Observaba firmemente al pelinegro que se encontraba frente a él, esperando una respuesta que estaba seguro no quería escuchar, permaneció un instante que le pareció una eternidad, solo la brisa que sacudía las copas de los arboles se hacía presente en medio del silencio, mientras el tiempo parecía detenerse como burlándose de él.
De repente sonó la voz del jefe, pidiéndoles su presencia debido al trabajo. Seere sin prestar atención a su pregunta dio la vuelta, dispuesto a ir a donde Demian los esperaba.
-Espera Seere- le pidió todavía entristecido- no has contestado mi pregunta
El pelirrojo, dolido como nunca antes esperó la respuesta de su amante una vez más.
-Ah es cierto- por fin respondió- la pregunta era si esa persona aún me gusta, por desgracia ha perdido algo de atractivo desde que murió. Ahora vayamos con Demian antes de que comience a impacientarse.
Lo sarcástico y evasivo del chico le dolió a Owayne.
-¡Eso no!... –agachó la mirada preparándose para lo peor- sobre que soy yo para ti
-¿Acaso no eres mi pareja? Obviamente eso te hace alguien importante…
-Pero aunque sea importante… ¿no conoces el amor?- recalcó las palabras que había dicho
-Lo estoy conociendo contigo.
Owayne intentó detener la hemorragia que había sufrido al escuchar esas palabras del pelinegro, Seere preocupado le pasó la caja de pañuelos.
-Toma, espera iré por algo de agua y entonces…
-Seere dijo que me amaba- dijo anonado el pelirrojo ignorando a su novio.
Seere completamente furioso y con un tic en su ojo izquierdo que indicaba que el pelirrojo le había crispado los nervios, juntó sus fuerzas y golpeo a Owayne dejándolo inconsciente.
-Decir que te amaba… ni con un misil apuntándome a la cabeza
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Horas más tarde Owayne despertaba mirando trabajar a Seere, al parecer el trabajo que Demian necesitaba ya había sido realizado por el pelinegro.
Se enderezó un poco sobre la almohada favorita de Seere, mirando por la ventana el sol que comenzaba a ocultarse dejando a su paso los cálidos colores naranjas y dorados del ocaso, se perdió pensando cuanto tiempo estuvo dormido hasta que sintió la mirada de Seere sobre él a través del espejo.
- Al fin despiertas- expresó su novio.
-Supongo que Demian ya no me necesita… lo siento, debí ayudar- se disculpaba el chico de ojos esmeralda
-No te preocupes por eso, no era un gran trabajo -le miró Seere- y por cierto, espero que el golpe haya sido tan fuerte como para que olvidases todo acerca de mí, enfermo pervertido.
-Lo siento-rió el más joven- de alguna manera esperaba que fueras frío… sé que no me amas… pero aun así quiero hacerte feliz Seere, y te agradezco por haber dicho eso… me alegra infinitamente y me alegraría más si fuera cierto.
Seere bufó pensando bien lo que le respondería -El mundo está lleno de cosas, cosas que no me gustan y cosas que no entran en esa categoría, como tú no entras en la categoría de “no me gusta” supongo que me gustas, además si te digo lo mucho que me desagradas tal vez estúpidamente vuelvas a ir hacia un coche y dudo que esta vez sea Demian.
-Entiendo-exhaló Owayne- simplemente no soy algo desagradable para ti.
-Si lo eres.
-Eso fue cruel-se quejó el pelirrojo- ¿no puede ser un poco más honesto?
Seere se recostó a su lado recargándose un poco sobre el pecho de Owayne, provocando en este un leve sonrojo.
-Me veo en la necesidad de agradecer vuestro interés hacia mí, pero al mismo tiempo me molesta el que hayas nacido, háblame cuando necesites que sea tu maquillista.
-Pero tú solo maquillas muertos.
-Lo sé.
-Tonto Seere
-Mejor acostúmbrate.
-No quiero acostumbrarme, algún día dirás que me amas.
-Podría decírtelo ahora mismo, pero creo que ya habíamos discutido lo de mentir y la hipocresía.
-Maldición, como es que fui a fijarme en un monstruo cruel y despiadado.
-Mejor cálmate dramático que la peor parte me la estoy llevando yo.
-Y te molesta si yo soy quien dice… lo que siento… bueno, es que siento la necesidad de decirte que te amo y eso, pero parece molestarte- Owayne algo triste comenzó a jugar con los cabellos azabaches de Seere- lo último que quiero es que me odies.
Seere respiró profundamente- No se puede odiar a una persona sincera.
El pelirrojo se ruborizó- Seere.
-Así que no me odies cuando te diga que siento la necesidad de patearte las bolas por estúpido.
Y de nuevo las ilusiones de Owayne abajo- No importa, si eso es lo que sientes está bien, lo aceptaré en serio.
-Idiota, está claro que no lo diré- se levantó un poco aún sentado sobre la cama.
-En serio no importa, puedes decirme lo que sea, cualquier cosa que te moleste, lo tomaré bien, me gusta escuchar tu voz, quiero hacerte feliz Seere… y lo digo sinceramente.
-Lo sé- suspiró el pelinegro- si tus sentimientos no fueran reales no soportarías todos los problemas que te ocasiono, por eso si en algún momento duele demasiado ignora esos sentimientos…
-Seere… ¿puede ser que te preocupas por mi?- el pelinegro le miró molesto- lo siento… verás Demian me dijo algo, que tal vez es mejor si no estamos juntos, ya sabes como pareja y eso…
Seere pareció extrañarse con sus palabras lo cual no pasó desapercibido por el pelirrojo.
-Demian no tiene por qué opinar en algo como esto- consideró Seere con algo de crueldad.
-Supongo que tiene sus razones, sé que no te conozco, que hay muchas cosas que no sé de ti, pero quiero hacerlo si es que me das la oportunidad.
-El pasado no es importante...
-Lo sé, el pasado no me importa, porque solo quiero ser tu futuro- expresó de manera tierna haciendo sonrojar levemente al imperturbable Seere en el acto- pero sabes, aun así quiero saber todo sobre ti, y quiero decirte muchas cosas sobre mí, por ejemplo adivina quién es el nuevo transportista.
Seere lo miro comprendiendo su nuevo oficio -Que bajo ha caído Demian.
-Desalmado, ser el simple encargado es muy simple, tú porque además de ser maquillista ayudas con las finanzas.
-No es como si sintiera que trabajar en la funeraria es lo mejor, pero para mí está bien.
-Supongo, algún día seré un gran fotógrafo, extrañaré este lugar, Demian es como un padre, o tal vez una madre porque padre si tengo, claro que si Demian fuese mi madre sería un poco extraño, se ve muy viril, ah y también muy joven, además dudo que a mi papá le guste una mujer tan poco femenina como el jefe, después de todo mi madre era muy bella.
Seere le miraba hablar incoherencias intentando ser paciente, simplemente escuchando y casi estrujando a Flippy a comenzar a impacientarse con las divagaciones del chico.
-Por cierto ¿puedo preguntar por tu familia?- terminó el pelirrojo.
-Ya lo estás haciendo… ah mi madre ya murió al igual que mi padre, viví con mi abuelo y mis dos medios hermanos, pero ahora solo vive uno de ellos, de mis hermanos obviamente, el vejestorio también murió.
-Entonces… ese hermano es la única familia que te queda, vaya, debe ser muy solitario, yo a veces me siento solo cuando extraño a mi madre, y es la única persona que he perdido…
-Réstale importancia a eso, no extraño a ninguno de ellos
Owayne no entendía cómo podía ser tan indolente, pero estaba seguro que su historia había sido lo suficientemente triste para hacer que fuera aquel insensible chico.
-¿Qué tipo de persona era tu madre?
-Una prostituta- contestó tajante el pelinegro dejando al pelirrojo sin más palabras
-Ah-ah… vale…-Owayne una vez más intentó seguir con su plática- la mía era una enfermera, trabajaba en el hospital donde mi padre es doctor. Ahí se conocieron, ah y tengo un hermano mayor, pero a diferencia de mí es bastante popular y atractivo.
-¿A diferencia de ti? ¿Qué te hace pensar que no lo eres?
La pregunta del chico de orbes azules le hizo sentir bien, como si ante él si lo fuese, sin embargo no quería ilusionarse, suficiente era con recordar un poco al pasado.
-No lo sé, la cantidad de rechazos en mi historial amoroso tal vez, constantemente he sido rechazado, poco buscado e incluso mis noviazgos nunca duran –rió el pelirrojo- pero a pesar de todo eso tengo suerte porque tengo a la persona más linda a mí lad…
Una vez más Owayne fue acallado, pero esta ocasión no era por un golpe, sino por los labios de Seere que le impidieron alcanzar a concebir otra idea.