Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una habitación, un mundo. por samuesselmo

[Reviews - 227]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 Tardé mucho en escribirlo, ya que abarcaba todas las parejas.. Espero les haya gustado el Fanfic, de verdad me hace muy feliz haberlo escrito. Llegamos a los 200+ Comentarios! 

 

EPÍLOGO

KISEKI NO SEDAI

5 años después….

HOGAR DE KUROKO - KAGAMI

 La pareja dormía pacíficamente, abrazados bajo las cálidas sábanas. El silencio reinaba en la casa, que con mucho esmero compraron. Entre los ahorros de Kagami y los de Kuroko, logaron comprar un pequeño departamento en Estados Unidos. Estaba en una zona poco transitada, y por lo tanto tranquila. Cerca había una escuela y la estación de bomberos, donde ahora se trabajaba el pelirrojo. Todo era paz para ese duo. Sin embargo, un fuerte llanto los despabiló y con fatiga los dos se disponían a ponerse de pie.

 —Voy yo, Kuroko –Dijo con un gran bostezo mientras rascaba su cabeza –Tu debes descansar…

 Tetsuya ni siquiera lo dudó y volvió a cubrirse con la colcha, los primero meses insistía con que él también iría a atender a sus hijos. Si, hijos. En esos cinco años no perdió el tiempo, y con Taiga, tuvieron cuatro lindos bebes. Todos fueron varones, excepto la niña que fue la última en nacer, que aparentemente había sacado el carácter explosivo de su padre, ya que los niños eran realmente pacíficos.

 Arrastrando los pies, Kagami llegó al cuarto que descansaban, casi todos sus hijos. Las paredes, al ser cuatro, estaban pintadas rojas y azules. Las cunas eran 2, mientras que en las camas dormían los mayores. Aunque, cuando entró al cuarto todos los pequeños estaban alerta con los ojos bien abiertos. Con paciencia se acercó a la cuna de dónde provenía el llanto, mirando enternecido a la niña, Mitsuki se llamaba y era idéntica a Kuroko, de no ser por su carácter que de vez en cuando le sacaba canas verdes a Kagami. A pesar de ser la más pequeña, se la veía desde lejos como una niña fuerte y con temperamento. Tomó a la niña en brazos y ésta se calmó, pero mirando con el ceño fruncido al mayor.

 —Cambia esa cara –Murmuró Taiga acunando a su hija con sus brazos –Mira cómo te ven tus hermanos.

 Haruka, el mayor de todos con cuatro años miraba inexpresivamente a la niña y a su padre. Él tenía cabellos y ojos azules como Tetsuya, sólo que algo más oscuros. No hablaba mucho, pero cuando tenía que proteger a alguno de sus hermanos era temerario. A pesar de que su padre quería enseñarle basketball, el niño descubrió un profundo amor por el agua, lo que desconcertó un poco a Taiga.

 Ryoki, el segundo en nacer, tiene tres años y demuestra tener tanta energía como su papá, pero es algo que disimula muy bien, detrás de una serena mirada, debajo de los rubí que tenía por ojos. Era pelirrojo al igual que Kagami.

 Taichi, de apenas un años, era la combinación de ambos padres. Sus azules cabellos estaban acompañados de un par de ojos rojos. Según Kagami, era el más tranquilo, ya que desde que nació jamás tuvieron problemas durante las horas de sueño.

 —Taiga –Susurró Kuroko desde el marco de la puerta con un biberón en la mano.

 —Te dije que te quedaras en la cama –Lo reprendió mirando el vientre abultado que cargaba Tetsuya. Éste estaba esperando a su quinto y último bebé. Al parecer Kuroko era realmente fértil, y al menor descuido ocurría lo que debía ocurrir. La pareja aún piensa en buscar un nuevo hogar, pero por el momento, viven todos apretados en ese cálido apartamento.

HOGAR DE KISE – HAIZAKI

 —¿Vamos a ver a mami? –Preguntó una pequeña niña de la mano de su padre. De cabellos grises y ojos dorados. Tenía dos coletas altas, y con el vestido celeste se veía muy adorable.

 —Ya debe estar por terminar la cesión –Respondió Haizaki pensando en Kise. Él había entrado a un curso de modelaje sin ningún problema después de su embarazo, y ahora posaba en revistas muy importantes. Vivían muy felices en una gran casa, donde su hija Chihiro tenía todo lo que ella quería. Ryouta cumplía todos los caprichos de su niña, a pesar de que esto no le agradara del todo a su pareja. Pero aun así, era imposible decirle que no a esa princesita.

 Entraron en la empresa, ya todos los conocían así que pasó sin problemas hasta el estudio. Allí estaba modelando un conjunto que le quedaba de perlas al rubio. Y cuando vio a su hija, se desconcentró poniendo toda su atención en ella.

 —¡Chihirocchi! –Chilló abrazando a la niña -¿Cómo le fue a mi linda princesita en su primer día de baile?

 Chihiro se había interesado la danza clásica, y esa tarde había sido la primera. Era una chica muy madura, igual que su padre, pero el talento innato era de su escandalosa madre.

 —Mamá… me estás asfixiando… -Masculló intentando apartar al rubio.

 —Pero te extrañé tanto…

 —Fueron dos horas, Kise –Respondió Haizaki apartando un poco al doncel de Chihiro para poder besar los labios de su pareja.

 —¡No hagan eso! –Exclamó la niña tapando su sonrojada cara con sus pequeñas manitos. La pareja rió ante las ocurrencias que tenía su hija.  

HOGAR DE TAKAO – MIDORIMA

 Vivían en una casita de ensueño muy cerca del mar. Se podía escuchar el ruido de las olas romper en la costa, las gaviotas volando… y el estruendoso grito de alegría de Takao Kazunari al salir del baño corriendo con una prueba de embarazo en la mano.

 —¡Shin-chan! –  Cantó el azabache corriendo hasta el peliverde que leía el diario concentrado.

 —¿Qué pasa, Takao? –Preguntó paciente Midorima. Con el tiempo fue aprendiendo a dejar un poco de lado su actitud “tsundere” para atender a Kazunari como su, ahora, esposo.

 Ambos se habían casado meses después de la boda de Akashi. Fue una pequeña ceremonia que se celebró entre amigos. Pero conociendo al azabache, la fiesta había llegado a un punto caliente en muchos sentidos.

 —¡Tendremos un bebé! – Exclamó feliz poniendo frente a los ojos verdes la prueba.

 —Ya lo sabía… - Respondió Shintarou tomando la mano de Takao para que se sentara sobre su regazo. Empezaron a besarse, así era como expresaba sus sentimientos por su pareja, y ese caso, estaba demostrando su felicidad de ser un futuro padre.

HOGAR DE SAKURAI - AOMINE

 Esa tarde se había celebrado el cumpleaños número 10 de Momoi. Pero ahora, los padres de la niña estaban acostados en la cama, besándose con desenfrenada pasión. Aomine, que era un semental a toda hora, levantó con hambre la camiseta que usaba como pijama Sakurai, y se concentró en saborear aquellos “champiñones” que lo sacaban de quicio. Mientras que con la otra mano buscaba desesperado la húmeda entrada del castaño.

 —D-Daiki… -Gimió por lo bajo intentando apartar sin resultados la cabeza azul.

 —¿Mamá? –Una curiosa melena despeinada color rosa se asomó por la puerta mirando a sus padres.

 Aomine se apartó a toda velocidad bajando la camiseta del castaño, haciendo como si nada estaba pasando -¿Qué ocurre cariño? ¿Por qué no estás durmiendo?

 —Bueno… -La niña parecía avergonzada y jugaba con sus pequeños dedos nerviosa – Es que… quería un hermanito… para mi cumpleaños…

 Daiki y Ryo se miraron algo sorprendidos, pero, como si se leyeran las mentes, se sonrieron. Miraron a la pelirosa que continuaba ahí parada esperando una respuesta de sus padres.

 —Veremos que haremos al respecto –Contestó el padre de la niña abrazando por los hombros al doncel.

 —¡Sí! –Asintió Momoi corriendo de vuelta a su cuarto.

 —Ya escuchaste a Momoi… - Comentó el varón una vez se fue su hija –Debemos hacerle un hermanito… -Susurró contra el oído de Sakurai mientras se posicionaba arriba del castaño para besarlo.  

HOGAR DE IZUKI – MORIYAMA

 —Ya volví, amor –Exclamó Moriyama entrando a la casa sacándose los zapatos para entrar. Caminó hasta la cocina donde Izuki terminaba de hacer la cena, de una manera un poco especial. Lo único que llevaba puesto Shun era un delantal negro, dejando al descubierto toda su piel, su bien redondo trasero y sus torneadas piernas.

 —Bienvenido, Yoshitaka – Contestó dejando dos platos sobre la mesa de la cocina -¿Cómo estuvo tu día?

 —De maravilla… -Respondió sin dejar de mirar las piernas de Izuki.

 —Si comes toda la comida te dejaré probar el postre… -Susurró el doncel mirando a su pareja mientras coqueteaba parpadeando.

HOGAR DE KOGANEI - MITOBE

 Caminaba de la mano con un niño castaño de, aparentemente, 5 años. Su nombre era Koki, que antes de ser adoptado por sus actuales padres, respondía al nombre de Furihata Koki. Koganei y Mitobe, después de unos largos trámites, pudieron adoptar un hijo. Los tres vivían felices, y la pareja logró cumplir su  sueño de tener su restaurante. Ahora se dirigían hasta allí.

 —¡Papá! –Exclamó Koki corriendo a los brazos de su padre.

 —…— Mitobe continuaba siendo de pocas palabras, pero demostraba su amor por la familia de otras maneras sin usar el habla. Abrazó al niño que reía muy feliz, y luego recibió un suave y casto beso de Shinji.

 Luego de descifrar sin problemas lo que quería decir Rinnosuke, Koga dijo –Koki, papá pregunta si quieres ayudarlo a cocinar…

 El niño no respondió y simplemente entró a la cocina esperando al azabache. La parea entró también tomados de la mano, ambos realmente felices.

HOGAR DE HANAMIYA – KIYOSHI

 Luego de largos y doloroso tratamientos, Makoto estaba brillando de la felicidad. Acababa de dar a luz un sano bebé azabache. Y Kiyoshi estaba a su lado mirando enternecido a su hijo.

 A pesar de que Hanamiya estaba realmente cansado, no quería cerrar los ojos, no quería pensar que eso se tratara de un sueño. Aunque el castaño le había varias veces que todo era real. Ahora, su cuerpo y cabeza, totalmente agotados, cayó dormido. Teppei tomó a su hijo y continuó mirándolo, él también estaba cansado, pero era difícil no apartarse de esa criatura. Besó la frente de su hijo y murmuró –Luego veremos que nombre te pondrá mami ¿sí?

HOGAR DE HIMURO – MIBUCHI

 Volvían juntos de la universidad. Himuro era profesor de matemáticas en la misma universidad donde trabajaba Reo. Ese día ambos tenían el mismo horario, por lo que decidieron ir a cenar a algún restaurante. Iban tomados de la mano hablando de cosas triviales.

 —¿Qué comerás? –Preguntó Mibuchi curioso mirando fascinado los ojos de Himuro.

 —No lo sé –Respondió pensando qué podría pedir, aunque en esos momentos moría por una copa de vino.

 —¿Quieres comer aquí? ¿O, prefieres pedir algo para llevar, y comer en casa con una buena copa de vino? –Preguntó provocativo Reo acercando las caderas de Tatsuya más a él.

 —Tu idea me gusta más… -Susurró el doncel para luego morder coqueto la oreja del mayor.

HOGAR DE KASAMATSU - KOBORI

 Kasamatsu caminaba por un plaza, rumbo a Kiseki no Sedai, aunque ahora habitaba Akashi con Murasakibara y sus hijos, todos seguía llamando de la misma forma a la mansión. Caminaba junto con Kobori de la mano, disfrutando de la tranquilidad, pero esas eran cosas que no duraban mucho cuando su hijo, Mitsuhiro.

 —¡Vamos! ¡Hay que apurarse! –Gritó con energía el pequeño castaño golpeando animadamente sus redondas mejillas. Desde siempre había sido así, castaño con unas curiosas cejas, con una desbordante tenacidad.

 —Mitsu, cuidado con la calle –Le advirtió su padre al niño de 5 años. El niño correteaba por un lugar a otro sin para de exclamar frases que a veces ni Kobori y Kasamatsu entendían. Desde que nació él fue así. Recordaban que cuando nació, había llorado con mucha fuerza, y al parecer aquella fuerza seguiría vigente por mucho más tiempo.

HOGAR DE AKASHI – MURASAKIBARA

 —Mamá –Habló Rin, el hijo mayor de Akashi. Tenía ambos ojos rojos al igual que su cabello, pero la actitud despreocupada de su padre estaba reflejada sin disimular en su rostro –Vino el tío Kasamatsu.

 —Ahí voy, cariño – Respondió el mayor poniéndose de pie con algo de dificultad debido a los siete meses de embarazo que llevaba.

 —Qué lindo te queda esa tripa –Dijo Yukio sonriendo al ver al pelirrojo -¿Y dónde están mis diablillos?

 —Los gemelos están ayudando a Atsushi con un pastel –Luego de que Akashi tuviera a Rin, nacieron los gemelos, una niña y un niño. Eran idénticos a Murasakibara, pero los dos eran muy traviesos e inteligentes. Pero a la hora de ser regañados por su madre, sabían comportarse y eran maduros.

 —¿Cómo está Kuroko? –Preguntó curioso Kasamatsu acariciando la barriga de Seijuurou.

 —Vendrá con Taiga en vacaciones –Respondió tomando asiento en una de las sillas que había en el jardín.

 —Tienen muchos hijos –Comentó divertido el azabache sabiendo que eso le molestaba un poco a su hermanito.

 —Lo sé, pero hay lugar de sobra en la mansión –Respondió levantando el mentón orgullo ignorando el tono de voz del mayor –Le diré que me regale alguno.

 Mientras conversaban, veían como sus hijos jugaban juntos. Ambos perseguían a Kobori que de vez en cuando atrapaba alguno de los dos y los levantaba para hacerlos girar. Continuaron hablando de los viejos tiempos, de sus amigos y de sus próximos planes. Se extrañaban y no se veían como antes, pero siempre estaban en contacto.

FIN DEL EPÍLOGO

Notas finales:

 Me gustó escribir para gente tan bonita como ustedes! Lamento que se haya terminado... pero ya volveré con One Shot y tal vez un nuevo Fanfic como este...

Muchas gracias a todos! Y, aunque suene cursi, no les voy a decir "Adiós" sino, Hasta pronto! 

 Gracias por apoyarme!

 By Selmo

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).