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Un nuevo comienzo por Yaoi lovers

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Notas del capitulo:

¡Buenas noches queridos lectores! Ya ando de nuevo por aquí pasando a dejarles el nuevo capítulo, ya falta muy poco para que nazcan los pequeñitos de Zero y Kaname y estoy emocionada, ya verán lo que tengo planeado para ese momento...

Pero bueno, estoy empezando a divagar así que no les quitaré más tiempo con mis comentarios y los dejaré con el capítulo...

El día tenía apenas unas horas de haber comenzado y Zero ya se había levantado, dejando sólo sobre la cama a su amante quien aún dormía tranquilamente. Tenían cita con el médico y debían levantarse temprano pero la noche anterior había sido demasiado intensa como para hacerlo.


Se comunicó con el doctor Tamaki y, tras ofrecerle una disculpa por lo que pasó, le pidió que reprogramara la cita lo más pronto posible y que en esta ocasión sin importar lo que pasara estarían ahí a tiempo. Afortunadamente, ese mismo día, pero unas horas más tarde, estaba disponible y podría atenderlos.


Tras confirmarlo regresó a su habitación dispuesto a despertar a su pareja sin importarle que él hiciera sus típicos reclamos o se negara a hacerlo. Apenas entró pudo verlo aún recostado buscándolo a tientas y diciendo su nombre entre susurros. Conmovido por la escena se acercó hasta él y con suma delicadeza acarició su rostro con la yema de sus dedos para despertarlo.


-¿Todo este tiempo estuviste aquí?-Kaname dio un pequeño bostezo y frotó sus ojos para terminar de despertar-Iba a intentar abrazarte cuando me di cuenta de que no estabas a mi lado...-continuó un poco avergonzado-¿A dónde fuiste? ¿No dijiste que hoy serías sólo para mí?-le reprochó acercándose a él-¡Mentiroso...!-lo besó dulcemente sobre los labios.


-Sé que te lo prometí pero recordé que debíamos visitar al doctor Tamaki y debía hablar con él porque ya pasó la hora de la cita-respondió viéndolo con ternura-Pero no te preocupes, hablé con él y reprogramo la cita para hoy en la tarde, tenemos un par de horas para estar juntos y después prepararnos para ir a la consulta ¿Te agrada la idea?-colocó la punta de su nariz sobre la de su amante.


-¿Qué clase de pregunta es esa?-cuestionó con fingida molestia, abrazándose a su cuello-Sabes perfectamente la respuesta ¡Tonto! Ahora deja de hacer preguntas innecesarias y abrázame-le ordenó mientras se acurrucaba en su pecho-Ya que ayer tuve que compartirte tienes que compensarlo de algún modo.


-Pero mi amor es sólo tuyo y nunca tendrás que compartirlo con nadie más que con los pequeños-el peliplateado lo rodeó por los hombros y acarició dulcemente su rostro-Soy sólo suyo, los amo-susurró suavemente a su oído y con la mano que tenía libre acarició su vientre-Los amo a los tres, como no tienen idea.


-También te amamos-le respondió el castaño tomando su mano y entrelazando sus dedos, reposando ambas manos sobre su vientre-Puedes sentirlo ¿Cierto? En sus movimientos y el calor que comienza a invadirte apenas los tocas; de esa forma pueden decirte que te aman, y yo no necesito más que esto-acercó su rostro al de su pareja y con un suave roce de labios expresó todo lo que sentía.


 


 


 


 


 


 


Tras preparar juntos el desayuno y comerlo tranquilamente, tomaron el camino al consultorio médico para recibir una de sus últimas consultas en ese estado, pues en unas cuantas semanas los dos pequeños, quienes eran las más grandes pruebas del amor entre la pareja, estarían en brazos de sus padres.


El médico les dio la bienvenida apenas los vio entrar y los invitó a tomar asiento mientras él buscaba algunas cosas que serían necesarias para realizar correctamente una de las revisiones más importantes antes del momento del parto.


-Probablemente en dos semanas los tendrán con ustedes-concluyó el médico tras la revisión-Ellos están listos para nacer y usted está listo para recibirlos joven Kuran y con mayor razón deben estar preparados para esto-continuó mirando atentamente a la pareja-Ya que el parto no fue prematuro es seguro que nazcan en estas semanas y deben estar muy al pendiente de cualquier señal.


-De acuerdo, estaremos al pendiente de todo: su dieta, sus síntomas, sus molestias-el cazador tomó la mano de su amante-Cuidaré de él y haré todo para que esté bien-el doctor rió ligeramente-¿Hay alguna señal en particular para saber cuando sea el momento?


-Tranquilo, joven Kiryuu, le he dicho muchas veces que no hay de que preocuparse, tanto sus hijos como el joven Kuran se encuentran en perfecto estado y puede estar tranquilo hasta su nacimiento... La parte difícil viene cuando crezcan y empiecen a querer saber todo sobre el mundo que los rodea, hasta ese entonces puede comenzar a preocuparse.


-¿Necesito algo en particular para estos días? Cambiar algo en la dieta, estar en reposo o dejar de hacer algo que haya dicho...


-Puede estar tranquilo, afortunadamente es muy fuerte y mientras siga las indicaciones que le di no habrá problema, la dieta sigue igual y el resto de indicaciones no afecta en nada, en cuanto al reposo, basta con que descanse tanto como necesite. Si en algún momento se siente más cansado que otras ocasiones tendrá que esperar hasta que el cansancio se vaya, no hay nada en particular. De cualquier manera, si experimente alguna molestia en particular o considera que algo no marcha bien puede venir y veremos que es lo que necesita. Si no tiene nada más que agregar, puede retirarse, nos vemos el día del parto, no olviden estar atentos a cualquier señal ¿De acuerdo?


 


 


 


 


 


 


-Tal vez deberíamos practicar que hacer cuando vayan a nacer los pequeños-dijo Zero a su amante apenas ingresaron a su hogar-Ya sabes, para que no nos tomen por sorpresa y sepamos que hacer. ¿No te parece buena idea? Será algo así como una especie de simulacro y podré demostrarte que tener varias maletas en casa es buena idea.


-¿Ya vas a empezar de paranoico? Acabas de escuchar al doctor Tamaki y él nos dijo que debíamos estar tranquilos, que todo marcha bien y no hay razón para alterarse y perder la razón... ¿Por qué tienes que exagerarlo todo? Entiendo que te preocupemos los niños y yo pero actuar como un psicótico no sirve de nada.


-No estoy siendo paranoico, neurótico, psicótico nada de lo que puedas decir. El doctor dijo que ahora más que nunca era probable que los pequeños nacieran cualquier día cualquier hora y creo que sería bueno estar preparados y prevenidos, no podemos tomar esto a la ligera y hacer como si no fuera importante.


-Ya sé que dijo que debíamos estar preparados ¡pero lo que sugieres es demasiado!-reprochó Kaname con molestia-Por favor, Zero-acarició la mejilla de su amante-No actúes como si esto fuera algo muy difícil, cuando llegue el momento estarás tranquilo y sabremos como reaccionar, por el momento no tienes porqué preocuparte.


-Sólo uno o dos ensayos, por favor-el peliplateado hizo una mirada suplicante-Quiero estar preparado para cuando llegue el momento para que todo salga bien y no me estrese al grado de ni saber que hacer-tomó la mano de su pareja y se acercó hasta tanto como le fue posible-Sólo te pido que practiquemos un poco, uno o dos ensayos y no te pediré más ¿Si?


-De acuerdo...-suspiró pesadamente-Si con eso vas a estar tranquilo lo acepto. Pero de verdad tendrán que ser dos ensayos a lo máximo, y no vayas a involucrar a nadie más, será solo entre nosotros y para que dejes de actuar como un histérico... Ninguna otra persona va a participar, no quieras darle realismo y llames al doctor o a Akane, no le cuentes a nadie sobre esto y lo haré-correspondió su abrazo.


-Te lo prometo, será solo entre nosotros...Empecemos a partir de mañana, tu decidirás la hora, el lugar y el día del ensayo, así no sabré en que momento pasara y la situación será lo más parecido a la real. Verás que la idea de una maleta en cada habitación no era descabellada y agradecerás que lo sugiriera...


Durante el resto del día el castaño analizó que tan benéfico había sido aceptar el capricho de su pareja, sabía que podía tomarlos por sorpresa y que en ese momento podían no saber como reaccionar pero consideraba que hacer un ensayo era una exageración, que seguía actuando de manera neurótica y que se estaba dejando llevar sin importarle las indicaciones que dio el médico de tomarlo con calma.


Sin embargo, nada podía hacer ahora más que esperar más que su amante se relajara con el ensayo y dejara de preocuparse excesivamente; quería creer que una vez que cumpliera su deseo todo volvería a la normalidad y deseaba apresurar esto tanto como le fuera posible para así poder estar más tranquilo y no tener más de que preocuparse.


A la mañana siguiente, a la hora de siempre, el cazador salió de la casa para ir al trabajo, no sin antes despedirse de su pareja y recordarle que debían practicar la llegada de sus hijos y que si llegaba a sentirse mal debía llamarle inmediatamente al doctor Tamaki y después a él y así estar preparado para cualquier cosa que pudiera necesitar.


En cuanto la hora de ir a su trabajo llegó se levantó tranquilamente y tras hacer todo lo que debía antes de partir rumbo a la florería se preparó para salir: tomó su teléfono celular y las llaves de la casa; ya a punto de abrir la puerta escuchó el timbre sonar. Le sorprendió la visita pues nunca antes alguien se había presentado en su casa, primeramente porque salvo Akane y sus amigas y Aidou nadie los conocía y tampoco su dirección; además de que era relativamente temprano como para que algún otro visitante fuera y él debía ir a trabajar. Abrió la puerta dispuesto a aclarar el misterio y decirle a quien fuera que estuviera ahí que en ese momento no podía atenderlo, que si lo prefería regresara más tarde y grande fue su sorpresa al descubrir de quien se trataba.


-¡Kaname!-lo saludó con efusividad Aidou al verlo en el marco de la puerta-Espero no haber interrumpido algo que estuvieras haciendo pero como ya casi es hora de abrir la florería creía que aún estarías aquí-sonrió ampliamente-Desde la vez que te sentiste mareado me quedé preocupado y como no quiero que te pase nada decidí venir por ti para que fuéramos juntos. Si ya estás listo podemos irnos y si no puedo esperarte hasta que termines de hacer lo que necesites.


-Eres muy amable y agradezco que te preocupes tanto por mí pero no era necesario...-dijo el vampiro mirándolo atentamente-Me siento mucho mejor y puedo llegar hasta allá sin ayuda, no tienes porqué molestarte en venir. Ese día me sentí un poco mareado pero nada más, ahora estoy mucho mejor y no creo que se repita-continuó mientras salía de la casa y cerraba la puerta-De cualquier modo, gracias por venir. Podemos irnos-le indicó con una sonrisa.


-Ni lo menciones-le respondió el rubio caminando hacia la acera-Hago esto por gusto y estaré para ti cada que lo necesites-le extendió la mano para que la tomara-¿Te parece si nos vamos? Ya va siendo hora de abrir.


-Por supuesto, vámonos-ignoró el gesto de su acompañante.


-¡Vamos, Kaname!-reprochó haciendo un puchero-Te ofrecí mi mano para que la sujetaras al caminar y la rechazaste... Eres cruel, destrozaste mi corazón...-se tomó del pecho mientras en su rostro se dibujaba una expresión de dolor y tristeza.


-¡No hagas eso!-le reprendió Kaname mirando hacia todos lados para asegurarse de que nadie veía tan vergonzosa escena-Te dije que estoy bien y que no es necesario que hagas esto-comenzó a caminar-Deja de hacer eso y vamos a trabajar, no te comportes como un niño.


-Tienes pésimo sentido del humor-su acompañante volvió a su actitud normal-Era sólo un juego, no tienes porqué reaccionar de esa manera-continuó con fingida molestia-Sólo quería parecer un príncipe que va en busca de su princesa para rescatarla, debías asumir tu papel como damisela en apuros y dejarme tomar tu mano-agregó en tono de burla para molestarlo.


-¡No soy una damisela en apuros!-se avergonzó y el sonrojo en sus mejillas fue más que obvio-Deja de decir tantas cosas extrañas y apresúrate antes de que sea tarde y no sigas con los juegos...-su acompañante rió sonoramente sin importarle que eso lo molestara.


 


 


 


 


 


 


-Zero... Los pequeños van a nacer...-dijo a su amante con indiferencia-Es hora de llamar al doctor Tamaki y...


-¡Por favor, cariño!-el cazador volteó a mirarlo con desilusión-Te dije que tomaras esto en serio y que lo hicieras tan real como pudieras... Es un ensayo pero quiero que sea realista...-se acercó a él y acarició su rostro-Repitámoslo una vez más e intenta hacerlo bien esta ocasión ¿De acuerdo?


-¡No quiero volver a repetirlo!-cruzó los brazos con molestia-Volvamos a hacerlo mañana y ya, no es mi intención sonar tan falso pero si realmente no ocurre nada no puedo fingir más que esto-rodó los ojos-Y no puedo entender esa obsesión tuya por hacerlo real, sólo es para estar preparado y no necesitas que parezca real... ¡Incluso ensayarlo me parece una exageración! Dejémoslo por hoy ¿Sí?


-De acuerdo-suspiró con resignación-No lo intentaremos más pero tienes que tomar más en serio esto. Ya te dije que quiero estar preparado y si no parece real no sirve...-Zero se acercó a él y lo abrazó-No es una obsesión, me preocupa no saber como reaccionar y por eso insisto tanto...


-¿Y no quieres que piense que estás exagerando? Escuchaste lo que dijo el doctor Tamaki, no hay razón para que estés así y eres tu quien me está preocupando-besó su mejilla-Los niños y yo estamos bien y no tienes de que preocuparte...


 


 


 


 


 


 


Dos días más pasaron y no hubo ni uno sólo en que el peliplateado no insistiera en "practicar que hacer cuando los pequeños estén por nacer", desquiciando a su pareja quien no lo soportaba y le reclamaba el hecho de que hubiera dicho que sólo harían uno o dos ensayos y todo acabaría, pero a él no le importaba pues decía que mientras no lo hiciera correctamente no podía considerar que hubieran hecho un ensayo.


Ese día estaba dispuesto a no volver a realizar una vez más aquella práctica por lo que puso todo su empeño por conseguir el efecto que su amante esperaba. Se armó de valor y tras prepararse mentalmente para lo que estaba a punto de hacer, caminó hacia la cocina, lugar donde se encontraba su pareja y entró.


-¡Zero! Los pequeños están por nacer-en su voz podía escucharse que estaba alarmado, provocando que su amante volteara rápidamente-Es hora de llamar al doctor Tamaki y Akane...


-¡Tranquilo, querido!-tomó su mano en señal de apoyo-Todo va a estar bien, vamos por la maleta-caminaron hacia la salida de la casa y el cazador tomó la maleta y después su celular-Llamaré al doctor Tamaki, sólo asegúrate de estar tranquilo...-el castaño apretó con fuerza la mano de su amante, este le sonrió acariciando su rostro-Está vez salió bien, veo que te lo tomaste en serio...


-¡Perfecto! ¿Eso significa que no habrás más ensayos?-cuestionó esperanzado.


-¡Por supuesto que no! Es la primera vez que salió bien y sólo sabemos que hacer si estamos en la cocina y de día, pero no hemos practicado que hacer en caso de que ocurra cuando dormimos o cuando regresamos del trabajo... Aún tenemos que prepararnos para que cuando llegué el momento todo resulte perfecto...


El vampiro mostró decepción en su rostro, confiaba plenamente en que estuviera tan feliz por los resultados que dejaría todo de lado y él no tendría más de que preocuparse pero al parecer los intenciones de su amante eran otras, ya que no descansaría hasta haberlo ensayado con todos los escenarios posibles "sólo para estar seguros" justo como se lo había dicho.


-Sí esto sigue así va a volverme loco-susurró con desesperación cubriendo su rostro con ambas manos.

Notas finales:

Pues bueno, hasta aquí llego el capítulo, espero haya sido de su agrado. Cualquier duda, comentario o sugerencia será bien recibida.

Nos vemos en la siguiente actualización.


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