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Rompiendo el caparazón de dolor por Dereck G de Sehamforash

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Notas del capitulo:

Sé que tardé mucho, pero finalmente aqui lo que sucedió en el hospital con Demiam y Gee aquella vez

Gracias a quienes han apoyado a la historia con sus comentarios, ayudan de verdad a que la historia continue

Angi3Chann

sharedey

5lorecia

Angela

blakanghel

Rintarou Taiga

InfernalxAikyo

Kana_shimi 

Kaorugloomy

Gracias a todos, espero el capítulo sea de su agrado

“Sabía que me protegías y creía que esos días durarían por siempre. Días que pese a mis deseos, se esfumaron demasiado pronto.


No tengo nada más que pudiera ofrecer... Pero quiero estar más contigo. Quiero oírte. Volver a verte… quiero amarte por la eternidad.


He intentado esconder mis lágrimas débiles detrás de una sonrisa, pero ya no puedo más. Mis años de soñar han terminado.


Al final, ¿mi verdadero yo estará allí? Es tan difícil tratar de lidiar con esto. 


Incluso extendiendo hacia el inmenso cielo mi mano he intentado alcanzar la tenue luz. Pero esto fue a lo que todo se redujo”


 


De nuevo el frío amanecer vino, y con él la mañana, porque desde que nací todos sus recuerdos estuvieron siempre conmigo… y aunque el tiempo haya pasado y ahora fuese un adulto, mi deseo era tan solo un poco más…


Volverle a sentir.


Porque ahora vivía esa solitaria, triste y sufrida existencia, necesitando gente que necesitara que le dejase amarme… tal vez…


Mentira, tan solo le necesitaba a él, y sin embargo una vez más estaba solo, permitiéndole a las lágrimas desbordarse.


Pero tenía la esperanza de que llegara... esa simple esperanza de volver a verle.


Anodinos transcurrían los días, las estaciones, los años...


Hasta aquel día…


De repente el cruel mundo pareciera querer tornarse más amable, permitiéndome luego de cinco años volver a verle, contemplar una vez más su sonrisa, tocarle… y amarle demostrándolo por primera vez.


Sus orbes violetas que mostraban dulzura resaltando en su nívea piel, las largas pestañas del mismo color que su cabello hasta los hombros. Y la cálida voz que permanecía a pesar de los años… como si ese lustro no hubiese pasado jamás.


Acostado frente a mí me regalaba la cálida sonrisa que permanecía tan grabada en mi mente, esta vez no se trataba de un sueño, era Gerard, MI Gerard. A quien jamás volvería a dejar ir.


Pudiendo hablar de cualquier cosa, los dolorosos pecados salidos a relucir, recibidos por la caliginosa  amabilidad que lo perdonaba todo con un “está bien”


Lo amaba.


Lo amaba más que a nada en el mundo y ahora le tenía de vuelta entre mis brazos.


Sí, la vida parecía querer compensar el cruel vacío al que me condenó por tanto tiempo, solo para una vez más mostrar lo despiadada que podía llegar a ser, la llegada de Killian y la felicidad se desmoronó en cámara lenta.


Y de pronto me vi envuelto en el blanco manto indoloro… sin percibir el frío o el sonido… nada más que la calidez de la persona que abrazaba…


Lo último que podía recordar era la conversación con el padre de Gee, y de repente el ruido, un ruido aturdidor… y el resplandeciente blanco.


 


 


Perdí la noción del tiempo, con las sensaciones que parecían flotar en silencio… ahogadas entre el barullo de la conmoción, finalmente abrí los ojos para cerciorarme de que Gerard estuviese bien y el pánico vino a mí.


La sangre cubriendo alrededor, derramándose sobre el albo piso que hasta hace unos momentos lucía perfectamente inmaculado.


Desbordante sangre que fluía en caudales parsimoniosos, más no era sangre de Gee o mía… protegiéndonos con su propio cuerpo se hallaba Killian.


-Killian… que…- alcancé a musitar desconcertado


-Padre- exclamó atemorizado Gerard interviniendo la enorme herida que atravesaba el torso de Killian y parecía no parar de sangrar.


-Gerard- le detuvo empujándole- deberías dejar que…


Y antes que pudiese continuar el amigo de Owayne llegó hasta nosotros lleno de preocupación, y primeramente que cualquier personal del cuerpo médico atendió las heridas superficiales, ayudando a levantarse a Killian e insistiendo en que fuese revisado.


Pese a la nueva cantidad de heridos los médicos le atendieron al notar lo grave de su estado, pero era obvio que aun tras sobrevivir a eso su vida estaba contada, no pasaría mucho antes que su enfermedad comenzara a causar verdaderos estragos y finalmente…


Apartando esos pensamientos miré por la ventana donde se hallaba lleno de  aparatos que atravesaban su cuerpo, parecía nostálgico mientras le sonreía a una enfermera que dejo algo de comida.


En alguna parte entendí que lo único que deseaba era vivir, pero por desgracia la vida era injusta, y ahora se encontraba creando sus últimas memorias en este mundo, memorias que agradecería porque pudo escoger la vida de Gee.


Mis heridas no eran para nada graves, únicamente golpes y leves contusiones, me quede asegurándome que Gee estuviese bien, aunque sus heridas tampoco eran graves.


-No es necesario que cuides tan ferviente de mí sabes-  exclamó mi dulce hermano


-Necesito saber que estarás bien- protesté en un intento por convencerle


-Lo estaré. Así que no es necesario, ¿puedo pedirte que ayudes a otros que lo necesiten?


Y ahí estaba de nuevo, esa gentileza abrigadora, capaz de conmover hasta el más duro corazón… o al menos eso pensaba yo, que alguien así de amable no podrías ser más que amado.


-De acuerdo- accedí de inmediato- entonces vuelvo en seguida.


Mi hermano simplemente sonrió asintiendo, mientras un enfermero terminaba de vendar su brazo.


 


Ayudé cuanto pude, pese a que no había mucho por hacer, y luego de ellos me dirigí a la habitación donde descansaba Killian, sentía que debía verle, y una vez que entré me percaté que conversaba animadamente con Chris


-A decir verdad no me importaría poner en duda mi sexualidad con un jovencito tan lindo- exclamaba mientras sonreía de manera seductora y dejaba en el buró su plato de comida.


-De acuerdo, creo que llegué en mal momento- bufé asimilando lo que acababa de escuchar- háblenme cuando termine el flirteo.


Estaba a punto de salir cuando Chris me lo impidió


-Quédese por favor, supongo que tendrán cosas de que continuar hablando.


-Claro Chris- le respondió alegre el hombre que yacía recostado- ven cuando quieras o me sentiré muy solo


El castaño asintió sonriendo, mientras salía de la habitación


 


Era confuso estar con la persona que más detestaba, al menos hasta hace unos momentos, sin idea de que decir permanecí de pie en total afonía durante un largo e incómodo rato.


-¿Cómo esta Gee?- preguntó finalmente, rompiendo el silencio.


-Él se encuentra bien, tal vez venga pronto, están revisando unos últimos golpes que sufrió.


-Deberías estar con él entonces- exclamó reprendiéndome


-Supongo… solo quería agradecerte por ayudarnos…


-No te hagas una idea equívoca Demian, sería un desperdicio perder a mi querido donador.


Le miré como si hablase en serio, su voz tranquila, su mirada fría que no parecía como la de Gerard, la expresión sin sentimientos…


-Me cuesta pensar que sigas viendo de esa manera a tu propio hijo.


-Las personas no deberían encariñarse con los objetos o terminaran sufriendo tarde o temprano, es por eso que no puedo sentir afecto por Gerard, no debo.


-Gerard no es un objeto, tú le amas ¿no es así?- insistí recargándome sobre su cama y obligándole a mirarme para asegurarme que su respuesta sería verdad.


-Eso es absurdo- posó su seria mirada hacía la ventana, donde unas gotas caían amenazando con más lluvia- solo me importa mi propia vida.


-Deja de…


- Algún día... tendré que marcharme para siempre, Demian... – me miró fijamente expresando por primera vez sentimientos verdaderos, con los ojos llenos de nostalgia aceptaba el cruel destino al cual estaba condenado desde hacía mucho- tendré que ir a donde todos van... creo que ahora es inevitable, pero a Gee todavía le queda demasiado por lo que vivir.


-Killian eso…


-Padre- la dulce voz del peliblanco interrumpiéndome nos obligó a voltear a donde se encontraba.


-Vaya no esperaba que escuchases eso- el hombre simplemente esbozó una triste sonrisa de medio lado.


-Gracias- sonrió amable mi hermano abrazándole


-Vete Gerard- pidió amable acariciando sus cabellos- no se supone que deba seguir causándote más daño, y Demian… -se dirigió hacia mí.


Voltee para saber qué era lo que pediría


-Cuida a Gee.


-Aun si no me lo pidieras, eso es lo que haré… pero ¿y qué pasará contigo?


-Eso es lo que menos importa mi querido Demian, ha sido entretenido jugar con ustedes, divirtámonos en otra ocasión.


Levantándose se acercó hasta la ventana y la abrió  justo cuando se escuchó a la puerta abrirse con gran vehemencia.


-Quietos todos, Killian queda detenido por los accidentes en el hospital.


Pero el sujeto simplemente sonrió, dejándose caer hacia atrás por la venta ante la vista estupefacta de los que estábamos en la habitación.


Dentro de mi sentí estrujarse algo en mi pecho, lo que tanto hubiera esperado… pero ahora que él nos había protegido… podía saber que Killian en definitiva no era alguien que mereciera aquello


Reaccioné y corrí a ver lo que sucedía dándome cuenta que alguien ya lo esperaba desde afuera, llevándole consigo mientras Killian se despedía de manera burlesca.


Aliviado dejé que Gerard también se acercara a mirarle por última vez, pero no solo él quería ver que había sido de su padre.


-Maldición ha escapado- exclamó el oficial tardíamente acercándose a la ventana y tomó su radio para comunicarse con el resto de policías que imaginé esperaban órdenes.


-Oficial- le detuve intentando interceder- creo que no será necesario… por desgracia la vida de aquel hombre… está contada.


-Eso no es mi asunto señor, unidad 2 el sospechoso ha huido, diríjanse hacia el área este, repito diríjanse al área este, el sujeto no debe estar lejos.


Esa fue la última vez que le miré, por lo que supe no pudieron atraparlo, no sabía si alegrarme o preocuparme por ellos, pero por alguna razón me hacía sentir tranquilo.


 


Luego de una interrogación finalmente Gee y yo pudimos volver a casa, la casa que le esperaba con las puertas abiertas desde hacía 5 años.


El resto de mis acciones indebidas fueron confesadas en los días siguientes, cosas como “la razón de que despertara”, y, aunque en un principio fue bastante duro el aceptarlo él como siempre solo perdonaba


“Lo importante es que ahora estamos juntos”


Era verdad, y en gran parte gracias a Killian, no solo por traerle al mundo, traerle de vuelta, y encima de todo dejarlo conmigo, saber escoger entre su felicidad y la nuestra.


Ahora solo quedaba esperar por la felicidad del resto, estaba seguro que lo lograrían.


Incluso Killian. Quizás no encontró lo que buscaba… quizás pudo encontrar algo mejor


Porque aun cuando llevaba los últimos 8 meses sin saber nada de él le podía agradecer profundamente, la vida no es amable: son las personas, y él, de todo, me ha dado a lo que más amo en el mundo.


“El sueño que había anhelado se comienza a vislumbrar en medio del tiempo, en el interior de las cansadas pupilas las lágrimas permanecieron como brillantes gotas del pasado.


El lugar al donde el Sol no llegaba, en el profundo mar de la soledad, donde yo yacía en un ataúd, fui iluminado por la luz de esta mano… y he vuelto otra vez”

Notas finales:

Ah ese Demian tan poetico, jaja el título fue algo extraño, pero me gustó, tenía dudas sobre como ponerle y escuchaba "rain" de Breaking Benjamin y pues esto fue lo que salió (un poco corto, pero me esforzaré por volver a las 2000 palabras por capi)

Y les invito a la página donde encontraran noticias, actualizaciones, dibujos, curiosidades y desvariaciones del autor: † Dereck G de Shemhamforash †

Nos leemos la próxima :)


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