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Una habitación, un mundo. por samuesselmo

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Notas del capitulo:

 Me puso mal que no les haya gustado mucho el cap anterior, pero no quiero que piensen que soy cruel! Todo tendrá un final feliz! Ya verán!

 Me decepsionó los pocos comentarios, pero no importa...

 Aquí el nuevo capitulo!

 LA HABITACIÓN DE KASAMATSU

 Desde que su vientre se había vuelto más pronunciado todos en Kiseki no Sedai se comportaban ante él de diferentes maneras. Tales como Kise y Takao que se pegaban a su panza para hablar animadamente con el bebé. Yukio, que solía quejarse de las pataditas de su hijo, siempre escuchaba a Kazunari decir que el niño sería un jugar de basketball profesional, haciéndole reir. Y es que era muy cierto que su hijo era demasiado hiperactivo para ser una personita que si siquiera había nacido aún.

 Aunque por otro lado, también estaban los sobre protectores, como Akashi que le recordaba todos los días comer apropiadamente, y no olvidarse de tomar los medicamentos que le daba Midorima para su salud y la del bebé. Y, extrañamente para Kasamatsu, también estaba Hanamiya, que siempre que se lo cruzaba le decía, o exigía, que tuviera cuidado con las escaleras. Aunque siempre lo hacía muy a la manera de Makoto, bruscamente y a veces a gritos.

 Todos ahí se preocupaban por él y le preguntaban si necesitaba algo, lo apoyaban y pasaban tiempo con él. Kasamatsu amaba a su gran familia, por más extraña que fuese, todos sus compañeros eran como sus hermanitos.

 Pero si había alguien que no olvidaba era a Kobori Koji, ese hombre era dueño de sus pensamientos desde el momento que se conocieron. No podía olvidarlo, desde la primera vez que lo vio, había estado viniendo una vez por semana. Aparentemente, según comentó Akashi, debido a las sanguijuelas que habían usado Kise y Takao para jugar una broma, causaron daños un poco más severos.

 Ahora, era de tarde y Yukio intentaba tomar una siesta, pero su cabeza no lo dejaba dormir. No podía dejar de pensar en el castaño que se robó su corazón. Y su cuerpo pensaba algo similar, una vez iniciaba a imaginarse las manos del castaño sobre él no había vuelta atrás. Quería sentirlo, probar sus labios. Se deshizo de sus pantalones para dormir y empezó a tocarse, repitiendo el nombre de Koji. Sus ojos estaban llorosos del placer, tanteando con sus dedos su entrada.

 —K-Kobori… -Gimió ingresando tímidamente un dedo en él. Sin embargo, el ruido de la puerta abrirse.

 —¡¿Ka-Kasamatsu?! – Exclamó sonrojado al verlo así -¡L-lo siento..! Es que tenía que entrar para… ¡no sabía que era tu cuarto!

 —Kobori… -Susurró sonrojado mirando al castaño allí de pie, a corta distancia.

 —Perdóname, mi iré… -Volvió a disculparse nuevamente, pero esta vez dio la vuelta para salir por donde vino. No obstante, la voz de Yukio lo obligó a paralizarse en el lugar.

 —No te vayas… -Murmuró el azabache, separando un poco más las piernas. Nervioso, el plomero contempló lo que había entre ellas, pues a pesar de que Kasamatsu estuviera embarazado su cuerpo era realmente atractivo –Quédate conmigo…

 A paso lento se fue acercando a la cama, y mientras más cerca de él estaba más calor hacía. De a tropezones fue sacándose la ropa dejándola en el suelo sin preocuparse en nada más que estar junto a Yukio. Desesperados se unieron con un apasionado beso –Estoy aquí… -Susurró contra el oído del azabache para después besar sus mejillas.

 —Te doy asco ¿verdad? –Preguntó tapándose la cara con ambas manos.

 —Para nada –Respondió sonriendo, levantando levemente la musculosa azul que llevaba el preñado – Mamá es hermoso ¿verdad? – Le preguntó al vientre para luego besarlo. Éste respondió con una fuerte patada que hizo que la futura madre se quejara.

 —M-me gustas, Kobori –Masculló sonrojado al tenerlo al frente de él. Ambos estaban casi desnudos, mirándose con amor.

 —Tú también me gustas –Contestó acariciando las piernas desnudas de Kasamatsu, repartiendo besos sin fin.

 —Pero, tengo un hijo… de otra persona –Mencionó el doncel, avergonzado de sí mismo y de las acciones que realizaba el castaño.

 —¿Podría ser su padre? –Preguntó frenando las caricias, mirando atento la abultada tripa.

 —Kobori…

 Volvieron a besarse, mientras que el varón acariciaba con cuidado cara parte sensible de Yukio, haciéndole estremecer y gemir. Abriéndose paso para ser uno con él, preparándolo de la forma más delicada posible. Tocando cualquier punto caliente que existiera en ese momento para el azabache. Y uno de ellos eran sus pezones, éstos le quemaban, pedían atención. Su cuerpo estaba listo para ser completamente entregado.

 —Te necesito más cerca –Suplicó Kasamatsu, volviendo a sentir los ojos acuosos y llenos de lujuria. Haciéndole caso, Koji prosiguió y se preparó para penetrarlo. No hacía falta demasiado procedimiento para prepararlo, él estaba muy húmedo y listo para lo que se venía.

 La habitación se llenó de gemidos y suspiros, acompañado de movimientos lentos y certeros. Ahora, Yukio se sentía realmente satisfecho. Y lo mejor de todo es que había conseguido a alguien más que lo apoyara a él y a su hijo, y de una manera muy especial. Se haría responsable de un hijo que no era suyo de sangre, pero que aparentemente lo era de corazón. Desde la primera vez que ese hombre habló con su hijo su día a día había cambiado.

 Tener a ese hombre a su lado lo enternecía, lo hacía suspirar, y no lo cambiaría por nada ni nadie. Lo había decidido, no creía correcto criar a su hijo ahí, en un lugar así. Pero no porque no agradecía los esfuerzos de sus compañeros, sino porque ahora debía pensar en su futuro bebé. Quería vivir bajo un cálido techo, con una familia que lo llevara a la escuela y aprendiera de sus padres. Y ahora, podía hacer eso sin problemas, claro que, primero debía tener una charla con Akashi. Y hablando de Roma…

 —¡Buenas noticias! –Anunció el pelirrojo abriendo la puerta de golpe, asustando a los presentes que estaban desnudos uno al lado del otro. Al ver esto calló y cerró la puerta.

 —Fue… un poco incómodo… -Habló Koji en shock.

 —Es mi hermanito –Respondió sonriendo –Él entenderá.

 Dicho esto volvieron a besarse, pero el bebé tenía otros planes y otra vez pateó a Kasamatsu.

 —Tranquilo, campeón –Rió al notar la gran fuerza y energía que tenía su, ahora, hijo.

Notas finales:

 Bueno! Espero que éste capitulo les haya gustado... 

 No quiero hacerlos poner mal pero... Todo está llegando a su fin... Les voy a ser sincera, quedan 2 capitulos...

 El siguiente capitulo será la habitación de Akashi..

 Les dejaré a ustedes elegir... SI quieren O NO un EPÍLOGO....!!!! 

 Muchos saludos a todos! Y gracias a los fieles que comentan todos los días! :DD

 By Selmo


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