Habían pasado apenas unos días y Seere se mostraba terriblemente distante de Owayne, el chico no sabía si se debía a el hecho de que aceptó la propuesta de Demian de mudarse a ese lugar o si acaso era tan obvio que ya no podía ocultar sus sentimientos.
-Estás muy pensativo hoy, ¿sucede algo malo?- La preocupación de Chris era tan evidente como siempre- es extraño verte así- dijo mientras jalaba sus mejillas- ¿dónde está mi sonriente Owayne?
-Basta, Chris duele- se soltó para esbozar una leve sonrisa-… solo estaba pensando en cosas.
-¿Qué clase de cosas?
-El trabajo y… me cuesta relacionarme con mi compañero de cuarto, tal vez debería regresar a mi apartamento… -el pelirrojo se sentía triste tan solo con pensar en que Seere lo odiara.
-No puedes hablar en serio, creí que para estas fechas ya serían como una feliz pareja de recién casados.
-¿De qué hablas?- Owayne fingió indiferencia
-Por favor, sabes que no existe nada en este mundo que pase inadvertido para mí- se jactó el castaño.
-Vaya don de la humildad que tienes…- rió- aún si es así no hay gran cosa que pueda hacer, Seere parece odiarme.
-Seere no parece de los que soportan estar con alguien que odie, si ese fuese el caso ya te lo habría dicho, en todo caso por qué no le preguntas tú mismo si sucede algo.
-Supongo, aún así me asusta tener su respuesta… después de aquello que le dijo a Jake…- recordó la frase del pelinegro “los homos no se reproducen, irónicamente como se propagan”- no veo tener ninguna posibilidad con él.
-Cómo lo sabrás si no lo intentas, ten más confianza en ti- le sonrió.
Owayne correspondió el gesto mientras continuaban caminando hacía la universidad.
-Sabes, no importa, supongo que después de todo solo quiero que nos llevemos bien, algo así como tú y yo.
-Dices que estás pensando en cambiarme- fingió sentirse ofendido.
-Tonto, sabes que no.
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El tiempo siguió su curso y Owayne debía regresar a la funeraria, todo el día tuvo en la cabeza las palabras de Chris, definitivamente si había algo que estuviera mal, estaba dispuesto a arreglarlo.
Entró al establecimiento, notando que Demian no se encontraba, solo se hallaba el chico peliverde de aspecto “punk” que servía como transportista, le saludó restándole importancia, llegó a su habitación y vio a Seere batallando con una de sus cruces que se había enredado con la cabecera de la cama, por primera vez lo observaba como si fuese un humano normal, batallando por algo tan tonto.
-¿Necesitas ayuda?- Esta era posiblemente la oportunidad para arreglar sus problemas.
-¿Tanto te gustan mis sarcasmos como para que tengas que hacer preguntas así de estúpidas?
-Lo siento, deja te ayudo-Se acercó y comenzó a desenredar- se ven lindas en ti, pero tal vez es un poco exagerado que uses esa cantidad.
Seere siguió sin decir nada, solo esperando que aquello terminara
-Claro que no digo que debas dejar de usarlas, solo ten más cuidado, y si alguna vez vuelves a enredarte con gusto te ayudare- le sonrió terminando
-¿Con gusto? No me hagas reír- Seere lo miró con un desprecio más grande que nunca antes.
-No entiendo lo que intentas decirme… pero duele verte así, desde que me mude a este lugar te has vuelto tan distante y no lo entiendo, si hay algo que hice…
-Lo hay
Aquello le dolió a Owayne, pero asimismo le dio esperanza de saber cuál era la causa -Me disculpo entonces, solo quiero que nos llevemos bien-Le sonrió sinceramente
-¡¡Mientes!! Tú solo quieres cogerme.
Aquello dejo sin palabras al pelirrojo, si esto era un sueño deseaba despertar, y no es como si no tuviese algo que decir a su favor, pero la acusación le dejo la mente en blanco
-¿Ni siquiera lo piensas negar?
Seere dio la vuelta a punto de marcharse, Owayne lo miró, si no decía nada en ese momento tal vez lo perdería para siempre, fuera de esos estúpidos sentimientos él le consideraba un amigo, no quería perder eso
-Seere- lo detuvo- no puedo negar el hecho de que me gustes, creo que no podría ser más obvio… pero nunca he hecho nada que pudiera ofenderte, más aún si tuviese una sola oportunidad contigo, puedo jurarte que jamás te dañaría… y si no la tengo no pienso perder lo poco que tengo contigo, eres alguien muy importante por eso… te lo preguntaré solo una vez: Seere quieres ser…
-¿Por qué no te mueres?- Lo interrumpió el pelinegro de una manera muy fría y dándole la espalda, pero antes de marcharse Owayne salió por la puerta totalmente destrozado.
Era más o menos la quinta vez que era rechazado… pero la primera que le resultaba tan doloroso, incluso con Chris no dolió tanto, y lo más cruel era que esos sentimientos no correspondidos parecían incapaces de llegar a un fin.
Caminó bajo la lluvia, lo único que le faltaba para hacer de ese el peor día de su vida, se sentó bajo un árbol recordando los momentos que estuvo con Seere, el primer día que lo conoció… cuando lo ayudó… recordaba todo. “como fui a enamorarme” se preguntaba una y otra vez.
“Idiota Owayne, era obvio que no pudiera fijarse en ti… nadie lo ha hecho, por qué con él sería distinto”
Pensó en las anteriores personas que le rechazaron, a pesar de que sus manera también habían sido crueles él seguía sonriendo, como si todo estuviera bien, y ahora por primera vez en mucho tiempo volvía a llorar.
Sus lágrimas se mezclaron con la lluvia y entonces le fue difícil pensar claramente miró a las luces brillantes de los coches moviéndose con gran rapidez y sin gran conciencia de sí mismo se dirigió a la avenida, su visión se vio nublada y comenzó… un paso... dos tres, se encontraba peligrosamente en la orilla y entonces… saltó.
Miro el coche que tenía en frente, se dirigía hacia él con una velocidad tan alta que sería imposible para él moverse, cerró los ojos esperando, pero por suerte el conductor alcanzó a girar antes de tocar a Owayne.
El pelirrojo cayó sobre sus rodillas y miró salir al hombre del auto, tal vez le golpearía por ser tan estúpido, pero en ese momento poco le importaba.
-Owayne, ¿estás bien?
-No puede ser- esa voz solo podía pertenecerle a alguien- señor Demian
¿Podía aquello ser más embarazoso? Owayne deseaba desaparecer, pero aquel pensamiento se desvaneció cuando sintió la cálida amabilidad de Demian, quien le cubrió con su chaqueta, Owayne se abrazó a él, aferrándose de sobremanera, dejando fluir sus sentimientos, su jefe podía ser temible en ocasiones, pero sabía que era una persona amable, protectora y dispuesta a ayudar a quien lo necesitara, al menos con él.
-Todo estará bien
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No supo en qué momento se perdió, lo último que recordaba es a Demian ayudándole a subir al coche, despertó sintiéndose un poco mejor, la funeraria no era precisamente el lugar en el que deseaba estar en ese momento, pero al menos debía agradecerle a Demian el ayudarlo cuando más lo necesitó.
Bajó hacia la oficina principal donde Demian trabajaba todo el tiempo, para su desgracia no se encontraba solo.
-Owayne, veo que has despertado, ¿te sientes mejor?
-Sí, estoy bien, quería darle las gracias por todo, de verdad lo lamento.
-No hay problema, debiste estar muy eufórico, solo intenta no celebrar con algo tan peligroso, no querrás dejar solo a nuestro querido Seere ¿cierto?
¿Eufórico? Acaso no lo estaba entendiendo… Owayne estaba destrozado, no eufórico ¿Celebrar? ¿Qué cosa? El quinto rechazo tal vez.
-Tal vez si debería dejar a Seere- contestó dolido
-No deberías ser tan cruel, recién comenzaron a salir y ya piensas en dejarlo solo
De acuerdo, tal vez Demian enloqueció, nunca debió atravesarse, ese hecho debió traumarlo tanto al grado de alterar su percepción de la realidad
-Se equivoca, Seere y yo…- pero al mirar al chico lo entendió… tal vez… solo tal vez podía ser que Seere le hubiese aceptado aunque fuese un poquito- claro… no volveré a hacer algo tan tonto, jamás haría algo que dañara a Seere, jamás.
-Bien, los dejos un momento, solo no hagan nada raro en mi ausencia, esto es un negocio respetable.
Demian salió dejándolos solos, el acostumbrado silencio se hizo presente
-Seere… esto quiere decir que tú y yo…
-Intenta hacer algo raro y te quedas sin pene
-Entiendo…
Realmente no lo entendía, ¿Tal vez Demian le había obligado a quedarse con él después de ver su deplorable estado el día anterior? era difícil de comprender, lo único que sabía era que si quería ganar por completo al lindo Seere debía de ser prudente, entenderlo hasta que logrará abrirse a él y saber lo que realmente sentía.