Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Rompiendo el caparazón de dolor por Dereck G de Sehamforash

[Reviews - 404]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Llegamos a la parte final de el pasado de Seere, conoceremos como conoció a Taylor, si me quedó algo fome me diculpo... la verdad Seere narraría distinto pero intenté adecuarlo al estilo de narración que he llevado.

Pongo el link de una canción, si les distrae mucho pueden oirla al final, no habla presisamente de esto pero si le toman otro sentido es algo tristona.

Muchas gracias a quienes leen esta historia y claro de manera muy especial a quienes me animan con sus comentarios (aqui o en mi firma en FB)

Angi3Chann

sharedey 

InfernalxAikyo 

Lium

blakanghel

Kana_shimi 

Suu Ichise 

Y a Shiuchi y gabrit, que aun no comentando sé que siguen la historia n.n

No los distraigo más, gracias y bienvenidos a leer

El reflejo del atardecer flotaba en una noche azulada, tratando de abrazarme a los restos de una promesa por la cual entregué todo. Intentando olvidar el profundo carmesí que me preguntaba por qué entregué mis sueños…

 

“Para ver cumplido el de alguien más”

 

Agucé el oído alcanzando a percibir los insistentes sonidos que se repetían en perenes ciclos regulares… sonidos oscilantes y perturbadores unidos en una melodía con la lluvia que tocaba insistente la ventana. Un relámpago iluminó el albor del panorama despertándome para notar  la silueta que yacía a mi lado… definitivamente esto no era el paraíso…

 

-Al fin despertaste ¿Te duele algo?- le miré mejor una vez mi vista esclareció, hombre de bata blanca cuyos cabellos rojos caían gentilmente en una larga trenza. Revisando mi vista con una lámpara de blanca luz.

 

-Todo… creo- sonreí finalmente mientras me concentraba en notar el efecto de la anestesia pasando y devolviendo la fría sensación de entumecimiento.

 

-Es normal luego de lo que pasó.

 

Las imágenes regresaron a mi mente, el cachorro intentando cruzar, el auto aproximándose…

 

-El cachorro… ¿está bien el cachorro?- me incliné agitado sin pensar, intentando levantarme.

 

Una enfermera me sujetó fuertemente para que no me dañase con el suero que se inyectaba en la vena de mi antebrazo, obligándome a recostar de nuevo.

 

-Increíble, fuiste arrollado por un coche y te preocupa un cachorro- sonrió- él está bien, puedes visitarle cuando gustes, mi hijo es quien se encarga de cuidarlo, pero por ahora deberías descansar. Fue una suerte que no pasara nada grave. Soy el doctor Taylor y en adelante me encargare de revisarte.

 

Mirada esmeralda y sonrisa afable, su rostro era gentil, hacía mucho que el mundo había dejado de serlo, dándole paso solo al gris vacío que intentaba negar.

 

Justo cuando la vida parecía sonreír de nuevo me dejo caer. Encontré al oficial Aldrich, o tal vez él me encontró a mí, su noble caridad le obligó a abandonar todo aquello en lo más alto para caer al nivel de permanecer a mi lado. Vida cruel pero feliz. Al menos mientras duró.

 

Y sin embargo había quienes lo necesitaban más que yo, sabiendo eso tuvo que partir y dejarme al cuidado de una familia adoptiva “Sé bueno con ellos, estoy seguro que serán amables contigo y te amarán”

 

“Un estorbo” eso es lo que me consideré ante el amable oficial, que ahora comenzaba desde abajo para tener una vida decente, no quería serlo más y en el intento de dejarle libre me fui a vivir con aquella familia. En definitiva buenas personas, sin idea de la vida, demasiado encantadores y sumisos, tan interesados y al mismo tiempo sin mostrar ningún interés.

 

Pero agradecía tenerlos, intentando no ser una carga para ellos igual conseguí una beca, con ello no tenían que gastar más en mí, solo necesitaba una cosa… pero ellos no pudieron dármela.

 

 

 

Siempre fui visto como alguien extraño eso lo sabía bien. Las voces dentro y fuera de mi mente repicaban con fuerza en mi interior. Incesantes, repetidos, perturbadores…

 

“Ya notaron al nuevo, es raro”

 

“Parece de esos tipos nerds y antisociales”

 

“Otaku… definitivamente es raro”

 

“Parece una nenaza, seguramente es una pasiva”

 

No me molesté en hacer amigos, a pesar de ese deseo de ser amado me bastaba con ser yo quien amara, no exigía que el resto hiciera lo mismo para conmigo.

 

Y ahora me encontraba en el hospital por intentar salvar a un cachorro de ser arrollado por un auto, siendo yo el que terminó en su lugar. El amable doctor me dejo en el blanco silencio de la habitación… solos yo y mi soledad.

 

Soledad perturbadora que me permitía escuchar sonatas al aire que ni yo mismo comprendía

 

 

 

Un ocaso. Una aurora. Un ocaso más y una aurora más, el tiempo bailaba en broma haciendo girar lentamente las manecillas del reloj hasta que…

 

-Seere hoy tienes una visita.

 

Sorprendido dejé mi lectura, no tenía alguien quien pudiese visitarme, mis padres adoptivos hacía meses que no sabían de mí, me emocioné de que pudiera ser Aldrich, pero en su lugar encontré la mirada aguamarina.

 

-Hola, ¿qué haces aquí… tal vez te equivocaste de persona?- pregunté amable al rostro no conocido.

 

-Lo lamento, solo hago una especie de servicio social, vengo a atender a los enfermos.

 

-No estoy enfermo- bufé con un  puchero- solo sufrí un pequeño percance, saldré en una semana o dos.

 

-¿Pequeño percance? Un coche te arrolló, si tienes suerte saldrás en un mes

 

Un puñado de auroras más en soledad…

 

-supongo que tienes razón, bueno ya que estas aquí puedes poner algo de música, este lugar es tan silencioso.

 

-Pondré algo en mi reproductor, espero no te desagrade, lo pondré en un volumen suave o se molestarán ¿de acuerdo?

 

Asentí  y mientras se escuchaban los acordes del piano “Somewhere only we know” comenzó a conversar de muchas cosas, sin darnos cuenta el tiempo pasó  volando

 

-Que tarde es, no puede ser que no me diera cuenta.

 

-Lo siento ¿tenías algo importante que hacer?

 

El joven sonrió- no, bueno… suelo intentar leer al chico de la habitación de al lado, pero por desgracia nunca puedo, es un pequeño que vive amargado deseando morir pronto.

 

“Desear morir” palabras dolorosas, sin sentido… la muerte es… la muerte es…

 

- él…- a mi mente regresaron los gritos y maldiciones que salían de la habitación de al lado varias veces durante el día- ¿qué es lo que tiene?

 

-Padece leucemia… pero ya no hay mucho que los doctores puedan hacer más que prolongar el tiempo de vida un poco más.

 

-¿Su edad?- pregunté con curiosidad.

 

- No lo sé con certeza, 16, 17 a lo mucho.

 

Un nudo formándose en mi garganta, era cierto que personas más jóvenes morían todo el tiempo, pero esta vez era una persona que estaba cerca mío, tenía mi misma edad y de pronto sentí esa necesidad de querer ayudarle.

 

-Pero no pensemos en cosas tristes- sonrió el chico de cabello azabache- cada quien mira la vida a su manera por lo visto tú eres un chico muy alegre, eso me gusta, así que dime, ¿quieres que venga mañana?

 

- sí, eso me gustaría mucho.

 

 

 

Muchos amaneceres iluminados por la promesa de verle de nuevo, tiempos felices en que por fin sentía que había hecho un amigo, alguien que me mostró el tipo de persona que deseaba ser… pero él no regresó.

 

Aun así agradecía el haberle conocido, por ello una vez salí del hospital pedí el consentimiento del doctor Taylor para auxiliar a cuidar a los enfermos. Deseo concedido sin dudar.

 

Ayuda y amor, tiempo de entrega, sonrisas de personas que estaban más en el otro lado que en este y sin embargo sabían lo inevitable de la muerte… lo bello de la vida, lo efímero del dolor y lo eterno de la felicidad.

 

Pero entre todos un ángel inocente lloraba en silencio.

 

 

 

 

 

Relegado en la distancia, los deseos empapaban mis alas, nubes del tierno color de las lágrimas comenzaron a fluir alrededor. El momento había llegado. Estando en aquel lugar me encariñé con muchas personas a quienes tuve que ver morir, demasiada tristeza en tan poco tiempo, pero había espacio para uno más…

 

Puerta abierta entrando con la mayor cautela posible, ni el afable doctor de rojizos cabellos sabía de aquello.

 

Con la escasa luz de la lámpara, su cuerpo delicado se deslizaba entre las telas finas, mordió su labio inferior y su mirada tierna se tiñó de luz, sus ojitos acuosos iluminaban la existencia que permanecía anonadada. Cabello y ojos dorados, el primero mucho más claro que los segundos. Definitivamente un ángel.

 

-Oye que se supone que haces, nadie puede entrar a mi habitación- comienzo de la exaltación.

 

-Bueno yo pude, debo ser un mago muy seguramente, ya que además de todo puedo leer las mentes- inocente burla en busca de sacar una sonrisa, una confianza que permitiera continuar.

 

-No me  jodas, eso es…

 

-Imposible- completé adelantándome a lo obvio.

 

-Eh… bueno cualquiera hubiera imaginado que iba a decir…

 

-Eso.

 

-Claro y ahora te sientes mucho porque completaste mis…

 

-Pokebolas.

 

Estuvo por ceder al casi reír ante aquello, más su orgullo era de admirar y regresando a  su dura mirada anterior se aferró a alejarme… sin tan solo hubiera sabido que yo no me iría…

 

-Largo de aquí, yo no pensé en…

 

-Cabras orientales.

 

-¡No! Bueno es obvio que no pensé en eso, deja de hacer el idiota y ve a…

 

-Disneylandia.

 

-Ve a donde se te dé la gana solo déjame…

 

-Leer si el corazón de los androides también está lleno con amor.

 

-Eh- Esta vez parecía haber acertado, su actitud dejo de ser a la defensiva- tú… también lees a Dereck G.

 

-Genial algo en común… amm digo, claro leí tu mente y por eso traje el libro.

 

Mostré la portada donde yacía una imagen de los protagonistas y un título en book antiqua que resaltaba tanto el nombre del libro como del autor. Vi como sus ojos se iluminaban hasta hacerle ceder.

 

dame click d(nwn)b

 

-Podrías leerlo para mi… me habría gustado pero…

 

-No hay problema, abre un espacio.

 

Petición casi orden, que le orilló a permitirme yacer a su lado con el libro en mano, leyendo para él y sonriendo para mí, con el júbilo de tener a esa persona iluminarse a mi lado.

 

-No me has dicho tu nombre…- se dio cuenta finalmente

 

-Tú tampoco me has dicho el tuyo, pero qué más da, me llamo Seere Cross.

 

-Seere… soy Taylor Blake…

 

-Taylor genial, tu nombre es como el apellido del doctor amable.

 

-Es cierto… alguna vez lo  noté… y dime…  por qué… por qué has venido

 

-Solo quería conocerte… envidio que hayan tantas personas que te aman, hace unos días estaba en la habitación de al lado… tuve un accidente, pero nadie me visitó…

 

-¿Y tus padres?

 

-Muertos, mi padre me hubiese visitado, incluso tal vez mi hermano Ian, pero no mi madre, la única persona que me queda es mi hermano Angel, pero él ahora está en un hospital psiquiátrico, tiene sus propios problemas como para lidiar conmigo.

 

-Lo lamento… entonces… ¿estás solo?- preguntó compadeciéndose un poco.

 

-Definitivamente creo que lo estoy, pero en cambio tú eres amado, veo como tu familia se preocupa, deberías ser un poco más amable, supongo que ellos sufren mucho, no te vayas sin que ellos te vean feliz nuevamente.

 

-¿Cómo podría estar feliz?- cuestión casi al borde del llanto

 

-Eres amado, los tienes a ellos… y a mí.

 

El chico se sonrojo- Gracias… pero no quiero causar problemas… no quiero ver sus rostros afligidos.

 

-Sabes que es una suerte que puedan estar contigo al final, la mayoría de gente se va sin saber que ese sería su último día, no tienen tiempo para decir y escuchar los últimos “te amo”… ¿de verdad quieres irte sin que ellos lo sepan?

 

-No quiero… pero…

 

-Bueno, no puedo obligarte, pero deberías considerarlo.

 

Redirigí el tema a cuestiones más alegres, música, pintura y fotografía, cosas en común, una canción que no podía recordar y el distante cielo que no brillaba igual de azul.

 

-Eres alguien muy agradable- opinó el chico mostrando su verdadero “yo”- ¿De verdad nadie te visitó?

 

Negué triste- La única persona que me visitó era un chico que hacía servicio cuidando enfermos, pero incluso él se ha ido. Ahora no me queda absolutamente nadie, estoy solo.

 

-Eso no es cierto… -corrección amable- me tienes… y yo te habría visitado…

 

Solo cuando sus lágrimas fueron borradas el arcoíris apareció, ahora sin dudar lo dejaría todo para unirme a aquella persona, los pétalos de los cerezos florecidos tempranamente bailaban al viento de forma alegre.

 

 

 

Rostros agradecidos por compartir la bendición de tenerle, dos padres y un hermano, incluso el mismo doctor, sin parar de atribuirme el cambio ahora que Taylor actuaba como en realidad era.

 

 

 

-Oye Seere, has notado que Dereck G trata como algo muy normal las relaciones entre hombres.

 

-Obviamente, ese es el género con el que trabaja.

 

-Tú crees… que es algo normal… digo ¿considerarías salir con otro chico?

 

-¿Estas proponiéndome salir?

 

Pregunta demasiado directa que obtuvo como respuesta un sonrojo inmediato por parte del otro

 

-Que, estás loco yo no… yo… no sé… si fuera algo así me odiarías.

 

-Si fuera algo así diría que nunca en mis 17 años de vida fui tan afortunado y que en adelante serás el joven Taylor de Cross.

 

-E-entonces… aceptarías estar conmigo.

 

-Por todo el tiempo que nos quede

 

-… perdón por condenarte a ser el novio de un enfermo terminal

 

Limpie sus mejillas mientras depositaba un beso gentil sobre estas

 

-No le veo lo malo, todos morimos, eso ya te lo había dicho, prometo hacerte feliz por ese resto de tu vida, y amarte por el resto de la mía, y claro tú tendrás que prometer esperarme junto a mi padre y Amber y mi hermano Ian.

 

-quiero que seas muy feliz Seere, y cuando tengas que partir también… de verdad ansió verte.

 

-Aun no pienses en eso… estás vivo y así será por mucho.

 

 

 

 

 

Días más brillantes en los que parecía que se podría ser feliz eternamente, apoyándole mientras le contemplaba postrado sobre la cama, apretando los ojos por el dolor, pero siendo fuerte y mostrando una sonrisa sincera, producto del agradecimiento de seguir vivo.

 

-No le temía a la muerte, porque no tenía nada que perder… pero ahora… no quisiera irme nunca Seere.

 

Un casto beso seguido de la expresión de su pesar, no imaginaba una vida en donde de repente él ya no estuviese más, donde esa linda sonrisa no siguiera brillando.

 

-Técnicamente no te iras, será injusto porque tú podrás cuidar de mí y yo no podré verte, pero sé que nos encontraremos de nuevo… y entonces no nos volveremos a separar. Estaremos “Por siempre juntos”

 

 

 

El tiempo paso alejándole cada vez más de la vida, mientras los construidos recuerdos pasaban con melancolía ante mis ojos. Incomparables casi 5 meses. Tiempo lleno del amor más puro e inocente, tiempo en que las heridas fueron sanadas mutuamente…

 

-Y hoy me entregaron los resultados, fui aceptado en la universidad… extrañamente tuve el mejor promedio

 

-¿Extrañamente? Eres la persona más inteligente que conozco.

 

-Claro, inteligente- exclamé con sarcasmo y susurré jugando- día 211 aún no se ha dado cuenta

 

Mi acción nuevamente era compensada con su hermosa sonrisa – Ah es cierto, toma Seere, mamá me enseñó un poco sobre como tejer y esas cosas y lo hice para ti.

 

Me entregó una especie de almohada con una forma levemente cuadrada. El blanco y el negro contradecían la idea original de que aquello fuese un ballenato… deducción inmediata

 

-Es una linda orca…

 

-Que bien, mamá no paraba de decir que era un cachalote… o será que leíste mi mente de nuevo

 

-Ya sabes, no paro de entrar en tus pensamientos- seguí su juego y abracé mi obsequio- Es muy lindo, lo llamaré Flippy… y lo cuidaré por siempre porque es algo tuyo.

 

-Es como un regalo de nuestro 5to mesiversario… aunque aún no llega.

 

-No debiste adelantar el regalo… ¿qué te daré ahora yo?

 

-Bueno… podrías besarme- se cubrió avergonzado con las blancas sábanas. Acercándome hasta él le descubrí

 

-Eso ni siquiera lo tendrías que pedir.

 

 

 

 

 

6 meses y finalmente 7, pero el tiempo no era suficiente… y solo podía notar que la persona que amaba lucía más pálida, más demacrada pero con suficiente fuerza para sonreír aun.

 

-Seere… creo que no me queda  mucho tiempo- su cuerpo tembloroso se aferró a mí escondiendo sus orbes dorados llenos de lágrimas- no sabes cuánto deseaba quedarme ahora que había encontrado algo por lo que vivir.

 

-Yo también deseo que te quedes… me gustaría ir contigo

 

Terror en su rostro.

 

“No puedes”

 

En efecto, aún estaba esa promesa de vivir, y ahora la reafirmaba ante otra persona que amaba.

 

“Entonces promete que esperarás en el otro lado con paciencia”

 

“Es una promesa”

 

-Gracias por haberme amado y permanecer conmigo- sonrisa sincera y nuestros labios se unieron, ojala hubiese podido detener el tiempo para nunca soltarle-Te amo Seere, por favor… de verdad sé que lo he dicho antes… pero ya me has hecho muy feliz… ahora quiero que tú lo seas… los últimos días de mi existencia fueron más hermosos que toda mi vida junta y es gracias a ti.

 

“si tan sólo de verdad pudiese hacer algo para ayudar”

 

-Será difícil pensar en ser feliz sin ti.

 

-No estarás sin mi recuerdas.

 

-Es cierto… no lo estaré…

 

 

 

El inminente final llegó un frío día otoñal, las hojas caían y las lágrimas también, tomé su mano mientras respiraba dificultosamente.

 

-Te voy a extrañar Seere… no imaginas cuanto… gracias por todo.

 

Las lágrimas brotaban de sus orbes pero sin dejar de sonreír, estuve por unirme a su llanto cuando su mano levantó mi mejilla.

 

-Quiero ver tu sonrisa antes de irme Seere… por favor… si sabes cuan feliz me hiciste quiero que tan solo al final sigas sonriendo… puedes hacerme un último favor.

 

-El que quieras amor.

 

-Canta para mí la canción de Oz… “sky… high”

 

Con la voz entrecortada cumplí su deseo, la canción que ahora casi he olvidado y que él amó, tomé mi guitarra como en varias ocasiones antes y di inicio

 

“tú que comienzas un viaje muy lejos en la distancia, vas a ser arrebatado hacia el cielo invernal

 

La blanca nieve como humo, terminará tiñéndote a ti que te desvaneces

 

Beso tus sueños porque no puedo decir ‘adiós’ todavía

 

Tú que solamente deseabas vivir en este extenso mundo, tú mañana vas a ser arrastrado

 

Habiendo anhelado por la primavera, habiendo esperado por las flores

 

A medida que no estás aquí, te diriges hacia el cielo…”

 

Fuertes contracciones en él me obligaron a detenerme

 

-Taylor… está bien- mentira más para mí que para él. Deseo de que no sufriera más.

 

-Lo siento… gracias fue hermoso. Te extrañaré.

 

-Sabes que también te extrañaré demasiado- sonreí tristemente sabiendo que esa sería la última vez que le vería

 

-Querías que pudiera irme en paz… creo que al fin puedo- con sus últimas fuerzas se acercó a mí y susurró- no llores Seere, te estaré esperando. Hasta luego Seere… te amo.

 

Deseé despedirme con un último beso, pero antes de llegar el frío sonido me avisó de la realidad… Taylor se había ido, me abracé fuertemente a su cuerpo conteniendo las lágrimas.

 

“Te extrañaré Taylor, fueron demasiados momentos hermosos, te amé tanto que hasta las pequeñas cosas se volvieron amadas por mi… sin tan solo pudiera devolver el tiempo… esta vez no te dejaría ir jamás… pero comprendo que el tiempo llegó… que ahora estas en un mejor lugar… lo entiendo… pero no creí que pudiera doler tanto”

 

Los sonidos alertaron a todos en el hospital, obligándome a  terminar soltando su mano. También su familia entró, con desbordantes lágrimas.

 

-Gracias por haber cuidado de nuestro hijo Seere… aun cuando sabías que este día iba a llegar- el padre un hombre cariñoso entraba mirándome apesadumbrado sobre el cuerpo de Taylor, colocó su mano sobre mi hombro uniéndose a mi dolor- él está en un mejor lugar ahora- consuelo desde un corazón tan lleno de dolor como el mío.

 

-No tiene que agradecer… Taylor era…

 

“Lo que más podría haber amado”

 

 

 

La misma expresión que aquellos a quienes amé: tranquilidad, quise creer que estaba en paz y yo mismo sentí alivio al recordar las palabras de mi padre “Él ahora no llora, él está feliz porque te conoció, también deberías sentirte feliz porque tuvo una buena vida, esto es la muerte y no hay algo triste en ello”

 

Mentira tal vez, claro que era doloroso, pero incluso él mismo me lo pidió.

 

“Eh, ¿no lloraste por ellos? Es de admirarse, las personas no deberían llorar por algo así… tampoco me gustaría que estuvieras triste por mi culpa… por eso… tampoco me gustaría que lloraras por mi…”

 

Otra petición que debía cumplir… demasiadas lágrimas guardadas tal vez…

 

 

 

 

 

-¡¡Solo jugabas con él!!- Acusación por parte de la amable y dolida madre

 

-No, no es así.

 

-Entonces ¿por qué no lloras? solo las personas que lloramos somos quienes lo amamos, no podemos traerle, pero se nos han dado las lágrimas para expresar esa frustración ¿Dónde están las tuyas?

 

Intento fallido… quise llorar pero las lágrimas no escurrían entre mis ojos… ¿cómo se lloraba? Acaso eso era verdad… solo jugué con los sentimientos de Taylor… debía ser un monstruo despreciable.

 

-No puedo.

 

-Exacto, porque tú no sientes nada, mi hijo no se merecía la poca cosa que eres.

 

Y entonces pude comprender… que yo era simplemente…

 

“Un monstruo que no conocía de amor”

 

- Perdón Taylor, porque merecías algo mejor- contemplé sin parar su cuerpo, primera vez que entendí lo cruel de la muerte, deseando llorar y contradiciéndome con la promesa que maldecía “no puedo”. Se había ido con una mentira, feliz pero al fin y al cabo una mentira… si tan solo jamás le hubiera arrastrado conmigo.

 

Deposité un último beso sobre sus amoratados labios, con ese dolor dentro de mí

 

“Perdón”

 

Los pétalos de arena bailaban en el viento, entregué todo por un sueño que ni siquiera podía recordar, y aunque intenté alcanzarlo ahora había perdido todo aquello que me importaba. Si la promesa que hice no era más que una mentira, ahora solo quedaba el fragmento de un recuerdo olvidado… tiempo de hacer una nueva promesa

 

“No volver a dañar a nadie nunca más”

Notas finales:

"Y entonces nuestro amado Seere se volvió frío y apartado"

La canción de Oz Sky high

TwT quizas pude hacerlo más conmovedor pero ya me cansé de llorar con matar Amber, si no les gustó o esperaban más pueden expresarlo, me importa mucho su opinión para saber si lo hago bien

les invito como siempre a leer mi fic "en mis lágrimas" y a darse una vuelta por la pagina donde podran estar al tanto de actualizacion, curiosidades, dibujos y más † Dereck G de Shemhamforash †

Gracias a todos, estamos llegando al final y me pongo sensible, así que agradezco hayan seguido al fic, los capítulos restantes van así: un capi para Demian, uno de Owayne y Seere que es el final, y la especie de epilogo TwT si tardo un poco más en actualizar no me odien

Gracias y hasta la próxima n.n/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).