-Han pasado ya cinco meses desde que te fuiste...-susurró la mujer apoyada en el barandal del balcón que se encontraba en la habitación que antes ocupaba su hijo-Sé que todo estará bien, como tu madre puedo sentirlo pero no puedo evitar preocuparme por ti. ¿Era necesario llegar a esto? ¿Por qué no simplemente te enamoraste de alguien más?-dio un largo suspiro.
Nuevamente se encontraba deprimida, no sabía que hacer o como sentirse, el no tener noticias de su hijo le impedía estar tranquila y, aun después de tanto tiempo, seguía sin poder encontrarlo por más que se esforzara. No quería darse por vencida pero era difícil realizar una búsqueda como la que ella necesitaba y más aún considerando las condiciones en las que se encontraba aquél a quien buscaba.
A lo lejos logró distinguir una figura, por un momento creyó que se trataba de Zero pero al analizar bien la imagen se dio cuenta de que era su esposo. La sonrisa esperanzada que se había dibujado en su rostro desvaneció bruscamente, y más aun al descubrir que alguien que alguien acompañaba al hombre: se trataba de la madre de Kaname, quien, seguramente, seguía intentando conseguir información sobre el estado se su hijo a través de ellos.
El par se dirigió velozmente hacía la entrada principal y a la peliplateada se le ocurrió salir de la recámara de su hijo, que se mantenía intacta desde su partida, y dirigirse a la sala principal con el objetivo de estar presente en la conversación entre la vampiresa y su esposo, pues se le había impedido escuchar algo de lo que había tratado la vez anterior con el fin de no preocuparla.
Apenas estuvo afuera se dirigió al pasillo y ellos ya estaban hablando. Decidió entonces no intervenir y permanecer a una distancia prudente pero que le permitiera escuchar la conversación. Todo empezó como simples murmullos, palabras entre cortadas y confusas que no lograba distinguir y que sólo conseguían aumentar su curiosidad; tras dar varios pasos obtuvo un resultado favorable y escuchó atentamente las palabras que llegaban a ella.
-Entiendo si no quiere creer lo que le estoy diciendo, pero me gustaría que por lo menos escucharas mis razones. Sólo pido eso, si después quiere hacer como que nada de esto ocurrió y decide seguir con sus planes no lo detendré, pues además de todo nada podría hacer para evitarlo, pero escúcheme por favor.
-No le de tantas vueltas al asunto y sea clara con lo que intenta decir-sentenció el cazador mirándola fijamente-Tengo demasiadas cosas que hacer como para perder el tiempo. Cómo tomaré lo que me diga no tiene nada que ver con usted, esa decisión es mía y de nadie más.
-Estoy casi segura de que mi hijo se enamoró del suyo y decidieron escapar a penas supo la relación de mi esposo-habló con seguridad mirándolo a los ojos-Actuó de manera extraña durante varios meses y hace días me di cuenta de que la teoría de que su hijo se llevó deliberadamente al mío es más que errónea.
-¿Y sus teorías extrañas que tienen que ver conmigo?-la miró con desdén y habló en tono de reproche-Si usted ha dejado creer que tenemos a su hijo ¡La felicito, es una mujer inteligente!-continuó de manera sarcástica avergonzando a su acompañante-¿A qué viene esta aclaración? Me queda perfectamente claro que culpa a mi hijo también de que esto haya pasado pero no entiendo con qué finalidad, sus acciones serán juzgadas por nosotros, no por ustedes...
La mujer, que hasta ese momento se había mantenido oculta y en silencio para poder escuchar claramente lo que decían, estuvo a punto de acercarse a ellos y enfrentar a su esposo pues le parecía que la teoría que planteaba la castaña era la más cercana a la realidad; sin embargo, estaba consciente de que hacer eso sólo traería problemas, por lo que decidió mantenerse como hasta ese momento y seguir escuchando.
-¡Si he venido a decirle esto no es porque quiera entrometerme en el castigo que le imponga o no a su hijo!-reprochó con molestia y ligeramente sonrojada a causa de ese sentimiento-Lo que decida hacer es únicamente decisión suya, lo único a lo que quería llegar era a eso, hacerle entender que ellos no son los únicos culpables-el cazador abrió los ojos con sorpresa-¡De cierta manera somos sus cómplices! Si hubiéramos intentado hablar con ellos esto se pudo haber evitado...
-¡No intente culparme por la tontería de esos dos! Nada he tenido que ver con eso y si lo que quieres es que me disculpe por algo que no hice o que vaya yo mismo y los busque hasta traerlos de vuelta está totalmente equivocada-le dio la espalda-Y si eso es lo único que tiene por decir le pido que se retire lo más pronto posible y evite causar más problemas de los que ya ha causado con su forma tan inconsciente de criar a ese vampiro-le dedicó una mirada de desprecio.
Sin decir una palabra más se retiró, salió de la casa dando un portazo que demostraba su indignación e inconformidad ante el trato que había recibido y caminó de regreso a su hogar, con el semblante de molestia aún en su rostro. La esposa del cazador, quien había regresado a la habitación de su hijo tan rápido como le fue posible, la observaba alejarse pues creía en las palabras que había dicho dado que ella se sentía de la misma forma y tenía la esperanza de encontrar una solución al problema.
-¡No logro entender que es lo que pasa por la mente de esa mujer!-el mayor entró a la habitación deliberadamente y sin tocar la puerta, provocando que su esposa se sobresaltara-Ahora tiene el descaro de venir a contar no sé que tantas historias sobre el escape de Zero y ese vampiro porque "ellos no son los únicos culpables" y que "si hubiéramos hablado con ellos esto se pudo haber evitado"... ¡Me va a volver loco!
-Tal vez pudimos hacer algo-le respondió con sinceridad y la vista perdida en el horizonte-Cuando te pedí que hablaras con él sobre ese conflicto amoroso que tenía aún estábamos a tiempo para ayudarlo... ¡Seguramente el consejo y los vampiros seguirían molesto y no lo aprobarían! Pero cuando menos ellos estarían aquí y todo este asunto sería más fácil de resolver...
-¿Intentas decir que la apoyas?-la miró de manera retadora y lleno de indignación-¿Crees que en verdad tuvimos algo que ver con esa estupidez...? ¡Por favor, querida! Te has dejado manipular, ninguno de esos dos es un niño y están lo suficientemente grandes como para decidir que hacer y que no hacer, involucrarnos no iba a ayudar en nada más que en hacerlos más irresponsables.
-¡Nunca quise decir que la apoyara! Estoy consciente de que no todo es responsabilidad nuestra pero creo que nuestra intervención oportuna pudo evitar este desastre... Yo intenté entenderlo y saber que era lo que pasaba, pero no supe usar las palabras adecuadas ni ponerme en sus zapatos para entender sus motivos; en eso sí creo: ¡En haber hecho lo que estaba en nuestras manos para que esto no pasara!
-¡Mujeres...!-bufó con desdén-Todas son iguales cuando se trata de sus hijos ¿Por qué no aceptan simplemente que llega un momento en que sus hijos deben aprender a valerse por sí mismos y afrontar las consecuencias de sus actos?-negó con la cabeza mientras se dirigía a la salida de la habitación-Será mejor que pienses con la cabeza fría y te des cuenta de tus propios errores... De cualquier modo, aún tengo muchos asuntos pendientes, ataques que preparar y una infinidad de cosas más importantes que tratar de hacerte entrar en razón; simplemente date cuenta de todo lo que estás diciendo y deja este asunto de una vez. Nos vemos más tarde-se despidió y salió de la casa.
-Puede ser que hablar con ella no sea tan mala idea después de todo, parece ser que es un poco lenta y tarde en darse cuenta de la realidad, pero es la única que ve el escape de nuestros hijos como algo tramado por ellos y no como un plan para afectar al bando contrario. La pregunta ahora es: ¿Cómo llegar a ella sin levantar sospechas y hacer esto más grande? Supongo que en este momento me servirían bastantes los trucos de Zero...-sonrió de medio lado.
-Realmente es una lástima que no haya podido presentarte a las chicas, estoy segura de que les hubiera encantado conocerte antes de la fiesta pero era tarde y tenían cosas que hacer-hablaba Akane bajando del vehículo-Estaba pensando en mostrarles algunas fotos que tengo con ellas pero no sería lo mismo...-se detuvo en seco al ver la mirada molesta de Kaname quien ya los esperaba.
-¿Llevas mucho tiempo aquí querido?-Zero se acercó y lo besó en la frente-Lamentamos la tardanza pero antes de venir Akane encontró a sus amigas para invitarlas y después encontramos a Ruka y nos quedamos charlando un rato con ella-su amante lo miró con desinterés-¿Todo bien?-le preguntó preocupado.
-¡Sí, sí! Todo bien... Y tampoco llevo tanto tiempo aquí-la pareja se recorrió hacia un costado para que la azabache abriera la puerta-También estuve un rato platicando con Aidou y creía que ustedes ya habían llegado, es como si los tres hubiéramos llegado a la hora así que no hay porqué preocuparse-entraron y caminaron hacia la sala para sentarse en uno de los sillones.
-¿Hablaste con él para invitarlo?-la chica se sentó frente a ellos-Como Zero ya dijo, estuve platicando con mis amigas y se ofrecieron a ayudarme a preparar todo así que podríamos organizarlo la próxima semana-les sonrió-Aún no sé cual sería el regalo perfecto pero estoy segura de que algo se me ocurrirá, entonces ¿Qué opinan? ¿Lo hacemos el próximo fin de semana o cuando?
-Por mi esta fecha esta bien ¿Tú que dices cariño?-el peliplateado acarició con dulzura la mejilla de su amante-Podemos pensar en otro día si lo prefieres-lo miró atento y él sólo asintió sin darle importancia-Supongo que queda acordado, ahora si podemos confirmárselo a los invitados ¿Será en casa, cierto?
-Sí, así Kaname no tendrá que salir y supongo que estará más cómodo de esa manera. Intentaré llegar temprano para arreglar todo antes de que los invitados lleguen, y no se preocupen por nada, tómenlo como un pequeño adelanto de mi regalo... ¡Esperen un minuto! Traeré las fotos que tengo con las chicas y les mostraré como son, ya tendrán tiempo para conocerlas cuando vengan-se levantó y corrió hacia su habitación.
-Pareces distante-dijo al castaño apenas estuvieron solos-¿Qué es lo que te tiene así ahora? ¿Pasó algo malo?-cuestionaba con semblante serio pues ver así a su pareja le parecía sumamente extraño y no sabía que hacer para verlo como de costumbre-Dime que es lo que sientes, si lo necesitas te ayudaré.
-No es nada importante-respondió intentando tranquilizarlo-Sólo recordé lo que dijo en la mañana...-su amante lo miró intrigado-¿Te parece que me veo más lindo que de costumbre? Realmente no me importa si tú me ves más lindo o no, pero me parece extraño que lo dijera si no es cierto; también noté algo diferente en mí pero no creo ser el más adecuado para decirlo así que...
-Es... Espera...-el cazador lo interrumpió atónito-Exactamente ¿Qué fue lo que te dijo?-su acompañante lo miró extrañado-No logro entender lo que estás diciendo y por eso pregunto que te dio para entenderlo mejor...
-Realmente no es nada importante-negó con la cabeza-Son sólo ese tipo de dudas sin sentido que de vez en cuando me surgen-rió con nerviosismo al darse cuenta de que lo que había dicho podía causar malentendidos-Es igual que cuando te pregunto si me amas o algo parecido...
-¡Aquí tengo las fotos!-la ojiverde apareció de pronto rompiendo la ligera tensión que había comenzado a crearse en el ambiente-¡Mire, miren!-se acercó a ellos-Ella es Ruka, es quien trabaja en la misma sección que Zero-señaló a una chica de aproximadamente 1.70 m. de alto, cabello ligeramente rizado y color castaño claro, ojos castaños y de piel clara-Seguramente te agradará, es muy simpática aunque un poco estricta ¿Verdad, Zero?-codeó al aludido-Siguiendo con las presentaciones, ella es Louise-esta vez mostró a una chica de aproximadamente 1.75 m. de altura, cabello azabache y lacio con algunos rayos en color turquesa, sus ojos eran violetas y grandes y su piel morena clara-Y por último, Sakura-señaló a una chica de anteojos de aproximadamente 1.65 m. de alto, cabello chocolate, ojos verde jade y piel clara-La más seria y madura de todas es Sakura, parece increíble porque apenas tiene dieciocho y es la menor de todas, y Louise es la más infantil ¡Y tiene veintiuno! Pero ya habrá tiempo para que las conozcan, seguro les agradarán...
-¿Y en verdad no te causa ninguna molestia que lo hagan?-preguntó Zero recargado sobre el vientre de su amante-Digo, yo lo siento un poco extraño ¡Y eso que sólo es superficial! No puedo ni imaginar como se siente teniéndolos en tu interior... No le causen problemas a papá ¿De acuerdo pequeños?-besó su vientre y lo acarició.
-Al principio es extraño y cuesta acostumbrarse pero después de un tiempo se vuelve normal-Kaname acarició dulcemente el rostro de su pareja y sonrió-Y en realidad es una sensación agradable, saber que pueden escucharte y sus movimientos de vez en cuando... Es como una manera de responderte ya que aún no pueden hablar o hacer una expresión que puedas ver para que la interpretes...
-¿Sabes?-el peliplateado se acomodó en su regazo-Con todo esto sólo haces que me emocione más que vayan a nacer y deseo cada vez más tenerlos a nuestro lado... Tenemos que pensar en sus nombres, falta poco más de un mes y me gustaría que para ese momento ya pudiéramos llamarlos por su nombre... Incluso me gustaría que fuera en este momento, pero como no has querido que lo pensemos tengo que conformarme-miró a su amante que parecía distante-¿Escuchaste lo que dije?
-Creo que llamarlo Alexander no es tan mala idea, es un nombre lindo y creo que es el mejor que podrías elegir-el castaño jugó con su cabello y permaneció con la mirada perdida-Después de todo, creo que "él" era mucho más adorable que tú, evitaba causarme molestias y cuando menos hizo un esfuerzo para conquistarme, sólo te aprovechaste de lo que había hecho-continuó en tono burlón para molestarlo.
-¿Piensas esto?-cuestionó con fingida molestia-Lo suyo no fue nada, con ese lindo rostro y esa actitud tan galante era fácil conquistar a cualquiera... Además, a "él" le tocó la parte fácil de la situación: no tuvo que lidiar con tus malos tratos ni con tus malestares actuales, o con lo complicado que fue librarnos de los problemas y poder vivir tranquilos...-prosiguió en tono de reproche.
-Apuesto a que "él" no se quejaría tanto, hacía todo lo posible para hacerme feliz y no me reclamaba por nada-fingió estar indignado-Si pudiera regresar el tiempo y quedarme con "él" lo haría, sería un excelente padre y un mejor amante... ¿Por qué no puedes ser un poco como "él"?-preguntó con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro.
-¿En verdad lo prefieres?-el cazador se levantó y se acercó al rostro de su amante-Si es eso lo que realmente quieres podría ir a buscarlo y traerlo para ti; puedes probar como sería la vida a su lado y decidir si te quedas con "él" o regresas conmigo-frotó la punta de su nariz con la de su amante y lo miró de manera sugerente-Ni siquiera me opondría si quisieras tenernos a ambos...
-Me gusta esa actitud...-el vampiro rodeó el cuello de su amante con ambos brazos y lo acercó hacia si-Creo que sería bueno tenerlos a ambos, cada uno tiene sus cosas buenas y que lo hacen especial para mí-lo besó sobre los labios y él lo abrazó-Aunque, pensándolo bien... Contigo es más que suficiente-lo miró con ternura y una vez más volvieron a besarse con dulzura y a la vez con pasión y deseo.