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Un nuevo comienzo por Yaoi lovers

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Notas del capitulo:

¡Hola a todos queridos lectores! Perdón por pasar hasta ahora pero tuve unas cuantas complicaciones y no pude actualizar antes pero bueno, aquí me tienen.

Creo que el nombre del capítulo dice bastante, por fin revelaré el gran misterio sobre el/los hijos/os de Zero y Kaname. No les digo más y los dejo con el capítulo.

El día de la cita con el doctor Tamaki había llegado y después de mucha insistencia Zero logró que su amante se levantara temprano, pues para Kaname no estaba siendo fácil despertar antes del medio día, desayunar de manera adecuada y se arreglara sin chistar. Después de la batalla, que parecía interminable, ambos salieron con rumbo al consultorio donde los atenderían.


En cuanto llegaron, el doctor los recibió cortesmente y los invitó a entrar; tras registrar algunos datos sobre su paciente, y explicarle a grandes rasgos algunas de las pruebas que le realizarían y el procedimiento que seguirían para su caso, le indicó que debía recostarse sobre una pequeña cama que ahí se encontraba y descubrirse el vientre para poder realizar el primer estudio.


-Por favor joven Kiryuu-hizo un ademán con la mano invitándolo a acercarse a su amante-Como padre del pequeño tiene derecho a estar presente en cada uno de los ultrasonidos que le realice al joven Kuran, además de que es conveniente que conozca el estado de su hijo y según tengo entendido es la primera vez que podrá verlos de cierta manera. Acérquese, por favor.


El peliplateado atendió la petición y observó como el médico cubría el vientre del castaño con una especie de gel para después acercar un aparato un tanto extraño, y que estaba conectado a una especie de monitor, y comenzar a deslizarlo sobre su piel buscando obtener una imagen del pequeño. Después de unos minutos observando el monitor miró a la pareja y habló con seguridad.


-Parece que ambos están bien, no encuentro ninguna anomalía y parece ser que su desarrollo coincide con la edad que reporta. Parece que tampoco habrá problemas para el nacimiento pero revisaremos su estado en cada consulta para evitar posibles complicaciones-les sonrió.


-Espere un segundo...-el vampiro se levantó rápidamente con expresión de sorpresa, preocupando así al médico y a su amante quienes quedaron atónitos ante su reacción-Acaba de decir ambos, ¿Con eso se refiere a que...?-susurró con un poco de desconcierto ante la noticia.


-Así es-afirmó el doctor Tamaki-Está esperando a dos pequeños y a juzgar por la apariencia en que se acomodaron me atrevería a decir que son mellizos-dirigió su vista hacia el monitor y analizó la imagen detenidamente-Y le digo sin temor a equivocarme que el pequeño que puede ver aquí-señaló una de las formas que se mostraban-Es niña y muy probablemente será la primera en nacer.


-¿¡En verdad!? ¿¡Un niño y una niña!?-el cazador, quien hasta entonces se había mantenido en silencio, habló emocionado-¡De verdad son dos! ¡Tendremos dos hijos!-tomó la mano de su amante y lo miró con una expresión de alegría en su rostro-No puedo creerlo... ¡Es maravilloso...!


-Tranquilícese por favor joven Kiryuu-el mayor habló calmado intentando relajar al padre de los pequeños-Entiendo su emoción y los felicito a ambos pero no es momento para reaccionar así...-el aludido lo miró confundido-El joven Kaname ha palidecido y no parece estar bien, veo que la noticia lo ha tomado por sorpresa. Inhale profundamente y no se estrese-se acercó a él y lo ayudó a recostarse-Necesito que esté relajado, es lo mejor para usted y los pequeños.


-Lo lamento, no era mi intención reaccionar así...-respiró tranquilamente y poco a poco fue recobrando el color-Es sólo que no me esperaba esto, no pensé que pudieran ser mellizos y saberlo de un momento a otro me dejó sin saber que hacer... Disculpen por asustarlos, estaré bien-cubrió su frente con una mano y ligeramente hizo presión sobre sus sienes.


Una vez que el paciente se recuperó por completo de la noticia el médico continuó con las pruebas y terminó de dar las indicaciones para que el embarazo se desarrollara en condiciones óptimas y diera lugar a la situación adecuada para el momento en que recibieran a sus hijos. En cuanto terminó su labor se despidió de la pareja no sin antes agendarles su siguiente cita para corroborar que todo estuviera en orden.


 


 


 


 


 


Kaname se encontraba sentado en un sofá de la sala abrazando sus rodillas y mirando a lo lejos con una expresión de preocupación en su rostro sin prestar atención a lo que ocurría a su alrededor. Zero se acercó a él, se sentó a su lado y apoyó su cabeza sobre la espalda de su amante.


-No pareces muy feliz con la noticia...-dijo con tristeza-Pensé que saber que de una vez por todas te alegraría y que empezarías a vernos cada vez más como una familia pero creo que me equivoqué-suspiró pesadamente y su amante permaneció en silencio-Esperaba que cuando menos dijeras que te alegraba saber que están bien o algo parecido pero lo único que hiciste fue disculparte por reaccionar tan sorprendido y...


-No empieces con eso por favor-susurró el castaño también con tristeza-Entiende que sólo fue la sorpresa del momento. No se trata de que no sea feliz con el resultado o de que no quisiera saberlo. Simplemente... Fue extraño-permitió que su amante se recostara en su regazo y jugó con su cabello-Nunca me imaginé con pareja y mucho menos con hijos... Enterarme de mi estado me sorprendió, pero saber que vienen dos pequeños en camino me desconcertó.


-¿Hubieses preferido que sólo fuera uno?-preguntó con preocupación el peliplateado-¿Que fuera uno solo te haría sentir mejor...? Lamento que no fuera como tú esperabas-continuó arrepentido-De seguro ni siquiera pensabas que nuestra relación llegaría más allá de las visitas usuales y uno que otro día juntos o en la posibilidad de que viviéramos juntos y con esto modifiqué todo lo que querías.


-Tampoco lo digas así-reclamó-Es cierto que nunca imaginé que pasaría esto pero las cosas se dieron así y a estos pequeños los quiero por igual. No puedo decir que son un error ni nada parecido. Llegaron de manera repentina y sorpresiva pero igual lo hiciste tú y las cosas no van tan mal; y no entiendo porqué lo dices como si estuviera infeliz con mi vida actual. Yo... Te quiero, y formar una familia a tu lado de cierto modo me reconforta y hace más fácil afrontar la situación-susurró avergonzado.


El cazador se levantó rápidamente y miró fijo al vampiro, le parecía casi increíble que dijera todo eso pues sabía que aunque así lo sintiera no era la clase de persona que externa sus sentimientos con facilidad. Se acercó a él y lo besó con dulzura, dejando que sus labios se encontraran y poco a poco fueran reconociéndose hasta poder fundirse y ser uno solo. El beso se tornaba más pasional, sobraban las palabras y explicaciones pues con ese contacto se expresaba todo lo que las palabras no podían decir.


Zero acorraló a su amante contra el sillón, se encontraba sobre él devorando con devoción esos labios suaves y dulces que tanto placer le producían sin tener en consideración el aire que comenzaba a escasear porque el deseo era mayor y le impedía pensar racionalmente. Kaname sólo apretó los ojos para grabar de mejor manera ese encuentro que desde hacia bastantes días evitaba tanto como podía.


Inesperadamente sintió varios dedos recorrer su piel con desesperación, explorando con detenimiento y a detalle hasta el más mínimo poro de su piel, como si la vida de su amante dependiera de poseer todos y cada uno de los centímetros de ese terso lienzo que lo cubría; seguido de las caricias sintió la respiración del peliplateado sobre su cuello y poco después un ligero mordizco en esa zona que lo hizo liberar un gemido y abrir los ojos desmesuradamente.


Con la vista atenta a su alrededor, el castaño se percató de la presencia de Akane, quien los observaba detenidamente como si estuviera en un trance del que no podía salir, y de inmediato su rostro se encendió con un rojo intenso y empujó suavemente a su amante para liberarse de la posición tan comprometedora en que se encontraban.


-Yo... Lo lamento...-habló un tanto confundida la azabache-No pensé que estarían aquí y...-se sonrojó pues llevaba ahí varios minutos sin despegar su vista de los amantes-Discúlpenme, no quise interrumpirlos ni incomodarlos. Será mejor que vaya a mi habitación. Simplemente piensen que ni siquiera estuve aquí-terminó y comenzó a subir la escaleras.


-¡Espera, Akane!-gritó el vampiro y corrió hacia ella-Esto no es lo que tú crees, se trata de un malentendido, nada más-aseguró al tiempo que arreglaba su ropa que durante el encuentro con su amante salió de su lugar-Somos nosotros quienes deben disculparse, no debimos hacer esto en plena sala, fue un error. Lamento que hayas visto eso...-ambos agacharon la mirada y se quedaron en silencio.


-Llegaste temprano-habló el cazador intentando aligerar la tensión que se había creado-¿Qué tal el trabajo? De seguro estás cansada ¿Por qué no te quedas con nosotros y hablamos de como estuvo el día?-se levantó del sillón y se acercó a ellos-También te contaremos lo que dijo el doctor, ya sabemos que van a ser.


-En realidad no llegué temprano, más bien es que los días anteriores había llegado tarde pero tienes razón-, hagamos como que esto nunca pasó y mejor cuéntenme que dijo el doctor. Vamos Kaname, dime que tal fue-la ojiverde rodeó al vampiro por los hombros-Supongo que debes estar emocionado con todo lo que ha pasado y si no te molesta me gustaría que compartieras tu felicidad.


-Pues resultó mejor de lo que esperaba. Me hizo varias pruebas y tengo que ir otra vez en casi un mes. También nos dijo que es lo que esperamos...-hizo una pequeña pausa y la chica lo miró ilusionada-Son mellizos y según lo que dijo el médico la niña será la mayor...-una ligera sonrisa se dibujó en su rostro.


-¿¡De verdad!?-preguntó Akane muy emocionada-¡Esperan mellizos!-dio un grito que hizo eco en toda la habitación-Felicidades-abrazó con todas sus fuerzas a Kaname-Tendrán dos pequeñitos al mismo tiempo... No tiene idea de cuanto me alegro por ustedes-atrajo a Zero y también lo abrazó-No pudieron recibir mejor noticia, es tan lindo que vayan a tener mellizos. Ambos serán preciosos y recibirán mucho amor-les sonrió.


-Gracias Akane, también estamos emocionados por la noticia y apenas y podemos esperar a que nazcan. Poder verlos y tenerlos entre nuestros brazos será grandioso-los ojos del peliplateado se iluminaron-Sé que cuatro meses se pasarán muy rápido pero en este momento siento que es demasiado... Apenas y puedo creer que hace más de medio año nos conocimos y que ni siquiera me soportabas-miró a su amante.


-Ni siquiera pasó así-el castaño se sonrojó-Te he dicho que puedes llegar a ser muy molesto y como en ese momento apenas te conocía parecías insoportable pero con el tiempo encontré tur virtudes y me di cuenta de que no eres como lo pensé-levantó la mirada pro sin levantar el rostro-Aprendí a aceptarte y a quererte y eso es lo que nos tiene aquí-sonrió acariciando su vientre con ternura.


Su amante levantó tiernamente su rostro y lo miró de manera dulce, cualquiera que apreciara la escena se daría cuenta del amor tan inmenso que existía entre ellos y no dudaría ni un segundo que la razón para que sigan juntos es más poderosa que cualquier cosa que quisiera separarlos. El cazador acarició suavemente su mejilla y depositó un suave beso sobre sus labios mientras ambos se perdían en ese bello momento.


-Muero por verlos con los pequeños-la voz de la azabache los hizo volver a la realidad-Dese ahora son la familia perfecta...-susurró emocionada y ligeramente sonrojada-Ustedes se aman tanto y Kaname es tan dulce cuando habla con toda sinceridad-vio a los amantes fijamente con una gran sonrisa-Se ven tan bonitos juntos y... Debo tomar una foto para que puedan recordar el momento, iré por la cámara y regreso-con el sonrojo cubriendo por completo su rostro corrió a su habitación.


-Parece incluso más emocionada que nosotros ¿No crees?-preguntó el cazador al ver salir a Akane tan apresurada-No la entiendo muy bien pero si de algo estoy seguro es de que conocerla fue algo muy bueno, esto es mucho más de lo que esperaba y no tienes idea de lo feliz que me hace... Pero lo mejor definitivamente es que tú estás conmigo-lo besó dulcemente en la mejilla.


La ojiverde regresó y pidió a la pareja que se preparara para que tomara la foto pero al darse cuenta de que ninguno lo haría se acercó a ellos y colocó al vampiro delante de su amante e hizo que el último lo abrazara y besara su mejilla dulcemente. Una vez terminó de arreglar la escena tomó la fotografía y dio un gran grito que asustó a sus huéspedes quienes pidieron conocer la razón.


-Lo lamento-respondió arrepentida-No quería asustarlos pero se ven tan bien así que no pude evitarlo...-continuó mirando la fotografía-Me muero de ganas de conocer a los pequeños, ¿Ya han pensado en sus nombres?-preguntó la azabache acariciando dulcemente el vientre de Kaname provocándole un ligero sonrojo-Ahora que saben que son un niño y una niña pueden elegirlo ¿No creen?-les sonrió.


-Ni siquiera lo habíamos pensado-respondió Zero-Supongo que entre tanta emoción ni siquiera consideramos que necesitaran un nombre... ¡Pero definitivamente no quiero que lleven el tuyo ni el mío! Ya tendremos tiempo para pensarlo, tal vez en cuanto hayan nacido podamos elegir uno más fácilmente-sonrió.


-¡Ay sí! Hay muchísimos nombres para elegir pero también tiene que irle bien... No sele puede poner un nombre sólo porque es bonito o porque así se llama el padre o el abuelo...-Akane comenzó a hablar de nombres y otros temas relacionados, cosa que no le agradó al castaño quien sólo la miraba con atención.


 


 


 


Después de la merienda y tras desear buenas noches la pareja se despidió, ambos entraron a la habitación y se prepararon para dormir. El primero en conseguirlo fue Kaname quien ante tantas emociones juntas cayó rendido casi al instante; por su parte, el peliplateado no conseguía consiliar el sueño por más que lo intentaba, ahora más que nunca sentía la necesidad de conseguir un hogar para su amante e hijos.


Tras varios intentos fallidos de despejar su mente, optó por salir a dar un pequeño paseo y así idear algo. Estaba por salir de la habitación cuando una brillante idea se le ocurrió; no estaba seguro de que fuera la mejor solución pero dado el poco tiempo restante antes del nacimiento de los pequeños consideró que era la forma más fácil de conseguir un empleo.


Caminó con paso titubeante hasta la recámara de la azabache y, tras dudarlo unos segundos, golpeó la puerta ligeramente esperando encontrar a su anfitriona aún despierta; en cuanto ella abrió miró con sorpresa al cazador, frotó ligeramente sus ojos y al notar su expresión se apresuró en hablar.


-¿Que pasa Zero?-dio un largo bostezo y se estiró-No creí que siguiera despierto, ya es un poco tarde y... Realmente no importa-le sonrió-¿En qué puedo ayudarte?


-Disculpa que llegara tan de repente pero hay algo que quiero pedirte...-respondió-Nos has ayudado mucho y estoy agradecido por ello y por eso me atrevo a decirte esto...


Hablaron durante largo rato, llegaron a un acuerdo sobre el asunto yal concluir Zero regresó a su habitación. Ya más relajado volvió a recostarse y poco a poco fue consiliando el sueño. "Ahora sí todo está arreglado" fue su último pensamiento antes de caer dormido.

Notas finales:

Pues hasta aquí quedó este capítulo. ¿Qué tal? ¿Esperaban ese resultado?

Espero haya sido de su agrado, nos vemos la siguiente actualización.


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