Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Rompiendo el caparazón de dolor por Dereck G de Sehamforash

[Reviews - 404]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todos!

Bueno adivinen que dia es hoy?? según mi reloj aun, 11 de septiembre :v es mi cumpleaños asi que quiero regalarles algo (sip, es raro regalar en tu cumpleaños, pero es bonito): el final de mi historia (cabe mencionar que falta el epilogo)

Muchas gracia s a todos quienes lo han seguido hasta ahora n.n gracias en verdad! no me alcanzan las palabras para agradecer por todos los lindos comentarios que me dejaban, y todo su apoyo, asi que simplemente gracias :D

La brisa de la mañana era fresca como cualquier otra de un día normal de invierno, pero aun con el frío, sus ojos permanecían fijos en la figura que caminaba entre las lápidas, su rostro tan brillante que parecía opacar al sol del ocaso, pese a que intentaba confortarle, el pelirrojo supo que algo no estaba bien.


Caminaron entre las lápidas, Owayne no comprendió bien la razón de que de todos los lugares Seere hubiese escogido ese, pero cuando el pelinegro se detuvo frente a una tumba se hizo la idea.


Sobre un árbol seco se erigía imponente un cuervo que graznaba, agitando fervientemente sus alas, era una buena imagen para un cementerio, especialmente cuando el cuervo emprendió el vuelo y se posó en la lápida frente a Seere, aquella con la inscripción “Taylor Blake”


—¿Por qué estamos en este lugar?… es acaso…


—Lo es… —interrumpió, asintiendo, sabiendo que no había algo sobre él que pasara desapercibido por Owayne— quiero despedirme…


Una despedida de Seere para Taylor, el pelirrojo entristeció al saber lo difícil que eso sería para su amante, se acercó hasta él y colocó su mano sobre su hombro como señal de apoyo.


Seere le miró y luego regresó la vista, suspiró y sacó de su bolsillo una hoja. El más alto se dio cuenta que era la carta que Evan había entregado.


—¿Te importaría esperar mientras la leo?


—¿Te importaría si también la leo? —Pidió acercándose una vez más— nunca conocí a Taylor, por eso creo que está es la manera más cercana de escucharle… y de prometerle que pase lo que pase cuidaré de ti.


Los ojos de Seere parecieron encenderse un instante, pero se apagaron con la misma rapidez. Y la tristeza volvió a ellos, pero aun así asintió y se sentó, haciendo un espacio al pelirrojo, desdobló la carta y juntos leyeron las primeras líneas:


 


“Se dice que la vida no vale gran cosa, ella pasa en un instante como se marchitan las rosas


Se dice que el tiempo que transcurre es malo y que se cubre de nuestras penas


Sin embargo alguien me ha dicho que soy amado, algo que bastó únicamente para llenar con luz toda mi existencia, porque al fin aquella ´vida que no vale nada´ pudo tener el mayor de los valores.


Supe muy bien que ese amor no traería más que pena a la persona que amaba, y tú también lo sabías muy bien; que tendrías que verme partir, pero la sonrisa que me regalabas era suficiente para saber que eso a ti no te importaba.


Recuerdo la primera vez que te vi, entrando tan impetuoso a la habitación de aquel amargado joven que era yo en ese entonces, y aun así lograste que sonriera luego de tanto tiempo, devolviste una parte de mí que había olvidado que tenía y no pasó mucho hasta que noté que te amaba y más aún que mis sentimientos eran correspondidos.


Te amo, aun cuando muera te amaré y después de la muerte te seguiré amando, no me arrepiento de los momentos que pasamos, ni los alegres ni los tristes, simplemente porque estabas a mi lado.


He sido bastante feliz, en estos 7 meses, más que en toda mi vida junta, jamás tuve tanta felicidad como ahora, y eso es porque te tengo a ti, no dudes ni un instante que te amé más que a nada en el mundo, y sé que tú también me haz amado, pero es hora de que comiences el camino sin mí.


Ni siquiera puedo imaginar lo mucho que has sufrido por amarme, verte cada día siendo fuerte para mí, hay tantas cosas que jamás te dije, eres lo que más pude haber amado, y realmente me sentí correspondido, disfrutamos el tiempo hasta el final, aunque claro siempre me dijiste que el amor verdadero no tiene final y como prometí no estaremos separados, cuidare de ti desde donde este, esperándote, velando por que estés bien.


No llores, y por favor vuelve a enamorarte, no sabes cómo me gustaría volver a verte feliz, por supuesto que deseo vivir por siempre en tu corazón, no me olvides y cuídate.


Yo jamás podría olvidarte, pero el que ames a alguien no significara que me olvides tú a mí, porque sé que tal vez sufras por ello y realmente es lo último que deseo.


Justo ahora que escribo esta despedida veo tu rostro dormido, te esfuerzas demasiado, eso es lo que hace que valga la pena el haber vivido porque seguramente hay un destino quien se encargó de unirnos. No me queda mucho tiempo, déjame vivir en tu corazón.


En esta vida y en cualquiera, te amaré por siempre.


Taylor Blake”


Owayne sentía un nudo en la garganta, saber que los sentimientos que tuvieron el uno por el otro habían sido tan fuertes, simplemente no pudo evitar que sus lágrimas se derramaran, pero no fue tanto el asombro como cuando miró a Seere derramar las primeras lágrimas, jamás le había visto llorar y aun cuando el pelinegro parecía querer ser fuerte no pudo evitar que los ríos salinos se desplazaran con mayor rapidez.


Y por primera vez lloró, desahogándose cuanto pudo, afloró la frustración de no haber podido ayudar a Taylor…  no proteger a Amber, de no salvar a su padre o a Ian, de ser tan pequeño como cualquier humano, pero más insignificante por negarse a entregar sus lágrimas.


Llevó las manos a sus mejillas y aunque se sintió asombrado no le importó, solo deseaba aligerar los sentimientos que tanto tiempo había reprimido. Arrugando la carta se posó sobre la tumba con las manos empuñadas dejando las lágrimas seguir su camino.


—Está bien Seere, estoy aquí —el pelirrojo le abrazó, y a él pareció no importarle el hecho de que le viese llorar, quizás porque a su lado se sentía cómodo… pero sólo a su lado.


—No está bien… no lo entiendo —hipó, apenas pudiendo pronunciar bien las palabras.


—No tienes que entenderlo… sólo déjalo salir.


Eran demasiadas emociones, recientemente se había encontrado con su padre, Taylor y Amber, recordar lo lejos que estaban ahora, lo que realmente significaba la muerte aun cuando su padre intentase hacerlo más fácil al comentarle sobre el paraíso en el que se encontrarían, aun cuando la vida era más cruel que la muerte... Aun así.


Dolía.


Las horas transcurrieron serenas y frías como era obvio por lo avanzado del invierno, pero al lado del pelirrojo se sentía mucho más cálido. El pecho dolía como nunca antes y sus ojos y su garganta estaban demasiado cansados como para llorar un instante más. Owayne le prestó su pañuelo y apenas lo tomó sintió su cuerpo demasiado pesado como para poder mantenerse en pie.


 


Abrió sus ojos con parsimonia, al principio todo era negro, pero poco a poco fue tomando forma, notó que Owayne le había colocado su abrigo para protegerle del frío, la noche era muy avanzada pero eso no parecía molestarle al pelirrojo que lo llevaba entre sus brazos y le sonrió al verle despertando.


—Creo que aún era demasiado pronto para sacarte del hospital —bromeó para evitarle la fatiga de seguir pensando en cosas tristes.


—No deberías seguirte sobre esforzando, puedo andar por mí mismo— balbuceó intentando ponerse en pie, más el otro no se lo permitió.


—Solo será hasta que podamos tomar un taxi, deberías descansar un poco más, el camino todavía es largo.


—¿El camino a dónde?


—¿A dónde más sería? A casa por supuesto.


Sabiendo que ambos eran demasiado obstinados como para que la discusión llevase a algún lado se encogió de hombros y nuevamente se dejó llevar.


—Gracias…


—No tienes nada que agradecer.


—Al contrario —musitó aferrándose más al pecho del menor—, siempre has estado para mí… a pesar de todo lo que ha pasado.


—¿No te lo dije? Siempre estaré a tu lado mientras me lo permitas.


—No soportaría quedarme sin ti…


Owayne sorprendido por esas palabras estuvo por pedirle repetirlas, pero al bajar la vista notó que su amante se había dejado envolver por el sopor, enternecido besó su frente.


—Yo jamás te dejaré.


 


 


—¿Te sientes mejor? —preguntó el pelirrojo amablemente entregándole una pastilla, recién habían llegado a la funeraria y esta ocasión Seere no le permitió seguirle llevando en sus brazos.


—No de hecho —confesó aceptando la pastilla y tomándola con un vaso de agua— creo que no haber llorado en casi 20 años me hizo demasiado susceptible.


—Al menos parece que lloraste todo lo que tenías.


Notó como Seere suspiró aliviado y sus ojos teñidos de tristeza buscaron los suyos, y cuando se encontraron sonrió, o al menos lo intentó.


—Lo hice… gracias por todo.


El silencio pareció extenderse entre ambos, pero dispuesto a no dejar las cosas tal como estaban Owayne habló.


—Ahora que sabes que puedes llorar… ¿crees que eres capaz de amar?


—No necesito llorar para saber que te amo.


Las palabras que tanto tiempo esperó escuchar, esta vez sin peros, ni ataduras al pasado, tan simples pero llenas de un sentimiento verdadero.

Notas finales:

Bueno, falta eel apilogo, asi que no se me desesperen, creoq ue salio un poco forzado porque quise que fuera hoy y ningun otro dia :v

Espero les haya gustado, finalmente Seere y Owayne están juntos, gracias por acompañar la historia.

Un abrazo y hasta pronto n.n/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).