Encuentro destinado…¿Odio o amor?
Ritsu se encontraba en un trance que le parecía eterno.
-¿Quieres bailar?-
-No soy bueno bailando, me daría mucha vergüenza bailar entre toda esa gente-
-Entonces bailemos aquí, total nadie nos molestará-insistió.
-Pero…-
-No acepto un NO por respuesta
Después de unos segundos, se dejó llevar por el magnífico bailarín.
-¿Ves no es tan difícil?-
-Puedo hacerlo porque eres bueno en esto-
-¿Cómo te llamas?-
-Ritsu… Oda, Oda Ritsu-
-Ritsu, lindo nombre-
-¿Y tú?- preguntó Ritsu
-Pues yo soy….-no termina de decirlo porque lo interrumpe Nowaki.
-Con permiso, Ritsu-sama, venga por favor-
-¿Te volveré a ver?-
-No, no lo creo-respondió .-
Cada vez más se le hacía más frecuente las imágenes de esa hermosa noche que pasó con ese misterioso hombre que ni siquiera le conocía el rostro. Sin embargo, Ritsu lo sabía de sobra, NUNCA lo volvería a ver. Solo podía conformarse con ese pequeño pero lindo recuerdo dentro de su cabeza. Pero no podía negarlo, deseaba encontrárselo de nuevo. En secreto esperaba que fuera de esa forma.
Ritsu
Recordaba como Él había mencionado su nombre…
Ritsu…. Ritsu…. Ritsu
Ahora lo escuchaba como si estuviera en esa misma habitación.
-Ritsu-sama…¿Quiere algo de té? -
-mmm Sí… Sí quiero bailar -
-¿He? ¿Ritsu-sama se encuentra bien?-
-Perfectamente bien… - Respondió suspirando.
Misaki lo miró curioso. ¿Qué le pasaba?. Dejó las cosas de té en la mesita y se acercó al mueble en donde estaba el otro castaño.
-¿Ritsu-sama? -. Se inclinó hasta quedar su rostro al mismo nivel que el del otro.
-mmmm.- Definitivamente estaba ido.
-¡¡¡RITSU-SAMA!!!.- Gritó.
Ritsu al escucharlo gritó y dio un brinco en su mismo lugar haciendo que al elevarse se golpeara la cabeza con la de Misaki, quien resbaló por el golpe cayendo al piso y Ritsu terminando sobre él.
-¡Auch!, eso dolió.- comentó Ritsu sobándose la cabeza y elevando el torso lentamente.
-¿Ri…Rits…Ritsu-sama?!!.-
-¿He?.-
Ritsu miró a la persona que tenía debajo. Misaki estaba todo ruborizado…más bien avergonzado por la situación. Entonces se dio cuenta de que una de sus piernas estaba en medio de la falda del otro. Se ruborizó igualmente.
-AHHHHH!!! ¡LO SIENTO!.- Se incorporó inmediatamente y se disculpó nerviosamente. Misaki hizo lo mismo.
-Está bien, n-no hay problema, fue mi culpa por alzar la voz…- dijo en un susurro nervioso.- Es que no me escuchaba, parecía que su mente estaba en otra parte.- Finalizó ya más tranquilo, sin embargo la pregunta que hizo puso tenso al otro, que se giró aún más rojo.
-Ha…mmm, bueno…yo solo….estaba…ammm.- Paró, no sabía que decir.- pensando…-
-¿Sobre qué…o quién?-
-Bu-Bueno…es solo que….- Se puso a meditarlo. Si era Misaki no habría nada que temer. Respiró e intentó calmarse.- En alguien que conocí hace no mucho…en esa persona estaba pensando.-
A Misaki le consternó por un momento, pero los ojos de Ritsu desvanecieron eso, y es que en ellos denotaba nostalgia y añoranza. Esa persona debía ser especial para él.
-Ya…¿Y esa persona…dónde la conoció?- Preguntó esperando que no le molestara.
-En la fiesta…en aquella que hubo hace poco, ya sabes, cuando te conocí y también a…Usami-san.- No pronunciaría el nombre “Akihiko” en frente de Misaki, eso le hacía pensar que lo entristecería. No conocía los detalles del por qué, pero sabía que Misaki sentía algo por él, aunque ni él mismo lo aceptara.
Misaki comenzó a hacerse muchas preguntas sobre el tema. Si a Ritsu le gustaba otra persona…entonces ¿Por qué no rompía el compromiso?- Caminó por la sala en círculos seguido por la mirada verdosa del castaño mayor. Se detuvo en seco y lo miró calladamente- Bien mejor preguntarle.
-¿Y usted…a usted le gusta esa persona?-
Ritsu lo pensó dos veces antes de responder Pues ¿Para qué negarlo?
-Sí-
El sirviente abrió los ojos de par en par.
-Entonces…Entonces…¿Por qué? ¡¿Por qué sigue con este compromiso?!.- Comenzó a exaltarse por alguna razón. Demonios, no tenía que hacerlo, al menos no en frente de él.
-Porque es mi deber.- Terminó con la mirada profunda. Misaki se paralizó.- No es que quiera, pero ese es mi destino, es lo que mis padres quieren y yo debo obedecerlos. Sé lo que has de estar pensando, sin embargo, déjame decirte que... Cuando estás siendo observado y esperan de ti mucho más de lo que puedes dar, entonces querrás hacer lo posible por no decepcionarlos, aun…aun si es en contra de tu propia felicidad.- esto último lo terminó con una mirada triste al mismo tiempo que se sentaba de nuevo pesadamente y agachaba la cabeza. Era obvio lo que le hacía su familia. Para ellos Ritsu solo era algo “útil”. Misaki se sintió muy mal por eso.
-¿Y esa persona…cómo se llama?- Cambió de tema para evitar la tensión, y tal parece que funcionó porque Ritsu elevó la cabeza con una expresión divertida.
-Pues…¿Quieres saber lo más gracioso?- Misaki asiente interesándose por el hecho.- Ni siquiera lo sé..jajaja…no lo sé!
-Ritsu-sama! Jajaja.-
-Es que estuve tan perdido en el momento que no pude pensar con claridad.- se excusó ante la mirada severamente graciosa de Misaki (? XD)
-Esa no es excusa…¿Y al menos sabe cómo es?.-
-¡No! Jajaja, es que ni siquiera le vi el rostro.-
-¡Ritsu-sama qué imprudencia por parte suya! ¿Y si era alguien que le quería hacer daño?-
-No Misaki…- dijo en tono dulce.- Sus brazos no tenían sensación alguna de maldad…-
La sonrisa de Ritsu le hizo evidente a Misaki, esa persona no le gustaba, estaba enamorado…perdidamente enamorado.
-Me alegro por usted…¿Y cree que lo volverá a ver?.-
La mirada de Ritsu por un instante pareció que iba a soltar lágrimas.
-No lo creo…Y aunque fuera así, nada ocurriría, pronto me casaré con Usami-sama, y seré su esposo.- Un dolor profundo se formó en el pecho de Misaki.- Además él no sabe quién soy…-
-¿Qué? ¿A qué se refiere?.-
-Es que le di un nombre falso…-
-¡¿Por qué?!-
-Porque…por eso mismo, de que no quiero volverlo a ver, porque sé que si llego a hacerlo, podría no contenerme.- Era cierto, era muy probable que se tirara a sus brazos y se dejara hacer de todo, se dejaría amar por él.
Misaki se sonrojó. Bueno, tal vez ya no era virgen pero aún conservaba esa inocencia típica de él.
-¡Por favor no hable así a la ligera!-
Ritsu soltó una risilla, era tan lindo. Pero ¿Por qué Akihiko lo trataba de forma tan cortante? ¿Era culpa suya?
-Está bien…no lo haré. Por favor sírveme un poco de té .-
-Claro. Enseguida.-
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-Aún sigo tenso.- Comentó Yokozawa dejándose caer en la cama.
-Lamento el mal momento, peor lo hiciste bien.-
-Aun no entiendo cómo lo soportas.-
-Yo tampoco.-
Yokozawa se sienta
-Tal vez sea porque sus caracteres son muy parecidos.-
-no lo creo, somos todo lo contrario aunque no lo parezca, debes saberlo.-
-Buen punto.-
Yokozawa había sido presentado ante Akihiko como un invitado más junto con Masamune. Él lo tomó muy bien a decir verdad, pero la tensión durante ese momento era muy grande, así que por eso todavía sentían algo de rigidez, en especial Yokozawa.
Tocaron a la puerta.
-Pase.- Dijeron al unísono.
-Disculpen la molestia.- Por la puerta apareció un pequeño pelinegro.- Soy Kisa Shouta y estaré a cargo de Yokozawa-sama, le traigo sus cosas.-
-Vaya mi primo lo pensó bien.- dijo Masamune.
-Aunque no necesito a alguien así, no lo rechazaré porque sería una falta de respeto. Está bien, entra y ayúdame un poco.-
-Entonces te dejo para que desempaques tus cosas.- Masamune va hacia la puerta dejando entrar al pequeño, que a pesar de que llevaba una maleta gigantesca no parecía ningún esfuerzo el llevarla.- Hasta más tarde.- Se despide.
El pasillo de los dormitorios de invitados le parecía un gran laberinto, desde niño fue de esa forma, nunca se sintió cómodo en lugares tan grandes, no era grave, pero había veces que se sentía realmente mal. Él era del tipo de persona que viajaba mucho, nunca se quedaba en un lugar en específico por mucho tiempo, hasta ese momento.
Caminó despacio hacia su habitación, no estaba muy lejos de la de Yokozawa, apenas unos cuantos cuartos más y un giro a la derecha. Era la misma habitación que había utilizado en sus cortas visitas. Una al fondo del corredor junto a otra.
Al girar en la esquina, vio salir del cuarto a lado del suyo a Misaki. Por supuesto ya lo había visto, aunque no había cruzado muchas palabras con él.
-Takano-sama.- Se reverenció haciendo acto de respeto. Masamune solo sonríe y corresponde, dándole a entender a Misaki que podía seguir con lo que estaba haciendo. Entonces se fue.
“Parece un chico agradable” .- pensó para sí mismo.- “Sus ojos se parecen a los de esa persona”.-Entonces se encaminó a su cuarto para entrar, pero antes de hacerlo:
-¡Misaki! Se te olvidó la…! – Ritsu salió presuroso del cuarto con una taza de té en mano pero no llegó a alcanzar a Misaki porque se estrelló con Masamune haciendo que el poco té que tenía la taza se derramara en su saco. Lástima. Porque estaba caliente.
-¡AH! ¡Quema!- Se quejó.
-¡Lo-Lo siento mucho no fue mi…!- Intentó limpiarle lo que tenía encima con un pañuelo que sacó de su bolsillo.
-¡Ya déjalo! ¡Lo vas a empeorar!- Le dio un pequeño empujón para alejarlo.- No puedo creerlo, este saco era nuevo ¿Sabes cuánto me costó? Era de Italia.-
-¡Lo siento enserio lo siento!-
-¡Ha ya! ¡Eres molesto!-
Si bien parte de la culpa era de Ritsu, ese hombre no tenía el derecho a tratarlo de esa forma, y claro, no se lo iba a permitir.
-Ya le pedí disculpas ¿No basta con eso? No permitiré que me hable de esa manera tan irrespetuosa-
Por otra parte Masamune no podía creer que esta persona que le había estropeado uno de sus mejores sacos, un regalo de su tío, tuviera esa actitud.
-Tú eres el irrespetuoso, esto fue tu culpa, no mía.-
-¿Y yo qué iba a saber que había una persona pasando por aquí?-
Era una lucha de miradas. Ambos se lanzaban fuego por los ojos.
Masamune suspira.
-¿Y ahora qué?.-
-No viene al caso discutir contigo.- Le responde el azabache. – Eres demasiado terco.-
-¡¿Q-Qué dijo?!-
-¿Y aparte sordo?-
-¡NO LO ESTOY!
-Eso es bueno.- sonríe de forma burlona comenzando a sacarse el saco y tirándoselo a la cara.- Ten, déjalo bien limpio.-
-¡¿Qué?! ¡Ni en sus sueños!-
-Creo que si estuvieras en mis sueños serían unas pesadillas. Y no te lo pedí, tú lo ensuciaste, ahora lo limpias, eso es todo. –
-¡No lo haré!- Iba a tirarle el saco a la cara, al igual que hizo con él, pero Masamune se encerró rápidamente. “¿Quién demonios era esa irritante persona?” –pensaron al mismo tiempo.
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Akihiko estaba hablando por teléfono con una persona en especial.
-¿Qué? ¿Cómo es que quieres venir?-
-Ho vamos Aki-chan, no quiero casarme, ayúdame con eso. Tú estás en las mismas que yo.-
-Ya te he dicho que no me llames así. Pero no lo entiendo ¿No es tu mejor amigo tu prometido?-
-Yue…-se escuchó un silencio en la línea.- Es lindo y todo eso pero...no sé si realmente podamos estar juntos de esa forma. Ya sabes que no sirvo para eso jajaja.-
-Pobre Yue, eres demasiado fría con él. ¿Y lo sabe?-
-Él conoce lo de nuestro casamiento por parte de sus padres, y es por eso que quiero huir antes de que me lo pida formalmente. Sé que es cruel, pero me gusta verlo desesperado.- Su tono de voz parecía infantil.-
-Hitomi, solo harás que se enoje contigo.-
-¡Lo sé! ¿No es crees que es lindo cuando se enoja? Jajajaja.-
Akihiko suspira. Si bien Hitomi era su mejor amiga, no sabía si apoyarla en ese capricho suyo. Ya tenía demasiados problemas como para ayudarla con los suyos, y eso que ni era uno, ella amaba a Yue, aunque era demasiado obstinada para confesarlo. Aunque por otro lado el tenerla cerca sería algo bueno, además era hábil para negociar…
-Bueno, puedes quedarte.- dijo resignado
-¡Yahi! ¡Muchas gracias! Entonces te dejo para alistar mis cosas, mañana a primera hora estoy por allá. Bye Aki-chan!-
-¡Qué no me llames…!.- Colgaron. Sí, Hitomi tenía el poder de tratar con Akihiko, tal vez por eso se llevaban tan bien.- Esa niña molesta…-
Primero su prometido, después Masamune y su amigo, y ahora Hitomi ¿Qué más seguía? Tocaron a la puerta.
-Nowaki…-
-Akihiko-sama, Le informo que su padre mandó un recado.-
-¿Y cuál es?-
-Al parecer quiere que dentro de dos días vaya a la casa principal para hablar de algo, desconozco los detalles pero parecía importante.-
Akihiko apretó los dientes por la rabia.
-Mierda….está bien dile que ire…-
-Como usted diga Akihiko-sama.- Estaba a punto de irse pero la voz de Akihiko lo detuvo. La mirada del ojivioleta parecía juguetona en eso momento.
-Y Nowaki….-
-¿Sí?-
-Dile a Misaki que se prepare, irá conmigo.-
Nowaki sonrió.- Como ordene.- Y se retiró.
Akihiko se quedó viendo por fuera de la ventana. Hace tiempo que no estaba a solas con el castaño, mejor aprovechar ese viaje. Sin embargo, Akihiko no se percataba de algo. Una tormenta se avecinaba.