Mi suspiro que es una frágil melodía se hunde dentro del silencio, habría caído derrumbado con el pensamiento que no regresaría jamás. El tiempo comenzó a transcurrir y mis lágrimas inconsistentes se derramaron sobre ese espejo roto en el cual su figura no se reflejaba ya.
Si tan sólo de nuevo pudiese tomar su mano, entonces estas lágrimas serían capaces una vez más de poder oír su voz, no me habría importado si en estos momentos pudiese dar mi vida por él.
Mi amado Seere, cuyo nombre yacía escrito en el sobre, si tan sólo él pudiese una vez más respirar sólo por mí, jamás permitiría que mi cuerpo se rindiese ante las tentaciones de la oscuridad.
Recorrí con la mirada la caligrafía del puño de Seere, ansioso por conocer el mensaje que se hallaba en su interior.
“Ha pasado largo tiempo, aunque intenté escribir antes me resultó imposible, espero que todo por allá marche bien
El deprimente tiempo no ha mostrado clemencia, aunque mi propósito al marcharme apenas si pudo ser cubierto el estar lejos me hace pensar que he estado fuera por una eternidad.
Confió en que al recibir esta carta no estés afligido, sino que conserves esa sonrisa que tenías tal y como me marché, que ese recuerdo siga intacto a pesar de los ocho meses que han pasado, confío en lo verdes que habrán sido tus orbes, más abiertos de lo áureo.
Tampoco yo tengo idea de cómo pasó… apenas lo estoy creyendo, siento haber despertado de un profundo sueño pero hoy comprendo que todo ha sido real: la cruel despedida, el sí que tanto esperaba, la luna que se prestaba cada noche y que seguramente ambos mirábamos…
El fruto de mis esfuerzos finalmente lo alcancé y es que nunca me cansé de pretender alcanzar ese objetivo, a pesar de mis defectos, nunca jamás renuncié, y justo ahora puedo regresar y compartirles lo que he logrado.
Pero no pretendo llenar las líneas de aburridas cosas sobre la razón por la que me fui, me es más importante hablar de la razón por la cual quiero volver: También te extraño… Y es que nunca te olvidé.
Cada noche recordaba aquel día en que por fin pude aceptar esos sentimientos, dolía por pensar que era tan próximo a la inminente separación.
Tardé un poco, reaccioné, mi corazón se volcaba. Mi mente me transportaba hacia un mundo paralelo, había alcanzado mi anhelo después de tanto esperar. Poco a poco dije adiós al sufrimiento, no cabía de la emoción ¿Sabes? No hay trofeo ni galardón que se compare contigo, no hay tortura ni castigo como la idea de perderte, contigo me siento fuerte.
En la rapidez de las tardes apresuradas, recostado al naciente ocaso de cien colores, mirando a lo lejos el verde azulado cielo, lejano e infinito donde se arremolinan las nubes con medialuna de tarde también, y no me queda más que dar las gracias, por la dicha de tenerte.
Cuando miro al través de la ventana que ilumina el verde fulgor que me recuerda a tu mirada. Y es que la primavera que he visto pasar en la ignota espesura del tiempo cernida en evocaciones, anhelos y afanes donde la edad se torna etérea en la inmensidad de los recuerdos de las historias vividas.
Historias que quiero continuar al volver a tu lado, aunque tal vez no fue tan pronto como pudiera haberlo deseado.
Como sea, creo que me he extendido bastante, tampoco es como si alguna vez hubiera sido bueno con las palabras y no obstante a ello había tanto que podría haber dicho.
Pero prefiero que sea en persona.
Los echo de menos, a todos y por supuesto a Yeot mo gora, pero confío en que le estés cuidando bien así que eso me ha tranquilizado durante mi estancia aquí.
Ah claro, y antes que comiencen los reclamos he de decir que no pude comunicarme, no porque no quisiera, pero ya en su momento les contaré todo lo que he pasado, aunque no es la gran cosa.
Creo que llegaré más pronto de lo que esperan
P.D. espero que te hayan arrollado tres coches en mi ausencia
Seere”
-¿Joven Owayne?- oí al peliblanco llamarme con preocupación al notar mi estado.
-Lo siento Gee- limpié mis lágrimas- es solo que estoy feliz… muy feliz, ah Seere, dice que volverá pronto- le informé alegre, haciendo que su sonrisa también apareciera.
-Son buenas noticias, eso significa que su espera al final será recompensada.
-Lo será, no puedo esperar a avisarle a los demás.
Y tal como lo pensé la buena noticia alegró a todos en la funeraria, lo cual solo me hacía más feliz, porque nunca fue un adiós, y ahora volvería a verle de nuevo.
-Eh, así que finalmente tu chico volverá- expresaba alegre Chris luego de que le conté sobre la carta- menos mal, supongo que son buenas noticias de cumpleaños.
-Demasiado buenas… no sabes cómo le extrañé.
Terminé mi latte macchiato mirando por el cristal de la copa el cielo que se reflejaba, tan profundamente azul como la mirada de mi amado Seere. Definitivamente le extrañaba.
-Puedo imaginarlo… además así tal vez ciertas lapas molestas dejen te dejen de asfixiar… y hablando de ellas.
Noté como Matt estaba cerca de nosotros, volteaba en diferentes direcciones hasta que levanté la mano haciendo que viniera hasta donde nos encontrábamos, y causando enfado a mi amigo.
-Buenos días Owayne, buen día también a usted amigo de Owayne- pareció hacer un esfuerzo por ser amable también con el castaño.
-Buen día Matthew- contesté alegre el saludo- ¿buscabas a alguien?
-Sí, necesito encontrar al profesor de Producción gráfica, dijo que le buscara para entregar un proyecto, pero no puedo encontrarlo.
-Tal vez esté dando clases al grupo de 2c- comentó mi amigo con total seguridad- tengo una amiga en esa clase y parece que es su profesor en turno.
El rubio lo miró entre sorprendido y desconfiado, me volteo a ver y simplemente le asentí sonriendo, él pareció relajarse.
-Gracias por la información, nos vemos luego.
Le observé marcharse, mientras Chris desinteresado volteaba hacia otro lado dando un sorbo a su jugo.
-No pensé que fueras a ayudarle- comenté aun sorprendido
-Era mejor, de esa manera se marcharía más rápido.
-¿Por qué no intentas ser amable siempre?, creo que tú y él se llevarían bien
-No me interesa ser amigo de alguien tan hueco- expresó con desagrado.
-¿Y ser más que amigos?- solté de repente haciendo que Chris se atragantara con el jugo que tomaba.
-Ni de coña- expresó algo más tranquilo pero aun tosiendo.
-Vale, solo bromeaba.
-No hagas bromas de tan mal gusto.
-Lo siento.
Hubo una larga pausa mientras ambos seguíamos almorzando, hasta que su voz nuevamente rompió el silencio.
-Deberías ser algo más directo con él, sabes- comentó con su expresión seria de nuevo- a pesar de que me parezca un fastidio no creo que se merezca ser ilusionado con un imposible.
-Entiendo- recordé sus palabras el día anterior, sabiendo que la manera en que Matt me veía era esperando algo más, algo que no podría ser- me aseguraré de conversar adecuadamente cuando tenga la oportunidad.
-Pues espero sea pronto, anda vayamos a clases o llegaremos tarde.
-Vayamos juntos, aun te debo tu obsequio- pidió al salir Chris
-No es necesario, pero sabes que siempre regresamos juntos.
-Sí, pero no todos los días se va a un hotel.
Sentí como mi rostro comenzaba a sonrojarse, pese a estar consciente que lo único que mi amigo quería era justamente molestarme, iba a protestar cuando escuché a alguien llamarme.
-Joven Owayne puedo hablar un momento con usted- Viré mi mirada al rubio dueño voz que me hablaba.
-Matt, por supuesto.
Hice una seña a mi amigo indicándole que volvería en un momento y comencé a seguir a Matt hasta quedar en un sitio no tan visible para el resto
-Bueno yo… -su rostro se ruborizó mientras intentaba sostener la mirada- supe que hoy es su cumpleaños.
-Ah eso, si…
-Feliz cumpleaños joven Owayne- manifestó extendiendo sus manos con una caja de envoltura plateada que supuse sería un regalo para mí- no es gran cosa pero por favor acéptelo.
-Matt… te lo agradezco, pero no debiste molestarte.
-No es una molestia- agachó la mirada.
-¿Puedo abrirlo?
Él simplemente asintió, y al abrir noté que se trataba de una esclava de plata que tenía inscrito mi nombre por el frente y al reverso una frase: “Nunca dejes que tus lágrimas tomen tu sonrisa. Matthew”
-Es bastante lindo, en serio no debiste molestarte con algo así
-Joven Owayne… hay algo más que quiero decirle… yo…- me miró mientras yo esperaba que continuara, aun sabiendo que tal vez no quería escuchar el resto- usted me gusta bastante, sé que no debería tener oportunidad y realmente no espero que me corresponda pero…
Le abracé compadecido al notar que sus sentimientos eran demasiado nobles.
-Lo siento… estoy saliendo con alguien más… creo que debí ser más claro desde el principio
-No hay problema- contestó con tristeza en su voz- imaginé algo así, solo quería decirlo…
-Aunque es algo extraño, digo eres demasiado lindo, estoy seguro que cualquiera estaría más que feliz de tener a su lado a alguien como tú- comenté haciendo que su rostro se tornara un poco más alegre.
-Gracias, la persona que este con usted debe ser de lo más afortunada.
-Más bien yo soy quien se siente afortunado…
Nuevamente agachó un poco su rostro, pero esbozó una sonrisa, una triste sonrisa.
-Espero que sea un día muy agradable para usted, debo irme.
Y sin permitirme decir nada más acomodó el bolso en su hombro y dando la media vuelta se retiró, haciéndome sentir en parte culpable, la verdad era alguien muy agradable y no deseaba perder su amistad por algo como eso.
Afligido regresé a donde mi amigo, quien con tan solo verme dedujo lo que sucedió, por lo cual no hizo preguntas al respecto, simplemente caminamos por nuestra ruta cotidiana hasta nuestros trabajos.
Espere un momento fuera de la joyería donde aún trabajaba el castaño, hasta que volvió con una caja bastante elegante.
-Tu obsequio, que sea un muy buen día para ti Owayne.
-Gracias- acepté el regalo y le invité a ir conmigo hasta la funeraria, invitación que gustoso aceptó.
Las hojas marrones se mecían agradablemente al compás del viento, como en una nostálgica canción, barriéndose de lado a lado, llamaban la atención de cualquiera que estuviera “no tan ocupado”
Y una nueva melodía se unió al paisaje, combinándose con el pacífico silbido del viento: Eagle Seagull "You're the reason why I'm afraid to die”. Era el tono de mensajes en mi móvil.
La armonía inundó las pacificas calles obligándome a revisar el mensaje que llegaba y nada podría compararse el asombro y la felicidad que sentí en ese momento.
Abrí el envío y me encontré con un mensaje inesperado:
“Idiota homosexual hasta cuando piensas tenerme esperando”
Las palabras que hacía tiempo había dejado de leer, la manera en que por instinto reconocía la expresión… revisé más detalladamente el número; era del teléfono de Seere… el teléfono que estaba en la funeraria y que seguramente significaba…
-Owayne, ¿qué pasa?- preguntó con preocupación mi amigo.
-Es el…
Corrí con todas mis fuerzas, hasta visualizar la Eternall y parado, en la entrada se encontraba el pelinegro, esperando por mí.
-Seere…- alcancé a musitar sin salir del asombro de verle luego de tanto.
-Estoy de vuelta. Feliz cumpleaños Owayne
-Seere, Seere en serio eres tú- abracé al chico, aferrándome a él, deseando no dejarle apartarse de mi lado.
Nunca más.