CAPITULO 2: SOMETHING MORE THAN JUST CASUAL SEX
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POV SUNGMIN
La luz que entraba por la ventana lastimaba mis ojos, veo de poco en poco el lugar hasta el punto de encontrar todo desconocido, intento recordar a pesar de la jaqueca pero no obtengo nada a acepción de la parte en la que platicábamos y bebíamos vino mientras escuchábamos de buena música. Recuerdo que el ambiente de la cafetería era cálido y muy cómodo. Intento moverme pero cierto dolor y cierta persona me lo impiden.
De pronto todo comienza a embonar, Kyuhyun se encontraba desnudo acostado boca abajo y prácticamente sobre mí que me encontraba en iguales condiciones, ambos estábamos cubiertos por las delgadas sábanas blancas. Habíamos tenido sexo y muy apenas recordaba como habíamos llegado a su departamento.
Habíamos sido víctimas de nuestros arrebatos netamente primitivos y pasionales, pero lejos de arrepentirme, me sentía de una forma extraña, aun podía sentirme completo, porque si, las sensaciones, esas sí que las podía recordar perfectamente. Y si hacía uso de mis facultades mentales luego de dejarlas en receso toda la noche, esta había sido la primera vez que me había entregado a alguien completamente y aun así no teníamos ni el más mínimo compromiso el uno con el otro. Todo había si producto de la lujuria y lo sabía.
Como no me podía mover, opte por quedarme quieto hasta que despertara. Pensé en todo e intente recuperar los puntos muertos de mi memoria. Paso un largo rato antes de que Kyuhyun por fin despertara.
Se volteó y cayó sobre su espalda a un lado mío, pero aun así la mitad de su cuerpo seguía sobre el mío
-¿Kyuhyun-aa?-
-¡Hey! ¿Qué paso con el Kyuhyuniee de anoche?
-Primero deberías decir buenos días…o algo antes de reclamar- Me removí intentándomelo quitar de encima, pero en lugar de eso, se alzó sobre sus brazos poniendo uno a cada lado mío
-Buenos días- Dijo y me beso
-¿Y por qué fue eso?
-¿Y yo soy el que se despierta quejándose?
-Buenos días- Dije y puso una sonrisa cautivadora, capaz de despertar los sentimientos de la persona más fría, mi corazón comenzó a latir a mil por hora y sentía que en cualquier momento se saldría del lugar donde se encontraba. No pude apartar la vista de él, debía seguir con los estragos de la borrachera de anoche o quizá…. ¡No! ¡Esa idea queda descartada! ¡Definitivamente! Una noche no podía bastar para enamorarme de él, además ¡habíamos tenido sexo! No podía enamorarme de él solo por eso…Mi lógica se debió haber quedado tirada en algún lugar, quizás con mi ropa, sí, eso debía ser. Mas sin embargo, aquí estaba, desnudo tendido en una cama y observándolo tontamente, tal como un adolecente en su época más hormonal. El mundo giraba lentamente, nuestras miradas se conectaron y una explosión de sentimientos llego a mi cuerpo junto con sus labios sobre los míos y nuestras manos recorriendo con lujuria nuestros cuerpos.
La parte racional de mi me decía que algo andaba mal, simplemente esto no era algo normal, dos desconocidos absolutamente no podían hacer esto pero al diablo con la lógica, esto no tenía explicación y la razón completamente estaba fuera de lugar.
La suave tela de la sabana se deslizo sobre mi cuerpo, no había nada más entre nosotros, su tacto hacia liquida cada célula de mi cuerpo y si en algún momento sentí los efectos de la resaca, absoluta y mágicamente estaba curado de ella.
Cambio nuestras posiciones sentándome a horcajadas sobre él, creando un roce exquisito, ambos soltamos gemidos de excitación. Nuestras miradas se volvieron a cruzar y tan llenas de lujuria comenzamos un desenfrenado acto de pasión, nada nos detenía, ni aunque lo intentaran podría. Sus suaves manos me tomaron por las nalgas y comenzó a introducirse dentro de mí, no dolía, quizá por la excitación que tenia o quizá por la reciente noche que habíamos tenido, no importaba el motivo, lo quería dentro, en mi había una necesidad de ello.
Mis manos se posaron sobre aquellos abdominales que seguramente una buena rutina de ejercicio había creado, suaves y definidos y la luz del sol creaba un efecto maravilloso en su blanca piel. Cada parte de él comenzaba a drogarme y cada vez necesitaba más.
Nuevamente un cambio de posiciones, con cada embestida lo sentía más dentro de mí y otra vez ahí estaba, un beso salvaje, un beso donde no importaba quién ganará la batalla o si el aire nos llegaba a faltar, nada de eso, aquí lo que importaba era saborearnos uno al otro.
Su mano creaba un ritmo placentero sobre mi miembro que desde hacía un rato pedía por atención.
El ritmo que manteníamos hasta hace un momento comenzó a acelerar en cuando nos sentíamos llegar. Y por enésima vez, me dejaba consumir por esa deliciosa y placentera sensación.
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Había perdido la cuenta de cuantas veces lo habíamos hecho durante el día, habíamos recorrido gran parte del departamento e incluso habíamos intentado bañarnos por nuestra cuenta, sin éxito alguno, pues mientras estaba intentando regular la temperatura del agua, un Kyuhyun bastante excitado y otro tanto descarado se apareció desnudo de un portazo en el cuarto de baño y lo hicimos una vez más, aunque realmente no me negué en ninguna de las ocasiones o quizás sí, pero siendo parte del juego de que habíamos creado sin siquiera darnos cuenta en que momento comenzó.
Desde esta mañana pude darme cuenta de la intensa atracción que comenzaba a nacer de nosotros y luego de pensarlo y haber tenido toda esa actividad durante el día solo lograba confirmar cada una de esas suposiciones, pero también había algo más, algo que no podía identificar y mucho menos podía darle nombre, me daba miedo y pánico de tan solo pensarlo.
Ahora estábamos donde comenzamos, en la acolchonadita cama de Kyuhyun, aunque realmente no estaba precisamente en ella, si no sobre el dueño, llevábamos un rato así, en silencio y tan solo disfrutando de la cercanía de nuestros cuerpos en un abrazo compartido.
-Se supone que trabajaríamos con el borrador de tu escrito – Comencé a hablar - ¡No hemos hecho absolutamente nada!
-Yo no diría exactamente ‘’hacer nada’’ a todo lo que hicimos – Dijo entre risitas
-No me refería a eso – Dije intentando esconder un sonrojo eminente y golpeándolo suavemente con mi puño en su pecho.
El desgaste físico y el hecho de que nos habíamos saltado casi todas las comidas exceptuando el desayuno y lo poco que picamos del almuerzo, estaban cobrando sus represalias y el sueño nos estaba venciendo, no más rounds, necesitábamos dormir y de eso no había duda.
Un día con Kyuhyun y ya me sentía un adicto al sexo.
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La mañana había llegado, era como esas donde tomas excesivamente y despiertas con una resaca de los mil demonios, solo que en este caso no era por demasiado alcohol, no, era por algo totalmente diferente, era una resaca de sexo.
El malestar que no sentí ayer, lo sentía ahora, sabía que esto estaba mal y no solo estaba, estuvo mal desde un inicio. Sabía que había actuado tal como un muchachito virgen fascinado con el sexo de su primera vez. No podía ser posible que ni siquiera me hubiera detenido a pensar en las consecuencias. Kyuhyun era un trabajador más de nuestra compañía, un compañero de trabajo, con el cual trabajaría diez días y con el cual había tenido sexo, solo eso, sexo y nada más.
¡Éramos solo compañeros de trabajo! ¡Maldición! Esto no podía estar pasando. No sólo era sexo, las emociones que se acumulaban en mi interior desde el día de ayer, desde que desperté, se dispersaban en mi mente, me llenaban las ideas y se volvían mi dotación de droga personal, cada uno de esos encuentros se me impregnaban en los sesos haciendo que mi cabeza estuviera a punto de explotar. Tenía que salir de ahí, no más Kyuhyun por hoy, ¡No más sexo con Kyuhyun! Ni hoy, ni nunca. Voltee a mi lado y lo vi tan relajado, tan sumido en su sueño, me levante con sumo cuidado de no hacer el más mínimo ruido ni movimiento brusco, tome mis cosas, al menos las que encontré, corrí al baño y como pude me vestí lo más rápido que pude, arregle un poco mi cabello, un rápido vistazo en el espejo y listo. Salí de aquel departamento para nunca más regresar. Solo tenía que estar viéndolo una semana más y esto acabaría, solo revisiones de los avances del escrito e incluso podría encontrar la forma de no verlo y que la mayoría de las revisiones fueran a distancia o cada dos días. Eso sería lo mejor para ambos, quizás todo lo que paso fue un error, tal vez no el peor de nuestras vidas, al menos yo lo había disfrutado dentro de lo que cabe. Pero ¡Por favor! Esto no era algo común ni mucho menos normal, no es como si fueras por ahí, teniendo una sesión de sexo por todo un día con tu compañero de trabajo.
Camine hasta la avenida más cercana y tome un taxi con dirección a mi departamento.
En cuanto llegue, tire las llaves a algún lado, me quite los zapatos y fui directo a tomar una ducha, el agua fría me ayudaría a acomodar las ideas.
El resto del día me dedique a hacer absolutamente nada, tome varias tazas de café pese a que la cafeína no me hacía ni cosquillas. Ya era tarde, pronto oscurecería y mi celular en algún punto del departamento sonaba. Ah, si quieren que conteste tendrán que esperar. Una y otra vez sonó, ya iba por la quinta vez cuando lo encontré debajo del sofá. Vi la pantalla por unos segundos –Desconocido- dudé por otros cuantos segundos y deslice el dedo por el botoncillo verde
-¿Aló?
-Yo…Soy Kyuhyun, me preguntaba… ¿Cómo estás? Te fuiste incluso antes de que despertara- Simplemente lo dejaba hablar, ¡El que tenía que hacer preguntas aquí era yo!
-¿Cómo conseguiste mi numero?
-Fácil, se lo pregunte a Yesung –Maldito, le he dicho mil veces que no de mi numero sin mi autorización – No respondiste a mi pregunta
-Estoy bien, ¿Ya? ¿Contento? Ahora si me disculpas, tengo cosas más importantes que hacer que estar hablando por teléfono
-Pero yo soy tu prioridad, eres mi editor
-Solo mientras te dure el gusto, tengo menos de una semana para desestancar tu escrito señor ‘’yo soy tu prioridad’’ mientras Yesung descansa de lo lindo con una pierna enyesada, luego él volverá a ser tu editor
-Pero ni siquiera tienes el avance
-Me tome la libertad de copiar el archivo
-La computadora tiene contraseña
-¿‘’evilmaknae137’’? No fue difícil de adivinar
-¿Te veré mañana?
-Nos veremos en cuanto haya terminado las correcciones de lo que tengo y tú hayas escrito lo que resta
-Vaya, también puedes ser gruñón cuando te lo propones
-¡Kyuhyun! No me quieres conocer enojado así que si me permites y me dejas hacer mi trabajo y tú haces lo mismo, podremos irnos a dormir.
-Eso me parece interesante.
-No estoy jugando.
-Ni yo.
-Adiós.
-No cuel…- No lo deje terminar de hablar, yo no queriendo saber nada de él y va y consigue mi número, pero si Yesung ha de pagármelas, en cuanto lo vea le soltaré un buen golpe, uno que en su vida va a olvidar.
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Lunes por la mañana, SM
Ya era medio día y mi celular no paraba de sonar con cada alerta de notificaciones y todas y cada una de ellas habían sido de mensajes de Kyuhyun, excepto una que era de un mensaje de Ryeowook preguntándome el motivo de mi desaparición repentina por todo un fin de semana.
Ahora me encontraba en el departamento de edición, buscando los anteriores escritos de Kyuhyun, necesitaba leerlos para no cometer algún error y quizá por la tarde pasaría a casa de Yesung y le preguntaría las dudas que tenía, me había pasado toda la noche leyendo una y otra vez lo que tenía, marcando los errores y corrigiendo cada uno.
No había pensado en Kyuhyun en otra forma que no fuera la de un editor corrigiendo a su escritor.
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Martes por la tarde, Sapphire Blue
El inevitable momento había llegado, tendría que ver a Kyuhyun, luego de una tarde consultando los errores por teléfono con Yesung y de una búsqueda e investigación exhaustiva.
Me senté en la mesa más alejada que pude, después de todo era la cafetería más concurrida en el centro de Seúl.
Los minutos pasaron y seguía esperándolo mientras tomaba de una taza de late capuchino, su suave sabor era delicioso y no podía evitar darme cuenta del porque era famosa la cafetería.
-Has descubierto lo delicioso que es, ¿Cierto?
-¿Ah?
-El café, no lo puedes evitar, se ve en tu cara
-Déjame en paz, ¿Hace cuánto que estás ahí observándome?
-Casi nada, acabo de llegar –Dijo hincando los hombros y tomando asiento justo enfrente de mí.
-¿Le ofrezco algo de tomar? – Pregunto la joven mesera, la otra era un poco mayor pero esta era diferente, la observe con detenimiento mientras se dedicaba a tomar nota de la orden de Kyuhyun y pude darme cuenta del sutil pero constante coqueteo por parte de ella y como él le devolvía respuesta con sonrisas.
Para cuando la mesera se había alejado un sentimiento de enojo me carcomía por dentro.
-Hyung ¿Te sucede algo?
-No, ¿Qué quieres que suceda?
-Mmm…nada, supongo
Luego de eso el ambiente se había vuelto aún más tenso y todo empeoro en cuanto la mesera había vuelto con la orden de Kyuhyun con todo y sus coqueteos que se volvieron más descarados esta vez.
Le entregue las correcciones y el me entrego el nuevo material. Después habíamos quedado en el mismo sistema, le hablaría en cuanto marcara los errores.
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Miércoles, cafetería Sapphire Blue, 8pm
De algún modo había llegado aquí, tres cafés Late Capuchino y un pastelillo de queso me habían acompañado mientras leía y corregía cada línea del escrito.
Y con cada línea que leía comprendía más a Kyuhyun, su personalidad podía leerla en cada frase.
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Jueves
Después de una rápida visita a la editorial, me pasé por casa de Yesung, me debía algo y hoy iría a cobrárselas.
-Sungminie-hyung –
-¿Wookie? ¿Qué haces acá?
-Wook, ¿Quién es? –Pregunto Yesung gritando desde la sala
-Pasa – Dijo dirigiéndose a mí – Es Sungminie-hyung –Dirigiéndose esta vez a Yesung que se encontraba en el sofá
-¡Sungmin! ¿Cómo has estado? Cuéntame cómo va el trabajo con Kyuhyun –dijo lo más tranquilo posible y yo casi tragándomelo con la mirada –Vamos, no puede ser tan malo o ¿sí?
-Malo no, lo que le sigue.
-Kyuhyun puede ser un poco holgazán de vez en cuando, pero cuando puede trabajar cuando se lo propone
-No me refiero a eso, estamos más que excelentes en cuanto al tiempo, estoy seguro que el lunes a primera hora tendrás el trabajo terminado.
-¿Entonces? Si no es eso, ¿Qué es?
-Yo…No es nada importante y que no pueda resolver
- Quizás yo pueda ayudarte –Dijo como si estuviera preocupado
-No es nada para preocuparse
-Vamos, deja de darle vueltas al asunto y dime de una vez que es lo que sucedió
-No me digas que…-Dijo Wook regresando de la cocina con un vaso de agua
-¿Que qué? ¿De qué están hablando? – Decía un confundido Yesung
-Yo… ¡No! No Sé de qué estás hablando Wook –
-Claro que si sabes a que me refiero, hyung –
-No, no lo sé
-¡Hey! ¿Alguno me podría decir de qué están hablando?
-Yeye, ¿No le vez la cara de loco confundido a hyung?
-No me veo así, además, ¿Por qué habría de estar confundido?
-No lo sé – Contesto Wook alzando los hombros
-¡Ya! ¿Te acostaste con Kyuhyun? – Gritó Yesung desde su lugar
-¿Quisieras publicarlo en el periódico nacional? ¡Deja de gritar! – Sintiendo mis mejillas arder y atragantándome con el agua le conteste con un grito casi igual de alto
-Entonces… ¿Eso es un sí?
-Yo nunca dije eso
-Pero tampoco lo desmentiste
-¿Por eso desapareciste todo un fin de semana? Y yo que estaba preocupado
De pronto la sala se volvió un lugar demasiado silencioso para mi gusto, me encontraba entre la espada y la pared frente a un Yesung y un Ryeowook que compartían miradas llenas de complicidad…espera…
-¡Hey! ¿Por qué no me habían dicho que se conocían? O mejor aún ¿¡Por qué no me dijeron que están saliendo!?
-¡Hyung! No intentes cambiar el tema
-No lo estoy cambiando, el tema es el mismo pero ahora ustedes son el objetivo
-No diremos nada hasta que no nos digas lo tuyo – Dijo Wook fingiendo molestarse
-Para que quieren que lo diga, si ya lo están pensando
-Así no cuenta, tienes que decirlo con tus palabras
- ¡Ah! – Solté un grito de frustración – ¡Sí! Lo hice, ¡Lo acepto! Pero lo mío fue calentura del momento
-Sabes que estas mintiendo – Contesto Wook entre queriendo contener una risa
-¡No te rías! No estoy mintiendo
-Entonces míranos a los ojos y vuélvelo a repetir
-¡No!
-Vez, estas mintiendo
-Hyung, nos tendrás que contar la historia completa de lo que ha sucedido
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-Vaya, ese mocoso me las va a pagar, me dijo que era urgente obtener tu número, que el escrito correría peligro si no se lo daba –
-Si bueno, ahora sabes la verdadera razón, ahora me tengo que ir o nunca terminaré el trabajo para mañana
-¿Así que iras a verlo?
-Ya deja de pensar en tonterías, tra-ba-jo, solo iré a eso
-Y tú –Dije señalando a Ryeowook –Me debes una charla
-Jajaja, cuando quieras hyung-
-Nos vemos – Dije mientras caminaba a la salida
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Vaya día de locos, quien se hubiera imaginado que esos dos terminarían juntos y que terminarían sacándome toda la información que no quería revelar.
De camino a casa, había pasado a la cafetería por un café y un pastelillo, ir ahí se había vuelto mi pasatiempo favorito.
Cuando llegue, deje las cosas a un lado, me puse un pijama calientito, después de todo hoy había sido un día especialmente frio, y me puse a trabajar.
Después de unas horas y ya entrada la madrugada me dispuse a por fin ir a dormir.