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Una habitación, un mundo. por samuesselmo

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Notas del capitulo:

 KISEKI NO SEDAI 


Aquí el nuevo capitulo! 

 Muchas gracias a aquellas personas que comentaron.

Nota importante: Mañana voy a una expo así que veré si puedo actualizar.

 ((Leer notas finales))

 

 Nuevamente, no había tenido clientes esa noche, y por ende, Kuroko Tetsuya había logrado dormir toda la noche, a pesar de no dejar de pensar en aquel pelirrojo que, evidentemente, lo había acosado por un tiempo. Kuroko no era tonto, sabía cuándo lo observaban.

 Estiró los brazos acompañado de un gran bostezo, se dirigió al baño, hizo sus necesidades y se peinó. Aún no entendía cómo era que su cabello quedaba hecho un desastre de la noche a la mañana. Al mirar la hora comprobó que era muy temprano, y nadie se encontraba despierto. Lo supo al abrir la puerta de su cuarto, mirando de un lado a lado el largo pasillo.

 Salió para ir hasta la cocina, tenía algo de hambre y no le iba a hacer daño asaltar un poco el refrigerador. Como si se tratase de un fantasma entró sin hacer ruidos y sacó de la heladera un botellón de leche, pero un ruido, que él muy bien conocía empezó a colarse por sus oídos.

 Dejó de lado la leche parar seguir el sonido, salía del cuarto de Akashi, y curioso abrió con cuidado la puerta. Tan sólo estaba el escritorio de su jefe, pero el ruido era más fuerte en ese lugar, por lo que decidió investigando y adentrarse a la habitación continua a esa.

 —¿Akashi-kun? –No era la mejor imagen que vio de su jefe en ese momento, y definitivamente no esperaba haberla visto. No tenía palabras, y cómo tenerlas si ves a un pelirrojo, del casi mismo tamaño que tú, siendo penetrado por un gigante. Y podía jurar que conocía a ese hombre, en algún lado lo vio.

 —¿T-Tetsuya? –Gimoteó haciendo para las embestidas que recibía por parte del mayor, que obviamente le doblaba en tamaño. Sacó al varón de encima y se dirigió a buscar una bata -Tetsuya yo…

 El pelirrojo levantó la vista pero el otro no se encontraba ahora en el cuarto, y salió a buscarlo. Tenía que aclarar esa situación.

 —¡Kuroko! –Le llamó por el apellido para frenar el rápido paso con el que caminaba el peliceleste, éste se dio vuelta rápidamente, parecía como si se hubiese transformado en Sakurai con sus mil y un disculpas.

 —N-no quería molestar… yo… no esperaba eso de usted.

 —Yo también trabajo, Tetsuya.

 —P-pero… ese no era… el pana… panad…

 —¿Panadero? Si, ¿algún problema? –Akashi comenzaba a perder la paciencia, no esperaba hacerlo alguna vez con Kuroko, pero si no lo tenía bien amarrado podría soltarse y decirle a todos, y Seijuurou no podía permitirse eso –Trabajo por las mañanas, la mitad del pago es efectivo y la otra mitad mis servicios.

 —¿Eres… un doncel? –Preguntó sorprendido, conocía a Akashi desde siempre, pero jamás sospechó eso del de ojos bicolor, su actitud y persona lo confundía.

 —Por supuesto, creí que eso lo sabían todos –Respondió con duda, siempre sufría ese tipo de confusión por parte de todos –En fin… prométeme que no dirás nada.

 —¡S-si! –La respuesta fue inmediata, pero una tercera voz los interrumpió.

 —Akachin… vuelve a la cama~ - Era una voz infantil y perezosa, y no pegaba del todo con su gran tamaño, era alto y grande en muchos sentidos.

 —Atsushi, cúbrete, por favor –Suplicó el pelirrojo mirando la entrepierna del mayor.

 —Oh… lo siento, Akachin –Con una pequeña risita volvió al cuarto.

 —Es… grande –Susurró sonrojado Kuroko.

 —¿Qué dijiste? –Preguntó con una sonrisa algo psicópata.

 —Que…¡me voy a mi cuarto! –Y así fue, salió corriendo de la cocina dejando a Akashi solo, quien se dirigió de vuelta a su habitación, no sin antes guardar la leche que había sacado posteriormente Tetsuya.

 Ese mismo día, entrada la noche, los empleados se encontraban por comer antes de abrir las puertas y dejar entrar a todos.

 —¡Tetsu-chan! Un pajarito me contó que alguien te regaló un bonito ramo de flores- Cantó Takao junto a una risueña sonrisa. Sin embargo, Kuroko continuaba algo distraído y sólo asintió -¿No nos vas a contar nada?

 —Déjalo, estás celoso porque tu “Shin-chan” no te regala ni un chocolate – Comentó Kise con el mismo tono que hablaba Kazunari.

 —Como si tuvieras a alguien especial… -Se metió Himuro para molestar mirando al rubio con una sonrisa burlona.

 —¿Por qué? ¿Tu si? –Rió Hanamiya.

 —Basta –Los paró Koganei metiendo en el medio –Ahí viene la comida.

 —¡Noche de pasta! –Exclamó tomando ambos cubiertos para golpearlos contra la mesa.

 —… -El cocinero de la casa, Mitobe Rinnosuke, se caracterizaba por ser un hombre de pocas palabras, casi mudo, dirían muchos.

 Koganei levantó la vista y vio como el alto azabache dejaba delante de él un plato de ravioles, que entre ellos formaban una cara feliz. Y el de sonrisa de gato sonrió sonrojado ocultando su rostro diciendo –Gracias –Apenas escuchable.

 —¿Kurokocchi? ¿Qué te sucede? –Preguntó preocupado el único rubio de allí mirando a su amigo, quien no apartaba su cara de asco mientras veía el plato con comida.

 —Bueno, tal vez sea porque esos canelones parecen un par de pen… ¡…! –Izuki fue interrumpido por Koganei quien le metió una barra de pan en la boca.

 Mientras tanto Kuroko pensaba lo siguiente: Esta comida… la pagó Akashi-kun… con…

 —¿Puedo comer sin tener que escucharte hablar, Izuki? –Dijo Makoto con un suspiro – ¿Y por qué pedí hoy canelones…?

 —Kuro, no hay que desperdiciar la comida –Dijo Koganei sonriendo con su sonrisa gatuna –Akashi se rompe el lomo por nosotros.

 No, definitivamente no es eso lo que se rompe –Volvió a pensar el peliceleste.

 —Nosotros somos los que trabajamos –Chistó molesto Makoto.

 —Él se encarga de todo aquí –Asintieron todos de acuerdo, excepto Kuroko que no salía de su asombro todavía, y Hanamiya que se le había ido el hambre gracias a Shun.

—¡Qué feo! – Gritó Takao llamando la atención de los presentes –¡Uno de mis sorrentinos tiene jamón!

 Todos siguieron comiendo y charlando ignorando a Kazunari que no paraba de parlotear acerca de los animales y sus derechos.

 —Qué raro de ti –Dijo Himuro que se hallaba al lado de Ryouta – Estás comiendo más.

 —Hoy voy a comer hasta llenarme –Contestó decidido mientras seguía comiendo del plato de ravioles. Himuro no acotó nada y siguió con lo suyo.

 —¡Dejen de ignorarme! –Gritó Takao con un par de lágrimas falsas –¡Ryo-chan, ayúdame! –Dirigiendose a Sakurai.

El chico tembló al ser nombrado por el azabache, y con toda sinceridad dijo casi en un susurró –M-me gustan los animales… Takao-san…

  Mientras tanto en un extremo de la mesa, Akashi hablaba animado con Kasamatsu.

 —¿Cómo te sientes? –Preguntó Akashi probando su plato.

 —Mejor, gracias a la medicina que me dio Midorima –Respondió Yukio sonriendo.

 —¿Y las vitaminas?

 —En el vaso –Volvió a contestar sin soltar la sonrisa –Te pareces mucho a Akashi-san –Admitió nombrando al padre de su amigo.

 —¿Ya te conté la historia de Kuroko? –Volvió a preguntar para intentar cambiar de tema.

 —Muchas, y estaba ahí –A Kasamatsu le parecía graciosa la forma en la que Akashi lo trataba, no entendía el por qué, y eso que lo conocía desde que el padre de Seijuurou lo había adoptado a sus cuatros años –La madre de Kuroko era un empleado de cuando el lugar lo dirigía Akashi-san, y él lo ayudó en todo. Conozco la historia.

 —No tienes que decirlo así, iba a hacerlo sonar más dramático –Respondió haciéndose el ofendido. Cuando quería, Akashi era una persona muy sociable y divertida.

 —Y entonces cuéntame la historia de Hanamiya –Le susurró en el oído para no ser escuchado –No entiendo por qué jamás me lo dices.

 —No puedo, se lo prometí a mi padre – Dijo el pelirrojo con la sonrisa triste –Y en tu estado, prefiero no hacerlo.

 —Eres imposible… -Suspiró Kasamatsu sentándose contra el respaldo de la silla.

 —Me pone feliz que hayas decidido quedarte con el bebé –Comentó Akashi posando una de sus manos en el vientre del azabache.

 —Que el padre no se haga responsable no significa que yo también lo haga –Le contestó con una sonrisa, antes de volver a atacar su segundo plato de espagueti.

 La noche continuó así, pero la cena no iba a durar para siempre, en un par de horas abrían las puertas, y eso significaba sólo una cosa: Trabajo.

Notas finales:

Primero que nada, espero que les haya gustado. Y gracias a los que NO han dejado de leer, a pesar de ciercas circunstancias.

 Quiero aclarar bien que, no odio el AoKise, me gusta esa pareja, pero en este Fanfic no se dio. Así que me pareció triste el hecho de que hayan bajado tanto los comentarios al presentar la pareja de Haizaki y Kise. Yo escribo lo que me gusta, y quiero que a los demás les guste y digan "Bien, me gustó, no estuvo mal, etc". Lo que no quiere decir que no lo haya visto venir, supe que desde que empezaron los comentarios de "Aokise esto... y Aokise aquello... Mi vida depende de esta pareja... es mi otp... y blah blah" todo iba a ser un bardo.

 Quién sabe... algún día haré un Fanfic o One shot de ellos, no sé. Pero por el momento, no se me ocurre nada.

 Saludos! Y gracias a la gente que sigue leyendo el Fic. Sus comentarios me apoyan mucho!

 By Selmo 

  


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