-¿Dan Fenton?-
-Así es, Vladimir. Yo, tu tío, he venido de visita por algunas cosas que quisiera hablar con tus padres; si nos haces el favor de esperar arriba. Y me refiero, a ¨tu habitación.¨ Para evitar estos temas aburridos que no te interesan; me parecería perfecto.-
-Hazle caso al Tío Danny, no vaya a creer que te eduqué mal.-
Ese era su padre, con esencia ¨Jack¨ en todas partes
-Oh bien, no me interesa.-
Botó su mochila, subió las escaleras, y le hizo caso a la orden encubierta de ¨poner atención a todo lo que dijera por que seria importante.¨ Sinceramente el muchacho no era tonto, permanecía en su forma invisible por si cualquier duda.
Y allá en casa, séase la zona fantasma, el ojiverde había perdido casi todo el aliento al verse a si mismo en esa intención. Era inequívocamente él mismo, con un traje negro que se traducía en elegancia. Cabello alborotado frenado únicamente por una coleta y, barba cuidada. Sin mencionar la amabilidad forzada en su voz o cualquier otra característica que le haga ver como un exitoso soltero solitario que a sus casi 40 años ha conseguido de todo menos pareja.
-Veras Dan, Vladdy es un buen muchacho; no creo que necesite ir.-
-Te equivocas mi amor, si Danny lo dice es porque es verdad. La otra vez se encerró en el baño cuando le dije que había un fantasma en la casa ¡No se molestó en salir cuando le dije que el chico fantasma también estaba aquí!-
-¿Ven? Por ese tipo de conductas es que se me ocurrió la idea; estoy seguro de que quieren lo mejor para el chiquillo ¿No es así?-
La torcida sonrisa del ahora antagonista hizo que tanto Danny como Vladdy fruncieran el ceño, ¿de que rayos estaba hablando?
-Bueno, pues si es solo un fin de semana… no veo porque Vladdy diga que no.-
-Mamá ¿tu también estas de su parte?- chilló sin esperanzas de que su padre estuviera en contra.
-Perfecto, entonces coméntenle al muchacho que lo recogeré en una hora.-
-Oye Danny, ¿no hay espacio para tres en tu auto?-
-Eh… miren que tarde es, mejor les dejo el tiempo restante para notificarle a Vladimir de la salida.-
Excusándose bajo el compromiso salió sonriente a allí, despidiéndose únicamente de la Sra. Masters, como todo un galán, claro está.
Una gota de sudor frio resbalo de la frente de Danny. No quería pensar, que en algún lugar del espacio y el tiempo, estaba patéticamente enamorado de la madre de su enemigo.
A esto Vladdy bajó corriendo, desesperado por reponer en su mejor cara y rogarle a su mamá que no lo obligara ir a… donde quiera que su enemigo lo quisiera llevar.
Antes de poder decir algo, su padre lo ahogo entre maletas y equipaje.
-¡Que pasa, que es todo esto!-
Evidentemente molesto, arrojo todo fuera de su alcance.
-Tu tío Danny se ofreció para llevarte a un campamento de fin de semana. Dice que le hará bien a tu conducta.-
-¡Pero tengo que estudiar! No puedo ir a un campamento. No QUIERO ir al campamento.-
Se cruzó de brazos, percibiendo el intercambio de miradas de sus progenitores.
-Sabes Vladdy, al principio no estaba muy de acuerdo con mandarte allí, eres un buen chico.- el aludido se ilumino en una sonrisa. –Pero con tu reciente comportamiento me doy cuenta de que lo necesitas más que nunca.-
Allí estaba él, con su gran bocota, rezongando sinceramente a todo lo que le mandaran.
-Bien hecho Vlad.- reconoció Danny entre risas. Después de todo era él, en alguna especie de universo alterno; quien haría pasarle un terrible fin de semana al otro hibrido.
Cierta parte de él, estaba de acuerdo.
La otra, estaba empapada de empatía.
-Oh genial.-
Rodó los ojos, aun molesto por no haber arreglado su problema y subió a su cuarto. Al menos tendría 30 minutos para estudiar antes de que Dan arruinara sus vacaciones semanales; mismos que accidentalmente trabajó en dormir.
Al despertar se vio a si mismo, recostado sobre el vidrio cerrado de la ventana trasera de un auto compacto. Su primera impresión lo dejó a la defensiva, pues ver a su rival sentado a un lado suyo, observándole dormir, no era nada cómodo para él.
Por otra parte, Danny fue espectador de cómo lo hallaron dormido y lo subieron al carro, por supuesto, cargado previamente con equipaje (y una que otra cosa anti fantasmas que su madre coloco por si las moscas.)
-Oh Vladimir despertaste, ¿Cómo estuvo tu siesta?-
Allí Danny se vio a si mismo, chorreando sarcástica maldad.
-Cállate, no confió en tus planes ¿Dónde estamos Fenton?-
Retrocedió todo lo que el asiento pudo dar, aun nervioso de lo que pudiera hacerle el mayor; pues ahora sabia que el chofer era un conductor fantasma.
-¿Planes? Te apuesto que aun no sabes mis planes.-
Nuestro publico debió haberse acomodado bastante bien entre el suelo y la trabe; pues hasta ahora le resultó interesante a donde iba todo esto.
-¡Transforma…!-
Pero fue bruscamente detenido por una mano que detuvo sus palabras y con esto, su conversión.
-Ah-ah, No vayas a hacer algo estúpido.-
Vlad lo empujó notando que se había metido de más en su espacio personal.
-En este momento nos viene siguiendo un espía de Gorest,* no se ocurra convertirte en Vladdy Plasmius, o su radar fantasma se activara y nos encontrará a ambos.-
-Sabia que algo traías, no podía ser solo un campamento de conducta.-
Orgulloso, de tener la razón.
-Mira, olvida es ya eso del campamento, necesito que me ayudes a desactivar su campo de fuerza anti-fantasmas.-
-¿Tú no puedes entrar?-
-¿Y que vean al alcalde que prometió una ciudad libre de ectoplasmas desactivar un sistema de seguridad anti-fantasma? ¡Já! Debiste ser bromista, Vladimir.-
-Que pasa si me niego y le cuento a mamá que no hay tal campamento.-
El menor sonrio astuto, desafiando la severa mirada de Daniel.
-Pues no creo que quieras hacer eso.-
Abyecto, señaló la cintura del menor, y el aludido se sintió extraño una vez se percato de un extraño cinturón en su talle. No le bloqueaba los poderes, puesto que estuvo a punto de transformarse, no le molestaba, porque hasta ese momento se había dado cuenta, y no le apretaba, por que tampoco le estaba hiriendo.
Entonces ¿Qué se traía entre manos?