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Una habitación, un mundo. por samuesselmo

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Notas del capitulo:

 Segundo Capitulo! 

 En este caso es:

LA HABITACIÓN DE KISE 1


No es muy largo, pero la historia continuará en el proximo capitulo... Espero les guste:

 Por fin habían llegado los clientes, y se suponía que él debía quedarse arriba, ya que él estaba “reservado” esa noche. Sin embargo, al ver aquella alta y morena figura entrar por el gran portón principal, hizo que deseara mandar a volar a todos los demás clientes, y así fue. Bajó casi corriendo las escaleras, poniéndose en fila como todos los demás –que no estaban reservados esa noche.

—K-Kise-sempai… ¿Qué hace aquí? –Le preguntó tartamudeando Sakurai, quien estaba a su lado con las mejillas algo sonrojadas –C-creí que uste-

—Si empiezas a hablar ahora no terminarás jamás con ese tartamudeo tuyo, Sakuraicchi –Respondió acompañado de una risita. Pero nuevamente lo vio, estaba tan cerca de él –Casi puedo sentir su aliento –Suspiró en voz baja. Y se emocionó más cuando él dejó salir su bronca y profunda voz.

—Akashi ¿Puedo tocarlos por sobre la ropa? Tengo que comprobar algo – Preguntó con un aire desinteresado.

 —Claro, Aomine-san, le recomiendo a… -Respondió amable el pelirrojo, con un tono que sólo usa para los clientes. Pero al ver a Ryouta entre ellos se exaltó un poco -¿Qué mierda hace Ryouta aquí? –Murmuró entre dientes, perdiendo la paciencia.

 —Lo elijo a él –Interrumpió el peliazul con una de sus manos en el pecho de Sakurai.

—¡¿Qué?! –Pensó el rubio mirando rabioso a Ryo -¿P-Por qué a él? – Intentando buscando la paz nuevamente, se arregló el cabello rápidamente y se acercó hasta tomar el brazo del varón –Tal vez te gustaría estar con alguien con más experiencia… -Le susurró al oído, para luego mirarle a los ojos, pestañeando coqueto.

 A pesar de que lo miró algo desinteresado, no pudo evitar preguntarle a Akashi si podía elegir dos al mismo tiempo. El pelirrojo lo dudó unos segundos, pero al final no pudo evitar decir que si, no sin antes tomar a Kise del brazo y mirarlo totalmente enfadado.

 —¿Qué intentas haces? ¡Haizaki puede venir en cualquier momento! –Le regañó un poco alterado.

 —Dile que estaré ocupado –Respondió sin mirarlo, atento al moreno –Que HImurocchi se encargue de él.

—Mañana hablaré seriamente contigo –Le advirtió soltando el brazo del rubio.

—Vamos a mi habitación –Dijo emocionado un emocionado Kise, ignorando al pelirrojo –Mi cama es más grande –Le susurró al varón.

 —Claro, como digas –Respondió sin mirarle –Iré a pagar, ya vuelvo.

 Al alejarse el mayor, tomó al castaño de los hombros, que no se atrevía a abrir la boca, éste estaba totalmente nervioso y aún más al sentir las manos del rubio -¿Por qué te eligió a ti primero? –Le preguntó mirándolo a los ojos, los cuales comenzaban a ponerse acuosos.

 —Y-yo… n-no lo sé – Respondió sin saber qué hacer o decir.

 —¡Pero, algo hizo! –Exclamó haciendo saltar un poco al menor –Algo hiciste…

 —É-él me tocó el pecho –Respondió con una voz a penas escuchable.

 —Pero… ¿por qué? –Se preguntó para sí mismo Ryouta.

 Al volver Aomine, subieron hasta el cuarto del rubio. Éste no tardó mucho en desvestirse y acostarse en su cama. Mientras que el varón se dispuso a mirar el tocador que estaba lleno de maquillaje.

 —¿Qué eres? –Le preguntó con una mueca al rubio -¿Una niña?

 —¿Por qué? –Siguió la mirada del moreno hasta llegar a su tocador, que ocupaba gran parte de una de las paredes, y justo al lado, estaba su armario, lleno de ropa –Un doncel tiene que verse bien –Respondió orgulloso.

—Como digas… -Aomine se quitó la camiseta que llevaba, mostrando tu bien formada espalda –Tú también quítate la ropa, enano –Le ordenó a Sakurai, quien estaba aún parado, sin saber qué hacer.

Asintió tembloroso y torpemente comenzó a desvestirse. Daiki lo miró divertido y tomó su mano para acostarlo encima de él –Normalmente, me acuesto con mujeres, en especial con las que tienen pechos grandes –Comentó mientras empezaba a acariciar los pezones del castaño –Pero tú eres el primer doncel con un pecho como este…-

 —¿Estás diciendo que Sakuraicchi está gordo? – Preguntó Kise acercándose más al moreno con una sonrisa torcida.

 —Estoy diciendo que él sí tiene carne en los huesos –Respondió antes de empezar a chupar y lamer los rosados pezones del menor –Tú estás muy delgado, encárgate de ahí abajo –Agregó mirando su entrepierna.

 Kise decidió tragarse sus palabras e hizo lo que el varón le pidió. Se dirigió hasta la zona baja del mayor para atenderlo. Bajó con cuidado los pantalones e interiores del éste y empezó su labor, pero no sin dejar de mirar con el ceño fruncido al castaño.

 Por otro lado, Sakurai gemía y dejaba salir diferentes y excitantes sonidos al sentir como los labios, lengua y dientes tocaban cada parte de su piel.

 —Me gustan tu champiñones –Dijo gracioso el varón sin dejar de masajear el pecho de Sakurai.

 —¿Ch-champiñones? –Se preguntó en su mente el castaño. No era la primera vez que hacía este tipo de cosas, pero tener a Kise en la misma habitación lo hacía ponerse aún más nervioso.

 —No dices mucho –Volvió a hablar Aomine –Mi nombre es Aomine Daiki ¿el tuyo?

 —Él es Sakurai Ryo –Respondió Kise en su lugar –Y yo soy Kise Ryouta.

 —A ti no te pregunté –Dijo de mala gana el moreno –Si quieres puedes decir mi nombre, Ryo.

 En ese momento a Kise se le prendió la lamparita, y le siguió el “juego”  a la conversación, con el tono más falso y frio que Ryouta podía hacer –Es verdad, Sakuraicchi ¿Por qué no lo llamas?

 —Y-yo… D-Daiki… yo… ¡Lo siento! – Gritó para luego taparse la boca con ambas manos –Lo siento… -Se levantó como pudo y buscó su ropa sin poder evitar que unas pequeñas lagrimas cayeran por sus mejillas.

 —¿Qué le pasa? –Preguntó preocupado Aomine, pero cuando estaba por ponerse de pie el brazo de Kise lo frenó -¿Qué?

 —Es un ataque de pánico –Le respondió con fingida preocupación –Llamaré a Akashi para que se haga cargo–Después de esto se puso de pie y tocó un pequeño botón rojo que se hallaba debajo de su tocador.

 A los pocos minutos llegó Seijuurou con cara de pocos amigos, preguntando qué pasaba. Al ver a Sakurai en tal estado, entró sin importarle si allí había un varón desnudo, sólo tomó al castaño del brazo y lo sacó del cuarto –Mañana tenemos mucho de qué hablar –Le volvió a decir Akashi cerrando la puerta con fuerza.

 —¿Él va a estar bien? –Le preguntó Aomine a Kise, pero éste sólo se acercó hasta el moreno para ponerse encima de él.

 —Por supuesto, suele pasarle – Comenzaron a besarse, pero el único que sentía que disfrutaba el momento era Kise. Aomine sólo podía pensar en otra cosa. Era normal para el moreno tener a alguien encima de él dándole placer.

 Ryouta era una de las tres estrellas de Kiseki no Sedai, y eso significaba que era uno de los favoritos, por ende tenía mucha experiencia en el ámbito sexual. Y por eso mismo, su precio era uno de los más bajos, lo mismo ocurría con las estrellas faltantes, Himuro y Hanamiya.

 Subía y bajaba sus caderas, sin ningún tipo de preparación, después de tanto tiempo, no lo necesitaba –¡Aominecchi! –Gemía con fuerza el rubio. Todo era húmedo entre ellos, pero mientras Kise jadeaba y acariciaba los cabellos azul eléctrico de Daiki, éste simplemente permanecía con los ojos cerrados, liberando un-que-otro suspiro de por medio.

Lo que no sabía Ryouta, era que mañana le esperaba un día de puros regaños, y posiblemente, algún castigo por parte de Akashi.

Notas finales:

 Gracias a la gente que comentó. Espero me sigan apoyando.

 Espero poder actualizar así de seguido. Saludos!

No olviden comentar, me ayudan mucho!

 By Selmo


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