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Un nuevo comienzo por Yaoi lovers

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Notas del capitulo:

¡¡Hola a todos!! Pues bueno, aquí estoy nuevamente para dejarles el siguiente capítulo, no sin antes agradecer por el apoyo que en tan pocos capítulos he recibido, en verdad muchas gracias.

Creo que el nombre diuce mucho, personalmente creo que quedó tierno el capítulo pero lo dejaré a su criterio Sin más el capítulo.

El sol comenzaba a salir y aquella habitación en la que todo era de colores claros intensificaba el resplandor. Tanta luz hacía más difícil el permanecer dormido y era acompañada por un ligero golpeteo en la puerta que anunciaba la visita de alguien. Zero se levanto con pesadez y frotó sus ojos para despertar, invitando a esa persona a entrar a la habitación.


-¡Buenos días…!-Akane entro de manera alegre-No interrumpo nada ¿Cierto?-preguntó mirando hacia la cama y observando con detenimiento a sus huéspedes-Sólo quería saber como amanecieron, parecían muy cansados y opté por dejarlos dormir un poco más pero ya es tarde y creo que lo más conveniente sería que fuéramos a desayunar ¿No creen?


-¡Buenos días…!-susurró el peliplateado intentando terminar de despertar-No te preocupes, no interrumpes nada, solo dormíamos. Gracias por tanta atención, en verdad no queremos ser una molestia, tan pronto como me sea posible buscaré un lugar donde quedarnos para no incomodarte más.


-Para mi no es ninguna molestia que se queden aquí… Ayer no comenté nada pues me pareció precipitado y poco oportuno pero noté que su vientre se ve abultado-miró a Kaname que permanecía inmóvil en la cama-Sé que ustedes son pareja y no intento insinuar algo ni mucho menos-la ojiverde se sonrojó notablemente.


-Entiendo a lo que te refieres y no estás equivocada, estamos esperando un hijo y si no mal recuerdo tiene ya cinco meses-el cazador miró con ternura a su amante-Supongo que eso es lo que lo tiene tan irritado y cansado…


-¿Y qué esperan? ¿Niño o niña?-la chica se sentó en la esquina de la cama y lo miró emocionada, él sólo se quedó en silencio extrañado-Vamos, no me digas que no lo sabes… ¿Qué no se los ha dicho el doctor? ¿O acaso quieren dejarlo en suspenso hasta que nazca? No me digas que no te ha dado curiosidad…


-Kaname no mencionó nada de eso, en realidad ni siquiera sé que le dijo el doctor. Y bueno, lo que voy a decirte te parecerá raro pero… No tiene ni un mes que yo me enteré de su embarazo. Hace poco salimos de casa porque ni sus padres ni los míos aceptarían la relación y mucho menos que tuviéramos un hijo, es por eso que no encontraste a esa hora en el camino. Lamento no haber dicho nada antes.


-Vamos, no te atormentes por eso… Ahora con menor razón voy a apresurarlos, por el contrario. Por la situación en la que se encuentran y en su estado las cosas son más complicadas; en verdad pueden quedarse el tiempo que necesiten, en cuanto sientan que todo marcha bien ustedes mismo decidirán si quedarse un poco más o si es momento de partir. Tomen su tiempo, para mi no es molestia.


-Te lo agradezco de verdad-Zero la miró con dulzura-Apareciste en el momento adecuado y ni siquiera tengo palabras para decir lo mucho que aprecio tu ayuda y la confianza que haz depositado en nosotros. Mientras estemos aquí haremos todo lo posible por ayudarte y no resultar una carga-prosiguió de forma sincera.


-Anda ya, deja eso de una vez-Akane se sonrojó ligeramente-Nada de eso es necesario, lo hago con gusto. Eres una persona muy sincera, me agrada eso de ti-frotó su espalda-Despierta a Kaname y bajen a desayunar-le sonrió de forma cálida-En cuanto estén listos vayan a la cocina, los esperaré ahí-salió de la habitación cerrando la puerta tras de si.


-Kaname, cariño-susurró a su oído mientras acariciaba con dulzura su rostro-Vamos, despierta, no seas caprichoso-el castaño se movió ligeramente-Debemos ir a desayunar, Akane nos espera… Anda, también debes tener hambre-acarició su vientre pero su amante seguía sin despertar-Ah… De acuerdo. Descansen un poco más, tal vez cuando despierten tangan ánimos de comer-besó en la mejilla al vampiro y después su vientre-Vendré a verlos en un rato, dulces sueños-se levantó de la cama.


De entre las pocas prendas que llevaba en la pequeña maleta sacó una playera de manga larga en color negro y unos jeans de color gris, ambos ceñidos a su cuerpo y resaltando su figura, tomó el par de tenis negros y se los puso rápidamente. Se paró frente al espejo del tocador de la recámara y acomodó su cabello, una vez que estuvo listo observó por unos segundos a su amante dormir tan tranquilo y esbozó una pequeña sonrisa para después salir y cerrar la puerta tras de si evitando hacer ruido.


-Vaya que eres rápido-dijo Akane al ver entrar a su huésped totalmente arreglado-Apenas terminaba de calentar la comida y ya estás listo para comenzar de lleno con las actividades del día… Eso o realmente me tomo las cosas con mucha calma-rascó su cabeza observando que aún llevaba puesta la ropa de dormir-Oh… ¿Y Kaname? ¿No tiene ganas de comer? Eso puede hacerle daño a él y al bebé.


-No es eso, el embarazo lo tiene agotado y supongo que estando aquí debe sentirse más seguro y por eso logró conciliar tan bien el sueño-el peliplateado ayudó a la chica a servir el desayuno y preparar la mesa-Seguramente en cuanto haya compensado el cansancio despertará tan activo como siempre-se sentaron junto a la mesa.


-Ah… Supongo que sí. Por cierto, ayer pude notar que la ropa que usaba Kaname se ajustaba demasiado a su cuerpo. Sé que no debería interferir tanto pero creo que debería buscar algo que sea más cómodo y adecuado para su condición-la ojiverde lo miro seria-También necesito hacer unas cuantas compras así que podemos ir al centro de la ciudad y visitar algunas tiendas ¿Te parece bien?-le sonrió.


-¿Eh…? Bueno… Realmente yo…-tartamudeó.


-De acuerdo, en cuanto terminemos el desayuno ve por Kaname para qué busquemos algo de ropa, no se hable más.


Continuaron comiendo en silencio; Zero se sentía un poco incomodo pues creía que la ojiverde se estaba comprometiendo mucho con ellos y es que en verdad no quería causarle molestias, por su parte, Akane estaba más que emocionada con poder cuidar de Kaname y más adelante del pequeño que él esperaba porque desde el momento en que se enteró estaba entusiasmada con la situación.


En cuanto terminaron, la azabache pidió al cazador que esperara a que se arreglara para salir y realizar las compras que necesitaba y que, mientras tanto, se asegurara de que el castaño estuviera despierto para que también los acompañara y pudieran asegurarse de que la ropa era de su agrado.


-¿Estás despierto Kaname?-preguntó el peliplateado abriendo lentamente la puerta-Pues al parecer no tienes intenciones de hacerlo ¿Cierto…?-suspiró pesadamente-De acuerdo, de cualquier forma ya le dije que la acompañaría por las compras… Iré con ella y no sé cuanto tardaré así que si despiertas y no estoy aquí no vayas a preocuparte-se sentó a un lado de él-Cuida bien a papá ¿Sí? Evita que haga corajes aunque sabemos que le cuesta mucho molestarse…-rió ligeramente y acarició el vientre del vampiro-Vuelvo más tarde, no se preocupen por mi.


Tras despedirse de su amante y su hijo salió de la habitación con la esperanza de que la ojiverde ya estuviera lista porque, después de lo que ella misma había dicho esa mañana, temía que se retrasara. Apenas cerraba la puerta, con el mismo cuidado con que la abrió, cuando escucho la voz de Akane que le llamaba.


-¡No me digas que sigue durmiendo!-se acercó a él y lo sorprendió pues ahora en vez de la ropa de dormir traía un precioso vestido blanco con estampado de flores rojas que se ajustaba el pecho y se ampliaba con forme iba descendiendo hasta unos tres centímetros arriba de la rodilla, además de usar unas zapatillas con un tacón pequeño a juego con el vestido y su oscuro cabello amarrado en una coleta-Supongo que tendremos que ir sólo nosotros… Ya podremos salir los tres en otra ocasión-continuó decepcionada.


-Ah… Yo… Supongo que sí…-tartamudeó-Creo que no había dormido lo suficiente y es por eso que ahora sigue cansado-agachó la mirada con un imperceptible sonrojo-Seguro en unas horas más estará despierto.


-¿No crees que debamos llevarlo al doctor? Por muy cansado que esté no creo que sea normal dormir durante toda la mañana… ¿Cuándo fue la última vez que lo revisó un médico?-preguntó la azabache con preocupación.


-Supongo que hace un mes, no tengo ni idea para ser sincero… Pero en verdad no es por eso, él siempre actúa como un niño caprichoso y acostumbra dormir hasta tarde y como no ha podido hacerlo hasta hoy se está aprovechando. No tienes de que preocuparte, estará bien, te lo aseguro-Zero le sonrió para transmitirle confianza.


-De acuerdo, pero debe ir a ver al médico, sólo para que estemos seguros-sentencio señalándolo-Entones vámonos, mientras mas rápido salgamos más rápido regresaremos. Esperemos que para ese momento Kaname ya haya despertado…-suspiró y tomó su cartera y unas cuantas cosas más antes de salir.


En cuanto llegaron al centro se dirigieron a una gran plaza en la que, además de varios lugares para comer y algunos supermercados, había una gran cantidad de tiendas de ropa en las que se exhibían distintas prendas que de inmediato llamaron la atención de la chica pues consideraba que con cualquiera de ellos el castaño se vería muy bien y además se sentiría cómodo.


Tras realizar las compras que necesitaba convenció al peliplateado de dar un largo recorrido por las tiendas hasta encontrar algo del gusto de su amante. Entraban y salían de diversas tiendas buscando algo adecuado; el cazador comenzaba a desesperarse pues parecía que Akane no tenía intenciones de terminar con las visitas y ella ponía como pretexto que no podía tomárselo a la ligera.


Cuando por fin llegaron a un acuerdo compraron un par de conjuntos, compuestos por camisa, pantalón y calzado, y comenzaron a caminar en dirección a la salida de la plaza hasta que la ojiverde encontró una tienda en la que vendían artículos para bebé y arrastro al cazador hasta ella.


-¡Vamos Zero!-le insistió de manera suplicante-¿Qué tiene de malo darle una mirada a las cosas? Sé que parece que aún falta mucho para que tu hijo nazca pero es mucho menos de lo que crees. No te digo que elijas o compres cosas, sólo creo que sería una buena idea que empieces a tomarte más en serio tu papel como padre. Deja de quejarte y vamos a entrar-lo tomó del brazo.


-Akane, en verdad no es necesario…-intentó resistir-Estoy consciente de que realmente no falta mucho y también me interesa ser un buen padre pero esto puede esperar, ya habrá tiempo para ir de compras. Regresemos ya, si Kaname despierta y no nos encuentras comenzará a preocuparse-insistía intentando liberarse de aquella incómoda visita, no porque le molestara la idea, sino porque sentía que buscar cosas para su hijo era un poco precipitado.


Al final venció la azabache y terminaron entrando a la tienda. Al estar ahí la chica fue la más emocionada, tomaba una prenda tras otra y se la mostraba a su acompañante, pidiendo su opinión y preguntando si consideraba que esa era una buena elección.


La gente que ahí se encontraba los miraba detalladamente porque pensaban que era una joven pareja de recién casados que pensaba en tener hijos.Después de un rato observando, y a petición del mayor, salieron de la tienda y regresaron a la casa.


 


 


 


 


 


El vampiro despertó lentamente, apenas comenzaba a anochecer y sentía la necesidad de levantarse. Se estiró mientras observaba la habitación intentando recordar que es que había pasado la noche anterior pues lo único que recordaba era haber encontrado una chica que les ofreció su ayuda y el interrogatorio que le había hecho a su amante después de aquél inesperado encuentro.


Al no encontrar a su amante esperando que despertara se desconcertó e incluso pensó que sus sospechas pudieron haber sido ciertas y temió que estuvieran de vuelta en casa y que los vampiros lo hubieran atrapado. Salió dela habitación un poco preocupado y al escuchar voces y risas se dirigió al lugar del que provenían; al llegar encontró a Zero y Akane sentados mientras charlaban de algunos asuntos triviales.


-Oh… ¡Kaname! ¡Que bien que despertaste! ¿Dormiste bien?-preguntó la chica en cuanto notó su presencia-Zero y yo te esperábamos para la merienda pero como no despertabas nos adelantamos, espero que no te moleste. Pero pasa, no te quedes ahí parado, necesitas comer-le hizo una señal invitándolo a entrar.


-Estoy bien gracias-Kaname ingresó a la habitación y se sentó al lado de su amante que de inmediato se ofreció a ayudarlo-Sólo estoy un poco cansado, nada más-cruzó las piernas y los brazos y miró a la ojiverde y al peliplateado con expresión de duda-Supongo que todo ha ido bien aquí ¿No?-preguntó con un poco de molestia.


-¿Eh…? Sí, sólo la acompañé a hacer unas cuantas compras y salimos un par de horas…-respondió preocupado-Queríamos que fueras con nosotros pero creímos que lo mejor era dejarte descansar. Intente avisarte que saldríamos pero al parecer no me escuchaste.


-¡Cierto! Zero y yo te trajimos algo… Vamos-la azabache tomó del brazo al cazador-No tardamos-le guiñó el ojo y salieron de la habitación. Después de algunos minutos ambos volvieron con unas cuantas bolsas-Aquí está, espero que te guste. Yo quería algo menos formal pero Zero insistió en que ese no es tu estilo así que te trajimos un poco de ambos. También llamaré al doctor para que te revise…


Tras sacar las prendas y probárselas para corroborar que le quedaran bien agradeció la atención que tuvo, continuaron con la merienda y conversaron un poco de las cosas que ocurrieron en el día. Al terminar la anfitriona le deseo buenas noches a la pareja y pidió que la disculparan pues deseaba irse a dormir; antes de salir acarició suavemente el vientre del castaño, lo que provocó que se sonrojara, y después se dirigió a su recámara.


Zero y Kaname también fueron a su habitación después de eso. Podía verse que el castaño estaba molesto y su amante no entendía la razón, sabía que en las últimas semanas había actuado de la misma manera pero en esta ocasión parecía que era otra la razón para su mal humor. En cuanto estuvieron solos el cazador se armó de valor y preguntó la razón de su molestia.


-¿Hay razones para que esté molesto?-cuestionó el castaño retadoramente-No haz hecho nada como para que eso ocurra ¿O sí? Sabes que no actúo solo porque sí, todo lo que hago tiene un motivo y siempre eres tú el responsable de que no esté de humor… No tengo derecho de prohibirte nada pero es un poco incómodo que ella tenga tanta confianza contigo a tan poco tiempo de conocernos… Si no tienes problemas con eso a mí no me importa pero al menos deberías ser claro.


-Ya sé a que viene todo esto… ¡Estás celoso! ¿Verdad?-el peliplateado se acercó a él y le dedicó una sonrisa burlona-Al parecer no te ha quedado claro que a quien quiero es a ti ¿Crees que si me importara alguien más que tú estaría aquí?-le preguntó acariciando suavemente su mejilla, su amante sólo se sonrojó y agachó la mirada-Anda ya, deja de ser tan inseguro. Sólo te quiero a ti-le sonrió-Bueno, a ti y a nuestro pequeño-lo abrazó dulcemente y lo beso en los labios.


-¡Idiota!-correspondió el abrazo avergonzado-Yo no estoy celoso ¡Y mucho menos por alguien como tú! Y tampoco soy inseguro, imaginas cosas que no son y siempre crees tener la razón pero no eres más que un tonto al que le encanta molestarme-lo tomó de las mejillas y las pellizco suavemente-Lo peor es que así te quiero…-el vampiro lo miró con dulzura y tímidamente lo besó a lo que el cazador sonrió complacido-¡Y es mejor que dejes de verme así…! No te acostumbres porque no se volverá a repetir-ocultó el rostro en el pecho de su amante.

Notas finales:

Pues bueno, hasta aquí llego el capítulo, podrán darse cuenta de que es un poco más largo e intenté ser más descriptiva.

Espero haya sido de su agrado. Nos vemos la próxima actualización.


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