Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Rompiendo el caparazón de dolor por Dereck G de Sehamforash

[Reviews - 404]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

See, como lo prometí sábado un capi mas largo de lo normal

Gracias a quienes me animan con sus comentarios y a todos quienes leen la historia:

sharedey 

shanasss

Angi3Chann

Angela

Rintarou Taiga

InfernalxAikyo

gabrit

Lium 

Kuro-chan 

blakanghel

Kana_shimi

Gracias a todos :)

“El joven príncipe tenía una familia, no una feliz porque eso solo existe en los cuentos de hadas, él no era el bueno del cuento, ni su reino era un paraíso lleno de paz… el rey era un hombre de temerse y tal vez incluso su bella esposa era la bruja del cuento que se hizo pasar por la princesa, y él cayó en el engaño, dejando como prueba a sus dos pequeños hijos: lo único que le alegraba en la historia.

 

Y un día conoció a la bella princesa que cautivó su corazón, caída a menos y víctima de un hechizo, entregando su cuerpo a cuantos dieran por él la mínima cantidad… una prostituta, la más hermosa sin duda, por solo unas monedas él pudo hacerla suya y sentirse amado… pero…

 

Una vez más fue engañado por la vida, dejando a su dolor grabado en el abultado vientre de la hermosa prostituta

 

 

 

-Dime… ese hijo ¿es mío cierto?- le preguntó el príncipe a la mujer mientras la cubría con las blancas sábanas, su maquillaje corrido sobre el rostro por las lágrimas al vomitar- Escuché que dejaste tu trabajo justo aquel día, desde entonces solo has estado conmigo…

 

-Por supuesto que lo he dejado, pero pienso volver, por eso lo mejor es que me deshaga de este- movió su vientre haciendo referencia a la pequeña vida que llevaba en su interior- solo me estorbaría

 

-Por favor no lo hagas… -suplicó el príncipe- te llevaré conmigo, les cuidaré a ti y a él, les amaré, nada les faltará, solo te pido que dejes todo esto.

 

Esperanza de ser correspondido, esperanza de haber encontrado lo que buscaba, esperanza que se vio opacada al notar que ni la princesa, ni la prostituta eran para él… y se vio terriblemente solo y abandonado”

 

 

 

Un efímero rayo atravesó con esplendor el cielo nocturno que no dejaba de derramar sus lágrimas en una torrencial tormenta, empapando completamente los dorados cabellos del hombre que salía de la mansión.

 

Hombre de muy buen ver, con aquella expresión furiosa salía de la casa sin un rumbo fijo hasta notar la silueta que desde la puerta le llamó.

 

-Vuelve aquí Maxximilian, ¿es que eso es todo? Maldito mocoso malagradecido, ¿qué pretendías al traerle aquí?

 

La discusión con aquel hombre maduro “su padre” le había hastiado y el mal humor poco habitual en él se hizo presente, Jacob Cross sin duda era un hombre de temerse.

 

-Creo que tengo capacidad de pensar y decidir por mí mismo, si no te parece querido padre, me temo que nunca he necesitado algo de ti.

 

Los golpes en la recámara y aquellas palabras difíciles de comprender, pronto sería aquel evento importante, definitivamente su padre no podría echar a la basura su “buena reputación”

 

-¿Qué pasará con tus hijos y tu esposa?- puso la última de sus excusas para hacer cambiar de opinión al rebelde hijo.

 

-Con Layla puede pasar lo que sea, Ian y Angel siempre serán mis amados hijos, igual que Seere.

 

Palabras que hervían la sangre del excéntrico magnate, mordiendo su labio inferior para no soltar ninguna impropiedad con su propio hijo. Ya pensaría en algo.

 

La hermosa mujer lloraba con desconsuelo sobre la alfombra de piel, rizos castaños y ojos verdes mezclados con el rojo del incontenible llanto, belleza solo del exterior, por dentro era una persona con suma fealdad: vanidad, paranoia, complejo de superioridad, soberbia, celos e infidelidad solo por citar algunos ejemplos. Y aun así se preguntaba por qué Maxximilian le había cambiado.

 

Desgarrada por ver llegar a la pacifica vida a peculiar niño de ojos azules: Seere, al parecer era producto de un enorme error de Maxximilian, de su relación con una prostituta de la cual se enamoró tras las constantes peleas con ella.

 

Pero no era correspondido. Ni por ella, más ahora que le odiaba.

 

En cambio no se sentía decepcionado, después de todo, sus sentimientos eran correspondidos por aquel chico que amaba, poseedor de sus orbes celestes y el cabello azabache de su madre. El pequeño Seere era fácil de amar… por desgracia no paso igual con todos.

 

Llegar como si nada a la mansión de los Cross. Y por ello fue odiado, era un error, la esposa le guardaba rencor, pero no tanto como su mismísima madre que enloqueció al darlo a luz, profesando constantemente que el pequeño fruto de sus entrañas era el hijo de un demonio, por ello lo llamó Seere, como uno de los príncipes infernales.

 

Pero el padre parecía amarlo tanto como a sus otros dos hijos, Ian y Angel, el primero se unía a las personas que lo odiaban, ese niño era culpa de las constantes peleas de sus padres, una calamidad, ¿Qué pensaba su padre al llevar a esa “cosa” a la casa como si nada?, era un simple bastardo, en sus 14 años no recordaba haber odiado a alguien tanto.

 

En cambio a Angel le parecía bonito, pero por su timidez- y órdenes de su madre- no se acercaba mucho, pareciendo que lo llegaba a veces a ignorar.

 

Pese a todo Seere era feliz, aún con los constantes golpes y maltratos de su madre, que se marcaban como profundas cicatrices en su pálida piel, algunos bastante graves y suturados con más de 20 puntos. Razón por la cual las peleas crecieron aún más.

 

 

 

Y una tarde de verano por fin saldría a conocer del mundo exterior, un mundo tal vez más cruel que el que conocía dentro de la mansión, Maxximilian le llevó hasta un lago cercano y el pequeño Seere observó curioso un cuidador que llevaba un gran número de cerditos, pero le conmovió ver lo despiadado de su alma al golpear con él látigo al más pequeño de los ellos porque no podía ir a su paso. Corrió hasta ellos dejando atrás a su padre.

 

-Espere señor, por favor, no lo golpee- se interpuso abrazando al pequeño mamífero que parecía llorar como un humano real.

 

-Mira niño, es un animal, no deberías preocuparte- el hombre rascó su cabeza exasperado, no era para menos, necesitaba dinero y la única manera de transportar su mercancía era esa, el cerdito aún era muy pequeño y por tanto lento. Pero eso no quitaba la compasión del niñito de ojos celestes.

 

-Pero está cansado. Podría por favor dejarme darle algo de agua, no tardaré mucho, lo prometo.

 

Maxximilian le alcanzó sorprendido por la pureza e inocencia del niño, incluso al cuidador se le hizo un nudo en la garganta, teniendo que asentir a la petición a pesar de la prisa que llevaba.

 

Y así lo hizo, Seere fue hasta el lago que ya quedaba cerca a llevarles agua a todos, incluso los adultos se le unieron, dejándoles descansar, mientras el pequeño Seere jugaba alegre con el pequeño animal que parecía haberse encariñado con él.

 

-Tiene un muy buen niño, demasiado tal vez, ya no se ven muchas personas así- profesó desde lo profundo el ganadero.

 

-Supongo que soy afortunado, demasiado afortunado tal vez- sonrió

 

-¿Por qué no conserva al pequeño cerdito?, después de todo son para vender.

 

Maxximilian se sorprendió por lo amable que parecía ahora aquel hombre y aceptó de inmediato sacando su cartera.

 

-Me encantaría, por favor tome- él, ignorante en esos asuntos, le pagó una cantidad bastante considerable, el cuidador no queriendo aprovechar cobró solo lo justo a pesar de la irrepetible oportunidad que se le presentaba

 

-Gracias señor- se despidió el pelinegro- cuidaré bien a Amber- se refirió a su nuevo amigo a quien ya había puesto nombre, haciendo que los mayores se enternecieran más, tomó la mano de su padre y se marcharon de vuelta a su casa.

 

 

Pero el gusto le duró demasiado poco, el abuelo era un ser lleno de rencor por el gran deshonor que aquel bastardo había traído a la familia, rencor que incluso le inculcaba al primogénito de Maxximilian, y no quedándose con ese odio lo desquitó con todo lo que amase aquel que arruinó su vida.

 

Y el pequeño animalito tuvo que morir…

 

-¿En qué se supone que pensabas?- cuestionaba molestó a Jacob, puesto que incluso él se había encariñado

 

-no, ¿en que pensabas tú?, esta es mi casa y acataras lo que yo diga- expresó con suma frialdad- creíste que encima de traer a ese bastardo podías hacer lo que le viniera en gana.

 

Infame, pecador, vulgar… nefasto, defectuoso, equivocado.

 

Pero nunca abandonaría a lo que más amaba.

 

 

 

-¿Por qué Amber no abre los ojos?- preguntaba inocente el pelinegro.

 

-Seere no…- el padre intentó explicar- mira hijo Amber… él está descansando… hasta que se vuelvan a ver…

 

-Lo voy a extrañar- decía el pequeño, sollozando al ver que el animalito estaba por ser enterrado

 

Maxximilian compadecido se mostró fuerte y limpió las lágrimas de su hijo, intentando calmar su aflicción

 

-¿Por qué lloras pequeño Seere?, ese día también llorabas ¿recuerdas?

 

-Sí- asintió el pelinegro conteniéndose un poco- estaba triste porque él también lloraba.

 

-Exacto… pero ahora Amber no llora, él está feliz porque te conoció- le sonrió al borde del llanto- Tú también deberías estar feliz y orgulloso de que él haya tenido una buena vida, esto mi querido hijo es la muerte y no hay algo triste con ello, las cosas tristes pasan en vida, cuando ves sufrir a quienes amas.

 

-¿Muerte?- la primera vez que escuchaba esas palabras… pero si el padre le decía que no había algo triste al vez era verdad, después de todo Amber parecía estar sonriendo como diciendo “gracias Seere te estaré esperando”

 

Lo ojitos celestes del pelinegro, aun llenos de lágrimas miraron a su amigo más tranquilamente, y sonriendo le abrazó

 

-Espera Amber, papá dice que nos veremos de nuevo, asegúrate de comer bien y no me olvides, si necesitas algo vuelve, estaré cada que lo necesites, haz muchos amigos y algún día juguemos todos, adiós.

 

Maxximilian abrazó a su hijo para que este no tuviera que llorar al ver la conmovedora escena, era tan pequeño como para tener que sufrir…

 

Para una vida tan corta ya era demasiado dolor…

 

 

 

Y un dolor todavía mayor estaba por llegar

 

-¿Por qué no te ves nada bien, padre?- preguntó preocupado con sus ojitos llenos de lágrimas, mirando a su padre demacrado sobre la cama.

 

-Oh mi querido Seere, creo que voy a realizar un viaje… pero me temo que no podré volver.

 

-¿Por qué te vas?… - aferró sus manitas a las sábanas verdes y azules- ¿ya no quieres estar conmigo, es porque molesto a la señora Layla o al abuelo o…?

 

-No es por ti pequeño- paréntesis a la equívoca idea de su inocente cabecita- todos venimos y luego de un tiempo nos tenemos que ir

 

Difícil explicar de muerte a un niño pequeño de 5 años que apenas conocía el mundo, la primera vez con un animal fue mucho más fácil, pero decirle que no se volverían a ver ellos era una cuestión distinta.

 

-¿A dónde?

 

-Digamos que a un lugar muy hermoso, donde nunca más nos tendremos que separar.

 

-¿Puedo ir contigo?

 

Inocente pregunta, inocente deseo, inocente creatura que estaba a punto de quedar solo en el frío mundo

 

-No Seere, aun no, es difícil de explicar, pero este mundo de prueba es bueno a su manera, aquí es donde conoces a todas las personas que amaras y que te amaran y que se reunirán contigo en ese lugar

 

-Entiendo… pero no deberías pensar en irte.

 

-Yo no soy quien decide eso… -le miró confundido y se adelantó a su siguiente pregunta- mira, son cosas que pasan, todo es parte de un ciclo y debe pasar por una buena causa, realmente me voy bien… o casi, antes necesito que me prometas que te cuidarás… ahora que no estaré- comenzó a toser con dificultad.

 

-Padre…- se acercó más nervioso

 

-No te preocupes Seere, ¿recuerdas al pequeño Amber?, como te lo dije en ese entonces lo triste no es irse, yo también he tenido una muy buena vida, y aunque te extrañaré todo va a estar bien.

 

-¿Iras con Amber?

 

-Si cariño, algo así.

 

-Puedes decirle que lo extraño mucho y que lamento lo que el abuelo le hizo

 

-Se lo diré, sabes algo más, desde donde esté te voy a cuidar, siempre, por eso no tienes que sentirte solo, aunque no me veas, mi alma estará a tu lado y sobre todo… no quiero que llores.

 

No llorar, posiblemente uno de los hechos que más marcó en él, aquella obligación de forzarse a sonreír, de no comprender por qué todos lloraba si el padre se acababa de mudar a un lugar hermoso donde siempre estaría con ellos… ¿es que había algo triste con ello?

 

Le miraba siendo sepultado, justo para despedirse, igualmente tenía una expresión de paz… quizás porque esperaba que cumpliera esa promesa, y así lo hizo, le miró por última vez sonriéndole con un esperanzador “hasta luego”

 

 

 

Con Maxximilian muerto no pasó mucho tiempo antes de que los maltratos del resto se tornaran peores que antes, y entre las cosas que dolían resaltaban aquellas hechas por su hermano mayor.

 

Ian  embistiéndole con suma brutalidad, mientras sus lágrimas se desbordaban, no era como que no lo entendiera, su madre lo hacía todo el tiempo obligándole a mirar hacia la pared, mientras él escuchaba los gritos  y jadeos de su madre, y justo ahora se sentía como ella.

 

Sabía bien la manera en que era tomado aquello, la palabra que describía a las personas como su madre: puta, a ella no podía odiarle porque su padre le amó alguna vez… pero lo que sentía por él mismo iba más allá del odio.

 

-Eres igual a tu madre-resaltaba con desprecio el rubio de ojos verdes- parece que estás bien acostumbrado.

 

-Para… ¿por qué?- suplicaba entre gemidos llenos de dolor el pequeño Seere

 

“si él estuviera aquí…”

 

-¿Por qué? Solo te trato como lo que eres… tú, puta.

 

Palabra ya esperada hace un tiempo. Su casto cuerpo parecía a punto de colapsar con el mayor atrás y encima suyo, estocándole sin cuidado alguno hasta inundar sus entrañas una vez más con la caliente esencia. Sus delgados bracitos apenas podían sostenerle en cuatro mientras se preparaba mentalmente para recibir otra vez el miembro de su medio hermano adentro. Si pensaba en  otras cosas era menos desgarradora aquella sensación de invasión.

 

-¿Ian que haces?- escuchó la voz de su abuelo desde la puerta, teniendo que frenar aquel acto que le resultaba tan repulsivo como placentero- nosotros no nos envolvemos con la escoria- expresó con desprecio al pelinegro- ellos no merecen más que ser tratados como la basura que son.

 

Tomando su bastón penetró al chiquillo ojiazul que permanecía bocabajo permitiendo a sus lágrimas salir, si lo que sentía con Ian era dolor esto no tenía nombre.

 

-¿Te gusta maldito?- y aquel utensilio fue clavado aún más profundo mientras Seere sentía su cuerpo rasgarse- debo admitir que estas bastante estrecho, podría sacar algo bueno de ti- susurró lascivamente en su oído.

 

Un puño al rostro del degenerado, y otro más hacia el ojiverde. Angel les detuvo lleno de odio, cubriendo con las sábanas al pequeño que temblaba cubierto de semen y sangre- No vuelvan a ponerle una mano encima son unos malditos…

 

-Vaya tenías que llegar, igual de idiota que el padre, haz lo que quieras eres solo un niño.

 

Se marchó junto a Ian dejándoles solos, Angel se preocupó al notar que la perturbación fue tanta que Seere parecía no estar consciente de lo que sucedía, ido de la realidad, como deseando ocultarse en sus pensamientos donde quizás no había tanto dolor.

 

-¿Estas bien?- preguntó por primera vez limpiando su frágil cuerpecito, estaba sucio, pero era muy lindo- no te preocupes, yo voy a cuidarte- le abrazó regresándolo a la realidad.

 

Y entonces Seere le encontró, era como un retrato del Maxximillian con su largo cabello rubio y sus ojos de un profundo azul… tal vez no estaba solo. Y se aferró a él, por el tiempo que durara quería quedarse a su lado.

 

-Estoy mejor, gracias- le sonrió pese a lo terrible de  su situación

 

-Te llamas Seere verdad, bien Seere quiero que te alejes lo más que puedas de ellos, eres un niño muy lindo.

 

Seere de forma tierna acarició su mejilla- Te pareces a papá… y también eres amable como él

 

-Cualquiera que se digne de ser humano es amable con las personas como tú.

 

 

 

Pero las cosas aun no serían fáciles para Seere, ciertamente Angel era solo un niño que no podía cargar con una responsabilidad como esa, siendo incapaz  de detener los abusos de Jacob.

 

-Tu padre era un hombre brillante que se envolvió con una basura… que luego parió a una basura aún mayor- exclamaba con furia abofeteando su ya morada mejilla tirándole al frío piso- y encima de todo traerte a mi casa como si fueras algo de lo que sentirse orgulloso, tú nunca debiste haber nacido.

 

En ocasiones él mismo lo creía, sabía que su venida al mundo no era como el resto de personas, por eso era que le trataban diferente, extrañaba demasiado a su padre, el único que le ayudaba a sobrellevar todas las dificultades, pero se aferraba a cumplir la promesa que le hizo, al fin y al cabo algún día volvería a verlo… es más en ese momento lo hacía, él se lo había dicho. Además tenía a Angel que se lo recordaba mayormente.

 

De esa manera soportaba todo el sufrimiento

 

Solamente Angel le atendía en aquellas ocasiones, compadecido del pobre niño que compartía la misma sangre.                 

 

-No deberías dejar que te hagan daño de esta manera pequeño- trataba gentil sus heridas sintiéndose impotente

 

Pero la impotencia en ese momento no fue tanta como la que estaba por venir

 

 

 

-¿Solo 10 dólares, por un chico virgen? le aseguro que no encontrará algo mejor, si no está dispuesto a pagar al menos el doble negaré la oferta- hacía sus tratos Layla

 

El hombre claramente bromeaba, frenético al notar que en serio la mujer estaba dispuesta a vender al niño por unos dólares se acercó con más confianza, excitándose de solo pensar en el dulce niño que respiraba durmiendo tranquilamente.

 

-No me jodan, ¿de verdad sólo 20 dólares?- se relamió pagando incluso un extra- tómelos

 

La mujer no necesitaba el dinero, pero eso era mucho más, solo por ver a aquella prueba de la traición de Maxximillian siendo destrozada, solo por manchar la inocencia de lo que su marido más amó… si, solo por ver sufrir al pequeño que yacía recostado como un animal entre unas mantas en el suelo.

 

-Levántate- exclamó el fornido hombre pateando sus costillas, desesperado por verle encogerse de dolor en lugar de levantarse como se lo ordenó, le sujetó del cabello mientras exponía su ya endurecida virilidad goteando ansiosa por follar la boca del chico de ojos azules.

 

-¿Q-que hace…? -intentó apartarse comprendiendo la situación, un intento en vano que culminó en la primera de las muchas crueldades que le esperaban a partir de entonces.

 

 

 

Su madre murió por aquella época, cuando Seere entendía un poco más sobre lo que era la muerte, pero no lloró cuando murió la persona que más amaba, no lo haría ahora que se había ido una persona que poco le importaba.

 

Sin embargo poco o nada afectó en su vida, su madre lo único que hacía era maltratarle constantemente hasta el cansancio, desvariar y estar por matarle en varias ocasiones.

 

Si tan solo lo hubiera logrado.

 

 

 

El invierno llegó calmo y gélido con su apacible manto blanquecino, si Maxximilian hubiese estado ahí tanta frialdad ni siquiera habría sido notada. Ensimismado en sus pensamientos, la realidad parecía inadvertida ante el pelinegro.

 

Le bastaba lo poco que tenía para ser feliz, mayormente recuerdos de los tiempos con su padre, los tiempos vividos que parecían tan cercanos y tan lejanos, doliendo en lo profundo de su apagado pecho.

 

Hasta Ian comenzó a entender lo mal que estaba aquella situación, pero prefirió no hacer nada… cuando intentó cuestionar a su abuelo las cosas resultaron mal… y entonces supo, que de verdad las cosas no estaban bien.

 

-P-pero es solo un niño…

 

-¿Acaso no es lo mismo que hiciste tú?, ¿no será que has cambiado de opinión, o sí?

 

-No… no es así…

 

Confusión, ideas desgarrando sus pensamientos al escuchar los jadeos y sollozos del pequeño ángel pelinegro que era ensuciado por despreciables monstruos… despreciables como él.

 

 

 

Un día y dos y luego tres, semanas, meses y luego años… vidas tal vez… incontables ocasiones donde la felicidad le daba la espalda hasta que en medio del sufrimiento una pequeña esperanza se vislumbró.

 

-Quédense quietos todos- anunció el joven oficial, acercándose y mirando con horror al niño lleno de laceraciones por doquier, desgarrado y sucio, llorando mientras era brutalmente embestido- ustedes hijos de puta

 

Hubiera disparado cegado por el odio, pero un joven policía se le adelantó, sacrificándose por él jaló el gatillo y marcando de esa manera su fin como policía, mató a los hombres y habría hecho lo mismo con los causantes de ese delito… pero no pudo, la mujer fue avisada de la llegada del oficial Aldrich y en un intento desesperado por causar una distracción creó una rápida bomba molotov.

 

Deseosa de causar una distracción corrió hasta donde los policías podrían distraerse y la encendió

 

El fuego se expandía por el pañuelo, pero antes de arrojarlo una bala fue impactada contra ella, el mismo oficial de antes tuvo que conformarse con aquello pese a ser reprendido por su superior Aldrich. La bala llegó tan certeramente que la bomba explotó incendiándolos tanto a ella como a Jacob, Layla se batía envuelta en llamas, gritando mientras pedía ayuda que nunca llegó. Por su parte el hombre alcanzó a apagar el fuego, pero quedando marcado con las horribles cicatrices de quemaduras que desfiguraron su rostro… y le acompañarían el efímero resto de vida que le quedaba...

 

 

 

-Todo estará bien…- la elegante gabardina rodeó la desnudez del frágil niño que veía el fin de ese sufrimiento- necesito que seas fuerte y me digas… ¿hay más chicos?

 

Seere asintió pronunciando dos nombres- Angel y… Ian 

Notas finales:

Capi muy dificil de escribir

El ritmo no me agradó, pero solo es para que conozcan el principio de su pasado

El veganismo es por haber perdido a su amigo Amber

El no llorar viene inculcado desde aqui y por otras cosas que vendran adelante

El lenguaje tan "florido" creo que obvio por ende y tambien su aversión al sexo

Bien ya conocen poco más de Seere, pero falta mucho!! quería narrarlo en dos capis tal vez me lleve mas

Creen que el ritmo o la narracion fueron malos??

espero sus comentarios

Los invito a leer mi otro fic "En mis lágrimas"

y a la pagina de FB † Dereck G de Shemhamforash †

Gracias por su paciencia


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).