Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Juego de Placer por Jemi-chan

[Reviews - 142]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Y cuando pensabas que había muerto, revivo como fénix?? xD 

u.u me siento terrible... 

Notas abajo.  

Solo un poco más…

 

Ritsu fue arrojado directo a la blanda cama de dos plazas que estaba dentro de la habitación del azabache.  Su cuerpo no recibió más impacto que el simple hecho de tocar las finas sabanas color rojo, sin embargo esto contrastaba con la gran sensación que le invadía todo su ser.  Estaba petrificado, no podía moverse, no pudo hacerlo en ese instante, cuando Takano estaba encima de él agarrándole las muñecas por encima de su cabeza. Sus ojos parecían estar comiéndoselo vivo, prestándole atención a cada gesto de dolor, y vergüenza que hacía.

 

Solo pudo pronunciar algunas simples palabras, que apenas fueron interpretadas como una orden.

 

-D-Déjame.  – Pero su tono decía lo contrario, y eso le gustó al mayor.

 

-No es necesario que mientas, sé que te gusta. – La mano del azabache bajaba por el abdomen del castaño, tocando estratégicamente aquellos puntos erógenos de su piel, la cual se erizaba ante tal acto.

 

-N-No ah! – Su pulgar tocó su pezón izquierdo, haciéndolo vibrar.

 

-Esa fue una muy linda reacción. – Comentó sonriendo con dulzura.

 

Ok, era un caos, su mente era un completo desastre. ¿Qué mierda estaba haciendo? ¿Y con el prometido de su primo? Pero esto estaba de más, no podía detenerse, era inevitable ante tales reacciones que rogaban por más.  Le fascinaba como la cara del menor se ruborizaba, y como sus ojos contenían las lágrimas. Era increíble ¡Apenas y lo estaba tocando y ya quería llorar!

 

Solo un poco más…

 

-Voy a tocarte aquí. – Posó su mano en aquel bulto ya totalmente despierto. Ritsu gimió alzando su espalda sobre la cama y bajando sus manos para apartar la cabeza de Masamune que comenzaba a lamer por sobre su ropa interior.

 

Era extraño, jamás había experimentado tales sensaciones tan…tan intensas, tan desbordantes. ¿Esto era lo que se le llama “Placer”? Lo suponía. Su cuerpo pedía por más de aquella lengua sobre su ropa, quería que lo tocara directamente. Estaba demente, definitivamente estaba loco. No se casaba y ya estaba traicionando a su futuro esposo ¡Y con su primo!

 

Era un desvergonzado.

 

-N-No, y-ya basta ¡ah! No, Ta-Takano-san…no podem. – Pero no era escuchado, la mirada de Takano era tan apasionada cuando veía   los ojos verdes de él, y eso lo congelaba, para luego derretirse ante el calor del  azabache.

 

Ya a esta altura, el bóxer de Ritsu estaba mojado totalmente  y comenzaba a gotear parte de su pre-semen fuera de la tela.

 

Siguió lamiendo a medida que le bajaba la molesta prenda para ver aquella parte tan secreta de Ritsu. Para él, también era la primera vez que sentía algo como esto. La emoción de querer tenerlo para sí solo, de oírlo gemir debajo de él, de sentir su calor sobre su cuerpo. Lo quemaba.  Aquel niño ¿Cómo era posible que le hiciera experimentar tales emociones? Era complicado.

 

Más, mucho más.

 

-Está completamente pegajoso. – Lo vio. Ritsu estaba ahora apenado, con las manos sobre el rostro, retorciendo su espalda. Siguió con su labor y probó directamente con su boca. El sabor era exquisito. Todo él era dulce.

 

-Ta-Takano-san…ya no…pue…Ah! Voy a… - Apretó los dientes con fuerza comenzando a sentir que algo fluía desde su interior. Con sus dos manos se aferró a la almohada por detrás de él y cerrando los ojos,  dejó salir su esencia en la boca del mayor. –Ah…y-yo lo siento, no quería. –Apenado desvió la mirada. El azabache miró a sus orbes verdes. ¿Por qué hacía tanto drama? No era como si realmente fuera algo que no esperaba, porque sí lo hacía.

 

-Aunque eso fue rápido. – Sonrió. - ¿Acaso era tu primera vez siendo tocado por alguien más? – Bromeo, pero para su sorpresa, el castaño no respondió nada, solo agachó la cabeza, pudiendo hacer notar el rojo de su rostro que se dispersaba hasta sus orejas. “¡Sí era su primera vez! Oh Dios ¿Qué he hecho?”  Pero ya no había vuelta atrás.  La verdad es que aún si hubiera sido su primera vez, igual habrían terminado así. Es más, ahora que lo sabía. El pensar que sería su primero…era tentador…muy tentador; y eso era malo, muy malo.

 

-Ritsu. – Le tocó suavemente la mejilla para alzarle la cara. Por supuesto que tenía las intenciones de continuar, sin embargo había algo que se moría por hacer. Acercó su rostro hasta quedar a la misma altura. Sintió como la respiración del pequeño se  descontrolaba.  ¿Podría ser entonces…? –No me digas. Tampoco has besado ¿no? – Enseguida el cuerpo de Ritsu tembló. Una respuesta afirmativa. – Qué lindo. – Dejó escapar para quedar a pocos centímetros de esos ansiados labios.  Un poco más, solo unos escasos centímetros más. 

 

-Takano-sama,  tiene un llamado de Usami-sama. – Hiroki llamó a la puerta en el momento menos conveniente.  –Takano-sama ¿Está allí? – Llamó por segunda vez.

 

“¡Maldición!” Se dijo mentalmente el azabache, Casi, casi. Se separaron bruscamente por la interrupción. 

 

-Ahora voy. – Dijo mirando de reojo al inerte Ritsu sentado sobre su cama. Fue a una silla en donde estaba una camisa suya y se la puso encima de los hombros despertándolo de su trance.  –Cuando estés listo te sales. – Fue algo un poco frío para tal momento, pero lo compensó con un beso en la frente. – Será la próxima vez. – Le guiñó y salió del cuarto.

 

Viendo la puerta, Ritsu todavía luchaba por volver en sí. Sus recuerdos estaban algo confusos, primero estaba peleando con Takano y luego…La cara le ardió con tan solo recordar “esto” “eso” y “aquello”  ¡Se estaba dejando llevar! ¡No! ¡Se dejó llevar!

 

-¡No! ¡No! ¡No! No lo aceptaré…Esto debe ser un sueño, no hay manera que Takano-san pueda…- Se pellizcó con la esperanza de despertar en su cama y que todo haya sido un hermoso…es decir, una “horrible” pesadilla. Pero por supuesto, el resultado no fue el deseado. - ¡No fue un sueño!  -  Se quería morir. –Tierra trágame. – Se revolcó entre las sabanas para, tal vez así, ocultar la vergüenza.  Además por poco y se besaban, si no hubiese sido por el sirviente entonces. - ¡Ah! ¡Olvídalo! – Se tapó sus gritos de desesperación con la almohada. – Pero…- “¿A qué sabría los labios de Takano?” Se preguntó tocándose los suyos. El beso que le dio en la frente aún estaba latente. Se sentía cálido y suave, pero eso no era todo, sabía que un simple beso en la frente no se comparaba con uno mucho más íntimo y quería saber cómo se sentiría. ¿Delicado y sutil? ¿Devastador e intenso? ¿Con pasión y deseo? ¿Cómo?  –Lástima. – “Lástima no haberlo averiguado”

 

Se levantó una vez más “tranquilo” (Cosa que no era posible del todo) y salió cuidadosamente que nadie lo vea, en especial Kirishima que ahora se hospedaba allí. Si lo viera sería un caos.

 

-Esa llamada. – En su mente ya se resignaba. No podía dejar que hubiera una próxima vez como le dijo el ojiavellana. - Akihiko-san es mi prometido y será con él con quien me case. No puedes serle infiel Ritsu. No debes.  – Se auto declaró, como si quisiera  imponérselo a él mismo en conjunto con un dolor naciente en su  pecho. – Y menos con su primo. – Menos con Takano-san.

 

No habría una próxima vez. De eso se aseguraría. Lo que no sabía era que Takano no se la pondría nada fácil.

 

 

 

 

 

-Hey ¿Cuánto tiempo más piensas estar con ese bate? – El ojimiel cruzó los brazos divertido ante el comportamiento infantil de su nuevo osito de peluche.

 

-El tiempo que sea necesario  hasta que te vayas. – Refunfuñó con algo de puchero. Después de la experiencia vivida en su primer chequeo médico no quería correr riesgo con él de nuevo, esta vez estaría preparado, y en el momento en que se propasara. <<Bam >> golpe directo en la cabeza y lo mandaría a dormir en el piso mientras que él lo envolvía en la alfombra y lo tiraba a la calle para que se lo llevara algún otro como mascota. Al menos eso quería creer que pasaría. 

 

Kirishima dio unos cortos pasos ante la mirada atenta del pelinegro que apretaba mucho más el palo de madera.

 

-Pero mi oso gruñón, si no me dejas acercarme a ti ¿Cómo te podré curar? – Su tono de voz era dramático esperando que así bajara la guardia y poder quitarle ese juguete que le estorbaba. – Aunque si te gusta el SM yo no me opongo. –Sonrió seductoramente.

 

-¿Q-Qué piensas?  ¡¿Qué demonios piensas que soy?! ¡¿Un loco pervertido?! Por si no te ves al espejo, el pervertido eres tú ¡Idiota! – Gritó avergonzado tirándole las almohadas de la cama.

 

-Ya, ya calma, solo era una broma. –

 

-No me gustan esas clases de bromas. –

 

-Qué malhumorado. Deberías relajarte…¿Te ayudo? -  Yokozawa volvió a alistar el bate listo para atacar. – No te atrevas. - 

 

Kirishima vio en sus ojos que no bromeaba, estaba listo para una masacre si era necesario, aunque eso le pareció muy tierno. Sin embargo tampoco quería causarle más molestia de la que ya había provocado, eso le haría mal a su estado de salud, y no podría seguir llamándose “doctor” si llegará a empeorar al paciente.  

 

-Está bien, lo entiendo, ahora baja eso que necesito verificar tu temperatura.- Yokozawa lo miró extrañado, de repente ese sujeto dejó de emitir esa aura de “perversión”  con el que lo había visto desde la primera consulta. Bajó  el bate aun prestando mucha atención a cada paso que daba el médico.   Para su sorpresa lo único que hizo fue tocarle la frente suavemente para comprobar si no tenía fiebre y luego darle de tomar unas pastillas para el dolor de cabeza y de garganta. – Ahora duerme, vendré más tarde para ver si necesitas algo. -  Se levantó yendo hacia la salida dejando a un Yokozawa aún consternado.  “¿Solo eso?”  Se preguntó. No era que esperaba que se sobrepase, es solo que realmente le pareció muy raro todo ese profesionalismo repentino.  “Lo sabía, solo estaba jugando conmigo”  Y de pronto sintió que el efecto de las pastillas en él.  “ No debí alterarme tanto… Pero es su culpa…doctor idiota”  Y se quedó dormido. 

 

 

 

 

 

 

 

-¡Ah! Kirishima-san. -  Ritsu se encontraba a punto de tocar la puerta de su cuarto. El oji-caramelo lo vio de forma curiosa.

 

-¿Sucede algo? – Preguntó. Ritsu asintió con los ojos tristes. Ese tipo de expresión solo la hacía cuando estaba inseguro de algo, desde pequeño fue así, y siempre que pasaba buscaba a Kirishima para que lo aconsejara, aunque ahora no era tan sencillo.

 

El mayor lo hizo pasar mirando a ambos lados para cerciorarse que nadie los observaba. Lo que menos quería era meterse en problemas él, mucho menos al pequeño.   Cruzó hasta la esquina diciéndole que tomara asiento. Pronto le sirvió una taza de té.  

 

-¿Y bien? –

 

-Amm, bueno yo…- El castaño estaba jugando con sus dedos tratando de encontrar las palabras correctas para hablar con él. En su cabeza se arremolinaban miles de preguntas como  “¿Qué haces aquí?” “¿De dónde conoces a Usami-san?” “¿Tienes algo que ver con lo que  pidieron mis padres?” Y lo que más le atemorizaba “¿Vas a…Vas a delatarme?” Esta última era su mayor preocupación, pues por más que odiara hacer lo que su familia pedía, no quería perjudicarlos. – Solo quería preguntar si…si tú…- 

 

-No diré nada si eso es lo que te asusta. – Dijo. -  En primer lugar nunca estuve interesado en lo que pudiera pasar. – Dejó la taza en el escritorio a un lado de la ventana, sacó de su escritorio una caja de cigarrillos y encendió uno llevándoselo a la boca.

 

-Ya veo...esto ¿De dónde conoces a Usami-san? - 

 

-Cuando viajaba lo conocí por coincidencia, cruzamos un par de copas y aquí estoy. –

 

-¿No te importa si tu amigo es engañado? – Las manos echas puño comenzaron a temblarle por la frustración.  -  ¿No te sientes…no te sientes culpable? -  Las lágrimas no tardaron en salir.

 

Era cierto, podría decirse que se sentía de esa manera. No hay nada peor que mentirle a un amigo, sin embargo tampoco iba a permitir que le pase algo a Ritsu. Si bien Akihiko  no era tan malo como aparentaba, no podría decir lo mismo de su padre, ese hombre era perverso, tanto que hasta podría jurar que había asesinado personas con tal de cumplir sus objetivos.  Y por supuesto, no iba a permitir que Ritsu saliera herido.

 

-Un poco. – Respondió apagando el cigarro para acercarse a él y acariciarle el cabello. – Pero me sentiría peor si algo te pasara.  - 

 

-Kirishima-san…G-gracias. – Después de eso solo se limitó a llorar haciendo que Zen se preguntara cuántas veces habían pasado por lo mismo. Después de todo Ritsu solo lloraba por culpa de sus padres, y él era el único que lo había visto de esa manera. 

 

Ritsu nunca tuvo hermanos para su mala suerte, sin embargo siempre contó con la compañía de Kirishima. Desde pequeño fue algo enfermizo, así que cuando cambiaron de médico familiar porque el anterior se había retirado, se conocieron. Al principio tardaron en hacerse amigos, pero después de que Kirishima haya sido testigo del trato que le daban al pequeño, se unieron más. Su relación era simple: Para Ritsu, Zen era como su hermano mayor y para el doctor era como si fuera su hermanito pequeño.   

 

Tal vez sea por eso que, Zen se prometió protegerlo cuidarlo, incluso en momentos como estos. 

 

 

 

 

Misaki seguía encerrado en su cuarto. Ya había pasado dos días así. Desde aquella noche Akihiko le había prohibido salir de su alcoba, y sin nada que hacer o con qué distraerse solo se la pasaba viendo el jardín, el cielo o incluso escribiendo cartas para su hermano. Cartas que sabía, nunca llegaría a enviar Muchas veces se preguntó qué había pasado con él, puesto que en las cartas que le llegaba siempre decía poco sobre su vida, de hecho la última que había recibido fue hace un mes atrás. En ella como en muchas otras decía que faltaba muy poco para que fuera a verlo y que cuando se encontraran, le aseguraría su felicidad; que ya podría pagarle los estudios, que podrían comprar incluso una casa nueva con muchas más comodidades. Sonaba muy lindo, como un sueño vuelto realidad, pero a Misaki eso no le interesaba,  nunca quiso un celular último modelo, ni quería una cama mullida, mucho menos riqueza absurda. Él solo quería a su hermano.

 

No es como si se sintiera solo, por supuesto que no, tenía a sus amigos que lo apoyaban y permanecían con él, pero no negaba que muchas veces quiso volver tiempo atrás cuando su única preocupación era levantarse temprano para atender la pequeña granja  de su familia  mientras que su hermano trabajaba.  Extrañaba esa vida, aquella en la que no era utilizado como un juguete, aquella en la que no era lastimado y en la que no tenía que taladrarse la cabeza  con los sentimientos que tenía en ese momento. 

 

Suspiró. De nuevo estaba pensando en cosas innecesarias. ¿De qué servía imaginarse una vida que ya no era suya? 

 

Tocaron a la puerta. De seguro era Tanaka con la cena.

 

-Adelante. –  Miraba desinteresado hacia el techo.  

 

-Veo que estás muy aburrido. – Esa voz, esa voz casi hace que se golpee la cabeza con el techo de la cama por levantarse de la impresión.  – No deberías estar tan  sorprendido. –  soltó una risilla por lo bajo, ese tipo de reacción le pareció muy adorable.

 

-I-Ijuuin-san. -    Tartamudeó. - ¿Qué hace aquí? -  No se esperaba esa visita, después de todo Akihiko también prohibió que alguien se acerque a esa habitación. 

 

-Vine a rescatar a una princesa en apuros. – Le guiñó. El pobre Misaki solo pudo atinar a ruborizarse con eso.

 

-Es-Eso no es gracioso. Soy un hombre. -  Desvió la mirada.

 

-Lo sé, y eres un chico muy lindo. -  Misaki no se percató que estaba tan solo a unos centímetros de distancia de su rostro.

 

-¿I-Ijuuin-san? -   

 

-Misaki. -   Su voz era muy profunda, en ella se podía percibir un  tono tranquilizador y algo divertido.

 

-Ah…¡¿Sí?! – Cerraba los ojos y los volvía a abrir, las manos comenzaban a sudarle y aseguraba que tenía las mejillas tan sonrosadas como un tomate.   Ya podía hasta sentir su aliento…

 

-Tengamos una cita. - 

 

-¿Eh? – Se quedó en blanco.

 

Eso no se lo esperaba….

 

 

Notas finales:

Bueno, creo que quedó bastante decente para alguién que no escribe este fic desde hace mucho xDDD  

Disculpen enseio u.u Pero ¿Qué creen? Había tenido avanzado este cap hasta la mitad pero se me había olvidado  uwuU  Ayyy qué mente la mía, por suerte se me metió el bichito de la curiosidad y abrí mi documento xDDDD Juro que quería darme un zape por ser tan despistada.   

Espero les haya gustado y disculpen si fue algo flojo, pero trato de ir lento para luego meter el salseo de sorpresa?? 7w7

ok ok

se viene algo pícoso entre Ijuuin y Misaki con el que cierto peliplata morirá de celos *---* ayyy los celos me alimentan? jajajaja

 

Disculpen si no puedo contestar sus mensaje por ahora, pero me iré de viaje más tarde y no regresaré hasta inicio de semana. Espero comprendan u.u 

 

Besos ^*^)/ 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).