Mi nombre es Owayne Taylor y desde hace un tiempo por fin he conseguido salir con la persona que me gusta, un fotógrafo admirable, a pesar de que solo lo hace por pasatiempo, y, aunque creí que eso fue lo que me enamoró de él, realmente ahora creo que es más que eso. Su nombre es Seere, es un chico cuyo aspecto quizás aleje a muchos, pero incluso eso me gusta.
Él no suele expresarse mucho, por eso cuando, hace unos días me besó, realmente quede impresionado, ni siquiera puedo describir lo feliz que me sentí en ese momento, tanto que llevó algunos días sin poderme concentrar por pensar en aquel instante.
-Tan bien te ha ido con Seere mi joven y enamorada bestia pervertida- preguntaba Chris, mi mejor amigo
- ¿tanto se me nota?- pregunté intentando disimular un poco
Chris rodó los ojos y rió –no, solo ya sabes, no hay algo que no note alguien con mi perspicacia.
Sé que es alguien en quien puedo confiar, así que no tengo problema en contarle mis cosas, y pese a su actitud que podría parecer arrogante, sé que es broma y en realidad es una buena persona.
-Es que hace unos días… Seere me besó- le dije aún recordando.
-¿Y…?-preguntó intrigado
-¿Y qué?
-¿Qué pasó después?
-Nada, me desmayé- le confesé algo avergonzado.
Él solo río- Vaya, es difícil de creer, pero sabía que podías hacerlo mi pequeño… -me miró recapacitando sus palabras- ok, no tan pequeño Owayne, compremos algo lindo para celebrarlo.
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Al salir de clases llegamos a una elegante joyería, todo lo que se veía daba esa impresión de “demasiado caro, no tocar” habías ciertas joyas interesantes, pero al ver el precio me olvide de ellas.
-¿Que hacemos aquí?- indagué curioso.
-Pues yo trabajo aquí, pero estamos comprando algo lindo para tu novio… no te preocupes ya lo he escogido.
Me mostró una cruz perfecta: Era de unos 5 cm color plata con cierta ornamentación no demasiado exagerada pero sí bastante elegante, colgada en una cadena entrelazada, sin embargo al igual que todos los artículos de ahí poseía un costo algo elevado.
-No podría pagarlo… ¿sabes cuánto gano en la funeraria?- Rechazaba haciendo cuentas
-Por suerte este amable empleado te lo dejará en cómodos pagos, que fortuna tienes de tener un amigo tan práctico como yo.
Agradecí su gesto, pero me negué a llevarla hasta que terminara de pagar, salí de aquel lugar y me dirigí hacía la funeraria, era tarde y ni siquiera había avisado.
Llegué al establecimiento saludando como de costumbre y al entrar vi a Seere siendo abrazado por una voluptuosa y muy bella mujer.
La mujer parecía mayor pero aun así era muy guapa, su rizado cabello rubio hasta debajo de la cintura, ojos azules como los de Seere con largas pestañas, era alta llevaba un top blanco que dejaba notando su sujetador negro, una falda escocesa de minúsculo tamaño, medias sujetadas por unos ligueros negros y calzaba unas botas a la rodilla con plataformas de unos 10 cm.
Para todos sería guapa, más aún que Carly… y abrazaba a Seere… y lo peor Seere no la rechazaba como a todas las demás personas… me sentí pequeño ¿Qué era yo al lado de una mujer tan deseable? Y patético, ni siquiera me pude mover a mi habitación, llevaba 3 minutos sin despegar la vista.
-Esto comienza a provocar nauseas- se soltó Seere- y tú ¿piensas quedarte en la entrada el resto del día?- me regañó.
-Lo siento… solo no quise ser inoportuno- algo desilusionado me dispuse a ir a mi cuarto
Seere rodó los ojos- Mejor hablar antes de que tu estúpida mente dé sus estúpidas ideas: es la persona de quien te había hablado, mi única familia.
Intenté hacer memoria, la única familia de Seere era… ¡un hermano! Estaba a punto de hablar pero fuí estrujado por los brazos de la “dama”… o eso creí que era
-Que gusto me llamo Ángel- se presentó una gruesa voz que “ella” apenada intentó corregir- lo siento, soy hermana mayor de Seere- habló nuevamente, esta vez con una voz más dulce- que alegría ver que el novio de mi pequeño hermano es un joven tan apuesto.
Y entonces me quedé atónito, ¿dijo novio? Eso significaba que Seere me había presentado como su pareja a su única familia, eso me alegró infinitamente.
-Jodido par de fenómenos, los dejo solos, quizás con suerte me libre de los dos- y tal como lo dijo se marchó dejándonos solos.
Nos sentamos en el sillón donde un caprichoso e incómodo silencio se hizo presente, Ángel solo me miraba, ciertamente me era extraño, pero después de todo era su única familia, su sonrisa me inspiró confianza y decidí comenzar a hablar.
- ah es cierto, me llamo Owayne, Owayne Taylor es un placer conocerle.
Más Angel pareció sorprenderse al escuchar mi nombre, su expresión antes alegre pasó a ser más apagada.
-Taylor eh, supongo que mi hermano sabe tu nombre completo.
-¿Eh?- Aquello me confundió, recordé un poco, la expresión de Seere también cambió un poco cuando le dije mi nombre, incluso la de Demian- ¿Hay algo malo con ello?- pregunté interesado.
Volvió a sonreír- En absoluto, solo que tu apellido, es como el nombre de alguien.
Su respuesta me dejo aún más confundido, pero evite seguir preguntando.
-En fin- continuó- si deseas saber cualquier cosa puedes hacerlo, sé que Seere no suele ser muy expresivo, así que para eso estoy yo.
-Gracias- le dije asintiendo- sé que Seere respondería, pero hay cosas que tal vez le causarían dolor y prefiero no preguntar… no quiero hacerlo recordar cosas dolorosas.
-Pues bueno aquí esta tú solución- exclamó alegre- anda pregunta lo que quieras pelirrojo.
Realmente me pareció muy agradable, estaba a punto de comenzar a preguntar cuando el inoportuno jefe Demian llegó a arruinar el momento, justo cuando Seere bajaba de las escaleras.
-Vaya pero que dama tan más hermosa te acompaña Owayne, eres afortunado, mira que comenzaba a creerme eso de tu homosexualidad.
-Jefe…- exclamé avergonzado- no es lo que piensa, solamente…
-Mucho gusto soy hermana de Seere- interrumpió mi nueva amiga para presentarse, algo sonrojada.
-¿En serio?- el jefe se sorprendió- no me dijo que tuviese una hermana, especialmente una tan bella.
Se acercó tomando su mano sutilmente para depositar un beso sobre ella.
-Me halaga señor.
-Por favor llámame Demian.
Desconcertado me limité a mirar esa escena, fue Seere quien intervino.
-Mejor conocido como el diabólico jefe de la Funeraria Eternall… ah y lo olvidaba tiene una pequeña hija.
El jefe aún anonado intentó negar- vaya tu hermano, ya sabes lo bromista que es.
-Por supuesto es un chico muy bromista-le apoyó la rubia
-Y tú uno muy gay-continuo Seere- mira que vestir de mujer cuando aún conservas el pene.
-Definitivamente muy bromista- comentó Angel.
-Puedo invitarla a salir- preguntó el jefe.
-Será un placer.
Los miramos marcharse, definitivamente eran una pareja muy extraña, pero de alguna manera me sentía feliz por ellos, excepto porque hasta ahí quedó la buena acción de “Puedes preguntarme lo que quieras sobre mi hermano/ o séase tu novio”
-Supongo que tendremos el resto de la tarde-si es que contaba como tarde después de las 8 de la noche- ¿quieres mirar una película?
El rostro de mi novio cambió a algo sorprendido, simplemente encogió los hombros, caminé hacia él y tomando su mano nos dirigimos a la habitación.
-No sé nada sobre tus gustos, puedes escoger alguna de las que tengo en mi laptop y si ninguna te agrada buscaremos alguna en línea.
-No estoy seguro de que tengas alguna…- comentó algo bajo- la que sea está bien.
-¿En serio? ¿No tienes ganas de mirar un snuff satánico o algo por el estilo?
-Idiota que te hace pensar que tengo gustos tan grotescos como esos… creo que soy de gustos más otaku y dudo que eso te agrade a ti, así que lo que quieras ver esta bien para mí.
No me esperaba algo así, recordé la ocasión en que descubrí accidentalmente el diario de Jake, era como el cuaderno de una adolescente incomprendida enamorada, reí ante la remembranza y miré a Seere, ahora más que nunca quería saber todo sobre él.
-¿Te gusta lo japonés?… bueno no hay problema, nunca he visto algo, pero podemos verlo si quieres- sonreí.
Pero justo cuando encendí mi laptop hubo un apagón en la ciudad, dejando todo a oscuras, era como si el universo estuviese conspirando en mi contra, Seere buscó algunas velas y permanecimos quietos en el silencio, por suerte la batería era suficiente para terminar con lo que estábamos, Seere se sentó a mi lado sobre la cama y acomodó su rostro sobre mi hombro.
-No importa- me dijo con su normalmente apagada voz, bajando la tapa de mi laptop- será mejor que ahorres la poca batería que le queda, veamos algo en otra ocasión.
-Lo siento Seere…
-¿Por qué?
-Solo quería hacer algo lindo… pero es como si todo me saliera mal… - Y comencé a recordar mi mala suerte para absolutamente todo, mis parejas anteriores desesperadas por mi manera de ser… no quería perder a Seere y unas pequeñas lágrimas comenzaron a salir- debo ser el peor novio que existe.
-Si lo fueras no me habría molestado en presentarte con Ángel- dijo recostándose sobre la cama un tanto despreocupado- solo eres algo torpe para notar lo bueno que eres.
Limpié mis lágrimas y me sentí algo tonto, sonreí nuevamente y me deje caer, acostándome a su lado.
-Nunca he sido bueno para nadie…
-Lo eres para mí.
Y entonces su palabras me salvaron, toda la tristeza que siempre había sentido se desvaneció con aquella frase, puse mi mano sobre la suya sujetándola fuertemente. Y le agradecí. Quedamos así un largo rato, el silencio no era incómodo como antes, pero quería aun decirle tantas cosas.
-Tu hermano es muy agradable… creí que sería algo diferente.
-Es un idiota, se parece a ti.
No supe si ofenderme con su comentario, en verdad comenzaba a acostumbrarme a su actitud, después de todo era la primera persona en decirme que yo era importante.
-Es agradable, me recuerda a mi hermano mayor… es cierto- dije recordando- tal vez debimos ver una película de él.
-¿Tu hermano es un actor?
-Sip, lo es, un actor porno, y porno gay -susurré.
Seere me golpeó, pero incluso a eso comenzaba a acostumbrarme.
-Qué clase de depravado ve a su hermano actuando en una película pornográfica.
De acuerdo, quizás algunas veces si merecía aquellos golpes, sonreí y lo volví a recostar a mi lado.
-Nunca he visto una de ellas, pero no importa, no cambiaría la admiración que siento por él.
-Debe ser una gran persona.
-Lo es, quiero presentarte también con él y con mi padre, y con mamá… bueno iríamos a la tumba de ella, ah creo que no fue tan malo no poder ver la película.
-…- Seere permaneció sin hablar más.
-Tal vez sea lo mejor, me he desvelado mucho los últimos días y tengo sueño… pero lo compensaré… y en grande, pidamos el fin de semana a Demian para salir.
-¿Es una cita?- preguntó volteando su rostro hacia mí.
Asentí- ¿Aceptarías?
-Deberían atropellarte dos coches idiota- comentó levantándose de la cama- pero procura que sea después de la cita, y si haces algo raro…
-Sí, si lo sé- le interrumpí- no es necesario que lo digas… pero dime, ¿lo de hace unos días también cuenta como algo raro?
-¿Lo de hace unos días?- preguntó intentando recordar.
-Tú sabes... ah- recordé el beso y me sonrojé
-Esto- dijo acercando sus labios sobre los mios, sentí el palpitar de mi corazón, tan fuerte que casi podía escucharlo, pero justo antes de unirlos definitivamente, se separó- Que descanses Owayne.
Y así terminó un día más, un día en que la relación se hacía más estrecha, solo restaba esperar y Seere vería lo feliz que podría hacerlo, tan feliz así como él lo hacía conmigo.
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Mientras tanto en una cafetería Demian y Angel conversaban, este último parecía un tanto serio.
-Creí que tu mejor que nadie lo entendería…- le confesaba Demian a su rubio acompañante.
Ángel con cierto enfado miraba a la ventana de la cafetería -Como podría entender algo así, amo a mi hermano y a Owayne- respiró hondo y algo más tranquilo miró al mayor- lo siento Demian, pero la respuesta es no.
-Está bien, no es como si necesitará tu ayuda, debo hacerlo antes de que termine en algo cruel para todos.