.

EL guardaespaldas se movio por su espalda, viendo al otro vampiro, esperando por una señal.

 

Key lucho con la necesidad de rodar los ojos. “¡Mierda solo matalos! Son muy fuertes; se liberaran tarde o temprano!” Gritó el rubio, sintiendo los corazón de las bestias latir, their sus fuertes cuerpos intentando liberarse de la energía.

Key gruño. ¡No los iba a dejar escapar así..!

 

Ambas bestias gritaron, haciendo a Key sonreir, mostrando sus colmillos. “¿Quema, cierto?” Siseo, chupando sus labios.

 

Con un solo movimiento, una de las cabezas de las bestias rodo, la espada de Minho brillando bajo la luz de la luna, el plateado metal bañado en sanngre.

                                                                                         

Key se congelo, la imagen de una daga atacándolo entro a su cabeza. Mierda.

Sintio la conexión entre él y la bestia romperse, Key se agacho, una daga volando sobre él, golpeando a un soldado detrás de él.

Eso era algo que no podía hacer; manegar sus poderes y tener visiones al mismo tiempo, Key descubrió que eso era un gran no-no. Era demasiado para su mente.

 

Su poder no era más que creación de su mente, una imagen. Le había costado meses entenderlo, sentir y hacer la imagen solida, hacerlo ser lo que el quería que fuera. Un arma.

Había empezado como una neblina azul, luego lo hizo ganar forma de lineas; pronto ya podía bajar una manzana de un árbol, sintiendo como si fuera él el que la tomara.

Energía. Su poder era el poder de su mente trabajando en sincronía con su cuerpo.

Ahora…ahora las misma lineas podían cortar a sus enemigos si el lo quería…y después volverse solida, haciéndolos quemarse por dentrp, abriendo dolorosos hoyos en ellos.

No era mas que control de la mente.

 

“Luces apetitosi…” una voz desconocida dijo a su lado, una lengua lambiendo su oído lentamente. “Delicioso...”

 

Key siseo al tacto, sintiendo unas manos tomar sus muñecas, sosteniéndolas detrás de su espalda, manteniéndolo en el piso. ¡Joder..!

Había dos rebeldes, uno sobre él, sosteniendo un cuchillo sobre su cuello, la otra mano jalaba su cabello, mientras el otro enfrente, sostenia una de las armas del clan, apuntando hacía él.

 

“Solo queríamos un bocadillo nocturno, es cruel de su parte detenernos. Había suficiente para todos.” Le dijo el tipo con el arma.

 

“No tomo sangre inocer.” Key lo miro, sintiendo el cuchillo tocar su piel. Ambos vampiros se rieron, claramente entretenidos con su respuesta. Yeah…rian mientras puedan…

 

“Es tan tierno.” Dijo el vampiro sobre él. “Quiero comermelo.”

 

Key temblo, sintiendo una vibración familiar acariciar su cuerpo, una energía como niebla rodeo su mano. Solo un segundo más…

 

El vampiro con el arma sonrio y se arrodillo a su lado, presionando el arma contra su frente. “Bueno, espero que no te importe que yo tome la tuya.”

 

Key sonrio. “Te tengo.”

 

El hombre lo miro confundido antes de que sus ojos se abrieran, una substancia azul se enredo en su brazo, apretándose de repente. EL vampiro gritó horrorizado, su brazo siendo aplastado y arrancado, sangre llenando su rostro, bajando por su barbilla. El arma cayó al suelo,  su mano sonteniendola, dedos aun moviendoso, retorsiendose como una araña moribunda.

 

“¡Tú-tú fenomeno!” El rebelde sobre el gritó, presionando la daga más fuerte sibre su cuello, su mano temblando de miedo.

 

Key rodo sus ojos. Estaba a punto de mandar a volar al vampiro cuando el familiar sonido del cuerpo golpeo el aire. Un latigo.

 Los ojos de Key se abrieron.

Oh demonios, no.

 

Sintio al rebelde ser arrancado de encima de él y se levanto rápidamente, sus ojos se abrieron en shock al ver a su atacante en el piso, un latigo rodeando su cuello, sofocandolo. Los ojos de Key se dirijieron hacía arriba, botas familiares, uniforme familiar, guantes familiares…

 

“¡Umma! ¡¿Estas bien?! ¡¿Te lastimo?!” Y una voz familiar.

 

 “¡¿QUË ESTAS HACIENDO AQUÏ?!” Key gritó lo más fuerte que pudo, tomando su arma y disparando al molesto y moribundo vampiro, sofocado bajo el latigo.

 

“¿Salvandote?” Taemin sonrió inocentemente, enrollando el latigo.

 

Key quería gritar. O arrancar su propio cabello.

Realmente no podía decidir. “Lee Taemin…Te juro que-”

 

“¡¿Qué hace él aquí?!” La voz de Minho grito no muy lejos de ahí.

 

“¡Cómo si supiera!” Key grito de regreso, volteando al guardaespaldas, viéndolo arrastrar a una mijer rebelde del cabello. Era todo un caballero.

 

“¡¿Lo dejaste venir?!” Jadeo el soldado, ignorando los gritos de la mujer. Ya le habían disparado, y más de una vez por como lucía su ropa.

 

Key lo miro sorprendido antes de asentir, sonriendo. “Oh si, Derrepente cambie de opinión y lo oculte en mi bolsiloo-¡CLARO QUE NO!” Gritó enojado, disparándole a la mujer en la cabeza. “¡¿Y ustedes dos no podrían darles una muerte rápida?! ¡Odio el llanto!”

 

Con pasos apresurados, otro hombre se les unio, el comandante Kwan sosteniendo su arma, los miro en shock. “¡¿Qué están haciendo todos aquí?! ¡Espero no se estén tomando un descando para tomar te!”

 

Minho se sonrojo furiosamente avergonzado, tirando a la chica al piso. “¡Cla-claro que no señor!”

 

Los labios de Taemin temblaron, luchando por contener una sonrisa al ver al guardespaldas irse, corriendo dentro del bosque.

 

El comandante solo negó con la cabeza y se volteo hacía Key. “Las bestias se movieron hacía el norte. Ya envie a mis hombre ahi. Ya no te preocupes por los rebeldes, ya casi están acabados y los que intentaron escapar están siendo perseguidos por mis hombres. Voy a ayudar a Choi.” Dijo el hombre antes de correr, unos cuantos soldados siguiendolo.

 

Key se sintió paralizado.

Tenía que capturar bestias y cuidar de un vampiro bebe. Maravilloso.

 

El vampiro solo miro al rubio sonreir y lo señalo con un dedo acusador. “Onew se enterara de esto...”

 

La sonrisa de Taemin solo se ensancho. “Lo sé.”

 

 

¡Ese chico tenía un demonio dentro!

 

Key gruño frustrado. Bueno, el ya estaba hí; no había ningún punto en querer hacerlo regresar. “…¡¿Solo mantente a salvo, okay?! ¡Te juro que te despertare de la muerte solo para matarte de nuevo si te dejas matar esta noche!” Miro hacía abajo, preocupado. ¡Era difícil decir esas palabras..!

 

“¡También te amo, hyung!” Taemin sonrio feliz por la aprobación de su tutor, saltando en los brazos del otro, y abrazando su cuello. “¡Gracias por esta oportunidad!”

 

“¡Solo vete! Sigue al comandante Kwan y no dejes su lado!” Key lo empujo, muy orgulloso como para abrazar al menor.

 

Taemin solo asintió y salió corriendo. “¡Te veo luego, hyung!”

 

“¡Ten cuidad!” Key no puedo evitar gritar, viendo al rubio correr tras los otros soldados, con el latigo atado a su brazo.

 

Key suspiro, totalmente solo, rodeado de cuerpos.

Necesitaba concentrarse.

Cerrando sus ojos, el vampiro respiro profundamente, sintiendo como su corazón se calmaba. Estaba buscando profundamente en su mente por algo, una pista, una imagen, lo que fuera...

Necesitaba encontrar una bestia. Como estaba entrenado. Encontrarlas y matarlas.

 

Lo sentía. Lo sentía venir.

Como un pequeño shock de electricidad, su cuerpo se paralizo, su mente viajando a otro lugar.

 

El sonido del agua y alguien gimiendo de dolor.

“Nnnh..”

Sangre corriendo por una camiseta de lineas blancas y axzules, una mano en el estomago cubriendo la herida.

 

Key abrió sus ojos.

¿Alguien estaba herido por el rio? ¿Con una camiseta azul? ¿Un humano?

 

EL vampiro hizo una cara, inseguro sobre que hacer. Se supone que tenía que estar cazando bestias, no salvando humanos…ese no era su trabajo; tenían gente para ese tipo de cosas. Tenian otras unidades que actuarían cuando ellos acabaran; buscarían a gente herida y limpiarían a los muertos cubriendo la escena.

No, no se suponía que hiciera eso.

Negando con la cabeza, Key tomo unos pasos hacía el norte, donde se suponía debía ir. Pero…

…De verdad odiaba que la gente llorara.

 

No le tomaría mucho... podían arreglárselas sin él por un tiempo, ¿cierto?

Gruñendo por su propia debilidad, Key se giro al lado opuesto, caminando dirección al río.

El vampiro miro alrededor mientras caminaba; cuerpos de rebeldes tirados por el suelo, algunas veces encontrando cuerpos d elos soldados también, inmoviles. Muertos.

También tenían perdidad, era algo con lo que tenían que lidear cada que salían a alguna misión.

 

Después de unos minutos, Key finalmente lo oyó. El sonido del agua.

Siguiendo su agudo, perfecto sentido del oido, el rubio vampiro camino por los árboles, intentando camptar el sonido de alguien sollozando.

 

¿El chico ya había muerto?

 

Se quedo ahí, molesto con él mismo. ¿Había caminado tdo eso para solo un encontrar un cuerpo más? ¡No debería confiar en todas sus visiones… el debería estar cazando! ¡Argh! ¡Onew iba a morder su trasero tan fuerte!

“Nnnh..”

 

Ojos felinos abriéndose en sorpresa, el sonido más cerca de lo que esperaba.

 

“¡Aghhh…ahh..!”

 

Sospechoso, Key tomo su arma y se acerco.

Moviendose poco a poco, cuidando de no hacer ningún ruido, el vampiro se escondio detrás de un gran árbol.

 

“Aghh…”

 

Muy lento, el vampiro salió detrás del árbol, listo para disparar. Algo a lo que estaba acostumbrado era a no confiar en nadie. Herido o sano, vivo o muerto, nadie.

Ojos felinos dorados se abrieron al ver una figura sobre el suelo.

Una Bestia.

 

Key reprimio un siseo, sus instintos defensivos se encendieron.

El chico tenía poco de ser una bestia, sus ropas lo decian. Era una victima de los ataques de los rebeldes, uno de los humanos del grupo de los scouts. Sin embargo…no lucia como un scout. Los scouts no podían usar brasaletes o ropa informal, ¿CIerto?

 

Ya no importaba. El chico estab perdido; sus ojos ya eran negros, pequeñas pupilas volviéndose plateadas, lo inverso a los ojos comunes, los Ojos de una Bestia, el ojo d elo corrupto y no deseado.

 

Saliendo de su escondite, apunto su arma a la Bestia, listo para atacar en cualquier momento. Las bestias no eran más que animales, a ellos no les importaba el dolor de los demas, solo atacaban salvajemente, creaturas salvajes.

 

Sin embargo…

 

Orbes como mercurio, rodeados de oscuridad miraron a los dorados acaramelados.

Como siendo golpeado por un hechizo, Key se congelo, sus dedos paralizando alrededor del arma. No jalo el gatillo.

No podia.

¿Por qué?

¿Por qué no podía matar a la bestia?

¿Qué estaba pasando?

 

Una lágrima vayo de los ojos del chico, corriendo por sus altos pomulos, hasta su barbilla.

Una lágrima.

 

Key sinto caer algo dentro de él. Las Bestias no lloraban.

Las Bestias no se quedaban en el piso cuando un extraño se acercaba. Imposible.

¿Podía este chico no ser una bestia? No. Era absurdo. EL proceso se había completado; los ojos del chico habían cambiado. No era nada más que un huesped, un cuerpo sin alma.

 

Sus dedos se apretaron al gatillo, su respiración se acelero, volviéndose irregular.

¡¿Qué estaba pensando?! ¡Su trabajo era matarlas a todas! ¡Toda Bestia debía morir, no eran nada más que creaturas corruptas y malditas!

 

Taemin…

 

Ojos dorados se abrieron, sus manos perdiendo gradualmente fuerza sobre su arma.

No. Taemin era diferente; Taemin no había completado el proceso cuando Onew lo salvo, también porque la sangre de Onew no era como la suya, él era puro, más fuerte que él..! El no podía considerar esa idea-

 

“Arrghhh..”

 

Por insticto, dirigio el arma a la Bestia.

¿Qué estaba haciendo? ¡Estaba perdiendo al tener esos estupidos, incoherentes pensamientos! ¡Necesitaba ir al norte!

 

Respirando profundamente, Key intento ignorar los lloriqueos de dolor de la bestia, viendo como el chico cubría con sus manos el hoyo en su cuerpo. “Que el resplandor de la muerte libre de la maldición... y soplé sus cenizas a la condenación eterna...” susurro la oración del clan, sus manos temblando alrededor de su arma. Su visión se sentía borrosa, su boca seca, sus manos se sentían débiles…y si corazón estaba…doliendo.

 

¿Cómo lucía este chico cuando era humano? EL era una Bestia. ¿Por qué no lo atacaba? ¿Por qué lloraba?

 

“Nnnhm…”

 

Key miró abajo, la bestia lo miraba directamente.

 

“¡Si, si! ¡Vamos! ¡Salta… levantate y ataca! ¡Ataca como la criatura que eres!” Key grito enojado. Sabía que no podía dispararle a alguien sin razón. Necesitaba que lo atacara primero, asegurarse que eran peligrosos. Y este …¡¿Por qué no podía atacar como los otros?!

La bestia solo miro a otro lado, sus ojos cerrándose derrotado, su respiración desigual.

 

Key se rindió,  bajando sus manos derrotado.

¡¿Qué estaba mal con esta bestia?!

Acercandose, Key sintió su corazón acelerarse por la adrenalina. Miedo.

Miedo de ser atacado, de ser engañado. Miedo a morir.

No era estupido. Sabia lo fuerte y letal que podía ser una betias, había luchado con ellas, si, pero no quería decir que no les tuviera miedo.

 

Con su arma ya en su portaarmas, Key se acerco a la bestia, parándose frente a ella.

No lo podía creer. Nunca había estado tan cerca de una bestia como para notar lo oscuros que eran sus ojos, que tan largas y filosas lucían sus garras.

EL chico…la bestia…era…

 

“…tan extrañamente hermoso…” susurro para si, frunciendo el ceño confundido al sentir la urgencia de tocar a la criatura.

 

Key miro abajo, la herida aun perdiendo sangre, la maño de la bestia apensas cubriendola.

Ojos negros lo miraron, haciendo a Key saltar mientras un escalofrio recorria su cuerpo. Nunca había hecho contacto visual con una bestia…era…espelusnante.

 

“Huhmm..”  la bestia sollozo de nuevo y Key no pudo hacer nada más que mirar como otra lágrima rodaba por su megilla.

 

“Imposible…” Key murmuro, arrodillándose para ver mejor. Una lagrama. Una verdadera lágrima. No había sido su imaginación. El chico…todavía tenía alma… ¿Cierto?

 

¿Qué haría ahora?

Los labios del chico estaban secos, sin señal de sangre en ellos…todavía no se alimentaba. Todavía no tomaba su primer trago de sangre. Tal veze…tal vez le dispararon desde antes de ser transormado, debilitando para cazar. Era posible, ¿Verdad?

Eso significaba…de alguna forma…este chico era como Taemin.

La diferencia era que Taemin nunca se transformo en una bestia…y esta si. Pero…todavía no se había alimentado. Estaba vacio, muriendo lentamente mientras la sed lo torturaba.

 

Curioso pero temeroso, temblando pero sintiéndose capaz, Key levanto su mano, llemas de los dedos tocando el rostro del chico.

Cuando oscuros ojos se encontraron con los suyos de nuevo, retirando su mano rapidamente.

 

“¿Por qué no eres como los demas?” Key murmuro fascinada, como us dedos tocaban nuevamente la piel de la bestia. Muy…lento...haciendo contacto con la megilla de la bestia.

 

Lo hizo.

El chico no mordio su brazo; en su lugar, solo lo miro de regreso, oscuros ojos negros parpadeando lentamente como lo haría una persona normal.

Un extraño sentimiento de felicidad estallo en el vampiro, dándose cuenta que la bestia no tenía intenciones de atacarlo. El era…inocente. Como un niño, un cachorro. No era peligrsos…

Palidos dedos acariciaron la piel bronceada, ojos negros cerrándose al contacto, pequeños suspiros escapando de los labios de la bestia.

 

Key estaba horrorizado.

Quería proteger al chico.

Quería…salvarlo.

 

Derepente, Key noto algo brillar por el rabillo del ojo. Miro hacía abajo, el brillo viniendo de la muñeca del chico, un brasalete de plata. Tenia letras en el. Siendo curioso, las manos del vampiro viajaron hacia abajo, volteando el brasalete para poder leer lo que decía.

 

“¿Jonghyun?” Murmoro. “¿y…Sekyung?”

 

El vampiro miro al chico herido, una sonrisa escapando de sus labios. “¿Un brasalete de pareja? Eres una bestia tontita. No me sorprende que no muerdas.” Quería reírse de su propia broma.

 

¿Por qué se sentía tan comodo con la bestia? Estaba realmente loco…

 

“Sabes como confundir a la gente, ¿lo sabias?” Key pregunto, sus ojos nunca dejando la cara del chico, viendo su filosa nariz, sus angulares pomulos. “¿Qué hare contigo ahora, huh?”

 

Se paro de nuevo, Key miro al chico sin esperanza recargarse al árbol, mirándolo con interés en silencio.

 

“No soy de sangre puro…no puedo salvarte como Onew a Taemin…” EL vampiro dio unos pasos por el area, brazos cruzados sobre su pecho. “Pero…pero me duele matarte. ¿Por qué no podias solo atacarme? Hubiera sido más fácil de esa forma…” suspiro..

 

¡No quería dejarlo morir!

Odiaba la muerte, no había hecho nada más que pelear por los inocentes, no podía dejar al chico morir!

¿Pero que otra opción tenía?

Podía al menos…calmar el dolor.

Si, podía hacer eos.

 

Regreso al lado de la bestia, Key se arrodillo a su lado, viendo los ojos del chico intensamente. Estaba a punto de hacer algo que nunca había soñado … “no se si puedes entenderme…pero si lo haces…voy a sacar la bala, ¿ok?” Le dijo a la bestia, Esperando por alguna señal. No hubo ninguna.

 

Key suspiro. Era un idiota.

Las bestias eran animales, no entendían nada, el sabia que no lo hacían.

Olvidan todo al ser transformadas. ¿Por qué le estaba hablando?

 

“No le hagas caso a la cosa brillante flotando alrededor. Piensa que son hadas sanadoras o algo.” Key dijo, moviendo lentamente la mano de la bestia de su estomago. Ouch. Eso lucia mal.

 

“Por favor, solo no me ataque mientras intento slavar tu trasero.” Se rio nervioso antes de abrir la camisa de la bestia, revelando la herida en el estomago.

 

Miro arriba de nuevo, los ojos de Key volviéndose dorados nuevamente, haciendo contacto vidual con la bestia. Levanto su mano lo suficiente para que el otro lo viera, una neblina azul rodeandola, bailando entre sus dedos. “¿Ves? Soy solo yo. Es parte de mi, it no te lastimara. No se porque confias en mi…pero…me alegra que lo hagas...”

 

Movio su mano hacía abajo, Key miro los rayos azules alcanzar la herida, entrando.

Key cerro los ojos, su mente ahora llena de sangre. El interior de jonghyun.

 

No era doctor ni enfermera, no tenia idea de lo que hacía, pero sabía que tenía que sacar la bala cuanto antes.

Key parpadeo, su mente siendo atacada por imágenes de sangre. La sangre de una bestia …tan rara… tan escalofriante.

Podía oirlo…corriendo por las venas de la bestia...podia verlo…células humanas siendo atacadas, volviéndose moradas. El virus.

 

“¡Arghhh!”

 

Ahí.

¡La balat!

 

Manteniendo sus ojos cerrados, Key sintió la sensación de agarrar algo con el poder de su mente. Lentamente envolviendo la enrgía alrededor de la bala, empezó a sacarla.

La bestia se retorcio de dolor, gritando y los instintos de Key se activaron, sus manos sosteniendo al otro para mantenerlo firme. “¡Tranquilo…tranquilo…casi esta fuera!”

 

El grito que volvió a oírse fue horrible, la bestia por fin mostrando un poco de agresividad cuando la bala salio, gruñendo de dolor, manos cubriendo la herida.

 

Key respiro, el peso del metal en sus manos.

Gracias a dios la criatura estaba o si no en lugar de solo empujarlo lo hubiera mandado a volar contra los árboles.

Levantandose nuevamente, Key le enseño la bala a la bestia. “Aquí…¿Ves? ¿La sacamos...!”

 

EL otro hombre solo lo miro, su frente sudando, su pecho subiendo y bajando rápidamente intentando respirar.

 

“y sigues muriendo.” Key avento la bala, gruñendo, manos sobre su cabeza. De verdad quería arrancar su cabellos. “¡¿Dios que voy a hacer?!”

 

Enojhado con si mismo, confundido y cansado, Key se sento en silencio, el sonido del rio y la respiración de la bestia siendo su única compañia.

¿Qué oportunidad tenía de salvarlo?

Estaba muriendo de sed, le faltaba sangre para alimentar al virus. La dieta de una bestia consiste en sangre humana; tomandola, se decía que ganaban fuerza y se transformaban en lo que debían ser, mounstros salvajes.

¿Pero… que pasa con la sangre de un vampiro?

¿Qué pasaría si una bestia tomaba sangre de vampiro, como su primera comida?

Después de ser convertido, la naturaleza y poder de un vampiro serían determinados por la clase de sangre del donador. Taemin por ejempo…casi se convertia en una bestia al ser atacado. Como fue un humano antes, el virus lo corrumpio, e incluso si tomo un poco de la sangre de su padre…gran parte de su primer trago... su primera comida…fue la sangre de Onew; La sangre de un clase A. La sangre de mejor calidad que había.

 

Eso lo salvo, convirtiéndolo en un vampiro normal.

¿Pero… una bestia?

 

Key suspiro de nuevo y levanto la mirada, la bestia seguía sentada, mirándolo con una expresión triste, ojos llorosos. El…sabía que estaba muriendo. Mierda. “¡No me veas así...! ¡Aunque te diera mi sangre no se si lo lograrías...! ¡Mi sangre no es pura...! Las probabilidades de que vivas son nulas.”

 

Ojos negros solo lo miraroron, irises plateadas desenfocandose, un pequeño lloriqueo escapando de sus labios.

 

Key sintió algo denro de él quebrarse.

Esto no estaba bien.

No podía solo aceptarlo.

Unas horas antes, el chico se estaba divirtiendo con sus amigos y ahora, herido, y muriendo de una enfermedad sin cura. Su enfermedad.

Con su corazón latiendo fuertemente contra sus costillas, Key sintió que no podía respirar. Eso era. Había decidido. Estaba a punto de hacer algo completamente loco.

 

“Pero…una oportunidad sigue siendo una oportunidad.” El rubio murmuro, repitiendo las palabras de Onew, caminando hacía la bestia. “Y…parece que tu pudieras usar una.”

 

Viendolo confundido, la bestia parpadeo lentamente viendo al vampiro arrodillarse a su lado.

 

“Estoy loco. Me voy a ganar ser expulsado del clan...” Key murmuro, sus manos temblando mientras se levantaba las mangas. “Estoy arriesgando mi cuello por una bestia...quien terminaría muriendo al final…”

 

Esto era una locura.

Debio haber ignorado su visión.

Debería estar peleando bajo las ordenes de Minho.

Era un soldado. ¡Se suponía que debía obedecer las reglas!

Y ahora…aquí estaba…rompiendo la más importate: Nunca dejes una bestia viva.

 

Llevando su propia muñeca a su boca, Key sintió un dolor recorrer su cuerpo cuando sus colmillos rompieron su piel, el saber metalico y dulce de la sangre rodeando su lengua.

 

Sintio a la bestia tensarse a su lado, reaccionando al olor. Como lo había hecho Taemin…

 

“Acercate…trata de no arrancar mi brazo... ¿okay?” murmuro, su corazón casi saliéndose del pecho al ver los irises color mercurio sentrarse en su muñeca, su cuerpo ganando fuerza, empujándose para alcanzar al rubio.

 

Estaba asustado.

Estaba realmente asustado.

Key nunca había alimentado a alguien antes, no sabía que esperar.

¿Qupe pasaría? ¿Qué sentiria? ¿Cuándo sabría cuando fuera suficiente? ¿Todavía tendría fuerza como para matarlo?

Demasiadas preguntas sin respuestas.

Estaba arrepintiéndose de su decisión pero ya no había vuelta atras.

La bestia ganaría fuerza y lo mataría inmediatamente…sería su propia culpa. Sería el fruto de su propio pecado.

 

Fragiles, frías manos con garras tomaron su brazo, acercandolo.

Key cerro sus ojos, el miedo paralizandolo.

 

“Ahhh!”

 

Key abrió sus ojos en shock al contacto, colmillos desconocidos cortando atraves de su piel.

Era doloroso; era como picar con un palo una muy adolorida y reciente herida y moviéndolo alrededor para dañarla más.

Presionando sus labios por el dolor, Key gruño, intentando controlar su respiración.

Lo podía oir. El sonido de su propia sangre correr, golpeando la gargante del otro al ser tragada.

 

“Huuummhh…”

 

Key abrió un ojo, mirando al hombre gemir en extasis, su deseo más deseado al fin cumplido. Se veía casi feliz, como cuando a un cachorrito hambriento se le da un bocadillo. Key no podía evitar pero verlo sorprendido, el dolor atenunadose lentamente.

 

“Tranquilo…se que tienes hambre pero-OUCH! ¡Dije tranquilo, bastardo!!!” El vampiro gritó, un shock de dolor recorriendo todo su cuerpo. Alejo su brazo instintivamente, dejando a la bestia sorprendida; con la boca abierta al quitarle su comida.

 

La diva lo miro, viendo su herida, tratando de analizar el daño. Debería ser suficiente por ahora, el la bestia no necesitaba más, Key decidio, no queriendo correr el risego de que le arrancaran su brazo.

 

“Huuwwn..” un lloriqueo llego desde su derecha, una garra tomando su mano.

 

“¡NO! ¡Es suficiente! ¡Vas a terminar comiéndote mi brazo!” se quejo el rubio, protegiendo su brazo pegándolo a su pecho.

 

“Huuwwn..!!”

 

Los ojos de Key se abrieron sorprendido.

…que demonios…

La Bestia…estab dirigiéndole unos…ojos de cachorrito.

 

Key levanto sus cejas horrorizado. ¡¿Qué tipo de bestia era esta?! ¡¿Esto era normal?!

 

“¡Huumm..!” El otro lloriqueo, su mano alcanzando el brazo del vampiro, jalándola como diciendo ‘Dame. Es mia.’

 

Key se sonrrojo.

¡¿Qué era esto?! Este chico realmente actuaba como un dinosaurio bebe y el fuera la madre de ese bebe.

 

Con ahora megillas sonrojadas, el vampiro suspiro derrotado, estirando su brazo. Amaba las cosas dulces… ¡¿Cómo una bestia podía ser dulce?!

“Si, si…tenla de regreso. Solo no me muerdad de nuevo o si no te disparare al cerebro.” La diva amenazo, casi haciendo pucheros, sintiendo que tomaban su brazo de nuevo.

 

Esto era más que inusual.

Había visto a las bestias alimentarse de humanos antes. No tomaban su brazo delicadamente como pidiendo permido. No, encagarian sus colmillos en el cuello, se comerían sus rostros y arrancarían sus pieles con las garras, rompiendo sus huesos y separando sus musculos.

No era algo bonito.

Y aquí estaba…teniendo a una bestia bebe lambiendo su herida, encajando sus colmillos en su brazo de nuevo; chupando gentilmente.

 

“Arhhh..” Key siseo, sintiéndose mariado.

 

Lo retiraba. Esto no era un bebe.

 

“¡A-Alto!” Se quejo, sintiendo las garras del otro encagandose lentamente, marcandolor, chupando fuertemente. Mierda... Ahí. Esra suficiente. Ya tenía demasiado. “¡Es suficiente…! ¡Jonghyun… PARA!” Gritó.

 

Para su sorpresa, el chico paró, sus ojos abriéndose sorprendido, una gota de sangre cayendo de sus labios.

 

Key parpadeo estupidamente.

No. Eso no era posible. Las Bestias olvidaban todo al ser transformadas. Era imposible recordar aunque fuera algo minimo…

 

“Tú…reconociste tu nombre…¿verdad?” Pregunro, sorprendido.  “Como es posi-”

 

En un instante, una espada salio volando de la nada, pasando al lado de su megilla, golpeando el árbol junto a él.

Los ojos de Key se abrieron en shock, su corazón latiendo rápidamente al oir el sonido del metal pasar tan cerca de él.

Los ojos de Jonghyun también se abrieron, frunciendo el ceño enojado, gruñendo.

 

“¡KIBUM! ¡¿Kibum estas bien?!” oyó la voz de Minho gritar entre los árboles.

 

Key se paro en un salto, una mano sobre su corazón asustado. “¡¡¡Ojala y las pulgas de 1000 camellos hagan un nido en tus genitales Choi Minho!!! ¡¿Quieres matarme?!” Gritó, pointing at la filosa espada encajada en el árbol al lado de él.

 

EL guardasespaldas salio de la oscuridad y pronto otra figura se le unio, una cabeza rubia brillando bajo la luz de la luna. “¡Umma! ¡¿Umma estas bien?!”

 

“¡¿Qué haces aquí?! ¡Te dije que te quedaras con el comandante!” Key grito.

 

“¡La bestia! ¡Te lastimo!” Minho afirmo, frunciendo el ceño. A su lado, Taemin gadeo horrorizado, corriendo a su mejor amigo.

 

Key ignoro el brazo del menor rodeandolo, su voz preguntándole si estaba herido. Eso no le importabana. Jonghyun había escapado, no había señal de él. Mierda.

¡No podía dejarlo escapar! ¡Ahora tenía su sangre! Ahora era parte de él de alguna forma…su creación, su protegido. “Estoy bien...” Dijo entre dientes, sus ojos moviéndose alrededor intentando encontrar algo. Sabía lo que iba a pasar si no lo protegía en ese momento…

 

“Yo me encargo...” Minho siseo, pasando a su lado y tomando la espada.

 

Eso Pasaría.

 

“¡NO! ¡DETENTE!” Key gritó, tomando el brazo del más alto.

 

Minho miró hacia abajo, su cara no demostraba más que confusión. “¡¿A qué te refieres con detenerme?! Quedate atrás, estas herido. Lo mataré.”

 

Matarlo. No.

Nunca.

No lo permitiría.

 

“¡No puedes matarlo!” Key grito, encagando sus uñas en el brazo del otro, previniendo que fuera detrás de la bestia.

 

“¿Por qué?” ¡Estas haciendo que pierda su rastro!” El otro grito enojado.

 

Key trago saliva ruidosamente. No podía decir nada más que la verdad.

Había pecado…y ahora tenía que afrontar las consecuencias.

No había vuelta atras. Mentir solo pondría las cosas más feas de lo que ya estaban.

 

Ojos dorados acaramelados miraron hacia arriba.

 

“Él es mio.”


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