Kaname ya se encontraba despierto, cambiado y desayunado, preparado completamente para partir hacia la florería y comenzar sus actividades diarias. Aún tenía tiempo antes de tener que partir por lo que se recostó sobre la cama unos momentos con la vista hacia el techo y una mano acariciando su vientre.
-Es extraño... No logro entender la actitud de hace unos días de Aidou, siempre es del tipo animado y atento pero es la primera vez que me dice algo así-recordó su última conversación, en la que el rubio le hizo varios cumplidos y se ofreció a estar con él y apoyarlo en todo lo que fuera necesario-Sí que tengo suerte para encontrarme con chicos extraños: su padre, Akane y ahora él-rió ligeramente-Aunque ahora que lo pienso...-meditó unos segundos-La actitud de Zero en un principio era muy parecida: era muy atento conmigo, me halagaba, buscaba el pretexto perfecto para conversar... No sé, ambos parecen estar muy interesados en mí... ¡Claro que ambos tiene sus razones! Uno mi pareja y el otro mi amigo; supongo que soy muy afortunado, no cualquiera tiene tantas personas que se preocupen por su bienestar-sonrió ampliamente y se levantó de la cama-¡Ah..., bueno! Ya va siendo hora de salir, después tendremos tiempo para continuar con la conversación...
Salió de la casa y caminó tranquilamente por el camino que seguía todos los días para llegar a su trabajo; curiosamente, este era uno de los pocos días en los que se sentía cansado desde los últimos meses del embarazo pero prefirió no prestarles atención pues consideraba que era algo pasajero y que pronto pasaría, como en alguna otra de las ocasiones en que había experimentado la misma sensación.
-¡Buenos días!-saludó con entusiasmo el ojiazul apenas escuchó al castaño entrar al local-Llegas temprano-continuó sacando el reloj que guardaba en el bolsillo del pantalón-¿Te caíste de la cama?-rió ligeramente y se acercó a él-¡Buen día, pequeños! ¿Durmieron bien?-preguntó mientras se colocaba a la altura de su vientre provocando que su acompañante se sonrojara ligeramente-¿Pasa algo?
-No es nada-se apresuró a decir-Es sólo que no estoy muy acostumbrado a que las personas se acerquen a hablar con los pequeños... A decir verdad, no conozco a nadie en la ciudad y generalmente sólo yo hablo con ellos, por eso fue un poco extraño-continuó un poco avergonzado-No me molesta que lo hagas, simplemente es diferente a lo que estoy acostumbrado.
-Me alegra que no te moleste-respondió incorporándose a su posición original-Siempre he sido la clase de persona a la que le gusta acercarse a los niños pequeños y en general a ellos les gusta mi compañía, supongo que por eso me pareció normal acercarme con tanta confianza... En el fondo, creo que me gustaría experimentar la paternidad... ¡Ya sabes! Cuidar de los pequeños, jugar con ellos, verlos crecer, estar a su lado todo el tiempo... Y más si son de la persona que amas-volteó hacia él y le sonrió.
-Su... Supongo que sí-asintió mientras hablaba con nerviosismo pues no sabía como interpretar las palabras de su acompañante-Cualquier cosa que hagas al lado de la persona que amas resulta mejor que si la haces solo-desvió la mirada ligeramente sonrojado-Y bueno, compartir esta experiencia es un lazo que une más a ambos, y si ambos son felices con la idea no hay nada mejor-continuó intentando desviar la atención que se había centrado en él.
-¡De acuerdo! Dejemos la charla para después y concentrémonos en el trabajo, ya habrá tiempo después ¿No crees?-miró al vampiro y regresó a la actividad que realizaba antes de que llegara-Ya es hora de abrir y aun no termino con esto... ¿Podrías cambiar el letrero y preparar lo que falte mientras acabo aquí-continuó sin detener su labor.
Su acompañante asintió y sin un minuto más que esperar realizó lo que le había pedido, pues además buscaba la mejor oportunidad para concluir con esa conversación tan inesperada y que no sabía como continuar pues se había tornado un poco vergonzosa e incómoda.
-Y no mentía al decir que tengo suerte con los chicos extraños...-se dijo mientras colocaba el letrero de abierto en la puerta-No esperaba que me dijera tanto sobre su sentir con respecto a la paternidad ¡Y mira todo lo que dijo! No logro entender muy bien porqué dijo todo eso y mucho menos la forma en que lo hizo pero al menos es sincero y esa es una de las cosas que más me agradan de él...
A la hora del descanso, Zero, Akane, Ruka, Louise y Sakura se reunieron juntos, pues todos habían terminado las actividades que debían realizar para ese momento y además querían tratar el asunto del "baby shower" todos juntos y aclarar los detalles de la reunión y los preparativos necesarios para la misma.
-Creo que aún no los he presentado...-comenzó la azabache mirando a sus amigas y al peliplateado-Zero, ellas son Louise y Sakura-explicó mientras con la mano hacía un ademán indicando quien era cada una-Louise, Sakura, él es Zero-continuó indicándoles a las chicas quien era el aludido de la misma manera que hizo con ellas-Y en su caso sobran las presentaciones-agregó mirando al chico y a la castaña-Así que será mejor dejar tanta formalidad y pasar al tema que nos interesa. Kaname está de acuerdo con que la reunión sea el sábado así que tenemos poco tiempo para prepararlo; tengo pensado algo bastante sencillo y con algunos juegos para ayudarlo con lo de alimentar a los pequeños y bañarlos y todo eso, además de que seguro no aceptaría una gran fiesta...
-¿Y cómo es él?-preguntó Sakura-Sabiendo más sobre su actitud y su forma de ser podemos preparar algo que sea más de su agrado y que lo haga sentir cómodo...
-Es muy dulce y tierno, no le gusta ser el centro de atención y mucho menos resaltar entre los demás-intervino al cazador acerándose a las chicas-Se hace el rudo pero en el fondo es más adorable de lo que parece-continuó sacando su teléfono celular del bolsillo del pantalón-Basta con mirar su expresión a dormir para saber como es realmente-les mostró una fotografía en la que su amante dormía.
-¿¡Por qué no me la habías mostrado!?-reclamó la ojiverde observando con atención la fotografía-¡No puedo creer que la guardes sólo para ti! ¡Eso es demasiado egoísta! ¡Sólo miren lo adorable que es...!-continuó con ternura acercando el celular a sus amigas-¡Eres malvado! ¿¡Cómo pudiste ocultar algo tan adorable como esto..!?
-Es bastante lindo-susurró la ojivioleta al resto de las chicas que estaban presentes-Se ve adorable de esa manera y creo que es perfecto para Zero pero...-dudó un momento y continuó hablando-Creo que sigo prefiriendo el estilo de Zero, se nota que es protector y se preocupa mucho por él...
-Si tuviera que elegir, me quedaría con Kaname-agregó Ruka con seguridad-Se ve que es muy dulce y responsable, también parece centrado y comprometido con lo que hace-continuó observando con detenimiento la imagen de castaño en la pantalla del celular.
-¡Vamos! No me digan que van a empezar con eso...-habló la chica de cabello chocolate mirando a sus amigas-Con ustedes siempre es lo mismo ¿Acaso no pueden mantener la compostura ni siquiera un minuto?-reprochó mirándolas de manera seria-Deberían dejar esa obsesión suya de llevarse la contraria cada que tratan esto...
-Lamento que vieran eso-se disculpó Akane una vez que acabó con el reclamo-Saben que no acostumbro hacerlo y... Creo que sería mejor discutir lo del sábado ¿Qué sugieren? Hace unos días camino a casa encontré una pequeña tienda en la que venden artículos para fiestas y pensé que podríamos dar un vistazo y tal vez ayude para la decoración y esas cosas.
-Dejen la decoración en mis manos-pidió Louise viéndola seriamente-Esa es mi especialidad y estoy segura de que puedo hacer algo que sorprenda a todos... Además, sabes que eso de decorar y pensar en el diseño de las cosas me gusta...
-Yo puedo encargarme de los bocadillos-habló Ruka-Estuve pensando y creo que ya sé que podría preparar así que me haré cargo de eso...
-¡Fue un día agotador...!-suspiró Aidou terminando de acomodar los arreglos-Siento que hicimos demasiadas cosas-se acercó a la puerta a cambiar el letrero de abierto a cerrado-¡Incluso te ves cansado! ¿Está todo bien?-se acercó a su acompañante para verlo de cerca pues se veía un poco pálido.
-Por supuesto que sí-respondió Kaname con indiferencia-Sólo me siento un poco cansado pero el médico dijo que era normal y sobre todo en los últimos meses así que...-guardó silencio durante algunos segundos y se sostuvo de un mueble cercano pues había sufrido un mareo y sintió que caería-¡Maldición...!-susurró-Si esto sigue así será muy molesto... Supongo que debería volver a casa y descansar ¡Nos vemos mañana!-se despidió y aún con el ligero mareo caminó hacia la salida.
-¡Espera, Kaname!-el rubio se acercó a él rápidamente y lo tomó de la muñeca deteniendo su andar-No pareces estar del todo bien y me preocupas, no puedo dejar que te vayas en ese estado-se quitó rápidamente el delantal que traía puesto y tomó sus cosas-Te acompañaré a tu casa, de esa manera me sentiré más tranquilo-entrelazó sus brazos-De esta manera estarás seguro si llegas a sentirte mareado.
-¡No es necesario!-se apresuró a decir intentando deshacer el agarre-En verdad me siento bien, fue sólo un pequeño mareo y puedo llegar a casa por mi mismo; debes tener cosas que hacer y creo que sería desconsiderado ponerte a hacer esto cuando no es tu responsabilidad, no vivo muy lejos y no tardaré en regresar así que no te preocupes por mi, estaré bien.
-No importa si dices que estarás bien, me sentiré más tranquilo sólo si te veo entrar a tu casa así que deja de actuar como un niño caprichoso y vámonos-abrió la puerta de la florería y salió primero sin soltarlo-Bastará con que me indiques el camino a seguir, y no te preocupes por esto, lo hago con gusto y no me molesta en absoluto-comenzó a caminar en la dirección que le había indicado.
Iban a paso lento, el ojiazul cuidaba tanto como le era posible al vampiro, evitando que fuera tropezar o que pudiera chocar contra algo, pero principalmente permitiendo que recargara su peso en él para que hiciera un menor esfuerzo. Este último estaba totalmente sonrojado y no sabía como reaccionar, simplemente no lograba entender porque se estaba tomando tantas molestias por él.
-Tenemos que dar la vuelta hacia la derecha en la siguiente esquina-le indicó haciendo una seña, notó que el chico se veía sorprendido y no entendía porqué-¿Hay algún problema? Si lo prefieres puedes dejarme aquí, ya es poco lo que falta y no es un gran esfuerzo así que...
-No se trata de eso-respondió rápidamente-Sólo me sorprendí un poco porque, bueno, también vivo en esta calle y nunca imaginé que pudiéramos ser vecinos...-agregó con calma y un ligero toque de emoción que podía percibirse en su voz-Pero eso no es lo importante-dio vuelta en la esquina tal como le habían indicado-¿Ahora hacia dónde?-miró con atención su alrededor.
-Sólo sigue derecho, te indicaré cuando hayamos llegado-respondió con indiferencia-Y la verdad yo tampoco lo imaginé y como tampoco te he visto por aquí no podía saberlo-continuaron caminando hasta llegar al frente de su hogar-Es aquí-se soltó del agarre y dio la vuelta para quedar frente a él-Muchas gracias por acompañarme y lamento haberte causado tantas molestias.
-No es nada, en verdad... Lo hago con gusto-Aidou le sonrió con un ligero tono rosado cubriendo sus mejillas-Estaba preocupado por ti y quería asegurarme de que llegaras bien, lo menos que podía hacer era acompañarte hasta aquí. Ahora descansa hasta que te sientas mejor, si ocurre algo o te sigues sintiendo mal llámame para avisar que no podrás ir a la florería y tal vez podría venir a cuidarte...
-¡No es necesario!-respondió ligeramente avergonzado-Creo que con lo que hiciste hoy es más que suficiente y no quiero causarte más problemas... Además, si estoy en casa no hay ningún problema, puedo cuidarme sólo y no hay ningún peligro porque estaré aquí, no tienes de qué preocuparte. Y otra vez, muchas gracias por acompañarme.
-Sólo cuídate y descansa ¿Sí?-sonrió acariciando suavemente su mejilla-Cualquier cosa no dudes en llamarme... ¡Nos vemos!-se despidió sacudiendo la mano mientras aminaba hacia la esquina en que había dado la vuelta.
Se quedó ahí parado, observándolo durante alguno segundos aún sin poder entender que era lo que lo impulsaba a actuar así. No podía creer que se preocupara tanto por alguien a quien apenas conocía y sin esperar nada a cambio. Entró a la casa y dejó las llaves sobre la mesita que estaba junto a la puerta, caminó hasta la sala y se recostó en uno de los sillones con una mano sobre el vientre.
-Creo que es más extraño de lo que pensaba...-susurró al aire-No creí que en verdad fuera capaz de traerme hasta aquí, esto no era su culpa y no tenía que hacer todo esto, soy totalmente capaz de llegar hasta acá sin ayuda de nadie... Después de todo, es el camino que siempre sigo y lo conozco a la perfección, sin importar como me sienta llegaré sano y salvo...-tocó su mejilla justo donde el rubio la había acariciado-Sigo creyendo que él y su padre son muy parecidos, ambos son muy protectores y se preocupan mucho por mí... Claro que con su padre siento cosas que no siento con nadie más...
Sintió una mano acariciar su mejilla y poco después unos labios sobre los suyos, se despertó sobresaltado y miró hacia todas lados para descubrir de quien se trataba. Al encontrar al culpable de esa forma tan peculiar de sacarlo de los sueños se tranquilizó y volvió a la normalidad.
-Lo lamento, cariño-Zero se acercó a él y lo besó en la frente-No pensé que pudiera asustarte, sólo quería avisarte que estábamos de regreso-se sentó junto a su amante quien ya se había levantado-¿Saliste antes? No es tan tarde y no puedo creer que te hayas quedado dormido tan profundamente...
-Me sentía un poco cansado, eso es todo-respondió tranquilamente frotando sus ojos para terminar de despertarse-Supongo que fue por eso que me quedé dormido...
-Es de lo más normal-Akane se acercó y lo besó en la mejilla en forma de saludo-Ya son los últimos meses y suelen ser los más agotadores pero estarás bien, sólo es cuestión de descansar lo suficiente y no sobre esforzarte... Así que, Zero, necesita que lo dejes dormir el tiempo suficiente y no lo hagas permanecer despierto toda la noche ¿De acuerdo?-le guiñó un ojo.
-No necesitabas decir eso...-susurró el peliplateado-Lo más importante para mí es su bienestar y el de los pequeños y siempre hago hasta lo imposible por protegerlos, nunca haría nada que los perjudicara y mucho menos si Kaname no quiere...
-¿Ustedes nunca van a cambiar cierto...?-el castaño rió ligeramente sorprendiendo a los presentes-Seguirán haciendo y diciendo cosas vergonzosas sin importar lo que diga...-siguió riendo provocando que los demás también lo hicieran.