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Un nuevo comienzo por Yaoi lovers

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Notas del capitulo:

¡¡Hola a todos queridos lectores!! Aquí me tienen de nueva cuenta pasando a dejarles el nuevo capítulo.

Supongo que el nombre les da mucha idea pero sólo para hacer la aclaración: ¡Aparece un nuevo personaje! Ya irán viendo como inluye en la historia.

No les digo más, los dejo con el capítulo.

El mes pasó volando, antes de que siquiera pudieran darse cuenta uno nuevo había empezado y todo marchaba bastante bien: Zero estaba más que instalado en su empelo y los frutos de su esfuerzo eran evidentes, ya tenía un buen monto acumulado destinado para sus pequeños; Akane se sentía de maravilla pues la amistad entre ella y sus huéspedes se iba fortaleciendo aunque de vez en cuando había choques con Kaname quien no terminaba de aceptarla; este último, por su parte, era el menos favorecido ya que las molestias del embarazo se habían vuelto más constantes y cada vez soportaba menos ver a la chica cerca de su amante.


 


 


 


 


 


 


La casa estaba silenciosa, apenas podía percibirse el sonido del segundero del reloj de la sala o el murmullo de algunos autos y personas que pasaban por el exterior. Aunque ya se había acostumbrado a esa apacible soledad de ve en cuando su vida le parecía monótona y repetitiva, siempre lo mismo: desayunar, asearse, sentarse a leer alguna revista o artículo interesante que estuviera sobre la mesa, una vez a la semana hacer tareas del hogar y esperar a que la hora de la salida se aproximara para preparar la comida.


Esa mañana le pareció completamente aburrida, ya había terminado con las actividades de su rutinario día y aún faltaban un par de horas para que el peliplateado y la azabache regresaran a casa y no tenía intenciones ni ganas de seguir ahí encerrado. Tomó las llaves de la casa, el teléfono celular y salió sin rumbo fijo; comenzó a caminar hacia donde sus pies lo llevaran, no sin antes prestar atención al camino que iba siguiendo para evitar perderse, sin tener idea de que podía estar buscando.


Durante su paseo pasó por el supermercado, algunas tiendas de ropa, en las que se detuvo apenas unos segundos curoseando los aparadores que daban hacia la calle, tiendas de mascotas, cafeterías, algunas oficinas, dulcerías... Bastantes lugares por los que daba una mirada curiosa, como si fuese un turista paseando por el centro de la ciudad, únicamente con la intención de quitarse el aburrimiento hasta que dieran de nuevo las tres para regresar y preparar la comida.


Casi una hora se había consumido y en cuanto se percató de ello decidió que lo mejor era regresar, después de todo, tenía tiempo de sobra el resto de la semana para seguir conociendo más lugares. A punto estaba de emprender la caminata a casa cuando se encontró con una pequeña florería que exhibía diferentes arreglos florales que llamaron su atención, y no porque fuera muy aficionado a ellos, sino porque algo en el local le hizo despertar su interés.


Dado que estaba del otro lado de la calle, el castaño cruzo casi hipnotizado hasta la otra acera y tras dudarlo unos segundos centró su atención en un arreglo. Realmente no sabía mucho de flores e ignoraba el nombre de gran parte de las que lo conformaban, pero la combinación que hacían el color de sus pétalos y el contraste que había entre las formas de unas y otras tenía una perfecta armonía que resaltaba la belleza de todas y cada una, dejándolo en un estado de completa admiración.


-¿Puedo ayudarte en algo?-preguntó una voz que lo sorprendió y lo trajo de vuelta a la realidad-¿Buscas algo en particular o prefieres elegir entre las opciones?-el vampiro volteó hacia la persona de la que provenía la voz y vio a un chico un poco más bajo de estatura que él; de cabello corto, rubio y despeinado además de unos ojos de color azul que a pesar de ser claros eran muy intensos-Veo que te gusta este... ¿Te interesa comprarlo?


-¡En realidad no estoy aquí por eso!-respondió rápidamente y con un ligero sobresalto-No estoy interesado en comprar ningún arreglo ni nada por el estilo-hizo un ademán intentando demostrar negación-Si estoy aquí es por...


-¡No necesitas decir más!-el rubio lo interrumpió-Ya sé a lo que te refieres, pasa por aquí-lo invitó a ingresar a la florería-Seguro vienes por lo del empleo y llegas en el momento adecuado porque justo ahora necesitamos más personal que nunca-prosiguió sin siquiera intentar escucharlo-Lo que tienes que hacer es realmente sencillo, por el momento podrías empezar ayudando con la limpieza y atendiendo a los clientes pero si tienes experiencia puedes ayudarnos para hacer los arreglos y cuidar las flores...


-Creo que no me estás entendiendo-se apresuró a decir Kaname-No estoy aquí para comprar nada ni por el empleo... Pasé por casualidad y este arreglo me gustó así que me acerqué a observarlo, nada más-aseguró con firmeza-Lamento si te cree una falsa idea y te hice creer cosas que no son.


-Yo... No tienes porqué disculparte-le dedicó una sonrisa forzada-Supongo que estaba muy emocionado con la idea y que ni siquiera te deje hablar para que explicaras las cosas. Soy yo quien debe disculparse, espero que puedas perdonar mi impertinencia y mi desconsideración. Discúlpame por favor-el ojiazul lo miró arrepentido.


-En realidad no es necesario tanto... Tal vez exagaré un poco las cosas y no debí ser tan duro, después de todo tampoco intenté explicarlo desde el principio y te confundí un poco. Discúlpame también.


-Em... Bueno. Dejando un poco las disculpas de lado, mi nombre es Aidou, es un placer conocerte-le sonrió-Y es un tanto extraño insistir pero... ¿De verdad no te interesa el empleo? Es algo en verdad muy sencillo y me vendría muy bien un poco de ayuda así que ¿Qué dices?-lo miró esperanzado.


-Te agradezco la oferta pero no sé, en realidad no estoy muy interesado en un empleo por el momento y antes de aceptarlo tendría que pensar en ello... Es mejor que busques a alguien más pues no creo ser el indicado por más sencillo que fuera pero si llego a saber de algún interesado se lo diré. Si me disculpas, me tengo que ir-el castaño salió de la florería sin decir más.


-¡Espera!-el rubio salió tras él e intentó detenerlo-¿Por qué no lo piensas con calma?-le preguntó-No es necesario que me respondas en este momento... ¿Te aprece si te dejo una tarjeta de la florería? Si cambias de opinión llámame-el aludido tomó la tarjeta y siguió caminando-¡Oye! ¡No me dijiste tu nombre...!


-Kaname-le respondió-Y no aseguro nada, lo pensaré y no sé que suceda así que no te ilusiones...-siguió su camino.


-Kaname...-susurró al aire el ojiazul-Así que ese es su nombre... Kaname...-dijo una vez más mientras en sus labios se dibujaba una sonrisa de satisfacción.


 


 


 


 


 


 


Kaname llegó a casa un poco desconcertado por su anterior encuentro, el chico le pareció realmente curioso, algo había en él que despertó su interés y que lo hizo grabarse en su mente. Apenas y podía creer que sin siquiera intentarlo hubiera encontrada una opción para que la ojiverde y el cazador dejaran de trabajar juntos, pensó que era algo bastante bueno, así que decidió conservar la tarjeta para después sugerirselo a su amante, así el podría estar más tranquilo.


-Parece que tengo suerte ¿No?-preguntó acariciándose el vientre-No esperaba que una simple vuelta para distraerme diera tan buenos resultados...-sonrió ligeramente-¿Creen que su padre quiera aceptar el trabajo? Puedo decir que de esa manera podría ir a visitarlo y que estaría más cerca de nosotros-sacó la tarjeta-Pues... En cuento llegue se lo diré, ya veremos que pasa.


Entró a la cocina y tras sacar los ingredientes necesarios para preparar la comida empezó a cocinar. Últimamente había desarrollado bastante gusto por ello, dado que era de sus pocas distracciones, y de cierto modo el saber que cocinaba para su amante lo motivaba para hacerlo; nunca se le había dado bien la cocina pero con la práctica constante fue mejorando poco a poco.


En cuento todo estuvo listo miró el reloj, pasaban apenas unos minutos después de las tres y que en cualquier momento la puerta se abriría y daría paso al par que regresaban del trabajo. Comenzó a sacar lor platos y cubiertos para llevarlos al comedor, arregló la mesa y estaba a punto de terminar cuando la puerta de entrada se abrió y el par ingresó a la casa.


-¿En serio?-preguntó Akane-¡Es genial! Siempre es muy exigente y cualquier cosa que no le agrade es razón suficiente para mandarte a prepararlo de nuevo... Es una buena chica y es agradable pero es muy difícil de convencer... Es maravilloso que le gustara, no sabes cuanto me alegro por ti-pellizcó suavemente las mejillas de su acompañante mientras sonreía.


-Eso mismo me dijeron, todos me felicitaron e hicieron gran albotoro... Supongo que les sorprendió que me aceptara tan fácilmente...-Zero sonrió ampliamente-Incluso ella me felicitó y dijo casi lo mismo que los demás.Ni yo puedo creer que saliera tan bien, cuando me hablaron de ella estaba preocupado y no sabía que haría si me la encontraba y...-dirigió su vista hacia el comedor y observó a su amante quien lo miraba con molestia.


-Ya estamos aquí-la azabache se dirigió al castaño-¿Que tal estuvo tu día?-le preguntó y acarició su mejilla suavemente-¿Cómo están pequeñitos? ¿Cuidaron bien de papá?-habló sobre su vientre-¡Ni te imaginas lo que pasó! Vamos Zero, cuéntale como sorprendiste a Ruka-caminó hacia la cocina-¡Increíble! Esto se ve delicioso-gritó.


-¿Estás bien cariño?-el peliplateado se acercó a su amante e intentó acariciar su rostro pero él lo evitó-¿Hice algo que te molestara?-lo miró preocupado-Si hay algo dímelo, no quiero que volvamos a pelear por algo que ni siquiera entiendo... Digo, no me molesta eso porque después de cada pelea tengo una buena compensación pero-miró a su amante que lo veía de manera retadora-Sólo dime que pasa-continuó arrepentido-No me gusta verte así porque no sé como solucionarlo...


La anfitriona había vuelto y miró con atención a la pareja que se limitó a guardar silencio y fingir que no pasaba nada; ella sólo hizo una mueca de frustración pues pudo darse cuenta de que algo no andaba bien pero no intentó hacer nada para solucionarlo ya que sabía que eso no funcionaría y que después de todo era necesario que resolvieran sus problemas solos. En silencio los tres se sentaron a comer y se mantuvieron así el resto del día; la tensión podía sentirse pero ninguno ebcontraba la forma de deshacerla.


 


 


 


 


 


 


Aproximadamente a las ocho treinta de la noche el vampiro no soportó más ese ambiente; se despidió de la ojiverde y el cazador, argumentando que se sentía cansado y que deseaba dormir un poco. Su amante iba a intentar acompañarlo pero consiguó detenerlo con la excusa de que seguramente tenía cosas que hacer y que no era necesario que las dejara por su culpa, que él estaría bien y que no debía preocuparse.


-¿Pasó algo?-preguntó Akane una vez que Kaname se había ido-Desde que regresamos me pareció que Kaname actuaba extraño pero no quise decir nada, pensé que podía ser parte de sus malestares; después de todo, en este último mes parece más sensible-miró atentamente a su acompañante-¿Está todo bien?


-Si te dijera que sí ¿Me creerías?-respondió Zero con una mueca de tristeza-No creí que fuera tan evidente que algo no anda bien y ni siquiera yo sé que es. Parece que hasta antes de que volvieramos se encontraba de buen humor y no entiendo que fue lo que pasó. Me preocupa verlo así pero nada puedo hacer para ayudarlo si no me dice que es lo que le molesta. A veces me gustaría que fuera diferente, todo sería más fácil... Sin embargo, así es él y no hay nada que pueda hacer para cambiarlo.


-Creo que sólo necesitas hablar con él-intentó animarlo-Kaname no se caracteriza por ser sincero pero seguro si están solos los dos le será más sencillo hablar de sus sentimientos. Tampoco necesitas mortificarte tanto, lo conoces y ya debiste haber entendido que si de por sí es difícil de tratar en su estado todo se duplica.... Sólo sé sincero y dile como te sientes, seguro entenderá y todo será fácil ¿Sí?


 


 


 


 


 


 


Eran casi las diez de la noche y a pesar de tener tanto tiempo encerrado en la habitación, el castaño aún se mantenía despierto. No tenía humor ni para dormir así que sólo se sentó sobre la cama con las rodillas flexionadas y su cabeza apoyada en ellas. Estaba sumido en sus pensamientos y no se percató de que su amante había entrado a la habitación sino hasta que por casualidad volteó hacia el ropero y lo encontró desvistiéndose preparado para dormir.


-Vaya que eres tonto-le dijo en tono de reproche y sin mirarlo-Sabes cuanto me molesta que pases tanto tiempo con ella y no conforme con pasar toda la mañana a su lado ahora hasta el tiempo que puedes pasar conmigo lo aprovechas para estar a su lado... Cuando vine hacia acá pensé que como siempre ignorarías lo que te digo y vendrías tras de mi sin importarte nada, ahora veo que la prefieres.


-Ya vuelves con eso...-respondió el peliplateado-Durante las horas de trabajo ni siquiera estamos juntos, trabajamos en diferentes secciones y sólo nos vemos a la entrada y la salida. Y si no te seguí es porque sé cuanto te molesta que lo haga cuando quieres estar sólo y creí que sería mejor dejarte tranquilo e intentar hablar cuando estuvieras dispuesto...


-¡Eso ni tú te lo crees! Ahora resulta que sólo se ven en ese momento. ¿Qué sentirías si pasara más tiempo con otra persona que contigo y si además a esa persona le contara más cosas que a ti? Por mi no hay problema si la pones antes que a mí pero después no te arrepientas si dejas de interesarme y busco a alguien más-sentenció molesto.


-Por favor querido...-el cazador se acercó a él intentando abrazarlo pero él lo evadió-Lo que dices no iene sentido ¡Sólo escúchate...! A quien quiero es a ti y de lo único que hablo con Akane es de trabajo, además ella no tiene nada que ver...


-¡No quiero seguir escuchando tus pretextos!-el vamiro le lanzó un almohada y una cobija-¡Ni siquiera quiero verte!-se levantó de la cama y sacó a su amante de la recámara-¡Déjame solo!


-¡Espera, Kaname!-intentó entrar de nuevo pero la habitación estaba cerrada con seguro-Escúchame por favor, no tienes porqué reaccionar así...


-Al parecer las cosas no salieron bien...-habló la azabache quien recién subía las escaleras para ir a su habitación-Y creo que va en serio porque hasta te corrió de la recámara...


-Ni siquiera quiso escucharme...-respondió con frustración-No consigo entender que lo molesta tanto... Dice cosas que no entiendo y me culpa por todo. No me gusta estar así con él pero tampoco sé como evitarlo.


-Necesitas descansar-la ojiverde tocó su hombro en señal de apoyo-Mañana será otro día y ya que Kaname esté tranquilo podrán hablar. Quédate en mi habitación, necesitarás dormir bien para afrontar lo que venga mañana.


-¡No te preocupes por eso!-se apresuró a decir Zero-Puedo dormir en el sofá de la sala; estaré bien, la luz de la luna me ayudará a tranquilizarme y a dormir. Después de todo siempre ha sido mi compañera y estoy acostumbrado a dormir con ella. Además, no es necesario molestarte por algo que no te involucra.


-Por eso no te preocupes, de vez en cuando padezco de insomnio y apenas empecé ayer así que lo más seguro es que hoy no duerma. Me quedaré en la sala a leer algún libro o ya veré en que entretenerme-le sonrió amablemente-¡Y ni intentes negarte porque no te dejaré!-lo obligó a a entrar a la habitación-Descansa, ya verás que mañana todo estará bien-acarició su mejilla.


-Gracias Akane, y disculpa odas las molestias que estamos causando-la ojiverde negó con la cabeza, se despidió de él y salió de la habitación.

Notas finales:

Hasta aquí el capítulo, espero haya suido de su agrao.

Nos vemos en la próxima actualización.


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