Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un nuevo comienzo por Yaoi lovers

[Reviews - 54]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡¡Hola a todos queridos lectores!! Aquí me tiene otra vez pasando a dejarles el nuevo capítulo. En particular el final del capítulo me dio mucha ternura, creo que me pasé un poquito de cuyrsi pero bueno...

Los dejo con el capítulo.

El día recién empezaba, el sol apenas estaba por salir y aún se apreciaba un pequeño rastro de la luna. Kaname ya estaba despierto y, para ser completamente sinceros, no había conseguido dormir muy bien; quisiera aceptarlo o no, se sentía mal por la forma en que trató a su amante y estaba arrepentido. Gran parte de las cosas que dijo ni siquiera las sentía pero su molestia en ese momento pudo más que la razón.


-¿Creen que fui insensible?-preguntó a sus pequeños-Generalmente a su padre no le afectan este tipo de comentarios pero creo que me sobrepasé...-continuó con arrepentimiento-En realidad no era para tanto; me molesta que pase tanto tiempo con Akane pero ahora que lo pienso esa no era razón para decirle todo eso... Tendré que disculparme con él-suspiró profundamente-Sólo espero que no esté enojado y pueda hablar con él tranquilamente.


Se levantó rápidamente de la cama y a punto estaba de salir de la habitación cuando escuchó que la puerta de la recámara de Akane se abría. Silenciosamente se acercó al marco de la puerta y cuidadosamente la abrió, dejándola abierta a penas lo suficiente para que sus ojos alcanzaran a ver la figura. Al asomarse vio a la azabache quien salía perfectamente arreglada, aunque no le dio mucha importancia pues después de todo era su habitación.


La chica bajó las escaleras sin darse cuenta de que el castaño la observaba. En cuanto él consideró que había recorrido una distancia conveniente se dispuso a salir de la habitación pero nuevamente el sonido de la puerta abriéndose lo obligó a regresar a su posición y esperar que quien estuviera dentro saliera y se alejara.


Grande fue su sorpresa al ver de quien se trataba: Zero salió de la recámara terminando de arreglar su cabello y acomodando su ropa pues al parecer la hora de partida había llegado y él aún no estaba listo. Sin detener su andar siguió arreglándose y sin siquiera dirigir una mirada a la habitación que comparte con su amante bajó las escaleras a toda prisa.


El vampiro se llevó ambas manos a la boca con expresión de sorpresa y lentamente caminó hacia la cama. Al llegar a ella se dejo caer quedando sentado. Estaba atónito por ese descubrimiento y no sabía que pensar; dudaba de confiar plenamente en su amante y esperar que aclarara todo pero tampoco creía conveniente hacer caso por completo a lo que había visto.


-Esto no puede ser cierto...-susurró al borde de las lágrimas-No pudo hacer eso... ¡Él no puede hacerme esto!-reprochó con rabia-Pues bien si no me necesita, yo tampoco dependo de él y puedo hacer lo que quiera ya que así van a ser las cosas...-su semblante había cambiado por completo: de uno triste y angustiado a uno confiado y seguro-Si va a echar a perder lo que construimos ¡Adelante! No lo voy a detener, ¡Que haga lo que quiera!


Sin considerar las consecuencias buscó con deseperación la tarjeta de la florería y al encontrarla redactó velozmente un mensaje de texto diciendo que aceptaba el empleo, que lo pensó bien y que lo mejor era aceptarlo concluyó de la siguiente manera: "Iré a la hora que me digas, sin importar nada estaré ahí para cuando me lo pidas".


 


 


 


 


 


 


-Ya tranquilízate-habló la azabache, su acompañante la miró confundido-Entiendo que estés preocupado por lo que pasó ayer con Kaname pero todo pasa por algo, esta puede ser la ocasión perfecta para que expresen sus sentimientos plenamente y puedan solucionar sus problemas de una vez por todas. Deja de preocuparte, en cuanto regresemos habla con él y todo solucionado.


-No sé si vaya a ser tan sencillo-respondió el peliplateado con decepción-Ya habíamos peleado en varias ocasiones pero siempre podía detenerlo antes de llegar a algo grave pero esta vez todos mis esfuerzos fueron en vano... ¡Maldición!-se tomó de las sienes con una mano-¿Por qué tiene que ser tan difícil...?


-No lo tomes así... En verdad todo saldrá bien ¿Sí? Todo se va a solucionar tan pronto que ni siquiera te darás cuenta cuando pase. Las cosas siempre son así entre Kaname y tú así que esto no debe ser diferente. Hablen sinceramente, aclaren todo de una vez, piensen en el bien de los pequeños y no tomen decisiones a la ligera, con eso bastará.


-Sólo espero que eso sea cierto...-susurró con tristeza mientras observaba el paisaje que se presentaba fuera de la ventanilla del auto con su mentón apoyado sobre la palma de su mano-¿De qué manera tengo que decirlo para que entiendas que al único que en verdad amo es a ti Kaname...?-dijo para sus adentros y una imagen de su amante vino a su mente.


 


 


 


 


 


-¡No sabes cuanto me alegra que hayas aceptado el trabajo! No pensé que fueras a aceptar tan pronto pero de verdad estoy muy agradecido por ello-habló Aidou con emoción mientras su acompañante lo observaba con indiferencia-¿Te parece si primero arreglamos tu horario y hablamos sobre tus responsabilidades y tu sueldo? Después de eso podemos empezar a trabajar.


-Por supuesto, está bien-respondió con desgano Kaname pues la molestia que lo llevó a aceptar el empleo había pasado y ahora se daba cuenta de que no era lo que realmente quería-Maldición... ¿En qué lío me vine a meter? ¡Y todo por culpa de ese tonto!-se reclamó a sí mismo arrepentido de la decisión tan precipitada que había tomado.


El rubio hablaba sin detenerse, decía muchas cosas pero el castaño no prestaba atención a ninguna pues ahora su mente estaba en algo más importante: su amante. La rabia que sintió en un principio había desaparecido y ahora se había transformado en preocupación, deseaba volver a casa y encontrarse con él para poder hablar y aclarar que había pasado.


-Dijiste que tu nombre es Kaname ¿Cierto?-la voz del ojiazul lo sacó de sus pensamientos, asintió e intentó atender sus palabras-Em... Hay algo que he querido preguntarte desde que te vi y... ¿Si lo hago no te sentirás incómodo?-el vampiro negó con expresión de duda-¿Por qué tu vientre se ve tan abultado?-le preguntó tímidamente.


-Eso...-dudó durante unos segundos-Supongo que de todos modos tengo que decírtelo así que bueno-dio un largo y profundo suspiro-Estoy esperando mellizos y en realidad no falta tanto tiempo para que nazcan ¿No hay problema con eso para el trabajo que tengo que hacer?


-Yo... No sabía que... Discúlpame, tal vez no debí preguntar-respondió Aidou arrepentido-No hay ningún problema, lo que tienes que hacer no implica hacer esfuerzo así que todo estará bien. Pero si llegas a sentirte mal o fatigado dímelo de inmediato porque no quiero que a causa de esto tú o tus pequeños sean afectados ¿De acuerdo?


-No de nuevo por favor...-susurró Kaname y su acompañante lo miró extrañado-Estoy bien, mi estado no me hace vulnerable; siempre he sido muy fuerte y con respecto a los pequeños ellos también son fuertes y estaremos bien. No necesito ningún tipo de cuidado especial. He estado visitando a un médico y puede confirmar lo que te digo. Si llegara a pasar algo así lo diría, no tienes porqué preocuparte. Sé lo que tengo que hacer.


-Es... Está bien, es sólo que no esperaba esa respuesta y por un momento me preocupé demasiado. Lo siento. Ya que dices que no hay ningún problema estoy más tranquilo-el rubio le sonrió-Y, este... ¿Qué hay con respecto al padre...?-preguntó con curiosidad-Si no puedes decirlo no hay problema, sólo me preguntaba si...-esperó una respuesta.


-En realidad prefiero no hablar del tema-respondió con un dejo de tristeza-Te agradecería que evitaras mencionarlo, no me siento bien como para hablar sobre él y cuando menos durante el trabajo me gustaría alejarme un poco de lo que pasa en casa... ¿Sabes?


-De acuerdo, disculpa por preguntar, no pensé que esto te afetara y...-dijo arrepentido-No importa, mejor sigamos hablando de lo que debes hacer ¿Te parece?-preguntó para cambiar de tema-¿Así que las cosas no van bien? Ya decía yo que era sospechoso que en su condición aceptara pasar aquí toda su mañana en vez de quedarse en casa... Pero no importa, cuidaré de él-dijo para sus adentros.


 


 


 


 


 


 


-Vamos Zero, cambia ese semblante. Llegar con esa actitud no servirá para hablar con Kaname... ¡Anímate!-la ojiverde le sonrió-Esto es por el bien de los pequeños, no es bueno que él esté molesto y que estén peleados. Ellos los necesitan a ambos así que quita esa cara y convéncete de que tus problemas van a solucionarse.


-De acuerdo-suspiró pesadamente-Ya pensé que voy a decirle, no puedo fallar-dijo confiado-Esta vez hablaremos aunque no quieras Kaname, no voy a permitir que sigamos así-caminó hacia la entrada con seguridad-¡Estamos en casa!-gritó al entrar, al no recibir respueta se preocupó un poco-¿Kaname...? ¿Dónde estás?


-¿Qué pasa?-la chica entró a la casa poco después-¿Y Kaname?-preguntó intrigada para después ir a la cocina-No está aquí-le dijo al cazador-Separemonos, búscalo arriba y yo seguiré aquí.


Tras realizar la búsqueda y no obtener resultados favorables decidieron llamar a celular del castaño. Realizaron varias llamadas consecutivas pero en ninguna consiguieron comunicarse con él. Akane caminaba de un extremo a otro de la sala mientras Zero intentaba localizar a su amante, ambos estaban deseperados y no sabían que hacer hasta que la puerta se abrió.


-¿¡Quieres dejar de llamar con tanta insistencia!?-reclamó molesto el vampiro al entrar-No pasaron ni dos segundos entre una llamada y otra...-la chica gritó su nombre y corrió a abrazarlo-Me estaba volviendo loco: daba un paso y sonaba, daba otro y volvía a sonar... ¿Qué quieres?


-¿¡Y por qué no contestaste ninguna de las llamadas!?-le reprochó-Estaba peocupado por ti ¿Qué esperabas que hiciera si llego y no estás por ningún lado? Si creías que me sentaría tranquilamente a esperar hasta que decidieras regresar estás muy equivocado. Quería saber donde estabas y que te encontrabas bien, con que respondieras y dijeras: "Ya voy de regreso" hubiera bastado.


-¡Estaba a una cuadra de aquí! Iba a tardar más intentando decir que no te preocuparas porque ya venía de regreso que en estar de vuelta. El verdadero problema aquí es que sólo te preocupas por mi cuando te das cuenta de que estoy molesto-sentenció Kaname-Mientras crees que todo está bien y que todo está bajo tu control ni siquiera intentas hablar...


-Kaname-la azabache lo interrumpió-Esto no es bueno para ti ni para los pequeños-lo tomó por los hombros y lo vio con tristeza-Sabes que el doctor Tamaki dijo que debías estar tranquilo y evitar esto... Estabamos preocupados por ti y no sabíamos ni que pensar-continuó de manera serena intentando aligerar la tensión en el ambiente-No hay problema si deseas salir pero creo que lo mejor sería que dejaras una nota de que lo hiciste para que eso no se vuelva a repetir.


-De acuerdo...-al castaño suspiró pesadamente-Discúlpenme por haberlos preocupado, no era mi intención-susurró arrepentido con la mirada en el suelo-A penas ayer salí a dar un paseo y me ofrecieron empleo en una florería. Sólo tengo que atender a los clientes y ayudar con algunas labores de limpieza, es algo realmene sencillo así que acepté. Lo consulté con el doctor Tamaki y dice que mientras no haga mucho esfuerzo está bien.


-No me importa si él dice que está bien... No me gusta la idea de que estés fuera de casa y menos ahora que falta tan poco para que nuesros hijos nazcan-el peliplateado se acercó a él-Y tampoco entiendo porqué lo aceptaste si no lo necesitas, yo me encargaré de todos los gastos y sólo deberías preocuparte por tu bienestar.


-¿Y qué crees que he estado haciendo todo este tiempo? No creas que por el trabajo voy a descuidar mi salud, para mi lo más importante son estos pequeños y si en algún momento mi empleo los pusiera en riesgo lo dejaría de inmediato. No soy un niño y sé cuando debo darle prioridad a algo. Además, sólo quiero ayudar; me parece injusto que cargues con todo...-dijo casi en un susurró.


-Mejor terminen con esta pelea ¿Sí?-la anfitriona tomó una mano de sus huéspedes y las juntó-Ambos están preocupados por sus hijos pero con esto sólo los perjudican. Ellos puede escuchar sus peleas y de seguro sienten que algo no anda bien... Por su bien y por el de ellos solucionen sus problemas. Los dejaré solos, arreglen esto de una vez por todas-caminó hacia las escaleras y subió.


La pareja permaneció en silencio varios minutos, estaban conscientes de todo lo que la ojiverde había dicho y sabían que tenía razón pero les era difícil encontrar las palabras adecuadas para decir lo que sentían. Pasado un tiempo, en que ni siquiera se dedicaron una mirada, el cazador tomó la palabra pues sabía que sino lo hacía muy probablemente su amante no lo haría nunca.


-En verdad lamento todo lo que ha pasado-hizo una ligera pausa-Muchas veces no te entiendo y por eso hago cosas que te molestan pero las hago inconscientemente. A veces me gustaría que fueras un poco más abierto con tus sentimientos y que me dijeras claramente lo que te gusta y lo que no, pero cuando lo haces terminas reclamándome y después de eso peleamos. Pongo todo mi esfuerzo para no llegar a ese punto pero no siempre sé como evitarlo y...


-El único que tiene que disculparse aquí soy yo-el vampiro lo interrumpió-Sé que muchas veces ni yo sé lo que quiero o lo que siento y que termino reclamándote o culpándote por como me siento con respecto a ello. Sinceramente, nunca me había sentido así; desde que te conocí mis sentimientos son confusos y no me agrada... Te quiero y nada me gustaría más que pasar la eternidad a tu lado pero no quiero aferrarme a ti porque temo que en algún momento puedas querer estar con alguien más y eso me dolería demasiado... No importa cuantas veces digas que sólo me amas a mí y que siempre estarás a mi lado, no puedo dejar de pensar en ello y por eso soy tan impulsivo y me molesta tanto que estés lejos de mí y...-varias lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos-¡Maldición...!-se sentó sobre el sofá y llevó ambas manos a su rostro.


-Kaname, no reacciones así por favor-su amante se arrodilló frente a él-Sigues dudando pero no entiendo porqué ¿De qué modo tengo que decírtelo? ¡Mírame!-descubrió su rosto aún lloroso y lo tomó de las mejillas-Te amo sólo a ti, a nadie más que a ti y no hay ni habrá nada que cambie eso-sin poderlo evitar Kaname se aferró con todas sus fuerzas a su amante-Te amo cariño, no vuelvas a dudarlo nunca-susurró a su oído.

Notas finales:

Pues hasta aquí el capítulo, espero haya sido de su agrado.

Nos vemos en la próxima actualización.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).