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Katekyo Monster Reborn por Riona_Sagita

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Notas del capitulo:

Mis lamentables y desesperados comentarios, como siempre al final del capitulo.

El suave eco de sus pies al caminar, eran lo único que se oía, la escuela estaba vacía casi por completo, solo quedaban pocos alumnos quienes estaban a cargo de la limpieza, muchos de los profesores ya estaban dejando las instalaciones para irse a sus hogares antes de que la noche llegara. Todo era como siempre tranquilo y organizado como a su jefe les gustaba que su escuela fuera.

Toco suavemente la puerta antes de entrar en el salón  de la oficina del Comité Disciplinario, sin esperar respuesta alguna, entro formalmente cerrando la puerta tras de sí y se acerco al escritorio de su jefe. Kyoya Hibari, ese es el nombre del presidente del Comité Disciplinario de la Escuela Namimori, muchos lo ven como un pandillero con poder, otros con miedo y  muchos como él mismo, veían a Hibari como un líder fuerte a quien seguir. Esperó pacientemente que Hibrid, el pequeño canario que había entrenado terminara de comer migajas de pan, solo para luego tener toda la atención de jefe.

 

Aunque no se pudiera apreciar, Hibari tenia 17 años, pero su contextura muscular le hacían alguien alto y de apariencia mayor. Los rasgo de su cara, aun que pálidos, eran frios, serios y algo aterradores, lo que naturalmente no le restaban atractivos; Además eran sus ojos grises, los transmitían una mirada de irritación y soberbia que asustaban a cualquiera que osara mirarlo fijamente por mas de un instante. Todo perfectamente combinado con su cabello negro, que le hacia resaltar aún mas sus rasgos pálidos. En pocas palabras Hibari Kyoya era un joven atractivo, no solo para chicas sino para hombres también. Y solo aquellos osados o muy tontos le habían declaró o transmitido sus sentimientos por medio de cartas y confesiones amorosas. Lo que muchos no saben y que solo muy pocos tienen el privilegio de saber es que el Comité Disciplinario no solo se encarga de vigilar a los estudiantes en el ciclo normal de clases, sino que también son los responsables de que nadie se entere de que la escuela Namimori posee un turno nocturno para estudiantes especiales.

 

Estos estudiantes no son especiales por sus notas, deportes o estabilidad económica, más bien son especiales debido a sus habilidades naturales con los que fueron destinado a nacer desde la gran Gai nació.

 

-Todo esta en perfecto orden, algunos de los hombres están vigilando a los estudiantes que quedan, para tener todo listo y recibir a los estudiantes del turno nocturno – Tomo el pequeño sobre que tenia a su costado y lo dejo sobre la mesa de madera, para regresar a su antigua posición – Su padre nos pidió que le informáramos que los nuevos alumnos  se integraran hoy para el nuevo ciclo escolar. Además de decirle que debe pasar algún tiempo con alguno de los nuevos candidatos así como con los anteriores, no le importa si ninguno es de su interés, pero es necesario que como futuro líder deba relacionarse con los demás candidatos y que de ser preciso piense en futuras alianzas si no consigue a su pareja para dentro de algunos años.

 

                Todo quedo en un tranquilo silencio incomodo para el subordinado que pacientemente esperaba órdenes para retirarse.

 

-Comunícale que estaré presente, pero no pretendo relacionarme con herbívoros tan inútiles como esos – Le respondió, como señal de que podía retirarse del salón.

 

 

-Odio hacer esto- Se quejo uno joven que estaba parado en la entrada de la institución. Por su vestimenta se podía apreciar que era un estudiante de Namimori, pero la extravagante cabeza negra de sapo le hacia resaltar, su cabello era de una tonalidad azul turquesa que hacia juego con sus ojos de la misma tonalidad claro.

 

-No empieces Fran - Se quejo una linda pellirroja de ojos azul intenso que algunas veces parecen violáceos, usaba el uniforme femenino de Namimori. En sus manos no había ningún maletín, sino un instrumento musical de viento que siempre llevaba consigo.

 

-No quiero… No me importa integrarme a la sociedad, solo quiero jugar- Se quejo haciendo pucheros por tener que ir clase tan tarde.

 

-Mukuro-sama específico que debes ir a clases, así que deja de quejarte y camina… Maldita mi suerte al tener que hacer de niñera- Suspiro frustrada e intento calmarse antes de pagar alguna frustración con el chico. Tenían cerca de 3 meses con ese chico y aun no entendía porque su jefe lo quería con ellos.

 

-No es justo M.M, Mukuro si se puede quedar a descasar y nosotros no-

 

-¡No lo llames tan familiarmente!- Le reprendió antes de que terminara la frase – Es Mokuro-sama para ti

 

-Pero el no dijo eso- Le dijo en un tono de voz mas bajo, para que la chica no le ollera.  No era un secreto para muchos que M.M estaba enamora de Muruko

 

-Solo camina, antes de que te golpee- Le dijo respirando hondamente, a la vez que hacia uso de todo su autocontrol, Mukuro le había pedido personalmente que nada le pasara a Fran, ya que ese chico iba ser muy impórtate para ellos. Pero lo que no podía saber era a quien no toleraba menos, si a Fran la nueva mascota del grupo, por así decirlo, o a Chrome. Chrome era la hermana menor de su señor, aunque el parecido eran innegable, ella simplemente la aborrecía, la chica era débil, tonta e inútil, pero lo que mas odiaba es que Mukuro le prestara más atención a ella.

 

-No veo a nadie, ¿Estás segura que es aquí?- M.M miro la escuela, estaba totalmente callada y tranquila. No parecía que alguien estuviera a esas horas en la instalaciones del colegio y mucho menos estuviera apta para dar clases.

 

-Sí, la dirección que Mukuro-sama me dio fue esta, y ahí dice claramente el nombre de la escuela

 

-Pero esta oscuro y me da miedo- M.M apretó su mano con fuerza reteniéndose de golpear al menor.

 

-Solo es así para el ojo humano- Una alegré voz llamo su atención, al buscar el dueño de esta, vieron a un chico vistiendo el uniforme deportivo de la escuela- ¿Son nuevos?- Sonrió de forma despreocupada- Mucho gusto, soy Takeshi Yamamoto. Estudio en el curso regular y estoy en el club de beisbol, salí a trotar un poco esperando el comiendo del curso nocturno – Camino hasta el portón de rejas, la cuales se abrieron suavemente- Pasen – Le dijo con una suave sonrisa.

 

                Al entrar en los terrenos de la escuela, todo era distinto, se podía ver que el cielo antes negro por la noche, era de una tonalidad rojiza, como una noche llena de nubes apunto de llover, no había luna en el cielo y las estrellas eran claramente visibles. Pero lo mas extraño es que se podía ver como los arboles se mecían suavemente por la brisa, pero no sintieron la aquella suave brisa o el susurro de viento al soplar. Era como si estuvieran rodeados por una pared invisible que evitaba el paso de los vientos y de los sonidos del mundo exterior

 

-Es una barrera contra cazadores y Vinvent. Solo deja pasar a humanos emparejados y a criaturas sobre naturales, o algunos casos a familiares enlazados a un mago.

 

-Genial, ¿Hay manzanas, peces y perros?- Yamamoto miro a Fran sin entender del todo de que habla

 

-¿Perdón?

 

-Si, manzanas, peces y perros… Ya sabes la manzanas cuidan bosques, peces seducen a los humanos y casi no se dejan ver y los perros aúllan y cazan- Le explico como si todo fuera lo mas normal del mundo.

 

-Ah, ya entendí- Le dijo rascándose la mejilla – Hay fay y were creaturas, no se si hay sirenas o tritones, yo solo curso con los de mis clases y en los exámenes nos ponen a todos juntos, pero no conozco a todos, pero no somos muchos, así que debe haber uno.

 

-¿Crees que me enseñen a hablar con sushi?

 

-¿Sushi? ¿Eso no es un tipo de comida?- Le dijo dejando de lado su sonrisa amable, y mirando si es que este chico estaba bien de la cabeza, ¿Quería hablar con su comida?

 

-No, sushi es mi pez mascota – El silencio que rodeo a los tres estaba mesclado entre lo irónico y lo cómico porque era raro que una mascota tuviera el nombre de un platillo hecho con algunos de sus parientes lejanos.

 

-Yo debo ir a cambiarme, pero si consigo alguien le preguntare si se puede- Le dio unas palmaditas en el hombro al peli azul, para luego irse desliéndose con la mano. Fue lo único que se le ocurrió para salir de esa incomoda situación en que se había metido cuando el menor empezó hablar de mascotas y comidas

 

 

 

                El gimnasio de la escuela estaba iluminado y lleno de jóvenes y uno que otro adulto, algunos de estos uniformados con trajes de saco negro y una insigne a dorada con el logo de la escuela; lo otros adultos estaban vestido de forma casual. Los alumnos estaban reunidos por grupos y hablaban entre ellos esperando que el presidente del comité se presentara para empezar la reunión.

 

                Todos callaron de improviso cuando vieron la figura imponente de Hibari Kyoya entrar en el auditorio, le siguieron con la vista hasta que llego a la tarima, donde se paro ante todos con sus brazos cruzados. Portaba el uniforma escolar,  su chaqueta iba sobre sus hombro cubriendo así parte de sus brazos como si fuera una capa.

 

                Todo era un proceso de rutina normal, pero nadie de atrevía hablar o moverse de su poción en presencia del hijo del dueño y director de la institución, no por ser quien era, sino por miedo al carácter del peli negro, para nadie era un secreto que el Comité Disciplinario parecía una banda de pandilleros y que entre todos el más temible por su personalidad, carácter y agresividad. Nadie quería estar a solas con él en una misma habitación y mucho menos llamar su atención, la ultima persona que lo había hecho había terminado en el hospital al caer de la escalera por no llevar bien el uniforme de Namimori.

   

-Herbívoros ha habido rumores de que hay algunos cazadores rondando, ahórrenos el dolor de cabeza de buscarlo y quédense en la instalaciones de la escuela y cerca de un profesor o un miembros del Comité Disciplinario, nosotros hacemos cumplir la normas, así que cúmplanlas - Luego de las palabras del presidente Disciplinario, varios alumnos empezaron a respirar aliviados de que la presencia de Hibari se hubiera ido.

 

 

-Ya puedes respira tranquilo Sho-chan – Fue la voz animada de un joven albino que abrazo por detrás aun chico castaño desaliñado tímido que tenia entre sus brazos un grueso libro, algo gastado por los años. El chico usaba un sweater de color azul marino algo holgado para su cuerpo, debajo usaba la camisa blanca y esto todo combinado con unos pantalones negros. Los ojos verdes levemente oculto por el cabello castaño rojizo, no se podían apreciar del todo bien debido a los lentes del chicos.

 

-Byakuran esto no es Brooklyn y mucho menos Italia- Le respondió nervioso y sonrojado el chico en su intento de soltarse de las manos del mayor, pero entre más lucha más le agarra el albino. No fue hasta que suspiro cansado y giro su rostro para ver al albino de hermoso ojos violeta y llamativo tattoo de nacimiento en su mejilla, quien le sonreía de forma tonta y divertida al ver su reacción – Byakuran, lo digo en serio, debemos ir con Hibari Kyoka

 

-Me lo has repetido todo el día, y no tiene nada de malo que abrase a mi pareja, quien no me ha dejado jugar con ella en todo el día- Fueran la ultima palabras que necesito oír el castaño para golpear con fuerza al albino y salir del edificio ocultando su rostro rojo de la vergüenza que sentía, ya que Byakuran había dicho a todos los presente algo sobre su vida personal.

 

-Sho-chan~ es tan tímido –Rio suavemente viendo partir a su pareja.

 

-Byakuran, no deberías jugar así con Irie, es muy reservado y tímido con su vida intima- El albino miro a la pequeña chica que  le miraba de forma seria. Su mirada era de un azul cielo limpio y hermoso, que combinaba perfectamente con sus cabellos verde oscuro; debajo de su ojo izquierdo había una pequeña marca de nacimiento en flor anaranjada.

 

                Ella era Uni Millefiore y el joven Byakuran Millefiore, ambos miembros de la misma familia pero de distintas ramas, mientras que Byakuran es el líder de los Millefiore White Spell, Uni era la princesa de los Black Spell, ambos eran primos lejanos y en un principio se había pensado acordar un matrimonio arreglado entre ambas familia, pero la aparición de Shoichi Irie como pareja destinada a Byakuran había cambiado la reglas del juego, ya que si algo era sagrado para las criaturas sobrenaturales eran las parejas.

 

                Las parejas no son más que su otra parte, la otra mitad de su alma. Las parejas podían ser de cualquier raza, aun existían algunos puristas de razas, la mayoría de la sociedad mágica del mundo los aceptaba y respetaban, ya que las parejas eran elegidas por la misma madre Gaia. Para asegurar que nada alejara a las dos mitades de estar juntas luego de encontrarse se debía  hacer el enlace que solo pudiera ser roto con la muerte; pero cuando una pareja perdia a su otra mitad partía con ella debido al dolor y la desolación de no poder estar junto a su otro yo. Cada creatura mágica tenía un código de enlace y reclamo de pareja, pero un planeta grande e inmenso la posibilidades de conseguir tu otra mitad son casi nulas.

 

Los Millefiore como una gran familia llena de historia, lo sabían, nada podía competir contra una pareja elegida, por lo que los ancianos había decidió que la princesa de los Black Spell serie elegida como posible candidata para ser la pareja del heredero del Clan Asiático más importante, los Hibari. Una alianza con esta familia establecía posición, poder y expresión en los comercios. No todos estaban de acuerdo con esa decisión pero ordenes eran orden por eso los White Spell estaban presentes, para que se cumpliera la orden de que Uni fuera presentada como candidata.

 

Algo apartado de la multitud, estaba otra de las familias candidatas, los Simon, una familia modesta con una tradición de más de 1000 años, su casta era una de las puras, no eran puristas, pero siempre habían vivido  en la isla de sus antepasados. Pero el nacimiento del hijo del actual líder de su casta y de su extraños poderes había llamado la atención del consejo, por lo que ahora estaba a cientos de kilometro lejos de su hogar, junto con sus 6 guardaespaldas. A ninguno le hacía gracia que su jefe tuviera que estar con alguien contra su voluntad, pero desde el ataque de los cazadores a su casta, necesitaban protección y eso era los que lo Hibari podían brindarles.

 

La ultima de las 3 familia, eran los Rokudo, pero sus únicos representantes eran M.M y Fran, los candidatos de su clan eran Chrome y Fran, pero la delicada salud de la menor de los gemelos Rokudo, hacia imposible salir de casa y luego de un viaje tan largo había recaído enferma, por lo que solo se había enviado a Fran y a M.M para que presentara sus respeto por la ausencia de su hermana, pero cuando su salud mejorara ella iba ir a conocer a Hibari Kyoka.

 

Los demás presentes eran estudiantes regulares del turno nocturno y profesores, no todos eran Japonés, habían ciertos estudiantes extranjeros, ya esa pequeña y discreta institución no era mas que una perfecta fachada para proteger a los estudiantes sobrenaturales de todo Japón, para su integración a la sociedad; y el hecho de que pertenencia a los Hibari, cumplía todos los requisitos necesarios para que muchos estudiantes de otros países vinieran a la tierra del sol naciente.

 

Cada familia fue guiada por las instalaciones, presentados ante todo el personal docente y a los estudiantes. El tour término en el salón del Comité Disciplinario. La última de las familias en entrar fueron los Millefiore, retrasados por la insistencia de buscar a su extraviada pareja, quien ahora estaba en los brazos del albino rojo de la vergüenza de ser llevado así por el mayor. Ese particular cuadro hizo que uno de los Simon sonriera un poco más relajo, no era necesario ser un adivino para ver que esos dos eran una pareja elegida. Por su parte M.M tenia contra la silla a Fran, quien cada vez que intentaba levantarse era sentado sin ningún tacto por M.M.

 

-Ya están todos reunidos- Fueron la palabras que le susurro Kusakabe Tetsuya, la mano derecha de Hibari.

 

                El pelinegro levanto la mirada de sus documentos, para ver a los integrantes de cada familia, empezó por los Simon fijando su mirada en el joven pelirrojo de mirada triste y desolada. Los segundos en ser examinados fueron los Millefiore, la sonrisa de la chica solo le hizo irritarse y quitar su vista de ella, sus ojos miraron fijamente a la joven pareja, podía oler el nerviosismo del castaño solo con verle y como el herbívoro albino disfrutaba de esas reacciones, lo único que él pudo pensar sobre ellos era que le daba nauseas solo verles. Por ultimo miro a los Rokudos, eran los que mas candidatos tenían, pero solo había traído uno de ellos y el Jefe de la familia no esteba presente. No le importaba en absoluto su ausencia, pero odiaba ser interrumpido y sabia iba ser forzado otra vez a relaciones diplomáticas absurdas cuando el príncipe Rokudo Mokuro se presentara con su hermana la condesa Chorme Rokudo en la instalaciones de su escuela.

 

                Elegantemente se levanto de su asiento para luego apoyar sus manos en el escritorio, Hibrid elevo vuelo solo para volver a posarse en el hombro de Hibari.

 

-No planeo tomar a ninguno de ustedes herbívoros como pareja, pero son órdenes del consejo por lo que debo pasar tiempo con los candidatos de cada familia, y la amenaza presente de los cazadores es un tema delicado por lo que quieren que tome a uno de sus herbívoros como pareja- El tono irritado de voz hizo que todos se tensaran.

 

                Luego de esas palabras Kusakabe empezó a explicarle como integrarían a cada uno de los representantes y acompañantes a la academia.

 

-Como ya se le fue informado, cada uno de los candidatos deberán pasar un tiempo en el academia, en el turno diario y nocturno- La explicación solo duro unos minutos mas, antes de que hibrid empezara a volar agitando y a cantara la canción del himno de la escuela Namimori – ¿Señor?

 

               

               

 

               

                El fuerte eco de pisadas al correr era lo único que se oía en esas calles, eran apenas la 6 de la tarde y ya todo estaba oscuro, los fuertes jadeos de una respiración al pasar eran acompañados por maldiciones e insultos del joven que huía lo más rápido que sus piernas le daban.  El chico era de baja estatura, cabello castaño despeinado por el viento empezaba a pegarse a su rostro debido al sudor.  Entre sus manos tenia fuertemente agarrado su maletín escolar, su uniforme estaba claramente desarreglado, sucio y manchado por lo que parecían ser claras de huevo

 

-¡Aquí esta, ya lo conseguí!- Que desde hace algunas calles venían siguiendo.

 

                “No”, pensó con miedo, para seguir huyendo. Tiro su maletín sobre la verja antes de empezar a subirse, pero al llegar hasta arriba, tuvo la mala suerte de una de sus piernas quedara enganchada, por lo que al saltar no solo rasgo su ropa sino que se causo un fuerte ardor en su pierna, por lo que al caer el piso no puedo evitar soltar una mueca de dolor.

 

-¡Se dirige a la escuela!- Grito otra voz.

 

-¡Maldito, no te vas escapar Dame Tsuna…!- El castaño no se quedo a oír mas nada, ya que con las pocas fuerzas que le quedaban siguió corriendo hasta llagar a la entrada de la escuela Namimori.

 

Sin pensarlo dos veces tiro su maletín para empezar a subir el portón de entrada, pero el pasar su pierna lastimada del otro lado del portón, su cuerpo fue fuertemente jalado un par de manos que le tiraron al piso y apresándolo.

 

-Si que sabes correr Dame Tsuna, sino es porque eres realmente malo en deportes te recomendaría que entraras en el club de atletismo para que compitieras en los 100 metros planos o mas, pero con tu mala suerte eres capas de salir corriendo pero en la dirección contraria.

 

-… ¿Qué quieren?, Me han perseguido durante casi todo el distrito desde que salí de la librería, me tiraron huevos y a un basurero, ¿Qué diablos les pasa?- Tsuna estaba aterrado, esos chicos eran los Ryu, un grupo de jóvenes cuyas familias eran la elite de Namimori. Todos ellos usaban el uniforme de la escuela, mientras que Tsuna solo usaba el uniforme del instituto publico.

 

¿Cómo era posible que el joven fuera molestado por chicos de otras escuela cuando no estudiaban juntos?. Tsuna había estudiado hasta hace 2 años en Namimori, pero los acosos de los estudiantes hacia el castaño habían ido subiendo más y más del tono al punto que sus padres consideraron sacarlo de la escuela. Un año y 9 meses de tutores privados y psicólogos le habían costado a sus padres para que el aceptara salir de la casa a estudiar, por lo que habían decidido que le dejarían ir a la escuela pública. Pero la suerte no estaba del lado de Tsuna, ya que al salir de la librería luego de comprar sus mangas se había topado con un grupo de los estudiantes de Namimori.

 

-¡Qué divertido, pregunto porque le estamos siguiendo!- Los 5 chicos empezaron a reír.

 

-Descuida, Dame Tsuna, no es nada malo- le dijo divertido el que parecía ser el líder de los chicos- Solo estamos tan felices de verte que queremos recordar viejos tiempos, ¿No chicos?- Solo risas burlonas salieron de los labios de los chicos- Así que… ¿Por donde empezamos?

 

-Por ningún lado escoria- Todos voltearon a ver el dueño de la voz, sorprendidos de encontrarse al presidente del comité disciplinario frente a ellos- ¿Qué creen que hacen herbívoros?

 

-… Solo estamos saludando a un viejo amig..-El chico no pudo terminar de hablar ya que fue golpeado por un par de Tonfas que le tiraron contra la pared dejándole noqueado al instante.

 

-¡Akira!- Llamaron preocupados al ver a su amigo en tal mal estado en solo segundos.

 

-Lárguense de mi escuela, sino quieren ser mordidos hasta la muerte herbívoros- Su mirada fue lo suficientemente fría y asesina para que los 4 chicos dejaran a Tsuna y tomaran a su amigo y salieran corriendo con el joven inconsciente en la espalda de uno de ellos, alejándose así del demonio conocido como Hibari Kyoya.

 

                Cuando la mirada de Hibari bajo al maltratado cuerpo de Tsuna, chasqueo la lengua al ver un herbívoro tan lamentable como ese, pero antes de guardar sus armas y de regresar con Kusakabe para acordar su primera “cita”, la suave brisa hizo que un dulce aroma llamara su atención; volvió a dirigir su mirada al herbívoro que tenía ante él, lo miro detalladamente solo para ver que una de sus piernas estaba cortada, dejando salir ese dulce y placentero liquido vital que le estaba llamado.

 

-Yo… yo...- Era lo único que podía articular antes de empezar de arrastrase hacia atrás alejándose lo antes posible de ese chico, el miedo le estaba invadiendo y sus instinto de supervivencia le estaba diciendo a gritos que se alejara antes de que fuera muy tarde. Y estaba en lo correcto ya que al ver como esos dos ojos empezaban a volverse rojos, le hizo levantarse y correr en dirección contraria.

 

                Solo fue consiente de dar unos pasos antes de ser jalado por una extraña fuerza, la sensación del vértigo le revolvió el estómago haciendo que la bilis de subiera hasta su garganta antes de ser consciente que era depositado en una gran cama. Preso del pánico empezó a retroceder arrastrándose hacia atrás mientras unos penetrantes ojos rojos estaban fijos en él. Todos sus sentidos están alerta intentado saber ¿Dónde estaba? Y ¿Qué había pasado hace unos segundos?.

 

                Pero no pudo seguir huyendo de su atacante ya que sus manos fueron tomadas y aprisionada sobre su cabeza, su corazón latía de forma acelerada y descontrolar mientras veia el rostro del chico que hace unos segundo había visto en la calle, sus ojos eran rojos y su mirada fría y seria, solo le hacian temblar de miedo.

 

-N-no me mates por favor- Le suplico con una voz, sus ojos picaban haciendo que dos solitarias lagrimas salieran de sus ojos.

 

                El chico no les respondió, solo acercó su rostro muy lentamente hacia el cuello de Tsuna. El castaño veía todo en cámara lenta mientras su mente viajaba a lo patético que era su vida, lo duro que era aguantarse las burlas y desprecio de los demás, y lo mucho que le dolía tener que dejar a su madre, su muerte la haría muy triste y eso era algo que él no quería; había aprendido a sonríer a todo lo malo que le pasaba solo para no hacerla sufrir; pero su hora había llegado y ya nada podía salvarlo. Grito al sentir un fuerte  pinchazo en su cuello, el dolor era demasiado fuerte demasiado agudo para poder soportarlo. Al caer en la inconciencia agradecía a Dios por tener algo de misericordia con él y llevarlo a la muerte sin tener que sufrir más.

 

-_-_-

 

- Kusakabe-sama ¿Qué acaba de pasar con Hibari-sama?- Pregunto uno de los subalternos del joven príncipe vampiro al ver que su amo y señor se había desvanecido con ese chico ante sus ojos.

 

-Llama a Alaude-sama, el cortejo entre los candidatos y Hibari-sama no será posible

 

-¿Señor? –Le pregunto sin entender el ¿Por qué? De la orden.

 

-Hibari-sama ha conseguido a su compañero y para este momento ya habrá empezado el lazo para el reclamo como su pareja- Los subordinado no dijeron nada más, solo asintieron antes de desvanecerse entre la oscuridad de la noche.

 

-_-_-_-

 

                Unii se levantó de su asintió, llamando así la atención de los presentes, con una suave sonrisa miro a su primo antes de ver los Rokudo y a los Simon.

 

-Ya no será necesario que nos enlacemos con Hibari Kyoya

 

-¿Qué estas tratando de decir? ¿Acaso los Millerfiore se creen mejores que nosotros?- Le pregunto ofendida M.M

 

-Más respeto con mi prima Rokudo- Le dijo cambiando su semblante a uno serio y molesto.

 

-Jamás he dicho tal cosa, pero muy pronto Kusakabe, nos informara lo que ha pasado – Golpearon la puerta suavemente antes de entrar, Kusakabe se veía serio y preocupado antes se caminar y pararse detrás del escritorio y junto a la silla de Kyoka.

 

-Lo siento mucho- Se inclinó haciendo una reverencia,  manteniendo su cuerpo inclinado empezó hablar- El incidente de hace unos minutos, no era el ataque de unos cazadores, en su lugar habían estudiantes del curso diario persiguiendo a otro estudiante, pero en el momento que disponíamos a regresar – Callo un momento antes de proseguir- El joven amo consiguió a su pareja destinada- Al terminar de hablar volvió a pararse firme ante los representantes de las tres familias

 

-¿Entonces no habrá que salir con ese chico tan feo? – Le pregunto Fran quien estaba comiendo una chupeta en forma de calabaza de Halloween –Auch – Se quejó cuenda M.M le golpeo en la cabeza.

 

-¡Cállate! – Se quejó la chica molesta por toda esta situación- ¡Esto es un insulto para los Rokudo, nos hacen venir desde muy lejos solos para ser insultados antes esta falta de interés de su líder y ahora rechazan a nuestros candidatos!

 

-Por favor señorita M.M - intento tranquilizarle Kusakabe.

 

-¡Lo tenían planeado todo, creen que me voy a creer todo este teatro!

 

-¡M.M! – Fue el fuerte llamado de una voz varonil.

 

-Mukuro-sama- Le llamo temerosa al oír ese tono de voz por parte de su líder.

 

                Rokudo Mukuro estaba de pie en el marco de la puerta mientras su hermana menor estaba abrazada a su brazo, el mayor de los gemelos Rokudo. Rokudo Mukuro, era un chico alto, esbelto, pero con una contextura fuerte, sus ojos presentaban una extraña heterocromia, donde su ojo derecho era un penetrante color rojo y su ojo izquierdo era uno de tonalidad azul. Su cabello era de una tonalidad negro azulado,  laceo y caí más allá de su cintura, lo mantenido recogido con listón blanco en su cuello. Junto a él estaba su hermana, Rokudo Chrome, era una chica baja, su cabello era de la misma tonalidad negro azulada, pero solo que lo era mucho más corto que el de su hermano; su ojo derecho estaba cubierto por un parque negro con una calavera, dejando ver que su único ojo visible era una mismo tono azul que el de Mukuro. Ambos vestían a juego con un estilo de ropa militar, solo que eran de tonalidades oscuras.

 

-Mukuro-sama, ellos nos han insultado haciendo…

 

-¡Suficiente M.M!- Dijo irritado por el comportamiento de la chica- Entiendo perfectamente lo que está pasando, recibí una llamada de Alaudi-sama me comunico que nuestro arreglo se debía cancelar, debido a que su joven heredero había conseguido a su pareja.

 

-¡Oh! Mira Sho-kun, Mukuro vino a vernos – Dijo en un tono infantil que sabía que irritaría al Líder de los Rokudo

 

-¡Byakuran!- Le regaño su pareja, la situación era lo suficientemente tensa como para que su pareja empezara hacer de las suyas, creando conflictos.

 

-Descuida Irie Shoichi, no caeré en la provocación de tu pareja, no en presencia de mi adorada hermana- Le dijo mirando fijamente al alvino

 

-Esperen un momento- El fuerte tono de voz de una de los guardianes de los Simon llamo la atención de todos los presentes.

 

                La escultural y voluptuosa guardiana Suzuki Adelheid, estaba vestida con su uniforme negro con sus medias a medio muslo y ligeros a juego con su vestimenta.

 

-Vinimos por llamado del consejo,  pero si no vamos realizar ningún ritual de cortejo entre nuestro representantes y el joven heredero de los Hibari. ¿comó piensan retribuirnos?

 

-Adelheid –Le llamo el joven heredo de los Simon.

 

                Kozato Enma, era el joven heredero de los Simon, su cabello era de un corto color rojizo intenso, mientras que sus ojos eran una tonalidad ámbar rojiza, la cual combinaba con sus cabellos. Sus ropas como los de sus guardianes era una chaqueta negra con blanco y unos pantalones negros.

 

-No hay necesidad de nada, yo estoy bien- Le dijo intentado calmar a su guardiana

 

-No, en parte estoy de acuerdo con la chica, pero sé que el consejo no nos habría hecho dejar la seguridad de nuestras casas para cruzar el mundo y venir aquí. Así que exijo que saber que planea hacer el consejo respecto a nosotros.

 

-No, lo sé – Respondió sinceramente Kusakabe – Estamos esperando la llamada del consejo de ancianos y del maestro Alaudi ahora que el joven maestro a conseguido su pareja.

 

-Lo que me intriga saber, ¿Cómo es posible que está escuela llena de creatura sobrenaturales no haya conseguido su pareja con anterioridad? O ¿Acaso los Hibari se traen algo entre manos?

 

-Rokudo-sama, lamento infórmale que Hibari-sama no había conseguido su pareja, el lleva el control de todo los estudiantes diurnos y nocturnos, pero el joven que esta noche se ha presentado no es una creatura sobrenatural, ni siquiera es un estudiante de Namimori, el chico es un humano y un estudiante de una de las escuela públicas de este distrito.

 

-¡¿Un humano?! – Muchos quedaron impactados ante esa revelación, aunque el enlace entre distintas especies era algo normal de ver en la comunidad sobrenatural; pero desde hace siglos cuando los humanos dejaron el mundo místico por la tecnología los enlaces con los humanos se habían reducido y la aparición de los cazadores en las ultimas eras habían hecho que el contacto entre seres humanos y sobrenaturales fuera casi nulo.

 

-fufufufufuf Esto se pone divertido- Dijo con una sonrisa misteriosa

 

-Hermano- Le llamo Chrome, sabía que su hermano estaba empezando a tomarle gusto a toda esa situación, pero una parte de ella le decía que su hermana empezaba a intervenir entre Hibari y su pareja nada bueno iba salir.

 

-Nosotros nos quedaremos un tiempo, espero que no le moleste a Hibari- acaricio el cabello de su hermana antes de ver a Kusakabe- Dile a Hibari Kyoka que tenemos una conversación pendiente y que me interesa conocerlo personalmente –Miro a M.M y a Fran- vámonos, ya es no necesario nuestra presencia aquí.

 

                Los Rokudo salieron de la habitación, mientras la risa de Mukuro inundaba el pasillo, hasta desaparece entre las sombras.

 

-Nosotros también nos retiremos Kusakabe-sama- Dijo gentilmente Uni- Pero también siento curiosidad por conocer al joven humano, es raro que una creatura de la comunidad sobre natural sea emparejada con un humano, y más entre los vampiros los cuales consideraban a los humanos como un ganado.

 

-¡Uni-chan, también quiere jugar como yo!

 

-Nosotros nos iremos, luego de hablar con nuestro líder

 

-En realidad Adelheir, me gustaría conocer al chico también y pasar más tiempo fuera de la isla antes de regresar- Le dijo de forma tímida e insegura el líder de los Simon.

 

-Enma –Le llamo antes de suspira y asentir- Si es lo quieres, entonces nos quedaremos ms tiempo

 

-Gracias –le dijo con una temida sonrisa

 

- Hare los arreglo para que estén lo más cómodos posible- Fue lo único que dijo Kusakabe, esa iba ser una larga noche y solo estaba empezando.

 

 

-¡Tsuna-kun, ya es tarde levante!- Fue el llamado de una amable mujer el cual oia los lejos.

 

-Puedo oír la voz de madre en el más haya- Pensó, mientras se acurrucaba más entre las sabanas, no quería despertar, era muy cómodo estar en ese lugar.

 

-Tsuna-kun, levantate, ya es tarde y el señor  Kusakabe te está esperando para llevarte a clases hijo- le dijo desde la puerta de su habitación.

 

- ¿Kusakabe?- Empezó a abrir los ojos con pesadez, aun la luz fue lo primer en percibir poco a poco empezó a abrir los ojos mirando así las paredes de su habitación- ¿Fue un sueño?- Se sentó en la cama dejando sus pies sobre el suelo antes de tallarse los ojos.

 

                Camino hasta la puerta de su habitación y vio a su madre salir del cuarto con una cesta de ropa sucia.

 

-Buenos días Tsuna-kun-Le dijo con una cálida sonrisa- El desayuno está servido y Kusakabe te esta esperado

 

-¿ Kusakabe?¿Quién es Kusakabe?

 

-Tsuna-kun deja jugar, sabes que Kusakabe viene a llevarte todo los días a la escuela y te trae en la noches todos los días, ahora se buen chico y vistete y ve a desayunar, antes de que se haga más tarde hijo.

 

                Curioso por las palabras de su madre, bajo del segundo piso buscando a Kusakabe, pero al ver en la mesa del comedor se paralizo del miedo al ver un estudiante de Namimori sentado tranquilamente en su mesa del comedor, bebiendo café.

 

-¿Quién eres?-le pregunto empezando a temblar del miedo

 

-Buenos días Sawada, soy Kusakabe Tetsuya, vicepresidente del Consejo Disciplinario de Namimori y mano derecha del amo Hibari Kyoya; por órdenes de él he venido a llevarle a Namimori como estudiante regular de la institución- Tsuna empezó negar con la cabeza y retroceder lentamente.

 

-No, no, no, yo ya no estudio allí, yo no voy a REGRESAR- Le grito antes de salir corriendo, pero al girar para subir a las escaleras choco contra Kusakabe.

 

-Lo siendo mucho Sawada, pero ya es hora de irnos o sino el amo Hibari se enfadara si no llegamos puntuales- La sensación de vértigo volvió a invadirle, haciendole cerrar con fuerza los ojos.

 

                Cuando el malestar pasó abrió sus ojos, solo para ver que ya no estaba en su casa, sino en plena oficina del consejo disciplinario de  Namimori. Pero lo que más le aterro no fue la bandera de su antigua escuela o el de oír el himno siendo cantado por ese canario que estaba revoloteando en la habitación, lo que le estaba haciendo temblar al punto de caer de rodillas, era ver ante él mismo chico que anoche le había asesinado.

 

-Bienvenido Sawada Tsunayoshi, soy Hibari Kyoya- El pelo negro se acercó a Tsuna sin dejar de tener contacto visual con él, pero al acercase a él y tomar su rostro con su pálida y fría mano sobre su mejilla le hizo temblar – Y desde hoy soy tu pareja.

Notas finales:

Ok, no se me emocionen aun, si es que le gusto, el progologo estaba con el primer capitulo y como OBVIAMENTE es miserablemnte CORTO, me apiade de sus almas (porque estando yo en su lugar le fuera tirado ya la silla a la autora un_n).

 

Ahora así a esperar que mi bella esposa pueda arreglar sus problemas tecnicos para que me pase los siguiente capitulos.

Ahora si, los reviews, ropa vieja, verduras, ladrillos, televisores, ps3 con juegos son bien resividos ;3

 

Gracias por leer, aun que no dejen ninguna de los objetos ya nombrados por mi parte.

 

Besos y Gracias por leer.


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