Tercer Mordisco – Decimo
Esa noche a Tsuna le costó conciliar el sueño, todo lo vivido ese día le estaba impidiendo poder dormir. No le era nada fácil saber que los vampiros existían y que estos se emparejaban toda una vida; y como si no fuera poco ahora él era la pareja del vampiro más aterrador.
Pero lo que más le frustraba era que, muy en el fondo, sentía que de cierta forma le agradaba que él le considerara como su pareja; aunque siendo él dame Tsuna no debía ilusionarse, las personas eran crueles y él siempre sacaba lo peor de las personas. Solo es cuestión de tiempo para que Hibari se hartara de él y lo desechara. Además Hibari solo le había reconocido como su pareja por eso de que el destino los había unido, no porque él estuviera interesado en su persona... Solo era cuestión de tiempo, solo eso.
A la mañana siguiente Kusakabe estaba en la puerta de su casa, listo para escoltarle. El recorrido hasta Namimori había sido en un elegante Audi negro; el no quería llamar la atención pero por lo visto su deseo de ser invisible no iba poder cumplirse.
Al entrar en el aula, muchos hicieron como que él no existía, por lo visto estaban más interesados en hablar sobre algunos estudiantes del instituto.
-Buen Día Tsuna- Fue el alegre saludo de Kyoko - ¿Te enteraste?
-No, ¿Qué paso?- Le pregunto poco interesado en la noticia del día.
-Algunos estudiantes vieron a un grupo de nuevos estudiantes y todos ellos eran extranjeros. ¿No te parece emocionante?
-... ¿A mitad del ciclo escolar? - No era la primera vez que Namimori recibía estudiantes de otros países, pero estaban empezando el tercer ciclo escolar del bachillerato y que nuevos estudiantes entraran era muy extraño.
-Si, pero al parecer el director no tuvo inconveniente en admitirlos, es más, se corre el rumor que ellos se van a quedar en los dormitorios del ala norte - Le dijo entusiasmada, pero tuvo que acabar su conversación con Tsuna cuando el timbre sonó- Espero que algunos de ellos estén con nosotros- Fue lo último que le dijo antes de ir a su lugar.
-Buenos jóvenes, hoy tengo la importante noticia de informarles que muchos ya sabrán, algunos estudiantes extranjeros han sido transferidos, Pasen- Le dijo a los jóvenes quienes entraron, haciendo que muchos se exaltaran de la emoción.
El primero en entrar fue un chico algo bajo de estatura, sus ojos y sus cabellos eran de un llamativo rojo, pero su mirada era algo triste y sus banditas en la cara les hizo recordar al dame Tsuna de su sección, por lo que no le prestaron atención.
Los chicos estaban mas interesado en no dejar de hablar sobre la voluptuosa chica de cabello negro y hermosa tez blanca, aunque se calmaron al recibir la helada mirada de sus iris.
En cambio las chicas no podían dejar de estar emocionadas por el atractivo chico de tez blanca y plateados cabellos. Sus iris eran de una hermosa tonalidad esmeralda, pero lo que más les tenia emocionada era ese aire de punk que le rodeaba.
-Ellos son -El profesor miro la hoja antes de presentarlos- Son Kozato Enma, Suzuki Adelheid y Gokudera Hayato, por favor preséntense a la clase.
El primero en escribir su nombre fue Enma, quien partió la pizza tres veces debido a su nerviosismo de tener que escribir en japonés, prueba de ello fue cuento al escribir en katakana, había empleado mal las kanas y había escrito Nema en vez de Enma, pero Suzuki le había corregido muy amablemente, haciendo que Enma le agradeciera en otro idioma que no entendieron.
Luego de que Enma escribiera su nombre, Suzuki empezó a escribir su nombre completo en una perfecto hiragana.
El último en escribir su nombre fue Gokudera el cual despreocupadamente escribió en katakana su nombre sin error alguno.
-Buenos días, Soy Enma Kozato, vengo de una de la isla de la península Italiana que da con las isla griegas, soy descendiente de emigrantes Japonés - Muchos de los alumnos regulares se entusiasmaron al oír sus palabras.
-Buenos días, soy Suzuki Adelheid, soy familiar de Enma, nosotros con algunos compañeros más vinimos en un intercambio cultura organizado por el director de Namimori - Al terminar sus palabras la atención de todos se fijo en Gokudera el cual bufo antes de sacar las manos de sus bolsillos y presentarse se mala gana.
-Soy Gokudera Hayato, vengo de Italia y eso es solo lo que diré- Fue su única respuesta haciendo que muchos quedaran sin hablas, mientras que las chicas chillaban de la emoción.
-Cálmense- Les regaño el profesor, calmado un poco los ánimos de los estudiantes- Les asignare sus lugares provisionales- El profesor empezó a observar pupitre por pupitre hasta percatarse de la ausencia de uno de sus estudiantes.
-Yamamoto falto a clase
-Me llamo anoche, dijo que uno de los familiares de su padre ha fallecido y ambos debían ir a presentar sus respetos, que regresaría en una semana.
-Bien, pero que no descuide sus estudios, los exámenes están muy cerca para que los descuide
El profesor empezó a sentar a los nuevos estudiantes en distintos lugares, a Enma lo sentaron junto la ventana en la parte final de la cuarta columna, Suzuki en la parte de atrás del la segunda columna y por ultimo Gokudera quedo en el centro de la segunda columna y a la derecha de Tsuna.
La clase empezó con normalidad, donde el primer bloque de clases era de historia y el contenido de ese día era sobre el periodo Sengoku y del levantamiento de Oda Nobunaga contra los demás señores de la guerra y su deseo de unificar Japón bajo su mando. (N/A: es impresionante lo que aprendes al jugar Samurái Warrior de la compañía Koe y Sengoku Basara de Bandai xD)
-¿Me dejas leer de tu libro? - Sorprendido Tsuna miro como el nuevo chico le pedía su ayuda; solo pudo asentirle con la cabeza.
Gokudera se acerco a Tsuna y tomo su libro el cual empezó leer despreocupándose sobre lo que el profesor narraba sobre Nobunaga y la traición a su hermano político por el casamiento de su hermana con él.
-¿Siempre es así?- Le pregunto Gokudera a Tsuna.
-¿Disculpa?- Le pregunto sorprendido ya que nadie le dirigía la palabra más una vez al día a excepción de Kyoka Sasagawa.
-Las clases, ¿Qué si son así de aburridas?
-No lo sé, yo me transferí ayer, pero en Japón todas las clases son así - Le respondió no muy seguro de si había respondido la duda del extranjero
-Tsk, que fastidio - Se quejó pasando las páginas del libro de historia de Tsuna con fastidio.
Cuando la campana anuncio el final del primer bloque, todos los estudiantes rodearon a los nuevos. Aunque Enma fue protegido del interrogatorio por parte de su prima, Gokudera no le fue muy bien; cuando varias chicas le rodearon y le empezaron a preguntar de Italia, de cómo es la vida allá y de ¿Por qué se había mudado a Japón?; todas esas preguntas dichas por voces chillonas queriendo llamar su atención solo lo hacían ponerse tenso.
Quería escapar pero no sabía ¿cómo?, ¿cómo librarse de ese grupo de humanos molestos?, ya estaba al borde de sus nervios y de explotar cuando una cabellera castaña llamo su atención, giro su vista a su costado y vio que no estaba el chico que le había prestado su libro en la clase de historia, y esa era su oportunidad para escapar.
-¡Hey!- Le llamo levantándose de su asiento - Espérame - Le dijo a Tsuna quien se sorprendió de que el chico nuevo le hablara en el receso.
-¡¿Si?!- Le pregunto dudoso
-Me dijiste que me mostrarías la escuela, vamos no me gusta estar mucho tiempo en la misma habitación - le dijo tomándole del brazo y arrastrándolo fuera del aula.
-Oye, espera... ¿cuando yo lo prometí? - Le pregunto mientras era arrastrado por el peli gris, a la vez que podía sentir la miras de celos e irritación de sus compañeras.
-Infórmele a Hibari-sama que Sawada no va poder ir con él en este receso- Dijo uno de los miembros del comité disciplinario a uno de sus compañeros.
...
Solos en azotea de Namimori estaban un muy irritado Gokudera y un muy agitado Tsuna que no entendía ¿Por qué había sido llevado a la azotea por el chico nuevo?.
-Este lugar es horrible- Saco una pequeña Caja de cigarrillo
-¿Que haces?- Le pregunto nervioso al ver la caja de cigarrillo
-Intento fumar
-No deberías hacerlo, nadie en su sano juicio se atrevería a fumar en las instalaciones de Namimori- le dijo intentando evitar que terminara en una cama de hospital en su primer día de escuela.
-¿Me vas delatar o algo así?- Sin importarle mucho las palabras del Castaño saco uno los cigarrillos de la caja y busco entre sus bolsillos un pequeños yesquero cuadrado.
-No, pero el comité disciplinario no es muy condescendiente con los infractores
-Eres un ser humano muy extraño... Me atrevería a decir que parecer a un hámster
-¿Hámster?
-Si, son castaños de ojos grandes, algo grandes pero muy temerosos -sonrió de lado- Me agradas... Te llamare décimo
-¿Disculpa?! – Le pregunto sorprendido, ya que le parecía que lo estaba llamando como una mascota- Me llamo Sawada... Sawada Tsunayoshi, no decimo
-¿Sawada es el apellido o el hombre?
-Apellido, sabes hablar muy fluidamente el japonés -Le dijo sentándose apoyándose de la pared.
-Mi madre era Japonesa- Gokudera empezó a jugar con el cigarrillo entre sus dedos, bailando así entre sus anillos y dedos.
-¿Era? - Le pregunto sin entender
-... Ella falleció- Le respondió colocando el cigarrillo en sus labios
-Eh yo, eh lo siento -Le dijo sin saber que decir
El albino solo subió los hombros como gesto despreocupado - Descuida, paso hace mucho tiempo- Dicho eso abrió el yesquero, pero el fuego jamás llego Encender el cigarrillo.
En preciso segundo que intento encender el cigarrillo una fuerte ráfaga de aire golpeo fuertemente a Gokureda, aventándolo contra la baranda y la cerca de alfajor que impedía que alumnos pudieran caerse de la azotea o pensaran en saltar. Muy lentamente entre las sombras fue saliendo el presidente del comité disciplinario, aun que sus iris eran de un hermoso color azul grises, en ese momento estaban de un rojo muy profundo casi negro debido a la ira.
Tsuna estaba sorprendido por la aparición del vampiro, pero estaba aun más sorprendido de que Gokudera pudiera levantarse luego de ese golpe contra baranda, por más asustado que estuviera y sorprendido podía ver claramente que la baranda estaba golpeada y deformada por el impacto con Gokudera.
-¿Qué crees que haces herbívoro?
-Es lo mismo que te pregunto, ¿Quién diablos eres?- Le pregunto levándose, con algo de gracia felina.
-Soy el encargados que herbívoros como tú aprendan acatar las normas y de enseñarte la lección de que no se debe tocar a Sawada - Entre sus ropas saco un par de lustradas y hermosas tonfas
-¿Eres del comité que estaba halando el décimo?- Guardando el yesco sin apartar la mirada del vampiro
-Y tú debes ser el transferido de Italia que no sabe cómo tratar a las parejas de otros - Al terminar de hablar se abalanzo hacia Gokudera, pero el grito de Tsunayoshi le hizo parar a escasos centímetros- ¿Que sucede?! - Le pregunto irritado por la actitud de herbívoro de su pareja hacia otro herbívoro que obviamente necesitaba una lección.
-No le hagas nada, yo le dije que me sentía mal y que quería venir aquí, el solo está nervioso como yo de estar en un lugar nuevo e intento calmar sus nervios fumando!- Le dijo lo más rápido que sus pulmones le dejaron. Sumisamente Tsuna bajo la vista y agarro su pantalón con ambas manos en los costados para tener algo de valor antes de continuar- Por eso no le hagas nada... Por favor, el es nuevo y no sabe nada de Namimori.-
El viento empezó a silbar en los oídos de los presentes antes del que fuerte sonido de la campana anunciando el nuevo bloque de clase estaba empezando. Hibari guardo sus tonfas y fulminando con la mirada a Gokudera le dijo fuerte y claro.
-Está es mi escuela, si aun deseas vivir herbívoro será mejor que aprendas a acatar las reglas-
Hibari paso a un lado de Tsuna, pero no le miro o por lo menos Tsuna no tuvo el valor de ver si Hibari la había dirigido la mirada antes de perderse en la sombras.
-Tsk… ¿Quién es ese?
-El es Hibari Kyoya, el presidente del comité disciplinario- Le dijo levantándose- Es mejor regresar, ya sonó la campana y si tardamos vamos a meternos en problemas
El siguiente bloque de clase fue de matemática, mientras la mayoría de los estudiantes se concentraban en la lección del profesor. Tsunayoshi no dejaba de repetir la escena de la azotea en su cabeza una y otra vez. Ese golpe hubiera matado a cualquier persona o por lo menos dejado paralitico, entonces ¿Cómo diablos había sobrevivido a ese golpe Gokudera? ¿Acaso tenía un chaleco o una armadura no visible debajo de toda su ropa?. Cansado de sus divagaciones y demasiado perdido como para entender la clase, Tsuna dirigió su atención a los nuevos estudiantes.
El chico pelirrojo estaba muy concentrado escribiendo o pensó hasta que pudo ver lo que tenía debajo del cuaderno, Kozato Enma como se había presentado, tenia lo que podía distinguir como un tomo de un manga; por su parte no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa. Suzuki Adelheid en contraste de su primo, si estaba concentrada copiando todo lo que el profesor estaba explicando en clase. Pero de los tres nuevo estudiantes, lo que en verdad le dejo perplejo y sorprendido era ver lo que estaba haciendo Gokudera.
El joven mitad italiano mitad japonés, estaba con unas gafas muy concentrado en clases, pero no estaba pendiente de la explicación del profesor, en vez de eso, el joven extranjero estaba muy ocupado escribiendo símbolos en un orden indeterminado, algunos símbolos se repetían pero era acompañado por otros y todos iban entre líneas del cuaderno como si estuviera escribiendo algo.
-¿Algo que compartir en clase joven Sawada?- Esa pregunta hizo que Tsuna regresa su atención al frente viendo que el profesor había dejado de explicar en clase para llamarle la atención de forma pública ante todos en clase. Eso le hizo sonrojarse y que se ocultara en su asiento- Hay algo que nos quiera compartir lo que no dejaba de ver el cuaderno del joven Gokudera
-Estaba corrigiendo mi caligrafía- Tsuna miro a Gokudera sin entender de lo que hablaba- Soy nuevo aunque mi Japonés es muy fluido al hablar, no soy tan bueno al escribir, por lo que le pedí que me leyera y que cuando me equivocara por favor me lo dijera- ¿Realmente eso estaba pasando?¿Por primera vez en el mundo alguien le estaba defendiendo a él, al dame Tsuna, salvándole así de la humillación pública y de un posible castigo?
-Ya veo, bien infórmelo antes de la clase para evitar más inconvenientes jóvenes- Fue lo último que le dijo antes de regresar a explicar sus funciones
-Gracias- Le susurro a Gokudera
-Estamos a mano, ya sabes lo por de la azotea y todo lo demás- Tsuna pudo notar que Gokudera desviaba un poco la mirada y que por más que intentara esquivar la mirada del castaño, este no pudo evitar ver que el alvino estaba algo avergonzado
-Descuida- Le dijo con una pequeña sonrisa- además me evitaste quedar en ridículo en clase
-Bueno eso te pasa por espiar, sabes de donde yo vengo eso se llama invadir la privacidad- Tsuna sonrió abiertamente por el comentario.
-Disculpa, solo que verte no se ¿Dibujar? ¿Escribir?, no sé como describirlo, solo sé que me deje llevar por lo que hacías
-Estaba escribiendo, practicando mejor dicho, es una escritura en código que yo cree- Eso tomo totalmente desprevenido a Tsuna, ya que jamás espero tal respuesta, pensé que eran dibujos al azar, pero estaba totalmente equivocado
-Tu también me agradas Gokudera- Fue lo último que le dijo antes de fijar su vista hacia la pizarra e intentar entender las demás funciones que el profesor estaba explicando.
A la hora del almuerzo, Tsuna fue escoltado por Kusakabe a la oficina del comité disciplinario, pero el incómodo silencio que les rodeaba le hacía saber que algo no estaba bien.
-Kusakabe… ¿…l está molesto?
-Más que molesto diría que irritado y furioso- Eso le hizo tragar saliva
-…l va matarme o algo parecido- Oírle decir eso hizo que Kusakabe se detuviera y le mirara como si fuera dicho lo más atroz de la vida.
-Joven Sawada, sé que esto le debe ser aun algo no muy creíble, pero créame cuando le digo: una pareja es algo sagrado y por más molesto que este el amo Hibari, no creo lo tome contra usted-
-Pero en la mañana, yo le detuve, iba golpear a Gokudera o hacerle algo peor- Le dijo nervioso. Pero al oírle Kusakabe solo le sonrió.
-Descuide joven Sawada, el joven Gokudera, es muy importante para las relaciones con otro clanes, así que dudo que el amo Hibari lo matara, tal vez lo hubiera dejado en una condición que para un humano seria letal, pero no para un were.
-¿Disculpa?- Le pregunto sin entender mucho de que iba la conversación ahora,
-O es cierto usted no lo sabe, pero no me corresponde a mi decirlo. Solo despreocúpese y mejor prepárese para el almuerzo, si quiere un consejo debería intentar subirle un poco el humor al amo Hibari, para que le deje interactuar más libremente con el joven Gokudera
-Eh
-Pensé que le gustaría pasar más tiempo con su amigo que solo en horas de clase- Le dijo con una agradable sonrisa ante de abrir la puerta y darle paso a Tsuna.
El almuerzo fue un sencillo plato de omelet, relleno de arroz frito con camarones acompañado de salsa ketsu y una lata de té. Pero por más que Tsuna intentaba comer tranquilamente, la penetrante mirada de Hibari le hacía tensarse y sentir como una bola de piedra cada bocado que comía.
-¿Estas molesto?- Le pregunto cuando ya no podía continuar comiendo
-Si-Fue su cortante y fría respuesta- Tú me hiciste parecer débil ante un herbívoro que necesita una lección
-Yo no quería que lo golpearas, eso era todo- Se defendió aun sin mirarle ya que era la única forma en que podía cruzar palabras con Hibari sin morirse del miedo en el intento.
-Acaso el te gusta… Quieres traicionarme con él- Tsuna le miro sorprendido, ¿acaso el gran y temible presidente del comité estaba celoso del chico nuevo?
-¿De que hablas?
-Dejaste que él te tocara en la mañana
-Solo me arrastro a la azote, no estoy loco como para hacer algo que te moleste
-¿Aun no lo entiendes, no es así Sawada?- Le pregunto mirándole directamente a los ojos
-¿Qué cosa?
-Eres mi pareja y solo debes vivir y existir para mí, no para nadie más.
Toda la tarde Tsuna estuvo ausente intentado asimilar las palabras de Hibari, el vampiro le estaba diciendo que eso de ser pareja, era técnicamente como ser su mascota y no dejar que nadie se le acercara. Realmente su vida era una miseria y ahora podía confirmarlo con creses.
Al sonar el timbre de salida, Tsuna tomo sus cosas sin esperar Gokudera quien se estaba demasiado apegando a él y de no ser por la muy clara amenaza/declaración de Hibari, no quería correr riesgo de que algo malo le pasara el chico nuevo que hasta el momento le tenía algo de estima.
-¿Hey décimo nos vamos junto?- Le pregunto un entusiasmado Gokudera.
-Lo siento Gokudera pero – Le sonrió tristemente antes de inclinarse como gesto de disculpa e irse con uno de los miembros del comité disciplinario. Eso llamo la atención de los tres nuevos estudiantes, para dos de ellos era claro que el presidente del comité disciplinario era muy posesivo con su pareja, mientras que para cierto albino se le estaba planteando otro panorama.
Al llegar frente la puerta del comité disciplinario toco dos veces antes de que la puerta se abriera invitándole a pasar, como Hibari le había indicado, él estaba hay para empezar sus clases sobre el mundo paranormal.
-¿Y Hibari?-Le pregunto sorprendido a Kusakabe quien era la única persona en la oficina.
-Está resolviendo algunos inconvenientes –Fue lo único que le dijo, antes de cerrar la puerta e invitarlo a sentarse en el sofá de la oficina donde siempre se sentaba cada vez que iba a ese lugar.
-¿No es lo de Gokudera cierto?- Le pregunto nervioso por la seguridad del chico
-No, despreocúpese por el joven Gokudera; mejor tome asiento para que empiece a instruirse sobre nuestro mundo- tsuna asintió antes de pasar con algo de temor.
Tsuna se sentó en su lugar y tomo una de los libros que Kusakabe había puesto en la mesa de café. Parecía algo gastado por el tiempo. No tuvo mucho tiempo de examinarlo antes de kusakabe lo cerrara y lo llevara al escritorio de Hibari.
-Bien joven Sawada, ¿Qué sabe usted sobre el mundo paranormal? Aun que algunos se refieren a él cómo sub mundo.
-… ¿Qué los vampiros existen… y que – trago saliva antes de continuar- y que estos se emparejan?- Kusakabe le sonrió amablemente ante su repuesta.
-Descuida joven Sawada esto es una clase para introducirlo a nuestro mundo ya que como bien sabe, usted es pareja del joven amo y es mejor instruirlo en nuestro mundo de poco a poco para evitar cierto inconvenientes.
-¿Existe algún protocolo para ser pareja?
-No joven Sawada, pero si se deben seguir ciertas reglas, como que ningún otra criatura paranormal pueda tocar a la pareja de otra luego que esta reclamada, las parejas son consideras sagradas, ya que no todos tenemos la virtud de conseguirla.
-¿Tu has conseguido la tuya?
-No, pero eso es otro tema de conversación.
Las siguientes horas transcurrieron calmadamente para el agrado y alivio de Tsuna, quien pudo enterarse sobre temas, como que existían extraños casos donde una pareja podían ser compartidas con un tercer miembro, pero eran extraños los casos en que eso pasaba. También le explico el origen de las parejas y que si otra persona tocaba a la pareja de otra criatura eso era visto como delito y que en los peores casos podía castigarse con la muerte.
-¿Eso quiere decir que Hibari reacciono así en la mañana por eso?
-No, me atrevería decir que el amo Hibari actuó así porque es algo posesivo y agresivos con otros y más si son cambia formas, el tenerle rodeado de tantos, creo que le irrita más de lo normal- Le dijo sirviéndole una segunda taza de té verde.
-¿Es decir que no soy un mascota o algo así?- Le pregunto mirando la taza de té
-El joven amo, es algo complicado de entender, no siempre ha sido fácil para sus padres controlarle por así decirlo. El amo Hibari posee una agresividad innata, que algunas veces vine acompañada por una sed de sangre. Pero desde que termino la segunda guerra mundial a aprendió a contenerse por el bienestar de su padre – Tsuna palideció al oír tales palabras, es decir que no actuaba como debía Hibari podía ir por la calle matando a personas –
-“Lo que me faltaba, cargar con la culpa de muerte de otros por no saber cómo actuar con otras personas”
…
En la comodidad e intimidad de una amplia biblioteca, repleta de libros y pergaminos, bellamente iluminada por hermosos candelabros de araña de cristal que no dejaban ningún rincón sin iluminar entre las estanterías de libros. Entre los hermosos muebles victorianos se encontraba el joven líder de la academia Namimori rodeados de libros buscando rastro de algún registro familiar.
Luego de su último encuentro con Sawada y la molesta llamada de la joven heredera de los Millefiore, la duda se había sembrado en su mente. No era la primera vez que un humano era la pareja de un ser paranormal como él. Pero casi siempre algunos de ellos tenían algún rastro de haber sido hijo de algún paranormal con un humano. Pero entre la familia Sawada no había nada de ordinario. Tal vez que el padre trabaja en alguna petrolera y que por eso pasaba largo periodos fuera, pero además de eso no había nada fuera de lo común en Tsunayoshi, entonces, ¿Por qué era su pareja?. Odiaba aceptarlo pero esa llamada de princesa de los Black Spell tenía razón.
“Buenas Tardes Hibari, disculpe que lo moleste, pero hay algo de lo que me inquieta y quisiera hablarle… ¿No es su pareja un humano muy normal como para ser una pareja?, no se ofenda, pero me tome la libertad de buscar algunos registro de Japón pero no hay nada sobre que la familia Sawada esté relacionada con nuestro mundo”
Como la odiaba, pero en parte debía darle razón, había estado tan cegado con la presencia y la sangre de Tsuna que no había indagado más sobre los Sawada. Tsuna era sin duda alguna su pareja ya que al beber su sangre lo había confirmado al sufrir ese descontrolado frenesí de carmesí que le había invadido, pero ahora que tenía su cabeza más fría, Tsuna era sin lugar a dudas una persona normal, sus notas eran promedios, no había algún rastro de personas semi paranormales o algún rastro de que pudiera ser un retrogrado.
Lamentablemente, el único que podía ayudarle a comprender exactamente que era Tsunayoshi Sawada está a varias horas de vuelo; pero se negaba a llamar a un elfo o hada, que le ayudara a ir a ese lugar; prefería buscar la respuesta a sus problemas él solo, a tener que acudir a ellos. No, les demostraría que él mismo podía pelear sus batallas sin necesidad de su ayuda.
…
A la mañana siguiente la rutina fue casi la misma del día anterior, por lo visto su vida ahora sería una vida llena de escoltas, rodeados de vampiros y con la imposibilidad de tener amigos ya que no quería causar la muerte de una persona por culpa de la agresividad de su ¿Pareja?.
-¿Eres algo así como el hijo del director o del algún miembro de Namimori?- Le pregunta le tomo tan desprevenido que no pudo evitar sobre saltarse al tener ante él a Gokudera el cual tenía el uniforme desagrado dándole ese aire rebelde, pero esta vez tenía una pequeño bolso negro en su hombro izquierdo, mientras en sus labios había un cigarrillo encendido.
-Hola Gokudera ¿Qué haces aquí?- Le pregunto sorprendido para luego mirar al miembro del comité que le acompañaba esa mañana
-Vivo a 2 cuadras de la estación – Le dijo señalando el modesto edificio que estaba cerca- ¿Pero no sabía que eras escoltado por el comité disciplinario?
-Sobre eso……..
-Son órdenes del presidente, si nos disculpa estamos perdiendo tiempo – Le respondió el miembro del comité lo que irrito a Gokudera.
-Tsk, no estoy hablando contigo chupa sangre- Gruño al desconocido.
-¡Calmate Gokudera! El solo me esta acompañador veras “Que digo, que digo, que digo”… La vedad es que yo fui reintegrado a Namimori recientemente pero tuve algunos problemas con algunos estudiantes antes de retírame y ellos solo me hacen de guardaespaldas para evitar conflicto- Había salido bastante bien, claro que había omitido que había sido arrastrado a Namimori contra su voluntad y que Namimori está llena de vampiros y existen más criaturas paranormales de la cuales no tiene idea.
Gokudera la miro uno segundos antes de tirar el cigarrillo al piso y apagarlo con el pie.
-Si no quieres ser mi amigo, solo debes decirlo- Fue lo único que le dijo antes de ir se caminando hasta la estación del tren.
-“¿Ahora que hice?... Soy tan idiota que ni puedo terminar una relación amistosa bien”- Tsuna miro la espalda de Gokudera antes de suspira derrotado e ir a Namimori, en definitiva hoy iba ser un día cualquiera para el Dame Tsuna, ya había empezado con bien, alejando a una de las pocas personas que le hablaba en clase.
…
Al sonar el timbre de final de clase, fue como una llamada de alivio para Tsuna, por una extraña razón se había sentido vigilado en clase y por más que veía a su alrededor para ver quién era su observador.
-“ Ya te estas volviendo loco”- Fue lo único que pensó al recoger sus cosas para salir del aula.
Pero al ir a la salida no pudo evitar fijarse en el colorido cabello rojo de Enma, quien le saludo con la cabeza al verle para luego salir con su prima. Ahora que lo pensaba tanto Gokudera, como Enma, y su prima usan el uniforme como debía, Gokudera y Enma tenía el cabello algo llamativo para ser cabellos naturales y el comité disciplinario no les decía nada; ¿Acaso esa escuela permitía ese tipo de comportamiento en sus alumnos?.
[A partir de aquí les recomiendo que oyeran esta melodía y continuar leyendo cuando empiece a sonar xD... ya leerán porque lo digo http://www.youtube.com/watch?v=mpiJbQvBP8A&feature=youtube_gdata_player ]
Una suave melodía de sonata de piano empezó sonar por todo el pasillo, llamando la atención de muchos. Rápidamente las chicas empezaron a acercarse y entre los comentarios de emoción y exaltación empezaron a decir "Gokudera" y "piano". Curioso por eso, se acerco a uno de los pequeños espacios que había en una de las puertas del Aula de música, antes de que fueran bloqueada por más curiosas.
El origen de la bella música que poco a poco iba aumentando en escala, pero sin dejar de ser melodiosa, venia de uno de los extremos del aula de música, donde estaba ubicado un bello piano de cola negro y frente a él estaba Gokudera tocando. Para él nadie existía o eso era lo Tsuna podía apreciar desde su posición mientras era empujado por codos, manos y senos de las demás chicas que querían ver a Gokudera; pero para él esas chicas no existían.
Gokudera tocaba el piano de tal manera que no parecía que el tocara un instrumento, sino mas bien era como si acariciara las finas teclas, todo en una perfecta armonía que daba como resultado esa hermosa melodía, la cual él no conocía.
-¡Gokudera es como un príncipe!- Decía una de las chicas que estaba sobre él.
-Ese no es uno de los chicos transferidos de ayer
-Quiero una foto de él
-Le voy pedir salir- Decía otra más atrás, seguido de más cuchicheos que poco le importaban.
Mientras la melodía seguía sonando a Tsuna por un momento vino a su cabeza una de esas viajes películas Italiana de época que veía su madre algunas veces cuando no estaba atareada por algún oficio. Una vez había visto en una de esas películas donde un joven artista enamorado de un mujer casada y ambos vivían una aventura en la mansión de campo de la dama, pero lo que le hizo recordar esa película, fue que le era inevitable no imaginarse a Gokudera en el salón de música de la mansión, mientras la luz se filtraba por las hermosas ventanas francesas del salón.
Y aunque el ritmo era cada vez fuerte, no dejaba de ser melodioso haciendo que su imaginación siguiera volando a medida que seguía tocando.
Rápidamente vino a él la imagen de un hermoso jardín con un gran laberinto de arbustos a medio cuerpo que llevaban a una pérgola de mármol blanco que invitaba a pasar, hermosos rosales recorrían a todo lo largo de las caminarías de piedra del jardín, donde su suave perfume inundaba sus sentidos. A lo lejos se podía ver varias fuentes que representaban escenas de personas con ángeles, faunos y hadas, que narraban hermosas escenas de romance entre ellos. El brillo de sol daba un hermoso color verde esmeralda al jadón que invitaba a tomar sol en uno de los bancos de piedra que había en el jardín. La brisa mecía suavemente las plantas y le hipnotizaba a cerrar los ojos para poder oír mejor la melodía.
Por un momento esa imagen le pareció tan real que Tsuna pensó que estaba ahí, pero un fuerte empujón le hizo regresar al aula de música donde cada vez más chicas y algunos chicos curiosos querían ver al causante de esa sonata.
-"Esto ya se hizo pesado"- Pensó antes se pedir permiso intentando salir, no sabía cuánto tiempo se había quedado pero ya era hora de que fuera al comité.
Entre el fuerte de la melodía poco a poco se fue abriendo camino entre los estudiantes que ya habían llenado el pequeño pasillo que daba al área se clubes y de los comités.
-Voy a tener que ir por la otra entrada- Se dijo antes de sujetar con fuerza su bolso para poder abrirse paso entre el muro humano de mirones.
-¿Qué creen que están haciendo?- Dijo claramente la voz de Kusakabe, quien al hablar pudo ser oído por todos los estudiantes del pasillo- Si no tienen ninguna actividad de club o comité, despejen el pasillo antes de que llegue a 5.
Antes de pudiera empezar a contar ya varios alumnos estaban empezando correr en varias direcciones, haciendo que Tsuna fuera arrastrado por ellos hasta que dos fuertes manos le sujetaron con delicadeza pero sin lastimarlo y haciéndole a un lado mientras se terminaba de vaciar el pasillo.
-¿Se encuentra bien Sawada?- Le pregunto Kusakabe
-Si gracias - Tsuna miro a ambos lados del pasillo sorprendido de que ya no estuvieran ningún alumno sin fijarse que lentamente la música iba bajando de tono.
-Creo que Gokudera va ser más popular que antes
-El joven Gokudera es un joven prodigio, no solo al nivel intelectual, sino también al nivel musical. Según tengo entendido el joven ha dado conciertos a la alta sociedad y es muy reconocido entre los mejores músicos de música clásica.
Tsuna no pudo evitar sentirse abrumado por toda esa información. En verdad Gokudera era un chico de otro nivel.
-¿Cómo es que sabes tanto de él?- Ahora que lo pensaba Kusakabe siempre parecía saber quién era quien, de donde eran y mucha más información personal.
-Es mi trabajo y de la mayoría de los miembros del comité saber todo lo posible sobre los estudiantes de Namimori, como ya sabe no somos una institución normal y por el bien de los estudiantes humanos y no humanos, nosotros debemos estar al tanto de todo.
-... ¿Eso quiere decir que son un servicio secreto o algo así?
-Sí, podría tomarlo así- Le dijo con una suave sonrisa
Tsuna se quedó unos segundo en silencio intentando asumir que los miembros del comité disciplinario que poseían un aspecto de pandilleros sin ningún futuro en la vida, eran en realidad vampiros y que trabajaban como el servicio secreto de la institución para los demás vampiros u otras criaturas que estudiaban en la noche.
-Ahora que recuerdo. Kusakabe ¿Existen más alumnos que vampiros en la noche?
-Claro si joven Sawada, los cambias formas son los más predominantes- El suave sonido de una puerta deslizándose le hizo girar sobre sus talones y ver a Gokudera cerrando la puerta del aula de música antes de verles.
-Buenas tarde joven Gokudera - Le saludo Kusakabe, Tsuna miro a Gokudera directamente a los ojos, lo que le hizo recordar su encuentro antes de la estación le hizo bajar la cabeza.
Gokudera le agradaba y hasta cierto punto disfrutaba que lo usara para hacer de amigos, pero le tenía más miedo a Hibari y sus colmillos que al albino
-"Lo siento Gokudera"
-Espero que no piense saltarse las clase hoy también - Tsuna empezó a observar a ambos sin entender del todo de que iba esa conversación.
-Tsk, yo no necesito eso
-Pero su padre ha pedido que este en ambos cursos y es nuestro deber hacer que se cumpla su voluntad.
-Es solo mera formalidad, además ya se todo lo que ellos van a dar, no es como si no supiera quién soy o cual es mi naturaleza.
Ya no entienda para nada la conversación, pero de si algo le era muy claro era Gokudera estaba irritado y no quería estar más en el pasillo con Kusakabe y él, o simplemente no quería verles
-Su padre nos informo sobre su personalidad rebelde y nos dio órdenes de hacerle asistir a clase- En ese momento Tsuna pudo apreciar como los colmillos se Kusakabe se asomaban sobre su labio inferior.
Acaso Kusakabe, estaba planeando atacar a Gokudera, no era acaso uno de esas pesadas reglas que le había dicho ayer, sobre la relación que hay entre Humanos y paranormales; donde claramente se especificaba que “No debía atacar ningún humanos, a menos que fuera en defensa propia o una situación de supervivencia extrema” y de la de “Los humanos no deben enterarse de que los paranormales existen”. Antes siquiera de pensar en que hacer o porque el vampiros estaba actuando así, solo pudo hacer una cosa.
-¡Espera Kusakabe!- Le dijo anteponiéndose entre él y Gokudera- No creo que esta sea la forma de resolver el problema, Gokudera es un chico normal no hay porque llegar a ese extremo- Le dijo nervioso y asustado, aun que le dijera que él no iba a atacarle jamás, eso no quería decir que le tuviera miedo a ese par de colmillos amenazadores.
El silencios les rodeado unos segundos que para el castaño le fueron minutos, hasta que la suave carcajada de Gokudera le hizo mirar al albino, en verdad no entendía nada lo que pasaba con ese chico, por un momento era despreocupado, en otro atento, en otros feliz, entre otros; pero lo que si podía asegurar que Gokudera era amable con todos lo que no fueran mujeres
-Jajajajaja, eres muy divertido decimo- Le dijo revolviendo el cabello- Lo haces parecer como sino supieras nada.
-¿Nada de qué?!- Le pregunto nerviosos y estresado por esa situación tan rara a lo que había llegado.
-¿No sabe nada acaso?-Le pregunto un poco más serio al vampiro
-En serio no se dé que me estás hablando-Le dijo irritado de le hablaran sobre un tema donde estaba involucrado sin saber en qué.
-El joven Sawada apenas ha tenido clases de nuestro mundo, pienso introducirlo lentamente- Gokudera chasqueo con su lengua y guardo sus manos en sus bolsillos.
-Deberías dejar de tratarlo así, más que ayudarlo parece que le mimas, si es un humano y si está en nuestro mundo no es mejor decirle todo, en vez de darle las lecciones en migajas
-El joven amo lo desea así
-Tsk No me hagas reír, solo le están haciendo un mal, si va estar entre nosotros no es mejor decirle a las cosas que se debe enfrentar, no solo a su aburrido y anticuada vida de Aquelarre, el décimo no es ni un donante de sangre ni una meretriz de sangre, deberían decirle, en lo que está metido.
-¡Esperen un momento!... A todo esto, Gokudera sabe de los vampiros, entonces eso quiere decir que él es uno de ustedes
-¡¿Quieres que te golpee?!,¡¿Cómo me puedes confundirme con uno de ellos?!
-Joven Sawada, déjeme explicarle, el mundo paranormal no está regido solo por vampiros, en el también hay brujas, hechiceros, elfos y más creatura de las que jamás se pueda imaginar, pero entre ellos, los más dominante son los cambias formas o los were creaturas.
-…
-Tsk, te lo explicare, así como los perros no se llevan con los gatos, los vampiros no se llevan con los cambias formas, nuestras costumbre y jerarquía son distintas. En otras palabras, así como ellos son mis enemigos, yo soy para ellos un dolor de cabeza a la cual les fui concedido la responsabilidad de tenerme en Namimori con razones económicas.
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