Ese fin de semana Akane y sus amigas habían acordado reunirse para comenzar con la búsqueda de un lugar para realizar la boda entre Kaname y Zero, además de aprovechar el tiempo para dar un pequeño paseo y distraerse de la tensión de la semana, sin mencionar que Louise había terminado los bocetos del vestuario y quería mostrárselos para saber su opinión.
A penas salía de su hogar para reunirse con sus amigas cuando un invitado no muy agradable para ella se presentó frente a su puerta. Confundida y sorprendida observó con detenimiento a su acompañante durante algunos minutos esperando que hablara hasta que finalmente optó por comenzar la conversación ya que tenía poco tiempo antes de tener que partir.
-¿Qué haces aquí?-preguntó con molestia-No puedo creer que después de todo lo que dijiste esa vez tengas el descaro de venir hasta aquí... ¿Y cómo es que obtuviste mi dirección?-continuó atónita-No puedo entender que tan cínico se debe ser como para hacer esto-bufó con desdén-Además,no tengo tiempo para perderlo en tus tonterías, si me disculpas, debo irme.
-Necesito hablar contigo-Aidou la miró seriamente mientras se colocaba frente a ella-Estoy consciente de que soy la persona a la que menos quieres ver en este momento y que no vas a creer lo que voy a decir, si estuviera en tu lugar actuaría exactamente igual pero por favor, escúchame-la chica lo miró confundida-Antes que nada quiero ofrecerte una disculpa por el incidente de hace unos días, de verdad no acostumbro actuar así y no logro descifrar que fue lo que me ocurrió en ese momento y sé perfectamente que fui un tonto y que nada de eso debí decirlo, estoy muy arrepentido por haberlo hecho-agachó ligeramente la mirada intentando demostrar lo apenado que se sentía-Sé también que no estoy en posición de pedirte que aceptes mi disculpa pero me gustaría saber que lo haces antes de poder decir lo que quiero...-volvió a mirarla con seguridad.
-No es fácil para mí pero acepto tus disculpas-le respondió con sinceridad-Sigo sin entender como es que pudiste decir algo así si no lo sentías realmente y dado que no puedo ni quiero guardarte rencor no hay nada más que decir. Olvidemos que pasó, es lo mejor para los dos... Tengo que irme-subió a su auto y comenzó a conducir.
Estaba confundida con las palabras del rubio, no podía creer que esa actitud tan arrogante y engreída hubiera cambiado a una totalmente arrepentida y sumisa; estaba desconcertada y no podía ocultarlo, además de que no dejaba de pensar en eso que necesitaba decirle y no podía hacer hasta que se hubiera disculpado.
-¡Akane...!-suplicó con un puchero Louise extendiéndole un pequeño cuaderno-No has hecho ni un solo comentario respecto a mi diseño para las demás y entiendo si no quieres hacerlo pero cuando menos deberías fingir que estás interesada en el tuyo... Estaba segura de que te gustaría y que halagarías mi trabajo pero sólo lo viste y no le diste importancia-reprochó con resignación.
-Ya vas a empezar con eso... Por una vez en tu vida no comiences a dramatizar la situación y reacciones como si fuera lo peor que te ha pasado-pidió Sakura intentando tranquilizar a su amiga-Y tú dinos porqué estás así-miró con atención a la azabache quien parecía no entender-Es evidente que algo te pasa, y será mejor que lo digas. Somos tus amigas, sabes que puedes confiar en nosotras, cuéntanos que es lo que pasó...
-¿Puede recordarme porqué vinimos al centro de la ciudad?-preguntó la madre de Kaname observando en todas direcciones con la esperanza de encontrar a su hijo-Hay mucha gente aquí y será difícil encontrarlos de esa manera, además de que no creo que sea buena idea preguntarle a las personas.
-Mantenga la calma, vinimos precisamente porque pueden estar aquí entre tanta gente y además pasaremos desapercibidas, en caso de que estén aquí no resaltaremos si fingimos que estamos de compras o que estamos de paseo y este es el lugar menos indicado para preguntar por ellos. Muchas personas ni siquiera viven cerca de aquí y sólo vienen como turistas o porque esperan a alguien.
-No entiendo como logró convencerme de seguirla, tal vez esta no sea la mejor idea después de todo. No creo que como por arte de magia vayamos a encontrarnos con ellos o cuando menos con alguien que los conozca y pueda decirnos donde están-continuó mientras caminaba sin prestar mucha atención a lo que hacía-Deberíamos buscarlos en otro lugar, quizá sea más sencillo-chocó contra alguien-Disculpa...
-Ni lo mencione, fue culpa mía por no mirar por donde iba-la chica la miró-¿Kaname?-se vieron confundidas-Disculpe, la confundí con alguien más... Es que se parecen tanto...-las amigas de la chica la llamaron-Lamento la confusión y el golpe, no estaba atenta a lo que hacía... Con su permiso-la chica se alejó rápidamente.
-Estamos aquí para buscar a nuestros hijos no para socializar-sentenció la mujer acercándose a ella-Si quiere podemos regresar en otra ocasión y podemos dedicarnos a platicar con quien lo desee pero en este momento hay cosas más importantes-miró hacia el lugar del que su acompañante no apartaba la vista-¿Pasa algo?
-Esa chica me llamó Kaname y después dijo que había sido un error debido a que nos parecemos mucho-señaló el camino que había seguido la azabache-Quizá ellas los conozca y pueda decirnos donde encontrarlos-intentó seguir el camino que ella había tomado pero su acompañante se lo impidió-¿Qué espera? Esta puede ser nuestra oportunidad para dar con ellos y usted piensa desaprovecharla.
-¡No podemos ir tras ella así como así!-la tomó por los hombros y le habló seriamente-Que la chica la llamara de esa forma y dijera que la confundió porque son parecidos no significa que pueda ayudarnos a encontrarlos ¡No pierda la calma! Tal vez deberíamos tomar un descanso ¿Le parece? Después podemos seguir buscando o ir a otro lugar si lo prefiere.
-¡Mira, mira! Este es el modelo que elegí para tu traje-lo ojivioleta acercó un cuaderno-A la vuelta está el de Kaname, son exactamente iguales, en un principio iba a hacerlos diferentes pero al final me agradó la idea de que fuera el mismo para ambos...-sonrió-Aún me faltan algunos detalles y tomar las medidas para hacerlos pero estarán listos para ese día, te lo aseguro.
-También fuimos a buscar un lugar para la recepción y nos dijeron que la ceremonia podía ser ahí si lo deseaban. No es muy grande pero hay espacio suficiente para lo que necesitamos, Sakura ya pensó como podía ser la decoración y dice que está muy inspirada para hacerlo-la aludida sonrió con satisfacción-Sólo hace falta que lo veas y nos des tu opinión... También vimos otros sitios pero el que definitivamente nos encantó fue ese pero lo más importante es que sea de su agrado.
-Además de eso ya tengo preparadas algunas opciones del menú por si quieres verlas o hacerles algún cambio-Ruka tomó su bolso y sacó de ella algunas hojas-Podrías comentarlo con Kaname, inventando algún pretexto para no revelar la sorpresa, y nos aseguraríamos de que también le agrade la idea ¿No crees?-le extendió los papeles.
-Muchas gracias por todo su esfuerzo-Zero les dedicó una sonrisa sincera-No podría yo sólo con todo esto, a pesar de que no es mucho, y con su ayuda todo va a salir a la perfección-Sus amigas correspondieron-Nos vemos mañana-él y la ojiverde caminaron hacia la salida-¿Y bien?-la chica lo miró confundida-¡Vamos! Tienes esa expresión de que algo no anda bien y no puedes ocultarlo, es evidente cuando algo te preocupa.
-¡Estás exagerando! No tengo idea de que hablas... Estoy en perfectas condiciones aunque pienses lo contrario-el peliplateado la observó seriamente-¡De acuerdo! Hace unos días me encontré con Aidou...-continuó casi como un susurro-Me ofreció disculpas y, aunque esto suena raro viniendo de mí, parecía arrepentido... No quiero decir que esté arrepentida de lo que dije sobre él cuando Kaname preguntó o que mi opinión haya cambiado pero se veía diferente, no parecía el mismo de esa vez... Me desconcertó verlo actuar de esa manera ¡Y no sólo eso! También dijo que además de las disculpas había algo que quería decirme-su acompañante la miró intrigado y esperando saber de que se trataba-Preferí quedarme con la duda y ahora ese es el problema: no dejo de pensar que es lo que quería decir.
-Tranquila-el más alto la abrazó-No tienes de que preocuparte, sea lo que sea de lo que quiere hablar va a solucionarse pronto y no vale la pena que te atormentes por ello-la chica correspondió con fuerza al sentirse protegida-Todo va a estar bien ¿Sí?-acarició su cabello con ternura y ella asintió-Es hora de irnos, quita esa expresión de tristeza y angustia y vuelve a sonreír-acarició su mejilla.
Y es que, para ser sinceros, Akane estaba realmente confundida con lo que había pasado; no podía entender el cambio de actitud tan repentino en el rubio y, aunque no lo aceptara, también había sentido la necesidad de hablar con él para aclarar la situación; sin embargo, no lograba ni siquiera entender sus propios sentimientos y eso le preocupaba aún más, después de todo, sabía que él estaba enamorado de Kaname y no había nada que pudiera hacer para cambiarlo.
-¡No puedo creerlo...! Ya ha pasado casi una semana y no tenemos ninguna noticia sobre nuestros hijos-reprochó la castaña cruzándose de brazos-¿Qué se supone que vamos a hacer? Sé que con nuestra historia podemos pasar mucho más tiempo fuera y lo que realmente me preocupa no es eso pero tengo un mal presentimiento... No acostumbro dejarme llevar por cosas como esta pero después de no hacerlo caso a mi instinto al principio de todo esto he decidido que tendré que confiar un pco más...-suspiró pesadamente-Debe pensar que me volví loca o que estoy tan desesperada que no pienso de manera racional...
-Por el contrario, la entiendo a la perfección-peinó su cabello con ambas manos y liberó un poco el estrés con un suspiro-Tampoco le hice caso a mi instinto maternal y preferí esperar a que él me dijera que ocurría, si hubiéramos intentado acercarnos antes muchas de las cosas que han pasado pudieron evitarse-sonrió de medio lado-También tengo un mal presentimiento pero no quería decirlo por temor a causar un alboroto por ello y empeoraron nuestra situación. Tenemos que arreglar esto antes de que en verdad necesite un descanso y alejarme de todo, usar el mismo truco no serviría-continuó intentando relajar el ambiente.
Circulaban por una de las calles más transitadas de la ciudad y era comprensible que lo fuera dada la cantidad de tiendas, restaurantes y lugares que llamaban la atención de cualquiera que pasaba por ahí. La cazadora iba pendiente del camino mientras su acompañante tenía la mirada perdida por la ventanilla analizando la situación.
-¡Espere!-pidió levantándose de su asiento y acercándose aún más a la ventanilla, la conductora disminuyó la velocidad y la miró con atención-Disculpe, creo que estoy un poco afectada por esto-regresó a su posición y se tomó de las sienes-Creí haber visto a Kaname entrar a esa florería y al parecer solo fue mi imaginación... Tal vez la culpa y la inquietud está provocando que vea cosas que no existen.
-No se preocupe por eso-frotó su espalda en señal de apoyo-Llevamos varios días sin dormir bien y entre nuestros sentimientos de culpa y la preocupación es normal que este tipo de cosas pasen. Regresemos a nuestra habitación y durmamos un poco o si lo prefiere lea algo o dese una ducha, cualquier cosa es buena mientras pueda relajarse. Después de unas horas o mañana continuaremos con la búsqueda.
-¡No puedo creer que me dejara engañar por algo tan absurdo!-se reclamaba el líder de la familia Kiryuu mientras conducía por la carretera-Debí suponerlo, siendo madre e hijo era obvio que algo además de la apariencia algo debían compartir... No sé como no se me hizo sospechoso que decidieran salir justo cuando estaba pensando en buscar a ese niño ¡Y además huyó con un vampiro! No cabe duda de que son iguales...
Mientras tanto, por esa misma carretera pero en otra ubicación, el mayor de los Kuran viajaba a toda velocidad dispuesto a encontrar a su esposa; tras recibir la noticia de que la habían visto salir hacia la ciudad más cercana acompañada dela madre del cazador que "secuestró" a su hijo no lo dudó ni un instante y se dirigió hacia ese lugar tan rápido como le era posible.
-¡Lo sabía! Sabía que estaba detrás de todo este alboroto...-se repetía constantemente-Lo que se hace una vez se puede repetir muchas más. Seguramente se la llevaron a base de engaños y piensan utilizarla para chantajearme y obligarme a aceptar la alianza pero están muy equivocados si piensan que eso va a funcionar. Esta vez no van a conseguir nada de mi parte, se van a dar cuanta del error que cometieron.
El mes que debían esperar para poder realizar la celebración casi había terminado, todo estaba arreglado: la decoración, la vestimenta, la comida e incluso los anillos de matrimonio, sólo faltaba la propuesta y el cazador estaba pensando en como debería hacerla, quería algo sencillo, además de que se lo había prometido a su amante, pero que fuera muy romántica y pudiera recordarla por siempre.
-Me sorprende que estás tan callado...-comentó Kaname atrayendo la atención de su pareja-Incluso pensé que podrías estar tomando un siesta al igual que los pequeños...-caminó hasta él y se sentó a su lado-Eres mucho más lindo cuando estás callado pero no puedo evitar sentir que es extraño, como si no fueras tú...-se recargó sobre su pecho-Dime que te pasa-el timbre sonó-¿Estás esperando a alguien?-se levantó.
-Pensé que podrías ser tú el que esperaba a alguien-respondió sorprendido y levantándose para abrir la puerta-No creo que sea Akane porque dijo que tenía algo importante que hacer y que no podría venir. Incluso me pidió que les deseara a Ranko y Alexander buenas noches por ella... ¿Quien podrá ser?-abrió la puerta dubitativo-¿Mamá? ¿Papá?-dio algunos pasos hacia atrás debido a la sorpresa.
Los padres de ambos entraron en ese momento y se acercaron a sus respectivos hijos. Sus madres de inmediato los abrazaron con efusividad sin darles tiempo de reaccionar de alguna manera. La visita los había tomado por sorpresa y no sabían como actuar, por lo que únicamente se quedaron estáticos.
-Me alegra tanto saber que estás bien-ambas madre estaban al borde de las lágrimas debido a la emoción-No puedo creer que después de tanto tiempo hayamos podido encontrarte... Ni te imaginas lo preocupada que estaba por ti y la angustia que pase por tu desaparición-volvieron a abrazar a sus hijos con fuerza-Estoy tan feliz que ni siquiera se que decir...-secaron algunas lágrimas.
-¡Basta de tanto drama!-sentenció severamente el mayor de los cazadores-Tú y yo tenemos mucho de que hablar, esta vez no vas a salvarte... Regresamos a casa-tomó con firmeza el brazo de su hijo y estaba dispuesto a salir cuando alguien lo detuvo.
-¡Nadie va a ir a ningún lado!-afirmó con seguridad el líder de los Kuran-No voy a dejar que vuelva a huir así como así y de nuevo se salgan con la suya.
-¡Usted no es quien para darme órdenes!-respondió con molestia-Y dado que ni siquiera quiso aceptar la alianza no tiene ningún derecho a opinar sobre el castigo que recibirá...
-No quería que fuera de esta forma pero no me dejan otra opción-Zero se liberó del agarre y caminó hasta su amante-Ya que todos están aquí aprovecharé la oportunidad para pedir su mano... Kaname: ¿Quieres casarte conmigo?-se arrodilló con una pequeña caja en la mano presentando en anillo.
-¡Levántate en este instante!-le ordenó su padre con molestia-Deja de denigrar la imagen de los cazadores antes de que haga que te arrepientas... ¡Ni creas que lo voy a permitir!
-¿Y qué le hace pensar que dejaría que mi hijo aceptara? Nunca autorizaría que se casara con alguien como él...
Y la discusión se desató, tal y como era de esperarse. Parecía que no habría manera de detenerla ni por más esfuerzo que se hiciera hasta que una voz hizo eco en la estancia.
-Acepto-dijo el castaño provocando que la atención se centrara en él-Ya no me importa si están de acuerdo con esto o no, desde hace mucho decidí que es con quien quiero pasar la eternidad y no pueden hacer nada para cambiarlo...-se puso a la altura de su pareja-Estoy diciendo que acepto casarme contigo ¿Necesitas que lo repita? ¡Idiota!-depositó un suave besó sobre sus labios.