El otoño avanzaba aún más, dejando a su paso los clásicos colores nostálgicos, en sepias y ambarinos fragmentos, entre las calles Owayne avanzaba hasta la funeraria con algunas maletas.
—He pensado en la propuesta que mencionó, jefe, quiero vivir aquí —solicitó firme una vez que llegó.
—¿Ya lo consideraste por completo? —le sugería Demian— para mí sería bastante bueno, mis ayudantes viven aquí por lo de “trabajo de 24 horas” pero por desgracia tendrás que compartir habitación con Seere.
—Si no es problema para él —sonrió deseoso de que en verdad pudiera hacerlo— en cuanto a mí está bien, me queda más cerca de la universidad y según lo que me dijo es mucho más barato que rentar en el apartamento que estoy.
—O podrías… —Demian se quedó pensativo— si pudiera ser, compartirás habitación con Jake.
¿Quién demonios era Jake? Lo mismo se preguntaba Owayne, un mes trabajando y jamás escuchó ese nombre, sus dudas se despejaron al seguir a Demian hasta el piso de arriba.
El jefe se extrañó al escuchar un ruido proveniente de la habitación de Seere, así que antes de continuar su camino abrió la puerta para dar paso a la siguiente imagen.
Y entonces una de esas situaciones que no deberían de existir: Seere bajo un tipo de aspecto punk, cabello teñido de verde y parado en picos, múltiples perforaciones y tatuajes por todo el cuerpo, los ojos delineados con negro y sus labios carmines, vestido totalmente de cuero y adornado por estrafalarios objetos metálicos en púas. Difícil pensar que existiría pero lo encontró “un tipo más tétrico que Seere” y lo peor “él debía ser Jake”
Pero no había tiempo para socializar con el chico cuando éste pervertidamente se encontraba sobre SU Seere (si, suyo, aunque el pelinegro no lo supiera), molesto se acercó, pero antes de que llegara Seere ya lo había pateado en la entrepierna, dejándolo doblándose de dolor en el suelo.
—Maldito Seere deja de hacerte el difícil.
—Maldito Jake deja de hacerte el valiente o te dejare sin capacidad de dejar herederos, ah lo olvidaba: los homos no se reproducen, irónicamente como se propagan —y diciendo esto miró molesto a Owayne.
—Tan impetuoso como siempre —se quejó el jefe— sé un buen chico, especialmente ahora que Owayne será tu compañero de cuarto.
—E—espere jefe no me va a dejar con…
Continuó siguiendo a Demian a través del pasillo, haciendo un último intento de persuadirlo, sin embargo, pronto se encontró ante la lúgubre alcoba, llena por doquier de extraños objetos, tapizado por posters oscuros con sillones negros de cuero y con “Back on the road” de los speedboozer como música de fondo.
—Suerte en tu habitación —le deseaba el jefe dejándolos solos —sean buenos amigos— y diciendo esto se marchó junto con Seere.
Owayne asustado volteó a ver a aquel sujeto, pero este simplemente se acercó a la ventana sacando un cigarrillo, sin prestar atención a su nuevo compañero, el pelirrojo se preguntó si sería prudente iniciar una conversación. Pensando en los pros y los contras se rindió y decidió no ser el primero en hablar y solo limitarse a desempacar.
—¿Tienes fuego?— preguntó de pronto Jake
Owayne gentilmente asintió sacando un encendedor y ofreciéndolo a su nuevo compañero de cuarto, este agradecido extendió la caja de cigarrillos ofreciéndole uno, oferta que Owayne no rechazó.
—Vaya uno que no es tan delicado —largó una risilla el chico punk.
—¿Disculpa? —preguntó confundido Owayne encendiendo el pitillo.
—Nada, es solo que Seere es toda una princesa cuando se trata de fumar— dijo dando una enorme bocanada.
—No imagine que le molestara —comenzó a aspirar pensando en el pelinegro.
Pasaba de la media noche al terminar la pequeña y trivial conversación, así que Owayne se recostó en el sofá intentando no incomodar a Jake, Dios sabría de lo que sería capaz si le llegaba a hacer enfadar. Simplemente cerró los ojos y se dejó vencer por el sueño… su sueño era tranquilo, era él frente a un enorme paisaje tomando varias fotografías, pero de repente su bello sueño se vio interrumpido.
—Detente Seere me haces cosquillas— habló medio dormido el pelirrojo
—Que decepción, lamento informarte que no soy Seere.
Aquella gruesa voz lo despertó por completo asustándolo, intentó mover sus manos pero notó que estaban atadas y entonces entendió que el responsable era aquel tipo subido encima de él.
—¿Qué es lo que haces idiota?, suéltame— forcejeó
—No tienes que fingir, noté como miras a Seere, tú también eres un simple depravado que desea esto ¿no es cierto?— dijo lascivamente lamiendo su lóbulo.
—Por supuesto que no… por favor… yo no…
—¿No qué…? —Le interrumpió Jake— ¿no eres gay?— Owayne miró los furiosos ojos del peliverde, eran de un negro profundo y con el delineado resaltaban aún más haciéndolo parecer más temible.
—Lo soy… pero eso no significa que quiero…
—Silencio, ya tuve suficiente de tus protestas —comenzó a bajar los pantalones del pelirrojo— comencemos con lo interesante, quieres.
Y entonces el ruido hizo que la puerta se abriera impetuosamente, dejando entrar a un aura demoniaca que pertenecía a Demian, quien, sin tentarse el corazón, sujetó a ambos y los echó a la calle.
—¿Es mucho pedir un poco de silencio par de bestias en celo?
—No diga eso jefe —lloraba Owayne— soy inocente en esto, anda dile tú enfermo depravado.
—Si soy Jake —decía el peliverde ignorándole y hablando por teléfono— claro… ¿puedo dormir esta noche en tu casa?... genial allá estaré en 10 minutos… ¿eh una sorpresa? No es necesario pero si quieres.
Con Demian volviendo a entrar y Jake dirigiéndose a otro sitio para pasar la noche, el chico quedó solo fuera de la funeraria, comenzó a temblar por el frío cuando sintió una bufanda en su cuello sorprendido levantó la vista y se encontró con que aquel ángel benefactor no era otro que su amado Seere.
—Serás idiota, estamos a -3° y tú sales sin camisa —sacó su llave y abrió— anda entra.
Owayne entró sintiendo un gran alivio y siguió al pelinegro hasta su habitación
—¿No es tarde para que tú también estés fuera?
—Solo llevé a pasear a mi wistar —le mostró una rata de pelo blanco y ojos rojos.
Dejó a la wistar sobre la cama, y esta corrió hacia Owayne
—No sabía que tenías una, es linda, ¿cómo se llama?
—Yeot mo gora —contestó cortante el pelinegro.
—Vaya que lindo —opinó el oji esmeralda jugando con el pequeño roedor
—Significa “que te follen” en coreano, estúpido —esto último lo susurró.
—Ah… lo siento, aun así me agrada
—Algún estudiante de psicología lo desechó y entonces me encargué de cuidarla.
—Vaya así que también eres amable… en fin debo irme.
Regresó al animal a su pecera, pero esta parecía querer a Owayne así que cuando el ojiazul miró esto le detuvo
—¿Por qué no te quedas?, imagino lo que sucedió para que Demian tuviera que sacarte así, lo mismo le sucedió al último chico que quiso trabajar aquí, Demian ya debe haber puesto llave al cuarto y no creo que quieras dormir en el pasillo, las escaleras o alguno de los ataúdes, además le agradas.
Owayne gustoso aceptó, jugó un poco más con la wistar y al terminar se recostó en el sofá.
—Te molestaría si me quedo en tu habitación, realmente no quiero volver a acercarme a aquel sujeto.
—Si el jefe y tú están de acuerdo no tengo más remedio, además nunca había visto tan feliz a yeot mo.
—Que bien, buenas noches.
El pelinegro solo levantó su acostumbrado dedo medio y se cubrió con las cobijas.
Al día siguiente todo sucedía tranquilamente Jake volvió al establecimiento y Demian no daba señas de recordar el haberlos echado.
—Buen día mi amada familia, a prepararnos para un hermoso día de trabajo.
Todos le miraron extrañados pero aun así hicieron sus deberes correspondientes, Owayne le informó que sería compañero de habitación de Seere y no de Jake en lo cual el jefe estuvo de acuerdo, todo iba bien hasta que la paciencia de Seere terminó por una absurda pelea.
—Pues claro que si idiota, el punk es el mejor género que existe —afirmaba el peliverde.
—Idiota serás tú, el indie es mil veces mejor que tu basura —le contradecía Owayne.
—Quieren callarse —gritó molesto Seere— ambos tienen razón
—Entonces… ¿ambos géneros te gustan? —preguntó Owayne sorprendido
—No, ambos tienen razón en que el otro es un idiota —profirió tajante, haciendo que el ánimo de ambos decayera— ah y por cierto Jake.
—¿Si?— ilusionado esperó el chico punk.
—Yeot mo gora —le dijo haciendo su clásica seña.
—¿Qué cosa? —preguntó el peliverde confundido.
Seere cruzó una mirada cómplice con el pelirrojo, solo ellos habían entendido, Owayne suspiró con algo de felicidad, de alguna manera se sentía algo más cercano a Seere y eso le provocaba un sentimiento de plenitud que nada podía quitar.