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Rompiendo el caparazón de dolor por Dereck G de Sehamforash

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Notas del capitulo:

Lo sé, lo sé, demasiado tiempo y solo traigo esto... pero el próximo será de Owayne y Seere... y adivinen que? habrá lemon (falsa publicidad)

Gracias como siempre a quienes apoyan a la historia comentando n.n es muy lindo sentir que hay alguien a quien la historia le gusta al grado de tomar de su tiempo para expresar ese gusto:

shanasss 

Kana_shimi 

sharedey

Rintarou Taiga

blakanghel

5lorencia

Roy Loydd 

Angi3Chann

Y de manera muy especial a InfernalxAikyo quien me hizo un lindisimo dibujo de Owayne y Seere :v y que pueden ver en la pagina de FB... sin mas divagaciones bienvenidos a leer n.n

Siempre había sido de esa manera, la vida poseía cientos de formas crueles en que uno perdía lo más valioso que podría tener: libertad.

 

Nacido como el segundo hijo de una de las familias más importantes, desde niño se me educó para acatar las órdenes que me fuesen dadas, hablar propiamente, usar cada cubierto según su uso y utilizar esos finos modales que asombraban a los amigos de mis padres.

 

Simplemente hacer tal y como mi hermano Gilbert hacía.

 

Algo que nunca me agradó, teniendo que ser comparado con “que buen chico, su pequeño Jake cuando crezca será como su hijo Gilbert”

 

No quería. Lo último que deseaba era ser igual que alguien más, necesitaba tener mis propias acciones por las cuales me reconocieran, cosas por las que pudieran decir “Jake es Jake, es único” pudiendo notar aquellas características que hacían de cada persona algo único, pero en mi caso no lo había.

 

-Yo creo que Jake es único- opinaba la inocente voz, cuyo dueño me miraba alegre con sus ojos escarlata.

 

Sonreí ante el comentario de Joshua, que a pesar de ser “el simple hijo de la sirvienta” era como mi hermano menor, y claro él también era único.

 

-No lo sé, realmente no me gusta tener que ser lo que ellos esperan que sea… no quiero dejar que me moldeen a su manera, porque entonces en algún  momento los decepcionaré… y también me decepcionaré a mí mismo.

 

-Entonces simplemente deberías ser como quieres.

 

Y la gran pregunta surgía ¿Cómo quería ser? Único no era una palabra que pudiera definir algo, era el conjunto de una serie de características, hacer cosas que nadie más hacía, definitivamente algo como eso sería difícil. Entonces simplemente hacer algo distinto.

 

Simplemente con hacer algo que Gilbert no. Tomaba mis clases de violín, eso era algo que mi hermano no hacía, algo que me diferenciaba, y que incluso me agradaba, a pesar de que fuese solo el burdo intento de impresionar a las amistades de la familia.

 

 

 

-¿Puedo oír lo que escuchas?- preguntaba cierto día al chico peliblanco que amablemente asintió y me prestó uno de los audífonos.

 

Lo que escuché fue simplemente maravilloso, era una pieza de violín, pero no como aquellas aburridas piezas que me obligaban a aprender, era una pieza con violín eléctrico así que alegre descubrí algo que me había gustado, algo en lo que anhelaba esforzarme.

 

Puse mi mayor esfuerzo en aprender varias piezas, pero el resultado no fue el esperado

 

 

 

-Jake se supone que esa es la pieza que nos ibas a mostrar- decía mi madre desconcertada al notar las risas de sus amigas.

 

-Lo es, es una pieza muy buena, se llama Phantom of the Opera y es de Lindsey Stirling

 

-Eso no es música- me reprendió- es una vergüenza que malgastes tu tiempo aprendiendo algo como eso, es solo basura de la clase baja, dios no quiera que te conviertas en uno de esos punks

 

Ni siquiera tuve idea de lo que intentaba decirme, pero lo que me quedó claro es que ellos no iban a aceptar algo que a mí me gustase… pero igualmente entendí que lo que yo debía hacer era lo que finalmente deseaba

 

Y así comenzó la época de rebelión, donde me dediqué a salir de casa, llegar a altas horas de la noche, no darles el gusto de poder presumir un hijo modelo, porque yo no lo era, ni quería serlo, simplemente era yo y así era como me tenían que amar.

 

-Claro que le aman señor Jake- comentaba con algo de pesar mi sirviente y amigo Joshua, mientras se dedicaba a curar las heridas por una riña de la noche anterior- sus padres le aman, pero debe ser difícil si no se esfuerza por no dejar de llevarles la contraria.

 

-No lo hago solo por molestar, es que se siente tanta libertad.

 

-Libertad

 

-Por supuesto, debe ser cruel, porque al ser un sirviente no puedes hacer lo que quieras, pero algún día deberías intentar.

 

-Todo lo que quiero es estar con usted amo Jake- sonrió sincero haciéndome sonrojar- no hay libertad que valga más que eso, pero si usted es feliz que más da, solo por favor cuídese, no me gustaría pensar que algo malo pudiera pasar.

 

Su rostro lleno de preocupación me conmovió, él era el único que siempre estuvo a mi lado, y sin pensar demasiado en las consecuencias sujeté su barbilla y uní nuestros labios.

 

Comenzó lento primero y luego, al notar que no oponía resistencia mordí levemente su labio inferior, obligándole a abrir sus labios y dejarme introducir mi lengua hasta acariciar la suya. Perdí la cuenta de los segundos que pasaron, hasta que tuvimos que separarnos.

 

-No creí que fueras a acceder- comenté con burla.

 

-No veo por qué no, amo Jake yo… -agachó la mirada y finalmente la levantó de nuevo para dejarme apreciar su sonrojado rostro- yo lo amo.

 

Cruel pensar en que alguien como él pudiera amar la poca cosa que yo era, aquel chico pendenciero, sarcástico y malinfluenciado en el que me había convertido, era cierto que yo también le amaba, pero me negué a creerlo.

 

-No creo que sea así, cualquiera podría quererte, solo debe ser la costumbre de estar todo el tiempo conmigo.

 

-Aun si no estuviese obligado a hacerlo, lo estaría, permanecería a su lado por siempre.

 

-Joshua, eres demasiado lindo, pero no te veo como algo más, eres como un hermano- mentí

 

Su semblante manifestó algo de desilusión pero al final sonrió

 

-Eso me basta señor Jake, sé que no tengo oportunidad con alguien como usted.

 

“Alguien como yo” me parecía gracioso que alguien que no merecía se sintiera poca cosa frente a mí y decidí olvidarle, no podía condenarle a estar conmigo, no podía permitirme hacerle daño y era mejor si encontraba a alguien, no importaba quien, solo quien me hiciera olvidar.

 

 

 

 

 

Pero el olvido no llegó, cada encuentro solo me hacía notar que sin importar con quien follara no podía sentir ni siquiera la mitad de lo que sentía cuando miraba la simple sonrisa de Joshua

 

“Estúpidos sentimientos” ¿Qué se suponía que era? Actuando como una niña enamorada, esa basura no me pasaría a mí, yo no era como el resto de idiotas que iban por la vida creyendo en eso del amor, y continué con mi actitud.

 

Las consecuencias: Decepción de mis padres, por desgracia aún vivía bajo su techo y fui obligado a ir a un internado, lugar donde aún continuaba con mi actitud rebelde. Bastante gracioso, podía hacer lo que me viniese en gana, el director no podía echarme de su escuela porque mis padres “donaban” una generosa cantidad a cambio de que yo estuviese ahí.

 

Dos años en que en algunas ocasiones me esforcé, extrañaba a Joshua y aun así seguí con el inútil intento de olvidarle, las parejas no me faltaron, en un internado para hombres podía acostarme con cualquiera… pero continúe sin poder olvidar, el vacío que se sentía era inexplicable.

 

Y finalmente me gradué, desobedeciendo las órdenes de entrar a una buena universidad, cuando vi a Joshua no pude evitar el volver a expresar mis sentimientos, pero antes de poder hacerle mío tuve que detenerme como consecuencia de la terrible conciencia que me dañaba.

 

-No puedo- exclamé nervioso levantándome y volviendo a abrochar mi pantalón y mi camisa

 

-Amo Jake- intentaba comprender el peliblanco que yacía en la cama, cubierto únicamente por mi chaqueta de cuero dejando a la vista sus perfectas piernas- ¿hice algo mal?

 

-No eres tú Josh… -le expliqué mientras me volvía a sentar a su lado acariciando su mejilla- es que eres tan… tan dulce, creo que no quiero dañarte.

 

-No debería preocuparse por eso- manifestó sonrojado- pero supongo que estaría bien esperar, ya lo hice por dos años.

 

-No tienes idea de cuánto te extrañé.

 

-Yo también le extrañé, amo. Aún no he escuchado su respuesta… ¿ahora soy más que como un hermano para usted?

 

 

 

Una oportunidad que de nuevo dejé escapar, solo por sentir que en ese tiempo aun no era alguien digno del pequeño peliblanco, pero a ese paso probablemente nunca lo sería.

 

Hui de casa y busqué un trabajo, consiguiendo de todo un poco, odiaba mi apellido y en general todo lo que tuviese que ver con esa basura de la alta sociedad, por lo cual no me importó vivir en las condiciones de lo peor, simplemente esperando un nuevo día

 

La lluvia caía amenazante, yo tan alcoholizado que apenas podía sostenerme en pie, y recién golpeado solo podía sentir el soporífero efecto, hasta que mi cuerpo se desplomó, comencé a reír como si estuviese loco, deseando que tan solo alguien pudiera ayudarme… no podía morir sin ver a Joshua de nuevo, y decirle que no era solo como un hermano para mí.

 

Y fue entonces cuando apareció, aquel chico de aspecto frío, pero con un contrarrestante corazón cálido, me llevó con él, llevándome a rastras, ni siquiera preguntó, solo atendió mis heridas y me obsequió algo que comer.

 

-¿Quién es tu amigo?- cuestionaba el sujeto castaño que parecía ser el dueño del establecimiento.

 

-No lo sé, pero creo que necesitaba ayuda.

 

Su gentileza me recordó a mi dulce sirviente, con su bondadoso corazón que le obligaba a ayudar hasta a los insignificantes animales, sujeté el brazo de mi benefactor.

 

-¿Cuál es tu nombre?

 

-¿Por qué debería decírtelo?

 

Me pareció gracioso que comenzara a hacerse el duro, de manera que decidí unirme a su juego.

 

-Bueno, soy Jake, busco trabajo, se hacer de todo supongo y no necesito gran paga, lo único que pido es que no me jodan con lo de la apariencia.

 

-De ninguna manera- sonrió el amable castaño-aquí no importa el aspecto y nos hace falta un transportista, cierto Seere- cuestionó dirigiéndose al chico de ojos azules que me ayudó.

 

-Así que te llamas Seere eh, bien Seere has sido bastante amable conmigo, te lo podré compensar toda la noche- dije sugerente mientras remordía mi labio inferior.

 

El pelinegro molesto me golpeó en la entrepierna

 

-Regresa por donde viniste, maldito homosexual enfermo.

 

-Seere no puedes tratar así a tu compañero, deberían llevarse bien obviamente el chico solo estaba bromeando. Ah es verdad, soy Demian Wright es un placer Jake- se presentó mientras ayudaba a levantarme.

 

-Bien en adelante, jefe será un gusto trabajar con ustedes, especialmente contigo Seere.

 

-Intenta tocarme y terminaras en uno de estos ataúdes.

 

 

 

Seere parecía un reto interesante, me agradaba hacerlo molestar a pesar de las consecuencias que acarreaba, de alguna manera percibía el aura de Joshua… pero él no sonreía y no lograba entender por qué.

 

La mayoría de veces que jugaba eran “acosos” a los cuales nunca cedió por supuesto, ni un sonrojo, ni un titubeo, simplemente esa fría expresión, tan distinta a la primera que vi en él, ese rostro lleno de compasión y preocupación que deseaba volver a ver.

 

Hasta ahora jamás pude volver a verlo, pero sabía que aquel chico pelirrojo que tato se esforzó por estar a su lado podría tal vez hacer que él también sonriera, algo que yo nunca podría hacer. Pero lo que si podía era volver y mostrarme como era con aquella persona que me esperaba.

 

Y fue cuando conocí a Neal, una persona amable pese al trabajo que desempeñaba. Él me dijo que no había algo de malo en ser como debiese con esa persona, y que si deseaba algo tenía que luchar por ello, me hizo ver que yo no deseaba ver  a Joshua con alguien más… ¿y conmigo tampoco?

 

Claro que anhelaba tenerlo conmigo, pero sentirme tan poca cosa a su lado.

 

-No me van esas idioteces relacionadas con el amor- mentía haciéndome el indolente.

 

-Entonces supongo que eres como el resto- manifestó bebiendo de su copa.

 

-No, el resto es quien idiotamente cree en el amor.

 

-Que gracioso, creo que cualquiera diría eso mismo que tú, pero yo creo que existe, y tú también, solo que te niegas a aceptar que podrías ser de las pocas personas que si saben amar.

 

Las pocas personas que pueden amar, era verdad todo el tiempo creía que el no creer en el amor me hacía diferente, pero al final solo me hacía uno más de lo mismo… pero era distinto, yo si amaba a alguien.

 

-Supongo que es cierto… pero temo que Joshua me odie tras conocer al verdadero yo- comencé a sincerarme.

 

-Solo tú puedes decidir qué tipo de persona quieres ser para él.

 

Eso era, quería ser mejor de lo que era, no como cualquiera, sin importar mis gustos o mi apariencia actual era un hecho que le amaba. Y pude volver para decírselo, sintiéndome tan afortunado porque en todo el tiempo que pasó Joshua jamás se olvidó de mí… y más aún que me aceptó. Que algo como el amor de verdad existía.

 

Aun si el mundo se oponía porque era un amor distinto no me interesaba. Amaba cuan diferente era, cuan mal visto era: amo y sirviente, incesto de hermanos, una relación homosexual… pero al fin y al cabo amor verdadero.

 

 

 

 

 

 

 

-Jake, ¿me estás escuchando?- la dulce voz del peliblanco me sacó de mis pensamientos.

 

-No, tendrás que repetirlo porque pensaba en algo importante- sonreí con cinismo.

 

-¿Qué cosa es tan importante?- preguntó con un encantador puchero

 

-Tú

 

Su rostro se ruborizó al escucharme, un gesto encantador que disfrutaba sin importar cuantas veces viera

 

-Ah… vale- agachó la mirada para callar.

 

Noté que Angel y Neal se dirigían a la salida, el rubio hizo una seña indicándome que sería mejor también retirarnos, le sonreí asintiendo.

 

-Sabes creo que Seere y Owayne tienen asuntos importantes que atender, porque no les dejamos solos y vamos a algún lugar agradable.

 

-¿Puedo elegir el lugar?- preguntó con sus lindos ojos llenos de ilusión

 

-Por supuesto, mi joven amo Josh- me incliné para besar su mano

 

-No deberías decir eso tú eres…

 

-Tu fiel sirviente que haría lo que fuese con tan solo escucharlo de tus labios, ordene lo que desee.

 

En un tierno gesto mordió la manga de su suéter, el cual le quedaba algo grande y luego sonrió con sus mejillas coloreadas del mismo color que sus ojos.

 

-Siendo así deseo que te quedes a mi lado.

 

-Para toda la vida.

 

Demasiado cursi lo sé, pero a la mierda con lo que crea el resto, así es como me siento bien, quizás no encaja con el deseo de libertad que hubiese anhelado, pero encontré algo mejor, y podría jurar que no necesito libertad si eso significa poder atarme a esta persona… hasta que me convierta en polvo.

Notas finales:

Ese Jake demasiado cursi ¬¬ si algo no esta bien (ortografia, redacción, lo que sea) pueden hacermelo saber

La página de FB con curiosidades, dibujos y noticias de actualizaciones (y propaganda ewe) es † Dereck G de Shemhamforash †

Gracias y nos leemos la proxima n.n/

 

 

 


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