Por la noche, mientras Kaname se preparaba para dormir, Zero charlaba con una enfermera, quien le dio algunas indicaciones sobre el cuidado de su pareja y le informó sobre las visitas que le harían en algunos momentos del día para asegurarse de que todo estuviera en perfecto estado. Al regresar con su pareja lo notó pensativo y quiso saber la razón.
-¿Qué pasa cariño?-acarició suavemente su mejilla-¿Sigues emocionado por haber visto por primera vez a los pequeños?-le sonrió.
-No es sólo eso, Akane me habló sobre su hermana cuando entró a visitarme...-les respondió con tristeza-Nunca imaginé que tras esa chica sonriente que siempre hace lo posible por vernos felices y por cuidar de nosotros hubiera sufrido tanto hace unos años...
-Lo sé, pareciera imposible... Pero no es sólo eso lo que te tiene así ¿Cierto?
-Me dijo que le recordaba mucho a su hermana y me hizo pensar... Desde que nos conoció a cuidado de nosotros sin esperar nada a cambio y bueno, en un principio no fui muy amable con ella pero he aprendido a apreciar su apoyo y tras escuchar su historia pensé que tal vez... Bueno...-se sonrojó ligeramente y su amante lo miró atento-Me gustaría que nuestra pequeña se llamara Ranko, ya que no soy muy bueno con las palabras considero que es una forma de demostrarle que estamos agradecidos por todo lo que ha hecho por nosotros y que aunque no lo diga se ha vuelto una persona importante para mí...
-Es muy dulce de tu parte-el peliplateado lo besó en la frente-No tengo ninguna objeción con nombrarla así y si es lo que realmente deseas me parece una gran idea... Ranko y Alexander... Lindo ¿No?-lo abrazó.
-¿Cómo te sientes hoy?-le preguntó Akane al entrar a la habitación-Te ves mucho más animado que ayer.
-Sí, ayer estaba un poco cansado pero hoy me siento mucho mejor...-dudo unos segundos-Estuve pensando y bueno, siempre estás cuidando de mí y los pequeños e incluso cuando no soy amable contigo estás a mi lado así que... No sé como decirlo...
-No tienes que hacerlo-la azabache tomó su mano-Entiendo a lo que quieres llegar y no es necesario que me lo digas, sé que no te es sencillo hablar sobre tus sentimientos y con lo que dijiste entiendo todo a la perfección.
-Me gustaría llamar Ranko a la pequeña-confesó el castaño sin más-Por lo que me contaste pude ver que quieres mucho a tu hermana y que te dolió mucho su pérdida... No intento que la remplaces con la pequeña ni nada parecido, es sólo que así como lo es ella para ti, eres una persona importante para nosotros y de verdad me gustaría que pudiera llevar el nombre de tu hermana, si no te molesta.
-Adelante-lo abrazó-Nada me haría más feliz, gracias...
Varios días pasaron y la recuperación del vampiro había terminado, ahora podía volver a casa con sus pequeños. Antes de que partieran, el doctor Tamaki les dio algunas indicaciones sobre el cuidado de sus hijos y sobre sí mismo, y además algunas sugerencias y agendarles una nueva cita para asegurarse del bienestar de todos. Tras agradecer y despedirse partieron rumbo a su hogar donde les esperaba una sorpresa.
-¡Kaname!-gritó Aidou a penas lo vio bajar del auto y corrió hacia él-¡Muchas felicidades!-lo abrazó de manera efusiva, ante la mirada celosa del cazador-Tenía muchas ganas de verte, ya te extrañaba y moría de ganas de conocer a tus pequeños...
-G... Gracias Aidou... Te presentaré a los pequeños-cargó a su hijo-Él es Alexander y ella es Ranko-señaló a la pequeña que venía en brazos de su amante.
-Son adorables... Nunca había visto unos pequeños tan lindos... Se nota que son hijos tuyos-el rubio le guiñó el ojo.
Los seis entraron a la casa y platicaron durante largo rato, Zero estaba evidentemente celoso pero debido a la promesa que le había hecho a su amante puso todo su empeño por no demostrarlo y tratar a su amigo con amabilidad. Cerca del atardecer el ojiazul se despidió y Kaname lo acompañó hasta la puerta.
Mientras terminaba de hablar, su amante y la ojiverde caminaron hasta ellos; el peliplateado abrazó a su pareja por los hombros y él le correspondió, provocando que su amigo hiciera una mueca de desagrado, que sólo notó la chica, y se alejó rápidamente.
-También debo irme, chicos-les dijo y los besó en la mejilla-Cuiden bien de Ranko y Alexander, los veré mañana-y sin decir más salió de la casa. Corrió tan rápido como le fue posible hasta encontrarse con el ojiazul-¡Espera!-gritó haciendo que el aludido detuviera su andar-¿No crees que eso fue un poco obvio? Imagino que fue algo triste verlo pero no era razón para ser tan poco discreto...
-¿Disculpa?-respondió intentando fingir que no sabía de que hablaba-Si que eres una chica rara, seguirme y hablar de cosas sin sentido no cualquiera lo haría... ¿Qué es lo que quieres? El hecho de que hace unas semanas fuera contigo a comer helado no significa que seamos amigos o que tenga algún interés particular en ti...
-¡Y dices que soy rara!-le reprochó Akane-Voy a ser clara... Desde que te vi supe que tu interés por Kaname va más allá de la amistad-Aidou la miró sorprendido-Hay cosas que no se pueden ocultar y esta es una, él es muy ingenuo y sólo tiene ojos para Zero, es por eso que nunca hizo nada para demostrarte que sólo te ve como un amigo... Lamento decirlo de una manera tan directa pero es mejor que lo sepas ahora, podrías ilusionarte aún más y el sufrimiento que te causaría su rechazo, si es que en algún momento llega a darse cuenta de tus sentimientos, sería mayor...
-Vaya que eres directa-agregó con sarcasmo-Venir a decirme todo esto sin tener idea de lo que realmente siento, me sorprendes... ¡Y además el pretexto es que lo haces por no verme sufrir! Deberían hacerte un monumento por ser tan buena persona-continuó a manera de burla-Tal vez debería considerar salir contigo ya que te preocupo tanto... ¿Por qué no aceptas que te gusto y que te molesta mi atracción por Kaname?
-Eres un idiota...-le respondió con molestia-No estoy interesada en ti de esa manera... Lo de la subasta con mis amigas y la invitación que te hice para salir fue únicamente porque quería que conocieras a alguien y que olvidaras a Kaname, sin importar lo que pase no va a aceptar tus sentimientos y la relación entre ustedes será la misma... Pero el error fue mío por intentar ayudarte, por interesarme en ti y querer evitarte el sufrimiento-susurró decepcionada-En verdad fui una tonta, disculpa por intentar interferir en tu vida... Es tu decisión seguir viviendo en una farsa...-concluyó alejándose y dejando atónito a su acompañante.
-Son adorables cuando duermen-comentó el castaño observando a sus pequeños dormidos uno frente al otro tomados de una de sus manos.
-Exactamente igual que tú-agregó su amante acercándose a él y abrazándolo por la espalda para después besarlo suavemente en la nuca.
Se giró para encontrarlo de frente y sin un segundo más que esperar se besaron apasionadamente, uniendo sus lenguas y acercándose tanto como les era posible para sentir el cuerpo de su amante. Antes de que pudieran darse cuenta, el deseo se había apoderado de ellos y se encontraban despojándose de la camisa uno al otro; en cuanto el vampiro se dio cuenta detuvo a su pareja, indicándole con la mirada que estaban dentro de la habitación de sus hijos y que no era el lugar indicado para continuar; de inmediato el cazador la interpretó y salieron de ahí tomados de la mano, cerraron la puerta tras de sí y llegaron hasta su habitación donde se dispusieron a continuar lo que habían empezado.
Lentamente acariciaron el pecho de su pareja disfrutando de cada centímetro de piel que tocaban mientras continuaban besándose y entregándosea la pasión. Zero tomó el control y recostó a su amante sobre la cama colocándose sobre este para seguir besándolo; sus miembros habían empezado a despertar, por lo cual, sin siquiera pensarlo cada uno empezó a masturbar al otro por encima de la ropa, jugando con las caricias, las palabras y las miradas desbordantes de pasión que se dedicaban cada que podían. En cuanto sintieron que estaban al borde del éxtasis se detuvieron, se dedicaron una última mirada sugerente y después ayudaron a su pareja a deshacerse de las últimas prendas que traían puestas.
Kaname decidió tomarla iniciativa y, sorprendiendo a su amante, tomó su mano y lentamente y de la manera más provocativa que pudo introdujo un par de sus dedos en su boca y los lamió intentando lubricarlos. El peliplateado estaba extasiado, ver a su amante de esa manera: con los ojos cerrados, la respiración agitada y las mejillas levemente teñidas de rojo, hacía que sus ganas de poseerlo aumentaran aún más.
Una vez que el castaño terminó con su labor, su pareja introdujo uno de los dedos lubricados en su entrada y pasados a penas unos segundos otro más, esta vez no hubo queja, pues estaba lo suficientemente excitado como para pensar en otra cosa que no fuera el placer que estaba experimentando. Le fue imposible contener los pequeños gemidos que comenzaban a escapar de sus labios, la sola idea de sentir a su amante en su interior lo hacía delirar de placer y no conseguía calmar su respiración.
En cuanto el cazador se dio cuenta calló sus gemidos con sus labios, pues aunque esos sonidos de su amante le estimulaban sabía como lo avergonzaba y lo que menos quería en esos momentos era que se sintiera incómodo ¡Por el contarior! Únicamente quería transmitirle su amor. Una vez que sentió que estaba preparado, sustituyó sus dedos por su miembro ya erecto.
Comenzó con movimientos lentos y suaves, quería disfrutar el momento tanto como le fuera posible; sin soltar la mano del vampiro y sin detenerse comenzó a acariciar su pene ligeramente, provocando que liberara un sonoro gemido motivándolo a seguir y aumentar la velocidad de las embestidas.
-Zero..-jadeo suavemente-Continúa... Por favor...-apretó con fuerza la mano de su amante mientras empezaba a mover lentamente su cadera-Qui... Quiero más...-susurró cerrando con fuerzas los ojos y más sonrojado que otras veces.
-Extrañaba esa forma de pedir las cosas tan peculiar en ti...-le respondió riendo ligeramente y acercándose lo más posible a su rostro-Mírame...-le pidió con dulzura y él giró la cabeza para evitarlo-Quiero ser lo único en lo que pienses mientras estemos juntos, quiero ver tu rostro sonrojado, escuchar cada sonido que sale de tu boca y que te des cuenta de lo mucho que te amo...-Mírame, por favor-le pidió nuevamente con un tono de súplica en su voz, provocando que Kaname no pudiera soportarlo más y lo mirara fijamente-Te amo, Kaname-lo besó apasionadamenteme mientras aumentaba aún más la velocidad e intensidad de sus movimientos-Nunca voy a dejar de hacerlo...
-También te amo, Zero... De una forma que no te puedes imaginar-lo atrajo hacia sí y volvió a besarlo-Eres la persona a la que más amo en este mundo-acarició suavemente su rostro y movió su cadera a mayor velocidad.
Cada embestida era más precisa, después de algunos minutos más Zero había encontrado nuevamente la zona más sensible de su amante y pudo darse cuenta gracias a que él liberó un profundo gemido y arqueó ligeramente la espalda en cuanto sintió todos los estímulos concentrados en ese lugar.
-Así que de nuevo lo encontré-susurró a su oído de manera seductora-Por un momento pensé que había perdido la técnica...
-Ton... Tonto...-jadeó con mucho esfuerzo pues el aire comenzaba a faltarle cada vez más, prediciendo que no faltaba mucho para llegar al éxtasis-Es más que obvio que no la has perdido-le respondió mordiendo suavemente su labio inferior para callar sus gemidos-A decir verdad, creo que has mejorado...
Animado por la excitación del momento, y por las palabras que acababa de decirle su pareja momentos antes, decidió culminar de una vez por todas con la entrega y no contener más las ganas de hacerse uno sólo con él.
-Zero... Zero...-volvió a jadear de manera sonora-No creo... Soportarlo más...-susurró aferrándose al cuerpo de su amante-Si continúas... Pronto voy a... Correrme...-liberó un gran gemido y arqueó bruscamente la espalda al sentir el orgasmo apoderarse de cada rincón de sus ser, virtiendo su esencia sin poderlo evitar.
Después de algunos minutos más, el peliplateado también alcanzó el éxtasis total,virtiendo su esencia en el interior de su pareja y dejandose caer sobre su pecho, para poder sentir su resporación aún agitada y su pecho subir y bajar.
-Eso... Estuvo bien... ¿No?-le preguntó aún jadeante mientras salía de él-No ha pasado mucho desde la última vez que lo hicimos pero realmente extrañaba tenerte sólo para mí y poder poseer cada centímetro de tu piel...-tomó su mano y, tras entrelazar sus dedos, la besó dulcemente.
-Creo que bien se queda corto...-rió ligeramente-Había olvidado lo mucho que disfruto estar contigo...-un leve tono rosado cubrió sus mejillas-No sé si es parte de la emoción del momento o si es porque tiene tiempo que no estábamos así pero en realidad eres bueno para esto...
-No sé como debería tomar tu comentario... Me halaga que creas que soy bueno pero de cierto modo me siento un poco utilizado-le respondió a manera de burla-Lo haces sonar como si fuera lo único bueno que tengo o como si sólo te mantuvieras a mi lado por eso...-se levantó un poco para mirar su expresión.
-¡Eres un idiota!-el castaño tomó una de las almohadas que estaban sobre la cama y golpeó a su pareja con ella-No es eso lo que intentaba decir... Sólo quería que supieras como me siento respecto a esto... ¡Maldición, Zero!-cubrió su rostro con la misma almohada que había usado para golpearlo-Siempre insistes en que debo ser más abierto con mis sentimientos y que te gusta escucharme decir lo que siento y ahora haces esto...-descurió su rostro y lo miró fijamente-No es lo único que haces bien ni mi única razón para permanecer a tu lado... Sólo quería que supieras que cada vez que nos encontramos de esa manera me haces sentir muy bien y que en verdad disfruto de estar a tu lado-lo vio de manera dulce y acarició suavemente una de sus mejillas.
-Eso es trampa-le respondió el peliplateado volviendo a recostarse sobre su pecho-Sabes que si me dices cosas así mientras me miras de esa forma no puedo resistirme...-lo abrazó con fuerza-Te aprovechas de mi debilidad, eres muy injusto.
-¡No estoy bromeando!-se sentó sobre la cama y obligó a su amante a verlo a los ojos-En verdad te amo como nunca podré amar a nadie más y disfruto cada segundo que paso a tu lado... Realmente quiero pasar la eternidad a tu lado, sin importar lo que esté en contra, nada me haría más feliz que eso...-depositó un suave beso sobre sus labios.
-¿Ahora quién está actuando como un tonto?-le preguntó riendo ligeramente y tomándolo del mentón para verlo directo a los ojos-Ya te había prometido que sin importar lo que estuviera en contra estaría a tu lado para siempre, no lo dudes-lo atrajo hacia sí y lo abrazó con fuerza, a lo que su pareja correspondió tímidamente.