El rubio ahora se había convertido en mi mejor amigo, sabía que podíamos confiar el uno en el otro a pesar de los continuos piques y peleas, que podíamos apoyarnos mutuamente. En cambio Luffy se había convertido en todo un extraño para mi, ya no me trataba como antes y no me dejaba acercarme a él, sobre todo cuando estaba cerca de Sanji, poniéndose furioso sin motivo aparente e intentando separarnos. No logro entenderlo…
Todo este lio comenzó una tarde de un día viernes luego de clases, donde antes de volver a casa y durante una de mis comunes peleas con Sanji, todo comenzó a enrarecerse aun más que antes…
Xxxxx
Flash Back
-¡maldita sea!-exclame exhausto, intentando regular mi respiración mientras veía como Sanji a tan solo unos metros de mi se encontraba en las mismas condiciones, respirando agitadamente y con algunas heridas visibles en su parida piel-
Cerré los ojos mientras una sonrisa de burla se instalaba en mis labios, estallando en sentidas carcajadas mientras sentía al rubio darme un pequeño capón en la cabeza, tan o inclusive más divertido que yo. Luego que terminara la clase de deportes con Franky sensei y por gritarnos groserías mientras jugábamos futbol, habíamos terminado castigados por lo que restaba de la tarde.
Para variar habíamos acabado echándonos la culpa el uno al otro, empezando por nuestras acostumbradas burlas hasta acabar peleándonos a golpes y patadas. Pero, por más que nos esforzásemos en derrotarnos, siempre acabábamos en empate.
-eres fuerte, tengo que reconocerlo marimo. Pero yo lo soy aun mas-soltó con soberbia el oji azul mientras se sentaba y prendía un cigarrillo, haciendo que bufara por aquel mal habito que cargaba consigo desde que le había conocido- aun me sorprende como puedes levantar esas pesas y no romperte la espalda en el proceso-rio con suavidad y algo de maldad, frunciendo un poco el ceño ante el dolor de las heridas que le había provocado-
-venga, vamos a la enfermería antes que Franky sensei nos mate cuando vuelva-comente con una sonrisa de soberbia en los labios ante el comentario de Sanji, ofreciéndole mi mano para que se pusiera en pie y que, para mi sorpresa, la aceptase sin dudar un segundo- aunque creo que cuando Kureha nos vea, será ella quien nos acabara matando-correspondí la sonrisa que me dedicaba, caminando con lentitud por los pasillos para no perderle de vista o acabar perdido una vez más-
-lo más probable es que vuelvan a enviarnos donde el director-se alzo de hombros, burlonamente- mi abuelo se pondrá loco si viene otra vez aquí en menos de un mes- llegamos a la enfermería que por suerte estaba vacía, optando por ocuparnos nosotros mismos de las heridas mientras seguía escuchándole atentamente- de seguir así tendré que volver a cambiarme de escuela, pero pelear contigo vale la pena. Hace mucho no me divertía tanto- desvié la mirada al ver como se quitaba su camiseta para revisar los moretones en su abdomen, entreteniéndome al limpiar un rasguño que tenía en mi brazo izquierdo-
-¿por eso fue que dijiste “espero nos llevemos bien por lo que resta del año” cuando te presentaste ese día?-pregunte divertido al ver como asentía, ahora podía entender el porqué de sus palabras y el verdadero significado tras ellas- ¿Cuántas veces te han cambiado de instituto? ¿Eh, cejas de sushi?-
-muchas más de las que puedo recordar- respondió mientras me ayudaba a limpiar las lesiones que tenía en la espalda, haciendo que me tensara producto de los nervios- realmente me ha sorprendido seguir en una pieza a pesar de que ya ha pasado más de un mes. A estas alturas el viejo ya estaba viendo las posibilidades de cambiarme otra vez- esta vez fui yo el que termino riendo, vistiéndome con rapidez para esconder las vendas y gasas sucias antes que Kureha llegase- ¡mierda! ¡ya van a ser las seis! ¡Mi turno empieza en veinte minutos!- exclamo dramáticamente mientras salía corriendo hacia nuestro salón de clases, siguiéndole algo confundido ante su actitud-
-¡¿tu turno?!- consulte en un grito, jadeando ante el esfuerzo y maldiciendo en voz baja la enorme velocidad que poseía Sanji-
-¡sí! ¡¿No te había dicho ya que trabajo a tiempo parcial en el restaurant de mi abuelo?!- tomo sus cosas rápidamente y me lanzo mi mochila al rostro, dedicándome una sonrisa sincera mientras me tomaba del brazo, obligándome a seguirle- venga, acompáñame. Y si tenemos suerte, te invitare a comer algo sin que el viejo se dé cuenta- me guiño un ojo en un gesto cómplice, llevándome prácticamente a rastras hacia el lugar donde trabaja-
Fin Flash Back
Desde esa ocasión mis lazos con Sanji empezaron a fortalecerse hasta el punto de lograr una amistad con él. Conocí a su abuelo, Zeff, un hombre de edad que había criado al oji azul desde que sus padres habían muerto cuando el solo tenía ocho años luego que el barco donde viajaban se hundiera, y solo ellos dos sobreviviesen a tal tragedia.
Gracias a él Sanji había podido salir adelante, tomándole como su modelo a seguir; deseando con todas sus fuerzas convertirse en un chef de renombre y abrir su propio restaurante.
Pero a pesar de lo bien que marchaban las cosas con el rubio, con Luffy era un caso completamente diferente. Desde que el oji azul se había convertido en mi amigo el pelinegro se había vuelto prácticamente insoportable y, luego de algunas conversaciones con Law y Kidd llegamos a una misma conclusión: estaba celoso.
Gracias a ello mi confusión aumento aun más, haciéndome pensar seriamente sobre la situación en la que me encontraba y los sentimientos de Luffy y los míos propios, en los cuales habíamos puesto a Sanji en el ojo del huracán; siendo el centro de nuestras discusiones y quien debía cargar con el peso de nuestros celos.
Pero todas esas dudas finalmente se disiparon hoy, luego de que me diera cuenta de mis sentimientos tardíamente, perdiendo a la persona que amaba y acabando con el corazón destrozado…
Tsusuku (o tal vez no xD)