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Rompiendo el caparazón de dolor por Dereck G de Sehamforash

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Notas del capitulo:

Gracias a quienes apoyan a esta obra, últimamente he notado más veces leidas... pero menos comentadas, no sé el número de personas exactas que leen el fic pero gracias a quienes se toman el tiempo de dejar un lindo comentario donde demuestran ese gusto y apoyo:

sharedey 

wolfnight 

Rintarou Taiga

lore13 

Kana_shimi 

blakanghel 

Gumi05

Kuro-chan 

Gracias a todos quienes están leyendo esto, y si hay más personas que también gustan del fic gracias también por esperar pacientemente :D

La lluvia no cesó en toda la noche, ni tampoco el llanto del diseñador, incluso se negó a  comer o salir del cuarto de Seere, en donde se encerró desde aquel cruel incidente, por primera vez se veía tan frágil y dolido, tan sumido en la tristeza, varias veces su celular sonó haciendo que su molestia incrementara y lo arrojase contra la pared.

 

Ya tenía suficiente por el momento, no estaba de humor para soportar a nadie, pensó una vez más en todo lo que ocurrió un día antes… comenzó a llorar nuevamente ante su frustración.

 

Nadie le comprendía, ¿cuál era el afán de obligarlo a ser algo que no quería? Recordó las palabras de Neal “si pretendes enamorar a un homosexual al menos deberías considerar que tienes más posibilidades siendo honesto contigo mismo”

 

Honestidad, claro que era honesto, amaba verse así…  pero ¿y si tan solo intentaba?

 

 

 

Se despojó de sus ropas, lavó su rostro del maquillaje y se acercó al tocador.

 

Mirando en el espejo su cuerpo desnudo, apenas pudo mantener la vista unos segundos solo para cerrar los ojos enseguida, decepcionado de su propio reflejo.

 

-Demasiado horrible- pensaba para sus adentros, conteniendo su llanto que amenazaba salir pronto.

 

Juntó nuevamente algo de fuerza y abrió los ojos una vez más, recorriendo con sus finos dedos, su rostro no estaba tan mal, de hecho era posiblemente lo único que le gustaba, sus profundos ojos azules adornados con espesas pestañas, sus labios, aunque posiblemente su parte favorita eran sus piernas… pero en medio de ellas… giró la vista para no tener que continuar, solo para encontrarse con su plano pecho del cual igualmente se frustraba.

 

Tomó un camisón largo que le cubría más arriba de los muslos, sin abotonarlo completamente y solo para cubrir aquel cuerpo que tanto despreciaba.

 

Miró en su buró la foto de la única persona que amó en la vida, el presidente del club de diseño de moda, en el cual estaba cuando estudiaba la preparatoria, cada día le veía en el club, sin embargo parecía ser invisible ante él.

 

**.**

 

Sus estudios de preparatoria los realizó en Australia, el lugar al que fue a vivir luego de los problemas familiares que tuvieron, ahí se llenó de buenas amigas ya que a los chicos parecía desagradarles.

 

Un día cuando todo parecía tranquilo su mejor amiga del club le pidió ser su modelo, Jannice era una chica muy bonita, castaña y de ojos azules, pero no era muy esbelta así que se negó a ser su propia modelo y se lo pidió a Angel quien aceptó gustoso pese a lo incómodo que le resultaba usar su vestido.

 

-Te ves hermoso- exclamó Jannice fascinada- incluso pareces una chica.

 

-Vaya eso es ofensivo- rio Angel- pero debo de admirar tu trabajo, creo que  cualquier mujer estaría más que encantada de usar tus diseños cariño, no entiendo por qué me lo pediste a mí.

 

-Pues porque eres mi mejor amigo, anda te maquillaré un poco.

 

-Eso es de niñas- bufó.

 

-imaginemos que eres una- se burló de manera amable.

 

Maravillada la chica le peinó y maquilló hasta que su emotivo momento se vio interrumpido por el amor platónico del chico rubio: Allan, el presidente de su club, quien al mirarle pareció asombrado.

 

El chico rubio-castaño no fue capaz de apartar sus ojos ámbar de la hermosa persona que tenía enfrente, hasta que por fin fue capaz de armar palabras.

 

-Hola, no sabía que estaban dentro- Angel se sorprendió, era la primera vez que le dirigía la palabra- no te había visto antes… ¿eres nueva o algo así?

 

Por una parte Angel se sintió dolido, pero también era como la oportunidad de comenzar a entablar una amistad con él… sin embargo sabía que no sería como hombre, definitivamente la única manera de acercarse a él era…

 

-Claro, estoy interesada en su club- dijo acomodando su voz lo más dulce posible- soy Angel Cross, es un placer conocerle Allan Wheeler- le sonrió.

 

-Me halaga que una dama tan bella me conozca- opinó mientras depositaba un sutil beso en la mano del rubio- si no tienes nada que hacer me encantaría invitarte a algún lado.

 

-Por supuesto- respondió con emoción Angel

 

Su amiga Jannice solo hacía un sobreesfuerzo por no soltar una carcajada, pero se alegraba por su amigo, quien ya le había contado muchas veces antes de sus sentimientos por el apuesto presidente del club, de manera que cuando este volvió a salir ambos saltaron de alegría, mientras la chica emocionada le felicitaba y se ofrecía a ayudarle.

 

Y así comenzó su primer noviazgo, cuando salía con Allan debía quitar sus molestos anteojos, soltar su cabello, usar un poco de maquillaje y ropas femeninas, además de que dejó el club para no levantar sospechas,  todo era placidez para el rubio, aunque se sentía incompleto.

 

-Sabes lo feliz que soy contigo Angel, nunca en mi vida había conocido a alguien tan hermosa por fuera y por dentro, te amo Angel, de verdad siento que jamás podría dejarte.

 

-No lo hagas- se abrazó a él- ni siquiera lo pienses, yo estaré a tu lado mientras me des la oportunidad.

 

 

 

Pero las historias no siempre son felices… y en el caso de Angel no pudo ser distinto, cuando llevaban medio año saliendo decidió que era momento de decir la verdad, Allan le había demostrado que le amaba sinceramente no solo por lo que parecía, sino por su manera de ser.

 

-Pareces nerviosa hoy, ¿hay algo que te preocupe?- sonreía su novio

 

-Pues… hay algo de lo que quiero hablarte… pero me asusta que cambie lo que sientes por mí.

 

-No digas eso, nada podría cambiarlo.

 

-¿Entonces podríamos ir a mi casa por la tarde?- preguntó aún con algo de duda.

 

-Por supuesto, vayamos juntos al terminar las clases.

 

-claro.

 

 

 

-¿De qué era de lo que me querías hablar?- indagó una vez que llegaron al cuarto del chico rubio.

 

-Es algo que no te he dicho antes sobre mí… y antes que nada quiero que me disculpes por no haberlo hecho… creí que si lo sabías nunca me aceptarías… pero ahora estoy seguro sonrió.

 

-¿Seguro? querrás decir “segura” mi amor.

 

Angel negó- no, justamente eso- comenzó a quitarse la ropa de su parte superior mostrando su blanco y plano pecho adornado por lindos lunares.

 

 

 

El rostro de Allan se mostraba lleno de desconcierto, Angel se acercó a él dispuesto a abrazarle, pero en lugar de ello fue sujetado fuertemente del brazo y posteriormente empujado.

 

-No te me acerques maldito marica- vociferó lleno de rabia.

 

-Pero Allan…- comenzó a entristecer sin poder comprender- tú me habías dicho…

 

-Cállate- le propinó una bofetada que enseguida se marcó en su mejilla- eres un maldito enfermo, haberme engañado asqueroso homosexual… y encima de todo…- puso una cara de asco.

 

-Por favor Allan no me hagas esto- imploró llorando, mientras le intentaba detener.

 

-No te me acerques nunca más sucio pervertido, deberías morirte.

 

Angel permaneció ido, repitiéndose mentalmente las palabras de su amado… esperando que aquello fuese simplemente un mal sueño… comenzó a llorar y golpearse contra todo lo que pudo, lastimándose una y otra vez recriminándose el no haber imaginado lo que pasaría.

 

“Por qué… es porque no soy una chica… pero puedo serlo, te amo Allan… no me dejes… me prometiste que nunca me dejarías… es por este cuerpo… por este maldito cuerpo… lo sé… soy horrible… yo también me doy asco… pero qué puedo hacer”

 

Tomó una navaja y comenzó a hundirla en su vientre e ir bajando

 

“¿Es por esto que te disgusto? Se puede arreglar”

 

Sintió el agudo dolor por los lugares que comenzaban a llenarse de sangre, y justo cuando estaba a punto de descender más llegó Jannice abrazándole y evitando que se hiciera daño.

 

-No lo hagas Angel… serás idiota- le reprendió- no te atrevas a volver a intentarlo o te juró que me estarás matando.

 

-Ja…nnice… lo siento…. Lo siento por ser solo una basura- lloró aún más fuerte- debería morir en serio… debería…

 

-Calla- se abrazó a él- ni siquiera lo pienses… nunca jamás lo vuelvas a pensar Angel idiota, todo esto es por mi culpa…

 

**-**

 

Volvió a la realidad notando sus mejillas mojadas, recordando que luego de que Jannice le salvara fue con varios psicólogos, y aunque aparentemente estaba bien en el fondo su auto-desprecio no desapareció nunca. Allan ni siquiera se molestó en desprestigiarle o decirle a todos que era un “enfermo homosexual” como le había llamado, simplemente se alejó decepcionado de que no era lo que quería.

 

Y él también se decepcionó de si mismo, la única razón por la que no volvió a hacerse daño era Jannice quien hasta ese momento había permanecido a su lado y se convirtió en su mano derecha, su socia en los diseños por los cuales era reconocido mundialmente.

 

Pero toda la fama no bastaba… no si era un ser así de horripilante, no si por segunda vez había sido rechazado de manera cruel, si no podía ni siquiera mirarse en un espejo…

 

-Estúpido Allan…-arrojó la fotografía contra la pared- todo esto es tu maldita culpa… si no fuera por ti…

 

No fue capaz de seguir gritando ya que comenzó a llorar en el borde de su cama y para empeorar las cosas la puerta del cuarto se abrió, dejando ver a Neal que parecía confundido al verle.

 

-disculpa- se dispensó el pelinegro- pensé que aún estaría dentro mi hermano.

 

-No importa, solo sal- gritó en extremo avergonzado

 

Más Neal permaneció sin moverse ni un centímetro, observándole embelesado con aquellos orbes de un profundo verdor que le daban un encanto descomunal, mirando los ojos celestes del chico que mostraban señas de haber estado llorando por un largo rato.

 

-Creo que no puedo irme, te ves mal en serio-suspiró y finalmente cerró la puerta tras de sí y se acercó sentándose al lado de Angel- ¿necesitas algo?

 

-Por favor vete, esto es demasiado vergonzoso- pidió una vez más el rubio tapando su rostro.

 

El más alto acortó la distancia sujetando sus manos y obligándole por tanto a mostrarse por completo ante él, acción que hizo sonrojar al chico de ojos azules

 

-¿Tienes idea de lo lindo que eres? No entiendo cuál es tu afán por no aceptar esa belleza.

 

Angel se sonrojó al instante intentando dar crédito a lo que estaba escuchando.

 

-Deja de jugar conmigo- suplicó con un leve hilo de voz- ya me dejaste en claro que soy el tipo de persona que más odias…

 

-Lo que odio es que no puedas notar lo hermoso que eres, y que tengas que fingir ser algo que no eres solo para darle gusto a personas que no te valoran- comentó con su acostumbrado tono serio- deberías valorarte un poco más.

 

-¿T-tú crees que soy hermoso?… digo soy de lo más horrible que haya visto- comentó sonrojado.

 

-No ante mi vista- le contradijo- y si estas lágrimas- pasó el dorso de su mano por sus mejillas limpiando su llanto- son por mí, me disculpo entonces, solo quería que supieras que no necesitas fingir ser una chica, no ante mí.

 

-No estoy fingiendo, yo soy- dudó… ¿qué cosa era?- soy…

 

-Eres lo que eres,  no me importa, y a ti tampoco debería importarte, porque eres perfecto de esa manera porque así eres la persona que me gusta.

 

 

 

 

 

Y todos sus miedos y dudas  se desvanecieron al sentir esos cálidos labios sobre los suyos, percibió el cosquilleo en su entrepierna que le obligó a comenzar a aceptar: era hombre, al menos biológicamente y era magnífico serlo si eso significaba poder sentir a la persona que siempre había amado.

 

 No una obsesión como la que se tiene a cualquier ídolo, no, una profunda admiración, como si desde el primer momento que le miró supiera que era la persona más magnifica que pudiese conocer “Si pudiese estar con él… cuan feliz sería” y ahora que estaba con él… definitivamente no le dejaría ir jamás, especialmente no por una estupidez como llenarse de dudas sobre su propia identidad.

 

Ya no le importaba lo que fuese: hombre o mujer o travesti, tampoco si eso significaba ser hetero u homosexual… porque si le hubiesen dado a elegir él habría elegido ser feliz, y justamente eso era: simplemente era feliz.

Notas finales:

Decepcionados por falta de lemon? espero que no, la verdad el capítulo me enterneció mucho ;u; 

que bonito es el amor... ahora a ver como les va a los otros dos chicos, si gustan dejar un review lo contestaré con cariño en caso contrario gracias por leer y espero les guste.

He estado imaginando los posibles capítulos y creo que habrán dos temporadas, la primera terminará pronto, y casi llegamos a la parte del pasado de Seere, espero les siga gustando.

Y si desean ver imágenes de este y oros fics, noticias de actualizaciones y desvariaciones mías en la pagina:

† Dereck G de Shemhamforash †

Gracias a todos, hasta otra ocasión :)


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