Caminaba de regreso hacía la funeraria tras haber dejado a mi amigo Chris cuando vi en el parque a Seere mirando una mujer que corría asustada de él.
-¿Qué fue lo que sucedió?- le pregunté con algo de preocupación.
El me mostró a Yeot mo gora y poniendo una cara fantasmal dijo –Mira Yeot mo… parece que él puede vernos- tras su espeluznante actuación la wistar gruñó mostrando sus afilados dientes…
Miré algo confuso aquella escena, deduciendo que esa había sido la suerte de aquella pobre chica.
-No deberías hacer eso- le reprendí- la pobre chica de verdad lucía aterrada.
-Supongo hay formas menos ortodoxas de hacer huir a alguien molesto, además solo alguien con un cerebro más pequeño que el de Yeot mo, sin ofenderte- miró a la wistar- podría creerse esa actuación.
-Vale, vale- suspiré intentando no discutir sobre eso- Por cierto, sobre mañana… -cambié un poco el tema- ¿estás seguro que podrás?- pregunté refiriéndome a la cita.
-No veo por qué no- contestó jugando un poco con Yeot mo
Baje la mirada algo avergonzado pero muy feliz, simplemente caminando a su lado de regreso a casa.
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-Hombre deja de temblar- Se quejaba Angel ayudándome a acomodar mi ropa- solo es una cita.
Finalmente el fin de semana había llegado, sorprendentemente Demian nos dio el día libre por lo cual me encontraba preparándome para salir con mi novio, ya tenía todo exageradamente planeado, no quería que algo saliera mal.
-Lo sé pero no puedo evitarlo, creí que Seere jamás me aceptaría, digo se molestaba por el hecho de que somos hombres y eso.
-No seas tonto, la persona con la que salía era un chico.
Aquello me tomó desprevenido, Seere me dijo que salía con una persona que ahora estaba muerta, pero nunca imagine que sería un chico.
-Anda no sabías- continuó- el chico se llamaba Taylor, por eso me sorprendí cuando escuché tu nombre, pero no es como que te este utilizando como un remplazo, Taylor era un dulce chico rubio que enfermó de leucemia…y aún sabiendo que moriría mi hermano se enamoró de él- su mirada se tornó algo triste.
La confesión me sorprendió más, 5 minutos con Ángel y sabía más sobre Seere que en el mes que llevábamos de relación y los 3 de conocernos.
-¿Crees que aun lo ama?-pregunté dolido.
-Querido, claro que siempre le amará, pero ten un poco más de confianza, si está contigo es por algo- dijo terminando de ayudarme y regalándome una cálida sonrisa.
-Gracias… eres en verdad increíble Angel.
-Igual que tú mi querido Owayne, anda ve con todo.
Seere salió el baño mirándonos extrañado, sin prestar atención siguió caminando hasta que Ángel se le saltó encima- Seere malo, es de mala suerte ver a la novia antes de la boda.
-Tranquilo Ángel- exclamé- no es una boda…- al parecer yo no era el único emocionado con ese acontecimiento tan importante. Los ayudé a levantar.
Ángel sonrojado rascó su cabeza sonriendo- Es que apenas puedo creerlo, ah lo lamento tiré esto- dijo levantando una foto que cayó con el alboroto- eh- sus ojos se iluminaron al ver la foto.
-No te preocupes solo… -pero le mire, su rostro estaba lleno de sorpresa y parecía que el corazón saldría por su pecho en cualquier momento- ¿Angel?
-Oh por Dios es June…- dijo refiriéndose a la persona de la fotografía- ¿a ti también te gusta Owayne?
-Claro- dije acomodando el retrato en su lugar- después de todo es mi hermano.
Las mejillas de Angel se sonrojaron y alegre se abrazó a mí- Eso es más que genial mi querido Owayne, ya sospechaba que eras demasiado lindo, como no serlo teniendo los mismos genes de esa maravilla… y ya que yo te di a mi Seere- dijo con una amenazante y viril voz que me hizo estremecer- tú deberías hacer lo mismo y darme a tu hermano.
Pero antes de que hablara más recibió un golpe de mi enojado novio- ¿Desde cuándo se supone que soy tu propiedad como para que me regales a este retrasado?
-¡Que malo eres Seere!- se quejaba el mayor- mira que golpear a una dama no es de caballeros.
-Mira que vestir de dama tampoco es de caballeros, además no se supone que sales con Demian.
-Demian y yo solo somos amigos- se excusó- por cierto-se dirigió a mí- su nombre entonces…
-Ah sí, se llama Neal Taylor, June es un nombre artístico para no afectar a mi padre que es doctor.
-Neal… que nombre más hermoso, seré el señor de Taylor- dijo olvidando por un momento su “feminidad”.
-Retrasado, vayámonos- ordenó mi pareja.
-¿Él estará bien?- pregunté al mirar lo sorprendido que se encontraba Angel.
-Deshacerse de él es más difícil que deshacerse de ti.
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Llegamos al cine con un poco de anticipación, lo cual permitió comprar nuestros boletos, las funciones parecían no ser tan buenas, deje a Seere esperándome mientras iba a comprar las entradas, pedí la recomendación a la señorita que atendía y me presentó una película poco promocionada.
-Se trata de la adaptación de una novela de drama, puede que no sea muy comercial pero en lo personal me gustó mucho… y quiero creer que también será del agrado del joven que le acompaña- comentó mirando a lo lejos a mi acompañante.
- “mi gris mundo teñido de blanco”- leí el título, alguna vez vi ese nombre en el estante de Seere, sin dudarlo la elegí, me dirigí a donde me esperaba mi amado pero antes de llegar una chica me habló.
-Oye pelirrojo, ¿vienes solo? Debe ser tu día de suerte, yo también lo estoy.
Miré a aquella chica castaña de ojos aceituna, me era extraño que alguien me invitase, antes de salir con Seere nadie se me acercaba, y justo ahora que no quería ser interrumpido llegaba alguien. La miré sin contestarle, ella movió la cabeza como esperando una respuesta.
Voltee la mirada hacía donde el pelinegro que me observaba-Lo siento- me disculpé- vengo con alguien… es una cita… con mi pareja, pero gracias de todas maneras.
-Tú- escuché una gruesa voz a mis espaldas- ¿qué haces hablándole a mi novia?- el sujeto en cuestión me sujetó de la camisa en forma amenazante.
Genial, lo único que me faltaba, ¿qué le diría? ¿“tu novia fue quien se ofreció”? preferí hacer lo que mejor se me daba: quedarme en silencio… al parecer no fue la idea más brillante puesto que el tipo se molestó aún más dispuesto a clavar su puño en mi rostro.
Cerré los ojos y antes que eso pasara sentí la sangre brotar sobre mi rostro. Abrí los ojos nuevamente y miré a Seere molesto, era él quien golpeó al sujeto haciendo que este se encontrase en el suelo intentando contener la hemorragia.
-No vuelvas a tocar a Owayne, pedazo de imbécil- le dijo de manera amenazante- y para tu información tu “novia”, si es que eso es, fue quien se acercó en primer lugar.
Agradecí su gesto, aunque por desgracia hizo que nos echaran del cine, algo molesto tiré las entradas a un contenedor de basura- Supongo que no podremos ver el estreno.
-No era importante, de cualquier manera ya sé cómo termina… y el autor es un total novato, fue su primera obra.
-Debe ser interesante- comenté al mirar que parecía afligido. Él solo levantó la vista y negó.
-No importa, de cualquier manera un inadaptado como yo no podría estar entre la multitud.
-¿Quieres ir a un sitio con menos gente?- le pregunté, pero Seere solo me miró molesto ante mi comentario- Ah...esto, no me referí a eso…- corroboré algo avergonzado.
-Ya que tenemos tanto tiempo libre hagamos esto- y diciendo esto me dio una cámara fotográfica, le miré intentando comprender, a lo que él continuó- toma las fotografías que quieras, después lo haré yo, si mis fotografías son mejores que las tuyas pagarás por mi comida.
-Eso es imposible, obviamente tu ganarás- a pesar de que me parecía muy interesante sabía que no tenía oportunidad.
-Deberías confiar un poco más en ti- expresó firme- después de todo esto es lo que más te gusta.
-Error:-le corregí- es lo que más me gusta, después de estar contigo.
-Perfecto, que empiece entonces.
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Tomamos cientos de fotos, las de Seere eran magnificas, pero noté que las mías no eran tan malas como antes, me indicó algunos ángulos para mejorar, un correcto enfoque, el centro de interés, como crear ilusión de movimiento y sobre todo el espacio negativo que él solía usar… en fin todo fue una experiencia tan grata que no pude evitar querer tomar una última fotografía, jale a Seere hacía mí y abrazándolo la tomé, miré el resultado y era perfecto, Seere protestó pero no hizo más.
-Bueno creo que tome la fotografía más linda: una donde sales tú, así que supongo que he ganado.
-¿Qué tiene eso de lindo?- bufó con su inexpresivo tono.
-Todo- exclamé alegre- excepto porque también aparezco yo… pero no te preocupes, vamos yo invitaré el almuerzo, no tengo mucho dinero, pero vayamos a un sitio al que deseaba llevarte.
Tomé su mano y nos dirigimos a una cafetería donde solía trabajar, era algo tal vez muy sencillo pero no importaba, quería hacer feliz a Seere aún con las cosas más pequeñas.
-Tienes que probar el Choucroute garnie (Sauerkraut con salchichas, sal, patatas, carne de cerdo), es la especialidad de este sitio- sin dejarle protestar ordené y en poco tiempo fuimos atendidos.
Sin embargo noté que a Seere no parecía agradarle aquello, se quedó simplemente mirando el platillo.
-¿Tan mal se ve?- pregunté- lo siento, no debí ordenar por ti.
-No es eso… soy vegano.
Y me sentí demasiado torpe una vez más… ¿cómo podía no haberlo notado? Jamás le había mirado probar carne, ni siquiera lácteos o pescado y aún así no lo noté. Realmente no sabía nada de él.
-Lo siento… que idiota.
-No hay problema… solo ordenaré otra cosa… espero tengas estómago para dos raciones- bromeó al verme decaído.
Me sentí un poco mejor al ver su interés en mí, ordenó otra cosa y conversamos por un largo rato sobre su veganismo, me parecía muy interesante, él era la primer persona así que conocía, según lo que sabía hay aproximadamente un 2.5% de vegetarianos en el mundo, y él era uno de ellos… definitivamente mi Seere era único, y cada día que más lo conocía más le amaba.
Cuando terminamos comenzaba a anochecer así que decidimos volver a la funeraria, extrañamente no había nadie, subimos a nuestra habitación y vi a mi amante recostarse sobre la cama.
-Siento que el día pasó muy rápido- dije deseando que no tuviese que terminar.
Seere permaneció inmutable sobre la litera mirando la jaula donde se hallaba Yeot mo
-Es verdad. Toma- le entregué una caja negra con un pequeño listón color rojo que le adornaba- puedes abrirlo.
Seere se levantó un poco y así lo hizo, viendo la cruz dentro de ella, me miró con algo de sorpresa, sus ojos llenos de inocencia eran una de las expresiones más lindas que había contemplado en él.
-¿Es… para mí?- preguntó incrédulo mirando el crucifijo que por fin pude comprarle.
-Por supuesto que sí tontito, ven deja colocártelo- Seere se acercó y le coloqué su obsequió- te queda lindo.
-Gracias… pero no debiste hacerlo… no tengo nada para regalarte yo a ti.
-No es necesario…- sonreí.
-Lo es- insistió- ya sé dibujaré algo para ti.
-Está bien, no sabía que dibujabas.
Tras hacer algo rápido me entregó una hoja con unos garabatos inentendibles.
-Ah- exprese intentando fingir gusto- que lindo… -intenté buscarle forma- ¿panda? No, espera ¿es Yeot mo?- lo sé mi Seere no podía ser bueno en todo
-Idiota, se supone que eres tú…- dijo avergonzado- no importa- arrebató el dibujo de mi mano y lo rompió.
-Era lindo porque era tuyo- intenté animarle.
-No lo era-bufó casi en un susurro- siéntate y abre un poco las piernas.
Intenté rearmar aquellas palabras en mi cabeza… podía ser que Seere estuviese… -¿Qué?- Incapaz de concebir esa idea corroboré que eso no era una broma de mi mente.
-Lo que oíste, supongo que al menos eso contará como un regalo.
Era cierto que deseaba un momento así… pero Seere no parecía desearlo, obviamente no podía aceptarlo.
Definitivamente no lo aceptaría.