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Rompiendo el caparazón de dolor por Dereck G de Sehamforash

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Notas del capitulo:

Extraño su título, lo sé y eso es porque esta vez la historia se queda un poco de lado y cuenta Demian ._. se que es algo más largo pero denle oportunidad

Y como siempre gracias a quienes apoyan esta humilde obra con sus comentarios:

sharedey 

maraleja92

blakanghel 

gabrit 

Rintarou Taiga 

wolfnight

Kana_shimi 

lore13 

Suu Ichise

Kuro-chan 

Gracias a todos n.n

 

 

Las calles anodinas se cubrían con los colores de las hojas  caídas provocando esa sensación de nostalgia mientras la fina lluvia comenzaba a cubrir el paisaje “si tan solo pudiese ser así por siempre” deseé con el pensamiento

 

-Demian, ¿estás escuchándome?- preguntaba Gee haciendo un leve puchero, confundido intenté asentir, pero antes de lograrlo el volteó la mirada- supongo que es bastante malo, eh- Y diciendo esto cerró en libro dispuesto a guardarlo.

 

-De ninguna manera, es realmente hermoso.

 

Mi joven hermano me leía el escrito que acababa de mandar a empastar, convirtiéndolo así en la primera de sus obras, un cuento algo triste que hablaba sobre un pequeño ángel perdido en la tierra que decidió quedarse a ayudar a un pequeño niño que estaba enfermo del corazón. La historia era hermosa, y la narración más que extraordinaria para haber sido hecha por un jovencito de 14 años.

 

Él solo sonrió con las mejillas ruborizadas- Lo dices solamente porque me quieres, no serías capaz de lastimarme diciendo que es malo- guardó en su bolso el libro finalmente.

 

-Deberías creerme, he leído cientos de obras, de las mejores y aún así la tuya me parece mejor que muchas de ellas.

 

Gee sonrió con satisfacción- Estoy comenzando otro, es sobre un chico que quiere cambiar el mundo, y un día conoce a un demonio que es capaz de cumplir los deseos a cambio de algo, ambos se conocen para beneficiarse mutuamente, incluso le puse el título- me miró- se llama  “el demonio que conoció el amor”

 

-¿Esta vez tendrá un final feliz?-interrogué con sumo interés recordando que la obra actual poseía un final trágico.

 

-Aún no lo sé… además no debería contarte el final-volvió a sonreír triunfante

 

-Vamos, no quiero otro final como este- le dije en tono de súplica

 

-No veo lo malo, a mí me parece feliz, los personajes se encontraron en el cielo… lo doloroso no es morir, Demian- dijo con un aire más serio- lo triste es no saber vivir, si se tiene una buena vida creo que la muerte no es tan dolorosa, después de todo es algo inevitable- agregó volviendo a sonreír.

 

Se levantó sacudiendo los restos de hojas que se habían adherido a sus ropas y me tendió la mano para ayudarme a levantar, pero en lugar de ello le atraje hacía mí tirándole de nuevo- No digas eso… -le abracé y retirando el cabello de su oreja le susurré- yo no soportaría perderte.

 

-Yo tampoco soportaría que algo te pasara Demian…- comentó sin dejar a un lado su sonrisa- pero sé que eso no pasará, anda volvamos a casa antes de que la lluvia empeore.

 

Nos levantamos y emprendimos el camino, le tapé con mi abrigo protegiéndole del frío mientras él me abrazaba para que ambos quedásemos protegidos,  eran sin duda tiempos felices.

 

Para aquel entonces yo tenía 21 años y trabajaba como mesero en un restaurant para mantenernos a ambos, Gerard era mi medio hermano, luego de que mi madre enviudara quedó embarazada, dando a luz a este chiquillo que obviamente no se parecía en nada a mí, era como un ángel, con cabellos blanquecinos y grandes ojos violetas con  largas pestañas, su piel parecía el más fino marfil, inmaculada en su rostro y con algunas pecas en sus hombros y espalda. Pero lo más hermoso era su sonrisa, esa era la luz en medio de mi oscuridad.

 

Gerard lo era todo para mí, luego de que mi madre desapareciera cuando yo tenía apenas 14 y él 7 se convirtió en mi única familia… y yo en la suya, no necesité a nadie más, aunque eso significó sacrificar muchas cosas para salir adelante, por desgracia su niñez no fue como todas y él maduró demasiado rápido.

 

Soñaba con ser escritor y yo lo apoyaba con ese deseo, pero lo que más le apasionaba era pintar, sus obras lucían con una belleza y realismo impresionantes, me tomó como modelo en muchas de ellas, lo cual consideré un desperdicio, pero de alguna manera me hacía feliz… todo lo relacionado a él me hacía más que feliz, y eso era porque yo le amaba… no solo como a un hermano.

 

Cuando por fin cumplió 15 le envié a una preparatoria pública, por desgracia era lo único que podía hacer, las condiciones en las que vivíamos no eran las mejores y aun así él nunca se quejó, por el contrario decía que no había persona más afortunada en el mundo que él… porque me tenía a mí, si  hubiera sabido que esas eran mis líneas.

 

Sin embargo no todo fue amable para él, aunque lo intentó ocultar para no preocuparme pude notar esa tristeza en su rostro, oculta tras su falsa sonrisa.

 

-¿Y qué pasó con el pequeño Moon?- cuestioné refiriéndome a una de sus más bellas obras donde pintó un ángel de alas doradas ayudando a un hombre ebrio que yacía en las tinieblas.

 

Su rostro se matizó con inquietud-  Lo he regalado a alguien, hermano- dijo terminando de poner la mesa sin mirarme a los ojos, y comprendí que algo malo pasaba.

 

-Nunca me has mentido- dije tomándole del mentón, forzando a encontrar su mirada con la mía- no lo hagas ahora.

 

-No es importante…- dijo afligido mientras volteaba hacía la puerta- solo un compañero problemático la rompió accidentalmente, no es algo de qué preocuparse.

 

-¿Accidentalmente?- pegunté sabiendo que no era tan accidentalmente- dime quien es.

 

-Si lo hago recurrirás a la violencia… no quiero eso, solo dejémoslo así, prometo que no pasará de nuevo.

 

Pero al pasar el tiempo supe que su “no es importante” era todo lo contrario, varios de sus compañeros le molestaban y el límite fue cuando llegó a casa lleno de golpes.

 

-Esos salvajes… ¿qué te han hecho Gee…? ¿Por qué no hiciste nada?

 

-Porque… no creo poder cambiar su manera de pensar con los golpes… quizás esa es su manera de compensar el vacío que sienten después de que les rechacé.

 

Esas últimas palabras hicieron hervir mi sangre- ¿A qué te refieres con rechazar?

 

-Ah… bueno, recuerdas las novelas que escribo, algunas de ellas tratan relaciones homo eróticas, y por ello creyeron que podría salir… pero... creo que no estoy interesado en una relación, lo más importante para mí eres tú Demian.

 

Sentía tantas cosas, ira por aquellos idiotas que se atrevieron a tocarle, frustración por no poder hacer algo, impotencia por no poder protegerle y una terrible confusión… la manera en que le amaba me volvía loco, ¿cómo podría protegerle con aquellos sentimientos? Quité esos pensamientos de mi cabeza y me dedique a tratar con cuidado sus heridas mientras le advertía que iría a su escuela aún en contra de su voluntad.

 

Afortunadamente mi queja fue bien recibida y desde entonces nadie volvió a molestarlo, una pequeña época de paz se vislumbró, habían pequeñas carencias, pero eso de alguna manera era inevitable.

 

 

 

Un día Gee llegó más contento que de costumbre, le sonreí y sentí sus brazos rodearme

 

-Feliz cumpleaños, Demian.

 

Aquello me dejo sin palabras, ni siquiera recordaba cuando era mi cumpleaños- con esfuerzo sabía en qué día vivíamos- así que simplemente sonreí agradeciéndole el gesto.

 

-Gracias Gee.

 

-Toma, este es tu regalo, por fin pude obsequiarte algo- dijo con la más linda de las sonrisas dándome un sobre- bueno, algo que no sea un dibujo… espero te sirva.

 

Abrí el regalo y miré su contenido, apenas pude creerlo… era una cantidad considerable de dinero

 

-Gee, ¿De dónde has sacado tanto?

 

-Ofrecí mis obras y todas fueron compradas, algunas incluso fueron para un museo ¿puedes creerlo? Mis pequeñas obras adquiridas por un magnate dueño de museos- sonrió tiernamente- me alegra que hayan servido.

 

-No debiste hacerlo… gracias por preocuparte, pero no puedo aceptar tu regalo, es producto de tu esfuerzo.

 

-Eres cruel- dijo haciendo un puchero- ¿sabes que deberíamos hacer? Un negocio propio… en vez de ser mesero deberías ser dueño de una restaurante… o algo más humanitario- dijo abriendo los ojos más aún de repente- un asilo… o un orfanato… o una…

 

-O una funeraria- bromee interrumpiéndolo.

 

-Una funeraria sería fantástico- a pesar de que lo dije en broma él pareció entusiasmado- podemos ayudar en su dolor a las personas que acaba de perder a sus seres amados.

 

 

 

Y ese fue el inicio de la funeraria Eternall, realizamos varios trámites legales, buscamos un lugar para comprar y luego de algunas remodelaciones, compras y de vender más obras de mi pequeño hermano por fin estaba listo el establecimiento, en el inicio fue un lugar que parecía refinado, con algunas pinturas de ángeles que Gee pintó sobre las paredes y poemas que él mismo plasmó.

 

“No deseo que al lado de mi tumba llores

 

Yo no estoy ahí, no despertare, no duermo

 

No te hagas más daño, mi regreso no implores

 

La vida le dio un descanso a mi cuerpo enfermo

 

 

 

No soy una sepultura, soy un millar de vientos

 

Que ayuda a los sueños a volar libremente

 

Expandiendo por el mundo los sentimientos

 

Para que las personas vivan el presente

 

 

 

Soy la primavera en su dulce melodía

 

El crisantemo que en tu mano sostienes

 

Soy la luz del alba de cada nuevo día

 

Y la débil esperanza que en tu corazón mantienes

 

 

 

No deseo que al lado de mi tumba llores

 

Yo no estoy ahí no despertaré, es cierto

 

No te hagas más daño mi regreso no implores

 

Estoy dentro de tu corazón… no he muerto”

 

 

 

Cada día luego de la escuela venía a la funeraria, era hermoso como las personas entraban llorando y luego de estar un momento con Gee lograrán sonreír un poco, él era capaz de transmitir la más pura calma con su inocencia, nunca supe las palabras que les decía, pero parecía de verdad llenar los corazones de esas personas… poner una sonrisa en el rostro afligido de una persona que pasa por el más grande dolor... eso era de admirarse.

 

Todo estaba bien… hasta que fuertes migrañas comenzaron a aparecer en la vida de mi hermano, él intentaba hacerse el fuerte, diciendo que posiblemente solo era estrés, pero a medida que el tiempo avanzaba sus dolencias parecían empeorar, más él se negaba a que buscásemos atención médica.

 

Por esos tiempos llegó un joven a la funeraria, su novio había muerto y se encontraba siendo maquilado por la chica que trabajaba en ese entonces, el chico parecía frío, a pesar de la grave pérdida no lloraba, su mirada más bien parecía vacía. Luego de que la chica le mostró al cadáver, él totalmente enfurecido comenzó a agredirla.

 

-¿Te parece que esto luce como mi Taylor?- le recriminó colérico.

 

Ese chico era Seere, y luego de que le enseñara a la chica como se hacía le ofrecí trabajo como maquillista, lo cual aceptó, poco a poco fui conociendo algo de su historia, pero nunca entendí la razón para que no llorase, hasta que él me lo dijo.

 

-Porque soy un monstruo que no puede amar… porque Taylor merecía algo mejor, alguien que fuese capaz de derramar sus lágrimas por él…

 

Gee le conoció hasta después y se hicieron buenos amigos, ambos compartían el talento por la pintura, sin embargo Seere era un chico frío, totalmente opuesto a Gerard.

 

Cuando todo parecía prosperar Gee cayó enfermo, haciendo inevitable el buscar atención médica, las noticias fueron malas, mi pequeño hermano tenía problemas en su cabeza y debía ser atendido lo más pronto posible en una operación.

 

-Toma Demian, lo grabé para ti- comentó antes de la operación dándome su celular indicando una grabación de voz- escúchalo alguna vez, vale.

 

-Lo escucharé Gee, dije sin poder ocultar la preocupación… por favor sé fuerte y vuelve pronto… no sabes cuánto te necesito... yo nunca antes te lo dije pero…- mis lágrimas comenzaron a desbordarse impidiéndome hablar- no importa- limpié un poco mis humedecidos ojos- te lo diré cuanto todo esto termine, promete que estarás bien.

 

-Lo prometo- dijo mientras sonreía.

 

Posé un imperceptible beso en la comisura de sus labios mientras acariciaba su mejilla que fue acompañado por un “Te quiero”…

 

Sin embargo la operación se complicó... haciendo que él cayera en un estado de coma, afligido no pude hacer nada… más que esperar… cada día durante 5 años… escuché la grabación y aquello me partía el alma.

 

Hola Demian, hice una grabación para que no me extrañes tanto… porque no estoy seguro de lo que pasará… gracias por todo y… cielos no sé qué decir, ya sé te leeré uno de los poemas que escribí…”

 

En este gris día un ciclo ha terminado…. y aunque parece el final es tan solo un comienzo… después de vivir la eternidad me ha llamado…..

 

Y ahí estaba ese poema… tan doloroso… porque me negaba a haberlo perdido… porque sin importar que a diario trabajase con gente muerta me negaba a que él se fuera se mi lado, no sin decirle lo que yo sentía, Gee no estaba muerto

 

sobre este mundo ya pinté mi lienzo… y es hora de dejar mi cuerpo cansado

 

Lágrimas caen sobre el paisaje desteñido…”

 

Claro que caen, tonto, por qué nunca lo pudiste ver… porque nunca te lo pude decir

 

“Lo matizan con los colores de un triste final… si pudiese tan solo quedarme contigo… si tan solo todo volviese a ser igual…”

 

Eso es lo que más deseo… que vuelvas y que todo sea igual

 

“da amor a todos… para que nunca más llores”

 

Eso haría, no llorar, demostrar a todos un poco de amor, no deseaba que alguien más sintiese el infierno que yo vivía, el único que lo sabía y me reconfortaba era el pequeño Seere.

 

Luego de ello la funeraria sufrió cambios, quité todo aquello que me recordaba a Gee, las pinturas en las paredes... los poemas esperanzadores... todo.

 

Su voz en el teléfono me reconfortaba un poco, y también el verle vivo cada día… porque yo no estaba listo para decir adiós.

 

Las posibilidades que me daban los médicos eran espeluznantes, sumido en una depresión incluso intenté olvidarle cayendo en actitudes de las cuales no estoy orgulloso, actitudes que están grabadas en mi pequeña hija Violett

 

Surgieron más problemas que omitiré, solo diré que tuvieron que ver con el padre biológico de Gerard y que las cosas terminaron mal…

 

============

 

Y nuevamente me encontraba en el hospital, sin noticias, sin avance, sin nada, me fui hasta que recibí una llamada de Owayne, al contestar noté que quien llamaba era el pelinegro maquillista.

 

-Jefe, debe venir de inmediato… Gee ha empeorado.

 

Sentí un agudo dolor en el pecho, no podía creer que aquello estuviese pasando de verdad.

 

-¿qué dices Seere?- confirmaba deseando que aquello no fuese más que un mal sueño en donde el mundo se había vuelto más frío de lo que podía haber recordado…

 

Una pesadilla…

 

 

Notas finales:

en lo personal me gustó el capi (y el estilo de narración de Demian) he editado un poco capitulos anteriores, pero mejor aviso cuando termine...

El proximo capi es la continuación de este, tal vez la proxima semana este n.n

Y les invito a darse vuelta por la pagina donde subo las imagenes de los personajes:

† Dereck G de Shemhamforash †

Hasta la proxima n.n/


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