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Family Man por Shiko

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Notas del capitulo: Siento mucho la demora, aquí está el otro capítulo :)
Capítulo 7


Cuando pasaron seis días y la situación parecía no cambiar para nada Derek de verdad comenzó a permitirse reír con las ocurrencias de sus hermanas, asustar a Scott cada vez que lo veía con Cora y desayunar con su madre todos los días sin temer que todo se esfumaría si cerraba los ojos. Por supuesto también ayudo a su estado de relajamiento actual el hecho de que Stiles fuera castigado por una de sus profesoras y estuviera atrapado por la tarde ayudando con una obra escolar o alguna cosa igual de ridícula, por lo que sólo le veía durante los pocos minutos que le llevaba buscarlos en el colegio y llevarlo a casa (El primer día los olvidó y Cora se dio el lujo de reclamarle a gritos delante de Peter y Laura). Podía vivir con un par de besos embarrados y un mensaje de texto de buenas noches.

Otra cosa peculiar era Peter, su tío era una persona muy alegre antes del incendio, pero jamás había sido particularmente navideño; sin embargo ese año parecía que estaba empeñado en tener a Derek pegado a su trasero mientras balbuceaba sobre cualquier cantidad de ideas decorativas y lugares donde el espíritu decembrino no había llegado.

Hay que poner luces en las ventanas, la chimenea necesita ser limpiada e iluminada antes de colgar las medias, los pinos de la vereda de entrada se verán increíbles con luces de colores alrededor de cada uno

Derek tardo dos semanas y algo más en conseguir que los pinos del camino de entrada quedaran iluminados, a precio de cuatro caídas, un bazo roto dos veces y una cadera dislocada. Afortunadamente sanaba rápido, si no este Peter navideño habría logrado lo que su psicopata tío tanto ansiaba. Medio matarlo.

Por eso estaba ahora allí, sentado a horcajadas en el techo de dos aguas con una caja de luces de focos gigantes y Peter a su lado ayudándole a colgarlos en el borde; a tres semanas y algo de haber despertado en ese lugar y tres días de víspera de navidad, congelándose hasta las orejas y lanzando bolas de nieve de vez en cuando a Cora y Scott, que estaban sentados debajo de él y no parecían sentir mucho el frío.

-Me extraña que no estés adherido a tu prometido- Difícil tomar algo en serio cuando está colgado de cabeza como murciélago, y cuando uno está enredando un cable lleno de bombillitas en la chimenea de casa.

-Ha estado ocupado, parece que lo castigaron o algo así. Es bueno tal vez así aprenda a cerrar la boca de vez en cuando- Peter le miró por más tiempo de lo que se considera normal, pero sólo se encogió de hombros y volvió a poner su atención en no caerse de cabeza. Aun así Derek supuso que tenía que argumentar algo más por su seguridad.- Parece que desde que los conocí en el bosque se han olvidado de que tienen un hogar propio y padres- Señaló a Scott como prueba. Ahora sus hermanas intentaban enseñarlo a patinar en el lago congelado de casa.

Peter se sentó en el techo con un movimiento rápido y por reflejo se alejó de él un poco, comenzaba a lucir más como el de su realidad.

-No lo conociste en el bosque- Los ojos de su tío lucían más verdes que grises a la luz de las cinco de la tarde, aunque parecía como si fueran a resplandecer en azul en cualquier momento y fuera a saltarle encima.

Por supuesto que les había conocido en el bosque, Scott se lo dijo.

-Conociste a Scott en el bosque- No lo dijo en voz alta…¿verdad?- A Darareaksmey no

Derek se quedó mirando a Peter como si le hubiesen salido alas. No entendió ni la mitad de lo que suponía era el nombre de Stiles. Estuvo a punto de pedir que se lo escribiera, porque no iba a ser capaz de decirlo sin ensayarlo unos…tres años.

-Claro, no…hablo de Scott, que parece que vive cosido a las botas de Cora.- Intentó encontrar una salida fácil señalando a su hermana y a Scott abrazados en medio del lago congelado en la más asquerosa imitación de una comedia romántica.

Peter le gruñó abiertamente esta vez, ojos brillando como dos gotitas de oro y buscando el momento perfecto para atacarle, disimuladamente desplegó sus garras aun ocultas en la nieve del techo, esperando el momento de clavarlas en el pecho de Peter.

-¡Hey allá arriba!- Laura estaba de pie debajo del techo, cubriendo sus ojos del reflejo del sol en la nieve y completamente vestida para salir- Dejen de pelear por la tontería del momento, Derek es hora de recoger a Stiles en el colegio; compras navideñas ¿recuerdas?

Derek recuperó la compostura y la sonrisa, ignoró a Peter lo más que pudo y bajó de un salto del techo, sólo logrando que Peter le diera otra de esas miradas de rayos equis y que Laura hiciera una mueca.

-Alguien ha estado practicando- Se puso el abrigo que Laura llevaba en las manos con una media sonrisa, llamando a los cachorros. Suponía que el plan los incluía, y si no lo acababa de decidir.

-Laura- Escuchó a Peter llamarla y tuvo que contener el reflejo de ponerse entre ellos

-Sí, si no olvidaré tu té chai, ¿con leche de soja?- Preguntó con una sonrisa que Derek pudo casi escuchar. Le revolvía el estómago la manera en la que Laura confiaba en Peter.

-Sólo tengan cuidado ¿sí?- Fue todo lo que dijo su tío antes de darles la espalda y seguir acomodando luces.



Laura se encogió de hombros y caminó hasta donde Derek, Cora y Scott la esperaban recargados en su Peugeot.

-Mamá dice que tomemos la suburban- Informó la mayor de los hermanos Hale mostrando el llavero tintineante- No queremos quedar sepultados en bolsas y cajas otra vez, ahora tenemos carga delicada ¿recuerdan?

Derek estuvo a punto de preguntar de qué diablos hablaba cuando casi por obra de magia lo notó. Estaban hablando del bebé.

Aun le sacudía un poco la idea pero había aprendido a disimular mejor, por lo que sólo sonrió lo más grande y real que pudo, se sentó en el asiento del copiloto escuchando a Scott y Cora, como los cachorros que eran hacer demasiado barullo hasta para algo tan simple como entrar en la camioneta.

Laura soltó un gruñido bajo desde su pecho y los chicos guardaron silencio, Derek extrañaba eso de ser un alfa, era tan fácil poner orden. Aunque sólo fuera una alfa en entrenamiento como su hermana.

-Bien, las reglas de siempre. Teléfonos encendidos y con sonido siempre, tengan paciencia y si alguien toma antes que ustedes algo que quieran no se permite gruñir, morder o intimidar ¿entendido?- Derek se encontró a sí mismo asintiendo antes de razonar que las reglas también iban para él- Hablo en serio Cora, no quiero tener que inventar otra excusa estúpida como la del disfraz de Halloween a fines de diciembre como el año pasado.

A Derek le hubiese encantado ver eso

-Esa excusa la inventaste por las botas que traes puestas, te resta autoridad moral- Laura decidió no discutir más aparentemente y echó a andar el motor.



-¿Qué diablos te pasó? – Preguntó nada más ver a Stiles salir con la mitad de la cara completamente cubierta de pintura verde junto con su camisa y parte de su camiseta.

-Lo siento, hoy no hay saludo cariñoso- Gracias al cielo Derek sonrió por la imagen, aderezado con el puchero permanente que llevaba el muchacho era imposible no hacerlo- Esa mujer es una bruja ¡No te rías!

-Lo siento, lo siento- Stiles se sentó a un lado a Scott, quien junto con Cora comenzó a azuzar a su prometido (aun le daba escalofríos la palabreja) en sus quejas contra la maestra que lo castigó.

-Te lo digo tío, lo hizo a propósito totalmente, no es como si alguien va por la vida con un bote de pintura y la fuerza de gravedad la hace lanzarlo hacia arriba- Derek iba a volver a reírse, pero la visión de la piel cremosa a través del espejo retrovisor le hizo tragar aire de forma casi audible, aunque sólo Laura se permitió sonreír en silencio. ¿Por qué demonios nunca había visto antes a Stiles sin camisa?

-¿Desde cuándo cargas una camisa extra?- preguntó Scott sosteniendo en una mano el espejo y en la otra las toallitas desmaquillantes que Cora había sacado mágicamente de su enorme bolso.

-Desde que a alguien le da por rechazar cualquier cosa que coma- Stiles señaló su abdomen aun plano, pero Derek tuvo claro en ese momento que no la estaba pasando muy bien con todo eso del bebé, se veía más pálido de lo común, con marcas oscuras bajo los ojos y los labios algo secos. Era evidente que no estaba rozagantemente saludable. De pronto sintió rabia hacia la seguramente frustrada cincuentona obesa que forzó al pobre muchacho durante casi tres semanas a trabajar tiempo extra después del colegio.

-¿Funcionó el medicamento del doctor Deaton? –Derek quiso preguntar por qué mierda el progreso de su hijo estaba siendo controlado por un veterinario cuando los dos factores importantes de ese hecho lo golpearon.

Uno: Stiles no podía visitar a su médico familiar en el hospital porque era un hombre y había un bebé dentro de él, un bebé lobo para más inri.

Dos: Acababa de pensar en la cosa como “su hijo”, puede que Stiles no fuera el único que necesitara una camisa extra.

Pero era sólo que…podía escuchar el pequeño corazoncito latir desde donde estaba sentado y…

-Líquidos- Stiles aclaró sacando a Derek de sus pajas mentales- y papas fritas rizadas- dijo con una sonrisa culpable, por fin dejando la mayor parte de su piel libre de pintura y pareciendo una persona medianamente normal, al menos para sus estándares justo antes de que Laura encontrara un lugar para aparcar en el “Enorme” centro comercial de Beacon Hills.



Las tiendas en esa época eran peores que la generalidad de la vida, de la que ya se había quejado antes con las luces los ruidos y un enorme etcétera.



Las tiendas eran salvajes, tanto que comenzaba a replantearse la idea de lo que dijo su hermana sobre nada de gruñir, porque casi podría jurar que la mujer que, literalmente le quitó a Stiles de las manos el Suéter de Casimir que estaba evaluando para su padre había poco menos que ladrado.

-Vamos progresando- Dijo el muchacho con una sonrisa cuando salió de la impresión que les dejó a ambos quietos en su lugar- Al menos no tuve que evitar que te lanzaras encima de alguien como la última vez que sucedió esto- Debía confesar que había tenido el reflejo.

Comenzaron a caminar por el pasillo en busca de otra cosa para el Sheriff, su madre, Laura o; según Stiles “lo que la prenda nos grite”

Ninguno de los dos era muy bueno en eso de la ropa, Derek era demasiado austero, y Stiles…bueno, era Stiles al fin y al cabo; y no pensaba regalarle a su madre una camisa con letras bordadas en cosas brillosas y redondas en toda la espalda. Era capaz de ahorcarlo con ella.

Decidieron dejar esa ridícula boutique pija en la que aún no sabían por que habían entrado, con lujo de gestos sobre el hombro por parte de Derek al darse cuenta de que la mujer de la caja no dejaba de lanzarles miradas asqueadas. Una cosa es que Stiles no fuera nada suyo en realidad y otra muy distinta que fuera a tolerar ese tipo de tonterías.

-No hagas caso- Según él no había demostrado nada su molestia, por lo que levantó una ceja en forma de pregunta- Te conozco Derek y sé que todavía te molesta, pero la gente siempre va a hablar o a juzgar. Aprendemos a vivir con ello o de verdad vamos a tener una vida muy amargada. Los tres.

Eso hizo que la rabia de Derek prácticamente se destilara, Está bien que en realidad él y Stiles no tenían nada, que iba a volver a casa y que esto sería sólo otra mala experiencia de su larga lista, además de que ese niño ni siquiera era su hijo, pero la sola idea de que alguien le acosara por tener dos papás en lugar de un papá y una mamá le revolvía las tripas.

Pensándolo bien él no iba a ser tan estricto como su madre y Laura, si llegara a ser necesario que el bebé desgarrara gargantas para defenderse él no lo iba a impedir. Ya verían como salían del problema.

-La violencia tampoco es la solución lobito ¿te imaginas? yo no quiero un hijo con ojos azules a los seis años. Dudo mucho que lo arresten porque su abuelo piensa malcriarlo contra todo y todos pero aun así, nos va a costar mucho limpiar.

-¿Lo dije en voz alta?-Aún no salía de la impresión de ser llamado “lobito” (con acompañamiento de enormes ojos brillantes, sonrisa bailarina y risa escandalosa) en lugar de “lobo amargado”

-Sip, Créelo Derek hay muchas maneras de vengarse de la gente, pero eso es cuando vale la pena. Ahora mismo me preocupa más nuestra evidente falta de presentes a comparación de los demás.

Derek soltó una risita y cedió sus instintos asesinos, aun así cuando entraron a la siguiente tienda tomó a Stiles de la mano entrelazando sus dedos y así caminó por los pasillos comparando aparatos electrónicos.

No se sentía tan raro como pensaba…

Continuará.
Notas finales: Espero les haya gustado y saber de ustedes.

Nuevamente disculpen las demoras.

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