Tras el segundo vómito de sangre mi Seere por fin pudo ser atendido, avisé a Angel en donde estábamos y que no se preocupase de más, su hermano estaba en buenas manos, aunque claro su preocupación le hizo venir de todas maneras. Permanecí en la sala de espera lo que para mi pareció una eternidad, hasta que Angel llegó, su rostro lucía lleno de preocupación.
-Owayne ¿Dónde está Seere?-
El resto de personas que esperaban le miraron algo consternados, no solo por el hecho de que estaba gritando dentro de un hospital, si no por la belleza de aquella persona dueña de los gritos. Tomé su mano y lo dirigí conmigo a un asiento cerca de la habitación donde mi padre trataba a Seere.
-Está dentro, tienen que terminar unos análisis- contesté moviendo nerviosamente mis dedos- espero que no sea nada grave, mi padre dice que las causas pueden ser muchas: gastritis, ántrax, hemorragia pulmonar, cácer de estómago… -suspiré- también teme que pudiese deberse a un problema del hígado… no pensé… que Seere estuviese enfermo.
-Yo tampoco lo pensé Owayne- susurró abatido, dejándose caer en el asiento- pero quédate tranquilo, él no es de los que mueren fácilmente- dijo mientras mostraba una linda sonrisa intentando confortarme, asentí y volvimos a esperar.
-¿Sabías que este es el hospital donde conoció a Taylor?- preguntó de pronto rompiendo el silencio.
Aquello fue toda una sorpresa, supuse que esa era la razón de que mi padre y Seere se conocieran entonces, en alguna parte de mí lamenté haberlo llevado a ese lugar, temiendo que le acarreara recuerdos.
-No lo sabía… supongo que no fue la idea más brillante traerlo aquí.
Angel estaba por protestar cuando su vista se posó en un hombre de largo cabello castaño quien sacaba un café, el hombre era Demian, quien en seguida notó nuestra presencia.
-Angel, Owayne ¿qué hacen ustedes aquí?
-Solo esperamos a que terminen unos análisis a Seere- respondió Angel con su brillante sonrisa.
-Vaya de todos los lugares- exclamó en un casi imperceptible susurro- en fin, espero que tu hermano esté bien, tengo trabajo que atender.
-Nos vemos Demian, espero que tu hermano también mejore- se despidió el rubio, soltando un suspiro al verlo marcharse.
Y nuevamente las dudas invadieron mi cabeza, no sabía que Demian tenía un hermano, él también era una persona muy misteriosa, pero seguramente también tenía una historia, una no muy alegre.
Una vez más el silencio volvió, hasta que vi salir a una enfermera.
-Joven Owayne, el Doctor Taylor dice que puede pasar a ver al paciente.
Ambos entramos, lo miramos acostado y con el suero inyectándose por su brazo, en ese instante él dormía y de sus labios escuché un susurro: “Taylor” lo cual dolió al pensar que aquel “Taylor” no era yo. Me senté a su lado y permanecimos un momento así hasta que por fin mi padre nos dio los resultados de los análisis
-Según los estudios se trata de un envenenamiento por ciertos químicos, el chico me comentó que trabaja ayudando a embalsamar cadáveres y los químicos utilizados son altamente tóxicos, le realizamos una hemodiálisis y ahora se encuentra mejor, un poco de descanso y mañana mismo podrán llevárselo.
Deje que Angel se quedase primero con él, después de todo era su familia, y yo tenía a mi padre con quien deseaba conversar sobre infinidad de cosas.
-Estará bien- exclamó con su profunda voz- es un chico muy fuerte.
-Sería agradable ser un poco más como él… no sabía que se conocían- comenté cambiando un poco el rumbo de la conversación.
-Es difícil olvidar a un chico así, aunque veo que ha cambiado mucho, era un chico muy amable que solía venir voluntariamente a ver a los enfermos, les leía, jugaba con los niños… era una gran persona.
Mi mente apenas podía concebir aquellas palabras, yo sabía que en el fondo Seere tenía un corazón cálido y amable, pero me abatía pensar que posiblemente el verdadero Seere permanecía enterrado entre su dolor.
-¿Y qué pasó después?- indagué curioso
-Entonces se empecinó en cuidar a aquel chico y cuando murió….
Mi padre hizo una pausa, quitándose los anteojos y tallando un poco sus ojos, parecía muy cansado
-Como sea deberías descansar- continuó- ya mañana podrás ver a tu amigo.
Era verdad, no le había presentado a Seere como mi novio, no supe si sería el mejor momento para hacerlo
-Sobre eso… Seere es…
-Lo sé Owayne, no te preocupes por eso, vuelve cuando quieras y si ves a Neal salúdalo de mi parte.
Suspiré con algo de alivio, ahora sabía un poco más de Seere, aunque fuesen cosas tristes, me pregunté cómo habría pasado todo en realidad, también arreglé las cosas con mi padre, quizás no perfectamente, pero era un avance, eran muchas cosas en un día. Pensaba en ello cuando poco después Angel salió.
-Tengo cosas importantes que hacer Owayne, te molestaría cuidar de mi hermano.
Le abracé asintiendo- Lo haré, gracias por todo.
Ángel tomó su bolso y se marchó despidiéndose alegremente.
Entre a la habitación donde una vez más le vi, lucía tan indefenso sin todo ese maquillaje, sin las cruces y los piercings, solo él, pocas veces le miraba así, y esta ocasión era aún más diferente.
Me quede toda la noche cuidando se Seere, hasta que por la madrugada le sentí tapándome con la única sábana que tenía
-Seere… -desperté un poco mirándole- deberías quedártela, eres tú quien necesita descansar
-No podré descansar contigo temblando de frío, acuéstate- pidió mientras levantaba su cobija haciendo un espacio para mí
Instantáneamente un sonrojo se apoderó de mi rostro, no obstante a ello accedí
-¿Cómo te sientes, Seere?
-Como si hubiesen vaciado mi sangre y vuelto a meterla- bromeó con su voz algo débil.
-Bueno tu conciencia sobre la hemodiálisis está perfecta… en adelante deberás tener más precaución, menos mal que no fue algo peor…
-Owayne… - colocó su mano encima la mía- si yo muriera… ¿llorarías por mí?
Sentí mi pecho arder y mis ojos comenzar a aguarse -Tonto, acaso no basto lo de hace un momento… no solo lloraría, si algo te pasara yo… moriría contigo
El rostro de Seere se tornó algo desconcertado, mordió su labio inferior y apartó su mano de la mía- Eso es estúpido… quiero que vivas…
-Entones sería egoísta y de todos modos haría lo estúpido- Tomé nuevamente su mano- No me apartaré de tu lado a menos que seas tú quien lo pida.
Volteó la mirada escondiendo su expresión -Owayne no merece la poca cosa que soy- alcancé a escuchar- Taylor tampoco lo merecía… ni siquiera fui capaz de ir tras él.
Su comentario me dolió, sabía que en parte era mi culpa por sugerir que uno debe morir con la persona que ama, posé mi mano sobre su mejilla pero él solo la apartó.
-¿Crees que me odie porque mis sentimientos fueron solo una mentira?- agregó
-No creo que fuesen una mentira- baje la mirada- mi padre me dijo que dejaste todo solo para cuidar de él… realmente no sé tú historia… quiero escucharla cuando me des la oportunidad, pero con seguridad puedo decirte que cualquier persona que pueda tenerte… de la manera en que te tengo yo o que te tenía él estaría más que feliz.
-¿Eres feliz conmigo?- Preguntó inocentemente, a veces me cuesta creer que en realidad tiene 23
-Muy feliz Seere- sonreí
-Idiota, deberían arrollarte tres coches… y luego regresar para verificar que te arrollaron
Reí ante su comentario- Hace mucho que no decías eso, creo que ya extrañaba escucharlo… ah es cierto, más temprano vino Angel, se preocupó cuando le dije que estabas aquí.
-Ese tipo, siempre ha sido el único en mi familia que se preocupa por mí, al menos desde que mi padre murió, por cierto, ¿arreglaste las cosas con el tuyo?
-Sip- asentí alegre- y además- me acerqué susurrando- te presenté como mi novio.
-Idiota- me dirigió una mirada asesina y seguido a ello me golpeó.
-De todas maneras es un hombre muy perspicaz ya se había dado cuenta, además le agradas, me contó un poco sobre las veces que venías aquí.
-Eso fue hace mucho, aun así tu padre sigue igual que en ese entonces, aunque supongo que él también lucía más amable.
-Él también ha pasado por mucho, desde que mi madre murió y Neal se fue, pero parece querer arreglar las cosas con él, ojala le viese pronto, también tengo que presentarte con él, ah y claro con mamá, pero tendríamos que ir a la tumba, oye te molestaría…
Pero cuando vi Seere se encontraba profundamente dormido así que decidí unírmele, le abracé y en pocos minutos me encontraba, al igual que él, en un profundo sopor.
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Por la mañana él despertó antes que yo, más no hizo ningún movimiento hasta que desperté.
-Buen día Seere... joo aún tengo sueño- dije frotando mis ojos
-¿Podemos pasar a ver a alguien antes de irnos?
Su pregunta me tomó un poco por sorpresa, pero aun así le sonreí asintiendo.
-Por supuesto, a quien quieras.
Tal y como lo dijo mi padre ese mismo día dieron de alta a Seere, él susurró algo a mi padre y este asintió, cuando le pregunté a quien quería ver me dijo que era una sorpresa, así que simplemente le seguí hasta una de las habitaciones del hospital.
Y en medio del cuarto mire que había un chico, al parecer estaba en coma, lucía realmente joven, posiblemente tendría unos años menos que yo, me quedé atónito al no comprender lo que hacíamos. Imaginé que mi rostro me delató pues mientras me preguntaba quién era aquel chico escuché la voz de Seere responder.
-Él es Gerard, el hermano pequeño de Demian
Sin embargo mi cabeza no pudo procesar aquellas palabras “el hermano pequeño de Demian” intenté conectar todo lo que escuché… este chico era…
-La razón de que Demian venga cada día al Castle Hill- completó mi pensamiento mientras se sentaba al lado del chico.
-Por eso es que me prohibiste preguntar… pobre del jefe… ¿desde hace cuanto...?
-5 años- contestó adelantándose a lo que estaba a punto de preguntar- y desde entonces, cada día él viene con la esperanza de que Gee mejore.
Sentí un nudo en la garganta, 5 años era demasiado, y aún así el jefe siempre se esforzaba por lucir feliz y tranquilo, siempre preocupándose más por otros como si no fuese suficiente con sus propios problemas. “Si tan solo hubiese algo que pudiese hacer para ayudarlo”
Le miré un poco más de cerca, tenía facciones muy dulces, no se parecía en absoluto al jefe, tenía una piel blanca como la porcelana y se alcanzaban a asomar algunos mechones de un rubio casi blanco, que supuse sería el color de su cabello, sus labios pese a todo tenían un color rosado como si estuviese más que vivo.
Me senté al lado de mi novio y antes de poder decir algo, un ruido aturdidor se hizo presente.
-Owayne, llama algún doctor.
…