Gumball de apoco empezó a abrir los ojos, pero sin poder mover su cuerpo ya que aún estaba frio, pero tanto como antes, ya que el calor del abrazo de Marshall había ayudado bastante.
-que paso..?...estoy en mi castillo?...porque no puedo moverme?.... –miraba a todos lados o al menos lo que alcanzaba a ver-
El brillo de las llamas iluminaba la habitación ya que afuera estaba lloviendo horriblemente de vez en cuanto se iluminaba el cielo con un rayo que caía desde del cielo, gumball aun recostado en los brazos de Marshall hasta que de apoco se pudo mover-
Q-que f-frio….-miro hacia atrás y vio a marshall detrás de el- p-pero qué?...-levemente se ruborizo al verlo- marshall…me salvo y me cuido…. Me dio un cálido abrazo y me quito el frio…-cada vez su cara iba sonrojándose más aun- Marshall…..porque? yo no te caía mal? –Preguntas que pasaban por la cabeza de gumball-
Prov Marshall:
-Abrí lo ojos lentamente, sé que me eh quedado dormido….en la casa del rosado…espera estará bien!?!? Sirvió todo lo que hice? Y-y si el…mu…mur…no lo creo, el no puedo morir….porque aun yo no…pero si le paso algo…yo…yo…no me lo perdonare…
-poco a poco fui abriendo los ojos hasta que pude ver estaba en una habitación, pero se me hacía familiar aquella habitación, trate de moverme pero me resulto imposible, los dedos de mis manos me dolían mucho es más ni los sentía-
-M-marshall? Oh santos dulces por fin abre tus ojos…-escuche a gumball hablar pero su voz era quebradiza, lo mire y el me miro, estuvimos a si un rato hasta que hablo- Marshall…estabas llorando…-se acercó y limpio una lagrima que corrían por mi mejilla-
-g-gumball? E-eres tu? –mi voz también era quebradiza y temblaba, no sé porque tenía pena, de qué? no lo sé…quizá porque perdería a gumball?-
-claro que si soy yo –habla tiernamente lo cual se me era muy extraño que me hablara de esa manera- gracias por salvarme…-pero fue cuando me impresiono gumball le habían empezado caer lágrimas y cada vez sus bellos ojos azul se iban llenando de más lagrimas…espera dije bellos? P-porque dije bellos?...diablos encontraba bellos los ojos de este princesa no no no!- oye…gumball….porque lloras? –Gumball me miro y me abrazo poniendo su cara en mi pecho-
-porque…creí que morirías…Snif!...estuviste una semana sin abrir tus bellos ojos y me asuste…no quería perderte….-dijo gumball llorando cada vez mas en mi pecho, bellos? El piensa que mis ojos de demonio son bellos?, jamas alguien me había dicho eso, es más les asustaba…-
-n-no lo puedo creer….gumball llora por mí? A-así como yo llore por él? Valla que nos está pasando…-pensé sin poder decirle nada para dejara de llorar, como vi que su llanto no cesaba decidí hacer algo para que dejara de llorar- gumball…-dije con tono tierno, el levanto su cara hasta poder verme a los ojos, algo extraño sucedió ambos nos miramos un rato pero él no dejaba de llorar a sí que lentamente me acerque, y él también se acercó a mí y fue cuando mis labios tocaron los suyos y los pose sobre los de el-
Ambos nos sonrojamos, era momento infinito, sentía que nada podría interrumpirnos en esa bella sensación, eran exquisitos sus labios con sabor a fresas y chicle, jamás había probado algo tan delicioso, y su beso hizo que mi corazón se sobresaltara, poco a poco me di cuenta que me gustaba el dulce tonto y este beso lo compraba ya que no se resistió es más dejo que lo besara, era un beso tierno no uno corriente, no se comparaba a ninguno otro….finalmente nos separamos, nos miramos y yo sonríe mientras él se sonrojada más aun- gumball…-pero un trueno interrumpió lo que iba decir haciendo que gumball gritara como una chica asustadalo cual me causo algo de gracia, lo tome en mis brazos dándole refugió y él se cobijó en ellos, nos quedamos a si un buen rato, ambos mirábamos la ventana como caía el agua y se iluminaba el cielo- gumball…-dije con una voz tierna y el respondió- si Marshall? –con una voz muy dulce, tome su mano y dije- siempre te protegeré….recuérdalo…-gumball se sonrojo después sonrió y luego me miro diciendo- Marshall…me gustas….-aquellas palabras recorrieron todo mi cuerpo y me sonroje mucho- sabes que gumball a mí no me gustas…-gumball me miro con una cara de triste y extrañeza no lo podía creer hasta que respondí- me encantas…y yo te amo…..
Los días pasaron en el reino, Marshall todas las noches iba al dulce reino a ver a gumball, ninguno quería que alguien supiera de su “amistosa” relación, ya que Marshall era el gran rey vampiro y él era el príncipe. Pero aun así se veían, cada noche en la habitación del dulce príncipe-
Prov gumball:
-espero con ansias la llegada de marshall, un poco sonrojado, esta noche dijo que pasaríamos al siguiente nivel, pero me da miedo con solo pensarlo…y si me llega a doler? Bueno por marshall yo haría lo que sea…a-ay que acabo de decir? –sentí como mis mejillas se iban enrojeciendo- jajaja debo amar mucho a ese chico para pensar estas cosas -pensaba al acomodar las almohadas en la cama- bueno no tengo que temer si marshall está conmigo, lo amo tanto….
Salí de mi habitación y camine abajo, marshall aun no llegaba a sí que fui a buscar unas fresas supongo que tendrá hambre ya que hoy tenía algo importante que hacer, cuando estaba abajo me encontré a la señorita roll de canela, me puse algo nervioso ya que no tenía que hacer el aquí y yo aún seguía sonrojado, me acerque al refrigerador sin hablar quizá aún no notaba mi real presencia, toma un tazón con fresas y la crema. Pero cuando me disponía a cerrar el refrigerador para volver a mi habitación lady nevada, la nueva princesita del castillo uno de mis inventos y ella me hablo.
-dulce príncipe, buenas noches –dijo lady nevada acercándose a mí, con una miraba que me ponía nervioso, que tal si me descubrió? O peor sabe que yo soy g…-
B-buenas noches mi lady, p-pero disculpe mi pregunta pero no es algo tarde para andar despierta? –pregunte a lady nevada , maldición si ella seguía aquí nos podría ver….-
Pues vera príncipe se me rompió espanta cuco y me da miedo estar a oscuras así que eh estado buscando otro –decía mientras se acercaba más a mí-
a-ah..era eso –respire aliviado- pues venga mi lady yo la llevare y le daré otro –le dije sonriendo mientras la tomaba en brazos para escoltara a su habitación -
Gracias mi príncipe usted siempre muy amable...-la lleve a su habitación y no quiso entrar hasta que yo pusiera el espanta cuco, entre y busque uno pero por mala suerte pise el que ya estaba roto en el suelo haciendo que me cortara, no quise decir nada para no preocuparla, saque uno nuevo y lo enchufe haciendo que se iluminara la habitación- listo mi lady
Muchas gracias –ella entro y se recostó en su cama mirándome, me acerque y pregunte- que pasa ahora lay nevada? Que necesitas? –ella me miro y respondió- pues aún tengo miedo puede esperar a que me duerma?
-me acerque a la pequeña princesita y me recosté a su lado abrazándola, era muy tierna y amable una buena creación no como esa limón agria, bese su frente y espere a que se quedara dormida pero ella me miro y dijo- príncipe…me cuenta un cuento? –sonríe y empecé con mi relato, ella de apoco cerro sus ojitos pero antes de dormirse se acercó a mi mejilla y me dio un cálido besito, sonreí y acaricie su cabeza. Cuando finalmente se quedó dormida fui a la habitación, pero cuando llegue me encontré a marshall de brazos cruzados-