Era una de las peores noches que había pasado, no durmió en ningún momento, aparte de ese fue una de las noches más frías y no tenía nada con que cubrirse, solo esperaba no enfermarse después de todo eso, aunque sabía que pasaría, se sentía tan solo, ojala Sasuke lo volviera a visitar de nuevo, de cierta manera cuando esta con el siente que nadie puede dañarlo.
-Me pregunto si estaré enfermo - se preguntaba - por qué siempre cuando pienso en el mi corazón late de manera descontrolada
Su estómago pedía agritos un poco de comida, tenía demasiada hambre, se sentía tan débil que no quería ni moverse del lugar donde se encontraba, solo esperaba que ese día no fuera demasiado largo.
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La luz del día asomaba por su ventana con algo de pesadez abrió sus ojos, no había dormido de lo mejor ya que se la pasó la mayor parte del tiempo pensando en su rubio, en parte le invadía la frustración de no poder ayudar a su pequeño pero gracias a que su tio no estaría hoy aprovecharían para investigar un poco.
Se levantó de su cama y se dirigió al baño para tomar una ducha antes de bajar desayunar, ya abajo se encontraba Itachi sentado junto con su tío y primo, esperaban la llegada de su hermano.
-“Porque se tarda tanto” –pensaba – “Ese viejo amargado se está enojando, Sasuke baja por favor” – suplicaba internamente
- Perdón por la tardanza – hizo una reverencia –
- Toma asiento Sasuke es la última vez que te permito llegar tarde entendiste –decía Madara con una voz de molestia-
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- No volverá a pasar –se disculpó y tomo asiento alado de su hermano-
El desayuno paso sin ningún contratiempo, Madara se levantó de aquella mesa no sin antes visarle a Sasuke que mañana vendría su nuevo tutor y que Itachi le ayudaría a Sai con su trabajo, sin más se retiró, ya que faltaba poco para una reunión importante que tendría fuera del país.
- No te salvaste de las clases Sasuke –lo miraba burlón-
- Cállate Baka – le envió una mirada asesina- al menos yo no voy a estar trabando con Sai.
Lo último dicho por Sasuke lo helo, no es que odiara a su primo, tal vez en cierto sentido pero lo que le molestaba que en ocasiones podría ser muy molesto y muy mandón, pero se tenían que resignar hasta que sus padres regresaran por ellos. Era ya tiempo de irse para Madara sin más subió al carruaje y se fue alejando lentamente.
Era ya el momento, su tío ya se había retirado y Sai tampoco se encontraba en el castillo, con el mayor cuidado de no ser visto por algún sirviente se dirigieron al cuarto de Madara, era inmenso a comparación con los demás, lo primero que hicieron fue revisar aquel inmenso closet que se encontraba ahí.
Habían pasado ya los minutos y no encontraban nada de importancia, solo papeles relacionados con el reino, pero había algo que le había llamado mucho la atención a Sasuke en esos momentos, había una pequeña caja escondida entre tanto papel, pero había un problema necesitaban una llave para abrirla.
- Itachi has encontrado algo que sea útil –preguntaba ansioso-
- Lo siento hermanito no hay nada que pueda servirnos para abrir esa cosa
- StK…debemos saber lo que hay en esta caja, tal vez sea una pista de lo que queremos saber.
- Tienes razón Hermanito, pero ahora que sabemos que hay algo escondido aquí no podemos arriesgarnos a que nos vean lo mejor en estos momento es irnos y regresar en otro momento –le explicaba a Sasuke-
- Me sorprende decir esto pero por primera vez dices algo sensato –se burlaba-
- Yo siempre digo cosas sensatas hermanito –le miraba reprochante-
Sin más salieron de ahí habían ya pasado varios minutos, por suerte salieron a tiempo de ese cuarto Sai ya había vuelto al castillo pero no se encontraba solo, con él se encontraba un rubio, de cabello largo amarrado en una coleta y un mechón de cabello tapaba su ojo, tenía unos ojos azules muy parecidos a los de Naruto.
Itachi se había quedado completamente embobado con su presencia, no podía dejar de verlo se veía tan hermoso, bajo a saludar, según el para no ser descortés con las visitas, seguido de un no muy animado Sasuke.
- Ya has vuelto Sai y no piensas presentarnos a tu amigo
- Él es el hijo del virrey, solo ha llegado para arreglar unos asuntos, así que si nos permites –ponía una de sus falsas sonrisas-
- Antes de que te vayas me gustaría saber tu nombre –decía con una sonrisa pícara-
- Deidara es un placer conocerle….mm como se llama? – decía con una cara muy graciosa al darse cuenta que no había preguntado el nombre de aquella persona –
- Itachi Uchiha mucho gusto, espero volver a verte –le giño un ojo, lo cual hizo sonrojar al rubio-
- No podemos estar perdiendo el tiempo aquí Deidara, es mejor apresurarnos – interrumpió Sai-
Se sentía feliz nunca había experimentado esa sensación de alegría, tal vez eso sea amor, se veía tan hermoso esos ojos azules lo había atrapado por completo, de alguna u otra forma aria lo imposible para que le hiciese caso, solo esperaba verlo de nuevo.
Se hallaba en un mundo completamente diferente, que se había olvidado que su hermano se encontraba ahí observándolo, pero sus pensamientos fueron interrumpidos.
- Así que te gusta Deidara he – comenzaba a burlarse-
- Cla…claro que no de donde sacas eso Otouto Baka – trataba de cubrir su nerviosismo-
- Por como lo veías parecía que te lo quisieras comer, no creo que te haga caso eres muy feo para él – trataba de contener su risa –
- Crees que soy feo, pues tú no eres tan guapo como te crees ni siquiera Naruto te hace caso- se arrepentía de haber dicho lo último- perdón no quise decir eso
- No te preocupes –no se sentía triste porque se prometió a él mismo que aria lo imposible para que Naruto lo amara – Ahora que me acuerdo, como estará Naruto, no ha comido en dos días solo espero que ese dobe no se enferme
- Mi hermano preocupándose por los demás, nunca pensé ver esto
- Mejor cállate – lo miraba como si quisiera matarlo
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- Tu primo me ha caido muy bien sai -decia Deidara-
- No quiero que te acerque más a él entendiste Deidara - le decía con una mirada fulminante-
- pero porque no tiene nada de malo que yo hablé con él, acaso piensas que te puedo engañar!! - estaba furioso lo dicho por su novio-
- no quise decir eso, perdóname - se acercó a él y le deposito un suave y cálido beso-
Sai y Deidara eran novios desde hacía unos meses, pero nadie podía enterarse de su relación si alguien o llegase a saber podían pasar cosas terribles ya que su padre odiaba ese tipo de relaciones, pero desde ese día todo con Deidara cambiaria, ya que él rubio lo sabía había sentido una fuerte atracción por Itachi solo que no quería admitirlo.