Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Rompiendo el caparazón de dolor por Dereck G de Sehamforash

[Reviews - 404]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Y nos acercamos cada vez mas al final de esta temporada uno, gracias a quienes han apoyado la historia, leyendo y/o comentando

Angi3Chann

Rintarou Taiga 

sharedey

InfernalxAikyo

Angela

Roy Loydd

gabrit

shanasss 

blakanghel

Kana_shimi 

Gracias a todos n.n tal como lo prometi un capi narrado por Demian

Como si las plegarias pudieran ser escuchadas finalmente me sentía bendecido, aquella noticia que parecía un sueño me hizo pensar que quizás el mundo podría dejar de ser tan frío como lo creía, si tan solo era verdad que me dejaría ver a Gee, él, la esperanza dentro de la penumbra, esa luz que residía en mí.


Luego que recibiera tan grata noticia tuve que aceptar que me llevara el amigo de Owayne, lo último que quería era tener que irme sin volver a ver a Gee. Intentando frenar las ansias por tenerle entre mis brazos conversaba un poco con Chris, quien naturalmente podía frenar mis nervios.


-Llegaremos pronto, el Castle Hill no está tan cerca, le conozco bien porque ahí trabaja el padre de Owayne.


-Lo sé, es una persona muy gentil, y además es quien se ha encargado de cuidar de Gerard.


-¿El hermano que mencionó que estaba en coma?- indagó posiblemente para reafirmar lo obvio


-Sí, él ha estado así… por 5 largos años- comenté esperando no ser demasiado tajante.


Comenzando a sentir la desesperación dentro de mí, cada vez creciendo más y más, me preguntaba si él estaría bien, si recordaría todo, si el tiempo no había sido el mismo… y mi rostro comenzó a manifestar esa profunda ansiedad por estar a su lado.


-Vaya es mucho, ha sido bastante fuerte, si ya espero 5 años, ¿Qué tanto es esperar un poco más?


Era verdad, había sobrevivido a la larga espera, soportar 20 minutos más parecería sin ninguna importancia, algo tan sencillo, pero aun así…


-Supongo que es muy cierto… pero no sabes cuánto ansió verle lo más pronto posible.


Tantos recuerdos que volvían a mi mente sin que yo lo pidiese, aquellos pequeños detalles que parecían no importantes y que justo ahora eran los que más invadían mi mente. Ya no necesitaba de los recuerdos para tenerle, porque finalmente le vería de nuevo…


Rogué porque todo fuera bien, después de tanto tiempo estuve en un infierno lejos de él, preguntándome si podía hacer algo, y encontrándome con la misma respuesta: no.


 


Pese a que el tiempo era martirizante y la agonía me parecía eterna llegamos en muy poco tiempo al Castle Hill, rápidamente corrí hacia la habitación mientras Chris se encargaba de convencer a la señorita de la recepción que no había problema.


-Doctor, necesito ver a mi hermano- llegué jadeante y ansioso. Hasta el médico que se encontraba justamente saliendo de la habitación de Gerard


-Señor Wright por supuesto, adelante, solo le suplico que sea delicado y no haga referencia al tiempo que ha estado en coma, aún debemos hacer muchas pruebas.


-No lo haré, por favor déjeme verlo- suplicaba desde lo profundo de mí


-Tranquilícese o será perjudicial también para él, vamos entre.


Dentro, la calidez que siempre habíamos compartido me envolvió, con su voz en el teléfono no me sentía tan solo, pero ahora no era un simple recuerdo… era Gerard, mi Gerard.


-Hola Demian.


Y al tenerle enfrente no pude más que arrojarme y abrazarle, estrujarlo entre mis brazos asegurándome que era real. Su aroma embriagante, sus cabellos blancos y esos hermosos y celestiales orbes violetas que me miraban como agradecido de verme.


-Gee- exclamé abrazándole con todas mis fuerzas, asegurándome que no era otro de mis sueños, pero pude notarlo, esta vez era real, Gee había despertado…


-Demian, estas obstruyendo mis pulmones


-Lo siento, lo siento- llené de besos sus sonrojadas mejillas- lo siento Gerard, nunca más dejaré que te vayas.


Contuve mis deseos de que esos besos fuesen algo más, mi Gee estaba por fin luego de todos esos años esperando, ganas de decir todo aquello que hasta entonces había callado.


-Demian, te ves algo más grande… -comentó con un lindo gesto- supongo que no he estado un buen tiempo eh.


-Eso no importa,  no sabes cuan feliz estoy de tenerte… te extrañe tanto.


-Lamento haberte causado problemas… no me iré de nuevo… pero en serio, ¿cuánto tiempo ha pasado?


-Eso no importa, no ha pasado el suficiente como para disminuir lo que siento, Gerard, la espera ha sido tan cruel.


-No más Demian, estoy en casa- sonrió gentil


-Bienvenido… Gee.


 


Su rostro, era tal y como lo recordaba, sin pensar en las consecuencias uní nuestros labios haciéndole sonrojar. El tiempo pareció detenerse unos segundos, mientras sentía los latidos de su corazón y del mío propio, latiendo al unísono… ni siquiera me pasó por la mente profundizarle, solo deseaba quedarme todo el tiempo posible de esa manera… por desgracia tuve que separarme luego de un rato.


-Demian…


-Lo siento Gerard, todo este tiempo yo…


Él simplemente negó y depositó un inocente beso en la comisura de mis labios, dejándome sorprendido.


-Eres lo que más amo Demian, no tienes que disculparte yo… de alguna manera lo sabía- comentó agachando su sonrojado rostro- además siento lo mismo…


Sentirme tan transparente, pero nunca algo como eso se había sentido tan bien, me senté a un lado de su cama mientras acariciaba su cabello, agradecido comencé a conversar sobre otras cosas, ahora que sabía que él conocía y correspondía  mis sentimientos sabía que ya habría tiempo para ello después.


 


 


 


-La funeraria aún continua, todo está normal solo que…- me debatí si seguir o no- en el tiempo que no estuviste… lo siento- me disculpé incapaz de continuar, recordando a mi hija Violett.


-No te culpo por lo que haya pasado- sonrió gentil- sabes que puedes decirme cualquier cosa…


Reuní nuevamente valor para soltar sin mayores rodeos lo que había hecho- Tengo una pequeña hija, la amo demasiado, aunque su madre y yo no tenemos nada… nunca fui capaz de amar a alguien… porque te esperé solo a ti.


Sus mejillas se ruborizaron, pero el pudor no le obligó a apartar la vista de mí, simplemente sonrió igual de brillante, agradeciendo- Sería fantástico conocerlas… por cierto que ha sido de Seere


-Aún trabaja en la funeraria, ahora tiene un compañero muy agradable, se llama Owayne, aunque creo que les falta mucho para tener algo real, sé que si se esfuerzan podrán sanar sus heridas.


-Me alegra por él, Owayne debe ser un gran chico.


-Debe serlo para haber sido capaz de atravesar el frío corazón de Seere.


-Pero en el fondo es una gran persona, eso pude verlo cuando le conocí…


-Él también te ha echado de menos, algunas veces vino a verte.


-Vaya, sí que causo problemas- comentó con optimismo- ahora me dirás cuanto me fui… porque no parecen simples meses…- su rostro comenzó a mostrase preocupado.


-Cinco años…- solté esperando no causarle una impresión demasiado grande.


-Cinco… años…- repitió algo incrédulo pero intentando mantener su expresión que se comenzaba a notar dolida- vaya debí perderme de demasiadas cosas.


-Ya habrá tiempo para todo, lo importante es que estás bien.


-Me sorprende estarlo luego de todo ese tiempo… gracias por esperarme.


-Habría esperado toda la vida solo por volver a ver tu sonrisa… te amo Gerard- me abracé a su pecho negándome a la idea de poder volver a estar sin él, e incorporándome de nuevo volví a saborear sus labios entreabiertos, no quería perder más tiempo- y me esforzaré por recuperar el tiempo perdido.


-Claro, aunque en adelante tendrás que soportarme por mucho, mucho tiempo- sonrió volviendo a recostarse, supuse que estaría cansado luego de conversar toda la noche. Noté que los rayos de luz se comenzaban a colar entre las persianas anunciando el amanecer.


-Descansa un poco Gee, debes estar débil.


-Dios, Demian, he estado dormido por 5 años y quieres que duerma más- rio burlescamente.


-No hay problema, si despertarás en menos de 5 años creo que podré esperar.


El tercer beso llegó tras esa frase, sintiendo que podría pasar la vida así, atesorando a aquella persona que amaba y protegiéndole de todo, como si no existiese nada más… pero volví a la realidad donde aún había un problema que me esperaba.


-Que emotivo momento- escuché aplaudir al dueño de tan molesta voz, sabía que le encontraría…


-Killian- expresé con furia una vez me separé de mi hermano.


-Padre- exclamó inocente Gee sin comprender bien la situación.


-Así que la única razón para desear tenerle a tu lado son tus morbosos deseos incestuosos, mi querido Demian- rio burlándose de forma más que molesta


-Al menos creo que es un deseo menos repulsivo que el tuyo- le recriminé colérico.


-Oh querido Demian, no sólo es mi deseo, es el suyo también, no es cierto hijo.


Que lo llamara de esa manera me enfurecía de sobremanera, él no era un padre, no tenía ningún derecho sobre mi hermano, no dejaría que le pusiera sus manos encima, sin embargo el rostro confuso de mi hermano me preocupó… acaso de verdad estaría dispuesto a morir por Killian. No, eso era impensable.


-¿Cuál deseo?- inquirió con su noble corazón, deseando como siempre ayudar.


-Que viva… querido Gee, sabes que fuiste concebido para esto, que tu muerte traerá vida.


 


Más recuerdos volvían a mi mente, aquel niño con el que crecí como hermano era un puramente perfecto ángel, de corazón bondadoso y exuberante alegría que podía transmitir. Sin embargo su destino no era permanecer conmigo, lo supe cuando conocí a Killan.


Nuestra madre murió cuando ambos éramos bastante jóvenes, y fue cuando “Él” apreció, parecía una persona bondadosa más, sus orbes violetas eran tal y como los de Gee, nos dio un hogar y lo necesario para tener una buena vida… hasta que lo supe.


Killian era un reconocido modelo, el mundo le aclamaba y necesitaba… pero estaba enfermo y su raro tipo de sangre no se encontraba en muchas personas, mucho menos donadores. Por ellos recorrió a la última opción: crear a quien llevara su sangre, sangre que sería aceptada por su cuerpo.


Y así nació Gee, un donador óptimo, quien sería su sacrificio cuando él le necesitara.


Entendía bien la situación de Killian, un  hombre de agradable actitud, reconocido modelo a pesar de su edad, “alguien demasiado importante” pero cuya vida llegaba a su límite, necesitaba un donador que le regresara su vida… y ese donador era Gerard, a quien procreó con ese único fin.


Dolido me negué a aceptar esa falsa calidez, y me encargué de cuidar de Gee yo solo, aceptando todo el dolor que llegó en el camino, no necesitando nada más que estar el uno junto al otro, y alimentando ese deseo de permanecer por siempre juntos, pero al parecer no pudimos escapar de ese cruel destino que ahora se hallaba intentando convencer a mi hermano.


-Lo siento, pero no soy un instrumento- comentó finalmente Gerard, causando alivio a mi corazón- la vida es algo efímero y hermoso, agradezco tenerla, y pienso aprovecharla mientras la tenga. Por eso lamento si es egoísta, pero quiero vivir- expresó con su característica seguridad sorprendiendo tanto a su padre como a mí.


-Mis disculpas, pero no puedo esperar más- comentó afligido el rubio- no me queda mucho tiempo, y yo tampoco puedo aceptar a la muerte.


-Lamento arruinar tus planes pero puedes regresar por donde viniste- bufé molesto.


Me coloqué enfrente de Gerard, dispuesto a hacer lo que fuese porque nadie lo apartara nuevamente de mí. Sabía que no sería fácil, que Killian siempre obtenía lo que deseaba, pero esta sería la excepción.


-Solo he venido a reclamar lo que me pertenece, querido Demian, no querrás que el pobre chico se entere de lo que hiciste para traerlo de vuelta.


Claramente estaba en desventaja… pero no me importaba si mi hermano me odiaba, él debía vivir tal y como lo deseaba ahora.


-Escucha bien Gee, he hecho demasiadas cosas no demasiado buenas, pero eso es porque haría lo que fuese por ti, y no me importa cuán egoísta sea, no dejaré que te aparten de mi lado nunca más. Dime algo, si ves todo lo malo en mí ¿Me odiarías?


-No me interesa lo que sea que hayas hecho, no podría odiarte Demian… - contestó igual de seguro.


-Eso es lo único que importa, te amo Gee.


Le sonreí y tomé su mano mientras veía sus labios entreabrirse para corresponder mi frase, pero fui incapaz de escucharle porque un fuerte sonido aturdió nuestros oídos. De repente todo se volvió frío y oscuro… tal y como el mundo era así se mostraba ante mis ojos.


La impasible tibieza  se tornó más y más gélida, al grado de no distinguir el dolor ni otra sensación, no sentía nada… solo esa seguridad de proteger la persona cuya mano sostenía.


“No volveré a soltarte, esta vez definitivamente te protegeré”

Notas finales:

Bueno podría hacer más larga la historia (mas??) pero no se que opinen, ponemos historia de Jake (que sería algo larga) o ya como lo planee el final para el próximo cap... o lo divido en dos capis... 

Bueno veremos que pasa con tanto caos en mi "creatividad" espero les haya gustado y nos leemos la proxima n.n/

Ah y claro como siempre les invito a mi pagina:

† Dereck G de Shemhamforash †

Y a leer mi otro fic "en mis lágrimas" gracias a todos n.n


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).