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Rompiendo el caparazón de dolor por Dereck G de Sehamforash

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Notas del capitulo:

Nuevo capítulo, gracias a quienes han apoyado a la historia con sus lindos comentarios:

InfernalxAikyo

lore13 

sharedey 

Rintarou Taiga

Kaorugloomy quien ademas me hizo un hermoso dibujo de Evan

Eshua 

blakanghel

Kate

y a todos quienes leen esta humilde creación, gracias y bienvenidos sean a leer :3

 

El auto se aproximó por la avenida, hasta toparse con una poco notoria y escondida calle llena de árboles con marchitas hojas, los dorados ojos del joven que conducía contemplaron con asombro el panorama que combinaba con ellos.


La aurora recién se había asomado dejando entrever los primeros rayos de sol que le ayudaban a  mirar con claridad, ninguna alma parecía hallarse cerca, posiblemente era demasiado temprano para que alguien estuviera fuera, eso sin contar el helado otoño de ese año.


Su atención de pronto se dirigió a una de las esquinas donde se hallaba un impetuoso edificio de dos pisos en cuya entrada se podía leer “Funeraria Eternall”


–Oh, así que de nuevo este lugar, pequeño ángel quien hubiera imaginado que para encontrarte tan sólo debía volver a comenzar– bajó del auto notando a un hermoso joven que barría las calles, se trataba del amable hermano del dueño, quien no tardó en ofrecer ayuda al peli azul, que más que perdido parecía hallarse en trance.


–Esto, ¿hay algo en que pueda ayudarlo?– se acercó hasta él dejando su anterior actividad


–¡Vaya pero que lindo jovencito!– exclamó tan pronto notó mejor al muchacho con sus largos cabellos atados a media espalda, cayendo con gracia por su frente y hasta sus mejillas mismas que se coloreaban de un ligero carmín que combinaba con sus hermosos orbes violetas.


–¿Disculpe?– Formuló el otro sin comprender que hacía aquel sujeto en el establecimiento.


– Lo lamento, verás el chico al que traía ayer olvidó esto en el taxi– saliendo de su embeleso le mostró las cosas que Seere dejó el día anterior– espero no estarme confundiendo, la dirección apunta a este lugar– rectificó nuevamente mirando la tarjeta que se hallaba sobre los arreglos florales y finalmente sonrió entregándoselos a Gee.


– ¿Todo está bien Gerard?–cuestionaba el castaño recién saliendo de la estancia principal y sintiendo un enorme alivio al ver el enorme pedido que estaba a salvo


– Gracias a Dios, pero ¿cómo es que las cosas están bien?


–El chico lo dejó en el taxi, pero la dirección venía escrita en algunas cajas– explicó el peli azul dejando parecer obvia la razón por la cual se hallaba en ese sitio.


El jefe le inspeccionó un brevísimo momento, únicamente para grabarse aquella imagen, por alguna extraña razón aquella mirada dorada le hacía sentir un deja vu, como si se tratase de alguien que ya conocía pero no alcanzaba a recordar.


–Que amable de su parte– profirió  rindiéndose finalmente– ¿Hay algo que pueda hacer para compensarlo? Creo que Seere se marchó sin pagar.


–Con que Seere eh– sonrió complacido– pues me interesaría mucho ver al chico, eso sería suficiente.


Demian dudó un momento, ciertamente no había nada malo con aquello, pero luego de recordar la manera tan lastimosa en que Seere llegó un día antes lo reconsideró, más aún al buscar en sus recuerdos intentando relacionar los hechos.


–Seere no se encuentra en estos momentos– musitó Gee de manera tranquila, haciendo que la expresión del peli azul cambiara


–Pero puede esperar si gusta– ofreció el mayor intentando no parecer malagradecido


–Por desgracia debo trabajar, vendré mañana, por favor asegúrese que él esté, por cierto… dígale que Evan Blake vino a buscarlo.


Sin decir nada más se retiró de aquel sitio, dejando su intrigante aura impregnada en el gélido ambiente sepia.


–No recuerdo que me hubieses dicho algo sobre aquello ¿Qué fue lo que sucedió con Seere el día de ayer?– indagó interesado el más joven


–Me temo que recordó algo… que no debió recordar… y creo que él no fue el único.


 


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–¿Así que después de todo decidiste dejar a Seere?– comentaba el castaño apagando su cigarrillo con el cenicero sobre la mesa– bien supongo que no te habrás arrepentido ya.


–¿Cómo podría arrepentirme?– protestó sin demasiado interés aparente, jugando con la cuchara dentro su cappuccino–  Matt es un chico demasiado lindo– dio finalmente un sorbo a su bebida que comenzaba a enfriarse.


–Eso no es suficiente para amar a alguien, además es obvio que sigues amando a Seere.


–He estado pensando… que tal vez las cosas podrían cambiar– comentó aun sin interés sorprendiendo a Chris


–Te conozco lo suficientemente bien para poder leer la verdad de tus palabras, y sé que tú mismo dudas de que algo así pueda pasar


–Estimo lo suficiente a Matt y a mí mismo como para dejar atrás todo lo pasado y darme la oportunidad de volver a comenzar, no sería la primera vez que lo hago.


Y no obstante a su comentario, su mirada se veía vacía, sin poder negar cuanto se arrepentía de dejar a la persona que aún seguía amando. Y que precisamente Chris se lo recordara no le hacía ninguna gracia, hacerle recordar no solo lo feliz que fue, sino también lo doloroso que había sido dejarlo.


– Es suficiente, no necesito escucharlo– comentó su amigo con cierta molestia mientras tomaba sus cosas dispuesto a retirarse.


–¿Qué?– fue lo único que el pelirrojo alcanzó a decir, intentando detener al más alto quien no tardó en explicarse.


– Que no necesito escuchar tus mentiras, basta con ver tus lágrimas


Owayne pasó su mano sobre sus propias mejillas sin haberse percatado en que momento comenzó a llorar, rápidamente se limpió e intentó excusarse.


– Esto no es…


–Es estúpido lo que estás haciendo– las palabras del castaño le impidieron pronunciar una justificación que ni ante él sonaría convincente– no pienso interferir si es lo que quieres, sólo piénsatelo de nuevo


–Si Seere no piensa ser feliz al menos pienso hacerlo con la persona que me ama sinceramente


–No puedes pretender hacer feliz a alguien más si tú mismo no lo eres– reprendió tomando el rostro del pelirrojo entre sus manos, clavando su firme mirada en la del otro e intentando hacerle entrar en razón.


–Seere tampoco lo era– gritó finalmente dejando sus lágrimas brotar sin contenerse, él también deseaba decir y contarle todo aquello que pasaba en su interior– él me lo dijo, que pese a todo sigue amando a Taylor… ¿por qué Chris?… ¿por qué nunca puedo ser lo suficiente bueno para nadie?


El castaño comprendiendo la situación le abrazó reconfortándole, como si las palabras de Owayne pudieran ser sentidas por él, supo que su amor era tan real como su dolor y su tristeza, acarició su cabello sabiendo que posiblemente él era quien más sufría con el caos de sentimientos dentro de sí.


–Así que eso era mi pequeña bestiecilla dramática, tal vez después de todo un poco de tiempo lejos del otro les haga recapacitar, solo ten presente que si complicas las cosas al final no será doloroso sólo para ti.


–¿Qué debería de hacer?


–Yo no soy quien debe decirte eso: eres tú mismo, si simplemente dejaras a tus sentimientos hacerse sin oponerte tendrías menos preocupaciones… Ah y claro comenzar a estimarte en serio, eres maravilloso tal y como eres Owayne


–Gracias por todo Chris– sonrió con un leve rubor producto del amable cumplido del oji turquesa quien siempre lograba hacerle sentir mejor.


–Hey, ¿para qué estamos los amigos?


Owayne se despidió del castaño, marchándose del confortable lugar hacia su nueva morada, aquella que ahora compartía con el pequeño rubio, no era lo que hubiera esperado pero si debía poner algo en claro tendría que ser pronto.


 


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Seere no notó a nadie al dejar las cosas dentro del salón de eventos, y sin pretender buscarlos se dirigió arriba, llegó hasta su habitación vacía, cerrando tras de sí y apoyándose sobre la puerta. Observó el interior donde compartió un gran número de momentos con Owayne, momentos en su mayoría agradables.


Aun podía percibir su aroma y contornear la curva de sus labios cuando le sonreía de esa forma amable a pesar de que él mismo estuviese triste, esa sonrisa que buscaba hacerle feliz.


Y más que eso: lo lograba. Porque cada instante parecía ser iluminado si tan sólo el pelirrojo sonreía para él, como si la carga de lidiar con el dolor fuese menos pesada.


Pero ahora no estaba, y el sepulcral silencio le producía un enorme vacío que no había sentido antes, a pesar de que siempre fue un chico solitario esta vez la soledad parecía tener un significado, uno demasiado doloroso.


Dando los primeros pasos se acercó hasta Yeot mo que dormía con la respiración agitada, al lado el platito lleno con las semillas que había dejado en la mañana, Seere suspiró al notar el estado tan decaído de su amada wistar, abrió un cajón y sacó un puñado de hojuelas dulces.


No era algo que debiera comer el roedor, pero nunca había rechazado una, las acercó hasta su mascota obteniendo el mismo resultado: Yeot mo las olfateó solo para volver a acostarse.


Aquel comportamiento le preocupó, estaba por tomarla entre sus manos cuando escuchó que tocaban la puerta


–Seere ¿está todo bien?– enseguida reconoció la dulce voz de Gerard, como siempre preocupándose por otros.


–Gee… pasa, creo que Yeot mo no está bien


El peliblanco giró la perilla y entró para corroborar las palabras del mayor, tomó a la wistar y le ofreció las hojuelas que finalmente fueron aceptadas, no sin resistencia de parte del roedor.


–Ninguno de los dos puede permanecer de esta manera– susurró mientras rogaba al animal para que siguiera  aceptando el alimento– ¿por qué ambos tienen que ser tan orgullosos?


–Porque él debe estar mejor sin mí


–Seere… no puedes sólo suponer lo que el joven Owayne piensa, sinceramente… creo que él era muy feliz a su lado, y que ahora mismo está sufriendo por no estar aquí.


Las palabras del menor parecieron surtir cierto efecto en él, pero su orgullo fue suficiente para seguir protestando


–Será un dolor que le evite de muchos… por favor cuida de Yeot mo, iré a ayudar a Demian


–Antes de eso…– le detuvo y Seere frenó el paso escuchando con atención– por la mañana vino alguien a buscarte, Evan Blake… puede que esa persona sea…


–El hermano de Taylor– completó anticipándose a lo que era obvio ante el perspicaz peli blanco– no te preocupes, no hay nada que necesite arreglar con él, el pasado debe quedarse justo donde está: en un sitio donde no puede tocarse… mucho menos cambiarse.

Notas finales:

Gracias a todos quienes hacen posible esto, recien noté que el fic supera las 21000 veces leidas y fue como asadsdas que genial, no pensé que en serio funcionaria tan bien, a todos quienes estén leyendo esto de corazón agradezco la oportunidad que le han dado :)

Y bueno por si gustan leerse la precuela/historia alternativa Efecto Mariposa los primeros capis narran como Seere conoció a Taylor de manera más detallada, y lo siguiente es el "si Taylor no hubiera muerto" n.n aunque no actualizo tan seguido tambien estoy poniendole bastante empeño (y es que la competencia estatal de robotica esta la proxima semana y estoy en examenes y la reciente mudanza, conseguir trabajo para la renta en fin este no es lugar para desahogarse, solo para pedir me disculpen si me atraso en mi trabajo)

Y por último :( bueno como saben la historia de RECDD pronto llega a su fin (ahhhh, si queridos lectores, aunque la alargue un poco mas es inevitable u.u) , así que las bases para votar por su "sucesora" estaran en la página oficial si gustan pasarse ;)

Un abrazo y nos leemos pronto n.n/


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