La razón por la que Aomine siguió insistiendo y acosando al rubio, fue a causa del novio de Yukio. Moriyama Yoshitaka.
Cuando Moriyama logró recobrar un poco de calma, volvió al lugar en donde estaba con su novio, para encontrarse con la llegada de los paramédicos.
Kise estaba a un lado de la camilla en donde estaba recostado Yukio…
-¿Q-qué pasó? -tenía miedo, mucho miedo- ¿Yukio? ¿Dónde está?
-Aomine y senpai… pelearon. Lo siento, no quería que esto sucediera.-el rubio estaba a punto de llorar- Senpai… perdón.
Yoshitaka también quería llorar, gritar y golpear a Kise por permitir que eso sucediera, pero echarle la culpa no haría que Yukio se aliviara.
Subió a la ambulancia para acompañar a su kohai, tratando de contactar con los padres de su pareja, sería un día muy largo.
Tenía que arreglar el asunto, sin el rubio de por medio, con aquel moreno.
Dos días después se presentó en el gimnasio deTōō.
-Disculpe… ¿se encuentra Aomine-san?
El capitán, Imayoshi, sonrió un poco malicioso, ¿Qué hacía esa hermosura de Kaijou ahí parado?
-Está suspendido de cualquier actividad del club por dos semanas.-le respondió sin rodeos- ¿Qué asuntos tienes con él?
-¿Podría ayudarme a localizarlo?
Todo el equipo miró desconfiado al chico. No sabían que responderle. Momoi se acercó a él, nerviosa.
-¿Qué pasa con Dai-chan?
Aunque todos en Touou, sabían de la suspensión de Aomine desconocían el verdadero motivo que lo originó a actuar tan impulsivamente.
-Por su culpa mi novio está en el hospital gravemente herido.
Y así, consiguió localizarlo.
Su visita al departamento no fue lo que esperaba, con cierto fastidio lo recibió (al parecer Momoi le llamó para avisarle que iría) y apenas le invitó a pasar, le reclamó de forma agresiva:
-¡POR TU CULPA MI NOVIO ESTÁ EN EL HOSPITAL!- le reclamó al borde de las lágrimas- ¡TODO POR TU ESTUPIDEZ!
-¡Deberías reclamarle al cejón no a mí! ¡Él fue quien besó a Kise! ¡Cuando pensaba en…!
-¿QUÉ?- lo interrumpió-
-¿A que no sabías que te engañaba?- Aomine le miraba burlón- ¡Estaba jugando con ambos!
Sin realmente saber lo que decía le gritó con desesperación:
-¡Lo hizo para que te dieras cuenta de tus sentimientos por Kise! ¡Idiota!- sabía que no podría vengarse con golpes-terminaría igualmente en el hospital, acompañando a Yukio-, así que tomó unos tenis que encontró por ahí y los tiró por la ventana.-¡Tú también le gustas pero está inseguro por tu estúpida actitud!
-¿Espera, qué?¿A qué te refieres?- el otro miró confundido- ¡Mis tenis! ¡Eran nuevos, maldición!
-¡VE Y ACLARA TODO CON KISE, MALDITO BASTARDO!-salió de ahí para evitar hacer una locura- ¡LE GUSTAS!
En su siguiente visita al hospital, Yoshitaka no esperó recibir el sermón de Yukio por ir a ajustar cuentas por decisión propia con el causante de su estado. Al parecer Aomine fue a pedirle una disculpa por el malentendido, contándole de paso la hazaña de la defensa de Kaijou.
-¿Acaso estás loco? ¿Cómo te atreviste a decirle eso al ganguro monstruoso? Me sorprende que hayas adivinado la situación.
-¿Cómo pudiste besar a Kise?
Yukio suspiró, no quería llamar la atención en el hospital.
-Si vamos a decirnos nuestras verdades, está bien. Lo hice para ayudar al cabeza hueca, por una buena causa. Y no se supone que te enteraras pero como ya lo sabes, fue por andar coqueteando con la hermana de Kise.
Al escucharlo se sorprendió haber acertado la situación que tenía el moreno y el rubio. Después titubeó, no sabía cómo responder a ese coqueteo, claro su pareja no era estúpida, es que a veces se dejaba llevar por la belleza femenina.
-Mira, ni tu ni yo. Sólo que no se repita algo como esto.
Moriyama se enojó ¡Yukio fue demasiado lejos sólo por “ayudar”! Coquetear con la hermana de su amigo tampoco era justificable pero…
-Podría cortar contigo ahora mismo, ¿sabes?
-No lo harás, porque sabes que te aumentaré el entrenamiento, y no me refiero al de la cancha…
El niño bonito se sonrojó, tartamudeando apenas una que otra palabra.
-Ehhh, yo… no… qu-qu-quizássss
-Déjame descansar, pronto saldré del hospital- tratando de no hacer mucho esfuerzo, le besó en la frente y luego en los labios- Y podremos hacer muchas cosas sólo los dos…
Sí, al menos esas eran buenas noticias. Muy buenas noticias.